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Psicología Laboral 2020 TP 1 Pulido-Martínez, Y entonces, ¿esto de la crítica qué es? De las relaciones entre la psicología y el mundo del trabajo. Introducción: se analizan las principales perspectivas críticas que han examinado la relación que la psicología ha establecido con el trabajo. Esta relación ha abierto al menos cinco caminos para el ejercicio crítico. El primero se concentra en la visión instrumental de la psicología hegemónica industrial, organizacional, ocupacional o del trabajo para examinar las aplicaciones que se adelantan, con el objetivo de proponer una serie de cambios o transformaciones para mejorarla. El segundo, toma como base las carencias que tiene la psicología hegemónica para proponer una serie de contra-psicologías que puedan llegar a suplantar a la misma. El tercer camino señala el carácter ideológico de la psicología del trabajo. El cuarto, considera que la relación entre psicología y trabajo se articula alrededor de un problema de producción de subjetividad y de gobierno del mundo laboral. Y el último camino examina el lugar de la psicología del trabajo en relación con las geopolíticas del conocimiento. A continuación, se desarrollan cada uno de ellos. Instrumento: la preocupación por el aumento de la productividad llevó a que la psicología encontrara un lugar en el mundo laboral desde principios del siglo XX. A la psicología de las diferencias, de Munsterberg, aplicada a la industria con el objetivo central de encontrar a los trabajadores más aptos para distintos cargos, pronto se le uniría la psicología humanista desarrollada por Mayo. Esta unión configuró una visión de la disciplina que creció y se expandió alrededor del mundo hasta convertirse en la versión hegemónica de la psicología del trabajo. Esta combinación prometió que podía contribuir a atenuar la tensión latente establecida entre las habilidades, los conocimientos, las aptitudes y las actitudes que tiene el trabajador para hacer las tareas que se le asignan y la voluntad de que este dispone para realizarlas. Las intervenciones vinculadas con la psicología hegemónica se articulan al aumento de la eficiencia en las organizaciones, dentro de un proyecto de satisfacción del trabajador con las tareas, sin considerar las condiciones objetivas de trabajo. Así, la psicología se configura como un instrumento útil para intervenir éticamente el mundo laboral en la medida en que sus operaciones garanticen que se alcancen los valores liberales. El primer nivel de la crítica que viene formulada desde el interior mismo de la psicología busca encontrar las dificultades, carencias, ausencias e imprecisiones que tiene la psicología del trabajo, para hacerla más objetiva, precisa y, por tanto, científica, de forma tal que se pueda establecer aspectos centrales para las organizaciones laborales. La crítica se concentra en establecer los inconvenientes que puede tener la psicología misma como cuerpo de conocimientos y como práctica profesional. Propone un horizonte ético por alcanzar, donde las intervenciones que prescribe la disciplina y las acciones mismas de los psicólogos estén libres de prejuicios. �1 Se espera que a través de una amplia utilización del conocimiento psicológico las relaciones que se establezcan entre grupos que hacen parte del mundo del trabajo contemporáneo se caracterice por ser más equitativa. Que la psicología deba ajustarse a marcos legales es otra constante preocupación de esta crítica. De igual forma, se ha considerado que la psicología debe ser más humanista, es decir que se deben revisar las estrategias usadas para intervenir en el mundo del trabajo, puesto que la racionalidad detrás de estas tácticas considera al trabajador como parte de la máquina, útil porque está ligado al proceso de producción. Se deja de lado entonces la complejidad de la subjetividad humana. También, se apunta a que la psicología del trabajo sea mejor en la medida que se muestre más intercultural. Se sugiere que se deben estudiar los fenómenos psicológicos asociados al trabajo en diversos puntos del planeta. Se señala, a su vez, la falta de elementos teóricos que caracteriza la relación hegemónica de la psicología con el trabajo. Contra-psicologías: son una serie de propuestas que no tienen un origen común, ni se encuentran en una única tradición conceptual. Buscan diferenciarse de la psicología convencional para mostrar una mayor pertinencia académica, científica y política para entender los fenómenos del trabajo al considerar nuevos temas, otras categorías y distintos abordajes. Derivan en gran parte su crítica de una carencia que presenta la psicología hegemónica industrial organizacional, ocupacional o del trabajo, referida a la sutil exclusión que tiene la categoría trabajo de los análisis convencionales. Es decir, la psicología del trabajo, paradójicamente, no se ocupa del trabajo en sí, sino de la técnica de las percepciones que tienen los trabajadores de sus tareas. Las contra-psicologías asumen el trabajo o las condiciones laborales como categoría central de análisis, y no solamente como un contexto contra el cual ocurren fenómenos humanos en el trabajo. Se ocupan de las condiciones de trabajo locales y de las múltiples formas que estas pueden tomar en concordancia con las variaciones del capitalismo. Formulan preguntas relacionadas con el por qué en las condiciones actuales de trabajo ocurren determinados fenómenos. Los argumentos que se proponen pasan a constituir una crítica tanto al mundo del trabajo, como a la psicología convencional misma y aspiran a convertirse en intervenciones que vayan dirigidas a transformar el mundo laboral. El sentido de la transformación apunta entonces directamente tanto a posibles cambios en las condiciones laborales como a las perspectivas conceptuales y metodológicas asumidas, las cuales privilegian o al menos equiparan el punto de vista de los trabajadores y de la administración. Las contra-psicologías toman también como foco de análisis y como punto de intervención las relaciones de poder. Se va más allá de la concepción de trabajo como un campo de intervención, de forma tal que se reconceptualiza este como un fenómeno complejo envuelto en relaciones de dominación, conflicto y clase social, el cual debe ser entendido sin falsas divisiones entre las dimensiones técnicas y los aspectos humanos, donde resultan integradores los conceptos de subjetividad, identidad y significado del trabajo. �2 Se formula un llamado a construir una visión del trabajo que sea la base de la transformación del mundo social, mientras construye la propia identidad de las personas como seres inteligentes y organizados. Otra contra-psicología se ha encargado de introducir el problema de la salud de los trabajadores dentro de una mirada crítica. El trabajo es analizado en relación con los determinantes globales de la salud, poniendo en entredicho la salud de los trabajadores con enfermedades que son causadas por el trabajo en sí mismo. La discusión acerca de la salud de los trabajadores como un derecho y no como un recurso para la producción ha influenciado las políticas sociales, generando mejoramientos en las condiciones de trabajo. Ideología: con una orientación marxista, analizan el papel que tiene y las operaciones que cumple este conocimiento como instrumento para intervenir en el mundo del trabajo. Se ocupa de analizar la naturaleza del conocimiento psicológico hegemónico y de las implicaciones políticas que guarda su aplicación para mostrar como la psicología del trabajo es una especie de seudociencia. El carácter ideológico atribuido a la psicología hegemónica es el foco de análisis. Afirman que este conocimiento es un saber típicamente burgués, que se ha ocupado de “encandilar” a los trabajadores para que no puedan esclarecer las verdaderas relaciones de clase en la base de la situación de explotación que conlleva la forma de organizar el trabajo en el capitalismo.La psicología industrial, organizacional, ocupacional o del trabajo hace una serie de descripciones y construye unas herramientas que conducen a que se conciba al trabajo, al trabajador y a las organizaciones como algo natural, sin historia, técnico y fácilmente intervenible. La crítica señala también el privilegio de que la psicología hegemónica le otorga a las preguntas provenientes de la administración. Un punto central de la crítica quiere develar que los problemas políticos y de poder que se presentan en el trabajo se convierten en asuntos psicológicos, desarticulando así posibles maneras de formular y alcanzar reivindicaciones laborales que vayan dirigidas hacia las condiciones de trabajo mismas como a contribuir a la desintegración de cualquier tipo de acción colectiva. En síntesis, la crítica marxista a la psicología del trabajo hegemónica formula que este conocimiento actúa como un vehículo para ejercer una clase de represión sobre los trabajadores de forma que esta contribuye a mantener el estatus quo. Esta operación actúa en cuatro momentos: primero, personaliza los conflictos cuando transforma los problemas del trabajo en asuntos internos de individuos; segundo, propone un enfoque colaborativo caracterizado por sostener que se tienen metas comunes ideales compartidas por los trabajadores y los administradores; tercero, se le da cabida a que una vez definidos los problemas como una cuestión psicológica, un experto de la mente entre a solucionar los problemas del trabajo y se proporcionen los elementos para que la gerencia tome decisiones “éticas”, basada en la ciencia psicológica para administrar a la fuerza laboral; por último, se logra un alineamiento alrededor de las metas organizacionales, como si estas fueran los principales intereses de los trabajadores. �3 La psicología contribuye a prevenir y a reprimir cualquier intento de transformación que no vaya en el sentido que se le formula al trabajador desde los programas de cambio organizacional. Gobierno: las operaciones de la psicología en el mundo laboral producen ciertos tipos de trabajadores, tiene un papel en la emergencia de determinadas maneras de ser y estar en el mundo laboral y en las formas de ver al trabajo y a los trabajadores. Existe una gran diversidad de psicologías referidas al trabajo, y la mayoría de estas tienen un interés pragmático central en resolver los problemas relacionados con la forma en que en la modernidad se concibió los problemas laborales relacionados con la eficiencia y con el lugar de los seres humanos dentro de este tipo de regulación social. Las diversas formas de hacer psicología se articulan para constituir un estilo de pensar, ampliamente difundido, que conduce siempre a que se den respuestas de corte psicológico a los problemas del mundo laboral, impidiendo que otras maneras de pensar e intervenir hagan presencia. El resultado obtenido se ve en el constante crecimiento de la “empresa” psicológica con la consecuente psicologización de lo laboral alrededor del mundo. La psicología actúa en diferentes niveles para la producción del sujeto en los ámbitos laborales. Primero, el conocimiento en la medida en que tiene como objetivo establecer qué hay en la mente de los trabajadores y cuáles son sus capacidades, provee como resultado las tecnologías y las normas psicológicas para individualizar a los trabajadores y a la vez para ubicarlos en determinados grupos de acuerdo con las normas propuestas. Segundo, las técnicas psicológicas basadas en las descripciones de los trabajadores se convierten en estrategias de gobierno en sí mismas, en la medida en que al ser usadas por distintas autoridades estas constituyen los parámetros que los trabajadores deben demostrar poseer, o alcanzar, para ingresar, permanecer y movilizarse en el mundo laboral. Tercero, constituye al trabajador al realizar las descripciones de lo que este es y debe ser. Cuarto, la psicología misma provee las figuras de la subjetividad alternativas que pueden, en determinado momento, llegar a reemplazar a la perspectiva hegemónica de manera que el círculo psicológico tenga continuidad. Se habla entonces de la producción de subjetividad vinculada a una característica central de las “ciencias psi”, que consiste en que en la medida en la cual la psicología habla del sujeto, en este caso trabajador, lo compone o produce en sus propios términos. La psicología desde su aparición en los ámbitos laborales a comienzos del siglo XX tomó para sí la “ficción” de la subjetividad conocida como “el trabajador libre”, propuesto dentro de la economía política, para a lo largo de su historia hacer diversas cualificaciones a dicha figura de acuerdo con las maneras en las cuales ha cambiado la forma de organizar el trabajo dentro del capitalismo. Contemporáneamente, al trabajador se concibe como un sujeto que debe ser y actuar de manera autonomizada, es decir, debe ser auto regulado, con alta autoestima, autoeficaz, siempre activo, con una infinita disposición al cambio y, por supuesto, siempre disponible a aceptar nuevos retos. �4 Es un “colaborador”, aludiendo de este modo a un ejercicio falso de voluntariedad y disposición para ejecutar las tareas asignadas. A este sujeto “colaborador” propio de la incertidumbre laboral, se le proponen contratos psicológicos y le asignan salarios emocionales en lugar de dinero tangible. Se le interpela para producir su subjetividad como aquel que debe tener unas competencias para ser lo suficientemente flexible para moverse entre supuestas oportunidades laborales y empleable ante la obvia situación de que el empleo permanente tiende a desaparecer. Esta crítica se ocupa entonces de la psicología como un vehículo de gobierno que funciona de acuerdo con diferentes racionalidades imperantes en el mundo del trabajo. Este conocimiento se ha vuelto indispensable para que diversas autoridades puedan ejercer su poder a lo largo del cuerpo social. Geopolítica: en los lugares donde no se produce este conocimiento, sino en los cuales este se importa, se ha alertado sobre las implicaciones que tiene la apropiación de este conocimiento, sin reflexiones profundas que vayan más allá de aquellas que tradicionalmente se han hecho referidas a la pertinencia de la psicología para otros contextos culturales distintos a los que fue creada, así como, de su adecuación en ámbitos locales que tienen condiciones de trabajo diferentes. Por otra parte, se ha hecho énfasis en que las críticas a la relación que la psicología ha establecido con el mundo del trabajo conservas las mismas dificultades de aquella disciplina de la cual se ocupan. La discusión sobre las relaciones locales y globales que se vehiculizan a través de la aplicación de la psicología, lo cual podría ubicarse en lo que ahora se conoce como geopolítica del conocimiento, no ha dado lugar aún a suficientes estudios. Uno de los argumentos utilizados en esta perspectiva esquemáticamente sostiene que los procesos de réplica y de adaptación, en otras palabras, de mimetización de la psicología el trabajo, han dado lugar a una serie de problemas que se han resuelto apelando al modo de pensar “como si”. La psico-tecnología se convierte, en la situación local periférica, en el vehículo para intervenir, sin entender cultural, política y socialmente las lógicas particulares del mundo del trabajo en esos contextos. La crítica a las relaciones geopolíticas del conocimiento psicológico afirma entonces que de la forma en que se busca una verdad psicológica universal a través de estudios en diferentes países en condiciones distintas en cuanto a su capacidad para influir en la producción misma de las categorías, el caso psicológico periférico confirma la “verdad” y superioridad de los centros productores, corroborando y reafirmando a la vez, la subordinación de los sitios en donde básicamente se lleva a cabo la aplicación de la psicología. PULIDO-MARTINEZ En búsqueda de unapsicología crítica en los ámbitos laborales Para elaborar una psicología critica que se distancie de la psicología convencional, el autor indaga los campos de intervención e investigación que apuntan a responder preguntas sobre por qué y para qué nos organizamos de determinada forma para �5 trabajar. Estos estudios críticos pueden convertirse en una alternativa a la psicología convencional. Desde una perspectiva psicológica convencional, el mundo del trabajo y de las organizaciones, fue considerado a partir las percepciones que los trabajadores tenían de las actividades y las relaciones que se establecían en los ámbitos laborales con el fin de desarrollar técnicas que aputaban a una mejor eficiencia dentro de la empresa. Acá no se tomaba en consideración, las condiciones sociales en las cuales se establecía el proceso productivo. El autor remarca la importancia de una Psicología Critica, fundamentalmente para entender los actuales procesos de globalización, internalización y flexibilización. Debido a esta carencia, Pulido toma Cinco estudios que permitieron realizar una crítica. Tradiciones con perspectiva crítica El primer estudio comienza con Ingleby , el cual propuso que las aproximaciones críticas a los estudios psicológicos pueden ser divididos en dos tipos. Por una parte, aquellas teorías psicológicas que sirvieron de herramientas para disfrazar la dominación y explotación. Y por otra parte están los estudios centrados en la crítica de la práctica psicológica. Batriz plantea que los psicólogos trabajaban en las organizaciones como instrumentos para la explotación de trabajadores, para alcanzar los fines determinados por los administradores. Wilpert afirmo que la psicología industrial organizacional ha cometido un gran error al separar el trabajo de la organización social, ya que esto lleva a que el análisis de los problemas del trabajo se ubiquen lejos de las condiciones en las cuales la producción de lleva a cabo. Un segundo campo de investigación es la crítica post estructuralista, la cual presenta la relación entre el conocimiento, el poder y las prácticas en la psicología industrial organizacional. Aca el rol del psicólogo juega un papel central en la producción de sujetos gobernables de acuerdo con los principios del liberalismo. El tercer campo de investigación son los estudios de la psicología discursiva. La cual se preocupaban de que manera funcionan distintas formas del lenguaje, y como estas sirven a los intereses sociales, ideológicos y políticos. El cuarto campo de estudio fue el de corte crítico, el cual estaba relacionado con el empleo y el desempleo, donde sus investigaciones apuntaban a revelar la cara oculta del capitalismo: el desempleo. Los estudios psicológicos sobre estos temas hacen referencia a como el empleo/desempleo es una pareja imposible de separar reflejo de una estructura social. �6 El quinto campo de trabajo es la psicología social de las organizaciones desarrolladas en América Latina, donde se plantea un orden social inclusivo compuesto por diferentes niveles como instituciones, organizaciones, grupos, y sujetos. Conclusión En la búsqueda de investigaciones relacionadas al mundo del trabajo, se han presentado cinco posibles campos sobre los cuales se puede empezar a construir un cuerpo de conocimientos que asuma perspectivas diferentes a las de la psicología convencional. Estas son consideradas las bases para desarrollar una psicología crítica. Hoy en día dadas las condiciones de desindustrialización, flexibilización laboral, desmejoramiento de las condiciones laborales, se hace cada vez más necesaria una psicología crítica que aborde estos temas. �7 TP 2 SCHLEMENSON (1990) “La perspectiva ética en el análisis organizacional” Introducción La organización constituye una realidad compleja, polifacética, que configura para el que se acerca a ella con el fin de analizarla una imagen a veces confusa y enigmática. Es oportuno discriminar, distintos conjuntos de varíales que presentan especificidad y diferenciación, aun cuando se encuentran en interdependencia con las demás. Progresar en este tema significa adentrarse en la naturaleza del objeto “organización”, descubrir cómo funciona, entender las múltiples relaciones entre los componentes. A medida que el análisis progrese se podrá ir fortaleciendo una teoría que esté al servicio de la práctica, que constituya un instrumento para la acción modificadora de aquellas situaciones de la vida real que se presentan como insatisfactorias. Para el tratamiento de estos temas conviene partir de algunas definiciones provistas por autores que responden a diversas de personas, finalidad, división del trabajo y jerarquización de la autoridad, se repiten en otras definiciones. Rescatamos de Etzioni del concepto de organización “deliberadamente construidas”, apunta a la intencionalidad consciente de la conducta de los miembros, a su vez, da la idea de fundación de pacto o contrato social voluntario, donde lo que se consiente, se incorpora como hecho concreto a la vida social y pasa a formar parte de la comunidad de modo permanente y estable independizandoza. La organización constituye, como producto, una externalización de acuerdos que instaura un orden concreto considerado como legítimo por aquellos que aceptan acatarlo. La confrontación de subjetividades permite arribar a lo que en forma sancionada se acepta como lo que rige, esto es lo consentido. Al hablar de organización, Weber introduce la idea de “grupo corporativo” y lo define como una relación social que puede ser cerrada o que puede limitar la admisión de los de afuera por medio de reglas. Define a la organización como un sistema continuo de acción intencional o deliberada. Una “ asociación voluntaria” es un grupo corporativo originado en un acuerdo voluntario, en el cual el orden establecido se instituye como autoridad por encima de los miembros solo en virtud de un acto personal de adhesión. En las definiciones de Weber se destacan los conceptos de “poder” “autoridad” y “control imperativo”. “autoridad” es poder legitimado, es decir aquel que es consentido por aquellos que lo acatan, independientemente de los motivos en que se sustente dicho acatamiento. Un grupo corporativo cuyos miembros en virtud de su pertenencia están sujeto al ejercito legitimo del control imperativo, se llama “grupo imperativamente coordinado”. Señala asi tres tipos posibles de autoridad que producen formas organizativas. . a) Autoridad tradicional . b) Racional, legal o burocrática �8 . c) Carismática Es necesario diferenciar organización y lo que se llama “grupo natural”, “masa”, o “movimiento social”. “Grupo artificial”: grupo altamente organizados, que presentan condiciones: . 1) La continuidad en la vida del grupo . 2) Existencia de individuos que se forman una determinada idea acerca de la capacidad y las aspiraciones . 3) El grupo se encuentra en interacción con otras formas colectivas análogas. . 4) El grupo posee tradiciones, usos, costumbres, instituciones . 5) La identidad posee una organización A diferencia de los altamente organizados, los grupos naturales, según Freud, se caracterizan por la emocionalidad, la impulsividad, la violencia, la inconsistencia, la tendencia a la acción, la incapacidad para el razonamiento. Estas características desestructurantes, se encuentran mejor controladas en los grupos altamente organizados que, permiten llevar la vida mental colectiva a un nivel superior. Al hacer referencia a la iglesia, Freud, señala que en dichas instituciones actúa una coerción exterior encaminada a preservarlas de la disolución y evitar modificaciones de su estructura, así como una ilusión compartida. No es solo la fuerza de la acción del líder lo que produce el efecto cohesivo puntualizado sino también la fuerza de la motivación de los miembros. Lo destacable de este aporte es la importanciaasignada al rol del director, líder o jefe. Coincide con lo descripto por weber. Este fenómeno de la “autoridad virtual” puede observarse en los grupos de iguales, se vislumbra un sistema ideológico compartido que tiene el carácter de un liderazgo virtual, y ejerce el mismo poder coercitivo o aun mayor que el de un jefe formal. El otro hecho fundamental aportado por Freud, es la vigencia de lazos emocionales a los que llama libidinales, que se establecen entre tal figura y los seguidores. Para explicar este vínculo recurre a la descripción de los mecanismos de identificación, que se dan con el líder y entre iguales. E. Jaques agrega para caracterizar las instituciones, la existencia de funciones implícitas inconscientes dada por la presencia de personas en interacción que proyectan en la vida social motivaciones, conflictos y ansiedades inconscientes. La idea de que dicha distribución estratificada y discontinua de la capacidad es la que determina que la organización este conformada por niveles ejecutivo- jerárquicos, que aparecen así como un aspecto reflejo, característico, de la realidad descripta. �9 La capacidad individual se manifiesta en lo que Jaques llama el “horizontes temporal personal”. Es el horizonte o limite al cual se dirigen las intenciones del sujeto. Argys señala que: “una organización es una pluralidad de partes que se mantienen entre sí, a través de su interrelación adaptándose al mismo tiempo al medio ambiente externo”. En esta definición se destaca la idea de totalidad dinámica compuesta por partes en interrelación e interdependencia. La organización se ve así como una estructura de eventos interdependientes más que como un objeto estático, cerrado y autosuficiente. Una definición operativa integradora La organización constituye un sistema socio-técnico interpersonal deliberadamente creado para la realización de fines específicos configurados alrededor de un proyecto concreto, tendiente a satisfacer necesidades manifiestas y latentes de sus miembros y de una audiencia externa. En su seno se despliega un conflicto social originado en la existencia de grupos significativos de poder en interacción dinámica que pugnan por realizar sus intereses sectoriales. La organización se halla inserta en un medio o contexto externo con el cual guarda una relación interdependiente significativa, contexto poblado por entidades diversas con las que interactúa y colabora y/o compite. Dimensiones relevantes Las dimensiones relevantes para el análisis que se extraen de esta definición son: 1) El proyecto: siempre esta primero. Constituye el soporte fundacional básico de la organización: es el impulso que determina el proceso y el devenir posterior, proyecto creativo que contiene elementos de innovación y propuesta de cambio, forma parte de un aspecto dinámico que concentra las principales intencionalidades del sistema, las metas referidas a un futuro deseable que no existe en el presente cambiante y que se desea hacer surgir. El proyecto se nutre, de ideas que representan intuiciones inconscientes de los promotores. En su configuración está implícito un balance de amenazas y oportunidades. La “audiencia externa” constituye un protagonista fundamental, y por ende ocupa un lugar central en la configuración del proyecto. También tiene etapas, la primera un trabajo interno, de elaboración mental, de maduración de ideas (esta actividad va conformando una propuestas). En una segunda instancia comienza el trabajo de externalización, realización concreta. Esto implica la concreción de un plan de fijación de metas y etapas, de definición del “como” y de los controles. Finalmente se instaura “la prueba de realidad”. 2) La tarea y la tecnología: supone una tarea primaria, la actividad central de la organización, esta se desglosa, subdivide, discrimina, en tareas que luego se integran y compatibilizan en unidades incluyentes de sentido. Las tareas involucran problemas que deben resolverse. Los problemas pueden, ordenarse en categorías según su diverso grado de complejidad. Tales niveles son: Estrato 1 Primer nivel de complejidad: tareas simples. Roles comprendidos: trabajo manual y empleados administrativos. El individuo, en este rol, sigue una metodología lineal. �10 Estrato 2 segundo nivel de complejidad: acumulación diagnostica. Roles: primer nivel gerencial, trabajos especializados que realizan graduados. Estrato 3 tercer nivel de complejidad: caminos alternativos. Roles: gerente de unidades organizativas de mutuo reconocimiento que emplean a 200 a 250 personas, ingenieros, jefes científicos, abogados o médicos que trabajan independientemente. Estrato 4 cuarto nivel de complejidad: ocurre el pasaje de las gerencias especializadas: gerentes general de desarrollo de productos, gerentes general de producción. Estrato 5 quinto nivel de complejidad: implica el diseño y la operación del sistema total unificado de una unidad de negocios que opera en un medio ambiente abierto. El componente tecnológico está conformado por los medios materiales equipos y un ambiente territorial determinado. Esta dimensión corresponde a la organización interna y puede ser controlada desde adentro. 3) La estructura: conjunto de roles o posiciones oficiales que forman parte del sistema. Definir la estructura de roles, permite que la organización sea independiente de las personas que la conforman. El término estructura supone: a) El organigrama: forma gráfica en la que se presentan las áreas de actividad, niveles jerárquicos y las relaciones entre estos, en su aspecto formal. . b) La definición de las funciones que se asignan a cada puesto de trabajo. . c) La descripción de tareas a través de las cuales se cumplen las funciones de cada puesto. . d) El mecanismo de las comunicaciones formales. . e) Los distintos tipos y niveles y autoridad . f) Las relaciones entre departamentos o sectores . g) Los objetivos de cada posición. Como se ha dicho, la estructura constituye el marco formal que la organización necesita para operar como un sistema complejo de resolución de problemas. Desde el punto metodológico y en relación con el tema de la estructura organizativa, Jaques y Brown definen cuatro formas organizativas: . a) La estructura formal u oficial: frecuentemente escrita, graficada en el organigrama. . b) La estructura presunta: que es la que los miembros perciben como real . c) La estructura existente, que es la que efectivamente opera . d) La estructura requerida que es la que se conviene consensualmente a partir de considerar todos los componentes de la situación. �11 En relación con la estructura, el tamaño de las unidades operativas constituye una cuestión significativa que afecta en forma directa la integración. El sentimiento de pertenencia determina uno de los motivos de la integración 4) La integración psicosocial: alude a las relaciones interpersonales dentro del sistema. La existencia de un ámbito formalizado compartido constituye una realidad social que enmarca un proceso dinámico de experiencias intersubjetivas. La dimensión interpersonal configura un sistema vincular. Los individuos constituyen entre sí “otros significativos” en situación de reciprocidad. 10 Siguiendo a Freud se pueden reconocer dos ejes ordenadores de las relaciones interpersonales: . a) Un eje vertical caracterizado por las relaciones con la autoridad y de naturaleza asimétrica . b) Un eje horizontal que es el de las relaciones entre pares. 5) Aprovechamiento de recursos humanos: la gente constituye una intención aparentemente muy difundida pero difícil de concretar. Los individuos que forman parte de una organización, aspiran a una retribución justa, acorde con lo que sienten que aportan, y también ocupar un lugar significativo que permita que sus opiniones intereses y motivaciones sean tenidos en cuenta. Este trato tiene un efecto incentivador. El trabajo constituyeun ámbito importante para el desarrollo individual. La autoestima se va fortaleciendo a partir de la posibilidad de corroborar los alcances y los límites de la capacidad personal. Lo que el trabajo ofrece como perspectiva para el desarrollo individual, constituye así un tema de interés social amplio y, convoca la responsabilidad de las organizaciones particulares y de los poderes públicos. Hay factores que contribuyen a configurar la buena relación de los individuos con su trabajo: . a) Salario: el sentimiento de lo que es equitativo se estructura en funcion de comparaciones . b) Carrera: el trabajo, permite el despliegue de las potencialidades de desarrollo. . c) Tarea: ofrece potencialmente una motivación fundamental. . d) El confort y la salubridad de los lugares de trabajo constituye un tema importante. En síntesis todos los factores, son susceptibles de ser investigados en forma puntual y evaluados en relación con una organización particular. 6) Los grupos internos de poder: toda organización, conforma una variedad amplia de �12 grupos significativos de poder que interactúan en una misma realidad social. Dichos grupos son proclives a entrar en conflicto. Constituye un error frecuente suponer que todo el poder se encuentra en la cúspide de la pirámide organizativa. Para enfocar la problemática del poder se hace necesario introducir la diferenciación conceptual entre sistema ejecutivo y sistema representativo. El primero está compuesto por el conjunto de roles sancionados e institucionalizados que procesan la información y las actividades tendientes a la realización de la tarea primaria de la organización. El segundo está compuesto por un conjunto implícito o explicito, de grupos significativos de poder. Los representantes de dichos grupos tienen como misión interactuar con el sistema ejecutivo para ejercer presión en favor de los intereses que le son propios. La delegación de la responsabilidad en el sistema ejecutivo opera desde el centro a la base. En el sistema representativo, la delegación sigue el proceso inverso: las bases delegan mandatos en su representante para que este actúe en su nombre. 7) El contexto: constituye un error frecuente negar o subestimar la importancia del contexto social cuando de rediseñar una organización o establecer sus políticas o estrategias se trata. En gran parte, las acciones organizacionales están constreñidas por factores contextuales que es preciso justipreciar, anticipar. Sobre un esquema para operar con las siete dimensiones Las 7 dimensiones constituyen una guía que permite esquematizar y conducir un proceso diagnostico relativamente breve, o planificar el desarrollo de una organización determinada. Cada una de las dimensiones está expuesta de modo que permita el planteo para el observador de preguntas pertinentes. ETKIN (2002) “Política, gobierno y gerencia de las organizaciones” � Enfoque descriptivo y normativo -La realidad, lo deseable y lo posible El objeto de esta obra es el estudio de las organizaciones en un sentido amplio, incluyendo en el concepto una variedad de agrupamientos sociales. La organización es una integración de individuos y grupos, en el marco de un orden formal que establece las funciones que ellos deben cumplir. Las expectativas comunes son un elemento básico, en el sentido que en una organización el desempeño de roles y funciones están sujetos a criterios y normas grupales y no a las voluntades individuales. Al menos, se supone que así debería ser. En esta descripción de la organización no se incluyen a grupos sociales naturales como la familia o los grupos de amigos; tampoco las formas de unión ocasionales o transitorias. La idea de organización refiere a un conjunto social con formas, normas y pautas de relación que le dan continuidad a sus procesos y le permiten mantenerse y crecer en su contexto. Miradas desde afuera las organizaciones se crean en relación con un producto o servicio que la sociedad requiere, y esa es su justificación. Desde el inicio es preciso visualizar a la organización como un espacio social donde coexisten acuerdos y divergencias al mismo tiempo. No por fallas en la conducción o �13 mala voluntad de los miembros, sino por razones de carácter estructural, como el predominio de los objetivos por sobre los fines personales. El estudio de las organizaciones nos muestra que sus integrantes: a) siguen pautas, normas y procedimientos formalmente establecidos, b) desempeñan funciones y ocupan posiciones definidas por una estructura oficial, c) reconocen a ciertos miembros la autoridad legítima para fijar ciertos criterios y emitir instrucciones a sus dirigidos, d) son parte de una red de comunicaciones a través de la cual intercambian datos e información sobre normas, actividades y resultados, e) se influyen e interactúan socialmente en sus grupos de trabajo, f) toman decisiones racionales en el sentido de estar orientadas por propósitos compartidos, que dicen expresar la voluntad colectiva, g) intercambian recursos y capacidades con su medio ambiente. Los grupos internos de la organización pueden ser oficiales (las unidades de estructura), o bien informales cuando surgen por razones de amistad, ideología, protección o afinidad de intereses. Esta caracterización nos permite distinguir los conceptos de grupos, organizaciones e instituciones del contexto. Hablamos de instituciones en el sentido de las ideas dominantes, valores y creencias, dispositivos de control público, formas de conducta y de relación socialmente aceptadas. La institución se refleja o corporiza en establecimiento como ministerios, burocracias o monopolios, pero siempre refiere a formas de influencia o control social, a las expresiones de un poder dominante. Las instituciones atraviesan la organización en todos sus niveles, influyen sobre sus propósitos y decisiones cotidianas. Las instituciones no son normas aisladas sino un conjunto de regulaciones, un orden que pesa sobre el comportamiento individual y grupal. Forman parte de un orden instituido, que incluye las formas de educación y socialización, a través de las cuales se ponen límites a la voluntad de los individuos en sus lugares de trabajo. En el plano de lo visible (el marco jurídico) son una referencia para actuar en sociedad. En lo oculto son formas de condicionar y limitar las conductas. Pero los individuos y grupos no son pasivos, sino que actúan para construir sus propias formas de relación. Hacemos el análisis de las organizaciones con la intención de describirlas tal como entendemos que son en realidad. Utilizamos un enfoque descriptivo, por ejemplo cuando decimos que la organización es un sistema, o cuando hablamos de su estructura, de sus crisis y conflictos internos. El propósito de la descripción es servir como base para explicar el funcionamiento del sistema o para formular predicciones acerca de la dinámica de la organización. Como analistas sabemos que, en tanto sistemas sociales, las organizaciones tienen semejanzas o aspectos comunes. También sabemos que los procesos sociales y políticos, y la naturaleza de sus actividades, le dan a la organización sus rasgos distintivos, que no se pueden copiar de unas a otras de manera acrítica. Por lo tanto no existe la mejor estructura, un diseño o modo de gestión para todas las organizaciones, salvo como abstracción o modelo. Los conceptos y modelos nos ayudan a saber dónde mirar, qué preguntar y hacer las distinciones que corresponden. Nos proponemos construir un conocimiento técnico que sea aplicable en la tarea de desarrollar nuevas formas de gestión en las organizaciones. Entre otros, el propósito de �14 las propuestas es mejorar la calidad de vida de sus miembros y los servicios a la comunidad. En este caso estamos actuando como educadores, reformadores o directivos. Por ejemplo, cuando proponemos un modelo de organización que se basa en la idea de gobernabilidad. Es normativoel sostener que los individuos deben participar en las decisiones de política y proponer formas para elegir a los representantes en el gobierno. -La organización es determinada, pero también se autoconstruye Los procesos en la organización están guiados y controlados por normas que intentan darle eficacia y eficiencia a las tares, como los presupuestos o los planes de producción. Pero en los comportamientos también influyen aspectos no formales como las motivaciones y finalidades en los grupos de trabajo, las divergencias ideológicas o las luchas de poder. Las empresas deben entenderse como organizaciones complejas y no sólo como instituciones económicas. Hablamos de organizaciones complejas por múltiples razones. Lo son porque éstas (escuelas, hospitales, municipios, fábricas, comercios, cooperativas) deben actuar en un medio que es incierto y cambiante, de difícil previsión para sus directivos. Deben mantener relaciones con diversos actores. Son complejas porque en lo interno sus integrantes sostienen diversas prioridades, que se complementan y se oponen. Los propósitos de la organización se declaran, pero no siempre son guías precisas. No determinan a la organización, no la hacen previsible. La organización no sólo es diseño y proyecto, es también proceso. Hay demandas y presiones desde distintos actores en el contexto y desde los propios integrantes de la organización. Satisfacer algunas demandas es también dejar de lado otras. Otros factores de complejidad tienen que ver con el diseño de las estructuras y procesos. Las formas o esquemas preestablecidos limitan las posibilidades, le dan rigidez a la organización. Y ésta debe moverse en un medio cambiante. Los procesos internos, como la comunicación, la motivación y la producción tienen su propia lógica. La dinámica o el proceso de cambio en la organización tiene que ver tanto con los componentes planteados como con otros factores que son emergentes o imprevistos. Lo planeado es la coordinación entre las capacidades humanas, los recursos técnicos y la información para orientar las acciones detrás de proyectos compartidos, aplicando los criterios de eficiencia y eficacia. Lo emergente como un factor de la dinámica organizacional tiene que ver con: a) las reacciones internas y oposiciones a las decisiones de política, b) los sucesos externos que impiden avanzar con los planes originales. El hecho de que la organización reaccione, su flexibilidad frente a lo imprevisto o la puesta en marcha de fuerzas que se oponen a las medidas de la dirección son ejemplos de una capacidad para actuar al margen del orden establecido y lo planteado. Aún así (y a veces debido a ello) la organización puede renovarse y mantenerse como un sistema viable. -Puntos de partida: la posición del analista o directivo Nuestra posición en el libro parte de la necesidad de reconocer las diferencias, divergencias y oposiciones como parte de las relaciones, para estudiar la forma en que los procesos sociales, culturales y políticos también pueden llevar al conjunto hacia �15 proyectos compartidos. Pensamos que aquí reside la necesidad de cambio en las organizaciones para superar conflictos de origen. Estamos detrás de nuevas bases para la comunicación, el diálogo y la negociación, tanto en el ámbito interno de la organización como respecto a los actores sociales en el contexto. Queremos estudiar cómo las diferencias, divergencias y oposiciones movilizan la organización, en lo explícito y lo implícito. Por ello nos referimos al lado oscuro de la organización, a la subjetividad y el orden simbólico. Consideramos la organización como algo continuo, pero también como una relación cambiante entre orden y desorden, entre distintos grupos y actores, entre las fuerzas instituidas en el medio (como el aparato estatal) y las actividades cuestionadoras o instituyentes en lo interno. También partimos de la visión de la complejidad, la cual nos muestra la organización como: a) Un espacio donde coexisten diversos grupos con fines e intereses también distintos, y esa misma diversidad es la que desplaza a la organización de sus propósitos declarados o fundacionales. b) Un sistema social abierto que interacciona con otros actores en el contexto, que influye sobre el medio ambiente, pero que también es perturbado por las presiones y los cambios ambientales que no controla. c) Un sistema con planes y proyectos, que decide en forma racional, pero cuya estructura real presenta relaciones ambiguas y procesos contradictorios, con fuerzas que mantienen el estado de cosas y otras que la movilizan hacia el cambio, hacia su reestructuración (concepto de auto- organización). Nuestra preocupación no son los modos de gestión que permiten aumentar la eficacia o productividad en los procesos a cualquier costo. Frente a los problemas complejos de la organización el enfoque gerencial preocupado por la racionalización, la eficacia o la optimización en el uso de los recursos no alcanza, porque carece de conceptos para enfrentar los dilemas de fondo de la organización, cuestiones que hacen a las políticas de gestión. Proponemos el salto hacia el enfoque de gobierno, porque es allí donde se trata con las cuestiones de legitimidad, participación, y representación en la conducción y en las decisiones de política. -El mapa conceptual de la organización Nuestra intención es ofrecer al lector un mapa (Diagrama) conceptual con los elementos, relaciones y propósitos que conforman la organización tanto en su interior como en sus intercambios con el contexto. El mapa es sólo uno de los posibles modos de describir su funcionamiento. Es una forma de proponer desde nuestro punto de vista, pero también bajo los supuestos o pautas culturales que compartimos con otros analistas y observadores. Nuestra descripción no intenta ser un reflejo fiel o espejo de los hechos desde una posición neutral u “objetiva”. El modelo de organización no deja de ser una imagen propuesta (una distinción) y también una explicación que damos sobre los propósitos o la intencionalidad de los individuos y grupos que integran la organización. Como observadores o analistas decimos que la organización tiene propósitos, que está produciendo y lo hace de un modo determinado. Con esa mirada heterónoma también �16 decimos que tiene necesidades y que se adapta al medio. Además, hablamos de la organización pero sólo estamos trabajando con un modelo o simplificación de ella, y no con su realidad compleja. Construimos el modelo desde un enfoque y un nivel de análisis. En medio de sus urgencias cotidianas (la lucha por sobrevivir) los integrantes suelen tomar distancia de lo deseable y se ubican en el dominio de lo posible. En la tarea de describir y explicar esta compleja realidad nuestro mapa conceptual o guía de conceptos básicos sugiere al lector las siguientes ideas respecto de la estructura, los procesos y las relaciones de las organizaciones: 1) La organización existe como sistema abierto respecto del medio (hace intercambios con él). Pero también tiene procesos de cierre, en la medida que los grupos que la componen protegen sus intereses y la propia organización desarrolla su cultura y sus rasgos de identidad. 2) La existencia de unidades, pareas o sectores no sólo como división de recursos y tareas sino también como grupos con sus modos de pensar y estrategias diferentes, que también mantienen relaciones con actores externos en un contexto específico. Ello explica la tendencia de cada parea hacia su autonomía, su lucha por una parte creciente de los recursos (el presupuesto) y por un lugar prioritario en el gobierno de la organización. 3) Existen múltiples propósitos, no siempre compatibles, que operan tanto en el nivel de la organización en conjunto como en las áreas o unidades componentes. 4) La presencia e influencia simultánea y no siempre congruente de factores políticos, culturales, sociales y económicos, que atraviesan la estructura.Esta influencia se cruza con las realidades de la propia organización, con su lógica interna de funcionamiento. La relación puede ser tanto complementaria como opuesta. Este proceso se identifica con el concepto de atravesamiento de la organización por el orden instituido. 5) La estructura es la forma en que la organización se articula en lo interno para coordinar sus actividades detrás de sus fines, pero también para atender las cambiantes demandas del contexto y la presión de sus grupos de poder internos. La estructura es la forma de relación establecida entre los componentes y sus tareas (autoridad y responsabilidad) que se complementa con la red de comunicaciones y el presupuesto (asignación de recursos). 6) La coexistencia de un orden racional (criterios de eficiencias y eficacia) con una realidad construida sobre la base de imágenes, ilusiones y fantasías. La organización es a la vez un espacio social (necesidades e interacción humana) y técnico (exigencias de la producción). 7) La existencia de un contexto de significación compartido por los integrantes. No sólo vemos un esfuerzo conjunto en las tareas de la organización, sino que también se comparten expectativas, se interpretan los hechos cotidianos en una forma congruente, aunque no igual. Para nosotros los planes que reflejan esos propósitos son una estrategia, una manifestación de las relaciones de poder y saber. Esos planes tienen un valor relativo a la hora de explicar las acciones. Vemos la organización como una trama de relaciones �17 viables, con resultados que son aceptables en su contexto (por los usuarios, ciudadanos, clientes). Debemos salir de una visión meramente prescriptiva o simplista. En el modelo o mapa conceptual de una organización posible, se destacan las siguientes ideas: a) La estructura como una articulación de áreas especializadas vinculadas entre sí por el flujo de información, procesos de producción y pautas culturales. En el mapa las áreas son: Producción, Capacidades y recursos, Administración y Comunicación institucional. b) La relación de las áreas entre sí y con el medio externo a través de las redes y espacios de articulación, por las cuales fluye la comunicación, los recursos, productos y servicios de la organización. La relación implica redes, tareas conjuntas, lugares de intercambio (espacios compartidos), comunicaciones. c) Un nivel donde convergen las tareas de Política, Gobierno y Gerencia General (área de conducción). Es esta área de conducción se discuten y se articulan las decisiones globales. d) La existencia del medio pertinente que corresponde a cada área por sus relaciones cotidianas. En este medio cercano o pertinente las áreas hacen sus intercambios y transacciones específicas. Los medios tienen diferencias en cuanto a sus reglas y formas de comportamiento. En este mapa conceptual un área es un espacio que se distingue por varias razones. Son ámbitos con ciertos fines (declarados y compartidos), con recursos específicos y también con una lógica que los diferencia (sus propios modos de pensar). Dichas áreas tienen autonomía relativa, porque su existencia depende de su articulación con otras pareas y el exterior. Tienen sentido como parte de una organización, que las necesita. Le dan realidad a la organización, pero también son articuladas por ella (por la estructura). En la misma organización coexisten, se cruzan o interaccionan áreas y procesos que son diferentes aunque pueden estar orientados hacia el mismo producto o servicio final. Son diferentes las actividades de producción, finanzas, comercialización y personal. Para actuar en esos mundos como integrantes de la organización, los individuos desempeñan roles y funciones. Entender la organización es comprender estas diferentes formas de hacer y pensar y sus formas de relación. La organización es una articulación entre lo específico y lo común a todos, entre los intereses sectoriales y los propósitos generales. Las áreas, los sectores y espacios específicos, no sólo son diferentes en un sentido técnico y cultural en cuanto al conocimiento compartido, los métodos utilizados, las ideas y creencias que prevalecen en dichos ambientes. También son desiguales en cuanto a su peso político en la organización, y esto influye en los procesos de cambio. Debemos entender cómo las tensiones y las presiones desgastan o agotan al sistema, consumiendo sus energías y recursos en actividades no productivas. Pero también estas crisis tienen un sentido constructivo cuando dan a luz los problemas existentes y son una fuente de nuevas ideas para renovar o transformar al sistema. -Ideas básicas: objetivos, estructura, cultura, procesos La organización existe en tanto que hay formas y relaciones internas que le dan regularidad a los comportamientos, que, por lo tanto, ya no dependen de motivos o fines �18 individuales. Desde el punto de vista del comportamiento existe organización porque se dan esfuerzos articulados y regulados. Desde la perspectiva de la producción hay un resultado nuevo, un valor agregado que surge de la coordinación de los esfuerzos. Desde el punto de vista de las relaciones sociales y laborales existen la autoridad y el poder reconocidos por los integrantes. La organización “tiene” propósitos generales que, según dicen sus directivos, guían sus decisiones. Esos propósitos se expresan de manera más concreta en objetivos y metas que deben alcanzarse a través del esfuerzo conjunto. En teoría y como “debe ser”, los objetivos se utilizan como guía para orientar las decisiones en la organización. Los objetivos (compartidos) reflejan la unidad y el acuerdo, en el marco de la diversidad de fuerzas que operan en la organización. No hay entonces objetivos en abstracto o “pos sí solos”, porque existen y se entienden en el marco de una organización, como expresión de un proyecto y una actividad de conjunto o compartida. La organización persigue los objetivos que ella construye o se propone, sabiendo que funciona en un contexto. Otro concepto básico es el de cultura. Al ingresar a la organización los individuos son educados y entrenados en ciertas formas de pensar y de comunicarse (lenguaje) que son compartidas, no individuales. Lo importante de este elemento de la realidad organizacional es su influencia sobre los comportamientos y su carácter diferenciador de la organización. Es parte de la llamada realidad intersubjetiva de la organización, una realidad (Creencias, mitos, ceremonias, valores, tradiciones) que es construida, conocida y compartida por los integrantes. La cultura no se explica sólo por factores internos. Hay una interacción y también influencias desde el contexto. Pero lo característico de la cultura es el modo de procesar esas influencias externas en lo cotidiano, bajo las condiciones de la propia organización (sus propósitos, recursos y necesidades). Si bien la cultura es construida, también es cierto que sus rasgos prevalecen sobre los motivos individuales. En cuanto a la estructura, es un concepto que refiere a las formas de relación entre personas y actividades en la organización. Hay diseños o formas previstas (lo establecido) y también modos de relación tal como están operando en la práctica. El concepto de estructura da idea de un orden o articulación entre tareas o funciones. Es un orden que sigue uno o varios criterios, tal como dividir por productos, por funciones o por zonas geográficas. La idea de estructura nos sugiere que los componentes no se mueven libremente, sino siguiendo ciertas normas o pautas de relación. Se habla de la estructura para hacer referencia a una disposición de las tareas y funciones que está más allá de las opiniones o las preferencias personales, pensada en función del conjunto. En cuanto a los distintos diseños, es posible hablar de formas más rígidas o flexibles, transitorias o permanentes, centralizadas o dispersas. La estructura opera en un medio ambiente inciertoy cambiante, y es una forma de coordinar las tareas de diversos grupos con sus propias lógicas. �19 La estructura no hace desaparecer las diferencias (que son normales) sino que trata de hacerlas compatibles respecto de los propósitos más generales de la organización. Hay un momento de diseño, que tiene que ver con el planeamiento de la organización, y también un proceso de ajuste, que se origina en las propias brechas u oposiciones de la estructura. Otro concepto fundamental es el de procesos, y refiere a la organización en movimiento, a las actividades que se cumplen en forma recurrente. Es decir, actividades (compras, selección de personal, producción, control de calidad) que se realizan de manera continua, que no tienen un comienzo y un fin establecido. Tienen que ver con la continuidad del sistema. La idea de proceso también refiere a taras que buscan o generan sus propios recursos para sostenerse en el tiempo. Es posible describir los hechos ubicándolos en el marco de un proceso, diciendo que forma parte de él. En particular cuando vemos congruencias en sus efectos. El hablar de procesos nos permite explicar la dinámica o el cambio. En un sistema existe una idea de mantenimiento, de producción y de intercambio con el medio, de manera que las tareas se reiteran en forma de ciclos continuados, no son hechos aislados, no comienzan y terminan. Mirando la organización como sistema social se pueden distinguir entre diferentes subsistemas y procesos. En los procesos se reúnen o confluyen la capacidad humana con los recursos materiales, la energía y la información para obtener un resultado necesario a las partes del sistema. El concepto de proceso refiere a actividades que se realimentan a sí mismos, es decir, se reinician o recomienzan en forma continua como ocurre con los procesos de comunicación entre los componentes de un grupo. También podemos decir que avanzan en un sentido, que aumentan o disminuyen, que son positivos o negativos, que ayudan al cambio o que mantienen un estado de cosas. Estos y otros conceptos son importantes para el análisis y el diseño de la organización, pero hemos marcado el peligro de verlos como objetos o cosas, de separarlos de su contexto (donde tienen sentido) o tomarlos como elementos (o recursos) que se pueden trasplantar de una u otra organización, como el intento (conceptual y físico) de llevar un líder y sus procesos de comunicación desde un Banco hacia una Fundación contra la pobreza. Tampoco se puede afirmar que “una” estructura es la mejor. Otro peligro es asignar a los conceptos en carácter de causa o de efecto, sin considerar el campo de fuerzas en el cual son aplicados, como decir que mejorar “la” motivación también lleva a aumentar la producción. O sostener que “los” objetivos explican las decisiones directivas, o que “la” estructura depende de la estrategia. También es incorrecto sostener que “la” cultura influye o que es manejada. Construir un modelo explicativo requiere considerar la interacción entre conceptos y explicitar un contexto concreto, el tiempo y lugar en que se aplican. �20 TP 3 Panaia M; Benecia R; Catalano A M; Calvo A (1996) Trabajo y empleo: un abordaje interdisciplinario Introducción “Un estado de la cuestión sobre trabajo y empleo” La Universidad de Buenos Aires enfrentaba una deuda sobre el abordaje de las problemáticas del trabajo en la Argentina, razón por la cual el programa del Área de Investigación sobre trabajo y empleo encara desde su formación un intento por establecer los debates sobre el tema cuyo objetivo es arrojar luz sobre las lagunas del conocimiento, reordenar los conocimientos dominantes y orientar los nuevos esfuerzos en investigación frente a la crisis. Trabajamos con el criterio de que todo desarrollo disciplinario implica un proceso productivo, una práctica social organizada, con distintos niveles de institucionalización y una articulación compleja entre las prácticas productivas y los fenómenos superestructurales. Es clave el proceso de institucionalización que acompaña la construcción de una disciplina, porque en la medida en que éste avanza la pone a cubierto de la lucha política e ideológica; pero además la profesionalización de su ejercicio depende de la inserción que realice el especialista en el mercado profesional. La construcción del conocimiento en la problemática del trabajo es un proceso social que requiere ciertas condiciones de producción y de reflexión sobre sí misma para revisar el conocimiento producido y abrir la posibilidad de la construcción de un discurso científico. Los países que como el nuestro padecen de una crisis de su estructura, también tienen una crisis de ideas enraizadas sobre el consenso sobre diferentes paradigmas fracasados: desarrollo dependiente en lo económico y cultural, marginalidad en lo tecnológico y desigualdad en el intercambio. Esto impide pensar nuevas categorías de análisis para explicar lo que sucede en nuestras sociedades; buscar modelos de interpretación que permitan comprender las transformaciones por las que está pasando el sistema capitalista y repensar sistemas de producción, participación, empleo y redistribución de la riqueza. La crisis también afecta la capacidad de las Ciencias Sociales para explicar la dinámica de los cambios y para producir un pensamiento original que oriente los procesos de toma de decisiones sobre trabajo, empleo e ingreso. La Sociología del Trabajo, aceptó las mismas fracturas que la Sociología del Trabajo francesa, y no pudo comprender el impacto del avance tecnológico en el sistema productivo. La forma en que estas innovaciones tecnológicas afectan a nuestros países es distinta a otros y los marcos de referencia del viejo mundo no sirvieron. Otras improntas provenientes de la sociología industrial americana adoptaron la teoría de las Relaciones Humanas. En estas escuelas se asoció la productividad de los trabajadores mas con el compromiso que con las condiciones y medio ambiente de trabajo. �21 La disciplina que tuvo un desarrollo mas sistemático fue la Psicología Social que otorgaba importancia a la participación y al estudio de la estructura informal de la empresa en nuestro país. Tambien el estudio de la motivación y la búsqueda de satisfactores para las necesidades sociales tuvieron productivas consecuencias aplicadas al ámbito del trabajo. Otro modelo en relación con con el comportamiento laboral es la teoría de las expectativas donde se relacionan la motivación con los logros esperados y el significado que adquiere el trabajo frente a los cambios de la tecnología y el modo de vida. Por otro lado, los aportes de la doctora Vasilachis se centran en la relación del trabajo, la salud de los trabajadores y la regulación jurídica. Afirma que la Sociología del Trabajo no está presente en la doctrina laboral, dice que está doblemente ausente porque no se citan sus aportes y porque los sociólogos del trabajo no aparecen como interlocutores imaginarios para los autores de doctrina, volviéndose invisibles sus aportes para la sociedad. En nuestro criterio, la construcción de conocimientos sobre el trabajo está en pleno proceso de expansión y la capacidad de revertir la dependencia dependerá de su capacidad para vincular el quehacer teórico con la practica social, y el proceso y el producto de la investigación social con los puntos de urgencia de nuestra realidad tanto en el proceso como en el producto de las políticas de empleo, distribución del ingreso e incorporación tecnológica, proceso de trabajo, etc. Los interrogantes actuales de la Sociología del Trabajo y de todas las disciplinas que se relacionan con este último, están bastante alejados de los que surgieron históricamente como objetos propios de la disciplina, porque hoy la preocupación está centrada en el empleo y en la empresa. En parte, porque la masividad y persistencia de las empresas en el mercado condiciona el mantenimiento del empleoy su gestión está pensada para el núcleo de personal jerárquico. Por otro lado, el mercado de trabajo ya no es uno solo sino un gran número de pequeños mercados separados con distancias físicas, culturales e institucionales. Esto impulsa la investigación sobre la movilidad en el empleo, la dinámica de estos sectores, las normas y en particular la empresa que constituyen la entrada y salida del mercado de trabajo. Las privatizaciones ha fomentado el estudio de sus efectos en el mercado de trabajo y en las nuevas organizaciones empresarias. En cuanto a la preocupación por la empresa, también se vio muy impulsada por los procesos de privatización y cierre de empresas a causa del ajuste. Las posturas teóricas que anuncian el fin del tylorismo aportaron su enfoque para redefinir el espacio interno de la empresa donde se cristalizan las decisiones. El objeto de conocimiento de los estudios del trabajo se desplazó, por un lado, hacia el proceso de trabajo articulado en la empresa; por el otro, hacia la esfera de la reproducción de la fuerza de trabajo. Las nuevas formas de regulación han generado una “cultura de la incertidumbre”, donde las políticas introducen procesos de precarización que condensan o aceleran el ritmo de vida del trabajo y tienen graves consecuencias de desgaste para el trabajador. �22 Los problemas del uso de ciertas categorías de edad en el mercado del trabajo, las cuestiones de envejecimiento de la población activa y de la jubilación, como la inserción de los jovenes o niños en el aparato productivo deber ser mirado desde otros encuadres teóricos. Primera parte “Historia del trabajo y de los trabajadores en la Argentina: Aproximaciones a su historiografía.” Mirta Lobato y Juan Surlano. Ambos son historiadores y docentes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires En este artículo se analizaran los estudios universitarios sobre trabajadores: los trabajos globales surgidos de la teoría de la modernización y de la renovación académica que surgió a la entrada de la historia económica y social y de la sociología de la universidad. Aquellos referidos a la historia política-institucional y aquellos que se encuentran bajo la perspectiva de la nueva historia social. El mundo del trabajo en las interpretaciones globales En los setenta se produjo en la UBA una renovación academica con la incorporación de la sociología y la creación del Instituto de Historia Economica y Social. Los investigadores se focalizaron en el periodo de integración de la Argentina al mercado mundial como productora de bienes primarios, etapa denominada de “formación de la Agentina moderna”. La primera obra que trazaba un perfil empírico de la estructura social de la argentina a partir de los censos de población fue el estudio de Germani quien apelaba a las perspectivas convergentes de la demografía, ecología y la sociología para dar una visión de la estructura social que se confunde con la estructura de clases. Los trabajadores de los diferentes sectores de la economía jugaban un rol importante en la modernización del país. Los trabajadores-inmigrantes concentrados en los centros urbanos alimentaron el crecimiento de los obreros urbanos como la de los sectores medios, disolvieron bajo su impacto las viejas formas culturales. Anuncia respecto de la identidad política de los trabajadores, al movimiento peronista con sus lemas de “Justicia Social” y “Derechos de los trabajadores” como la expresión de las clases trabajadoras en oposición a la “Oligarquía explotadora”. La historia político- institucional El papel de los trabajadores como una fuerza política han orientado los estudios de los obreros organizados. Temas referidos a la autonomía de la clase, la conciencia de clase como el resultado de la acción establecida desde afuera del lugar de trabajo, la acción del partido revolucionario que diseñaba el paradigma leninista, son las bases sobre las que se estructura la mayoría de los trabajos. La historia sindical trazó los motivos de sus reflexiones despertando polémicas. La “Semana Trágica” como modelo para la acción revolucionaria o no; el peronismo y la gestación de una identidad de clase y una identidad política; el papel de los dirigentes sindicales y sus relaciones con la política a la caída de Perón y mas reciente las condiciones del surgimiento y éxito del movimiento obrero cordobés. El debate en torno a la Semana Trágica, recorta dos formas de hacer historia de los �23 trabajadores. Godio a partir de un análisis de las ideologías dominantes del movimiento obrero busca desentrañar cuestiones vinculadas con la ausencia de un partido revolucionario y encontrar un modelo para la acción. El “clima de ideas” de los setenta está marcado por el privilegio de la violencia como forma de acción política. El problema mayor reside en explicar cómo se constituye una clase (la trabajadora) en hegemónica y con capacidad de organizar a toda la sociedad según sus intereses y por qué medios se daría la transferencia del poder. Los trabajos de Germani se articularon al peronismo. Éste ponía énfasis en la ruptura que la irrupción masiva de los inmigrantes (que adherían al peronismo) desempeñó en la creación de un nuevo movimiento político. Una “nueva clase obrera” venía a desalojar a una “vieja”. El peronismo venía a significar una fractura histórica que a fines de los sesenta empezó a ser cuestionada enfatizando el rol del mov obrero organizado en los orígenes del peronismo y discutiendo la diferencia entre obreros viejos y nuevos así como la relación entre sindicalismo y Estado. James ofrece una reconstrucción integral del periodo (46-76) en base las nociones de “experiencia” y de “estructura de sentimiento” para analizar el fenómeno peronista. Articulando el discurso de Perón y la experiencia de los trabajadores explica cómo se conforma su identidad política. Desarrolla la transformación del sindicalismo peronista en una fuerza política autónoma, considerando a los dirigentes sindicalistas vinculados a las instituciones y apelación a la lucha. Fue la necesidad de promover la defensa y mejora de las condiciones de trabajo y salarios lo que los llevo a negociar a partir de la protesta. El texto de James puede ser colocado como expresión de una “nueva historia de los trabajadores”. La nueva historia social En 1983 con la restauración de la democracia se produjo una expansión en las orientaciones de los trabajos producidos en el campo de la nueva historia social. Sobre este punto se plantea la dificultad que acarrea la globalización de estas orientaciones. Si estableciéramos una caracterización general de la misma, deberíamos enfatizar su carácter fragmentario y señalar la influencia marxista. Por ello, la agrupamos alrededor de dos problemas: la calidad de vida de los trabajadores y los sectores populares y su experiencia. Calidad y nivel de vida: Panettieri señalaba con tono pesimista que la situación de de la clase obrera había empeorado durante ese momento. Se problematiza ese periodo de crecimiento de la economía argentina y de profundas transformaciones sociales. Dentro del tema de las condiciones de vida, relacionado con la vivienda, las desigualdades entre oferta de vivienda y crecimiento de la población dieron lugar en Buenos Aires a un proceso convergente de crecimiento de los valores de las tierras urbanas, y a un encarecimiento de la vivienda que afectaba a los asalariados. Hacinados en los conventillos, los trabajadores estaban indefensos ante propietarios, dado que el Estado no articuló una política en ese orden. Los sectores populares y la “experiencia” de los trabajadores: el concepto de “experiencia”, la historia de la “gente común”, la cultura como campo de tensión, han permitido la acuñación de una nueva categoría – los sectores populares- que desdibuja la �24 noción de clase. La categoría de sectores populares que incluye a los trabajadores se ubicó enel centro de una controversia. Quienes acuñaron el concepto de sectores populares partieron de la idea de explicar la sociedad, pero buscando recortar un sujeto que diera cuenta de las complejidades del proceso de conformación de los sujetos sociales. La cuestión de la identidad es el tema central de este periodo, donde se advierte un proceso de confluencia de la construcción de una identidad nacional, de una identidad de clase y hasta de una identidad “étnica” y “de género” amalgamadas en un movimiento marcado por constantes interrelaciones. La historia del trabajo: vacios y necesidades En el proceso de constitución del capitalismo en la Argentina, los interrogantes sobre las ideas de los empresarios en torno a la forma de organizar el tiempo y esfuerzo de los trabajadores siguen siendo una incógnita. El examen del trabajo en Argentina reclama un análisis que dé cuenta de las habilidades y comportamientos de los trabajadores y de las relaciones que establecen. Posiblemente al buscar delimitar la experiencia de la gente no tanto por factores externos (hogar, barrios, consumo), la explicación sobre los mecanismos por los cuales los trabajadores se constituyen como miembros de una clase y como individuos permita recuperar al sujeto mismo: los trabajadores. La historia política institucional de los trabajadores debe ser repensada con los aportes de la “nueva historia social”, que excedió los marcos de una historia contributiva y de las visiones esencialistas de la clase obrera. Ambas insuficientes para explicar el papel que los trabajadores tuvieron y tienen en la sociedad argentina. SÉNEN GONZALEZ “Teoría y práctica de las relaciones industriales. Reflexiones sobre los cambios recientes de las relaciones laborales en Argentina” – Introducción En este artículo se presentan algunos resultados de una investigación sobre la transformación de las relaciones laborales en empresas públicas en contextos de cambio estructural en la Argentina, principalmente la privatización a principios de los ´90. Tres grandes debates en el campo disciplinario de las “relaciones laborales”: - El primer interrogante que se plantea es, ¿en qué medida las presiones globales (factores competitivos, desregulación, privatización) condicionan o determinan la convergencia y/o divergencia de los sistemas nacionales de relaciones laborales? - El segundo interrogante planteado es, ¿Cuál es el peso que ejercen los marcos institucionales y/o las opciones estratégicas adoptadas por los actores sobre la transformación de los sistemas de relaciones laborales en cada contexto nacional? -Por último, ¿son las estrategias de los actores y/o las estructuras las que condicionan o determinan las relaciones laborales a nivel de las empresas? A partir de dichos debates se intentará dar cuenta de la existencia (o no) de convergencias o divergencias en las relaciones laborales en el contexto de privatización de las empresas de Telecomunicaciones, Gas y Agua en Argentina. 1. Los debates �25 I. ¿Convergencias o divergencias en los sistemas nacionales de relaciones laborales? El debate gira en torno a si ha habido convergencia o divergencia entre los diferentes patrones de comportamiento institucional dentro de los diversos países, especialmente los industrializados. En los años 60’ surge la tesis de la convergencia (Dunlop y Kerr) según la cual existe una tendencia global de la tecnología y del mercado asociadas con la industrialización, que impulsan a los sistemas nacionales de relaciones industriales hacia la uniformidad o “convergencia” desembocando en un modelo común, denominado industrialismo pluralista. Pero la crisis de los años 70’ puso de manifiesto la “variabilidad y diferenciación” de las soluciones escogidas por los diferentes países enfrentados a problemas análogos. En los 90’ por la globalización y apertura de las economías, sumado a una mayor descentralización de la negociación y un declive mundial de la fuerza sindical refuerza la creencia de una “nueva convergencia” para el mundo de las relaciones laborales. A partir de dichas investigaciones de estudios comparados, se clasifican dichas tendencias en tres categorías: 1. Convergencia pura. Aquí se ubican a quienes tienen una visión optimista y determinista sobre el futuro y afirman que las relaciones laborales están convergiendo en la dirección de las prácticas al “estilo japonés”; dichas relaciones de empleo están vinculadas a las prácticas de producción y organización y que juntas, generan un desempeño económico superior. Según esta propuesta, más allá de las características que tenga cada marco institucional, el traslado a cualquier contexto tendría idénticos resultados. Además, afirman que los sistemas nacionales están perdiendo sus características distintivas y su habilidad para controlar/estructurar procesos y resultados de las relaciones industriales dentro de sus fronteras. 2. Convergencias/Divergencias. En esta categoría se concentran la mayor parte de los estudios de los 90’. En líneas generales, coinciden en señalar que existe un patrón común de cambios en el nivel de los sistemas de relaciones laborales (cambios de regulación del Estado, descentralización) que tendería a una convergencia entre ellos. Mientras que dicho patrón, se combina con una profunda divergencia dentro de los niveles nacionales dependiendo de cómo esas fuerzas de cambio son mediatizadas por diferentes instituciones con sus propias tradiciones históricas y culturales. Otra de las investigaciones destacadas (Locke) comprueba que la mundialización de la economía y la fragmentación de los mercados, han multiplicado los sistemas de relaciones industriales existentes dentro de un mismo país, cuestionando así, la primacía de los análisis centrados en los sistemas nacionales de relaciones industriales que descuidan la importancia de considerar en los estudios las diferencias dentro de un mismo país. De ese modo, define la “fuerte heterogeneidad” de respuestas nacionales y el impacto de esos cambios, ya sea entre países como dentro de un mismo país. �26 3. Contingencia. Incluimos dentro de esta categoría a quienes identifican una extrema diversidad de situaciones dentro de un mismo país e incluso en un mismo sector o empresa, no pudiéndose observar tendencias especificas. Denomina esta tendencia “isomorfismo de las corporaciones”. II. ¿Marcos institucionales u opciones estratégicas? Dos importantes contribuciones en el campo de las relaciones laborales: Por un lado, el “nuevo institucionalismo” desarrollado en la vertiente histórica y de la eleccion racional. Por otro, la propuesta proveniente de la teoría del strategic choice retoma del conductismo el énfasis puesto en los actores para analizar los cambios en los sistemas de relaciones industriales. Proponen que los actores en el sistema de relaciones industriales pueden ejercitar elecciones estratégicas. Agrupamos en tres diferentes categorías estos estudios: 1. Neo Institucionalismo. (Thelen y Steinmo) Para el institucionalismo histórico el énfasis está puesto en el papel central de las instituciones, en la conformación de determinados resultados de la política pública, en la estructuración del conjunto de ideas que delimitaran las opciones de la política pública, y en los mecanismos interacción entre los actores políticos principales. Son las instituciones las que orientan las preferencias de los actores. Al moldear las preferencias y las estrategias de los actores se convierten en la instancia de influencia más importante. Por otro lado, es notable el prominente papel concedido al poder y a las relaciones asimétricas de poder; poniendo así, especial atención en la manera en que las instituciones distribuyen el poder en forma desigual entre los grupos sociales remarcando como algunos grupos pierden mientras otros ganan. Los institucionalistas de la elección racional, entienden las instituciones como sistemas de reglas
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