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Guía: Estructura — Energía — Conservación y Entropía Rita Pousa - Diego Moreira Estructura: Freud define este concepto a partir de cuatro categorías: a) formaciones sustitutivas, b) actos defensivos, c) desenlaces de los complejos de Edipo y castración, d) fijación de las pulsiones y del yo. (Maldavsky, 1981, 1986, 1992, Moreira, 1995, 2016) Hacia 1923/26, la estructura es definida por el autor del psicoanálisis, a partir de las instancias de la segunda tópica y sus respectivas resistencias. Por otra parte, y según Miller (1987), para Lacan la estructura es: "lo que sitúa una experiencia para el sujeto que ella incluye" Aclaremos esta definición: es preciso discriminar dos dimensiones. Una actual, donde la estructura se despliega en lo empírico, y otra dimensión de carácter virtual o estructurante, que puede ser inferida de acuerdo a ciertos criterios lógicos, pero que es una falta para el sujeto. Agreguemos, que el recurso lógico de inferencia hace caer la actualización de la experiencia. Es imprescindible precisar que la estructura de los textos de Lacan se corresponde, según su decir, con la estructura del sujeto del inconsciente (como “immixtion de Otredad”). Said E. 1997, sostiene que el concepto de estructura, que sitúa Lacan “no es el de un sistema de relaciones que no varían, sino que es la constancia de las variaciones. Estructura es el régimen mismo del cambio, la constancia del cambio. Estructura es estructuración. Estructura-estructurante entonces en que la contingencia causal no se hace compatible a ninguna certidumbre de predicción pronostica”. Para Lacan, la escritura de la estructura implica al borromeo de cuatro anillos. Aquí el Nombre-del-Padre nombra a los otros tres, y esta función nombrante posibilita los nombres del padre que es eso lo RSI, los nombres primeros en tanto que nombran algo. Admitida esta escritura, sellan los tiempos instituyentes, y//o ponen en evidencia las consecuencias del sellado. En el decurso de su obra Lacan complejizó su formalización hasta afirmar que la “topología es la estructura”. Es necesario precisar que la topología es redefinida y modificada por el psicoanálisis, de acuerdo a sus necesidades teóricas, lo cual posibilitó que Nasio (1992) la llamase “topologería”. M. Klein, trabaja con el concepto de posición, el cual es un concepto estructural que implica una organización de diversos elementos tales como: el estado del yo, la naturaleza de la ansiedad, las defensas y las relaciones de objeto. La posición como estructura impregna con un matiz afectivo específico las experiencias cotidianas. (H. Segal, 1979) Energía, Conservación y Entropía: Lacan (1954/55) nos dice que la energía puede ser considerada como una constante numérica que el investigador utiliza en su trabajo cotidiano, por lo cual puede ser definida como la "cifra de una constancia". Por su parte la termodinámica se refiere a estas sumas de excitación, postulando dos principios. El primero nos permite conjeturar como corolario, la ley de conservación de la energía. “Cuando se saca un conejo de un sombrero, es porque antes se le puso dentro. Esta formulación tiene un nombre para los físicos, es el primer principio de la termodinámica, el de la conservación de la energía: para que haya algo al final, es preciso que haya habido por lo menos otro tanto al comienzo” (Lacan – Seminario II) El principio de inercia que Freud describe en el "Proyecto de una psicología" se fundamenta en esta ley y es fruto del esfuerzo de la pulsión de muerte, a la par que regula su meta. El aparato psíquico, en el inicio de la vida, tiende a reducir a cero las excitaciones energéticas que en él se despliegan. Este trabajo es regulado por un principio: el de inercia, llamado nirvana por Barbara Low (Freud, 1920g; 1950a). El segundo principio de la termodinámica describe los procesos de organización de la energía. La entropía, mide el grado de disipación de la organización energética, y según Lacan (1954/55) es un símbolo del cual no se puede prescindir en el pensamiento psicoanalítico. Al respecto, de este principio deriva la conclusión por la cual la vida en función de la tendencia al desorden, se organiza como un sistema de intercambio energético, de manera de acceder a la muerte. Freud (1918b), considera que es necesario "el concepto de una entropía que contraría, en proporción a su medida, la involución de lo acontecido" y en Análisis terminable e interminable de 1937, nos habla de entropía psíquica. En “El nacimiento del tiempo”, Ilya Prigogine (1993) nos dice que “Dado un sistema, es decir una porción arbitraria del espacio, el segundo principio afirma que existe una función, la entropía, que podemos descomponer en dos partes: un flujo entrópico proveniente del mundo externo, y una producción de entropía propia del sistema considerado [...] Es esta producción de entropía interna la que siempre es positiva o nula, y que corresponde a los fenómenos irreversibles”. También afirma que la producción de entropía, implica en su unidad (dialéctica) un elemento productor de desorden, y otro creador de orden. Revierte el concepto por el cual se afirma que los orígenes del universo se enlazarían a una entropía despreciable y cuyo destino sería una entropía maximal, alcanzado en la muerte térmica. Por el contrario, propone una gran producción de entropía en los inicios del universo, por lo que “la muerte térmica está detrás de nosotros”. Quizá estas ideas, se puedan articular con la propuesta freudiana de “Eros y Tánatos” y con la teoría acerca de una autoconservación que conduce al sujeto a morir a su manera, y la conservación de la especie, que sostiene un plasma germinal abierto a una incesante creatividad. Para concluir, es necesario precisar que la energía en Freud, se enlaza con la mecánica clásica de Newton y la física de Aristóteles, mientras que en Lacan con la mecánica cuántica. Por su parte, J. L. Borges [1936 -"La doctrina de los cielos" Historia de la eternidad] "La primera ley de la termodinámica declara que la energía del universo es constante. La segunda, que esa energía propende a la incomunicación, al desorden, aunque la cantidad total no decrece. Esa gradual desintegración de las fuerzas que componen el universo, es la entropía. Una vez igualadas las diversas temperaturas, una vez excluida (o compensada) toda acción de un cuerpo sobre otro, el mundo será un fortuito concurso de átomos. En el centro profundo de las estrellas, ese difícil y mortal equilibrio ha sido logrado. A fuerza de intercambios el universo entero lo alcanzará, y estará tibio y muerto. La luz se va perdiendo en calor; el universo minuto por minuto, se hace invisible. Se hace más liviano, también. Alguna vez, ya no será más que calor: calor equilibrado, inmóvil, igual. Entonces habrá muerto”. 2
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