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Vidal-complejidades vinculares

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INVESTIGACIÓN Y CONCEPTUALIZACIONES 
SOBRE LAS COMPLEJIDADES VINCULARES ACTUALES
¡ara Vidal [A], Norma Edith Delucca [B], Ariel Martínez [C], Marieta González Oddera [D], 
Gabriela Bravetti [E], Marina Canal [F1
El presente trabajo forma oarte de la mesa redonda “Investigación y conceptualizaciones sobre las complejidades vinculares actuales" y se en­
marca en la investigación en curso “Modalidades de la diversidad en el ejercicio de ¡a parentaiidad, y la pareja" (Cátedra Psicología Evolutiva II. Fa­
cultad de Psicología. UNLP). En este tramo de ¡a Investigación teórica y de campo se profundizan las indagaciones sobre las representaciones 
acerca de la maternidad y la feminidad.
Hemos afirmado desde un marco teórico centrado en la diversidad y la complejidad, que la significación de mujer no se agota con la significación 
madre. Sin embargo, históricamente se ha producido un deslizamiento entre la indiscutible ecuación: madre=mujer (es decir, que para ser madre 
-al menos por el momento- se necesita ser mujer), hacia la soldadura de la significación MUJER= Madre (es decir, la afirmación esencialista-natu- 
ralista , de que el ser mujer implica necesariamente ser madre). ¿A qué necesidad social responde la construcción de esta significación o lo que 
también se ha llamado “mito social”? (Fernandez. 1993).
Historizando en apretada síntesis la construcción social de estas significaciones, hallamos dos referencias de la mencionada ecuación:!) la co­
rrespondiente a la maternidad en el período pre - inaustrial/premoderno, donde ia mujer definía su identidad y función en la familia y ¡a sociedad, 
a través de engendrar multiplicidad de hijos, que con el correr del tiempo se iban incorporando junto a padre y madre a las actividades productivas 
y de sostén familiar. Maternidad, por lo tanto, fuertemente ligada a la concepción naturalista del ser mujer como gestante (Fernandez, ob.cit; Aries 
& Duby, 1990); 2) la correspondiente a la configuración de la familia moderna del período industrial. La familia se transforma al ritmo de lo social, 
avanzando la división de los espacios público y privado: lo público para el hombre en las fábricas, el ámbito doméstico para la mujer (fundamental­
mente en la familia burguesa). Si bien las madres se van liberando de su referencia esencial a la naturaleza reconociéndose lentamente otros de-
[A] Lie. en Psicología. Integrante ce investigación. Docente de ia cateara Psicología Institucional. UNLP
[B] Psicóloga Clínica. Profesora Titular Cátedra Psicología Evolutiva II. Directora de investigaciones. Facultad de Psicología. UNLP. Directora Área Psicología Programa de Extensión Con­
sultorios Jurídicos Gratuitos. UNLP.
[CJ Lie. en Psicología. Becario de investigación CONICET. Integrante de investigación. Docente de ¡a cátedra Psicología Evolutiva II. UNLP
[D¡ Lie. en Psicología. Becada de investigación UNLP Integrante de investigación. Docente de la cátedra Psicología I. UNLP
[E] Lie. en Psicología. Profesora Adjunta cátedra Psicología Evo lu tivaU N LP. Integrante de investigación.
[F] Lie. en Psicoicgía. integrante de investigación. Docente de la cátedra Psicología Evolutiva il. UNLP 
Facultad de Psicología. UNLP, La Plata. Buenos Aires, Argentina
Capitulo VI - Investigación en Salud Mental. Docencia | 507
terminantes de su identidad, se van articulando nuevos factores de orden cultural para mantener o reforzar el mito de la mujer=madre.
Ei ser madre queda ahora exaltado e idealizado como un valor, relacionado con la ¡ncondicionalidad de su amor, todo ternura. ¿Por qué? ¿Estará 
en relación a la siempre vigente necesidad de control del erotismo femenino en tanto su posibilidad de expresión activa?
En relación a este interrogante, es posible señalar diferentes posiciones teóricas. Éstas surgen de la reflexión crítica realizada por pensadoras 
de distintas líneas del feminismo, que en algunos desarrollos se articulan con conceptualizaciones psicoanalíticas. Tomaremos a S. Tubert (1996) 
para ordenar las diferentes posiciones adoptadas por el feminismo ante la ecuación MUJER=MADRE:
1- Rechazo de la ecuación socialmente propuesta, desde el feminismo de la igualdad (S. de Bouvoire, 2008/1949; Amorós. 1991): postulando 
para la mujer la piena igualdad con respecto al varón, cuestiona y aporta una visión negativa de la maternidad. Se le critica a esta posición, que 
sus conceptos se desiizan hacia la equiparación de la mujer en el lugar del sujeto masculino de la modernidad, con predominio de las significaciones 
faicgocéntricas. Es decir que la feminidad, terminaría definiéndose en términos masculinos.
2. - Plus de vaioración desde el feminismo de la diferencia (Kristeva, 2001; Irigaray, 1985; Murara, 1994; Rich, 1986): propone definir lo femenino, 
a partir de las particularidades del ser mujer. Se busca que las mujeres queden excluidas de la categoría de sujeto de la modernidad falocéntrica.
: '...las mujeres traemos otras cosas además de hijos o criaturas. Amor, deseo, lenguaje, arte, expresión social y política, etc. Esta creación y pro­
creación (...) es necesario aue nos la apropiemos. Dimensión maternal que en tanto mujeres nos pertenece" (Irigaray, ob. cit.). Como cuestiona- 
miento, podría interpretarse esta posición, conteniendo cierto sesgo esencialista de lo femenino.
3. - Constructivista: (Tubert, 1996; Butler, 2002; 2006) propone el análisis o genealogía de la construcción de las representaciones tradicionales 
y de! proceso por el cual configuran la realidad.
Desde esta posición, en sus desarrollos teóricos Butler (2002) postula que: 'Las significaciones consagradas (sobre mujer=madre) poseen un 
carácter performativo que impone un modo de ser (...) Restricciones constitutivas como limites simbólicos; restricciones políticas registradas psí­
quicamente" (Butler. 2002). Significaciones que a su vez, desde una exterioridad discursiva histórico -sociaimente construida, instituyen 'lo que 
se es” , como marca identitaria (en tanto mujer, hombre etc).
■ A partir.de una articulación de estos conceptos con aportes psicoanalíticos (Tubert, 1996; Rich, 1986 y Bleichmar, 2007), se plantea para la 
significación madre, su propia multivocidad. Junto a las significaciones instituidas, se tienen en cuenta ¡as expresiones singulares de mujeres, a 
partir de vivencias y experiencias concretas, que con carácter instituyeme encuentran su sentido en las vivencias de cada madre. Estas expresiones 
singuiares, no ooorían ordenarse en términos de binarismos jerárquicos (masculino/femenino; fálico/castrado), dado que en su construcción inter­
vienen registros conciernes e inconscientes. Los registros inconscientes no refieren a binarismos ni a una lógica identitaria (Castoriadis, 1992). No 
hay inscripción de ia diferencia sexual, sino movimientos deseantes múltiples (Bleichmar, 2007).
Dentro de las representaciones que se van instituyendo, se legitimaría por un lado la elección de algunas mujeres de no ser madres. Alizade 
(2010) plantea 'a posibiliaad de pensar a la mujer conteniendo en su psiquismo, un válido espacio de no-madre. Por otro ¡ado, se convalida el 
genuino deseo de serlo como elección posible. En el mismo sentido, Tubert (1996) plantea no disociar los términos de la ecuación mujer=madre, 
sino considerar su vinculación en toda su complejidad.
Remitiénaonos al trabajo de campo de nuestra investigación, realizado con familias y parejas de la ciudad de La Plata, encontramos diferentes 
y peculiares experiencias en relación a ¡a maternidad.
Aportaremos algunas viñetas de las entrevistadas. En ciertas mujeres, junto al imperativo de ser madres de un modo determinado (infalibles, 
incondicionales en el amor al hijo, todoternura), se generan sentimientos ambivalentes. Estos sentimientos, al contradecir lo aue se espera de ellas, 
proauce.n sufrimiento. La ambivalencia es registrada y expresada por estas madres, con culpa e inadecuación. Sin embargo, ha de tenerse en 
cuenta que el conflicto es inherente a todo vínculo humano (Aulagnier, 1975; Abelleira4 Delucca, 2004) y no debería ser significado como una falla 
de ¡a función materna.
Patric:a:...A medida que tu hijo crece, empezás a necesitar tener de nuevo tus cosas. Yo siempre digo que la sensación que tuve fue de desper- 
sonaiización. Yo pasé a ser Patricia- mamá, y dejé en cierta forma de ser lo que era...
- Sí, pero bueno yo me sentí en muchos momentos sobrepasada, con mi exigencia para conmigo misma,... pretendiendo...Pongo un ejemplo, 
Luciano bebé,... É! estaba dormido acá en su cochecito a lo mejor o en ei bebesit y yo no me podía ir arriba a bañarme porque si se despertaba y 
yo no estaba, qué se yo...
- Una tiene que estar siempre con el panóptico.
-Además, yo había cambiado de humor. Estaba saturada...
- Y sí porque 3demás es, como que ¡ves vas a aceptar que estás saturada de estar con tu hijo!! Y es real, te pasa, estar, no tener un tiempo para 
vos, de que ¡a persona que está al lado tuyo, tu pareja, tenga un montón de proyectos y que se realice profesionalmente y que se yo, y vos, estás 
sentada así esperando que venga a comer, que se yo con toda la comida y con los platos...
De otros relatos, surgen conflictos originados en otras exigencias que vive la mujer hoy:
Lucía- ....Y a veces lo vivo con...como que me gustaría estar más tiempo con el bebé. Porque a partir de que se me acabó el período de lactancia, 
es como que ios tiempos se me han disparado. A veces, por querer cumplir con todo, y demostrar que la maternidad, en realidad, no es un obstáculo, 
querés cumplir con todo y en realidad, no estás cumpliendo con vos misma, porque no estás haciendo lo que vos querés.... Me gustaría estar más 
tiempo con éi.
...Pero..no se, me refiero que ahora me estoy organizando con el trabajo, con la facultad y empezar todo de vuelta... Como que en el trabajo la 
parte humana tampoco les importa, y vos te tenés que agiornar, tenés que seguir adelante. Y pasa que los trabajos no están pensados para las 
mamás ccn hijos. Aunque después yo me di cuenta que al final, falto menos que mis compañeros varones. Pero tiene que ver con esto que a la mujer 
se le hace más difícil porque como que además tiene que demostrar que la maternidad no es una carga. Bueno, en la facultad y en el mundo. Lo 
único que les imperta es que vos muestres los “papers”. Si estoy con la maternidad no puedo ir a todas las jornadas porque estoy con otras cosas 
y a nadie le importa.
Por otra parte, varias mujeres han elegido ser madres más allá de una pareja y abordan la crianza solas o con la 'colaboración de familiares y 
amigos, encontrando tanto apoyo como cuesticnamientos en su medio.
Ménica:... Una de las cosas que escuchaba en el hospital, era cómo yo, cómo ella iba a privar a los chicos de que tengan una familia tradicional 
con ¡a presencia de un papá. A lo que yo pensaba: la familia tradicional tiene un papá, pero cuántas familias tradicionales que se "des- tradiciona-
508 I DIAGNOSTICO O ESTIGMA? ENCRUCIJADAS ETICAS
lizan", se separan y hay un papá ausente y estamos en la misma. Yo nunca me creí con culpa ni me puse a analizar esa parte... se constituyó una 
familia monoparental y fue mucho deseo mío, pero no me puse a pensar al principio esto. Por ahí después sí, durante una etapa que me preocupé y 
me puse a leer si había alguna incidencia psicológica, psico-afectiva para los chicos. Bueno, no parece, pero todavía se podrá... Lo que me dejó muy 
aliviada es que, bueno, si no hay un papá real, hay un papá que toma el rol en su momento y que los chicos eligen con cual persona depositar eso....
Así mismo, en entrevistas realizadas a mujeres con pareja del mismo sexo, si bien sus vidas no están centradas en la maternidad, el surgimiento 
del deseo de hijo es genuino y parte de un proyecto construido en conjunto.
María: Siempre decíamos vos y yo, que somos familia. “Vos sos mi familia’ , siempre decimos.’ ...’ Sin embargo, me permití pensar que quería 
tener un hijo; eso. Porque yo siempre creía que no, hasta que la conocí a ella.
...Quizá no me sentía bien con quien estaba, entonces sentía que sola no podía, no me lo cuestioné. No me veía como para tener un hijo, no sé. 
Cuando lo empecé a pensar con ella, cuando me lo permití pensar, me empezó como a entrar la idea, y nos empezó a las dos a gustar...
En conclusión, en el universo de mujeres que vamos entrevistando, hallamos diferentes posiciones y formas de construir sus femineidades en 
consonancia con la maternidad, como una de las dimensiones de su subjetividad, no ia única.
BIBLIOGRAFÍA
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-Amords, C. (1991). Hacia una crítica de la visión patriarcal. Barcelona: Anthropos.
■ Aries, P. <& Duby, G. (Dir.) (1990) Historia de la vida privada (Tomo Vil). Buenos Aires: Taurus.
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■ Butler. J. (2002). Cuerpos que importan. Buenos Aires: Paidós.
■ Butler. J. (2006). 'El parentesco, ¿es siempre heterosexual de antemano?" En Butler, J: Deshacer e! Género. Barcelona. Paidós.
- Castoriadis, C. (1992). Psicoanálisis, proyecto y elucidación, Buenos Aires: Nueva Visión.
- Fernández, A.M (1993). La mujer de ¡a ilusión. Paidós: Buenos Aires.
- Irígaray, L (1985). El cuerpo a cuerpo con la madre. Cuadernos Inacabados Nro 5, Barcelona: Ediciones Je Lasal.
■ Xristeva, i. (2001). E! genio femenino: la vida, la locura, las palabras: Melanie Klein. Buenos Aires. Paidós.
- Murara. L (1994). El orden simbólico de la madre. Maarid: Horas y horas.
■ Ríen, 4. (1986). Nacemos oe mujer. La maternidad como experiencia y como institución. Madrid. Cátedra
- Tubert, S. (comp.) ('1996). Figuras de la madre. Maarid: Cátedra.

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