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Quinto Semestre Nutrición e Inmunidad Unidad 3 Programa desarrollado Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de nutrición. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 2 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición Imagen de Tipo de enfermedades relacionadas con la malnutrición. http://retospormexico.org/wp-content/uploads/2017/03/desnutricion-y-obesidad.png Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 3 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Índice Presentación ........................................................................................................... 4 Competencia específica .......................................................................................... 5 Logros ..................................................................................................................... 5 3. Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición ...................... 6 3.1 Inmunonutrición en la salud y enfermedad ........................................................ 7 3.1.1 Malnutrición e infección .................................................................................. 8 3.1.2 Efecto de desnutrición en la aparición de infecciones .................................. 14 3.2 Sobrepeso y obesidad como factores de riesgo en la aparición de enfermedades infecciosas ..................................................................................... 17 3.3 Valoración nutricional y parámetros inmunológicos ........................................ 26 3.4 Empleo de planes de alimentación como parte de la terapéutica nutricional óptima ................................................................................................................... 36 Cierre de unidad ...................................................................................................... 3 Para saber más ....................................................................................................... 4 Actividades .............................................................................................................. 5 Fuentes de consulta ................................................................................................ 6 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 4 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Presentación En esta última unidad de Nutrición e Inmunidad, aprenderás a relacionar la inmonutrición con la salud y enfermedad, reconocerás los efectos que puede causar la desnutrición en la aparición de infecciones. Identificaras los factores de riesgo en la aparición de enfermedades infecciosas del sobrepeso y obesidad. Reconocerás los parámetros inmunológicos para la valoración nutricional correcta y finalmente diseñaras planes nutricionales óptimos para cada tipo de paciente como parte de la terapia nutricional. La unidad 3 está organizada de la siguiente manera: Figura 1. Estructura de la unidad 1. Figura 1. Estructura de la unidad 3. Unidad 3. Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición 3.1 Inmunonutrición en la salud y enfermedad. 3.1.1 Malnutrición e infección. 3.1.2 Efecto de desnutrición en la aparición de infecciones. 3.2 Sobrepeso y obesidad como factores de riesgo en la aparición de enfermedades infecciosa. 3.3 Valoración nutricional y parámetros inmunológicos. 3.4 Empleo de planes de alimentación como parte de la terapéutica nutricional óptima. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 5 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Competencia específica Analiza la influencia de las alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición, para elaborar un plan de alimentación de acuerdo a las necesidades del individuo. Logros Asocia la relación que existe entre la malnutrición y la inmunología. Describe los efectos ocasionados por el sobrepeso y la obesidad en el sistema inmune. Diseña planes de alimentación para una correcta nutrición y ayuda al sistema inmune. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 6 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 3. Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición La relación existente entre el estado nutricional de una persona y su resistencia a padecer infecciones es un hecho conocido desde hace tiempo. Sin embargo, es mucho más reciente el descubrimiento de algunos de los mecanismos que pueden explicar el papel de los nutrientes en la función inmunitaria (Henufood, (s.f.)). Los resultados epidemiológicos y clínicos sugieren que cualquier deficiencia nutricional altera la inmunocompetencia e incrementa la susceptibilidad a padecer infecciones. De modo que cualquier alteración en las defensas del individuo, puede hacer sospechar sobre la existencia de una situación de malnutrición de mayor o menor gravedad o de algún tipo de deficiencia nutricional (Henufood, (s.f.)). El hecho de que el sistema inmune dependa de la disponibilidad de nutrientes se puede explicar por dos motivos (Henufood, (s.f.)): La necesidad de sintetizar nuevas moléculas durante el desarrollo de las respuestas inmunes (por ejemplo, los aminoácidos son necesarios para la síntesis de proteínas de fase aguda) Su utilización en los fenómenos de división y diferenciación celular que ocurren durante la expansión clonal, que da lugar al ejército de células que atacan y eliminan el patógeno invasor. No obstante, hay que tener en cuenta que los nutrientes no sólo influyen sobre los mecanismos encargados de defender a nuestro organismo de los patógenos que causan las enfermedades infecciosas, sino que otras funciones en las que está implicado el sistema inmune pueden alterarse por desequilibrios en los niveles de nutrientes o causas relacionadas con la nutrición. Entre dichas funciones se incluyen (Henufood, (s.f.)): El mantenimiento de la homeostasis inmunológica o retorno al equilibrio tras las respuestas disparadas por las células inmunes. La comunicación bidireccional que normalmente se establece con los sistemas nervioso y endocrino a través de los neurotransmisores y hormonas. El fenómeno de la tolerancia hacia lo propio, gracias al cual el sistema inmune no reacciona frente a las células del propio organismo. Un desequilibrio en alguna de estas funciones del sistema inmune puede ocasionar situaciones patológicas como alergias, enfermedades autoinmunes, inflamaciones crónicas, etc (Henufood, (s.f.)). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 7 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Cuya C. (2015, junio de 16) Inmunonutrición en la salud y la enfermedad. Revista Ciencia y desarrollo. Disponible en: http://revistas.unjbg.edu.pe/index.php/CYD/article/view File/418/368 Estudios longitudinales poblacionales evidencian que la interacción entre malnutrición e infección incrementa la tasa de mortalidad por encima de lo que cabría esperar para cada una de ellas por separado (Henufood, (s.f.)). 3.1 Inmunonutrición en la salud y enfermedad La Inmunonutrición o la interacción entre la nutrición y la inmunidad, es un área de conocimiento relativamente novedosa, además de ser una materia emergente y transversal para evaluar cambios metabólicos y prevenir sus consecuencias, por lo que en la actualidad existeun gran interés por estudiarla y desgranar su papel en campos como la preservación de la salud, mediación en la inflamación, y en patologías como la oncología. Cuya C. (2015), se refiere a la inmunonutrición a la capacidad que tienen los nutrientes de influir en el sistema inmune. En los seres humanos un bien estado de salud nutricional repercute en un buen funcionamiento inmunológico y una buena salud. Por el contrario, la desnutrición afecta a las barreras defensas, tales como la piel y mucosas. Con el fin de mantener un buen estado de salud, el cuerpo humano desarrolla una serie de complejos sistemas de defensa naturales para protegerse de patógenos y factores ambientales nocivos. Una situación de malnutrición, bien por exceso o por defecto, ocasiona una alteración importante del sistema inmune. No hay que olvidar otros factores (actividad física, balance neuroendocrino, stress) que influyen sobre la interacción nutrición-inmunidad. Para conocer más este tema se recomienda dar lectura al siguiente material: http://revistas.unjbg.edu.pe/index.php/CYD/article/viewFile/418/368 http://revistas.unjbg.edu.pe/index.php/CYD/article/viewFile/418/368 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 8 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 3.1.1 Malnutrición e infección Numerosas publicaciones han documentado estudios experimentales en animales y seres humanos, los cuales demuestran que las enfermedades por deficiencia alimentaria pueden reducir la resistencia del organismo a las infecciones y afectar de modo adverso el sistema inmunológico (FAO, 2002). Algunos de los mecanismos normales de defensa del organismo se adaptan al sujeto malnutrido y por lo tanto no funcionan en forma adecuada. Por ejemplo, se demostró que los niños con kwashiorkor no tenían capacidad de formar anticuerpos a la vacunación para la tifoidea o al toxoide diftérico, y su capacidad se restauró después de una terapia con proteína. Asimismo, los niños con malnutrición proteica tienen una respuesta antigénica disminuida a la inoculación de la vacuna para fiebre amarilla. Una inhibición de la respuesta de aglutinación al antígeno del cólera se informó en niños con marasmo nutricional y kwashiorkor. Estos estudios indican claramente que el organismo malnutrido tiene una capacidad reducida para defenderse a sí mismo contra la infección (FAO, 2002). Otro mecanismo de defensa que se ha estudiado en relación con la nutrición es la leucocitosis (mayor producción de glóbulos blancos) y la actividad fagocítaria (destrucción de bacterias por los glóbulos blancos). Los niños con kwashiorkor muestran una respuesta leucocitaria menor de lo normal ante la presencia de una infección. Quizá de mayor importancia es la reducción de la eficiencia fagocítaria de los leucocitos polimorfonucleares en sujetos malnutridos, que es parte de la lucha contra la bacteria invasora. Cuando existe malnutrición, estas células parecen tener un defecto en su capacidad bactericida intracelular (capacidad para destruir la bacteria) (FAO, 2002). Aunque los niños malnutridos con frecuencia tienen niveles elevados de inmunoglobulina (quizá en relación con las infecciones concurrentes), también pueden tener depresión de la inmunidad mediada por las células. En un estudio reciente, la extensión de esta depresión se relacionó directamente con la gravedad de la malnutrición proteinoenergética (MPE). Los niveles de transferina sérica son además bajos en quienes presentan MPE grave, y con frecuencia se necesita un período considerable para retornar al nivel normal, inclusive después de un tratamiento dietético apropiado (FAO, 2002). Un tipo de interacción muy diferente al de la nutrición y la infección se observa en el efecto de algunas enfermedades carenciales respecto a la integridad de los tejidos. La reducción en la integridad de ciertas superficies epiteliales, notable en la piel y las membranas mucosas, disminuye la resistencia a la invasión y facilita la vía de entrada Figura 2 Anciana africana Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 9 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 para los organismos patógenos. Ejemplos de este efecto son la queilosis y la estomatitis angular en la carencia de riboflavina, encías sangrantes y fragilidad capilar en la carencia de vitamina C, dermatosis descamativa en forma de copos y cambios intestinales atróficos en la carencia grave de proteína y serias lesiones oftálmicas en la carencia de vitamina A (FAO, 2002). La infección afecta el estado nutricional de diversas maneras. Quizá la más importante de éstas es que las infecciones bacterianas y algunas otras conducen a un aumento de las pérdidas de nitrógeno corporal. Esta repercusión se estableció por primera vez en infecciones graves como la fiebre tifoidea, pero después se demostró en infecciones mucho más leves como otitis media, amigdalitis, varicela y abscesos (FAO, 2002). El nitrógeno se pierde por varios mecanismos. El principal es quizá una mayor ruptura de la proteína de los tejidos y movilización de aminoácidos, sobre todo desde los músculos. El nitrógeno excretado en la orina evidencia el agotamiento de la proteína muscular (FAO, 2002). La recuperación total depende de la restauración de estos aminoácidos a los tejidos una vez que se ha superado la infección. Esto requiere mayor consumo de proteína, por encima de los niveles de mantenimiento, en el período posterior a la infección. En los niños cuya dieta es carente de contenido proteico, o en aquellos que ya tienen agotamiento de proteína, habrá retardo del crecimiento durante y después de las infecciones. En los países en desarrollo, los niños de familias pobres sufren de infecciones repetidas durante el período posterior al destete, y frecuentemente presentan múltiples infecciones (FAO, 2002). La anorexia o pérdida del apetito es otro factor de la relación entre infección y nutrición. Las infecciones, especialmente si se acompañan de fiebre, con frecuencia llevan a una pérdida del apetito y, por lo tanto, a una reducción en el consumo de alimentos. Algunas enfermedades infecciosas comúnmente causan vómito, con el mismo resultado. En muchas sociedades, las madres e inclusive los auxiliares médicos también consideran deseable restringir los alimentos o darle al niño que sufre de infección una dieta líquida. Esta dieta puede consistir en agua de arroz, sopas muy diluidas, agua únicamente o algún otro líquido de baja densidad energética y por lo general muy baja en proteína y otros nutrientes esenciales. El antiguo dicho de «matar de hambre una fiebre» es de dudosa validez, y esta práctica puede tener serias consecuencias para el niño cuyo estado nutricional ya es precario (FAO, 2002). El tratamiento tradicional de la diarrea en algunas comunidades es recetar un purgante o enema. La gastroenteritis puede ya haber ocasionado una reducción en la absorción de nutrientes de los alimentos, y este tratamiento puede agravar la situación (FAO, 2002). Cambios en el sistema inmune debidos a la malnutrición proteico-energética Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 10 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 A pesar de ser la alimentación uno de los pilares en los que se apoya la salud del individuo desde hace mucho tiempo, sin embargo no ha sido hasta la actualidad cuando se ha comenzado a estudiar cómo la ingesta dietética puede influir sobre el sistema de defensa del organismo y así influir sobre la incidencia y prevalencia de algunas enfermedades agudas y crónicas como el cáncer, enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca o colitis ulcerosa. Son diversos los estudios que han destacado el impacto negativo de unasituación de malnutrición sobre la morbilidad y mortalidad (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). La malnutrición influye negativamente en la función de los diversos sistemas del organismo, tales como el digestivo, el inmunitario o el nervioso, dando lugar a la aparición de patologías entre las que se pueden citar las anemias y los trastornos de la función cognitiva (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Por otro lado, la aparición de enfermedades degenerativas, propias del envejecimiento, pueden ser a su vez causa de un estado nutricional deteriorado. Aunque no se debe olvidar, como ya se verá más adelante, que la complicación más común e inmediata de la malnutrición es la infección (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Existe un círculo vicioso del que forman parte tanto la infección como la desnutrición. Sin embargo, a través de distintos estudios epidemiológicos se ha visto que algunas infecciones como pulmonía, diarrea bacteriana y vírica, sarampión y tuberculosis están más influidas negativamente por el estado nutricional del individuo que en el caso de otras infecciones, como es la encefalitis vírica o el tétanos (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). La malnutrición tiene como consecuencia la disminución no sólo de la masa grasa sino también del compartimento muscular, con la consiguiente disminución de la fuerza física, cuyo efecto más inmediato es la reducción de la actividad física y el incremento del riesgo de complicaciones infecciosas, las cuales se agravan con situaciones de anorexia, apatía y pérdida de peso (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Además, no se debe olvidar que la malnutrición puede aparecer en todas las etapas de la vida. En las zonas con altas tasas de malnutrición se observa cómo los niños presentan un retraso en el crecimiento, aumentando el riesgo de morbilidad. La repercusión social más inmediata en estos casos es el ingreso tardío en el colegio y, en consecuencia, no se alcanza un aprendizaje adecuado, siendo menos productivos estos individuos a largo plazo. Por otra parte, en la edad adulta se observa un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición como la diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipertensión. Los descendientes de estas personas malnutridas también tienen aumentada la probabilidad de presentar dichas características (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 11 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Actualmente está ampliamente aceptado que la malnutrición está asociada a alteraciones en el sistema inmunitario tanto de sus órganos centrales como de la respuesta inmune, especialmente de la inmunidad celular, pero también de la fagocitosis, producción de citoquinas, secreción y afinidad de anticuerpos y capacidad del sistema del complemento (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Alteraciones morfológicas de los órganos inmunocompetentes La glándula tímica es el órgano linfoide central del sistema inmunitario, donde los timocitos sufren los procesos de maduración, tras los cuales se produce su migración a los órganos linfoides periféricos. Este proceso de diferenciación comprende una expresión secuencial de diversos marcadores de membrana y reordenaciones de los genes receptores de células T (TCR) (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Cuando se produce una malnutrición proteico- energética esta glándula disminuye de volumen, produciéndose un descenso en la maduración de los timocitos. También se observan cambios histológicos en los nódulos linfáticos y en el bazo que presentan una peor definición de los centros germinales, con un menor número de células linfáticas y plasmáticas (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). También se observa, que el número de células de los tejidos linfoides de la mucosa de tracto gastrointestinal y respiratorio aparece también disminuido. Figura 2 Glándula tímica Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 12 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Alteraciones inmunológicas en distintas patologías y situaciones fisiológicas especiales que se desarrollan con un mal estado nutricional Por otra parte, además de la edad existen otras situaciones fisiológicas como el estrés producido por un deporte excesivo y algunas situaciones patológicas como las alergias alimentarias, obesidad, trastornos del comportamiento alimentario y trastornos gastrointestinales, entre otras, que producen alteraciones en el sistema inmunitario como consecuencia del deteriorado estado nutricional que acompaña al individuo en estas circunstancias. Un resumen de estas características se observa en la siguiente tabla (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Tabla 1. Alteraciones inmunológicas en distintas situaciones fisiológicas y patológicas asociadas a estados de malnutrición (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Situaciones patológicas y fisiológicas Algunos efectos sobre la inmunidad Consejo nutricional Obesidad Inmunosupresión. Mayor frecuencia de las infecciones, respuesta a los anticuerpos disminuida Pérdida de peso racional y estabilización de peso. Desordenes alimentarios Leucopenia, linfocitos relativos, disminución de la respuesta al test de hipersensibilidad retardada, patrón alterado de la secreción de citoquinas. Rehabilitación nutricional. Educación nutricional y corrección de los hábitos dietéticos. Bajo peso asociado a práctica deportiva Leucopenia, linfopenia, disminución de la respuesta al test de hipersensibilidad retardada, patrón alterado de la secreción de citoquinas. Rehabilitación nutricional. Educación nutricional y corrección de los hábitos dietéticos. Alergias alimentarias Respuesta inmunológica elevada atópico y otras manifestaciones alérgicas Evitar estrictamente las comidas alergénicas. Prevención con alimentación al pecho, fórmulas hidrolizadas y retraso en la introducción de alimentos alergénicos. Desordenes gastrointestinales Manifestaciones secundarias a la deficiencia de nutrientes. Fallo en los mecanismos de defensas (protección alterada medida por IgA). Daño de la respuesta homeostática por respuesta inflamatorio epitelial. Administración de probióticos con los cultivos adecuados de bacterias. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 13 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Alteraciones genotípicas y funcionales de los timocitos La malnutrición produce una atrofia tímica, con una disminución en el compartimiento linfoide. La principal característica fenotípica de los timocitos que acompaña a una deficiencia en proteínas, minerales y vitaminas es la pérdida de células inmaduras CD4+CD8+ (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Concretamente se ha observado en diversos estudios en laboratorios que una deficiencia en Mg o Zn en ratas provoca, además de lo expuesto anteriormente, una apoptosis masiva de estas células en el órgano. De hecho, en necropsias de animales malnutridos se observa la severa atrofia del timo de la que estamos hablando y por medio de una ecografía, también se observa una atrofia del órgano in vivo en niños malnutridos (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). No obstante, estas alteraciones podrían ser reversibles, proporcionando una dieta adecuada, como se ha demostrado a través de un estudio longitudinal realizado en niños malnutridos de Bolivia, tras ser sometidos a una intervención nutricional (Nova E., Montero A., Gómez S., & MarcosA., (s.f.). El estudio consistió en medir el tamaño del timo semanalmente por medio de un escáner ultrasónico mediastinal. Al compararlos con los controles, el grupo de malnutridos presentaba una involución severa del timo y una proporción más alta de linfocitos T inmaduro s en circulación. El estudio longitudinal de dos meses de duración mostró que los valores antropométricos normales se recuperaron después de un mes de rehabilitación dietética, mientras que la recuperación del área del timo requirió dos meses. De este trabajo se puede deducir que la evaluación del timo puede utilizarse como una herramienta interesante para el diagnóstico/pronóstico de la recuperación inmune en pacientes tratados de malnutrición (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Alteraciones hormonales que afectan al control de la depleción de timocitos Está demostrado que el timo está influido por un control neuroendocrino, que a su vez puede estar alterado en distintos estados patológicos. De hecho, se ha observado en diversos trabajos realizados en ratones que los niveles de glucocorticoides circulantes se encuentran elevados en aquellos que tienen deficiencia proteica y esto se asocia con la depleción de timocitos (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Alteraciones de la función endocrina del timo Se han observado niveles anormalmente bajos de timulina circulante en ratones con malnutrición proteica. Este mismo hecho ha sido confirmado posteriormente por otros autores al observarlo nuevamente tanto en ratas como en humanos con malnutrición proteica. No se puede restringir la alteración hormonal a la hormona tímica; de hecho, se ha visto que otra hormona como es la timopoyetina también está disminuida en estas situaciones (Nova E., Montero A., Gómez S., & Marcos A., (s.f.). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 14 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Calzada L. (1999). Desnutrición. Disponible en: http://www.facmed.unam.mx/deptos/familiar/bol75/desnutricion .html Manual Merck (2017). Generalidades de desnutrición. Disponible en: http://www.merckmanuals.com/es- pr/professional/trastornos- nutricionales/desnutrici%C3%B3n/generalidades-sobre-la- desnutrici%C3%B3n Allinahealt.org. Disponible en: https://www.allinahealth.org/mdex_sp/SD2055G.HTM 3.1.2 Efecto de desnutrición en la aparición de infecciones El fenómeno de la desnutrición es complejo, debido a que interfieren factores ambientales, sociales, políticos, económicos, etc. Para conocer más sobre desnutrición desde el punto de vista conceptual y su clasificación, síntomas, riesgos, etc. se recomienda los siguientes materiales: Por otro lado, en la siguiente tabla, se observa la respuesta del organismo en distintas condiciones de desnutrición no complicada y desnutrición relacionada con la enfermedad grave crítica. http://www.facmed.unam.mx/deptos/familiar/bol75/desnutricion.html http://www.facmed.unam.mx/deptos/familiar/bol75/desnutricion.html http://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/trastornos-nutricionales/desnutrici%C3%B3n/generalidades-sobre-la-desnutrici%C3%B3n http://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/trastornos-nutricionales/desnutrici%C3%B3n/generalidades-sobre-la-desnutrici%C3%B3n http://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/trastornos-nutricionales/desnutrici%C3%B3n/generalidades-sobre-la-desnutrici%C3%B3n http://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/trastornos-nutricionales/desnutrici%C3%B3n/generalidades-sobre-la-desnutrici%C3%B3n https://www.allinahealth.org/mdex_sp/SD2055G.HTM http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v26n2/03_revision_01.pdf Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 15 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Tabla 2. Trastornos nutricionales en las diferentes etapas de la vida Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 16 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Prudhon C (2002). Evaluación y tratamiento de la desnutrición en situaciones de emergencia. Manual del tratamiento terapéutico de la desnutrición y planificación de un programa nutricional. Madrid: Icaria editorial Prudhon C (2002). Parte III. Enfermedades carenciales y Parte IV. Relaciones entre nutrición, las infestaciones y las infecciones. Disponible en: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/105724/1/a58435_ spa.pdf Revisa sólo las Páginas 22 a la 47 Para identificar las enfermedades relacionadas con la nutrición se recomienda el siguiente material: Por otro lado, en siguiente material sirve como referente para el tratamiento terapéutico de la desnutrición y planificación de un programa nutricional. https://books.google.com.mx/books?id=_QuUkl7cZ6QC&pg=PA120&dq=S%C3%ADntomas+de+desnutrici%C3%B3n&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjyx7CZnsjVAhVKqlQKHRJoBTUQ6wEIJzAA#v=onepage&q=S%C3%ADntomas%20de%20desnutrici%C3%B3n&f=false https://books.google.com.mx/books?id=_QuUkl7cZ6QC&pg=PA120&dq=S%C3%ADntomas+de+desnutrici%C3%B3n&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjyx7CZnsjVAhVKqlQKHRJoBTUQ6wEIJzAA#v=onepage&q=S%C3%ADntomas%20de%20desnutrici%C3%B3n&f=false https://books.google.com.mx/books?id=_QuUkl7cZ6QC&pg=PA120&dq=S%C3%ADntomas+de+desnutrici%C3%B3n&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjyx7CZnsjVAhVKqlQKHRJoBTUQ6wEIJzAA#v=onepage&q=S%C3%ADntomas%20de%20desnutrici%C3%B3n&f=false https://books.google.com.mx/books?id=_QuUkl7cZ6QC&pg=PA120&dq=S%C3%ADntomas+de+desnutrici%C3%B3n&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjyx7CZnsjVAhVKqlQKHRJoBTUQ6wEIJzAA#v=onepage&q=S%C3%ADntomas%20de%20desnutrici%C3%B3n&f=false http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/105724/1/a58435_spa.pdf http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/105724/1/a58435_spa.pdf Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 17 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 3.2 Sobrepeso y obesidad como factores de riesgo en la aparición de enfermedades infecciosas El sobrepeso y la obesidad y el síndrome metabólico son entidades clínicas complejas y heterogéneas con un fuerte componente genético, cuya expresión está influida por factores ambientales, sociales, culturales y económicos, entre otros. El incremento paralelo de la frecuencia de la obesidad y del síndrome metabólico es un fenómeno mundial y México no es la excepción. Aunado a esto, estas patologías son factores de riesgo importantes para el desarrollo de diabetes tipo 2, la enfermedad arterial coronaria y cerebrovascular por arteriosclerosis, que son las principales causas de muerte en nuestro país. El control de estas alteraciones metabólicas incide directamente en la morbimortalidad de muchos padecimientos; sin embargo, en la actualidad no existen estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento eficaces para la mayoría de los casos. Por estas razones, la obesidad y el síndrome metabólico se han convertido en un serio problema de salud pública en los países occidentalizados (García E., De la Llata M., et al, 2008). En los últimos años ha crecido el interés de investigadores y clínicos de distintas disciplinas en el estudio de la obesidad y del síndrome metabólico. Como es frecuente en las enfermedades complejas, la visión de los expertos tiene una perspectiva limitada y en el peor de los casos, excluyente de otras que son complementarias. Si no se trata de un problema de salud pública, esta situación podría resultar deseable en aras de la pureza de los procesos de generación de conocimiento. Sin embargo, dada la relevancia de estos padecimientos en la salud de la comunidad se requiere encontrar estrategias científicas que acorten los tiempos en la generación de conocimientos y que permitan diseñar modelos de prevención ytratamiento. La meta se alcanzará cuando estos modelos sean operables a través de programas asistenciales y se logre disminuir la frecuencia de estas entidades. En las últimas dos décadas la información sobre obesidad y síndrome metabólico ha crecido rápidamente, lo que ha llevado a algunos sistemas de salud en el mundo y a numerosas sociedades científicas a formar grupos de expertos que analicen esta información de manera permanente (García E., De la Llata M., et al, 2008). El término “síndrome metabólico” agrupa varios factores de riesgo cardiovascular, el principal de los cuales es la resistencia a la acción de la insulina. Sin embargo la fisiopatogenia del síndrome metabólico, la obesidad parece ser uno de los factores desencadenantes más importantes entre otras alteraciones metabólicas que lo caracterizan: intolerancia a la glucosa, diabetes, dislipidemia e hipertensión. Por lo tanto, en la mayoría de los casos la expresión del síndrome metabólico ocurre en individuos obesos. En muchos casos, la expresión del síndrome metabólico es en buena medida una comorbilidad de la obesidad. La obesidad y el síndrome metabólico como fenómenos Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 18 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 independientes, hacen necesario identificar los mecanismos responsables de la asociación entre estas condiciones. Es importante comprender los mecanismos del síndrome metabólico que propician la enfermedad en individuos no obesos; en el caso de la obesidad, importa dilucidar los que los protegen contra alteraciones metabólicas. En la actualidad, estos problemas son motivo de numerosas investigaciones que aún no han generado respuestas definitivas (García E., De la Llata M., et al, 2008). La obesidad se ha convertido en una gran amenaza para la salud en todo el mundo. Su prevalencia ha aumentado en prácticamente todos los continentes y probablemente en todos los países desarrollados. La obesidad, junto con el sobrepeso, es ahora el factor de riesgo cardiovascular más prevalente en personas con enfermedad coronaria establecida. Los obesos tienen menos calidad de vida y una esperanza de vida más corta que los individuos promedio. Estudios epidemiológicos han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, incluidas la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular, las arritmias ventriculares y la muerte súbita. También se la considera factor causal de hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad articular degenerativa, apnea obstructiva del sueño (AOS), dislipemia, reflujo gastroesofágico, hígado graso no asociado a alcoholismo y muchas formas de cáncer. El tratamiento de la obesidad representa un gran gasto para el sistema de salud. El continuo aumento de su prevalencia ha alertado a funcionarios de salud pública, epidemiólogos y economistas (López F. & Cortés M. 2011). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 19 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Figura 3 Fisiopatología de la obesidad y la enfermedad cardiovascular. López F. & Cortés M. 2011 Fisiopatología de la obesidad y enfermedad cardiovascular La asociación entre obesidad y diferentes formas de enfermedad cardiovascular es compleja, probablemente debido a los diferentes mecanismos fisiopatológicos que involucran gran cantidad de factores e interactúan de una manera enmarañada. La obesidad puede causar aterosclerosis coronaria a través de mecanismos bien descritos y aceptados, tales como dislipemia, hipertensión y diabetes mellitus tipo 2. Sin embargo, la evidencia reciente ha demostrado que la asociación entre obesidad y enfermedad cardiovascular podría incluir muchos otros factores, como inflamación subclínica, activación neurohormonal con aumento del tono simpático, altas concentraciones de leptina e insulina, AOS e intercambio aumentado de ácidos grasos libres, y también debido al depósito de grasa en áreas específicas del cuerpo con función directa en la patogeia de la aterosclerosis coronaria, como la grasa subepicárdica (López F. & Cortés M. 2011). Factores metabólicos El exceso de grasa acumulado en las vísceras, relacionado con la obesidad central, es el tejido adiposo metabólicamente más activo que causa más resistencia a la insulina, hipertrigliceridemia y cambios en el tamaño de partículas de lipoproteínas de baja Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 20 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 densidad (LDL) y bajas concentraciones de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Los mecanismos por los que el exceso de grasa causa resistencia a la insulina son complejos, involucran seguramente diferentes vías fisiopatológicas y están mediados por citocinas y otros mediadores inflamatorios, así como de niveles elevados de leptina. La resistencia a la insulina causa diabetes mellitus tipo 2, condición que por sí misma puede iniciar o acelerar el proceso aterogénico por varios mecanismos adicionales, como la hiperglucemia (López F. & Cortés M. 2011). La leptina es una hormona importante en la inducción de la saciedad. La resistencia a la leptina en seres humanos obesos se evidencia por el aumento de la concentración sérica de leptina. La leptina tiene múltiples acciones, entre ellas posibles efectos en el aumento de la actividad simpática, que potencia la trombosis y aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. La leptina es una citocina y, por lo tanto, también se la ha implicado en el proceso inflamatorio. La pérdida de peso voluntaria, particularmente la disminución del tejido adiposo, resulta en una disminución de la leptina circulante (López F. & Cortés M. 2011). Activación del sistema simpático Medidas directas de la actividad simpática de los nervios en los músculos y las concentraciones de catecolaminas indican que la obesidad está asociada con aumento en la actividad simpática. Sin embargo, hay cierta discordancia entre estos estudios y otros informes clínicos y experimentales. Los pacientes con obesidad mórbida, que generalmente tienen elevación del tono simpático, comúnmente presentan AOS. Ya que la AOS resulta en un aumento de la actividad simpática, y dicha condición no se ha tomado en cuenta en la mayoría de los estudios sobre actividad simpática y obesidad en seres humanos, no se sabe si la asociación entre actividad simpática y obesidad está mediada total o parcialmente por la apnea del sueño. El aumento en la actividad simpática puede estar relacionado también con la acumulación de grasa en la región central del cuerpo, en vez del IMC per se, o con estados de sedentarismo prolongado o estrés (López F. & Cortés M. 2011). Disfunción endotelial Un IMC aumentado y el contenido de grasa corporal, particularmente obesidad central, se han asociado a disfunción endotelial. Los mecanismos por los que la obesidad puede inducir disfunción endotelial no están bien definidos. El endotelio es un órgano complejo con funciones endocrinas. Regula la proliferación del músculo liso, la función plaquetaria, el tono vasomotor y la trombosis. La disfunción endotelial induce la quimiotaxis de las moléculas de adhesión e induce la diferenciación de monocitos en macrófagos. Esto se considera un proceso crítico en aterogénesis. La disfunción endotelial también promueve la agregación plaquetaria y disminuye la disponibilidad del óxido nítrico, lo que promueve la trombosis vía la disminución de la relación entre el inhibidor del plasminógeno 1 (PAI-1) y el activador del plasminógeno 1. Algunos estudios experimentales señalan a que la pérdida de peso sostenida mejora la función endotelia (López F. & Cortés M. 2011). UniversidadAbierta y a Distancia de México | DCSBA 21 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Inflamación sistémica La inflamación ha emergido como un poderoso factor predictor, y tal vez etiológico, de la enfermedad cardiovascular. La concentración elevada de proteína C reactiva (PCR) se ha asociado a un aumento en el riesgo de infarto de miocardio, enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial periférica y muerte por enfermedad isquémica cardiaca en varones y mujeres aparentemente sanos. La obesidad también ha sido propuesta como un estado inflamatorio. Se ha observado una asociación positiva entre el IMC y la PCR en adultos y niños. Los mecanismos por los que la obesidad conlleva la elevación de la PCR no se han esclarecido totalmente. La interleucina (IL) 6 es una citocina que estimula la producción de PCR en el hígado. La IL-6 se produce y se libera al torrente sanguíneo por el tejido adiposo y se ha demostrado una fuerte correlación entre la concentración de PCR en suero y el contenido de IL-6 en el tejido adiposo en seres humanos. Es interesante que la liberación de citocinas proinflamatorias (como la IL-6) por el tejido adiposo pueda estar influida por la leptina. Estudios experimentales en ratas indican que la PCR puede inducir aterosclerosis y no sólo ser un marcador indirecto de inflamación vascular (López F. & Cortés M. 2011). Cambios en factores hemostáticos La obesidad se asocia a diversos cambios en el sistema de coagulación y fibrinolítico. Las personas con obesidad tienen mayores concentraciones de fibrinógeno, factor VII, factor VIII, factor de von Willebrand y PAI-1 y aumento en la adhesividad plaquetaria que los sujetos delgados. Se ha postulado que la obesidad induce cambios en la hemostasis y la fibrinolisis a través de diversos mecanismos, como un estado inflamatorio aumentado con los consecuentes aumento de fibrinógeno, resistencia a la insulina y disfunción endotelial y por la regulación de la producción de PAI-1 por el tejido adiposo o por efecto de varias citocinas, hormonas y factores de crecimiento. Además, algunos estudios epidemiológicos señalan que la asociación entre obesidad y cambios en los factores de la coagulación podría limitarse a la distribución central de la grasa y no al IMC, con posibles interacciones con la resistencia a la insulina. Los datos son escasos y más controvertidos en estudios que asocian pérdida de peso con cambios de los factores de coagulación (López F. & Cortés M. 2011). Efecto paracrino de la grasa subepicárdica El tejido adiposo subepicárdico es una forma particular de tejido adiposo visceral depositado alrededor del corazón, primordialmente alrededor de las arterias coronarias subepicárdicas. Aunque a simple vista esa descripción podría ser sólo una curiosidad anatómica, hay evidencia de la importancia fisiológica y metabólica de dicho tejido adiposo, especialmente en la asociación con el riesgo cardiovascular y la patogenia de la aterosclerosis coronaria. Estudios en cadáveres han demostrado que el peso de la grasa subepicárdica se relaciona con el peso total del corazón, y la placa aterosclerótica de las coronarias tiende a ser más prominente en el lado de las arterias en contacto con los depósitos de grasa. Otros estudios han demostrado que la grasa subepicárdica suministra ácidos grasos libres para la producción de energía y la síntesis de citocinas. Estudios en animales indican que la tasa de síntesis de ácidos grasos es mayor en la grasa Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 22 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 subepicárdica que en otros lugares del cuerpo. Además, se ha demostrado que la grasa subepicárdica de pacientes con enfermedad coronaria grave es una fuente de producción de diversos mediadores de inflamación y tiene una marcada respuesta a la inflamación, independientemente del IMC o la diabetes. Nuestro grupo ya había demostrado que el grosor del septo interauricular, que se relaciona con la cantidad de grasa subépicardica, se correlaciona con la presencia y la gravedad angiográfica de la enfermedad coronaria. La medida de la grasa subépicardica en el ventrículo derecho o la cantidad alrededor del corazón también se relacionan con la circunferencia abdominal, la presión arterial diastólica, la masa del ventrículo izquierdo, la concentración elevada de insulina, la captación de glucosa y la gravedad de la enfermedad coronaria evaluada por angiografía coronaria (López F. & Cortés M. 2011). La apnea obstructiva del sueño como mediador entre obesidad y enfermedad cardiovascular La AOS se caracteriza por episodios repetidos de cese de la respiración seguido de despertar súbito del sueño. La AOS se ha asociado específicamente a hipertensión, enfermedad cardiaca isquémica, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar y arritmias cardiacas. Los pacientes con AOS generalmente presentan factores asociados como obesidad, hipertensión e intolerancia a la insulina. Estudios longitudinales que evalúan la incidencia de enfermedad cardiovascular, así como estudios que evalúan los efectos de la terapia con presión positiva continua, indican una asociación causal entre la AOS y diversas afecciones cardiovasculares. La AOS induce estrés agudo y crónico que podrían predisponer a la isquemia del miocardio durante el sueño. La hipoxia aguda aumenta la vasoconstricción periférica inducida por apnea y la hipoxemia grave; la retención de CO2, la activación simpática y los aumentos repentinos de la presión arterial podrían causar igualmente isquemia del miocardio. Los pacientes con AOS tienen un pico de incidencia de infarto de miocardio durante las horas de sueño, tiempo durante el cual la incidencia de infarto es la más baja en la población general. A largo plazo, el desarrollo de hipertensión, que en inicio es nocturna y después es diurna, la producción de sustancias vasoactivas y tróficas como la endotelina, la activación de mecanismos inflamatorios y procoagulantes y el aumento de la concentración de insulina también pueden contribuir al desarrollo y la progresión de la enfermedad isquémica cardiaca (López F. & Cortés M. 2011). Complicaciones cardiovasculares de la obesidad Obesidad y enfermedad coronaria La obesidad, junto con el sobrepeso, es el factor de riesgo cardiovascular más común en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio. Más de dos tercios de los pacientes con enfermedad coronaria tienen sobrepeso u obesidad. El progreso que se ha observado en los últimos 30 años en el control de algunos factores de riesgo cardiovascular, como tabaquismo y dislipemia en pacientes con enfermedad coronaria, no se ha reflejado en el manejo del sobrepeso. Individuos con sobrepeso raramente son diagnosticados de Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 23 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 obesidad por sus médicos. Esto es cierto también para individuos con historia de enfermedad cardiovascular (López F. & Cortés M. 2011). Los pacientes obesos con enfermedad coronaria son generalmente 10 años más jóvenes que aquellos con peso normal y son más propensos a la dislipemia, la hipertensión y un estilo de vida sedentario que los pacientes con peso normal, por lo que representan una oportunidad única para implementar intervenciones de prevención secundaria (López F. & Cortés M. 2011). La asociación entre obesidad y enfermedad coronaria está parcialmente mediada por factores de riesgo tradicionales como hipertensión, dislipemia y diabetes mellitus, aunque estos factores de riesgo no explican totalmente la asociación entre obesidad y enfermedad coronaria. La aterosclerosis coronaria probablemente se inicia o se acelerapor diversos mecanismos potenciados por la obesidad, como el tono simpático incrementado, el aumento en la circulación de ácidos grasos libres, el aumento del volumen intravascular con aumento del estrés en la pared vascular, inflamación y cambios en la naturaleza de las lipoproteínas que las hacen más aterogénicas. Como ya se ha mencionado, es posible que la AOS sea un mediador en esta asociación. El estado protrombótico en sujetos con obesidad probablemente contribuya al inicio de eventos coronarios agudos. La resistencia a la insulina puede ser otro mediador entre obesidad y enfermedad cardiovascular, particularmente en individuos con síndrome metabólico (López F. & Cortés M. 2011). Obesidad e insuficiencia cardiaca/cardiomiopatía Cada año se diagnostican más de 400.000 casos nuevos de insuficiencia cardiaca, y aproximadamente 3 millones de personas presentan síntomas de insuficiencia cardiaca, por lo que se la considera la nueva epidemia cardiovascular del siglo XXI. Se ha propuesto que la prevalencia de obesidad podría ser en parte causa del aumento de la incidencia de insuficiencia cardiaca en las décadas recientes, no sólo por el incremento paralelo de ambas enfermedades, sino por la evidencia epidemiológica y mecanística que las liga. Las personas con obesidad tienen el doble de riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca que los sujetos con un IMC normal. Los pacientes con grados avanzados de obesidad que sufren insuficiencia cardiaca sin una causa identificable de disfunción del ventrículo izquierdo son diagnosticados de cardiomiopatía por obesidad (López F. & Cortés M. 2011). Durante varios años se creyó que la obesidad podría causar insuficiencia cardiaca sólo a través de mecanismos intermediarios como hipertensión o enfermedad coronaria, pero estudios recientes han demostrado que otros factores podrían estar implicados en el origen de la cardiomiopatía relacionada con obesidad. Por ejemplo, existe la hipertrofia ventricular izquierda asociada a la obesidad, que no puede explicarse sólo por el aumento de la presión arterial. Estudios en animales y seres humanos han demostrado un aumento en la prevalencia de fibrosis del miocardio que es proporcional al grado de obesidad y se asocia a degeneración celular e inflamación. Además, la obesidad también se ha Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 24 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 asociado con la disfunción diastólica, la cual representa el 50% de los casos de insuficiencia cardiaca. Estudios recientes han demostrado también que en pacientes con obesidad central pueden desarrollarse infiltración grasa del miocardio, que después puede evolucionar a fibrosis y deterioro diastólico o sistólico del ventrículo izquierdo (López F. & Cortés M. 2011). Obesidad y fibrilación auricular La prevalencia de fibrilación auricular, al igual que la de obesidad, ha aumentado de manera significativa en los últimos años. El aumento en la prevalencia de fibrilación auricular podría atribuirse al envejecimiento de las poblaciones combinado con el mejor pronóstico de los pacientes con hipertensión, enfermedad coronaria e insuficiencia cardiaca, afecciones que aumentan el riesgo de fibrilación auricular. Diversos estudios indican que la obesidad puede causar o favorecer la aparición de fibrilación auricular. Un metaanálisis reciente que incluyó 16 estudios con 123.000 pacientes, evaluó el impacto de la obesidad en la fibrilación auricular y demostró que los obesos tienen un 50% más riesgo de fibrilación auricular y que el riesgo se incrementa a medida que aumenta el IMC. Por otro lado, los estudios en pacientes tras cirugía cardiaca no han demostrado ningún aumento en el riesgo de fibrilación auricular en obesos (López F. & Cortés M. 2011). Obesidad y arritmias ventriculares Algunos estudios clínicos indican que la obesidad se asocia a muerte súbita. Aunque el progreso a insuficiencia cardiaca puede ser la causa más común de muerte en pacientes que tienen cardiomiopatía por obesidad, se ha comunicado también que la muerte súbita es más común en pacientes obesos aparentemente sanos que en sujetos delgados5. Estudios electrofisiológicos han demostrado en sujetos con obesidad un aumento en la irritabilidad eléctrica que puede desencadenar la aparición de arritmias ventriculares, incluso en ausencia de disfunción ventricular o insuficiencia cardiaca clínica. En el estudio de Framingham, la tasa anual de muerte súbita cardiaca en obesos fue cerca de 40 veces mayor que en la población no obesa (López F. & Cortés M. 2011). Otros mecanismos fisiopatológicos podrían estar implicados también en la asociación entre obesidad y muerte súbita o arritmias ventriculares. Hay correlación directa entre el intervalo QT corregido y el IMC. Igualmente, la prevalencia y el número de potenciales evocados tardíos anormales, factores asociados con un riesgo elevado de muerte súbita, están aumentados en sujetos con obesidad mórbida. La presencia de potenciales tardíos en obesos podría ser secundaria a los cambios bien conocidos de la cardiomiopatía por obesidad, como fibrosis, infiltración de grasa y de células mononucleadas e hipertrofia de los miocitos. Los sujetos con obesidad tienen en general una frecuencia cardiaca más rápida y una disminución de la variabilidad de la frecuencia cardiaca, debido a las anormalidades en el balance simpático y vagal que se registra en sujetos obesos, factores relacionados con el aumento del riesgo de muerte súbita (López F. & Cortés M. 2011). Tabla 3. Efectos metabólicos y cardiovasculares de la obesidad. (López F. & Cortés M. 2011). http://www.revespcardiol.org/es/obesidad-corazon/articulo/13191034/#bib5 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 25 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 A. Aumento en la resistencia a la insulina Intolerancia a la glucosa Síndrome metabólico Diabetes mellitus tipo 2 Aumento del tono simpático B. Hipertensión Aumento del volumen plasmático C. Dislipemia Elevación del colesterol total Elevación de los triglicéridos Elevación del cLDL Elevación del colesterol distinto del cHDL Elevación de la apolipoproteína B Elevación de las partículas pequeñas y densas de cLDL Disminución del cHDL Disminución de la apolipoproteína A1 Aumento del recambio de ácidos grasos libres D. Anormalidad de la morfología del ventrículo izquierdo Remodelado concéntrico Hipertrofia del ventrículo izquierdo Infiltración grasa en el miocardio E. Disfunción endotelial F. Aumento en la inflamación sistémica y el estado protrombótico G. Disfunción diastólica y sistólica H. Insuficiencia cardiaca I. Enfermedad coronaria J. Fibrilación auricular K. Muerte súbita L. Arritmias y ectopias ventriculares M. Apnea obstructiva del sueño y trastornos de la respiración relacionados con el sueño Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 26 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 3.3 Valoración nutricional y parámetros inmunológicos El estado nutricional de un individuo refleja el grado en el que se cubren sus necesidades fisiológicas de energía y de nutrientes. El consumo de nutrientes depende del consumo real de alimentos, el cual está sujeto a la influencia de múltiples factores entre los que se encuentran situación económica, conducta alimentaria, situación emocional, influencias culturales, los efectos de diversos estados patológicos, apetito y la capacidad de consumir y absorber nutrientes. En otro lado de la balanza están los requerimientos de nutrientes que a su vez están sujetos al influjo de múltiples factores incluidos el stress fisiológico (infecciones, procesos patológicos crónicos y agudos,etc.) o situaciones normales como el crecimiento o embarazo (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Cuando se consumen los nutrientes suficientes para apoyar los requerimientos corporales diarios y/o cualquier aumento en las demandas fisiológicas, se logra un estado nutricional óptimo. Este favorece el crecimiento y el desarrollo, mantiene la salud general, permite el desarrollo de las actividades cotidianas y ayuda a proteger de enfermedades (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Historia clínica Debe constituir el primer paso en la evaluación nutricional y estará dirigida a obtener varios aspectos: antecedentes patológicos, familiares y personales, perfil de desarrollo, encuesta dietética y valoración de la actividad física (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Antecedentes patológicos Familiares. Deben abarcar desde lo referente a enfermedades crónicas o hereditarias hasta la situación social/familiar, disponibilidad económica, vivienda y asimismo personas encargadas de la atención del niño (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Personales. Enfermedades anteriores, infecciones de repetición, manifestaciones sospechosas de enfermedades orgánicas, síndromes de mala absorción u otros procesos crónicos (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Perfil de desarrollo Interesa conocer el tiempo en que el paciente comenzó a desviarse y si intervino algún factor relacionado con estos cambios. Ingesta dietética Los métodos de valoración proporcionan información cualitativa o cuantitativa tras realizar análisis adecuados de las encuestas, las cuales pueden practicarse a nivel nacional, familiar o individual. Los métodos habituales se basan en técnicas de análisis directos o indirectos y pueden ser cualitativos o cuantitativos (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Recuerdo dietético Consiste en recordar los alimentos sólidos y líquidos ingeridos en un tiempo determinado, generalmente en las últimas 24 horas (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 27 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 En ocasiones se solicita recordar períodos más largos de tiempo, como varios días, una semana o un mes. Se puede ayudar con modelos caseros o de fotografías (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Cuestionarios sobre frecuencia (y cantidad) de alimentos. La lista de alimentos se elige, habitualmente, según los determinados fines de estudio y no es preciso que valoren la ingesta total diaria, aunque conviene incluir las cantidades de alimentos consumidos en cada una de las comidas. Se solicita que indique la cantidad consumida por día, semana o mes (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Cada método tiene ventajas e inconvenientes y siempre resulta difícil estimar la cantidad exacta del alimento consumido. En la práctica las mayores dificultades surgen con: a) el nombre de los alimentos, b) codificación de los mismos, c) alimentos que no constan en tablas, d) platos preparados, y e) alimentos manufacturados (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Para realizar la entrevista nutricional hay que tener presente tres puntos básicos sobre alimentación (Rabat J. & Rebollo I., 2010): 1. Conocer la composición de los alimentos en general y especialmente los infantiles. Para ello hay que disponer de tablas de composición y de un esquema de agrupamiento de los diferentes alimentos por sus características funcionales, estructurales, energéticas y reguladoras. 2. Hay que tener presente las recomendaciones de ingesta de energía y nutrientes que indican los organismos y comités de expertos. 3. Tener en cuenta la cantidad o raciones que toma. A la entrevista nutricional hay que dedicar todo el tiempo que sea necesario. Nos permitirá conocer la cantidad y calidad de los alimentos ingeridos, así como distintos factores relacionados con el proceso de alimentación (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Actividad física. Es conveniente conocerla con el objeto de determinar sus necesidades energéticas. Deben valorarse las horas diarias de ver la televisión, porque es un componente de inducción al sedentarismo que favorece el consumo de alimentos con alto valor energético (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Exploración clínica Se iniciará con la exploración por aparatos y sistemas. Es imprescindible porque en ella se pueden observar algunos signos o síntomas orientativos a determinadas patologías, como aumento o disminución del panículo adiposo, signos carenciales vitamínicos, palidez de la piel, mucosas, uñas, alteraciones del pelo, dientes u órganos fácilmente Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 28 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 asequibles como el tiroides o el cráneo. Su presencia por lo general indica un déficit nutricional prolongado y severo (Rabat J. & Rebollo I., 2010). En los déficit de oligoelementos pueden aparecer determinados tipos de lesiones, si bien no está establecido aún los signos y síntomas específicos para cada uno de ellos, excepto el cobre y el cinc (Rabat J. & Rebollo I., 2010). En el caso que se esté evaluando un niño obeso pueden aparecer alteraciones secundarias al sobrepeso: genu valgo, pies planos, hipertensión arterial, ginecomastia, seudomicropene y alteraciones ortopédicas en general (Rabat J. & Rebollo I., 2010). Tabla 4. Valoración clínica del estado nutricional. Área de exploración Hallazgos Déficit General Peso y talla disminuidos. Fusión panículo adiposo Calorías globales Cabello Ralo, quebradizo, escaso, despigmentación Proteínas Piel Palidez. Despigmentada Xerosis, hiperqueratosis Petequias, púrpura Dermatitis seborreica Fe, vit. E, ac. Fólico Proteínas Vit. A Vit. C Vit. B2, Zn Esqueleto Rosario costal Dolor óseo Vit. C Y D Vit. C Músculo Atrofia muscular Calorías, proteínas Uñas Coiloniquia Fe Ojos Xeroftalmía, Bitot Vascularización marginal córnea. Vitamina A Vit. B2 Encías/dientes Sangrantes, edematosas/caries. Vitamina C/flúor Lengua Glositis Ác. Fólico, B2, B12 Análisis de la composición corporal (AAC) Permite conocer las proporciones de los distintos constituyentes principales del cuerpo humano. De este modo se puede estimar su variación con la edad, crecimiento y distintas situaciones patológicas. Junto a su interés fisiológico, el ACC aporta datos interesantes en la evaluación de distintas enfermedades, por ejemplo, la determinación de la grasa en la obesidad (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Esto proporciona una información más exacta que la mera determinación de peso y talla o fórmulas matemáticas derivadas para la población general y poco precisas en el caso individual (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Para llevar a cabo el AAC se suele dividir el cuerpo humano en varios componentes, por lo que se habla de distintos modelos compartimentales, que se miden por una o más técnicas (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)): Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 29 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Dos compartimientos: masa grasa (MG), masa libre de grasa (MLG). Tres compartimientos: MG, agua (A), sólidos. Cuatro compartimientos: MG, A, proteínas (P), mineral (M). Cinco compartimientos: MG, P, A, M y glucógeno. El compartimiento mineral puede dividirse en fracción ósea y extraósea (modelo de seis compartimientos), y la MG en grasa subcutánea y visceral. El glucógeno es difícil de medir y varía según su situación de ayuno o posabsorción. Debido a que su contenido corporal es pequeño (alrededor de 500-700 g), induce un error no muy alto y suele contabilizarse incluido como proteína (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). La composición corporal de un individuo se puede analizar a partir de modelos basadosen niveles estructurales crecientes y complementos del organismo como son el anatómico, molecular, tisular y corporal total. Cada uno de estos niveles es distinto, no se solapan y la suma de todos sus componentes equivale al peso corporal total. A nivel molecular los modelos que más información aportan son los de tres, cuatro y seis componentes, y hay más de 30 importantes en los distintos niveles de composición corporal (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). El ACC puede hacerse de manera global para todo el organismo o de modo parcial para algún segmento o región corporal. El método ideal debe ser seguro, no invasivo, barato, fácil de realizar, aplicable a individuos de diferentes edades y situaciones clínicas, con resultados exactos y reproducibles. Estas características ideales son difíciles de alcanzar en la práctica y por eso es necesario aceptar un compromiso entre coste, facilidad de manejo y exactitud. El AAC se puede hacer por métodos in vivo o in vitro. Los primeros miden la composición corporal en cadáver o en tejidos extirpados (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Debido a la imposibilidad de utilizar in vivo el análisis químico directo, es preciso recurrir a técnicas indirectas que varían en la exactitud de sus determinaciones con respecto a datos reales. Entre las técnicas destinadas para el análisis de la composición corporal están: antropometría nutricional, métodos isotópicos, bioeléctricos, técnicas de imagen, absorciometría fotónica, infrarrojo próximo, métodos densitométricos, calorimetría, parámetros bioquímicos, hormonales e inmunológicos (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Exploración antropométrica (antropometría nutricional) La exploración antropométrica es un conjunto de mediciones corporales que permite conocer los diferentes niveles y grado de nutrición del individuo explorado (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 30 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Evalúa el estado de nutrición mediante la obtención de una serie de medidas corporales cuya repetición en el tiempo y confrontación con los patrones de referencia permitirá: 1) el control evolutivo del estado de nutrición y su respuesta objetiva al tratamiento; 2) la detección precoz de desviaciones de la normalidad; 3) clasificación del estado nutritivo por exceso o defecto, y 4) distinción entre trastornos nutritivos agudos y crónicos. La antropometría nutricional tiene como ventajas la sencillez en la recogida de datos y su reproducción (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Algunos indicadores tienen una gran precisión, aventajando a otros métodos más complejos, cuyo uso se ha restringido en general a trabajos de investigación y no a la práctica clínica. La recogida de los datos debe efectuarse siguiendo una técnica cuidadosa, según normas aceptadas internacionalmente, que, por un lado, minimicen el error sistemático de medición interobservador e intraobservador, aportando precisión y fiabilidad, y por otro, la unidad metodológica de las mismas permita la comparación y reproductibilidad de los resultados realizados para diferentes poblaciones (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Peso Constituye un indicador de la masa y volumen corporal y en la práctica es la media antropométrica más utilizada. Se obtiene en los niños mayores, desnudos o con ropa interior, por la mañana y tras evacuación vesical previa. Existen multitud de tipos de balanzas que deben ser equilibradas periódicamente. La precisión en el peso debe ser de la decena en gramos en el lactante, y de 50 a 100 g en el niño. Puede aportar informaciones falsas, como sucede en los estados de deshidratación o de retención de agua y variar en relación al intervalo que media entre ingestas y excretas (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Talla/longitud Constituye la medida lineal básica y refleja el crecimiento esquelético. La talla puede medirse en posición de pie a partir de los 2/3 años. Antes de esta edad es preferible medir la longitud del cuerpo en decúbito supino, para lo que se precisan dos observadores (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Ventajas de la exploración antropométrica Entre ellas se incluyen las siguientes (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)): a) Los procedimientos son sencillos, seguros, simples y no invasores y se puede practicar a la cabecera del enfermo. b) El equipo necesario es barato, portátil y duradero; es fácil su adquisición. c) El personal con poca preparación puede realizar un buen trabajo. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 31 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 d) Los métodos son precisos y exactos, si se utilizan de acuerdo a las normas estándares. e) Proporcionan información sobre hechos pasados, lo que no suele ser frecuente con otras técnicas. f) Las mediciones pueden ayudar en la identificación de casos de malnutrición ligera o moderada, así como en los graves. g) El método permite valorar cambios del estado nutricional en el tiempo, entre individuo y poblaciones, y de una generación a otra. h) Pueden diseñarse pruebas de despistaje para identificar a individuos de riesgo. Relacionados con la composición corporal. Combinando la grasa subcutánea del tríceps, obtenida con el pliegue cutáneo, con el perímetro braquial se puede estimar el área muscular y el área grasa. En general se considera que el área muscular mide la reserva proteica, mientras que la grasa estima la energética, que tanto interés tienen en la malnutrición calórico-proteica (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). La valoración de la grasa total corporal se realiza con las medidas de los pliegues cutáneos o de los perímetros. La masa total no grasa es la diferencia entre masa total y masa grasa. Así, se pueden obtener los siguientes índices (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)): Índice adiposo muscular braquial. Área grasa del brazo/Área muscular del brazo. Cociente adiposo muscular braquial. Pliegue del tríceps/perímetro del brazo. Índices de obesidad troncular. Pliegue subescapular/pliegues del tríceps. Perímetro de la cintura/perímetro del muslo. Perímetro de la cintura/perímetro de la cadera. Relación perímetro de la cintura/perímetro del muslo que estima la obesidad troncular o androide. Hay multitud de fórmulas e índices, de uso menos común, que tratan de estimar los compartimientos graso y muscular (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). MEDICIÓN DEL GASTO ENERGÉTICO Calorimetría Calorimetría directa Mide el calor generado por el individuo dentro de una cámara o habitación donde puede realizar una actividad «normal», midiendo el calor de radiación, convención y evaporación. Se basa en que el calor liberado por el organismo es producto de la energía gastada. Este método es el más preciso y utilizable cuando se desea conocer el gasto energético Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 32 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 durante largos períodos de tiempo, pero precisa de utillaje reservado a los laboratorios específicos de investigación y la colaboración especial del individuo, por lo que no se emplea en niños (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Calorimetría indirecta (CI) Es el método más utilizado tanto en investigación como en clínica y resulta ideal para el estudio del metabolismo energético del niño debido a que darse que los procesos de oxidación de nutrientes energéticos consumen O2 y producen CO2, existiendo una relación constante entre la cantidad de O2 consumido (VO2) y la cantidad de CO2 producido (VCO2) por gramo de cada uno de estos nutrientes oxidados. La CI consiste en medir el VO2 y VCO2para deducir la cantidad de energía producida por el organismo. Esta técnica, unida a la medición urinaria de nitrógeno, permite evaluar también la utilización de los sustratos administrados. La forma principal de obtener la CI es la de circuito abierto mediante campana, donde se coloca la cabeza del paciente, cerrada a nivel del cuello por un tejido impermeable al gas. El calorímetro cuantifica las fracciones de O2 y de CO2 del aire que entrará al cabezal y por otra parte extraído y sus fracciones de O2 y de CO2. El error estimado es de ± 1 % (28). El gran interés de la CI reside en poder realizar un soporte nutricional lo más óptimo posible al conocer el gasto energético y la utilización de los macronutrientes (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). METODOS BIOQUÍMICOS Se utilizan para detectar estados deficitarios subclínicos, de forma complementaria a otros métodos de valoración del estado nutricional: dietéticos, clínicos y antropométricos. Se puede realizar pruebas estáticas y dinámicas. Pruebas estáticas se agrupan en dos grandes categorías: a) Medición del nutriente en líquidos o tejidos biológicos, bien sangre total o alguna de sus fracciones, o bien orina, saliva, pelo, líquido amniótico, uñas, piel y mucosa bucal. b) Medición de la excreción urinaria de nutrientes, generalmente minerales, vitaminas hidrosolubles, proteínas. Suele ser conveniente utilizar recogida de orina de 24 horas (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Las pruebas dinámicas consisten en: a) Medición de la producción de un metabolito anormal. b) Medición de los cambios en las actividades de ciertos componentes enzimáticos o sanguíneos. c) Valoración de las funciones fisiológicas derivadas del déficit de un nutriente proteico (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Valoración del estado proteico. La mayor parte de las proteínas corporales se encuentran en el músculo esquelético (30- 50 % del total proteico) y una pequeña cantidad en forma de proteínas viscerales (proteínas séricas, hematíes, granulocitos, linfocitos e hígado, riñón, páncreas, corazón). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 33 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Tres son los tipos de análisis que se consideran: proteínas somáticas, excreción de metabolitos en orina y balance nitrogenado. Proteínas somáticas El hígado es el principal órgano de síntesis de la mayor parte de las proteínas (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Proteínas somáticas El hígado es el principal órgano de síntesis de la mayor parte de las proteínas. Albúmina sérica Es un marcador biológico de uso universal y su concentración depende de la síntesis empleada para diagnosticar estados recientes o leve-moderado de malnutrición proteico energética y por tanto es un marcador no sensible ni específico. La cantidad total de albúmina es de 3-5 g/kg de peso corporal, encontrándose más del 50 % fuera del espacio vascular. No reflejan adecuadamente los cambios que tienen lugar en el espacio vascular (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Transferrina sérica Es el segundo marcador más investigado. Es una betaglobulina sérica, proteína transportadora de hierro, se sintetiza en el hígado y se encuentra casi toda en el espacio intravascular. La deficiencia de hierro aumenta la síntesis hepática (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Proteína transportadora del retinol Se sintetiza en el hígado y se bloquea con el déficit de vitamina A. Muestra una correlación directa y estrecha con la prealbúmina en respuesta a la deprivación proteico- calórica y en la terapia nutricional (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Prealbúmina sérica ligada a tiroxina Su síntesis hepática depende de los aminoácidos esenciales, especialmente del triptófano. Es un parámetro muy sensible para la detección precoz de la depleción o repleción proteica tras terapia nutricional. Disminuye cuando lo hace la ingesta calórica proteica. SmC (IGF-I) Circula en sangre unida a proteínas transportadoras y se sintetizan en el hígado. Está disminuida cuando se producen alteraciones nutricionales cuantitativas como la anorexia nervosa y otros estados (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Fibronectina Es una glucoproteína de gran peso molecular, con una vida media de 20 horas, por lo que su utilización es bastante limitada. Al contrario que otras proteínas, su fuente no hepática es la más importante. Es un buen marcador en deprivación nutricional aguda (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Ribonucleasa C Se ha utilizado en pacientes afectos de cáncer para control de la evaluación nutricional. Son necesarios más estudios sobre esta proteína. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 34 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Perfil de aminoácidos séricos Las relaciones entre aminoácidos séricos no esenciales y esenciales son índices utilizados en el diagnóstico de graves entidades mal nutricionales, especialmente Kwashiorkor. Sirven de gran ayuda para la monitorización de la alimentación parenteral Otros marcadores Pueden servir la haptoglobulina, ceruloplasmina, alfa1-antitripsina y orosomucoide (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Excreción de metabolitos proteicos por orina Índice de excreción de creatinina Valora la cantidad total de masa muscular existente en un organismo. Hay una correlación buena entre la masa muscular y la excreción urinaria de creatinina. Excreción de 3-metilhistidina La metilhistidina es un aminoácido que se encuentra exclusivamente en la actina de las fibras musculares y en la miosina de las fibras blancas. Al catabolizarse estos productos se elimina por orina 3-metilhistidina. Se mide por cromatografía de alta resolución y la cromatografía líquida. Excreción de 3-hidroxiprolina Es un producto derivado de los componentes, solubles e insolubles, del colágeno de los tejidos calcificados o no. Se utiliza el índice de hidroxiprolina/creatinina. Índice de hidroxiprolina Es igual que el anterior pero se introduce un nuevo factor de corrección como es el peso (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Balance nitrogenado Así se denomina a la medida de los cambios que tienen lugar en la tasa de proteína corporal. El método se basa en la aceptación de que todo el nitrógeno corporal se incorpora al componente proteico. Lípidos Se suele solicitar determinaciones de colesterol total, triglicéridos, HDLcolesterol, LDL-colesterol, Apo A1, Apo B, LP(a) y, en ocasiones, el perfil de ácidos grasos libres en plasma. 26 R. (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Lípidos Se suele solicitar determinaciones de colesterol total, triglicéridos, HDLcolesterol, LDL- colesterol, Apo A1, Apo B, LP(a) y, en ocasiones, el perfil de ácidos grasos libres en plasma (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Valoración del estado nutricional de las vitaminas Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 35 Nutrición e Inmunidad Alteraciones inmunológicas asociadas a estados de malnutrición. U3 Tienen interés las determinaciones de vitaminas liposolubles A, D, E y K y es menos importante en la práctica clínica la medición de vitaminas hidrosolublesn (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Minerales Se suelen solicitar determinaciones de calcio, fósforo, magnesio y hierro. El estudio de los oligoelementos o elementos traza, que se determinan con espectrofotometría de absorción atómica con cámara de grafito, ha adquirido gran interés en los últimos años, especialmente el cinc, cromo, cobre, selenio y otros. Muchos de ellos intervienen en la formación de metaloenzimas y algunos son esenciales para la vida (Cañete R., & Cifuentes V. (s.f.)). Exploración de la función inmune Determinadas funciones del sistema inmune
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