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ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD: 
MANTENIENDO VIVO EL DERECHO A LA 
SALUD 
 
 
AUTORES: 
 
MARTÍN DE LELLIS 
ANDREA BERRA 
MARÍA ESTER MORAND 
 
2 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
 
Introducción 
 
1) Contexto histórico, social y político de la APS 
 
2) La Meta de Salud para todos en el año 2000 y la estrategia de APS: de 1978 al 2014 
 
3) La APS como estrategia para la organización de programas y servicios de salud 
 
4) Criterios de Regionalización 
 
5) La red de servicios de salud en el ámbito territorial 
 
6) Psicología y Atención primaria de la Salud 
 
7) Comentario final 
 
Bibliografía 
 
Anexo 
3 
 
 
INTRODUCCIÓN: 
 
Se han cumplido cuarenta y dos años desde la histórica conferencia internacional 
realizada en Alma Ata (Unión Soviética) que dio nacimiento a la estrategia denominada 
Atención Primaria de la Salud (APS) cuyo objetivo fue dar cumplimiento a la Meta de 
Salud para todos en el año 2000. 
En el contexto de la crisis que atraviesan los sistemas sanitarios mundiales por los 
pobres resultados sanitarios y los crecientes problemas de accesibilidad a los servicios 
de salud vuelve a plantearse la discusión en torno a los alcances y potencialidades de un 
sistema orientado según los principios de la APS. 
El presente trabajo plantea en primer lugar una aproximación al contexto político, 
social y económico que enmarca y permite comprender la formulación de la estrategia 
de la Atención Primaria de la Salud, detallando valores, principios y componentes 
fundamentales previstos en dicha estrategia para el abordaje integral de los principales 
problemas de salud. 
Se caracterizan los principales enfoques interpretativos que han precisado los 
fundamentos y alcances de la APS en el lapso que media entre la fecha de su 
formulación hasta la actualidad, deteniéndonos en el enfoque de APS desde una 
perspectiva integral y renovada. 
Se analizará la aplicación de lo planteado anteriormente en relación con la inclusión de 
la psicología y del componente de salud mental en APS orientado según tales principios, 
destacándose en el planteo el rol del psicólogo en el equipo interdisciplinario de salud 
basado en las perspectivas de derecho, equidad, respeto a la diversidad intercultural y 
de género. 
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1. CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIAL Y POLÍTICO DE LA ATENCIÓN PRIMARIA DE LA 
SALUD 
 
Durante las últimas décadas se ha ido consolidando una creciente percepción acerca de 
las inaceptables desigualdades sanitarias subsistentes en la mayoría de las sociedades. 
En este marco se han realizado reformas en los Sistemas de Salud, pero existe un 
extendido consenso de que a pesar de las enormes inversiones efectuadas (en el 
desarrollo tecnológico para el cuidado y la asistencia sanitaria), los resultados han sido 
limitados, contradictorios o incluso negativos en lo que se refiere a la mejora de la 
salud y de la equidad (OPS/OMS, 2007). 
Por ello podemos aseverar que estamos en un momento de inflexión donde el 
crecimiento de la inversión en salud según el modelo tradicional no se acompaña de 
cambios favorables (Zurro y Cano Perez, 2003) y, de hecho, incluso en los países que 
disponen de sistemas sanitarios más desarrollados las desigualdades son aún 
persistentes, ya que la proliferación de nuevas tecnologías sanitarias y de la 
información contribuyó en algunos casos al incremento de estas injustas desigualdades 
(OPS/OMS, 2007). 
El aumento de las desigualdades no sólo representa el fracaso de los sistemas de salud 
sino también la incapacidad de abordar con eficacia las causas subyacentes de los 
problemas de salud y de su injusta distribución. Un caso emblemático en tal sentido son 
los Estados Unidos que, a pesar de tener el gasto en salud más elevado del mundo, 
manifiesta muy altos niveles de desigualdad (Kawachi, 1999). 
A comienzos de los años `70 los principales problemas sanitarios el mundo eran los 
siguientes: 
a) El estancamiento en el descenso de las tasas de mortalidad y la fuerte 
incidencia de muertes evitables; 
c) Continuo incremento de la mortalidad por accidentes, que en la mayoría de los 
países pasa a ser parte de las primeras cinco causas de muerte; 
5 
 
d) Incremento continuo de problemáticas tales como la drogadicción y el 
alcoholismo, que directa o indirectamente se constituyen en uno de los factores 
asociados a las muertes por lesiones calificadas como intencionales y no intencionales; 
e) Incremento de viejos problemas que aumentan su virulencia, en particular 
tuberculosis pulmonar y enfermedades venéreas; 
h) Atención segmentada, basada en el desarrollo tecnológico y la especialización, 
pero con amplios sectores sociales excluidos de los beneficios del acceso a sistemas de 
servicios de salud. 
i) Incremento exponencial de los costos sanitarios, particularmente en 
equipamiento y tecnología médica para fines asistenciales. 
 
 
2. LA META DE SALUD PARA TODOS Y LA DECLARACIÓN DE ALMA ATA: 
 DEL 78 AL 2013 
 
Considerando esta situación general, la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS acordó 
en 1977 proponer a la comunidad internacional la Meta Salud Para Todos en el Año 2000 
(SPT/2000) expresada en los siguientes términos: “Se pretende alcanzar para todos los 
ciudadanos del mundo en el año 2000 un grado de salud que les permita llevar una vida 
social y económicamente productiva” y se convoca en 1978 a realizar la Conferencia de 
Alma Ata (ex U.R.S.S.); en la cual representantes de muy diversos países suscriben la 
Declaración de Alma Ata (ver Anexo) que plantea a la Atención Primaria de la Salud 
como la principal estrategia para dar cumplimiento a la meta fijada. 
Comienza entonces una etapa en la que los Estados nacionales, basándose en acuerdos y 
tratados internacionales, han ido asumiendo la necesidad de revisar las políticas 
sanitarias y reorientar los sistemas y servicios de salud en base a dicha estrategia. 
En principio, se definió a la Atención Primaria de la Salud como “la asistencia esencial, 
basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente 
aceptable, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, 
mediante su plena participación, y a un coste que la comunidad y el país puedan 
6 
 
soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con un espíritu de 
autorresponsabilidad u autodeterminación. La Atención Primaria es parte integrante 
tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo 
principal, como del desarrollo social y el económico global de la comunidad. 
Representa el primer contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el 
sistema nacional de salud; lleva lo más cerca posible la atención de salud al lugar 
donde residen y trabajan los individuos y constituye el primer elemento de un proceso 
permanente de asistencia sanitaria” (Declaración de Alma Ata, 1978, Ver Anexo). 
Mucho se ha escrito y debatido en torno a la APS desde la época de su formulación hasta 
la fecha, y han sido muy diversas las interpretaciones en torno a su definición y sus 
alcances operativos. Mientras algunos analistas se han preguntado acerca de las 
expectativas no satisfechas ante la ambiciosa meta de lograr la Salud para Todos en al 
Año 2000, otros han puesto el acento en las dificultades para el alcance de esta meta al 
considerar los contextos económico-políticos y su influencia en la salud de la población 
mundial. 
De forma positiva, algunos países como Cuba han podido reorganizar su sistema 
sanitario de acuerdo a los principios y métodos de la Atención Primaria logrando, por 
ejemplo, que los médicos de familia sean especialistas en medicina general integral y 
residan en el lugar donde trabajan, teniendo de esta forma la oportunidad de actuar 
como “agentes de salud” cuando se enfrentan a circunstancias ambientaleso sociales 
que afectan la salud de la población y por lo tanto demandan un cambio para su 
reducción o erradicación. 
En esta primera definición de APS (Alma Ata, 1978) ya se expresan de forma genérica 
todos los elementos que la van a caracterizar y situar como el pilar fundamental del 
sistema sanitario cuyo objetivo es intentar alcanzar la meta de la Organización Mundial 
de la Salud (OMS) conocida como “Salud para todos en el año 2000”. A pesar de que 
esta meta y definición fue aprobada por más de 140 países, la realidad es que a más de 
35 años de su enunciación dicha meta no logró impactar en las políticas de salud 
mundiales, sino que lo originó diferentes enfoques de la APS en los distintos países que 
suscribieron la estrategia. 
7 
 
Analizaremos algunos aspectos que podrían contribuir a explicar este resultado. 
Durante los años 80 y 90, el discurso sanitario fue notoriamente influido por los 
organismos multilaterales de crédito que financiaban los programas sociales destinados 
a remediar la situación de las poblaciones carecientes, y que a través de su prédica 
ideológica fue desplazando el eje de interpretación hacia una concepción de la 
Atención Primaria de la Salud que enfatizaba la organización de un conjunto de 
actividades programáticas dirigidas hacia los grupos considerados como de más alto 
riesgo. 
Esta concepción en torno a la Atención Primaria de la Salud como programa focalizado 
de atención se dio en llamar también estrategia de Atención Primaria Selectiva y 
tendía hacia la clasificación, selección y organización de aquellos grupos considerados 
como de “alto riesgo”. También implicaba, como consecuencia no prevista, que dichas 
poblaciones terminaran estigmatizadas por el peso de una rotulación que se concebía 
como requisito para ser destinatarios de la ayuda. 
De esta forma, toda propuesta de cambio que implicara una reconfiguración del sistema 
de servicios de salud en su conjunto, era desalentada en función de dar preferencia a 
una estrategia de atención focalizada sobre los más necesitados. Lentamente, la 
estrategia de Atención Primaria, que conllevaba la idea de definir claramente lo 
prioritario fue desplazándose hacia una concepción que vinculaba lo primario a lo 
primitivo (Testa, 1985). 
Así fue cómo hacia mediados de los años 80 la discusión se había organizado alrededor 
de esta importante cuestión, pero tras el debate en torno a la Atención Primaria de la 
Salud como estrategia universal o como estrategia selectiva se escondía otro aspecto de 
importancia, tal como era considerar si la APS era la mejor atención posible para el 
conjunto de la ciudadanía o era más bien atención pobre para personas pobres, lo que 
en definitiva terminaría convirtiéndose en una pobre atención (Grodos y de Bethune, 
1988). 
El enfoque de la APS selectiva se caracteriza por el objetivo de focalizar recursos 
limitados en objetivos específicos de salud, centrando las actividades de algunos 
servicios de salud dirigidos específicamente a las poblaciones pobres. 
8 
 
Es el enfoque que se ha implementado en muchos países de América Latina como 
consecuencia de una doble circunstancia: por un lado por la existencia de servicios 
diferenciados para distintos grupos sociales, de manera que la discusión sobre la APS, 
según este enfoque, no se realiza en torno a la cuestión de los servicios para toda la 
población sino sólo para aquella parte que se encuentra en situación socioeconómica 
menos favorecida; y por otro lado, porque comienzan a predominar las consideraciones 
en torno a cómo lograr la disminución de costos, aunque esto genere grandes 
dificultades en el funcionamiento de todo el sistema de salud. 
Esta corriente de pensamiento tuvo una sorprendente hegemonía, recibió importante 
apoyo financiero de organismos internacionales y se plasmó en documentos 
programáticos- Por ejemplo, en el caso del Informe Invertir en Salud (Banco Mundial, 
1993), proponía estrategias tales como la focalización y la definición de servicios 
clínicos esenciales, que contradecían los principios de universalidad y ampliación de 
cobertura que habían distinguido en sus comienzos a la estrategia de la Atención 
Primaria de la Salud y proponía estimular el subsidio a la demanda en sustitución al 
financiamiento de la oferta de servicios existentes. 
Sin embargo, la APS selectiva ha sido fuertemente criticada, pues considera que los 
servicios y prestaciones comprendidos bajo la denominación de APS se reducen a 
determinados problemas de salud y restringido a una determinada población, en su 
mayoría niños, niñas y mujeres de estratos sociales bajos, no jerarquizan los procesos 
de participación y organización comunitaria ni los aspectos vinculados a la coordinación 
intersectorial y vacían de fuerza transformadora los lineamientos fundantes de la APS. 
Sintetizaremos los enfoques interpretativos más importantes que se desprenden de la 
formulación original en torno a la APS, con una definición básica de sus alcances y los 
aspectos priorizados en tales enfoques: 
 
 
Cuadro Nº 1: Enfoques de la Atención Primaria de la Salud 
 
Enfoque Definición o Concepto de la Atención Priorización 
9 
 
Primaria 
APS Selectiva Se centra en un número limitado de actividades 
y servicios, conocidos como GOBI: control de 
crecimiento, técnicas de rehidratación oral, 
lactancia materna e inmunización. 
Conjunto 
específico de 
actividades 
focalizado en 
los pobres 
APS Nivel de 
Atención 
Se refiere a que la APS es sólo la puerta de 
entrada de la población al sistema de salud. Se 
relaciona directamente con los efectores y 
profesionales del primer nivel de atención, sin 
alcanzar la interrelación con los otros niveles 
del sistema de salud. 
Primer nivel 
de atención 
de un sistema 
de salud 
APS 
Estrategia de 
Salud Integral 
Es la asistencia sanitaria basada en una 
estrategia de Salud Integral (abordaje de la 
salud tanto física, psicológica y social) próxima 
a todas las personas y familias de una 
comunidad, promoviendo su plena 
participación y acercando la atención de salud 
al lugar donde residen y trabajan las personas, 
y constituyendo el primer paso de un proceso 
permanente de asistencia de salud. 
Estrategia de 
la 
organización 
de los 
servicios de 
salud para 
promover 
salud integral 
APS Enfoque 
de Derechos 
Concibe la salud como un derecho humano y 
destaca la necesidad de afrontar los 
determinantes sociales y políticos de la salud 
de modo de alcanzar mayor equidad de la 
población en el acceso a la salud 
Filosofía que 
impregna el 
sector de 
salud como 
sector social y 
político 
 
10 
 
A partir de lo anteriormente expuesto, se confirma con mayor claridad las razones que 
justifican el desarrollo de un concepto renovado de la APS que promueva una atención 
universal, integral e integrada de toda la población, entre las que se encuentran: 
 
a) Los nuevos desafíos epidemiológicos, 
b) La necesidad de corregir las debilidades e incoherencias presentes en algunos 
de los distintos enfoques existentes de la APS; 
c) El desarrollo de nuevos conocimientos e instrumentos sobre buenas prácticas 
que puedan incorporarse para incrementar la efectividad de la APS; 
d) El reconocimiento creciente de la APS como estrategia para fortalecer la 
capacidad de la sociedad para reducir las desigualdades en salud, 
e) El creciente consenso respecto a que la APS es una estrategia sólida para 
abordar las causas de la falta de salud y de las desigualdades (OPS/OMS, 2007). 
 
 
La estrategia renovada de la APS se constituye entonces en una condición esencial para 
conceptualizar la salud como un derecho y para que la población tenga la oportunidad 
de construir ciudadanía al ejercer el derecho de su acceso a la salud. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3. LA APS COMO ESTRATEGIA PARA LA ORGANIZACIÓN DE PROGRAMAS Y 
SERVICIOSDE SALUD 
SALUD 
como 
DERECHO 
Construcción 
de Ciudadanía 
 APS 
Renovada 
Acceso a los 
Servicios de 
Salud 
11 
 
 
La APS renovada hace una distinción entre valores, principios y componentes 
fundamentales. 
 
 Valores: 
Los valores en la APS son esenciales para establecer las prioridades nacionales y para 
evaluar si esas prioridades responden a las necesidades y expectativas de la población. 
Toda política de salud parte, en la definición de sus objetivos y metas, de ciertos 
valores de acuerdo al contexto social, histórico, político y económico donde se 
desarrolla. 
Por ejemplo la política de salud sexual y reproductiva en nuestro país, parte de un 
conjunto normativo y legal que abarca valores esenciales para la postulación de todos 
los derechos sexuales y reproductivos como derechos de salud. Entre estas normativas 
se destacan la Ley Nacional Nro. 26.673/2002 de Salud Sexual y Procreación 
Responsable, que crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva; la Ley 
Nacional Nro. 26.130/2006 de Anticoncepción Quirúrgica, la Ley Nacional Nro. 
25.150/2006 de Educación Sexual Integral, la Ley Nacional Nro. 26.618/2010 de 
Matrimonio Igualitario, la Ley Nacional 26.743/2012 de Identidad de Género. 
Toda esta batería de leyes brega por valores que promueven el derecho de la población 
al mayor nivel de salud sexual y reproductiva sin distinción de género, etnia, religión, 
orientación sexual y/o política o situación económica y/o social. De esta forma, el 
Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva tiene como objetivos generales: 
 
- Alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva 
con el fin de que las personas puedan adoptar decisiones libres de 
discriminación, coacciones o violencia; 
- Disminuir la morbimortalidad materno-infantil; 
- Prevenir embarazos no planificados; 
- Promover el acceso de los y las adolescentes a la salud sexual y reproductiva 
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- Contribuir a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión 
sexual, como el VIH-Sida y patologías genitales y mamarias. 
 
Cuando se aborda el derecho a la salud es necesario abordar al mismo tiempo la 
equidad en salud. La equidad en materia de salud se refiere a la ausencia de 
diferencias injusta en el estado de salud y en el acceso a la atención de la salud. La 
equidad es una piedra angular de los valores sociales, pues la forma en que una 
sociedad trata a sus integrantes menos favorecidos refleja el valor que confiere a la 
vida humana (OPS/OMS, 2007). 
La equidad es uno de los valores centrales de los sistemas de salud basados en la APS, 
pues se busca que los programas de salud de la AP promuevan el acceso al derecho a la 
salud y, en consecuencia, aunque parezca paradójico enunciarlo, que reduzcan la 
inequidad existente en el sistema de salud. 
Por ejemplo, considerando la promoción de los derechos sexuales y reproductivos por 
parte del sistema de salud, a través de las acciones que se desarrollan en los diversos 
efectores de salud en el marco del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, 
las mujeres y los varones pueden acceder a información y recursos que le permitan 
mejorar su salud sexual y reproductiva, conocer las distintas maneras de anticoncepción 
y reflexionar sobre diferentes modelos de familia para promover vínculos cada vez más 
democráticos libres de cualquier forma de violencia. 
Todo ello forma parte del acceso a la salud sexual y reproductiva y posibilita la 
construcción de ciudadanía cuando por ejemplo una mujer se acerca al Centro de Salud 
y demanda un método anticonceptivo, pero también cuando una adolescente se acerca 
a una guardia de un efector de salud y demanda la pastilla de emergencia, o cuando 
hace esto mismo un varón. La respuesta del efector de salud en todos los casos debe ser 
equitativa, lo que significa no sólo entregar el método anticonceptivo sino asimismo 
tener la capacidad de interactuar según las diferentes necesidades de las mujeres, de 
los y las adolescentes y de los varones respondiendo de una manera satisfactoria en 
todos los casos. 
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Asimismo, como el derecho a la salud está unido al valor de la equidad, a su vez refleja 
y ayuda a reforzar la solidaridad social, otro valor esencial en un sistema de salud 
basado en la APS. 
La solidaridad es el grado en el que los miembros de una sociedad trabajan 
conjuntamente para definir y conseguir el bien común (OPS/OMS, 2007). Los sistemas 
de salud basados en la APS requieren la solidaridad social para posibilitar que el sector 
salud trabaje conjuntamente con otros sectores y actores, cuya cooperación es 
necesaria para mejorar la salud y las condiciones que influyen en ella. Por ejemplo, 
para la promoción de la salud sexual y reproductiva en adolescentes sería necesario el 
trabajo conjunto con el sector educativo. La Ley Nacional de Educación Sexual Integral 
que promueve el abordaje de los derechos sexuales y reproductivos en todos los 
establecimientos educativos, en todos sus niveles y en todos los contenidos curriculares 
de las diferentes materias en forma transversal, refleja la importancia del trabajo 
intersectorial con la promoción de los derechos sexuales y reproductivos en niños, niñas 
y adolescentes desde el intercambio con el sector salud. 
 
 Principios: 
En los sistemas de salud basados en la APS los principios sirven de puentes entre los 
valores sociales y los componentes elementales, y pueden caracterizarse como: 
 
a) Dar respuesta a las necesidades de salud de la población: Las necesidades 
pueden ser definidas en forma “objetiva” si son definidas por expertos o por normas 
preestablecidas, como puede ser la necesidad que diagnostica un profesional de la salud 
de que una persona que tiene el virus del VIH comience con un tratamiento 
antiretroviral, porque se identifica una pauta funcional anómala en el organismo de 
acuerdo a indicadores o parámetros bioquímicos, o pueden ser definidas de manera 
“subjetiva” que son las necesidades directamente percibidas por las personas o por la 
población. Las necesidades subjetivas son sumamente importantes para un sistema 
basado en la APS pues debe atender las necesidades de la población de forma integral, 
respetando las diferentes necesidades de las personas según su género, etnia, situación 
14 
 
socioeconómica, política, religiosa, etc. Asimismo, este principio promueve el poder 
que tiene toda población de visualizar sus propias necesidades y de promover la 
participación comunitaria en la planificación de los programas y proyectos de salud. 
 
b) La orientación de los servicios de salud hacia la calidad: Cumplir con este 
principio es capacitar a los profesionales de salud con conocimientos e instrumentos 
necesarios para evaluar la eficiencia, efectividad y la seguridad de las intervenciones 
preventivas y curativas; para ello es necesario contar con métodos de garantía de 
calidad y de mejora continua de la misma (OPS/OMS, 2007). 
 
c) Responsabilidad y rendición de cuentas: La responsabilidad de los gobiernos en 
el cumplimiento de los valores y principios de la APS es imprescindible para garantizar 
que el acceso de la población al derecho a la salud y a todos los derechos sociales. El 
Estado debe garantizar las condiciones que aseguren los recursos necesarios para 
satisfacer las necesidades de salud de la población y, por lo tanto, la justicia social 
implica que las acciones del gobierno deben ser evaluadas por el grado en que aseguran 
el bienestar de todos los ciudadanos. 
 
d) Sustentabilidad: Los sistemas de salud basados en la APS deben programar sus 
acciones de acuerdo a los conceptos de la planificación estratégica, abordando los 
problemas de salud de acuerdo al logro de objetivos y metas claras y sostenidas a largo 
plazo más allá de los cambios de gobierno. La consideración de una realidadturbulenta 
debe ser parte de la planificación para lograr la resolución de los problemas, como así 
también la participación de la comunidad en todos los pasos de la planificación en 
salud. 
 
e) Participación ciudadana: La participación convierte a las personas en actores 
activos en la toma de decisiones sobre la asignación y uso de los recursos, en la 
definición de las prioridades y en la evaluación de las intervenciones. A nivel del sector 
salud, la participación de los ciudadanos garantiza que el sistema de salud refleje los 
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valores sociales y proporciona un modo de seguimiento y evaluación de las acciones 
públicas. 
 
f) Intersectorialidad: El sector de salud debe trabajar con diferentes sectores o 
actores (educación, vivienda, producción, agricultura, medio ambiente, protección 
social, planificación urbana, etc.) para velar por que las políticas públicas se alineen 
con el fin de maximizar su potencial contribución a la salud. 
 
 Componentes Elementales 
 
Los sistemas de salud basados en la APS están conformados por los siguientes 
componentes, que se interrelacionan entre sí y están presentes en todos los niveles de 
la atención: primaria, secundaria y terciaria: 
 
a) Cobertura y acceso universal: la cobertura universal implica que los mecanismos 
de financiación y organización son suficientes para cubrir a toda la población, 
eliminando la capacidad de pago por parte de las personas como barrera de acceso al 
sistema de salud. Asimismo, la accesibilidad implica la ausencia de barreras y 
obstáculos a la atención de salud, ya sean de tipo geográfico, económico, sociocultural, 
de género o etnia, entre otras. De esta forma, los servicios de salud requiere el enfoque 
intercultural y de género en la prestación de sus acciones. 
 
b) Fortalecimiento del Primer Nivel de Atención: se prioriza el nivel de atención 
primaria, de promoción de salud y de prevención primaria, por lo que los sistemas de 
salud deben reorientar sus prácticas priorizando las acciones de promoción y prevención 
para que la población mantenga su salud lo mejor posible o la recupere lo antes posible. 
 
c) Atención integral, integrada y continua: la integralidad en la atención es una 
función de todo el sistema de salud e incluye la prevención en la atención primaria, 
secundaria y terciaria. La atención integrada es complementaria de la integralidad 
16 
 
porque exige la coordinación entre todas las partes del sistema para garantizar la 
satisfacción de las necesidades de salud y su atención a lo largo del tiempo, así como a 
través de los diferentes niveles y lugares de atención sin interrupción. Para las personas 
la atención integrada es esencial pues implica un enfoque que abarca todo el ciclo de 
vida con la coordinación de una red de referencia y contrareferencia que conecta todos 
los niveles del sistema de salud. 
 
d) Orientación familiar y comunitaria: un sistema de salud basado en la APS no 
descansa exclusivamente en una perspectiva individual o clínica y considera que la 
familia y la comunidad son los ejes principales de la planificación y la intervención del 
sistema. 
 
e) Énfasis en la promoción y en la prevención: este tipo de intervenciones son de 
vital importancia para un sistema basado en la APS porque desde este enfoque, por un 
lado, se puede brindar a las comunidades y a las personas los recursos necesarios para 
que ejerzan mayor control sobre su propia salud y por otro lado es esencial para 
abordar los determinantes sociales de la salud. Estos fundamentos son ampliamente 
desarrollados en la Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud (1986) y la 
Declaración de Yakarta (1997). 
 
f) Cuidados apropiados: significa que el sistema de salud se centra en la persona 
como un todo y en sus necesidades, adecuando las respuestas a la comunidad local y a 
su contexto a lo largo de la vida. Los servicios de salud deben ser pertinentes, para ello 
es preciso que respondan a las necesidades comunes de toda la población atendiendo al 
mismo tiempo las diferencias de las necesidades específicas de diversos grupos de 
población, como por ejemplo: los niños, niñas y adolescentes, las mujeres, los adultos 
mayores, las personas con discapacidad, las poblaciones de migrantes, las poblaciones 
de pueblos originarios, entre otros. 
 
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g) Recursos Humanos adecuados: deben poseer los conocimientos y habilidades 
adecuados para conformar equipos de salud interdisciplinarios basados en el enfoque de 
la APS y capacitados en perspectiva de salud integral, interculturalidad y género, entre 
otros. 
 
 
 Gráfico que representa la permanente interacción en APS 
 
 
4. CRITERIOS DE REGIONALIZACIÓN 
 
La implementación efectiva de la APS supone un sistema regionalizado. El concepto de 
regionalización hace referencia a un sistema de organización de los servicios sanitarios 
pensado para responder a los diversos niveles de necesidad de la población (Starfield, 
2004). 
 VALORES 
COMPONENTES 
ESENCIALES 
 
PRINCIPIOS 
18 
 
El proceso de regionalización no debe concebirse como una simple división geográfica 
sino que se inscribe en un proceso de descentralización política y administrativa cuyo fin 
último es la mejora de la accesibilidad de la población a los servicios ofrecidos. 
En nuestro país, una de las primeras formas de organización del sistema de salud basado 
en el criterio de regionalización fueron las denominadas “áreas programáticas”, El 
término “áreas programáticas”, fue acuñado por primera vez en la década del 60 y las 
primeras aplicaciones prácticas del concepto datan de los años 70 (Lemus, 1993). Esta 
conceptualización ha tenido creciente importancia como medio para que los efectores de 
salud puedan delimitar acciones y responsabilidades administrativas y sanitarias en una 
determinada zona geográfica. 
De esta manera, Área Programática es definida como el ámbito geográfico de cobertura 
asignado a un establecimiento sanitario (hospital o cualquier otro efector de salud, como 
un centro de la salud del primer nivel de atención), para poner en práctica el programa 
de atención médica. El área programática se determina entonces según la capacidad de 
los servicios para implementar las actividades incluidas en sus programas preventivos o 
asistenciales, la posibilidad de acceso geográfico de la población y la relación con otros 
centros asistenciales. 
El concepto de áreas programáticas ha resultado de utilidad para organizar y coordinar 
las actividades de salud dentro de un programa determinado, pero una de sus mayores 
críticas es que centraliza todas las decisiones políticas y técnicas-administrativas en la 
figura del Hospital. 
Cabe distinguir este concepto del de Área de influencia, definido como el ámbito 
geográfico de donde proceden con cierta regularidad pacientes que concurren al 
establecimiento o a alguno de sus servicios espontáneamente. 
El área de influencia, habitualmente es mucho más amplia que el área programática, y 
debe ser también considerada en la programación de las actividades hospitalarias y en la 
coordinación con efectores ubicados en otras regiones geográficas. 
En la actualidad el proceso de regionalización no se concibe solo como una simple división 
geográfica sino que se inscribe en un proceso de descentralización política y 
administrativa mucho más amplio, cuyo fin es la mejora de la accesibilidad de la 
19 
 
 
población a los servicios de salud. Así es como el concepto de áreas programáticas ha 
dado paso a la definición de Áreas de Salud, acorde al proceso de transformación del 
modelo de atención que concibe la APS renovada. 
Las Áreas de Salud responden a la combinación de la descentralización política y 
administrativa (o funcional) que promueve la participación de la población como un 
elemento clave para la gestión de los problemas de salud, para la identificaciónde sus 
necesidades y la priorización en la asignación de los recursos existentes. 
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las áreas de salud se encuentran establecidas en 
la Ley Básica de Salud, Nro. 153/1999, su existencia corresponde a un proceso de 
descentralización funcional, es decir, que ciertas facultades y acciones que estaban 
centralizadas y se ejercían desde los Ministerios de Salud van a poder ser efectuadas por 
los funcionarios y equipos de salud a nivel local desde los efectores de salud. Esta 
descentralización que es básicamente administrativa se correlaciona con la 
descentralización política o territorial que se ha establecido en la Ciudad Autónoma de 
Buenos Aires a partir de la Ley de Descentralización Nro. 1777/2005, a través de la cual 
se han creado las Comunas definidas como unidades de gestión política y administrativa 
descentralizada con competencia territorial, patrimonio y personería jurídica. Las 
comunas potencian a los gobierno locales devolviendo a los niveles locales autonomía, 
competencias y facultades de diversas índoles (Secretaría de Salud de GCBA, 2002). 
La descentralización a través de las comunas se corresponde en el sector salud con la 
descentralización administrativa en las áreas de salud y con la transformación de un 
modelo de atención acorde a la estrategia renovada de la APS. 
Es de destacar que, para que dicha transformación sea exitosa, el modelo de atención 
desde la APS renovada debe facilitar la capacitación del equipo de salud en concepciones 
y prácticas orientadas hacia el enfoque de promoción y prevención, desde la 
interdisciplina y organización de redes. 
 
 
 
20 
 
5. LA RED DE SERVICIOS DE SALUD EN EL ÁMBITO TERRITORIAL 
 
El subsistema de atención en salud argentino, representado en sus tres subsectores 
(Público, de Seguridad Social y Privado) cumple con la responsabilidad de atención a 
través de una amplia red de prestadores de servicios. Tomando el Subsector Público, 
financiado por el presupuesto estatal, éste presta servicios individuales de atención 
asociado a la organización de hospitales y centros de atención dotados de diferentes 
niveles de complejidad y resolución (de Lellis, 2014). 
La provisión integral de servicios de salud se definen como “la gestión y prestación de 
servicios de salud de forma tal que las personas reciban un continuo de servicios de 
promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, gestión de enfermedades, 
rehabilitación y cuidados paliativos a través de los diferentes niveles y sitios de atención 
del sistema de3 salud y de acuerdo a sus necesidades a lo largo del curso de vida” (WHO, 
2008) 
Una de las funciones de la rectoría estatal en el marco de la APS es la coordinación de 
servicios entre instituciones que atienden a personas en diversos niveles de riesgo (de 
Lellis, 2014), que también debe enmarcarse en los postulados de la APS. 
El Primer Nivel de atención, constituye el nivel local más cercano a la población con 
atención de bajo riesgo. Allí se implementan acciones de inmunización, educación para 
la salud, promoción de la salud y prevención primaria. Se trabaja en red con 
organizaciones barriales, instituciones educativas y otros actores sociales de la 
comunidad que contribuyen a implementar acciones de detección de las necesidades de 
la comunidad del área geográfica lindante. Este nivel es el que una APS Renovada 
requiere de su fortalecimiento ya que contribuye a mantener sana a la población con las 
acciones de Promoción de Salud y Prevención Primaria, relacionándose estrechamente 
con acciones intersectoriales y enfoques comunitarios que promuevan el desarrollo 
humano y la salud. 
El Segundo Nivel de atención, representado por los hospitales generales reciben a la 
población de mediano riesgo y las instituciones altamente especializadas, que configuran 
el tercer nivel de atención y se encuentran dotadas de una elevada capacidad resolutiva, 
21 
 
reciben los casos de mediano o alto riesgo que en los niveles anteriores no pueden 
resolverse. 
La coordinación y derivación de atención entre estos tres niveles se realiza mediante 
- procedimientos de derivación o referencia de los niveles más básicos a los que 
tienen mayor capacidad resolutiva 
- procedimientos de contrarreferencia de los niveles más especializados a las 
instituciones del primer nivel para la supervisión y seguimiento de los casos, una 
vez disminuido el riesgo con que el fueron referidos. 
 
Asimismo, las acciones intersectoriales basadas en la APS son necesarias para abordar 
los principales determinantes de la salud de la población, creando sinergias entre el 
sector de la salud y otros sectores y actores como las escuelas, los lugares de trabajo, los 
programas de desarrollo económico y urbano, entre otros. 
 
 
6. PSICOLOGÍA Y ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD 
 
A pesar de que hemos formulado recurrentemente nuestra posición en torno a la 
necesidad de superar los planteamientos dualistas de base cartesiana (mente-cuerpo) que 
han impactado restrictivamente sobre el proceso de atención y han impedido el 
desarrollo de una visión integral (de Lellis, 2006), procederemos a una diferenciación de 
dos enfoques fundamentales y complementarios que hallan sustento en el plano 
administrativo y operativo: pues permiten pensar en las variadas formas de participación 
de la psicología en el marco de la estrategia de APS: a) La dimensión de lo mental 
(entendiendo aquí los procesos subjetivos de significación, interacción y afectivo-
emocionales) que se vinculan de forma genérica con el proceso salud-enfermedad-
atención, b) Aplicación de los principios de la APS a los procesos de transformación 
institucional y reestructuración de servicios ligados al campo tradicionalmente 
denominado como Salud Mental. 
 
22 
 
6.1. La dimensión de lo mental en el proceso salud-enfermedad-atención 
 
De acuerdo a Morales Calatayud (1999), quien recoge la experiencia desarrollada en 
Cuba incluso antes de la formulación de Alma Ata, la participación de la psicología halla 
plena justificación en el nivel primario de atención, en una muy variada gama de 
problemáticas y situaciones y escenarios que no se vinculan con cuadros patológicos 
severos sino con aspectos y circunstancias más frecuentes y esperables en el ámbito de la 
vida cotidiana y durante el ciclo vital de los individuos y familias. 
Siguiendo a este autor, podemos corroborar cuáles son las problemáticas que más a 
menudo llegan a consulta de los servicios en los cuales se desempeña o puede 
desempeñarse un psicólogo, y que pueden sintetizarse en las siguientes: 
Asimismo, dicho autor plantea un conjunto de prioridades de trabajo en APS que es 
factible organizar de acuerdo a las distintas etapas del ciclo vital: 
 
a) Salud Reproductiva 
 
 Prácticas sexuales sin protección que pueden ser la causa de un embarazo no 
planificado y/o de infecciones de transmisión sexual. 
 Dificultades de la pareja para el seguimiento y controles prenatal durante el 
embarazo 
 Violencia contra la mujer 
 Inadecuada preparación de la pareja y los demás familiares para el 
acontecimiento del parto y para brindar cuidados físicos y emocionales al 
recién nacido 
 
b) Salud infantil 
 
 Comportamientos y ambientes domésticos propiciadores de accidentes 
 Inadecuados patrones de crianza infantil e insuficientes respuestas y/o 
estimulación a las necesidades intelectuales y afectivas del niño. 
23 
 
 Maltrato sobre los niños, incluyendo el abuso físico 
 Uso inadecuado de los recursos disponibles para la atención y seguimiento de 
la salud del niño 
 Trastornos de aprendizaje y dificultades de adaptación del niño al ámbito 
escolar. 
c) Adolescencia 
 
 Iniciación en prácticas nocivas para la salud a mediano y largo plazo (ej: 
abuso de sustancias psicoactivas). 
 Mayor riesgo de accidentalidad, al ampliarse el espaciode desplazamiento 
físico o por la práctica de deportes de riesgo. 
 Dificultades de adaptación al medio familiar, la escuela y el ambiente 
social 
 Afrontamiento de situaciones y problemas novedosos vinculados con la 
toma de decisiones en el ámbito de los estudios, el trabajo y la vida social. 
 
d) Adultos 
 
 Adopción y/o sostenimiento de estilos y modos de vida poco saludables 
(riesgos en el deporte, hábito de fumar, ingerir bebidas alcohólicas, 
inadecuados comportamientos nutricionales, alcoholismo) 
 Dificultades en las relaciones familiares y la vida de pareja 
 Utilización inadecuada de los servicios de salud disponibles. 
 Utilización inadecuada del tiempo libre 
 Aislamiento social 
 Afrontamiento de las crisis vitales 
 
e) Adultos mayores 
24 
 
 
 Afrontamiento de las situaciones y crisis vitales frecuentes en esta etapa: 
jubilación, reducción de los recursos económicos, viudez, muerte o 
alejamiento de amigos, nuevos patrones de convivencia familiar. 
 Adaptación a las limitaciones impuestas por la enfermedad y/o el 
envejecimiento. 
 Disminución de las oportunidades para la utilización apropiada y placentera 
del tiempo libre 
 Uso inadecuado de los servicios de salud o dificultades de accesibilidad a los 
mismos 
 Aislamiento social y disminución de la autoestima 
 
Entre las actividades de promoción de la salud y prevención del riesgo de enfermar que 
pueden considerarse para actuar sobre dichas prioridades se pueden mencionar las 
siguientes: a) Realización de estudios y pesquisajes para identificar comportamientos 
nocivos para la salud; b) Intervenciones individuales, familiares, grupales e institucionales 
orientados a la promoción de estilos de vida y/o ambientes saludables; c) Desarrollo de 
acciones destinados a fortalecer las redes de apoyo y sostén, y la participación en 
actividades que impliquen el uso apropiado del tiempo libre; d) Disponibilidad de 
servicios de atención psicológica para la atención de los problemas y/o trastornos más 
frecuentes en las personas que acuden en busca de asistencia; e) Asesoramiento y/o 
capacitación de los restantes integrantes del equipo de salud para la atención del 
componente mental o intrasubjetivo que afecta las condiciones de salud/enfermedad; f) 
Disponibilidad e integración de recursos de asistencia psicológica para el tratamiento de 
enfermedades crónicas, en coordinación con otros servicios de salud; g) Diseño e 
implementación de acciones psicoeducativas destinadas a grupos específicos de la 
población para el abordaje de los problemas de salud prevalentes; h) Mediante su 
participación, un/a psicólogo/a en un equipo de salud puede habilitar una reflexión 
crítica sobre tales actitudes y comportamientos naturalizadas que puedan poner en riesgo 
25 
 
la salud de las familias y desarrollar a partir de allí acciones consensuadas junto con 
miembros de la comunidad tendientes a promover la salud y prevenir la enfermedad. 
Como bien surge de lo anterior, la psicología plantea enormes potencialidades para 
incorporarse a una variadísima gama de intervenciones promocionales, preventivas, 
asistenciales y de rehabilitación que caracterizar el rol de tales instituciones, 
integrándose a los equipos generales de salud. 
 
 
6.2. Aplicación de los principios de la APS a los procesos de transformación 
institucional y reestructuración de servicios ligados al campo de la Salud Mental 
 
Por la importancia que reviste en la tradicional inserción profesional de la psicología, y 
por la relevancia que hoy tiene en la reformulación de las políticas públicas de salud en 
Argentina aludiremos también al componente de salud mental en el marco de la 
estrategia de APS. 
La relevancia que tiene la salud mental en la estrategia puede consignarse haciendo 
mención a la incorporación de este componente como una de las prioridades 
programáticas (junto con Salud bucal, etc; etc,) y el conjunto de documentos 
internacionales que han alentado la reforma de los procesos institucionales inspirados en 
los postulados de APS: 
En nuestro país estas propuestas fueron recogidas cabalmente en diversos instrumentos 
normativos, tales como la ley de asistencia primaria en salud mental NROS , la ley de 
prevención del uso nocivo de alcohol y la ley de salud mental; sólo para citar a los más 
importantes. 
En relación a este aspecto conviene enfatizar que la reconversión de las instituciones 
monovalentes (manicomios), el fortalecimiento de la red de servicios asistenciales y la 
apertura de dispositivos sustitutivos, tal como lo prevé la Ley Nacional de Salud Mental 
Nro. 26657 y el Plan Nacional de Salud Mental deben recuperar los valores rectores, 
principios y componentes esenciales que definen a la APS renovada. 
26 
 
La Ley Nacional Nro. 25421, que crea el Programa Nacional de Asistencia Primaria en 
Salud Mental, señala que todas las personas tienen derecho a recibir asistencia primaria 
de salud mental obligando a las instituciones y organizaciones prestadoras de salud 
públicas y privadas a disponerlos recursos necesarios para brindar asistencia primaria de 
salud mental a la población bajo su responsabilidad, garantizando la supervisión y 
continuidad de las acciones y programas. Dicha ley, que no fuera aplicada entonces en 
virtud de la restricción presupuestaria impuesta a los gastos del Estado Nacional, ha sido 
rescatada como uno de los principales antecedentes e incorporados alguno de sus 
lineamientos principales en la formulación del Plan Nacional de Salud Mental del año 
2014. 
Por otra parte, la ley 26657 señala en el Artículo 9° que “El proceso de atención debe 
realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación hospitalario y en el marco 
de un abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la Atención 
Primaria de la Salud, y se orientará al reforzamiento, restitución o promoción de los 
lazos sociales”. 
Consecuentemente con lo planteado, las líneas de acción del Plan Nacional de Salud 
Mental, se hallan alineadas con la filosofía y los postulados de la APS. 
Para sintetizar cuáles son aquellos contenidos programáticos que encuentran mayor 
inspiración en la APS conviene revisar lo planteado en el Marco de referencia para la 
implementación de la estrategia regional de SM que fuera publicado por OPS, y cuyos ejes 
prioritarios se recuperaron al momento de discutirse el grado de implementación de la 
Declaración de Caracas (1990) y que diera origen al denominado Consenso de Panamá, 
entre los cuales pueden citarse los siguientes: 
 
a) Integrar o fortalecer el componente de salud mental en la APS dentro del 
primer nivel de atención 
 
Implica dotar a los centros de salud con menor nivel de especialización de recursos 
humanos calificados para atender las problemáticas habitualmente consideradas como 
“de salud mental”, tales como las adicciones, intentos de suicidio, crisis vinculadas a 
27 
 
psicosis, violencias) o bien promoviendo competencias básicas para tratar tales 
situaciones en los recursos que no poseen calificación especializada, tales como médicos 
generales, enfermeros y/o agentes de salud. 
 
b) Brindar atención especializada ambulatoria 
 
Los Centros de Saluid deben hallarse en el nivel más próximo posible a los lugares de 
residencia y/o trabajo, y establecer una estrecha dependencia con las restantes 
instituciones que cuentan con mayor complejidad resolutiva. Entre las acciones 
comprendidas está la promoción y prevención en salud mental, la asistencia y 
rehabilitación de patologías mentales, la atención en situaciones de crisis, la capacitación 
y/o asesoramiento al resto de los integrantes del/los equipos de salud, la 
promoción/apoyo/y transferencia de información a usuarios y familiares. 
 
c) Fortalecer y/o desarrollar servicios de salud mental en los hospitales generales 
 
Se enmarca en los procesos dereforma inspirados en la Declaración de Caracas y en lo 
que menciona la ley nacional, en el sentido de desarrollar una estrategia de integración 
de la salud mental en el sistema general de salud y al objetivo de descentralizar los 
servicios. Permite que el paciente sea atendido en los servicios generales de salud, que 
no se los someta al aislamiento/segregación y estigma propio de las instituciones totales 
y reciba los beneficios de una atención sanitaria integral, con los recursos especializados 
que se concentran en tales instituciones. La incorporación de la salud mental en los 
hospitales generales comprende la atención de las urgencias, la interconsulta con otras 
especialidades y la internación de personas con trastornos mentales 
 
d) Desarrollo de programas y dispositivos de base comunitaria que promuevan la 
externación e inclusión social 
 
28 
 
Tal como se ha planteado desde su formulación en Italia por Franco Basaglia los procesos 
de desinstitucionalización requieren la supresión progresiva de las instituciones 
monovalentes con régimen asilar (manicomios) el desarrollo de acciones y dispositivos 
sustitutivos al modelo asilar, tales como Centros de día, casas de convivencia, DRC, casas 
de medio camino; así como procesos de desarrollo laboral (cooperativas, empresas 
sociales) que promuevan oportunidades para la inclusión social. Ello implicará un 
adecuado proceso de seguimiento para garantizar la continuidad de cuidados y que los 
procesos de externación no se realicen de forma compulsiva sino de acuerdo a criterios 
que eviten toda forma de abandono del paciente. 
 
e) Asegurar la provisión de atención infanto-juvenil en los servicios especializados 
de salud mental 
 
Pese a las crecientes evidencias epidemiológicas que en muchos sitios alertan sobre los 
problemas de salud mental que afectan a los niños y continúan siendo insuficientemente 
registrados y atendidos con recursos especializados continúa existiendo un importante 
nivel de subregistro de esta problemática y una importante brecha en la accesibilidad a 
formas de tratamiento oportunas y eficaces para atender las dolencias de este grupo 
poblacional especialmente vulnerable. El fortalecimiento y/o desarrollo de servicios 
especializados, así como la capacitación en la temática de los equipos generales de salud 
son algunas de las líneas recomendadas y recogidas por el Plan Nacional de Salud Mental. 
 
f) Proveer atención a las personas con consumo problemático de sustancias 
psicoactivas 
 
Dado que las políticas públicas desarrolladas históricamente para actuar sobre los 
consumos problemáticos de sustancias psicoactivas han estado regidos por criterios de 
seguridad ello ha producido una fractura entre el campo de la salud mental y de las 
adicciones. La evidencia epidemiológica, no obstante, remarca la importancia que tienen 
las problemáticas relacionadas con el consumo de alcohol y otras drogas, la brecha de 
29 
 
tratamiento entre las personas que sufren esta clase de trastornos (por falta de acceso a 
servicios) y la escasa continuidad de cuidados de las personas que alcanzan a ser 
atendidas en un servicio de salud. Tales factores obligan a pensar en estrategias para 
incluir la atención de las adicciones al campo general de la salud mental, de acuerdo a lo 
formulado en la ley nacional y a lo que compone el Plan nacional. 
 
6.3. Roles y desafíos para el psicólogo en el equipo interdisciplinario de salud 
 
A partir del desafío de la APS renovada es necesario priorizar la capacitación de los 
psicólogos/as según la importancia del trabajo interdisciplinario, la orientación de las 
prácticas en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, desde la 
perspectiva de equidad, derecho y salud. 
Las creencias, actitudes, decisiones y comportamientos de las personas dependen en gran 
parte de la organización social en la cual se insertan, sus normas y costumbres, las pautas 
y creencias sostenidas a la vez por las familias, amistades y por los miembros de la 
comunidad a la que pertenecen. Por ejemplo, existen normas y costumbres que resultan 
favorables para la salud, como por ejemplo actualmente no fumar en lugares cerrados, 
en edificios públicos (escuelas y universidades, centros de salud, bibliotecas, etc), 
restaurantes, shoppings); pero en cambio existen otras pautas que pueden ser resultar 
negativas para la salud, como por ejemplo las creencias de algunas familias de no vacunar 
a sus hijos, o no permitir trasfusiones de sangre cuando corre en riesgo la vida de un niño 
o una niña. 
Los piscólogos/as para poder aportar la singularidad de su disciplina dentro de un equipo 
interdisciplinario de salud (médicos/as, psicólogos/as, ginecólogos/as, obstetras, 
nutricionistas, enfermeros/as, fonoaudilogos/as, entre otros) deben revalorizar los 
conocimientos que aportan, no sólo las teorías que nutren las ciencias del 
comportamiento sino también los aportes de las ciencias de la vida y de las ciencias 
sociales (Contandriopoulos, 2000) para poder comprender los factores determinantes de 
la vida en sociedad, los comportamientos y relaciones de poder que se originan entre los 
grupos de personas en un determinado contexto social. 
30 
 
En la actualidad, una de las orientaciones que ha cobrado relevancia en el abordaje de la 
prevención de la enfermedad es la neuropsicoinmunología pues nos permite comprender 
cómo una persona sometida a procesos de estrés crónico o prologado puede aumentar su 
vulnerabilidad biológica ante la enfermedad. Pero esta disciplina no nos da ningún tipo de 
respuestas sobre cómo el contexto social, en el sentido más amplio y complejo, actúa 
sobre la salud de las personas para mejorarla o afectarla. Es por esto, que la capacitación 
en las ciencias del comportamiento debe estar complementada con perspectivas sociales 
que nos permitan incorporar al análisis las relaciones entre los grupos y su influencia en la 
salud de las personas. 
El abordaje de los fenómenos sociales desde la perspectiva de interculturalidad y de 
género nos permite incorporar al análisis de los problemas de salud la existencia de 
relaciones desiguales de poder entre grupos sociales y entre varones y mujeres mediante 
normas y valores. La visibilidad de esta situación tiene consecuencias específicas para el 
sector salud, pues nos lleva a la comprensión de los comportamientos relacionados con la 
salud, no sólo desde las diferencias que dependen de las normas y costumbres, sino 
principalmente desde el análisis de las desigualdades de poder entre grupos, y de su 
acceso diferencial a recursos materiales y simbólicos. 
Es importante comprender que el objeto de interés en la perspectiva de género no son la 
mujer o el hombre, sino las relaciones de desigualdad social entre ellos y el impacto que 
esta desigualdad ejerce sobre la vida de las personas” (Gomez Gomez, 2002) siendo una 
función esencial de los equipos de salud brindar los recursos informativos necesarios para 
que la población tenga conocimiento de sus derechos y pueda ejercerlos plenamente. 
Por ejemplo, las intervenciones desde el sector salud sobre los problemas asociados al 
tema de violencia y desprotección de derechos, en niños, niñas, adolescentes, mujeres, 
migrantes o población de pueblos originarios, entre otros, necesita de un abordaje desde 
la perspectiva intercultural y de género donde los/as psicólogos/as tengamos la 
capacidad de abordar las desigualdades interculturales y de género como expresión de 
relaciones de poder que distribuyen de manera desigual el acceso de lo sujetos a 
diferentes recursos: materiales, sociales, económicos, laborales, de salud, etc; 
31 
 
garantizando desde el enfoque de derechos la accesibilidad de las todas las personas a 
todas las prestaciones de salud. 
Los/as psicólogos/as que incorporen en su formación todos estos enfoques tendrán las 
herramientas teóricasy prácticas necesarias para responder a los principios de la 
Atención Primaria de la Salud, mejorando la accesibilidad de toda la población al sistema 
de salud y contribuyendo al desarrollo de la equidad en salud. 
 
 
7. COMENTARIO FINAL 
 
Más de cuarenta años nos separan de la Declaración de Alma Ata. 
En el transcurso de este período se han planteado muy diversos enfoques interpretativos 
de los postulados de dicha Declaración, por lo cual conviene recuperar los fundamentos 
de una perspectiva integral, políticamente alineada con los procesos transformadores que 
garanticen mayores oportunidades de acceso al ejercicio de derechos vinculados con la 
atención de la salud. 
En el marco de las políticas públicas adoptadas en nuestro país sobresalen los planteos 
que destacan el componente de salud mental en la atención primaria de la salud y el 
proceso de reforma institucional de las instituciones asistenciales basadas en el enfoque 
de APS se abre un cúmulo muy importante de oportunidades; pero se podrán lograr 
efectivamente sus propósitos si se plantean auténticas transformaciones en la formación 
y gestión de los recursos humanos que integran el equipo interdisciplinario de salud. 
 
 
 
 
 
 
 
 
32 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
 
BIBLIOGRAFIA: 
 
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Contandriopoulos, A; (2000). La salud entre las ciencias de la vida y las ciencias sociales. 
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Aniversary Pack. Unnikrishnan, Bangalore, India. 
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Zurro, N; Cano Perez, J.F; (2003). Atención Primaria. Conceptos, organización y 
práctica clínica. Elsevier. España. 
 
 
NORMATIVAS: 
 
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Internacional para la Promoción de la Salud, OMS, Ottawa, Canadá. 
Declaración de Alma Ata (1978): Conferencia Internacional de Atención Primaria de la 
Salud, OMS, Rusia, ex U.R.S.S. 
Declaración de Caracas (1990): Resultado de la Conferencia Regional para la 
reestructuración de la Atención Psiquiátrica en América Latina dentro de los Sistemas 
Locales de Salud. Copatrocinado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS-
OMS) y Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 
Declaración de Yacarta (1997): Sobre la Promoción de la Salud en el Siglo XXI. Cuarta 
Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud, OMS, Yacarta, República de 
Indonesia. 
Decreto Reglamentario 603/13. Publicado en el Boletín Oficial el día 29/05/2013. 
Ley Nro 153 (1999): Básica de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. 
35 
 
Ley Nro, 1777 (2005): Comunas, Descentralización, Desconcentración de la Ciudad de 
Buenos Aires. 
Ley Nº 25.421/01. Programa de Asistencia Primaria de Salud Mental. Publicado en el 
Boletín Oficial el día 4/04/2001. 
Ley Nacional de Salud Mental 26657. Publicado en el Boletín Oficial el día 29/05/2013. 
Plan Nacional de Salud Mental. Resolución Nacional 2177/13. Ministerio de Salud de la 
Nación. 
 
36 
 
ANEXO 
A – Declaración de Alma Ata 
Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, 
Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978 
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, reunida en Alma-Ata en 
el día de hoy, doce de septiembre de mil nuevecientos setenta y ocho, considerando la 
necesidad de una acción urgente por parte de todos los gobiernos, de todo el personal 
de salud y de desarrollo y de la comunidad mundial para proteger y promover la salud 
de todos los pueblos del mundo, hace la siguiente Declaración: 
I 
La Conferencia reitera firmemente que la salud, estado de completo bienestar físico, 
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un 
derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un 
objectivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la 
intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud. 
II 
La grave desigualdad existente en el estado de salud da la población, especialmente 
entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es 
política, social y económicamente inaceptable y, por tanto, motivo de preocupación 
común para todos los países. 
III 
El desarrollo económico y social, basado en un Nuevo Orden Económico Internacional, 
es de importancia fundamental para lograr el grado máximo de salud para todos y para 
reducir el foso que separa, en el plano de la salud, a los países en desarrollo de los 
países desarrollados. La promoción y protección de la salud del pueblo es indispensable 
para un desarrollo económico y social sostenido y contribuye a mejorar la calidad de la 
vida y a alcanzar la paz mundial. 
IV 
El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la 
planificación y aplicación de su atención de salud. 
37 
 
V 
Los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos, obligación que sólo 
puede cumplirse mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas. Uno 
de los principales objetivos sociales de los gobiernos, de las organizaciones 
internacionales e de la comunidad mundial entere en el curso de los próximos decenios 
debe ser el de que todos los pueblos del mundo alcancen en el año 2000 un nivel de 
salud que les permita llevar una vida social y económicamente productiva. La atención 
primaria de salud es la clave para alcanzar esa meta como parte del desarrollo 
conforme al espíritu de la justicia social. 
VI 
La atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencialbasada en métodos y 
tecnologías práctivos, cientificamente fundados y socialmente aceptables, puesta al 
alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena 
participación y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada 
una de las etapas de su desarrollo con un espíritu de autorresponsabilidad y 
autodeterminación. La atención primaria forma parte integrante tanto del sistema 
nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del 
desarrollo social y económico global de la comunidad. Representa el primer nivel de 
contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, 
llevando lo más cerca posible la atencion de salud al lugar donde residen y trabajan las 
personas, y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia 
sanitaria. 
VII 
La atención primaria de salud: 
1. Es a la vez un reflejo y una consecuencia de las condiciones económicas y de las 
características socioculturales y políticas del país y de sus comunidades, y se basa en la 
aplicación de los resultados pertinentes de las investigaciones sociales, biomédicas y 
sobre servicios de salud y en la experiencia acumulada en materia de salud pública; 
38 
 
2. Se orienta hacia los principales problemas de salud de la comunidad y presta los 
servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para 
resolver esos problemas; 
3. Comprende, cuando menos, las seguientes actividades: la educación sobre los 
principales problemas de salud y sobre los métodos de prevención y de lucha 
correspondientes; la promoción del suministro de alimentos y de una nutrición 
apropiada, un abastecimiento adecuado de agua potable y saneamiento básico; la 
asistencia maternoinfantil, con inclusión de la planificación de la familia; la 
inmunización contra las principales enfermedades infecciosas; la prevención y lucha 
contra las enfermedades endémicas locales; el tratamiento apropiado de las 
enfermedades y traumatismos comunes; y el suministro de medicamentos esenciales; 
4. Entraña la participación, además del sector sanitario, de todos los sectores y 
campos de actividad conexos del desarrollo nacional y comunitario, en particular la 
agricultura, la zootecnia, la alimentación, la industria, la educación, la vivienda, las 
obras públicas, las comunicaciones y otros sectores y exige los esfuerzos coordinados de 
todos esos sectores; 
5. Exige y fomenta en grado máximo la autorresponsabilidad y la participación de la 
comunidad y del individuo en la planificación, la organización, el funcionamiento y el 
control de la atención primaria de salud, sacando el mayor partido posible de los 
recursos locales y nacionales y de otros recursos disponibles, y con tal fin desarrolla 
mediante la educación apropiada la capacidad de las comunidades para participar; 
6. Debe estar asistida por sistemas de envío de casos integrados, funcionales y que 
se apoyen mutuamente, a fin de llegar al mejoramiento progresivo de la atención 
sanitaria completa para todos, dando prioridad a los más necesitados; 
7. Se basa, tanto en el plano local como en el de referencia y consulta de casos, en 
personal de salud, con inclusión según proceda, de médicos, enfermeras, parteras, 
auxiliares y trabajadores de la comunidad, así como de personas que practican la 
medicina tradicional, en la medida que se necesiten, con el adiestramiento debido en lo 
social y en lo técnico, para trabajar como un equipo de salud y atender las necesidades 
de salud expresas de la comunidad. 
39 
 
VIII 
Todos los gobiernos deben formular políticas, estrategias y planes de acción nacionales, 
con objeto de iniciar y mantener la atención primaria de salud como parte de un 
sistema nacional de salud completo y en coordinación con otros sectores. Para ello, será 
preciso ejercer la voluntad política para movilizar los recursos del país y utilizar 
racionalmente los recursos externos disponibles. 
IX 
Todos los países deben cooperar, con espíritu de solidaridad y de servicio, a fin de 
garantizar la atención primaria de salud para todo el pueblo, ya que el logro de la salud 
por el pueblo de un país interesa y beneficia directamente a todos los demás países. En 
este contexto, el informe conjunto OMS/UNICEF sobre atención primaria de salud 
constituye una base sólida para impulsar el desarrollo y la aplicación de la atención 
primaria de salud en todo el mundo. 
X 
Es posible alcanzar un nivel aceptable de salud para toda la humanidad en el año 2000 
mediante una utilización mejor y más completa de los recursos mundiales, de los cuales 
una parte considerable se destina en la actualidad a armamento y conflictos militares. 
Una verdadera política de independencia, paz, distensión y desarme podría y debería 
liberar recursos adicionales que muy bien podrían emplearse para fines pacíficos y en 
particular para acelerar el desarrollo social y económico asignando una proporción 
adecuada a la atención primaria de salud en tanto que elemento esencial de dicho 
desarrollo. 
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud exhorta a la urgente y 
eficaz acción nacional y internacional a fin de impulsar y poner en práctica la atención 
primaria de salud en el mundo entero y particularmente en los países en desarrollo, con 
un espíritu de cooperación técnica y conforme al Nuevo Orden Económico Internacional. 
La Conferencia insta a los gobiernos, a la OMS y al UNICEF y a otras organizaciones 
internacionales, así como a los organismos internacionales, así como a los organismos 
multilaterales y bilaterales, a las organizaciones no gubernamentales, a los organismos 
de financiación, a todo el personal de salud y al conjunto de la comunidad mundial, a 
40 
 
que apoyen en el plano nacional e internacional el compromiso de promover la atención 
primaria de salud y de dedicarle mayor apoyo técnico y financiero, sobre todo en países 
en desarrollo. La Conferencia exhorta a todas las entidades antedichas a que colaboren 
el el establecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de la atención primaria de salud 
de conformidad con el espíritu y la letra de la presente Declaración.

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