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FUNCION Y ESTRUCTURA DEL CUERPO HUMANO (177)

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Capítulo 7 Sistema muscular 149
dentro de la célula muscular que conducen a su con­
tracción o acortamiento. El conjunto de una sola neurona 
motora y las células musculares inervadas por ella se 
conoce como unidad motora (v. fig. 7-5).
ESTÍMULO MUSCULAR
En el laboratorio es posible aislar una sola fibra mus­
cular y someterla a estímulos de intensidad variable 
para estudiar sus respuestas. Tales experimentos 
demuestran que una fibra muscular no se contrae 
hasta que el estímulo aplicado alcanza un cierto nivel 
de intensidad. El nivel mínimo de estimulación nece­
sario para que la fibra se contraiga se conoce como 
estímulo umbral.
Cuando la fibra muscular es sometida al estímulo 
umbral se contrae totalmente. Por esa razón se dice 
que la contracción de las células musculares es un 
fenómeno del tipo «todo o nada». Sin embargo, un 
músculo se compone de muchas fibras musculares 
controladas por unidades motoras diferentes y con 
niveles de estímulo umbral distintos. Aunque cada 
fibra de un músculo como el bíceps braquial responde 
por completo al estímulo o no lo hace en absoluto, no 
sucede lo mismo con el conjunto del músculo. Este 
hecho tiene una importancia capital en la vida diaria. 
Nos permite levantar una botella de refresco de 21 o 
un peso de 20 kg estimulando el mismo músculo, 
pero con contracciones de distinta fuerza. Las cargas 
diferentes activan un número distinto de unidades 
motoras. Una vez activada, sin embargo, la respuesta 
de cada fibra es del tipo «todo o nada».
TIPOS DE CONTRACCIÓN 
DEL MÚSCULO ESQUELÉTICO
Además de la contracción tónica especializada que 
mantiene el tono muscular y la postura, existen diver­
sos tipos de contracción, que se citan seguidamente:
1. Contracción espasmódica
2. Contracción tetánica
3. Contracción isotónica
4. Contracción isométrica
Contracciones espasmódica y tetánica
El espasmo es una respuesta brusca a un estímulo. 
Durante los experimentos de investigación se pueden 
provocar contracciones espasmódicas de músculos ais­
lados, pero este tipo de contracción tiene una relevancia 
mínima en la actividad muscular normal. Para producir 
los movimientos musculares coordinados y fluidos, 
necesarios en la mayoría de las tareas de la vida diaria,
los músculos no deben contraerse de forma espasmó­
dica, si no de un modo uniforme y progresivo.
La contracción tetánica es una respuesta más 
persistente que el espasmo. Se produce mediante una 
serie de estímulos que bombardean el músculo en 
sucesión rápida. Las contracciones sucesivas «se funden» 
para producir una contracción mantenida o tétanos. 
Alrededor de 30 estímulos por segundo provocan 
una contracción tetánica en ciertos músculos esquelé­
ticos. La contracción tetánica no es necesariamente 
una contracción máxima, en la que todas las fibras 
musculares responden al mismo tiempo. La mayor 
parte de las veces, solo unos pocos grupos de fibras 
musculares están contraídas al mismo tiempo.
Contracción isotónica
La contracción isotónica del músculo suele producir 
movimiento de una articulación. Con este tipo de 
contracción, el músculo cambia de longitud y la 
inserción se mueve en relación al origen (fig. 7-6, A).
Hay dos tipos de contracción isotónica. Una es la 
contracción concéntrica, en la que el músculo se 
acorta. La otra es la contracción excéntrica, en la que 
el músculo se alarga, pero sigue generando trabajo. 
Por ejemplo, levantar este libro requiere una con­
tracción concéntrica del músculo bíceps que flexiona 
el codo. Bajar el libro lentamente y con seguridad 
requiere una contracción excéntrica del músculo 
bíceps. Por tanto, lo que llamamos «contracción» 
muscular realmente es cualquier tracción del músculo 
con o sin acortamiento.
Andar, correr, respirar, levantar, girar y la mayoría 
de los movimientos del cuerpo son ejemplos de con­
tracción isotónica.
Contracción isométrica
La contracción de un músculo esquelético no siempre 
produce movimiento. A veces aumenta la tensión 
dentro del músculo, pero sin que este cambie de lon­
gitud. Cuando el músculo se contrae y no se produce 
movimiento, la contracción se conoce como contrac­
ción isométrica. El término isométrico procede del 
griego y significa «la misma medida». En otras pala­
bras, la longitud del músculo es aproximadamente 
igual durante la contracción isométrica que durante 
la relajación. Aunque los músculos no se acortan (y, 
por tanto, no se produce movimiento) durante las 
contracciones isométricas, sí aumenta la tensión en su 
interior (fig. 7-6, B). Por esta causa, las contracciones 
isométricas repetidas hacen que los músculos se de­
sarrollen y fortalezcan, lo que explica la popularidad
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