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FUNDAMENTOS DE FISIOLOGÍA Y ANATOMÍA (197)

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200 CAPÍTULO 9 El sistema muscular
mantiene la presión sanguínea en las arterias y venas, y 
ayuda en la digestión al estómago y los intestinos. 
Existen dos tipos de contracción. Cuando levanta-
mos una pesa, los músculos se acortan y engrosan. En 
este tipo de contracción, el tono o la tensión permane-
cen iguales, por lo que se conoce como una contracción 
isotónica. Cuando empujamos una pared o intentamos 
levantar algo muy pesado, los músculos permanecen a 
una longitud constante mientras que la tensión muscular 
incrementa, esto se conoce como una contracción isomé-
trica. A partir de este hecho, se ha desarrollado una serie 
de ejercicios, denominados ejercicios isométricos (como 
entrelazar los dedos de las manos y jalarlas hacia delante 
para desarrollar los bíceps). Estos ejercicios ayudan a 
desarrollar el tono o fi rmeza de los músculos. 
LA ANATOMÍA DEL MÚSCULO LISO
El músculo liso se encuentra en las estructuras del cuerpo 
que tienen luz, como los intestinos, vasos sanguíneos y 
la vejiga urinaria. No puede ser controlado voluntaria-
mente porque está bajo el mando del sistema nervioso 
autónomo, y también puede ser estimulado mediante 
hormonas. Cada célula de músculo liso contiene un solo 
núcleo alargado, y gracias a que sus fi bras son más del-
gadas que las del músculo esquelético, las estrías produ-
cidas por los arreglos de miosina y actina no son visibles. 
Las células se conectan por fi brillas que se extienden 
a la célula adyacente. En las estructuras como el intes-
tino delgado, el músculo liso presenta un arreglo en dos 
capas, una capa longitudinal externa, y una capa circular 
interna. La contracción de estas dos capas, donde la capa 
circular se contrae primero, resulta en la reducción de la 
longitud y en la circunferencia del tubo. Esta contracción 
impulsa el contenido en una sola dirección, por ejemplo, 
los alimentos digeridos o el quimo en el intestino, o la 
sangre, cuando se trata de las arterias o venas. Las célu-
las de músculo liso producen una contracción más lenta 
que la del músculo esquelético, pero la contracción del 
músculo liso permite mayor extensión muscular. 
En el músculo liso, las fi bras de actina y de miosina 
no se encuentran organizadas de forma regular, por lo 
que este tipo de músculo no presenta una apariencia 
estriada. Por ende, la contracción ocurre de forma simi-
lar, pero sin el arreglo regular de las fi brillas. Las fi brillas 
se deslizan juntas y de forma rítmica acortan la célula, 
pero una onda lenta de contracción pasa por toda la 
masa muscular conforme el impulso nervioso alcanza 
una célula y se transmite al resto de las fi bras o células 
musculares. 
LA ANATOMÍA DEL MÚSCULO 
CARDIACO
El músculo cardiaco no puede ser infl uenciado por 
nuestra voluntad, pues, al igual que el músculo liso, se 
encuentra bajo el control del sistema nervioso autónomo. 
lina liberada por las terminales axónicas de las células 
nerviosas. El potencial eléctrico se convierte en un poten-
cial de acción, y la señal viaja a través de los túbulos T 
para llegar al retículo sarcoplásmico. Después, los iones 
de calcio son liberados hacia el fl uido que rodea las mio-
fi brillas de actina y miosina, dando lugar a la contracción. 
Una vez que la bomba de sodio-potasio comienza a fun-
cionar, el calcio es reabsorbido y ocurre la relajación. 
La fuerza de la contracción depende de varios facto-
res: la fuerza del estímulo (un estímulo débil no logra una 
contracción); la duración del estímulo (aún cuando el 
estímulo sea fuerte, si se aplica por un milisegundo puede 
que no sea sufi ciente para que sea efectivo); la velocidad 
de la aplicación (un estímulo fuerte aplicado rápidamente 
puede no tener efecto aún cuando sea fuerte); el peso de 
la carga (uno puede levantar un bote de basura con una 
mano, pero no puede levantar una mesa); y, fi nalmente, 
la temperatura (los músculos operan mejor a una tempe-
ratura corporal normal, 37˚C o 98.6˚F en humanos). Un 
estímulo que sea lo sufi cientemente fuerte para incitar 
una respuesta en una célula muscular individual, produ-
cirá una contracción máxima. Puede que la contracción 
ocurra o no lo haga. Esto se conoce como ley del todo o 
nada. 
TONO MUSCULAR
El tono se defi ne como una propiedad muscular en 
donde un estado constante de contracción parcial puede 
ser sostenido. Algunas células musculares en un músculo 
particular siempre se contraerán mientras otras perma-
necen en reposo. Después, las que estaban en reposo se 
contraen, mientras que las que se contraían entran en 
relajación. Esto nos permite, por ejemplo, mantener la 
postura corporal por periodos largos sin mostrar sínto-
mas de cansancio, debido a que los estímulos nerviosos 
se alternan entre varios grupos de células musculares, 
permitiendo que todas éstas tengan periodos de reposo. 
El tono se refi ere al grado de fi rmeza que exhiben los 
músculos esqueléticos mientras mantienen una tensión 
ligera pero constante sobre los huesos que unen. El tono 
mantiene la presión sobre los contenidos del abdomen, 
Latente Acortamiento
Contracción
muscular
Relajación
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FIGURA 9-6. Análisis de laboratorio de una contracción 
muscular. 
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	CAPÍTULO 9 El sistema muscular
	Tono muscular
	La anatomía del músculo liso
	La anatomía del músculo cardiaco
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