Logo Studenta

Alcoholes

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Alcoholes
Etanol: 
Fuentes: 
· Bebidas alcohólicas 
· Combustible
· Industria: lacas, tintas, pinturas, plásticos, resinas, cosméticos, productos farmacéuticos…
Farmacocinetica: La cantidad de alcohol ingerida con una bebida determinada es proporcional a su grado alcohólico y al volumen ingerido. Tras su ingestión es rápidamente absorbido por la mucosa del estómago en un 30% y después por el intestino delgado en el 70% restante. Después de consumir el alcohol la absorción tiene lugar sobre todo en el intestino delgado, pero el vaciamiento del estómago y el ritmo de absorción intestinal dependen de varios factores. El ritmo de absorción se acelera proporcionalmente al aumento de la concentración alcohol ingerido, hasta un máximo del 40%, a partir del cual aparece un retardo en el vaciamiento gástrico con la consecuente lentificación de la absorción, efecto que también aparece en la ingestión de alcohol acompañado de alimentos. Se distribuye por los tejidos siguiendo el espacio del agua corporal y es casi completamente oxidado en el hígado siguiendo una cinética de orden cero (independiente de la concentración) a un ritmo de 15 a 20 mg/dl/hora dependiendo del peso corporal. La excreción pulmonar del etanol como mecanismo de eliminación tiene escaso interés. Pero desde el punto de vista analítico y judicial es de gran importancia, pues los métodos de análisis incruento se basan en la determinación del etanol presente en el aire espirado. Se ha calculado que el etanol presente en 2000 ml de aire espirado equivale al que hay en 1 ml de sangre arterial. Los alcohólicos crónicos pueden metabolizar el alcohol con doble rapidez. Sufre un primer paso débil metabólico en la mucosa gástrica y después difunde a todo el organismo por su coeficiente grasa/agua favorable. Su degradación es esencialmente por oxidación hepática en un 90% y un 10% puede ser eliminado por vías accesorias como son el cerebro, el riñón y el pulmón. El nivel de alcoholemia es el resultado de la absorción digestiva, de la distribución tisular, de la oxidación y de su eliminación. Se determina, bien por la medida directa de la concentración de etanol en sangre o bien indirectamente por la medida de la tasa en el aire espirado.
Absorción: 
· Digestiva 
· Pulmonar 
· Cutánea 
Distribución: se distribuye en distintos tejidos según la cantidad de agua que tenga el tejido.
Eliminación: 
· El 95% se elimina por biotransformación en hígado. 
· El 5% restante por vía respiratoria y por orina.
Capacidad de biotransformación del organismo: El 95% del etanol ingerido se va a eliminar por biotransformación. Lo que se excreta por volatilización a través de la respiración y lo que se elimina por transpiración y orina, no supera el 5%. 
· Expresado por peso corporal: 100 mg de etanol /kg de peso /hora ejemplo: un individuo de 70 kg puede eliminar 7 g (10 ml) /hora
· Expresado por volumen sanguíneo: 15 mg /100 ml de sangre /hora (factor  de widmark = 0.15 g/l /hora) 
Estimación de la concentración de etanol en sangre en el momento del accidente: 
c0 = c[ol]sangre + 15 mg%/ h x tiempo 
t = tiempo que transcurrió desde el accidente hasta la extracción de sangre
El etanol se convierte en acetaldehído por la acción de tres enzimas:
- Alcohol deshidrogenasa (ADH). En no alcohólicos el 90-95% de la oxidación del etanol se realiza por medio del ADH. Las mujeres tienen un nivel más bajo de actividad ADH gástrico que el hombre y esto contribuye a que las mujeres tengan valores más altos de alcoholemia que los hombres. La ADH es una enzima citosólica que oxida el etanol a acetaldehído utilizando como cofactor al NAD que se reduce a NADH. Luego el acetaldehído se oxida, por acción de la AldehídoDH (la reacción ocurre a gran velocidad) a ácido acético y el NAD se reduce a NADH. El ácido acético en presencia de CoA forma acetilCoA que entra al ciclo de Krebs y genera CO2 y agua además de cuerpos cetónicos, colesterol y derivados (hormonas corticosuprarrenales y sexuales, vitamina D, ácidos biliares), ácidos grasos y reacciones de conjugación de fármacos (N-acetilación de sulfonamidas, isoniacida, ácido p-aminosalicílico, etc). Toda esta producción de energía hace que un alcohólico no necesite un aporte externo desde el punto de vista calórico.
- Sistema microsomal de oxidación del etanol (SMOE), es un sistema enzimático dependiente del citocromo P-450 y contribuye con el 5-10% a la oxidación del etanol en bebedores moderados, pero su actividad aumenta significativamente en bebedores crónicos hasta un 25%. Cuando los niveles de etanolemia son altos se activa el sistema SMOE que contribuye a disminuir rápidamente los niveles.
- Sistema catalasa-peroxidasa dependiente del peróxido de oxígeno, la contribución a la oxidación del etanol es mínimo. Presente en el cerebro y otros tejidos.
Etanol → Acetaldehído → Acetato→ Acetilcoenzima A → CO2 + H2O
La cantidad de alcohol que puede pasar a acetaldehído y acetato va a depender de la cantidad de NAD disponible, que depende de la cantidad de NAD que produce la mitocondria. Para que el NADH vuelva a generar NAD se utilizan mecanismos de lanzadera. El oxalacetato pasa a malato que entra a la mitocondria y allí en presencia de
NAD se forma oxalacetato y luego 2-oxoglutarato que sale al citosol y se vuelve a transformar en oxalacetato que va a oxidar el NADH a NAD. Otro mecanismo es el de la dihidroxiacetona-P que en presencia de NADH pasa a α-glicero-P y el NADH pasa a NAD. El α-glicero-P pasa a mitocondria y en presencia de NAD vuelve a generar dihidroxiacetona-P que entra al citosol y es utilizado nuevamente para oxidar el NADH. La cantidad de alcohol que puede pasar a acetaldehído y acetato va a depender de la cantidad de NAD disponible, que depende de la cantidad de NAD que produce la mitocondria.
En el caso de un alcohólico, se está consumiendo el NAD constantemente y la capacidad de su organismo para producirlo está totalmente desbordada. Por lo tanto, estos sistemas en lugar de estar en un equilibrio, van a estar desplazados hacia la forma reducida. El individuo va a tener más lactato que piruvato en su circulación. El lactato
compite con el ácido úrico en los mecanismos de secreción renal por lo tanto el ácido úrico aumenta y es por ello que los alcohólicos pueden tener crisis gotosas (la gota se caracteriza por el depósito de ácido úrico en las articulaciones). El efecto final sería una acidemia hiperláctica con hiperuricemia.
Mecanismo de acción: 
El etanol es un fármaco depresor no selectivo del SNC, prácticamente se comporta como un anestésico general inhalatorio, produce el fenómeno de la parálisis descendente de acuerdo con la ley de Hughlings-Jackson, como es una sustancia mucho más hidrosoluble que los anestésicos inhalatorios, el periodo de inducción de la narcosis se prolonga mucho y el periodo quirúrgico propiamente dicho prácticamente coincide con la fase de parálisis
respiratoria, por ello el etanol no se ha utilizado como fármaco anestésico. El etanol es un fármaco estabilizador de membrana, disolviéndose en un componente lipoideo, inhibe el transporte activo de sodio, potasio, aminoácidos,
catecolaminas, etc.; además disminuye la actividad ATP-asa de membrana sodio-potasio dependiente, disminuye la utilización de ATP y el consumo de oxígeno. Al igual que otros depresores no selectivos del SNC como barbitúricos y la fenitoína, el etanol potencia los efectos inhibitorios del ácido gamma aminobutírico (GABA) en el Sistema Nervioso
Central e inhibe al receptor NMDA de aspartatoglutamato y reduce por lo tanto la actividad glutamatérgica, las interacciones con otros neurotransmisores como serotonina, catecolaminas y péptidos están menos estudiadas.
En cuanto a las acciones farmacológicas, el etanol produce un fenómeno de inhibición de inhibiciones con euforia, elevación del tono vital, mejoría superficial de la asociación de ideas, disminución del autocontrol y de la autocrítica, reducción de la visión, incoordinación muscular y alteraciones de los reflejos, disminución de la sensación de fatiga, disminucióndel umbral convulsivo. Potenciación de fármacos depresores centrales, cierto efecto hipnótico y analgésico, dosis más altas producen depresión del SNC que pueden llegar al coma y depresión respiratoria.
En cuanto al aparato cardiovascular, el etanol es un fármaco vasodilatador por favorecer la liberación de histamina, aunque este efecto ocurre con dosis altas y por vía parenteral. La disminución del dolor anginoso se debe más a su efecto euforizante y analgésico que a su efecto vasodilatador coronario, a dosis altas es un depresor cardíaco.
El etanol produce vasodilatación cutánea, lo que puede favorecer la termólisis y la disminución de la temperatura corporal, a dosis bajas o moderadas el alcohol etílico es antiagregante plaquetario, reduce la concentración plasmática de lipoproteínas de baja densidad (LDL) e incrementa la concentración plasmática de lipoproteínas de densidad elevada (HDL), es pues antiaterogénico, a concentraciones superiores, sin embargo, es aterogénico y empeora la hipertensión arterial actuando sobre el sistema reninaangiotensina-aldosterona. El etanol estimula la secreción clorhidropéptica, aunque a concentraciones elevadas durante mucho tiempo produce atrofia de las células secretoras. En el hígado el etanol incrementa la relación NADH/NAD inhibiendo la gluconeogénesis con hipoglucemia y esteatosis. El etanol inhibe la liberación de hormona antidiurética (ADH) y de oxitocina actuando sobre el hipotálamo, el alcohol etílico incrementa la liberación de beta endorfina actuando sobre la hipófisis anterior y a dosis elevadas aumenta la secreción de catecolaminas y de hormonas de la corteza suprarrenal. Sobre la sexualidad el etanol incrementa la libido, pero disminuye la potencia sexual provocando importantes disfunciones sexuales. Por otra parte es espasmolítico uterino porque inhibe la liberación hipotalámica de oxitocina. El etanol interfiere con la secreción de hormona luteinizante (LH) reduciendo la concentración sérica de testosterona, además inhibe la
hidroxilación de la testosterona en los testículos porque se acumula NADH en ellos por la actividad de la alcohol deshidrogenasa.
El etanol posee importantes efectos locales: es antiséptico en especial la concentración del 70 por ciento v/v, refrigerante, rubefaciente, astringente, expectorante, y anestésico local irreversible o neurolítico.
Efectos de una intoxicacion aguda y cronica
Las manifestaciones más importantes de la intoxicación etílica aguda son los cambios conductuales desadaptativos como la desinhibición de impulsos sexuales o agresividad, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y de la actividad social o laboral, lenguaje farfullante, descoordinación, marcha inestable, rubor facial, cambio del estado de ánimo, irritabilidad, locuacidad y disminución de la capacidad de atención. La conducta habitual del sujeto puede acentuarse o alterase. A veces se asocia una amnesia de los acontecimientos durante la intoxicación.
Los casos más graves de intoxicación determinan pérdida de conciencia, coma e incluso, muerte por depresión cardiorrespiratoria. Se considera dosis tóxica en adultos a 5 g/Kg y 3 g/Kg en niños. Aunque los niveles en sangre en no bebedores se correlacionan con los síntomas en bebedores crónicos se requieren niveles más altos para alcanzar
estados similares de intoxicación. La intoxicación puede manifestarse de una forma u otra según los niveles
sanguíneos de etanol: 
- 0.20-0.30 g/l: se afecta el control fino, el tiempo de reacción y hay deterioro de la facultad crítica y del estado de humor.
- 0.50-0.10 g/l: hay deterioro leve o moderado de las funciones cognitivas, dificultad para grandes habilidades motoras.
- 0.15-0.20 g/l: el 50% de las personas pueden estar muy intoxicadas con ataxia y disartria, grave deterioro mental y físico, euforia, combatividad.
- 0.20-0.30 g/l: náuseas, vómitos, diplopia, alteraciones del estado mental.
- 0.30 g/l: generalmente produce coma, además hipotensión e hipotermia en personas que no beben habitualmente.
- 0.40-0.50 g/l: rango letal, independientemente de que sea o no un alcohólico crónico.
La depresión vascular se debe a factores vasodepresores centrales y a depresión respiratoria. La hipotermia está favorecida por la primera fase de vasodilatación cutánea y sensación de calor, con aumento de la pérdida calórica y también pérdida del termostato central de la temperatura. La intoxicación alcohólica junto con las drogas de abuso y los trastornos psiquiátricos son las causas más frecuentes de hipotermia.
Las cantidades moderadas de alcohol producen efectos bien conocidos: reducción de la normal inhibición que se suele ejercer sobre la conducta y el lenguaje, euforia, sentimiento de confianza en sí mismo y hacia los demás, disminución de la sensación de fatiga. Son estos efectos, en un grado más o menos variable, los que hacen que el alcohol sea un elemento apetecible y aceptado dentro de la sociedad. Fácilmente se pasa de la
incoordinación muscular y del lenguaje, a la reducción de la ideación y capacidad mental.
Al aumentar el grado de intoxicación puede desarrollarse un tipo de conducta incontrolada cuyas manifestaciones pueden no ser previsibles aunque a veces depende de la personalidad individual. Aunque los síntomas y signos de la intoxicación aguda son bien conocidos y se descubren fácilmente; reacción de soledad, compasión de sí mismo,
o de confidencia, frente a reacciones violentas o depresivas con la aparición de disartria, ataxia, y labilidad emocional. No existe una correlación simple entre el volumen de alcohol, consumido y la capacidad del individuo para llevar a cabo con buen resultado tareas de tipo intelectual y manejo de vehículos. De hecho, algunos individuos trabajan mejor, en cuanto a percepción y tareas psicomotoras, con dosis ligeras o moderadas de alcohol. Esta paradoja se logra porque dosis pequeñas o moderadas de alcohol pueden actuar de una manera similar a la de un tranquilizante menor, o sea, disminuyendo la ansiedad que puede afectar a la destreza y el logro del trabajo.
La integración y la valoración de la información sensorial, más bien que el trastorno del propio ingreso sensorial, son las más gravemente comprometidas durante la borrachera. La capacidad del individuo para iniciar o conservar una atención sostenida al estímulo y juzgar las cualidades del mismo suele estar netamente disminuida después de
una ingesta moderada de alcohol. En tales condiciones, los individuos tienden a subestimar la velocidad y la distancia de los objetos. Los trastornos de la conducta asociados a la intoxicación aguda también dependen de factores relacionados con el ambiente.
En un grado mayor de intoxicación predomina la depresión generalizada del SNC, con estupor, sueño que puede llegar al coma parálisis respiratoria. La intoxicación etílica aguda cursa con las siguientes fases: pseudoexcitación por
desinhibición, hipnosis, narcosis y parálisis respiratoria. Se trata manteniendo la respiración, la presión arterial, la glucemia, y la temperatura corporal hasta que el etanol se elimine completamente del organismo. Conviene vigilar la hipoglucemia que puede presentarse en la intoxicación etílica aguda. La intoxicación etílica crónica es un caso
particular de la dependencia de hipnóticos. Cursa con alteraciones digestivas, trastornos nutritivos por carencias vitamínicas y proteicas, alteraciones hepáticas, hipomagnesemia, alteraciones neurológicas (polineuritis alcohólica, psicosis tóxica, delirio de celos, síndrome de Korsakoff, encefalopatía de Wernicke).
El Delirium Tremens alcohólico es el síndrome de abstinencia del etanol consumido de manera crónica y cursa con insomnio, temblor, sudación, anorexia, alucinaciones, y convulsiones. Se trata con diacepam, hemineurina, piridoxina, benzodiacepinas, clotiapina, y pentobarbital. El etanol es un importante fármaco teratógeno y puede provocar síndrome alcohólico fetal, caracterizado por microcefalia, anomalías faciales, y bajo cociente intelectual. El etanol potencia los fármacos depresoresdel SNC (benzodiacepinas, barbitúricos, hidrato de cloral, etc.).
El valor energético del etanol es de 7 calorías por gramo y puede cubrir aproximadamente hasta el 50% de las necesidades calóricas del metabolismo basal, pero no ocurre lo mismo en lo que refiere a la actividad muscular. En este sentido, en el etanol se puede considerar como un alimento y debe valorarse cuando se calculen las calorías
de una ración alimenticia, pero por la acción tóxica del etanol y de sus metabolitos no pueden ingerirse más de 100 gramos por día. Además, las bebidas alcohólicas no compensan la deshidratación, por su importante acción diurética. La oxidación del etanol incrementa la relación NADH/NAD, por lo inhibe la glucogénesis, favorece la
hipoglucemia, aumenta la síntesis de triglicéridos, disminuye la actividad del ciclo de Krebs e induce esteatosis. El alcohol etílico inhibe la eliminación renal del ácido úrico y puede desencadenar ataques de gota.
Tolerancia
Tolerancia significa que, después de un consumo continuado de cantidades idénticas de alcohol, se produce un efecto menor; en otras palabras, se necesita más alcohol para producir el efecto inicial. Aunque el cerebro necesita más alcohol para producir la sensación de ebriedad, el hígado y otros órganos internos deben procesar cada vez más
alcohol, por lo que corren el riesgo de sufrir daños permanentes. El sexo y el peso corporal, evidentemente, influyen en la cantidad de alcohol que tolera una persona. Los hombres, por lo general, son capaces de beber más alcohol que las mujeres antes de parecer ebrios. Las personas más grandes también suelen beber más que las personas pequeñas antes de notar los efectos del alcohol. Pero no son los únicos factores biológicos en juego.
1) Tolerancia de conducta: una persona acostumbrada a tomar se da cuenta cuando el alcohol comienza a hacer sus primeros efectos entonces mediante la voluntad y la conducta puede modular el consumo. La persona que no está acostumbrada no tiene esacapacidad.
2) Farmacocinética: ya que un alcohólico posee un efecto inductivo sobre la alcoholDH.
3) Farmacodinámica: por los mecanismos adaptativos de las membranas en el alcohólico.
La cantidad de alcohol que llega a las membranas es la misma en un etilista y en el que no lo es, pero la respuesta es distinta. El no etilista va a estar con una gran borrachera pero el etilista no.
Mecanismos de la deficiencia nutricional: 
1. Aporte dietario inadecuado. 
2. Vómitos, diarrea, esteatorrea. 
3. Absorción disminuida de vitaminas A, D, K, E, ácido fólico, B1, B12. 
4. Aumento de las demandas metabólicas. 
5. Necesidades aumentadas de síntesis de DNA/RNA y regeneración hepática. 
6. Depósito hepático disminuido, liberación de células necróticas.
Interacciones
El etanol potencia a los fármacos depresores del SNC: benzodiacepinas, barbitúricos, neurolépticos, hidrato de cloral, etc., también potencia a los antihistáminicos H-1, antiepilépticos, etc.
En administración crónica el etanol es un fármaco inductor enzimático y modifica el metabolismo de la fenitoína, isoniacida, anticoagulantes dicumarínicos, paracetamol, paraquat, hidrocarburos halogenados, etc. El metabolismo del etanol es interferido por disulfiram, nitrofuranos, sulfonilureas, carbimida cálcica citratada, dimetilformamida, paraldehído, dietilditiocarbamato, atebrina, tolazolina, cloranfenicol, procarbacina, etc. El etanol intensifica, los efectos tóxicos de: etionamida, guanetidina, nitroglicerina, sulfonilureas, biguanidas, salicilatos, incrementa la hepatotoxicidad del metotrexato. Los inhibidores de monoamino oxidasa pueden producir crisis hipertensivas
en aquellos sujetos que ingieren bebidas alcohólicas que contienen tiramina. El etanol interfiere la oxidación del metanol y del etilenglicol y en este hecho se basa su utilización por la intoxicación aguda por estas sustancias.
El etanol interfiere con numerosas pruebas de laboratorio, tales como la actividad aldolasa, amilasa, creatinfosfoquinasa, transaminasas, gamma glutamiltranspeptidasa, fosfatasa alcalina, determinación plasmática de bilirrubina, colesterol, corticoides, triglicéridos, glucosa, lactato, ácido úrico y con la determinación urinaria de
catecolaminas y ácido 6-hidroxiindolacético.
Otros efectos del etanol
1) Productos potencialmente tóxicos resultantes del metabolismo del etanol. La enzima alcoholDH convierte el alcohol en acetaldehído, el cual puede reaccionar con diversas proteínas en la célula generando moléculas híbridas conocidas como aductos. Los aductos en el ADN, por la unión de compuestos como acetaldehído y bases modificadas, son conocidos por su capacidad de inducir mutaciones en el ADN que facilita la activación de oncogenes o inactiva genes supresores de tumores, o induce respuesta inmune por el reconocimiento de proteínas con uniones de estructuras foráneas que son reconocidas por el sistema inmune.
La enzima del completo citocromo CYP2E1 también genera acetaldehído así también como moléculas con alto contenido de oxígeno, conocidos como radicales libres. Estas moléculas generan estrés oxidativo, que generan daño celular. Estos radicales también interactúan con lípidos de la célula en un proceso conocido como peroxidación
lipídica, resultando en moléculas como malondialdehído (MDA) entre otras. En resumen, el acetaldehído, metabolito del alcohol, se acumula produciendo daño hepático por su capacidad para generar la formación de aductos en el ADN en sitios apúrinicos y apirimidínicos. Igualmente, la generación de ROS durante el metabolismo del alcohol por la enzima CYP2E1, compuestos en donde se incluyen peróxido de hidrógeno (H2O2), superóxidos y radical hidroxilo, tiene un papel importante por la capacidad de generar daño, tanto en el ADN como en la oxidación de ácidos grasos
2) La gluconeogénesis es la formación de moléculas nuevas de glucosa a partir de precursores que no son hidratos de carbono, se produce principalmente en el hígado. Satisface las necesidades corporales de glucosa cuando en la dieta no se dispone de suficientes carbohidratos. En la figura se muestra la vía de la gluconeogénesis a partir del
piruvato. En el etilista el piruvato está desplazado a lactato, por eso la gluconeogénesis está inhibida. Como en un alcohólico las reservas de glucógeno también se consumen por glucógenolisis es común que exista hipoglucemia. Si comen normalmente esto no se produce.
3) En condiciones normales el glicerol-3P junto con los ácidos grasos forma los glicéridos que con el colesterol y las apo B forman la VLDL. Los ácidos grasos que llegan en parte son quemados. El alcohol es muy energético y aporta muchas calorías al organismo, por eso el hígado no va a tener necesidad de quemar ácidos grasos y por lo tanto su oxidación va a estar inhibida. También aumenta la síntesis de ácidos grasos ya que la acetil CoA se canaliza en esa dirección debido al exceso de NADH y a la inhibición del ciclo de Krebs. En un etilista la dihidroxiacetona-P está desplazada hacia α-glicero-P, provocando un aumento de glicérido (precursor de TG) que con el aumento de ácidos grasos va a provocar un aumento de VLDL. Estos glicéridos transportados por la VLDL van a formar el hígado graso. Las VLDL van a la circulación y hace que aumenten los TG plasmáticos.
En resumen los elevados niveles de NADH citosólicos conducen a desviación de piruvato en lactato, así como una incapacidad para convertir el lactato a piruvato que representa la interrupción importante en la gluconeogénesis hepática normal. El aumento de la producción de lactato a su vez resulta en excesiva lactato de entrega a la sangre y
una acidemia láctica. Además, el metabolismo del etanol crónico conduce a alteración de la oxidación de ácidos grasos y un desvío de carbonos en grasas que se traduce en un aumento de los triglicéridos y de la producción de VLDL causando infiltración grasa y, finalmente, daños en el hígado y el fracaso. Contribuir a la progresión a daño en el hígado y el fracaso es el aumento de la producción de reactivos especies de oxígeno (siglas enInglés: ROS) dentro de la mitocondria, como consecuencia del aumento niveles de NADH mitocondrial. El ROS causa estrés mitocondrial que conduce a la activación de la vía de la apoptosis mitocondrial y la muerte de hepatocitos.
Tratamiento de una intoxicación aguda
El diagnóstico se basa en una anamnesis que constate la ingestión de bebida alcohólica, la eliminación de otras causas responsables de síntomas similares: hipoglucemia, y de la evolución: regresión de los síntomas a las 3-6 horas siguientes.
El tratamiento de la intoxicación etílica aguda es de sostén, intentando proteger al paciente de traumatismos secundarios. Vigilancia estrecha de las posibles complicaciones como vómitos y trastornos respiratorios. Exploración física adecuada y completa, para evitar dejar pasar una patología acompañante. Ante coma con aspiración o convulsiones se hará intubación y ventilación mecánica, así como tratamiento anticonvulsivante. Se administrará dextrosa intravenosa en todo paciente con alteración del estado mental previa tira reactiva y se trasladará al hospital. Se debe de atender en un lugar tranquilo y vigilarlo. Adoptar posición de seguridad. Control neurológico frecuente. Constantes vitales tomadas frecuentemente para despistar otro proceso grave asociado. Vigilar vía
aérea, respiración y situación hemodinámica. Indagar por la existencia de otros posibles tóxicos. Vigilar la hipoglucemia y acidosis metabólica. En supuestos alcohólicos crónicos se administrará tiamina para evitar el Síndrome de Wernicke-Korsakoff. Mantenerlo bien abrigado para evitar la hipotermia. Si agitación psicomotriz, clorazepato dipotásico, hasta que se inicie un principio de sedación y valorar si es necesaria la contención física. Son
frecuentes en estos enfermos las complicaciones respiratorias derivadas de un exceso de sedación, realizándose una estrecha monitorización cardiorrespiratoria, evitando siempre el exceso de fármacos sedantes por las frecuentes depresiones respiratorias que se producen. En caso de intoxicaciones letales, etanolemia > 0.50 g/l, se puede considerar la hemodiálisis para aumentar la tasa de eliminación de etanol, especialmente en niños, cuando no mejoran con el tratamiento de soporte y ante convulsiones persistentes, trastornos metabólicos, hipoglucemia persistente y posibilidad de intoxicación con otras drogas. Dejarlo en sala vigilada por enfermería, con familiares y amigos, durante varias horas. Cuando mejore y se pueda valer por sí mismo se le dará el alta médica. Mejor
acompañado de familiares o amigos. No son útiles en la intoxicación etílica aguda: el lavado gástrico (por la rápida
absorción del etanol), carbón activado (no bloquea a etanol), ni catárticos, la administración de vitamina B6 intavenosa, la cafeína, u otros remedios caseros: “café con sal”, la diuresis forzada, antídotos. En la actualidad, no se cuenta con agentes de utilidad clínica que puedan revertir todos los efectos farmacológicos del alcohol.
Sindrome de abstinencia
Como el alcohólico desarrolla dependencia física, la falta de etanol origina la sintomatología que se detalla en la tabla. Es frecuente la comorbilidad médica destacando la desnutrición, deshidratación, hepatopatías, sangrado de tubo digestivo y procesos infecciosos. Los problemas psiquiátricos que se pueden presentar durante el síndrome de
abstinencia incluyen ansiedad, trastornos psicóticos (alucinatorios y/o delirantes) y delirium. Además es frecuente que los pacientes consuman otras sustancias lo que da lugar a cuadros de intoxicación y abstinencia más complejos.
El manejo adecuado de los pacientes en síndrome de abstinencia disminuye notablemente la aparición de crisis convulsivas y delirium tremens, además de controlar los síntomas de ansiedad o psicóticos presentes. Los objetivos del tratamiento son: estabilizar las variables vitales del paciente, disminuir la sintomatología del síndrome de
abstinencia, prevenir la aparición de crisis convulsivas y delirium tremens, iniciar el tratamiento de las complicaciones médicas y psiquiátricas, prevenir la aparición de encefalopatía de Wernicke, facilitar el ingreso del paciente a un tratamiento a largo plazo.
Tratamiento en una intoxicación crónica: 
· Estabilizar las variables vitales del paciente. Soporte: ambiente tranquilo, hidratación, corrección electrolítica, nutrición, cuidados de enfermería 
· Disminuir la sintomatología del síndrome de abstinencia 
· Prevenir la aparición de crisis convulsivas y delirium tremens (benzodiacepina).
· Facilitar el ingreso del paciente a un tratamiento a largo plazo
Disulfiram: 
· Se usa para tratar el alcoholismo crónico 
· Causa efectos desagradables cuando se consumen incluso cantidades pequeñas de alcohol. 
· Estos efectos incluyen rubor, cefalea (dolor de cabeza), náuseas, vómitos, dolor en el pecho, debilidad, visión borrosa, confusión, transpiración, asfixia, dificultad para respirar y ansiedad. 
· Estos efectos comenzarán cerca de 10 minutos después de haber ingerido alcohol y podrán durar hasta 1 hora o más. 
· El disulfiran no es una cura para el alcoholismo, pero disminuye la necesidad de beber.
Laboratorio
La valoración del nivel de alcoholemia, sólo es válida para la detección del consumo reciente de alcohol, prueba por lo tanto útil en los controles de conductores, pero no es válida para la detección de bebedores crónicos.
No hay una prueba específica que detecte de forma inequívoca, a los consumidores de alcohol y hay que recurrir a pruebas indirectas: 
· Volumen Corpuscular Medio (VCM): En un estudio de la serie roja, en ausencia de anemia, un aumento del VCM puede orientar hacia un consumo alto de alcohol. Es una prueba bastante específica, pero poco sensible. El VCM se encuentra elevado en 31-96% de pacientes alcohólicos. Se origina por efecto tóxico directo del alcohol sobre los hematíes, deficiencia de ácido fólico y hepatopatía asociada. Los pacientes presentan macrocitosis (anemias por déficit de vitamina B12 o ácido fólico).
· Pruebas del funcionalismo hepático: Es sabido que el consumo crónico de alcohol, produce un efecto hepatotóxico, que deriva en muchos casos y a lo largo de los años, en cirrosis. Es por lo tanto posible detectar el consumo de alcohol a través de pruebas del funcionalismo hepático, aunque obviamente
no sean específicas.
· Gamma-Gluamil-Transpeptidasa (g-GT): Es una enzima que se encuentra en el endotelio de las membranas y su función es mediar en el transporte de péptidos y en el metabolismo del glutatión. En situación de consumo crónico de alcohol, se elevan los niveles séricos de g-GT. Es una prueba bastante sensible, pero poco específica. No se modifica tras la ingestión aguda de alcohol, sino tras la ingestión crónica.
Durante muchos años ha sido la prueba de screening recomendada en muchos países, para la detección de consumidores de alcohol, indicada en legislaciones de seguridad en el trabajo. Sin embargo, aunque sensible, es poco específica. Se eleva también -además de hepatopatias de otra etiología- en la obesidad, tabaquismo, diabetes,
hipertriglicerinemia, presión sanguínea alta, también puede ser inducidos sus valores altos, por diversos tipos de fármacos. Los niveles altos debidos al consumo de alcohol, suelen volver a la normalidad después de cuatro o cinco semanas de abstinencia.
· Transaminasas: De forma semejante a la anterior pero con menos sensibilidad y también con poca especificidad, están los valores de GOT y GPT. Inducido por el alcohol, se produce un aumento de la permeabilidad de las membranas del hepatocito y hay un incremento del paso de las transaminasas del citoplasma del hepatocito a la sangre. Estamos, por lo tanto, ante marcadores de una lesión hepática y no directamente de consumo de alcohol. 
· Transferrina Deficiente en Carbohidratos (CDT): La Transferrina en condiciones normales va unida a cadenas de ácidos siálicos. Se ha descrito un déficit congénito en el que la transferrina no se une, o lo hace en muy poca cantidad, a las cadenas de ácidos siálicos. Este síndrome se caracteriza porhipotonía y debilidad muscular. Se ha visto que el consumo crónico, de niveles altos de alcohol, actúa sobre la transferrina,
de forma que se une con menos radicales de ácido siálico de los habituales, conociéndose dicha molécula como "Transferrina Deficiente en Carbohidratos" (Carbohydrate Deficient Transferrin = CDT).
Hay métodos recientes de laboratorio, capaces de detectar los niveles de la CDT, siendo una prueba bastante específica de consumo de alcohol. Para que se eleve la CDT, se necesita un consumo de unos 60 gramos de alcohol al día (que están en 5 cervezas o 4 vasos de vino, o tres copas de coñac, o whisky), durante 7-10 días consecutivos. En
mujeres es algo menos sensible que en hombres. Su vida media es de 15 días, por lo que tras la abstinencia sus valores se normalizan en dos semanas y vuelve a subir tras las recaídas. Utilizado en monitorización y control de la abstinencia.
· Esteres etílicos de ácidos grasos (FAEE): Desde el punto de vista metabólico y fisiopatogénico la vía oxidativa es la de mayor importancia. Pero existe una vía no oxidativa donde el etanol reacciona con los ácidos
grasos y forma ésteres etílicos de los ácidos grasos (FAEE). Los mismos pueden detectarse por HPLC luego de 24 hs o más de haber ingerido etanol. 
Para el seguimiento de un tratamiento de un paciente alcohólico, y detectar recidivas en el consumo, las pruebas más aconsejables para seguir el proceso son la CDT asociada a la g-GT. La CDT sola puede detectar un 65% de recidivas, mientras que si se realiza conjuntamente con la g-GT se llegan a detectar un 74% de las mismas. El valor del VCM es también útil aplicado a cada caso individual, es decir valorar los datos de cada paciente a lo largo del control de tratamiento y no valorarlos en función de su rango de normalidad.
Síndrome de alcoholismo fetal: Características: 
· Poco peso al nacer 
· Circunferencia pequeña de la cabeza 
· Falta de crecimiento 
· Retraso del desarrollo 
· Falla orgánica 
· Anomalías faciales, que incluyen ojos de tamaño inferior a lo normal, mejillas aplanadas y la ranura entre la nariz y el labio inferior mal desarrollada
Jarra loca: 
· Compuesta por alcohol y psicofármacos, es una bebida letal para quienes la toman en exceso. 
· En Argentina, ya se cobró la vida de varios jóvenes. 
· En un intento por racionalizar esta moda algunos describen los distintos tipos de mezclas que se pueden hacer para alcanzar distintos objetivos pero es frecuente encontrar mezclas absurdas y decididamente peligrosas, a las que no se les puede encontrar ninguna explicación lógica. 
· La dosis o proporción de medicamentos de estas mezclas resultan totalmente aleatorias y por lo tanto desconocidas para el médico tratante. 
· A su vez la cantidad que cada participante ingiere también puede resultar variable. Estos hechos agregan una variabilidad elevada a cada episodio de intoxicación.
Metanol
Fuentes: 
· Disolvente en barnices, tintas, limpiavidrios, anticongelante 
· Alcohol de quemar 
· Adulterante en bebidas alcohólicas 
· Combustible alternativo
Farmacocinética 
· Absorción: Digestiva, Pulmonar, Cutánea
En el caso de la vía oral se absorbe totalmente entre 30-90 minutos, tiempo en el cual alcanza su máxima concentración plasmática. Luego, en el proceso de distribución, el metanol perfunde rápidamente en todos
los órganos (se distribuye de acuerdo al contenido acuoso) y no se une a proteínas, razón por la cual se puede dializar. Su volumen de distribución es de 0,6 a 0,7 l/kg, con lo cual su penetración en tejidos es baja. La mayor parte del metanol circula a nivel plasmático, atraviesa la barrera hematoencefálica y es metabolizado lentamente en el hígado. La vida media oscila entre 12 a 24 horas. Alrededor del 10% del metanol es excretado sin cambios por el riñón y a través del pulmón. El 90% restante es metabolizado en el hígado mediante dos procesos enzimáticos. El primero de ellos constituye el paso de metanol a formaldehido mediante la enzima alcohol deshidrogenasa. Posteriormente, un segundo proceso oxidativo realizado por la aldehído deshidrogenasa permite el paso de formaldehído a ácido fórmico el cual se elimina por vía urinaria. La afinidad de la enzima alcohol deshidrogenasa por
el etanol es 20 veces más alta.
· Biotransformación:
Efectos:
En cuanto a los efectos de estos agentes, metanol y sus metabolitos, se describe que el metanol per se sólo produce depresión del sistema nervioso central (SNC), siendo sus metabolitos los responsables del efecto tóxico. El metanol es un depresor directo del SNC. Produce alta mortalidad y secuelas invalidantes. El cuadro clínico inicial es similar a la sobredosis de etanol: embriaguez o borrachera, con cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal de tipo cólico. Si presentan midriasis precoz es un signo de mal pronóstico porque significa una pérdida irreparable de la función visual. Los metabolitos son los responsables de la acción tóxica: El formaldehído afecta la retina y en intoxicaciones severas puede llegar a producir ceguera por destrucción retinal y degeneración del nervio óptico. El ácido fórmico produce acidosis metabólica e inhibe el metabolismo en distintos procesos enzimáticos. Dado que el formaldehido y el ácido fórmico son los responsables del efecto tóxico del metanol, evitar su metabolismo constituye una estrategia clásica en cuadros de intoxicación. El etanol compite por la Alcohol deshidrogenasa siendo la afinidad de este último 20 veces mayor, constituyendo una alternativa de tratamiento en casos de intoxicación. Por otro lado, el uso de folatos favorece la biotransformación del ácido fórmico a CO2 y agua, disminuyendo sus niveles de concentración y por ende su efecto dañino.
En términos de su toxicidad, la dosis tóxica del metanol es de 10-30 ml (100 mg/kg), aunque ingestas menores han causado ceguera. Es letal por encima de 60-240 ml (340 mg/kg).
Los síntomas de una intoxicación por metanol pueden incluir: dificultad respiratoria, ceguera, completa o parcial, a veces descrita como "ceguera de la nieve", visión borrosa, dilatación (ensanchamiento) de las pupilas, presión arterial baja, comportamiento agitado, coma (inconsciente), confusión, dificultad para caminar, mareo, dolor de cabeza, crisis epiléptica, uñas y labios azulados, dolor abdominal (fuerte), diarrea, problemas con la función hepática, incluso ictericia (piel amarilla) y sangrado, náuseas, pancreatitis (náuseas, vómito, y dolor abdominal), vómitos, a veces con sangre, fatiga, calambres en las piernas, debilidad.
Cuadro clínico
En las primeras horas (período de latencia): Después de la ingestión, los pacientes intoxicados con metanol pueden presentar cefalea precoz (generalmente de tipo pulsante), gastritis, embriaguez, náuseas, vómito, poco diferenciables de la intoxicación etílica. La acidosis no se presenta usualmente, porque el metabolismo de las sustancias tóxicas no ocurre tan rápidamente. Se puede encontrar elevación de la brecha aniónica (anion-gap). El periodo de latencia puede ser mayor cuando el etanol es ingerido concurrentemente con el metanol.
Después del período de latencia: Por encima de 30 horas, se presenta acidosis metabólica severa, desórdenes visuales, ceguera, convulsiones, coma, y puede ocurrir la muerte. Los pacientes describen alteraciones visuales, como visión borrosa, fosfenos, escotomas, colores alrededor de los objetos y otros. En el examen del fondo de ojo se puede evidenciar hiperemia del disco óptico o papiledema. La midriasis precoz y no reactiva es un signo de mal pronóstico y significa pérdida irreparable de la función visual.
Toxicidad: 
Aguda: vía digestiva. Leve, moderada, grave 
Crónica: vía respiratoria 
Dosis letal: 1.0 ml/kg
Tratamiento: El objetivo fundamental es evitar la degradación del metanol a formaldehído y a ácido fórmico, además de extraer totalmente el tóxico y neutralizar sus efectos metabólicos.
Medidas de emergencia y soporte
· Mantenimiento de la vía aérea y asistencia ventilatoria si es necesario.
· Control de temperatura, tensión arterialy pulso.
· Oxigenoterapia.
· Vendaje ocular precoz.
· Tratamiento del coma y de convulsiones.
· Tratamiento de la acidosis metabólica con bicarbonato de sodio intravenoso (la corrección de la acidosis debe ser guiada por gases arteriales).
Terapia con etanol: Administrar etanol para saturar la alcoholdeshidrogenasa y prevenir la formación de metabolitos tóxicos del metanol. La terapia está indicada en los siguientes pacientes:
• Una historia de ingesta apreciable de metanol, cuando los niveles séricos de metanol no son evaluables inmediatamente y si la brecha aniónica es mayor de 5 mOsm/L.
• Acidosis metabólica y brecha aniónica >5-10 mOsm/L no atribuíble al uso del etanol.
• Reporte de laboratorio cualitativo de metanol positivo en sangre o formaldehído en orina.
Esquema de etiloterapia:
• Dosis de carga: 0.5-1.0 mL de alcohol absoluto/kg de peso, durante 15-30 minutos.
• Dosis de mantenimiento: 0.16 mL de alcohol absoluto/kg de peso/hora, durante 72 horas.
Otras medidas:
· Prehospitalaria: no inducir vómito.
· Hospital: lavado gástrico.
· Diuresis forzada: por medio de diuréticos como la furosemida se consigue eliminar metanol. Se debe hacer un balance estricto de las pérdidas de líquidos y electrolitos.
· Tiamina: cofactor importante para el metabolismo de los carbohidratos, está indicada en intoxicación por alcohol etílico y en etiloterapia. Se administran 100 mg IV cada ocho horas y se continúa con 300 mg/día vía oral por 10 días más.
· Ácido fólico: es parte del complejo vitamínico B. Puede favorecer el metabolismo del ácido fórmico y su eliminación. El ser humano no cuenta con suficiente ácido fólico para lograr ese paso metabólico, por lo cual se requieren dosis altas de 50 mg (niños 1mg/kg) intravenosos cada cuatro horas.
El tratamiento en casos graves debe ser realizado interdisciplinariamente por el toxicólogo, el nefrólogo y el equipo de la unidad de cuidado intensivo.
Hemodiálisis: Es el procedimiento más rápido y efectivo. Está indicado cuando el paciente presenta pH menor o igual de 7.2, brecha aniónica >10 mOsm/l, bicarbonato <10, niveles de metanol sérico de 40 mg%, compromiso visual importante o deterioro general progresivo.
Prevención: Debido a que en la mayoría de los casos esta intoxicación se presenta de manera accidental se debe enfocar en las medidas de prevención como son:
• Brindar la protección adecuada a las personas que laboran en ambientes contaminados.
• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas de dudosa procedencia.
• Erradicar la costumbre de friccionar con alcohol los niños que padecen de síntomas generales como fiebre.
• Educar a la comunidad en general sobre el peligro y los cuidados de manejo del alcohol industrial o alcohol de cocina o “reverbero”.
Glicoles
Tóxicos: Dietilenglicol, etilenglicol
No tóxico: Propilenglicol
· Etilenglicol: Usos: 
· Anticoagulante en sistemas de refrigeración. 
· Disolvente en industrias de pintura y plásticos. 
· Ingrediente en compuestos descongelantes en pistas de los aeropuertos. 
· En la fabricación de dinamita de bajo punto de congelación. 
· Dietilenglicol: Usos: 
· Humectante para el tabaco, esponjas sintéticas y productos de papel 
· Líquidos de freno, soluciones anticongelantes para sistemas de aspersión, en compuestos de corcho. 
· Juntas hidráulicas de depósitos de gas, disolvente de colorantes de tinta y como agente deshidratante del gas natural.
· Propilenglicol: Usos: 
· En cremas faciales, lociones, desodorantes, barras de labios y otros cosméticos suaves, húmedos y consistentes. 
· Solvente para coloración de alimentos y saborización. 
· Desinfectante de manos, lociones antibacterianas y solución salina. 
· En la industria cerámica. 
· El cuidado del cabello: champús, acondicionadores, geles fijadores…
· Cuidado bucal: enjuagues bucales, pasta de dientes…. 
· Cuidado del bebé: toallitas, antisépticos,
Son alcoholes hidrosolubles, incoloros, inodoros y no volátiles, utilizados ampliamente en la industrial como disolventes, líquidos refrigerantes / anticongelantes para radiadores y fluidos para frenos. Que suelen ser ingeridos ocasionalmente de manera accidental o intencional con fines suicidas por distintos grupos erarios, como también por enolistas crónicos como sustituto del etanol, ocasionando graves cuadros de intoxicación con elevada morbilidad, mortalidad y riesgo de secuelas. 
La dosis letal de etilenglicol al 95% en el adulto es aproximadamente es de 1.5 ml/kg, y de 1 ml/kg para el dietilenglicol. El propilenglicol no es tóxico.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) ha determinado que el propilenoglicol es "generalmente considerado como seguro" para uso en alimentación, cosmética, y medicinas. Como el etilenoglicol, el propilenoglicol afecta la química de la sustancia a la que se agrega por el incremento de la acidez. El propilenoglicol se metaboliza en ácido láctico, que ocurre naturalmente en los músculos ejercitados, mientras que el etilenoglicol lo hace a ácido oxálico, que es tóxico. La exposición dérmica en actividades como cambiar anticongelantes es la vía de exposición más común del etilenglicol; sin embargo, es más factible que ésta no lleve a
efectos tóxicos, ya que la absorción significativa de etilenglicol a través de la piel intacta no ocurre con la exposición casual. La exposición por inhalación se debe a su baja volatilidad; sin embargo, la presión de vapor del etilenglicol es también baja como para llevar a la exposición excesiva por inhalación a temperaturas incrementadas o rociadas
en forma de aerosol.
Farmacocinetica
Se absorben rápidamente en el tracto gastrointestinal, con un pico plasmáticos entre 1 y 4 horas. Tienen bajo volumen de distribución y su vida media oscila entre 3 y 8 horas (prolongánose a 17-18 horas cuando se aplica la etilterapia). 
El etilenglicol y sus análogos de por si son sustancias poco tóxicas, hasta que son metabolizadas en el hígado, a través de la alcohol deshidrogenasa, a glicoaldehído y, posteriormente por la aldehído deshidrogenasa, a ácido glicólico, ácido glioxílico y ácido oxálico, responsables en definitiva de la toxicidad, los que a su vez dan lugar a la
formación de oxalatos de calcio, que provoca hipocalcemia y formación de cristales que se depositarán en riñón. Nota: el metabolismo del dietilenglicol no forma ácido oxálico, ni oxalatos. El propilenglicol es metabolizado por la alcoholDH a ácido láctico y luego a ácido pirúvico.
Efectos
Los cuadros más severos se presentan cuando el tóxico ingresa por vía oral, donde los síntomas iniciales suelen ser digestivos y neurológicos. Junto a ellas se detecta frecuentemente acidosis metabólica, tan intensa y característica, que no puede haber intoxicación por estos glicoles sin la presencia de este trastorno metabólico. Otro
elemento que destaca esta intoxicación, es el desarrollo de insuficiencia renal, por necrosis tubular y la precipitación de cristales de oxalato cálcico. La acidosis metabólica no es láctica, sino por metabolitos del etilenglicol (ácido
glicólico, ácido glioxílico y ácido oxálico), aunque podría haber también leve lactacidemia, desproporcionada al grado de acidosis que presenta el enfermo. Siendo característico también en estos cuadros el aumento del vacío aniónico y del vacío osmolar. El ácido oxálico produce depresión miocárdica y necrosis tubular aguda. Los ácidos glicólico y glioxílico pueden contribuir a la depresión del SNC y a la toxicidad renal, con hemorragias focales, necrosis cortical, dilatación de túbulos proximales y formación de cristales de oxalato cálcico.
Tras la ingesta clínicamente se produce una fase de euforia inicial, como en la intoxicación etílica. Seguido de náuseas y vómitos, con posterior depresión del SNC, asociado a edema cerebral, pudiendo aparecer diversos síntomas como confusión, alucinaciones, convulsiones, coma, rigidez de nuca, temblores, hiporreflexia y tetania.
Asimismo, puede haber dolor abdominal y hematemesis. 
Desde el inicio de los síntomas es posible encontrar acidosis metabólica, aumento del anióngap, aumento del lactato, hipocalcemia, y en ocasiones, hipopotasemia. 
Entre las 12-48 horas se afecta el aparato circulatorio y respiratorio y aparece taquicardia, taquipnea, cianosis e hipertensión arterial, edema agudo de pulmón cardiogénico y no cardiogénico, arritmias y muerte, si no se trata.
Entre las 24-72 horas después de la ingestión, aparece el fallo renal, secundario a necrosis tubular, edema renal y depósito de cristales de oxalato. 
Los síntomas de intoxicación por dietilenglicol, son similares, agregándose hepatotoxicidad, pancreatitis e hipoglucemia. No aparecen hipocalcemia ni cristales de oxalato.
La intoxicación se divide en etapas:
Estadio 1 (minutos-12 horas): Predomina la toxicidad sobre el SNC, inicia con manifestaciones de ebriedad similar a la que ocurre con la intoxicación por etanol. Puede estar acompañada de cefalea, vértigo, euforia y comportamiento extraño. El dolor abdominal y gastrointestinal pueden ocurrir temprano, ya que el etilenglicol como el etanol puede causar irritación gástrica, que resulta en dolor abdominal y en algunos casos en vómitos. A medida que el metabolismo progresa, estos síntomas son reemplazados por acidosis metabólica y depresión del sistema nervioso central. 
El primer estadio puede persistir más allá de 12 horas, con las manifestaciones neurológicas que empeoran progresivamente. Estas manifestaciones incluyen depresión más severa del estado de conciencia, que en algunos casos puede progresar al coma, asociado con hipotonía e hiporreflexia. Las convulsiones, incluido el estado epiléptico, son comunes en casos severos, junto con un amplio espectro de anormalidades neurológicas que pueden incluir nistagmo, ataxia, parálisis, oftalmoplejías y sacudidas mioclónicas. La tomografía axial computada y la resonancia magnética nuclear de cráneo muestran edema cerebral e hipodensidades que afectan la médula, puente, cerebro medio, tálamo, diencéfalo, cerebelo, ganglios basales, lóbulos temporales, materia blanca central
y periventricular. La meningitis aséptica y encefalitis se han observado también en el examen postmortem. Los síntomas neurológicos se deben a los metabolitos aldehídos. Puede aparecer aumento de la osmolaridad sérica de manera temprana y encontrarse cristales de oxalato de calcio.
Estadio 2 (12-24 horas): Ocurre típicamente 12 a 24 horas después de la ingestión, se caracteriza por manifestaciones cardiopulmonares. La hiperpnea es evidente en forma temprana en este estadio, como consecuencia de la compensación respiratoria de la acidosis metabólica. En algunos casos, se requiere intubación orotraqueal para proteger la vía aérea por la depresión severa del sistema nervioso central. En otros casos, puede haber edema pulmonar con dificultad respiratoria y ser la causa de insuficiencia respiratoria franca.
Puede ocurrir bradicardia, taquicardia, hipo o hipertensión, algunos pacientes pueden padecer insuficiencia cardiaca. Puede sobrevenir choque circulatorio y en algunos casos no responder a la expansión intravascular, requiriendo la administración de vasopresores. También se han señalado neumonitis y sín drome de dificultad respiratoria. Estos efectos cardiovasculares pueden deberse al depósito de cristales de oxalato de calcio en el corazón, pulmones y vasculatura o por efectos directos de otros intermediarios tóxicos en las células de estos sistemas orgánicos. Se ha identificado disfunción orgánica múltiple en esta fase. La muerte ocurre con más frecuencia en esta etapa.
Estadio 3 (más de 24 horas): Si el paciente sobrevive a las manifestaciones neurológicas y cardiopulmonares, la
insuficiencia renal aguda sobreviene con frecuencia, constituyendo la tercera fase de la intoxicación por etilenglicol, que se manifiesta de manera típica entre 24 y 72 horas después de la ingestión. La insuficiencia renal puede ser oligúrica, anúrica o no oligúrica. Los pacientes conscientes pueden quejarse de dolor de flanco. Puede ocurrir hematuria macro o microscópica. La formación de cristales requiere una cantidad de tiempo suficiente para que el etilenglicol sea metabolizado a oxalato. La formación de oxalato depleta las concentraciones de calcio sérico y se deposita en la mucosa intestinal, el hígado, el cerebro, el corazón, los pulmones y el riñón. La excreción de los cristales de oxalato de calcio está usualmente pero no siempre presente. El incremento en la excreción de oxalato ocurre en la intoxicación por etilenglicol. Debido a la baja solubilidad del oxalato en presencia de calcio, con frecuencia se observan cristales de oxalato de calcio en la orina de pacientes intoxicados y pueden ser depositados en las células tubulares y el líquido luminal.
Se ha demostrado correlación estrecha entre la severidad de la nefrotoxicidad y la acumulación total de cristales de oxalato de calcio. Estos cristales se adhieren a las membranas de las células tubulares y subsecuentemente ingresan resultando en muerte celular. Los cristales de oxalato de calcio también son depositados en otros tejidos y presumiblemente son la causa de la toxicidad cerebral y de otros órganos. 
Tratamiento
Es una intoxicación grave y con riesgo de generas secuelas irreversibles, que justifica el inicio precoz del tratamiento ante la sospecha clínica fundada de la exposición, aunque no tenga la confirmación analítica de la presencia de etilenglicol en sangre.
Medidas generales:
· Soporte Vital Básico.
· Prolijo Lavado Gástrico (efectivo dentro de la primera hora post-ingesta).
· El uso de Carbón Activado y Catárticos es ineficaz y no deben ser administrados.
· Corregir acidosis metabólica con bicarbonato de sodio, preferentemente 1 molar, hasta que el pH sea > 7.20.
· Hidratación parenteral estándar, sin forzar hipervolemia, ni intentar diuresis forzada.
· En casos graves (coma o convulsiones), se debe descartar edema cerebral y adoptar medidas preventivas tales como: restringir hidratación, elevar cabecera a 45º.
· Los casos graves desarrollan con frecuencia insuficiencia respiratoria multifactorial, por lo que se debe estar disponible asistencia respiratoria mecánica.
· Controlar y tratar hipoglucemia, hipocalcemia e hipomagnesemia, en particular si hay signos de tetania o convulsiones.
· Suministrar durante 48 horas Tiamina 100 mg/día y Piridoxina 200 mg/día (fomenta la degradación del ácido glioxílico a glicina).
· Asegurar adecuada protección gástrica.
Medidas específicas: La eficacia del tratamiento antidótico permite, en algunos casos, reducir la indicación de hemodiálisis e ingreso a Unidad Terapia Intensiva.
Etilterapia
El etanol compite a nivel hepático con los glicoles por la enzima alcohol deshidrogensa, disminuyendo así su metabolismo y por ende la formación de metabolitos tóxicos responsables del cuadro de intoxicación.
Para este fin se puede utilizar:
· Vía oral. Se usa alcohol medicinal diluido al 20%, que se suministra por SNG. Para ello se preparan 200 ml etanol diluido en 800 ml de dextrosa o gaseosa.
· Vía endovenosa. Por esta vía se debe utilizar solo etanol absoluto (estéril apto para uso EV). Para preparar estas perfusiones de etanol, se debe calcular las necesidades de etanol para 6 horas, añadiendo el etanol absoluto a un suero glucosado 5% de 500 ml, que se pasará en dicho período.
Hemodiálisis
Indicada solo si hay manifestaciones clínicas, acidosis metabólica severa o graves trastornos electrolíticos que no responde a terapia convencional y/o fallo renal.
Los criterios clínicos y biológicos son los que indicarán la realización de esta técnica, sin que sea imprescindible disponer de la concentración plasmática de etilenglicol.

Continuar navegando