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Anatomía y fisiología del cuerpo humano138 pacidad para almacenar de forma dinámica una parte importante del volumen de sangre. Por ello otra función del sistema venoso es la regulación del volumen circulante sanguíneo. La presión que existe en el interior de un vaso es la suma de dos componentes: la presión hidrostática, determinada por la «altura de la columna sanguínea» respecto a la aurícula derecha, y la presión dinámica, que depende del f lujo. La au- rícula derecha constituye el punto hidrostático indiferente con respecto a la gravedad, donde la presión hidróstatica no varía sea cual sea la posición del cuerpo. La presión y el volumen de la sangre venosa varían según el territorio corporal y la postura del individuo. Se denomina presión venosa central (PVC) a aquella que existe en la aurícula derecha y en las grandes venas del tórax. Su valor está entre 0 y 5 mmHg y depende del equilibrio entre el gasto cardíaco y el retorno venoso. Si el corazón bombea menos sangre de la que le llega por las venas, la PVC aumenta, mientras que si aumenta el gasto cardíaco, la PVC disminuye. La presión venosa periférica (PVP) es la existente en las venas extratorácicas y extracraneales; su nivel varía dependiendo del territorio venoso y de la situación postural. La PVP en las venas situadas por encima del corazón es negativa, lo que hace que éstas se colapsen por la presión de los tejidos circundantes. El diámetro de las venas intracraneales no se modifica, ya que se encuentran incluidas en la estructura rígida de la duramadre. En la base del cuello la presión venosa es de 0 mmHg, por lo que las venas yugulares se encuentran colapsadas. En las extremidades superiores, la presión venosa aumenta progresi- vamente al alejarse de la aurícula por aumento del componente hidrostático. El efecto del aumento de la presión hidrostática puede observarse fácilmente sobre las venas superficiales de los brazos. Cuando éstos cuelgan a lo largo del cuerpo, la presión hidrostática se suma a la presión dinámica, por lo que las ve- nas están abultadas por la sangre acumulada; a medida que el brazo se eleva hasta la altura de la aurícula derecha, las venas se colapsan y desaparecen visualmente. Al levantar el brazo por encima de la cabeza, aparecen unos pequeños surcos en el lugar donde antes aparecían las venas, lo que demuestra que en las venas existe una presión subatmosférica y se colapsan por la presión atmosférica. La PVP en las venas situadas por debajo del corazón aumenta en relación con la distancia a éste en situación de bipedestación, alcanzando en las extremidades inferiores una PVP de aproxi- madamente 90 mmHg. 3.11.1. Factores que determinan el retorno venoso El retorno venoso se define como el volumen de sangre que cir- cula desde los capilares hasta la aurícula derecha por unidad de tiempo. El retorno venoso y el gasto cardíaco deben ser iguales, debido a que el sistema circulatorio es un circuito cerrado. El retorno venoso está derminado por la acción de tres me- canismos con acción de bombeo. La llamada bomba cardíaca depende de la actividad del ventrículo izquierdo y del gradiente de presiones entre la red capilar y la aurícula derecha. Cuanto mayor sea la actividad de bombeo cardíaco, y mayor la diferencia de presiones, mayor será el retorno venoso. Los mecanismos que aumentan la PVC disminuyen el retorno venoso, mientras que los que disminuyen la PVC aumentan éste. La mecánica respiratoria (Capítulo 8) inf luye en el retorno venoso, de forma que durante la inspiración la presión intrato- rácica se hace negativa, lo que favorece el establecimiento de un gradiente de presiones que facilita el retorno venoso desde las venas abdominales. La inspiración abre las grandes venas torá- cicas (colapsadas durante la espiración ) y facilita el paso de la sangre hacia el corazón, esto a su vez permite que la sangre de zonas inferiores del árbol venoso (abdomen) pueda acceder más fácilmente a las venas torácicas. Este mecanismo constituye la llamada bomba respiratoria. Las venas situadas en las extremidades y en la parte inferior del cuerpo participan en el retorno venoso mediante la llamada bomba muscular venosa. Cuando una persona está de pie parada un cierto tiempo, la sangre, por efecto de la gravedad, se despla- za hacia las venas de las extremidades inferiores acumulándose en ellas, cuando camina, se promueve el retorno hacia zonas superiores del árbol venoso y aumenta el retorno. La bomba muscular depende de la existencia de unas válvulas de la parte interna de la pared venosa, que favorecen el desplazamiento de la sangre hacia el corazón, pero la dificultan en sentido contrario (Fig. 5.32). Además, las venas de los miembros inferiores están rodeadas de músculo esquéletico que, al contraerse cuando se camina o corre, comprime las venas perforantes favoreciendo el movimiento de la sangre hacia el corazón. Por tanto la llama- da bomba muscular venosa depende de ambos mecanismos: la contracción de los músculos esqueléticos de las extremidades y la existencia de válvulas en las grandes venas. Cuando la bomba muscular venosa reduce su acción se produce una acumulación de sangre en las venas de las extremidades inferiores, aumenta la PVP y la presión hidrostática capilar y se favorece la filtración de líquido hacia los tejidos, dando lugar a la formación de edema. Válvulas venosas Músculo esquelético Figura 5.32. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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