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Anatomía y fisiología del cuerpo humano180 persona normal, es decir al ser su pulmón más rígido tendrán que realizar más trabajo para inspirar. El enfisema pulmonar produce una disminución de la elasticidad pulmonar y un au- mento la distensibilidad. Estos pacientes introducen el aire en los pulmones con menos trabajo. Sin embargo, a los enfermos enfisematosos les cuesta mucho eliminar el aire del pulmón du- rante la espiración, porque el retroceso elástico del pulmón es menor de lo normal. La elasticidad pulmonar se debe, en parte, a las fibras elásticas y de colágeno que se encuentran en las paredes alveolares y alre- dedor de los bronquios oponiéndose a la distensión del pulmón. El segundo factor que interviene en el comportamiento elástico del pulmón es la tensión superficial. La tensión superficial con- tribuye en dos tercios al comportamiento elástico del pulmón, mientras que un tercio se debe al tejido elástico. Como la tensión superficial desempeña un papel muy importante en la distensibi- lidad/elasticidad del pulmón, vamos a recordar sus características principales. 3.1.4. Tensión superficial Cuando existe una interfase líquido-gas, las moléculas de líqui- do se atraen unas a otras y tienden a repeler el contacto con el aire. Esto es lo que se conoce como tensión superficial. La ten- sión superficial hace que el agua caiga en forma de gotas, ya que en forma de esfera, un volumen dado de agua, tiene la menor superficie de contacto con el aire. La tensión superficial es tam- bién la responsable de que esos animalitos llamados «zapateros o andarríos» sean capaces de andar por el agua sin hundirse, ya que su peso no es suficiente para romper la fuerza de la tensión superficial. El líquido que tapiza a los alveolos está en contacto con el aire, por lo que su tensión superficial tiende a colapsar los al- veolos para reducir al máximo la superficie de contacto entre al aire alveolar y el líquido. Por lo tanto, la tensión superficial se opone a la distensión pulmonar y aumenta su elasticidad. La tensión superficial del líquido alveolar pulmonar es muchísimo menor de lo que cabría esperar si estuviera compuesto sólo por agua. Esta diferencia tan grande se debe a que las células que tapizan los alveolos (los neumocitos de tipo II) segregan un conjunto de sustancias que disminuyen mucho la tensión super- ficial, el surfactante pulmonar o agente tensoactivo, que está compuesto por diversos fosfolípidos. Una de las sustancias con capacidad surfactante es el dipalmitoil fosfatidil colina (DPPC) y otra el dipalmitoil colina (DPC), y aunque hay otros agentes semejantes, éstos son los principales. El surfactante pulmonar, al disminuir la tensión superficial, hace que el pulmón sea mucho más distensible y que disminuya el trabajo necesario para dis- tenderlo durante la inspiración. Si los pulmones no segregaran el surfactante pulmonar, se colapsarían. En el feto, el surfactante no comienza a sintetizarse hasta el cuarto mes de gestación y no se sintetiza en cantidades adecuadas hasta el séptimo mes o más tarde. Por esto, los niños prematuros pueden tener grandes dificultades respiratorias al nacer, si no lo sintetizan adecuadamente. El surfactante pulmonar es muy im- portante en el nacimiento. Su deficiencia causa la enfermedad llamada «enfermedad de la membrana hialina», se produce en los recién nacidos y sobre todo en los prematuros que no lo sinteti- zan adecuadamente. Los fetos antes de nacer tienen los pulmones colapsados, después del nacimiento hacen movimientos respira- torios fuertes y, con el primer llanto, los pulmones se expanden. Si existe una deficiencia en la producción del surfactante los pulmo- nes tienden a colapsarse de nuevo. La fabricación de surfactante es continua y rápida, pero se puede agotar si falla el flujo sanguíneo a una zona, por ejemplo si hay una embolia pulmonar. Un factor que estimula la sínte- sis de surfactante es la distensión de los alveolos. Si como con- secuencia de una respiración demasiado pausada el surfactante no se sintetiza adecuadamente, se bosteza o se suspira para renovar el aire y reponer el surfactante. Del mismo modo, a los pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente, después de la anestesia se les estimula a respirar profundamente, con el fin de evitar así la aparición de zonas de atelectasia o de colapso. La tensión superficial es importante porque cuanto mayor sea ésta, se necesita más presión para distender los alveolos o lo que es lo mismo, para respirar. Según la ley de Laplace, la presión nece- saria para distender los alveolos (P) es directamente proporcional a la tensión superficial (TS) e inversamente proporcional al radio del alveolo (r). P = 2TS/r Los pulmones son unos sacos de aproximadamente 300 mi- llones de alveolos comunicados unos con otros, y de radios pa- recidos pero no exactamente iguales. Al ser el radio menor en los alveolos mas pequeños, la presión necesaria para mantenerlos abiertos sería mayor, y esto haría que tendiesen a colapsarse. Sin embargo, la cantidad de surfactante en los alveolos pequeños es proporcionalmente mayor que en los mas grandes, lo cual dis- minuye la tensión superficial en los primeros y así la presión de insuflación es semejante en todos los alveolos. En general podemos decir que el surfactante contribuye a que el trabajo respiratorio sea menor, porque disminuye la tensión su- perficial. Al disminuir la tensión superficial, disminuye la elastici- dad del pulmón y lo hace por lo tanto más distensible. 3.1.5. Resistencia de las vías respiratorias Durante la inspiración entra aire en los pulmones por el gradiente de presiones que se genera entre el aire atmosférico y el alveolar. El flujo de aire que entra depende no sólo de dicho gradiente, sino también de la resistencia que oponen las vías aéreas al flujo de aire. La resistencia a la circulación del aire es mayor cuanto me- nor sea el diámetro de las vías respiratorias y mas largo sea el recorrido que el aire debe hacer. Por ejemplo, la resistencia al paso del aire aumenta cuando se respira a través de un tubo de buceo. El diámetro de las vías respiratorias no es constante, sino que puede variar de un momento a otro, según sea el grado de contracción del músculo liso que forma parte de la pared bron- quial. La resistencia es mayor cuando respiramos por la nariz https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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