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Capítulo 7 Sistema respiratorio 185 El mecanismo de vasoconstricción hipóxica, que se ha expli- cado en el apartado anterior, compensa en parte ese desequilibrio, desviando la sangre desde las zonas mal ventiladas, hacia zonas mejor ventiladas. Aun así ese desequilibrio existe y es responsable, en una proporción importante, de que en condiciones fisiológicas, la pO 2 de la sangre arterial no se llegue a equilibrar del todo con la del alveolo y sea algo menor que ella. En condiciones patológicas estas diferencias pueden ser mucho mayores. Las situaciones más extremas que se pueden dar son las si- guientes: — Zona perfundida pero no ventilada. Se le denomina zona de cortocircuito. Esto puede pasar por ejemplo cuando un bronquiolo está obstruido. La hipoxia resultante en el alveolo, causará vasoconstricción en la zona, con lo que se desviará parte de la sangre hacia otras zonas mejor ven- tiladas. — Zona ventilada pero no perfundida. Esto sucede cuando la sangre procedente del corazón derecho no entra en contacto con el aire alveolar. La zona 1 del pulmón, en reposo, es una zona ventilada pero no perfundida y consti- tuye el espacio muerto fisiológico. El aire que llena estos alveolos se desperdicia ya que no puede participar en el intercambio gaseoso. Entre estas situaciones extremas se pueden dar muchas situa- ciones intermedias. 3.4. DIFUSIÓN DE LOS GASES EN EL APARATO RESPIRATORIO Para comprender el movimiento de los gases en el organismo te- nemos que recordar primero algunas de las propiedades de los gases, ya que éstas son las que van a determinar su concentración en los distintos compartimientos corporales. 3.4.1. Leyes físicas de los gases Los gases están compuestos por moléculas que se mueven al azar, lo que se llama movimiento browniano, que confiere a los gases lo que se denomina «presión del gas». Ley de Boyle: la presión de un gas aumenta si se calienta, aumenta si se comprime y disminuye si se humedece. Ley de Dalton: la presión total de un gas es igual a la suma de las presiones parciales de sus componentes. Ley de Henry: los componentes de los gases difunden a tra- vés de las membranas de un medio a otro. Ley de Fick: la difusión de un gas es directamente proporcio- nal al coeficiente de difusión del gas, al gradiente de presión del mismo y a la superficie de intercambio, y es inversamente propor- cional al grosor de la membrana que tiene que atravesar. 3.4.2. Composición del aire alveolar Los niveles de O 2 y CO 2 en el gas alveolar dependen de varios factores: de las presiones de esos gases en la atmósfera, de la ven- tilación alveolar, de la saturación de vapor de H 2 O, del consumo de O 2 y de la producción de CO 2 por el organismo. En una mezcla de gases, la presión que ejerce cada gas se pue- de calcular si se conoce la presión de esa mezcla de gases y el porcentaje del gas en la mezcla en cuestión, y recibe el nombre de presión parcial del gas. Si tomamos, por ejemplo, la composición gaseosa del aire atmosférico seco en condiciones estándar (tem- peratura = 37 °C, Presión = 760 mmHg), está compuesto por el 79% de N 2 , el 20.9% de O 2 y el 0.03% de CO 2 . La presión parcial de O 2 (pO 2 ) en el aire atmosférico seco será igual a la presión total (760 mmHg) por el porcentaje de O 2 (20.9%) dividido por 100, es decir, igual a 159 mmHg. 760 20.9 pO 2 = ————— = 159 mmHg 100 Cuando ascendemos a un lugar elevado sobre el nivel del mar, el aire tiene una presión atmosférica menor, con lo que la presión parcial de los gases disminuye de manera proporcional. Cuando el aire atmosférico se mezcla con el vapor de agua, éste contribuye también a la presión de toda la mezcla de gases. Al entrar el aire en las vías respiratorias se evapora agua de las vías y lo humedece, porque las moléculas de agua, al igual que las de los gases, escapan de la fase líquida. Esta evaporación depende de la temperatura. A 37 °C, nuestra temperatura corporal, el aire está saturado de vapor de agua; esto hace que se modifiquen las pre- siones parciales de los distintos gases. La presión parcial del vapor de agua a 37 °C es de 47 mmHg. Por lo tanto, la presión parcial del resto de los gases disminuirá de forma proporcional, ya que la suma total de presiones parciales deberá ser igual a la presión atmosférica (Fig. 7.17). El aire que se encuentra en el interior de los alveolos, a su vez, tiene una composición diferente del de las vías respiratorias, ya que en los alveolos se va a retirar parte del O 2 , y se añade CO 2 , por el intercambio de gases que tiene lugar a través del la membrana alveolocapilar. La composición normal del gas alveolar se puede ver en la Figura 7.17. 3.4.3. Difusión de los gases respiratorios Una vez que los alveolos se han ventilado con aire nuevo, el si- guiente paso es la difusión de los gases desde el espacio alveolar a través de la membrana alveolocapilar hacia la sangre de los capilares pulmonares. Esta barrera hematogaseosa o membrana alveolocapilar es muy fina, ya que está compuesta por dos capas de células, el epitelio alveolar y el endotelio vascular, y una capa muy delgada de líquido intersticial (Fig 7.18). El proceso de difusión se realiza de manera pasiva a favor de un gradiente de concentración o de presiones parciales de cada gas. Al ser mayor la pO 2 en el espacio alveolar que en el capilar pulmonar, se producirá entrada de O 2 al interior del capilar hasta que la pO 2 en la sangre se iguale a la presión parcial que existe en el alveolo. Esto ocurre aproximadamente en el primer tercio del capilar que recubre el alveolo, entonces se igualan ambas presio- nes y al no existir ya gradiente no hay un transporte neto de O 2 hacia el capilar. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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