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Anatomía y fi siología del cuerpo humano206 Los labios están formados por un músculo circular, denomi- nado orbicular de los labios, cuya contracción permite cerrar la boca de forma voluntaria. Participan en la fonación y permiten la succión, mecanismo de alimentación fundamental en las primeras etapas de la vida. Las mejillas, son estructuras musculares formadas por los músculos buccinadores, revestidos internamente por un epitelio plano estratifi cado no queratinizado. El paladar forma el techo de la boca y consta de dos partes diferentes. El paladar duro, que es la porción anterior del techo de la boca, formado a partir de los maxilares superiores y palatinos. Está revestido por un epitelio estratifi cado queratinizado, adap- tado estructuralmente para soportar las fuerzas de fricción que se generan durante la masticación. No es deformable, lo que per- mite que el bolo alimenticio se apoye en él durante la deglución. La mitad posterior del paladar, conocido como blando, no tiene soporte óseo, es básicamente muscular y muy móvil. Esto permite que se pueda elevar durante la deglución. La lengua es una estructura muscular situada en el suelo de la boca. Está formada por músculo esquelético. Se inserta en el hueso hioides y está unida a la parte anterior del suelo de la boca, por de- trás de los incisivos inferiores, mediante un pliegue de la membrana mucosa que la cubre y que se denomina frenillo, ya que limita sus movimientos posteriores (Fig. 8.5). En la lengua reside el sentido del gusto debido a la existencia de las papilas gustativas. Participa en la masticación moviendo el alimento dentro de la boca para que se mezcle mejor con la saliva, y es un elemento imprescindible en la primera etapa de la deglución. En la parte lateral del tercio pos- terior de la lengua se sitúan las amígdalas linguales que tienen una función defensiva contra los microorganismos. Los dientes son unas estructuras duras distribuidas en los dos maxilares, justo por detrás de los labios. La arcada superior suele ser de mayor tamaño que la inferior. Se encuentran ubicados en unos orifi cios denominados alveolos dentarios. En el ser humano, los dientes están formados por una parte externa denominada corona y una raíz que está inmersa en el hueso alveolar (Fig. 8.6). La capa más externa de la corona está compuesta por un tejido calcifi cado que recibe el nombre de esmalte, la sustancia más dura del organis- mo. Por dentro del esmalte se halla la dentina, una sustancia de tipo óseo que se extiende desde la superfi cie más interna del esmalte y penetra en el maxilar para formar la raíz. La dentina de la raíz está cubierta por una capa delgada de un tejido duro denominado ce- mento. Las raíces se mantienen en su posición mediante un tejido conjuntivo fi broso denso que forma el ligamento periodontal, que se inserta en las paredes alveolares y en la superfi cie de cemento de la raíz, para fi jar la posición de los dientes y actuar como amorti- guador de impactos durante la masticación. En la porción central de cada diente existe una cámara en la que hay vasos sanguíneos y linfáticos, que nutren la dentina, así como nervios. La inervación de los dientes superiores depende de ramas de los nervios maxilares, y la de los dientes inferiores, de ramas de los nervios mandibulares. Todos derivan del nervio trigémino (V par craneal). El ser humano posee dos denticiones o conjuntos de dientes: una decidua (de leche, infantil, primaria o caduca) y una perma- nente (secundaria o del adulto) (Fig. 8.7). Un niño tiene 20 dien- tes de leche y un adulto 32 dientes permanentes. La dentición primaria hace erupción entre los 6-12 meses y continúa hasta los 3 años de vida. Esta dentición no es duradera, carece de molares y es sustituida por la dentición permanente en un proceso que se inicia hacia los 5 ó 6 años de vida y que continúa hasta la adolescencia, es frecuente que el tercer molar (muelas del juicio) aparezcan después de los 17 años, aunque en algunas ocasiones no hay espacio sufi ciente para que broten y pueden quedar incluidos en el hueso alveolar, lo que puede ocasionar presión y dolor, lo cual obliga a extirparlos quirúrgicamente. Raíz Esmalte Dentina Cavidad pulpar Corona Canal radicular Encía Hueso alveolar Ligamento periodontal Cemento Premolares Incisivos Caninos Molares Premolares Incisivos Caninos Molares Figura 8.6. Estructura general del diente. Figura 8.7. La dentición. Incisivos: cortan Caninos: rasgan Molares: aplastan y muelen https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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