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Centro de Estudiantes de la Facultad de Psicología UBA - EDI Psicoterapia Interpersonal Jonh C. Markowitz Myrna M. Weissman Incluido en Beckham, E.E. y Leber, W.R. ( ed.) ( 199 5) Handbook qf Depression, 2nd. Edition 376:390, New York Guilford Publications Traducido por Rut Borodinsky La psicoterapia interpersonal (TIP) fue desarrollada por Klerman y colegas a finales de los años ’60 y en los '70 como parte de una investigación clínica para verificar la eficacia de la psicoterapia de mantenimiento en pacientes ambulatorios con depresión mayor (Klerman, Weissman, Rousanville, y Chevron, 1984). Su éxito con pacientes depresivos, en una serie de investigaciones comparativas de tratamientos controlados, llevó a un incremento de su uso en el tratamiento de un amplio espectro de trastornos psiquiátricos. Esa expansión mostró el mismo crecimiento que el logrado por la terapia cognitivo- conductal (Beck, Rush, Shaw, y Emery, 1979), yendo desde los trastornos emocionales hacia otros desórdenes psiquiátricos. A pesar de sus logros en la investigación, relativamente pocos profesionales han sido entrenados en la TIP. Sin embargo esta situación ahora está cambiando, en la medida en la que se implementan programas de entrenamiento, incluyendo el de la Facultad de Medicina de la Universidad Cornell. La técnica de la TIP y sus nuevas adaptaciones, detalladas en otros lugares (Klerman et al., 1984, Klerman y Weissman, 1993) serán presentadas a continuación. La TIP es un tratamiento antidepresivo, de tiempo limitado y manualizado. La duración del tratamiento permite compararlo con los tratamientos farmacológicos. La TIP como tratamiento agudo consiste en una sesión por semana, durante 12 a 20 semanas en el tratamiento de pacientes ambulatorios. Como tratamiento de mantenimiento puede continuar por años. El manual dela TIP (Klerman et al., 1984) especifica las técnicas y diferencia la TIP de otros tratamientos psicoterapéuticos. El terapeuta de TIP apunta explícitamente hacia el trastorno emocional del Eje I, en vez de intentar un cambio de carácter. Basada en las teorías interpersonales de Meyer (1957), Sullivan (1953), y otros, la TIP pone el énfasis en la relación existente entre las emociones y las relaciones interpersonales. Los eventos (vitales) perturbadores (Brown, Harris, y Copeland, 1978; Henderson et al.1978, Weissman, 1987) y el stress psicosocial (Pearlin y Lieberman, 1979) pueden desencadenar la depresión, mientras que el contar con un confidente y otras relaciones íntimas pueden proteger de la depresión (Brown et al., 1978). Una vez que un episodio depresivo se desencadena se deteriora al mismo tiempo el funcionamiento interpersonal. Los pacientes depresivos tienden a aislarse. Como la depresión compromete sus emociones, energía, alegría, su funcionamiento cognitivo y las expectativas en relación a su entorno, los pacientes funcionan menos competentes en su trabajo y en sus relaciones. La teoría interpersonal evita las definiciones etiológicas acerca de cualquier evento psicosocial como causa de depresión o viceversa, ciertamente, a los fines clínicos, la causalidad no interesa. Los puntos terapéuticos sobresalientes son: que los pacientes aprenden a asociar sus emociones con los contactos personales y a darse cuenta de que con un apropiado manejo de las situaciones interpersonales ellos pueden mejorar simultáneamente tanto las relaciones como su estado depresivo. De las psicoterapias breves que se utilizan en el estudio de las investigaciones clínicas, la TIP se aproxima bastante a lo que muchos profesionales psicodinámicos realizan en sus consultorios, y por lo tanto puede ser el más generalizable de dichos tratamientos. Sin embargo pocos profesionales enfocan su terapia del modo que se describe a continuación. Los prerrequisitos para entrenarse en ITP incluyen varios años de experiencia psicoterapia, incluyendo experiencia con pacientes con trastornos emocionales. Psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales han recibido entrenamiento en TIP. El entrenamiento consiste en la lectura del manual (Klerman et al. ,1984) y otra bibliografía relevante (Markowitz, 1995), la supervisión de sesiones filmadas de por lo menos tres casos clínicos -a cargo de un terapeuta entrenado en TIP-, y la certificación de un experto en TIP basada en esas grabaciones. LA TÉCNICA DE LA PSICOTERAPIA INTERPERSONAL. Tiempo pautado Cuando la TIP es usada como tratamiento agudo, su brevedad requiere de una adaptación por parte de los profesionales que están acostumbrados a terapias de largo plazo. Ponerse a la espera, en posición pasiva, es un lujo que ni los pacientes ni los terapeutas pueden afrontar. Tampoco ayudan los largos silencios para los pacientes deprimidos o pacientes rumiantes. El tiempo pautado impone a ambos (terapeuta y paciente) estructura y precisión en el tratamiento. Al mismo tiempo, los terapeutas no se deben sentir en riesgo la alianza terapéutica o interrumpiendo la focalización del paciente en experiencias interpersonales cargadas de afectividad. Equilibrar estos aspectos opuestos entre sí requiere de una considerable experiencia. El uso TIP como tratamiento de mantenimiento supone que la depresión ha remitido, y por lo tanto la presión dci tiempo deja de ser un tema importante. Terapia directiva, postura activa Una vez establecido el tiempo de TIP, y el objetivo del tratamiento de la depresión, el terapeuta interpersonal no evitará focalizar la terapia de sus pacientes, indicándoles que ciertos temas son más importantes que otros. Los terapeutas comprometen a sus pacientes en un foco cargado afectivamente, marcando la interacción entre los síntomas depresivos y los eventos del área interpersonal. Los terapeutas alientan activamente a sus pacientes a evaluar opciones y ofrecen sugestiones directas cuando resulta apropiado. El role playing es a menudo una ayuda para apoyar a los pacientes en sus intentos de probar nuevos acercamientos interpersonales. El abordaje directo y breve de la TIP resulta también efectivo para los trastornos crónicos como el trastorno distimico (Mason, Markowitz, y Klerman, 1993; Markowitz, 1994). Adaptación a la terapia interpersonal para terapeutas que provienen de otros marcos de referencia. Cuando más experiencia y capacidad tiene el terapeuta, mejores son los resultados esperables. Tener antecedentes de entrenamiento psicodinámico es un arma doble filo para convertirse en un terapeuta interpersonal. Esa experiencia ofrece buenos insights, pero también malos instintos. Por una parte es crucial estar capacitado para capta el carácter de un paciente y por lo tanto establecer contacto con él o ella de acuerdo con esta percepción. El enfoque psicodinámico ayuda en la formulación del papel clave de las áreas de problemas interpersonales. Por otro lado existe el peligro de que el terapeuta se coloque en un lugar muy pasivo. Las diferencias técnicas (con el tratamiento psicodinámico) incluyen el evitar interpretaciones genéticas, un modelo de conflicto intrapsíquico, la interpretaciónde los sueños, y el cambio del foco en favor del uso de las técnicas interpersonales. La TIP permanece generalmente en el “aquí y ahora”. Algunos terapeutas psicodinámicos no se sienten cómodos “conduciendo con elogios” (“cheerleading”) a los pacientes en forma explícita. Es importante tener en claro que los pacientes depresivos no son capaces de observar objetivamente sus conductas, por el contrario, tienden a despreciar sus logros y a enfatizar los pronósticos negativos. Hasta que ese punto de vista se modifique, es razonable que en un terapeuta libremente elogie los pasos tomados por un paciente que pueden ser considerados claramente como objetivos logrados. Eso no significa que el terapeuta inevitablemente “se ponga del lado del paciente”. El terapeuta no debe dejar de señalar ni disculpar el papel que el paciente cumple en situaciones a las que contribuye o sabotea. Por el contrario, la situación interpersonal debe ser cuidadosamente explorada de manera tal que el paciente pueda aprender a modificar sus conductas interpersonales desadaptadas. Una cuestión similar es que el hacer sugerencias directas pueda ser sentida por algún terapeuta como una violación de la neutralidad, poniendo palabras en la boca del paciente. Nuestra sensación es que la mayoría de los terapeutas en la mayoría de las terapias comunican sus creencias; en la TIP esto es a veces explícito. La pregunta clave es esta: ¿Qué es lo que el paciente quiere?. Preguntarle a un paciente qué es lo que él /ella quiere en una determinada situación y qué opciones tiene para lograrlo, puede aliviar al terapeuta de tener que hacer sugerencias directas en muchos casos. Es preferible y alentador cuando el paciente así motivado puede resolver un tema sin ayuda. A veces, sin embargo, cuando la resolución de la situación de un paciente aparece como obvia pero el paciente no la percibe, puede ser apropiado realizar sugerencias directas. Por lo tanto un terapeuta interpersonal no es neutral, por lo menos en el sentido de que él /ella está trabajando activamente para aliviar a sus pacientes de sus trastornos mentales. Un terapeuta cognitivo que está aprendiendo a hacer TIP tendrá que reajustar su abordaje para focalizar en los sentimientos que rodean las situaciones interpersonales, a diferencia de lo que sucede con los pensamientos automáticos y los esquemas adquiridos que tales situaciones pueden evocar. El entrenamiento cognitivo puede tener como riesgo el minimizar lo afectivo, o realizar intervenciones abruptas antes de que surja claramente la relación entre las emociones y los eventos interpersonales, o de que pueda ser experimentado en su totalidad por el paciente. También hay otras diferencias técnicas entre la TIP y la terapia cognitiva: la TIP es una totalidad estructurada y por ejemplo no utiliza una agenda itemizada ni tareas para la casa preestablecidas. Aprender cualquier técnica directiva como la TIP aumenta la capacidad de darse cuenta del terapeuta de cómo puede ayudar a sus pacientes, esté o no empleando esa técnica en ese momento. Así como la comprensión psicodinámica le da elementos a la TlP, la TlP suma a la comprensión de los pacientes en otras psicoterapias. En otras palabras, todos tendemos a hacer intervenciones interpersonales, cognitivas, conductuales, psicodinámicas, y otras en la mezcla de lo que creemos, idiosincrásicamente, como psicoterapia genérica. Aprender una técnica particular ayuda en un aspecto al trabajo psicoterapéutico. ESTRUCTURA DE LA PSICOTERAPIA INTERPERSONAL La TIP puede ser dividida en tres fases. Una fase inicial, que por lo general dura entre una y tres sesiones, permite realizar una anamnesis y un diagnóstico, e introduce al paciente dentro de su rol en la terapia. En la fase media, que ocupa la mayor parte del trabajo terapéutico, el terapeuta y el paciente ponen su atención en una de las cuatro áreas de problemas interpersonales: duelo, disputas de rol, transiciones de rol, o déficits interpersonales. En las sesiones finales, el terapeuta ayuda al paciente a rever y consolidar los logros, preparándolo para la finalización de la terapia. Las sesiones son generalmente programadas semanalmente (dos veces por semana al principio de la terapia en algunos protocolos) con una duración de 50-60 minutos cada una. La primera sesión, en la que se realiza el diagnóstico y se da la posibilidad para que aparezcan hechos de la historia del sujeto, puede extenderse un poco más. Sesión Inicial Las primeras sesiones marcan el tono y la estructura que tendrá el tratamiento de allí en más. El terapeuta tiene muchos objetivos para lograr en un tiempo relativamente corto: al mismo tiempo tiene que ir evaluando, educando, y preparando al paciente para su rol en la terapia. A continuación se describen los objetivos: Diagnóstico de la Depresión El terapeuta de TIP sigue un "modelo médico", diagnosticando depresión mayor de acuerdo a un criterio formal (American Psychiatric Association, 1994) Instrumentos como la Escala de Depresión de Hamilton (Hamilton, 1960) y el Inventario de Depresión de Beck (Beck, 1978) pueden ser muy útiles como valores mensurables y como un modo de demostrar al paciente la complejidad y severidad de la sintomatología depresiva. Elaboración del Inventario Interpersonal. Al mismo tiempo, el terapeuta explora las relaciones importantes del pasado o del presente en la vida del paciente, construyendo un "inventario interpersonal". Particularmente importantes son: la profundidad e intimidad que el paciente ha sido capaz de adquirir en sus relaciones, la presencia de confidentes, loa esquemas disfuncionales que surgen dentro de las relaciones, las expectativas recíprocas que generan las relaciones, y el grado en que ellas han sido satisfechas. ¿Qué es lo que el paciente quiere de esas relaciones, y en quién puede apoyarse? ¿Qué cambios han ocurrido en relaciones claves que precedieron o permanecen en el intervalo depresivo?. Establecimiento del Área del Problema interpersonal Sobre la base de la historia de la enfermedad presente y el inventario interpersonal, el terapeuta decide cuál de las cuatro áreas de problemas interpersonales se ajusta mejor a la situación del paciente. A menudo resulta difícil decidir entre esas áreas problemáticas. Desde el punto de vista práctico, el tener muchos objetivos o focos de atención hace que el tratamiento sea difuso y provoca un menor rendimiento del trabajo de la terapia. El área del déficit interpersonal debería ser reservada como último recurso, para ser usado solamente cuando ninguna de las otras tres áreas problema encajen con la situación. Desarrollo de un Plan de Tratamiento Al ir finalizando la evaluación, el terapeuta capacitado considera diferentes alternativas terapéuticas (Frances, Clrakin & Perry, 1984) ¿Es indicado intentar con medicación? El enfoque de orientación medica de la TIP, en el que se da al paciente un diagnóstico y el rol de enfermo, facilita la combinación entre la psicoterapiay la farmacoterapia. ¿Puede la terapia interpersonal ser eficiente para un paciente determinado? Nuestro conocimiento del modo antidepresivo especifico de la psicoterapia es limitado, pero los pacientes que tienen una disfunción social masiva (Sotsky et al. 1991) o déficitis interpersonales, o que no tienen áreas con problemas interpersonales definidos, son probablemente candidatos menos aptos para TIP. Habiendo concluido esas evaluaciones, el terapeuta realiza una serie de intervenciones que resumen el trabajo terapéutico. Dar el Rol del Enfermo Como describió Parsons (1951), el rol del enfermo excusa a los pacientes de cumplir los roles sociales y obligaciones usuales que su enfermedad no le permite realizar, pero los sustituye requiriendo el trabajo del paciente para recuperar su salud. La TIP induce al paciente explícitamente a tomar el rol del enfermo, con acompañamiento psicoeducativo acerca de la depresión. Dado que los pacientes deprimidos y aquellos que los rodean pueden ver sus síntomas como signos de falta de voluntad y debilidad (la fatiga como haraganería, la culpa inapropiada como merecida, etc.) esta explicación medica fáctica frecuentemente genera cierto alivio. Elaboración de la Formulación Interpersonal La clave del terapeuta del ITP es combinar la información recogida de los instrumentos diagnósticos y del inventario interpersonal para realizar una muy breve explicación narrativa que vincule el estado depresivo del paciente con el área de problema interpersonal. Su estado de ánimo, trastornos con el sueño, fatiga, pensamientos suicidas, y sentimientos de estar desprotegido, desesperanzado y con baja autoestima son todos síntomas de depresión, y esa depresión está relacionada a lo que ha venido sucediendo en su (situación interpersonal). Su situación puede parecer no dar lugar a esperanzas ni ser tratable, pero no es así. Ese sentimiento es en sí mismo un síntoma de depresión, y la depresión es un trastorno altamente tratable. Uno de cada diez estadounidenses se deprime en algún momento de su vida, con tratamiento, la gran mayoría mejora. La depresión afecta y es afectada por las relaciones interpersonales… (Aquí el terapeuta le hace notar al paciente las pérdidas sociales que puede haber sufrido así como la alteración de alguna relación). La psicoterapia interpersonal es un tratamiento breve basado en esta conexión que ha probado ser altamente efectivo para el tipo de depresión que usted tiene. Nosotros vamos a concentrar en situaciones de stress y en relaciones que en su vida puedan estar contribuyendo a la depresión. El paciente debe aceptar la formulación antes de continuar con el trabajo hacia la fase media del tratamiento. Otros Aspectos Otros aspectos claves para en la etapa temprana de la TIP incluyen el establecimiento de una alianza terapéutica con el terapeuta como una figura positiva y de apoyo; comenzando la psicoeducación acerca de la depresión trasmitiendo esperanza. Las primeras sesiones también proveen al paciente de instrucciones acerca de cómo ser un paciente de TIP; el enfoque “aquí y ahora” se centra sobre la relación que existe entre el estado de ánimo y los eventos interpersonales; el encuadre de un tratamiento breve; los objetivos limitados en tratar la depresión asociada a eventos interpersonales (tales como el carácter patológico per se). (Ver Tabla 13.1) Es importante movilizar al paciente desde el comienzo. Los pacientes depresivos se quedan sentados en casa, sintiéndose desamparados y rumiando acerca de la inutilidad de sus vidas. Esto debe ser identificado como síntoma de depresión y tratado como tal. Sin prescribir específicamente tarea para el hogar al paciente, el terapeuta puede alentarlo a salir de su casa, a pesar de sus sentimientos de que es rechazado socialmente o de sentirse inadecuado. El terapeuta explica al paciente que realizar alguna actividad lo va a hacer sentir mejor que la inactividad, y que le va a dar un sentido de haber logrado algo, y al mismo tiempo va a tener menos tiempo para preocuparse. Además le da la oportunidad de que tengan lugar algunas interacciones interpersonales para trabajar juntos en la terapia. Sesiones Intermedias La fase media de TIP comienza con un acuerdo en la formulación interpersonal como contacto con el tratamiento. Terapeuta y paciente de ahí en más se concentrarán en uno o más de las cuatro áreas problema de TIP, constituyendo esto el centro del proceso del tratamiento. Las sesiones comienzan con la pregunta del terapeuta, “¿Cómo han ido las cosas desde que nos vimos la última semana?”. Esta pregunta mantiene enfocado el tema en el aquí y el ahora, y usualmente dará lugar a una o dos respuestas: los pacientes habitualmente responden con una descripción de su estado de ánimo o de algunos eventos recientes. Cualquier respuesta permite al terapeuta ayudar al paciente a realizar la conexión crucial entre su estado de ánimo y los eventos interpersonales. Si el paciente se siente mejor o peor, ¿Qué ha pasado –o que ha hecho el paciente- durante la semana que ha tenido importancia en ese cambio? ¿Si el paciente comenta un evento, cuál fue su respuesta emocional frente al mismo? Las sesiones se enfocan explícitamente en el área del problema interpersonal (p. ej. , “Así que ese es el lugar donde se ubica en la disputa de rol”), lo cual provee un encuadre para entender el episodio depresivo y la continuidad temática durante las sesiones. Los resúmenes al final de las sesiones son muy útiles para reforzar los puntos clave. Hay diferentes estrategias para manejar cada una de las cuatro áreas de problemas interpersonales. Tabla 13.1 Objetivos de las primeras sesiones de ITP A. Lidiar con la depresión 1. Revise los síntomas depresivos 2. Dé un nombre al síndrome: diagnóstico formal 3. Provea psicoeducación acerca de la depresión y su tratamiento 4. Dé al paciente el “rol del enfermo” 5. Evalúe la necesidad de medicación B. Relacione la depresión con el contexto interpersonal. Revise las relaciones presentes y pasadas con los síntomas depresivos actuales. Determine con el paciente el “inventario interpersonal”. 1. Naturaleza de la interacción con otras personas 2. Expectativas recíprocas del paciente y de los otros significativos y si éstas se cumplieron 3. Aspectos satisfactorios e insatisfactorios de las relaciones 4. Cambios que el paciente quiere en las relaciones C. Identifique el área del problema más importante 1. Determine el área del problema relacionada con la depresión y fije los objetivos del tratamiento 2. Determine qué relación o aspecto de la relación están relacionadas con la depresión y que podría cambiar en ella D. Explique los conceptos de TIP y el contrato 1. Explique la comprensión del problema 2. Acuerde los objetivos del tratamiento (qué áreas problemas van a ser enfocadas) a. Ponga énfasis en lo breve del tratamiento (elemento de tiempo) b. Focalice en la depresión (no en el carácter) 3. Describa los procedimientos de TIP: foco en el “aquí y ahora”, necesidad de que el paciente pueda discutir sus preocupaciones; revisión de las relacionesinterpersonales presentes; discusión de aspectos prácticos del tratamiento (duración, frecuencia, tiempo, honorarios, contrato en cuanto a las ausencias a sesión). Nota. Adapted from Klerman, Weissman, Rounsaville, & Chevron (1984). Duelo Una situación de aflicción sin complicaciones no constituye un trastorno psiquiátrico, a pesar de ser muchas veces conectada con la depresión (p. ej. , Freud, 1917). Solo una minoría de situaciones de duelo se complican por un estado depresivo. Sin embargo la pérdida de una persona importante constituye un stress interpersonal severo que claramente puede precipitar una depresión. Para los propósitos de la TIP, el duelo es definido como la reacción a la muerte de otro significativo; otras pérdidas, tales como la pérdida del trabajo, de los ideales, y divorcios, son categorizadas como transición de rol. El terapeuta debería determinar si el paciente ha perdido personas significativas, y si de ser así, cuándo, bajo qué circunstancias y cómo reaccionó. Si el paciente no ha sido capaz de sentir la pérdida, el terapeuta puede suponer que un duelo no elaborado o reprimido puede ser relacionado con la actual depresión. (Klerman et al. , 1984) El terapeuta de TIP que trata a un paciente que ha pasado por situaciones de aflicción se esfuerza para facilitar el proceso de duelo: alienta la catarsis, explorando al mismo tiempo el significado de esta pérdida para el paciente. (Véase Tabla 13.2) Una vez que los pacientes han reconocido la aflicción como una conexión adecuada con su estado depresivo, frecuentemente pueden elaborar el duelo con sólo una gentil ayuda del terapeuta. El terapeuta por lo tanto ocupa un rol de respeto y empatía, interviniendo ocasionalmente para reforzar la asociación entre la pérdida y los síntomas subsecuentes del paciente. Sin embargo, el tratamiento del duelo no es simplemente un estimulante para la catarsis. Mientras el proceso de duelo continúa, el terapeuta puede ayudar al paciente a encontrar apoyos y relaciones alternativas para cubrir las necesidades de la relación perdida. A pesar de que los reemplazos nunca pueden sustituir totalmente una pérdida, el paciente en duelo puede tratar de empezar a encontrar intereses, desarrollar otras relaciones, y restablecer una vida satisfactoria en reemplazo de la pérdida. TABLA 13.2 Esquema de los objetivos y estrategias de IPT para las sesiones Intermedias: Duelo Objetivos 1. Facilitar el proceso de duelo 2. Ayudar al paciente a restablecer intereses y relaciones para sustituir lo que ha sido perdido Estrategias 1. Revise los síntomas depresivos 2. Relacione la exacerbación de los síntomas referidos con la muerte del otro significativo 3. Reconstruya la relación del paciente con la persona fallecida 4. Describa la secuencia y consecuencias de los eventos que sucedieron antes, durante y después de la muerte 5. Explore los sentimientos asociados (negativos y positivos) 6. Considere caminos posibles para que el paciente pueda volver a relacionarse con los otros Disputa de rol Los pacientes depresivos se encuentran frecuentemente con una disputa interpersonal: un conflicto con una pareja sexual, o un miembro de la familia, un compañero de habitación, o con un compañero de trabajo. El aislamiento social de la depresión puede hacer que el paciente se asile en confidentes importantes; la disminución de la libido puede exacerbar tensiones dentro del matrimonio; o bien las deficiencias cognitivas pueden provocar dificultades en el trabajo. Recíprocamente, las disfunciones en las relaciones sociales en cualquier ámbito pueden haber contribuido al desarrollo del síndrome depresivo. Los terapeutas ayudan a estos pacientes a entender su rol en la disputa, así como la relación que existe entre la tensión que genera este tipo de relación y los síntomas depresivos del paciente. Después el terapeuta alienta al paciente a explorar las potenciales opciones de modificar esas relaciones, y las consecuencias resultantes de cada opción. Nuevamente los temas centrales son establecer qué es lo que el paciente quiere, y cómo puede llegar a la mejor elección. (Ver Tabla 13.3) Una cuestión primaria es ver si la relación en cuestión ha llegado realmente a un impasse. A veces clarificar los patrones de comunicación o el simple compromiso son suficientes para restablecer una relación generalmente positiva. Puede a veces ser apropiado ver a una pareja junta en el curso de terapia, aunque el paciente pueda sentirse más independiente si puede manejar la situación por sí solo. Si la situación interpersonal demuestra ser realmente impasable e imposible, el paciente puede llegar a darse cuenta de que terminar la relación es preferible a continuarla de modo insatisfactorio. Hemos explorado un tema interesante en las disputas de rol que es la que llamamos transgresión. Algunas disputas interpersonales surgen en circunstancias complejas, sin ser culpable ninguno de los dos; y en otros momentos, sin embargo, las personas violan claramente las reglas implícitas o explícitas de la conducta social. Ejemplos de tal quebrantamiento de la confianza podrían ser la práctica sexual sin protección con una pareja mientras se está infectando con el virus de HIV (Markowitz, Klerman, Perry, Clougherty, & Josephs, 1993) o teniendo un affaire extramatrimonial. Cuando una persona ha sido injuriada, tiene el derecho moral de justicia, retribución, o al menos una disculpa. Los pacientes depresivos generalmente describen situaciones en las cuales ellos han sido injustamente heridos y sin embargo no se han defendido. Esto puede ser atribuido a dificultades con la propia asertividad y la culpa, que constituyen síntomas de trastorno emocional. Es terapéutico asistir a pacientes heridos con el propósito de que restablezcan la asertividad, confrontando a sus atormentadores, y declarando sus derechos morales. A partir de esto los pacientes se movilizan hacia un rol interpersonal más constructivo, dando fin al daño en sus disputas de rol, y refuerzan su autoestima. Transición del rol La extensa categoría de transición de rol engloba cualquier cambio en el rol interpersonal. Tal transición puede ser el comienzo o la finalización de cualquier situación de vida: casamiento o divorcio, matriculación o graduación, ser empleado o despedido, el diagnóstico de una enfermedad médica o la prescripción para su cura. Cada situación representa un cambio potencialmente desconcertante en la identidad del paciente, quien, particularmente una vez deprimido, puede poner el énfasis en las desventajas del cambio en lugar de ver las oportunidades que este representa. Los objetivos del terapeuta son ayudar al paciente a entender la transición de rol y sus ramificaciones (tanto positivas como negativas), así como facilitarle una mejor adaptación a la nueva relación interpersonal (Ver tabla 13.4). El paso inicial es reconocer sin lugar a dudas que el paciente está en una transición de rol, y de relacionar esa transición con los síntomas emocionales. El paciente puedellegar a un acuerdo con la pérdida del rol previo, realizando un duelo por sus beneficios y celebrando sus logros; puede explorar opciones para lograr lo que él quiere; y puede comenzar a ver gradualmente las ventajas al mismo tiempo que las desventajas del cambio. Tabla 13.3 Diseño de Objetivos y Estrategias de TIP para las sesiones Intermedias: Disputas de Rol Objetivos 1. Identifique la disputa 2. Elija un plan de acción 3. Modifique expectativas y comunicaciones fallidas para lograr una resolución satisfactoria Estrategias 1. Revea los síntomas depresivos 2. Relacione los síntomas que en forma disimulada o evidente se relacionan con una disputa que el paciente puede tener con otro significativo; y en particular, investigue la eventual existencia de algunas transgresiones en las relaciones 3. Determine el estado de la disputa a. Renegociación ( calmar a los pacientes) b. Impasse (incrementar la inarmonía para abrir negociaciones) c. Disolución (ayude en el duelo) 4. Explore cuantas expectativas de rol no reciprocas contribuyen a la disputa a. ¿Cuáles son los temas en disputa? b. ¿Cuáles son las diferencias en cuanto a expectativas y valores? c. ¿Cuáles son las opciones? d. ¿Cuáles son las posibilidades de encontrar alternativas? e. ¿Qué recursos están disponibles para realizar cambios en la relación? 5. ¿Existen paralelos en otras relaciones? a. ¿Qué está ganando el paciente? b. ¿Qué creencias no expresadas subyacen a la conducta del paciente? 6. ¿Cómo se perpetúa la disputa? (incapacidad para expresar enojo, excesiva culpa, rol muy cuidadoso, etc.) 7. ¿Cómo afecta la depresión la conducta del paciente y sus elecciones? Déficits Interpersonales Varios factores hacen que los déficits interpersonales sean uno de las más difíciles áreas problema de la terapia interpersonal. Los pacientes que entran dentro de esta categoría, lo hacen por omisión, ya que no encajan en las otras áreas problema, todas las cuales proveen conexiones intuitivamente razonables entre la depresión y las situaciones interpersonales. Como el titulo lo sugiere, estos pacientes tienen problemas caracterológicos significativos y una carencia de intimidad para llevar adelante sus relaciones interpersonales. El terapeuta, por lo tanto, afronta la poco envidiable tarea de enfrentar una patología de carácter en terapia breve con un paciente que tiene pocos recursos interpersonales. Esta área problema de IPT ha sido muy poco usada, muy poco estudiada, y mucho menos conceptualmente desarrollada. Es, en efecto, una categoría residual para pacientes cuyas dificultades interpersonales puedan indicar comorbilidad con trastornos de personalidad y un pronóstico poco alentador. Algunos pueden presentar criterios de trastornos esquizoides o esquizotipicos de la personalidad, y pueden carecer de experiencia alguna en relaciones íntimas. Por otro lado, si un paciente es distímico o presenta una depresión crónica, los déficits interpersonales pueden reflejar el lento efecto del trastorno emocional crónico en lugar de los rasgos caracterológicos. (Markowitz, Moran, Kocsis, & Frances, 1922b; Markowitz, 1993). Para muchos pacientes con tales déficits, es usualmente posible (y preferible), encontrar en reemplazo una transición de rol. A pesar de esas dificultades en sus caminos, los pacientes depresivos con déficits interpersonales pueden responder al tratamiento y no deben ser rechazados por los terapeutas como pacientes sin esperanza. El tratamiento les da coraje a esos pacientes para reducir su aislamiento social y experimentar con nuevas relaciones sociales y modelos de comportamiento, usando la TIP como un lugar para revisar los progresos y también los retrocesos. (Vea Tabla 13.5). La discusión puede mencionar los modelos disfuncionales con los que el paciente ha participado en sus relaciones, con un énfasis en la exploración de opciones alternativas en el presente en lugar de buscar una explicación en el pasado. Muchos pacientes depresivos con déficits interpersonales presentan problemas de autoestima, de expresión de la ira, y con la toma de riesgos sociales. Dada la pobreza en relaciones íntimas que muestran muchos de estos pacientes, el terapeuta puede verse forzado a basarse más en los patrones que emergen de las interacciones entre paciente y terapeuta que en tratamientos con otros tipos de paciente. Tabla 13.4 Diseño de Objetivos y Estrategias para las sesiones intermedias: Transición de rol Objetivos 1. Ayude al paciente en su duelo y a que acepte la pérdida de su viejo rol 2. Ayude al paciente a considerar el nuevo rol como más positivo 3. Construya aspectos de la autoestima desarrollando una sensación de dominio acerca de las demandas de los nuevos roles Estrategias 1. Revise los síntomas depresivos 2. Relacione los síntomas depresivos con la dificultad para aceptar los cambios de vida reciente (Por ej. diagnóstico de distimia como transición de rol) 3. Revea los aspectos positivos y negativos de los nuevos y viejos roles 4. Explore los sentimientos acerca de lo que se ha perdido 5. Explore los sentimientos acerca del cambio en sí mismo 6. Explore las oportunidades en el nuevo rol 7. Evalúe en forma real qué se ha perdido 8. Aliente adecuadamente la expresión de los afectos 9. Aliente el desarrollo del sistema de soporte social y de las nuevas habilidades requeridas por el nuevo rol Las Sesiones Finales En las semanas finales de la TIP, los síntomas depresivos del paciente deberían haber sido resueltos en la mayoría de los casos; el paciente y el terapeuta pueden ahora revisar qué ha pasado en la terapia y mirar hacia delante, más allá del tratamiento. La evaluación de las ganancias del paciente debería enfatizar el papel del paciente en haberlas logrado: los pasos interpersonales tomados en el duelo, en la resolución de una disputa o en una transición de rol, el desarrollo de la autoestima, o algo similar. Aunque el terapeuta pueda haber remarcado conexiones, el paciente es el único que tiene que ponerlas en práctica y por lo tanto hacer importantes cambios de vida. Este resumen de la terapia sirve a varios fines. Le da poder al paciente anteriormente deprimido brindándole una apreciación de su habilidad para influenciar sus estados de ánimo y relaciones; consolida sus ganancias, alienta su independencia, y alivia el temor a la terminación de la terapia. Un segundo objetivo es revisar los síntomas depresivos del paciente y las áreas de problemas interpersonales, de manera que puedan reconocer la potencial recurrencia y anticipar sus puntos de vulnerabilidad. De modo análogo a los resúmenes al final de las sesiones, esta recapitulación al fin del tratamiento proveerá un sentido de clausura y de refuerzo de temas importantes. Dieciséis semanas constituyen un período de tiempo considerable - un período que es por lo general amplio para lograr la resolución de un episodio emocional. Por otro lado, sería poco realista esperar que todos los cabos sueltos en la vida del paciente resultaran prolijamente anudados en este intervalo. El duelo, las disputas y transiciones de rol y los déficits interpersonalespueden persistir más allá de la terapia misma. El mensaje para los pacientes es que esta terapia ha permitido por lo menos un entendimiento y un ataque inicial al problema, el que el paciente será capaz de seguir enfrentando cuando la terapia termine. Algunos terapeutas a veces tienen dificultades para terminar las terapias breves. Acaban de empezar a conocer realmente a su paciente. El paciente y el terapeuta acaban de alcanzar un resultado gratificante y significativo como equipo. El paciente, que ya no tiene los síntomas de la depresión, puede estar identificando otros problemas interpersonales desadaptativos que invitan a una futura terapia. Ambos, paciente y terapeuta, pueden lamentar el final que están enfrentando y sentirse tentados de continuar. La precisión en cuanto al tiempo, que ha sido muy buena hasta este punto, puede ahora amenazar y deshacer la terapia. Por lo tanto es crucial que el terapeuta no dé por finalizada una terapia breve con un tono ambivalente que lleva un implícito mensaje de melancolía o lamentación. Hacerlo así le genera al paciente sensaciones de inseguridad, y puede dejarlo con un mayor riesgo de recurrencia. Por el contrario, el terapeuta debe notar que la terminación es a veces un momento triste, precisamente porque ellos han trabajado tan bien juntos como un equipo y han logrado tanto. Recordándole al paciente que el objetivo inicial del tratamiento de la depresión ha sido cumplido, el terapeuta interpersonal debe hacer de la terminación una especie de graduación de la terapia - un natural y apropiado paso hacia adelante, en lugar de una derrota. El paciente ha ganado un conocimiento de la depresión y de sus intervenciones interpersonales para detectar si retoma, por lo tanto el paciente debe dejar la terapia con la sensación de una misión cumplida y bien realizada. En el caso de que la depresión persistiese hacia el fin de la TIP, el terapeuta debe reconocer los esfuerzos del paciente dentro de la terapia, para minimizar la posibilidad de que se autorreproche en forma depresiva por el tratamiento fallido. Siguiendo el modelo de explotar opciones de la TIP, el terapeuta debe hacer notar que aún quedan muchas opciones de tratamiento exitosas, debiendo derivar al paciente hacia esas alternativas. Tabla 13.5 Diseño de objetivos y estrategias para las sesiones intermedias: Déficit interpersonales Objetivos 1. Reducir el aislamiento social del paciente 2. Alentar la formación de nuevas relaciones Estrategias 1. Revise los síntomas depresivos. 2. Relacione los síntomas depresivos con problemas de aislamiento social o con el incumplimiento de expectativas. 3. Revise las relaciones pasadas, incluyendo sus aspectos positivos o negativos. 4. Explore los patrones repetitivos en las relaciones. 5. Discuta los sentimientos positivos y negativos que el paciente tiene hacia el terapeuta y buscar paralelos en otras relaciones. Nota Adapted from Klerman, Weissman, Rounsaville, y Chevron (1984). Copyrigth 1984 by Basic Books. Adapted by permission of HarperCollins Publishers. Sesiones de refuerzo En una serie de publicaciones, Frank y colaboradores (Frank, Kupfer, y Perel, 1989; Frank et al; 1990; Kupfer, Wagner, McEachran, y Cornes, 1991) han demostrado el valor profiláctico de mantener sesiones de TIP, aún en forma mensual, a los fines de evitar la recurrencia en pacientes que hubieran tenido tres o más episodios de depresión mayor. Dado que la depresión en la mayoría de los casos un trastorno recurrente, alguna forma de continuidad terapéutica puede ser muy apropiada para ese tipo de pacientes remitentes. La frecuencia de las sesiones de mantenimiento pueden variar- por ej., la tentativa inicial de TIP consideró en ocho meses semanales – pero TIP continúa siendo en todo caso un tratamiento de tiempo limitado. Aún cuando el tratamiento interpersonal de mantenimiento está contemplado, los psicoterapeutas, sin embargo, deben poner un encuadre de finalización de los tratamientos agudos como un modo de terminación. Con el objetivo inicial cumplido, los pacientes están ahora capacitados para una terapia menos intensiva, en la cual ellos pueden mantener la eutimia y continuar trabajando en sus problemas interpersonales remanentes. Terapeuta y paciente deben estar de acuerdo con la duración y la frecuencia de las sesiones de mantenimiento antes de la terminación del periodo agudo de TIP. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN PARA LA PSICOTERAPIA INTERPERSONAL. La terapia interpersonal fue desarrollada para cumplir con la necesidad de una psicoterapia antidepresiva estandarizada para las depresiones mayores agudas. Su desarrollo tuvo lugar durante 12 años en Boston -New Haven Collaborative Depression Proyect (Klerman, DiMascio, Weissman, Prusoff, y Paykel, 1974; DiMascio et al.; 1979; et Weissman, Klerman, Prusoff, Shoiomskas, & Padián, 1981). Como en el caso de todo tratamiento eficaz, naturalmente el éxito en ese tratamiento llevó a una búsqueda de nuevas indicaciones. Los investigadores han extendido su uso adaptando la TIP, modificando las técnicas para objetivos y diagnósticos específicos y detallando esos cambios en nuevos manuales. Las preguntas a enfrentar en la investigación en TIP son las siguientes: 1. ¿Cuáles son los límites de la expansión? ¿Toda vez que los temas interpersonales son omnipresentes, hay un algún trastorno (del ánimo u otro) para el cual una adaptación de la TIP podría no ser de útil? Hasta la fecha, el tratamiento de pacientes por abuso de sustancias es la única área diagnóstica en la que la terapia interpersonal ha sido probada sin ningún beneficio claro. 2. ¿Qué es lo que hace efectiva a la TIP? Las cuestiones vinculadas a los procesos han recibido relativamente muy poco estudio; la mayoría de la investigación referente a la TIP ha considerado primariamente datos de resultados. Los estudios han demostrado que los terapeutas entrenados en IPT puede con mucha capacidad adherirse a un protocolo de tratamiento manualizado (Hill, O'Grady, y Elki, 1992), aunque los pacientes "difíciles" pueden interferir con la performance del terapeuta (Foley, O'Malley, Rounsaville, Prusoff, y Weissman, 1987). Krupnick y colaboradores (1992) encontraron que la alianza terapéutica influenciaba significativamente el resultado del tratamiento con TIP pero no el de otras intervenciones breves, en tanto que Frank y otros (1991) notaron que la pureza temática en las sesiones de mantenimiento de TIP se correlacionaba con la remisión sostenida. Aún así, a la fecha pocas, investigaciones han encarado el problema de los elementos activos de IPT -por ejemplo, qué tan confiablemente los terapeutas acuerdan en la elección las áreas problema de IPT; si el cambio del área problema afecta el resultado del tratamiento; y cuáles de los numerosos componentes psicoeducacionales y psicoterapeúticos de IPT son efectivos rara cuáles subgrupos de pacientes. ESTUDIOS DE EFICACIA Esta sección resume el desarrollo y la adaptación de la TIP para varios grupos diagnósticos y poblaciones de pacientes.Eficacia en Depresión Mayor Aguda El estudio de Boston -New Haven tuvo un diseño de cuatro células, con una duración de 16 semanas de tratamiento para 81 pacientes ambulatorios depresivos (DiMascio et al; Weissman et al; 1979, 1981) El estudio comparó la TIP, el antidepresivo tricíclico amitriptilina, su combinación, y un tratamiento psicoterapéutico no planificado. Los dos tratamientos activos fueron más efectivos que el de control, y la combinación de psicoterapia y psicofarmacología fue superior a cada uno de ellos por separado. Después de un año de seguimiento, muchos pacientes mantuvieron los beneficios logrados en 16 semanas de intervención con TIP, y pacientes que recibieron terapia interpersonal sin medicación mostraron mejor funcionamiento psicosocial que aquellos que habían recibido el antidepresivo solo o la condición de control (Weissman et al; 1981). Algunos pacientes en alguna de esas celdas recayeron y requirieron más tratamiento. El estudios de psicoterapia comparativa más ambicioso hasta la fecha ha sido el National Institute of Mental Health Treatment of Depression Collaborative Research Program (Elkin et al; 1989), en el cual 250 pacientes de terapia ambulatorios depresivos en cuatro lugares fueron designados al azar a 16 semanas de terapia interpersonal, terapia cognitiva, imipramina, o tratamiento de placebo. La mayoría de los sujetos completaron por lo menos 15 semanas o 12 sesiones de tratamiento. Los pacientes menos deprimidos mejoraron en todas las células. La imiprimina produjo la respuesta más rápida y fue claramente superior al placebo. La célula tratada con TIP sufrió el menor desgaste. Los pacientes con TIP se compararon con aquellos que 1 recibieron medicación en numerosas medidas de resultado: la TIP tuvo un resultado superior al placebo en muchos pacientes deprimidos, mientras que la terapia cognitiva no lo hizo. Eficacia en subpoblaciones deprimidas Pacientes Geriátricos deprimidos 1 (N. del T.)Los resultados de este estudio fueron cuestionados posteriormente en lo referente a la terapia cognitiva porque el estudio mostró un desempeño muy desparejo para los tratamientos con terapia cognitiva diferentes centros en los que se hizo la investigación. Steve Hollon y colaboradores replicaron el estudio en la Universidad de Minnesota y comprobaron que los resultados diferían significativamente con los del estudio del National Institute of Mnetal Health (NIMH) pero resultaban similares a los hallados en los demás estudios de resultados sobre terapia cognitiva de la depresión. La diferencia fue atribuida al entrenamiento inadecuado en terapia cognitiva de algunos grupos de terapeutas participantes en el protocolo del NIMH. Véase Hollon, S.D.; De Rubeis, R.J.; Evans, M.D. Los mayores están socialmente marginalizados, sufren dificultades físicas además de otros estresores psicosociales (tales como la muerte de esposos y amigos), y tienen un riesgo de suicidio significativo. Su sensibilidad a los efectos adversos de la medicación sugiere el beneficio potencial de las psicoterapias antidepresivas para esta población. En un estudio piloto de 6 semanas comparando la TIP con la nortriptilina en 30 pacientes geriátricos deprimidos, la TIP mostró algunas ventajas sobre los antidepresivos tricíclicos. Esto ha sido atribuirle a los efectos secundarios de la medicación, que llevó a tener un mayor desgaste en el grupo con nortriptilina (Sloane, Stapes, y Schneider, 1985). Pacientes Depresivos HIV Positivo. La TIP también ha modificado para afrontar las necesidades de los pacientes depresivos HIV positivo (TIP-HIV). Aprender que cuando uno es infectado con el virus que causa el sida es en sí mismo una transición de rol, y el individuo infectado enfrenta una variedad de estresores psicosociales adicionales. En una prueba abierta de TIP, los sujetos deprimidos eran generalmente en su mayoría hombres homosexuales atormentados por la pérdida de amantes, amigos, trabajos, estilos de vida y salud. Los terapeutas tenían que escoger de un exceso de áreas problemas de IPT. A los pacientes les fue dado el rol de enfermo al informarles que ellos tenían dos condiciones médicas: depresión e infección por HIV. De los 23 pacientes, 20 mejoraron a pesar del empeoramiento de los problemas médicos en algunas instancias (Markowitz, Klerman, y Perry, 1992 a). La presión del tiempo por la presencia del HIV pareció sinergizar aquello que estaba incluido en el formato de terapia breve. En una prueba de tratamiento al azar que está actualmente en desarrollo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cornell en Nueva York (Markowitz et al; en prensa) los pacientes HIV positivos están siendo asignados al azar a terapia interpersonal, terapia cognitiva, terapia de apoyo sola, e imipramina más terapia de apoyo. Adolescentes depresivos Los adolescentes tienen una alta frecuencia de trastornos del estado de ánimo, llevan consigo un riesgo de suicidio, y también están en riesgo por disfunciones psiquiátricas y sociales en curso; sin embargo, la eficacia de la medicación antidepresiva para esta población no ha sido probada. Mufson y colaboradores en la Universidad de Columbia han modificado la TIP para los adolescentes depresivos (TIP-A). Las modificaciones incluyen la consideración de los temas del desarrollo de los adolescentes y la adición de una quinta área problema – que es el de la familia con un solo padre, una situación interpersonal que frecuentemente aparece en las casos piloto (Moreau, Mufson, Weissman, y Klerman, 1991; Mufson, Moreau, Weissman, y Klerman, 1993). Este estudio piloto de TI-A está actualmente en curso. Pacientes Distímicos Intentar tratar un trastorno del estado del ánimo crónico y generalmente de toda la vida, en una terapia breve de 4 meses puede parecer temerario. Sin embargo, los datos piloto sugieren que la terapia interpersonal puede ser tan efectiva como la medicación antidepresiva en el tratamiento de la distimia, cuyo sello distintivo es la afección del funcionamiento interpersonal (Mason et al; 1993). La TIP-D modifica el concepto de la transición de rol para incluir el diagnóstico y el tratamiento del trastorno distímico en la terapia interpersonal como una transición de rol en sí, llevando al paciente a una manera más sana de funcionamiento interpersonal. La presión del formato breve de tratamiento en el paciente y en el terapeuta puede contrabalancear la tendencia a disminuir las expectativas de resultados en el tratamiento de pacientes con un diagnóstico psiquiátrico crónico y a conformarse con logros parciales. Diecisiete pacientes, incluyendo siete fracasos con desipramina, han recibido TIP-D en la Clínica Payne Whitney hasta la fecha. Ninguno ha empeorado y diez han alcanzado la remisión (Escala de depresión de Hamilton con valores< 6); los valores de Hamilton bajan de 21,5 en el comienzo a 7,4 después de 16 semanas (Markowitz, 1994). Los pacientes severos continuaron manteniendo sus logros hasta 2 años después del tratamiento agudo. Eficacia en el tratamientode mantenimiento de la Depresión Mayor. El primer uso de la TIP, en 1967, fue en el estudio de Boston New Haven (Klerman et al, 1974; Paykel, DiMascio, Haskell, y Prusoff, 1975). Esta prueba de 8 meses de sesiones semanales seria hoy considerada un estudio de terapia de continuación (en otras palabras, de alrededor de 6 meses) en lugar de un estudio de tratamiento de mantenimiento (de un año o más). Klerman, Weissman, y colaboradores compararon los efectos de la terapia interpersonal, la amitriptilina, y su combinación para 150 pacientes ambulatorios con depresión aguda que habían ya mostrado una respuesta a la medicación con tricíclicos. El mantenimiento de la farmacoterapia evitó la recaída y la exacerbación de los síntomas (Klerman et al; 1974; Payket, Prusoff, y Hanson, 1974). No hubo interacciones negativas entre los dos tratamientos, y por lo tanto, la psicoterapia combinada con la farmacoterapia produjo el mejor resultado. (Klerman et al; 1974; Paykel et al; 1975) El grupo de Pittsburg ha concluido un tratamiento con 128 pacientes ambulatorios que habían sufrido por lo menos tres episodios de depresión mayor (Frank et al; 1989, 1990, 1991). Los pacientes fueron estabilizados con la combinación farmacoterapia de altas dosis de imipramina y TIP, después fueron asignados al azar a tres años de tratamiento de mantenimiento en una de los cinco bloques: una forma de mantenimiento (TIP-M), algunos (1) solos, (2) combinados con imipramina, o (3) combinado con placebo; o medicación de visitas clínicas para otros. (4) continuación de altas dosis de imipramina o (5) placebo, sin psicoterapia adicional. Los pacientes recibieron muchas evaluaciones biológicas y psicosociales. El mantenimiento con imipramina fue asociado con el bajo índice de recurrencia. La TIP-M, un dosaje relativamente diluido de psicoterapia, tuvo un índice intermedio de recurrencia, significativamente menor que en condiciones con placebo. La TIP-M no aumentó el efecto profiláctico de la medicación sola (Frank et al; 1898, 1990). Los tratamientos de IPT-M que mantuvieron un foco interpersonal fuerte fueron asociados con bajos índices de recurrencia (Frank et al; 1991). Otro estudio de Pittsburgh está actualmente comparando una modificación por separado de TIP para el tratamiento de mantenimiento de la depresión recurrente en la vejez (TIP-V) con medicación antidepresiva en un estudio doble de su eficacia (Reynolds et al; 1992) Los pacientes geriátricos con depresión mayor recurrente están siendo tratados con nortriptilina y TIP-V, y si la respuesta persiste durante la fase de continuación, son asignados al azar a uno de los cuatro bloques de mantenimiento. Eficacia en los diagnósticos no afectivos La demostración de la eficacia de TIP en el tratamiento de la depresión ha alentado su expansión a otras áreas diagnósticas. Bulimia Fairburn y colaboradores (1991) trataron 75 pacientes con bulimia nerviosa, que fueron asignados al azar a 18 sesiones de terapia cognitiva, a una terapia conductual simplificada, o a TIP. Los tres tratamientos redujeron efectivamente la psicopatología, incluyendo los síntomas depresivos y el comer en exceso. No es sorprendente que la terapia cognitiva modificase muy efectivamente las actitudes perturbadas de los pacientes en lo referente a la figura y al peso, ya que la TIP no fue modificada para el tratamiento de la bulimia y por lo tanto no fue enfocada a los temas relacionados con la alimentación. Estos hallazgos se mantienen ya hace más de un año (Fairburn, Jones, Peveler, Hope, y O'Connor, 1993). La TIP también ha probado ser efectiva como la terapia cognitiva para pacientes bulímicas tratadas en forma grupal - el primer uso de IPT como terapia de grupo (Wifley et al; 1993). Un estudio de las Universidades de Columbia y Stanford está tratando de replicar los resultados del estudio de Fairburn. Abuso de Sustancias Rounsaville y colaboradores han realizado dos intentos para adaptar el IPT al tratamiento de los trastornos relacionados con sustancias. En el primero, 72 abusadores de opio mantenidos con metadona fueron semanalmente con sesiones de TIP o con pocos contactos mensuales de visitas clínicas. El reclutamiento, el desgaste y otras dificultades metodológicas comprometieron esta comprobación, que no encontró un beneficio adicional para la terapia interpersonal (Rounsaville, Glazer, Wilber, Weissman, y Kleber, 1983). Ambos autores han notado que la TIP fue agregada a un tratamiento que era en sí mismo intensivo (lo que puede haber sido uno de los factores para su falta de eficacia), y que el trabajo concentrado de TIP puede haber sido incompatible con las metas de largo alcance del programa de mantenimiento de metadona. Un modelo de mantenimiento de TIP podría ser mucho más efectivo en esas circunstancias. En el segundo estudio, 42 pacientes ambulatorios abusadores de cocaína fueron asignados a 12 semanas de tratamiento interpersonal o conductual. El objetivo principal era la abstinencia de droga. Aunque la mayoría de las diferencias en los tratamientos no demuestran significado estadístico, la TIP aparece generalmente menos efectiva que los tratamientos alternativos, particularmente en los análisis que estratifican a los pacientes por severidad o por el inicio del abuso de la sustancia. (Carroll, Rounsaville, y Gawin, 1991) Eficacia en otros formatos Algunos estudios han alterado el formato de la TIP. Tratamiento conjunto Los conflictos maritales, la separación, y el divorcio han sido fuertemente asociados con el desencadenamiento de episodios depresivos (Rounsaville, Weissman, Prosuff, y HercegBaron, 1979), y la psicoterapia individual para pacientes depresivos que están en una disputa matrimonial puede prematuramente acabar algunos matrimonios. (Locke y Wallace, 1976; Gurman y Kniskern, 1978). En virtud de que podría esperarse que el foco interpersonal de la TIP pueda funcionar con parejas, se ha desarrollado un manual y procedimientos de entrenamiento para el tratamiento conjunto de pacientes deprimidos con disputas maritales (TIP-MC). Dieciocho pacientes cuya depresión mayor estaba relacionada con el inicio o el deterioro de las disputas maritales fueron tratados en un estudio piloto en el cual fueron asignados al azar a 16 semanas de TIP o TIP-MC. Posteriormente ambos esposos fueron llamados para realizar terapia, donde el estándar de TIP requería un formato de tratamiento individual. Ambos bloques de tratamiento informaron mejoría en los síntomas depresivos y en el funcionamiento social en terapia. Aunque los dos grupos no difirieron en datos obtenidos, los pacientes de TIP-MC mostraron una mejor adaptación marital, mayor demostración de afecto marital, y mejores reacciones sexuales, que los pacientes de TIP (Foley, Rounsaville, Weissman, Sholomskas, y Chevron, 1989). Estos descubrimientos piloto requieren réplicas con un campo mayor de ejemplos y un grupo control sin tratamiento. Orientación (counseling) interpersonal para pacientesen cuidados médicos primarios. Los pacientes en atención médica primaria han mostrado tener altos niveles de ansiedad, depresión, y quejas somáticas (Goldeberg, 1972; Brodaty y Andrews, 1983). De esos pacientes no todos tienen trastornos psiquiátricos, pero los síntomas depresivos, aún en ausencia de un síndrome clínica completo, pueden ser debilitantes (Wells et al; 1989). Muchos pacientes se presentan, y repetidamente, a la consulta con médicos en atención primaria por síntomas psicológicos y no por sus síntomas médicos. Klerman y colaboradores (1987) desarrollaron el couseling interpersonal (IPC) una intervención psicosocial breve basada en TIP, para tratar a esta población de pacientes. Un grupo de practicantes en enfermería en atención primaria fueron entrenados con un manual de tratamiento, impreso para ser administrado en un máximo de seis sesiones de 30 minutos cada una, enfocadas en el funcionamiento corriente de paciente; eventos recientes en su vida, stress familiar y ocupacional, y los patrones y cambios en sus relaciones interpersonales. El terapeuta de IPC considera la ambiente como el contexto en el cual surgen las ansiedades y los síntomas depresivos somáticos y emocionales. Un total de 128 pacientes con un puntaje de 6 o más en el Cuestionario de Salud General de Goldberg (GHQ; Goldberg, 1972) fueron comparados por los puntajes de GHQ y asignados tanto a IPC o a un grupo de seguimiento natural que no recibió ninguna intervención psicológica. En un periodo de 3 meses (en las que se incluyó sólo una o dos sesiones de IPC), los sujetos tratados reportaron grandes síntomas de alivio que los del grupo control, particularmente un alivio del estado de ánimo depresivo. Este estudio preliminar sugirió que una breve intervención puede beneficiar psicológicamente a los pacientes con stress médico. Por el otro lado, en lugar de reducir la utilización de los servicios de cuidados de salud, la IPC se asoció con el mayor uso de los servicios de salud mental, por pacientes recientemente enterados de la fuente psicológica de sus síntomas. El uso de intervenciones psicológicas tales como IPC entre los pacientes de atención primaria merece un más amplio estudio. Eficacia de otras adaptaciones El entusiasmo acerca de los potenciales beneficios de la terapia interpersonal ha alentado el desarrollo de proyectos en numerosas áreas. Frank y colaboradores en Pittsburgh han combinado una forma de TIP con un modelo social de Zeitgeber (dar tiempo) (Ehlers, Frank, y Kupfer, 1998) para minimizar los eventos vitales destructivos, para crear un tratamiento de mantenimiento para pacientes bipolares estabilizados farmacológicamente con litio. Las estrategias profilácticas se concentran en el manejo de los síntomas y con la relación de los síntomas con la frecuencia e intensidad de las interacciones sociales, sobreestimuiación, y los ritmos cotidianos de funcionamiento social (especialmente el sueño). Un grupo en Buffalo, Nueva York, está explorando formas de TIP para tratar personas deprimidas que están a cargo de pacientes crónicos con daños cerebrales por trauma. Investigadores de la Universidad de Columbia están explorando la TIP para mujeres con depresión post-parto. Otros proyectos están dirigiendo la TIP hacia el trastorno límite de la personalidad, para recuperar pacientes alcohólico-dependientes, y como terapia grupal. Una adaptación de la TIP generalmente incluye el desarrollo de un manual para afrontar los asuntos interpersonales característicos de determinada población de tratamiento. Los terapeutas entrenados de acuerdo con el manual pueden luego verificar la adaptación de TIP para comprobar su eficacia en estudios de resultado. Conclusión La TIP ha probado su eficacia como tratamiento agudo (especialmente en pacientes ambulatorios con depresión mayor) y forma creciente tratamiento de mantenimiento. Se muestra promisoria en varias adaptaciones para diagnósticos particulares, incluyendo los pacientes geriátricos, adolescentes, HIV-positivo, distímicos, y bulímicos, aunque los estudios en muchas de ésas áreas son preliminares. También resulta adaptable a modos de tratamiento distintos de la psicoterapia individual ambulatoria. Como tratamiento del abuso de sustancias, ya se ha mencionado que la TIP no ha mostrado ser efectiva para los consumidores de opiáceos o cocaína. La investigación continua quizás pueda producir avances en las indicaciones específicas para el uso de TIP en forma preferente respecto de otras psicoterapias y en combinación con farmacoterapias. REFERENCIAS *Se utiliza en este texto como el desgaste que se produce a lo largo del tratamiento cuando las intervenciones o la medicación no dan los resultados esperados. Y por lo tanto se intenta con otras intervenciones terapéuticas o cambiando la medicación, según sea el caso. American Psychiatric Association (1994). Diagnosic and stadistical manual of mental disorders (4 th od) Washington, DC: Aulhor. Beck, A. T. (1978) Beck Depression Inventory: Philadelphia: Center of Cognitive Therapy. Beck, A.T.; Rush, A J; Shaw, B. F; & Emery, G. (1979) Cognitive Therapy of depression. New York Guilford Press. Brodaty,; Andrews G. ( 1983) Brief psycotherapy in familiy practice: A controlled perspective; Intervention trial. British Joumal of Psychiatry, 143, 11-19. Brown, G. W; Harris, T; & Copcland, l R. (1978) Depression and loss. British Journal of Psychiatry, l30, 1-18. Carroll, K. M; Rounsaville, B. J; & Gawin, F.H. (1991). A comparative trial of psychotempícs for Ambulatory cocaine abusers: Relapse prevention and interpersonal psytherapy. Amaerican Journal Of Drug and Alcohol Abuse, 173 (3), 229-247. DiMascio, A; Weissman,M.M; Prusoff, B. A; Neu, C; Zwilling M & Klerman, G.L.(1979) Differential symptom reduction by drugs and psycotherapy in acute depression. Archives of General Psichiatry, 36,1450-1456. Ehlers,C.L; Frank E; & Kupfer, D.J. (1988). Social zeitgebers and biological rhythms: A unified approach to understanding the etiology of depression. Archives of general Psychiatry, 45,948-952.
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