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1 Economía feminista En Revolución francesa las mujeres tomaron conciencia de ser un colectivo sumamente oprimido, aun así, este periodo significo una derrota para el feminismo y también para la mujer, ambas tuvieron el mismo final: la guillotina o el exilio. Todo ello porque la Republica no estaba dispuesta de ningún modo a reconocer otro rol a la mujer que no sea madre o esposa. Es así que las mujeres ahora sin ciudadanía y fuera del sistema educativo, quedan excluidas del ámbito del derecho. Como consecuencia, estos se transformaron en los principales objetivos del sufragismo; el voto y la entrada en las instituciones de alta educación. La misoginia romántica se utilizó contra la segunda ola del feminismo, el sufragismo. El primero en realizar una reconceptualización de los sexos, fue Hegel en la Fenomenología del Espíritu explicó que el destino de las mujeres era la familia y el de los varones el Estado y además éste no podía contradecirse. En Estados Unidos las mujeres lucharon por la independencia de su país, se unieron a la causa de los esclavos, cada vez en mayor medida comenzaron a ocuparse de cuestiones políticas y sociales. En el Congreso Antiesclavista cuatro mujeres fueron rechazadas como delegadas con el único argumento de ser mujeres. Luego en 1848 se aprobó la Declaración de Séneca Falls, uno de los textos básicos del sufragismo americano. El sufragismo tenía dos objetivos: el derecho al voto y los derechos educativos. Eran además de carácter anti clasista ya que consideraban que todas las mujeres en cuanto tales, era objeto de discriminación, sin importar a la clase social que pertenecen. En Inglaterra las sufragistas consiguieron tener como aliado a John Stuart Mill, que presentó la primera petición a favor del voto femenino en el Parlamento y fue una referencia para pensar la ciudadanía no excluyente. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, los varones fueron llevados al frente y las mujeres sostuvieron la economía fabril, la industria bélica y gran parte de la administración pública. En tales circunstancias, nadie pudo oponerse a las demandas de las sufragistas, el Rey Jorge V amnistió a todas ellas y en 1917 fue aprobada la ley de sufragio femenino. FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN CÁTEDRA DE NOCIONES DE ECONOMÍA / TEORÍAS ECONÓMICAS Texto 15 – Economía feminista (Unidad 4 punto 3) Autora: MAGALÍ GONZÁLEZ MIRANDA 2 En España, una vez instaurada la República en 1914 se reconoce el derecho al voto a las mujeres. Hacia los años 30 la mayoría de las naciones desarrolladas habían reconocido el derecho al voto femenino, por lo que el objetivo del movimiento de sufragistas se había logrado. Las feministas del siglo XIX y principios del XX pusieron énfasis en los aspectos igualitarios y en el respeto a los valores democráticos. Era un movimiento basado en los principios liberales. A mediados del siglo XIX comenzó a imponerse en el movimiento obrero el socialismo de inspiración marxista. El marxismo abordó la “cuestión femenina” y ofreció una explicación a la opresión de las mujeres, la cual el origen de su subordinación no estaría en causas biológicas, sino sociales. En consecuencia, su emancipación vendría por su independencia económica. A las mujeres socialistas se les presentaba la contradicción de que aun suscribiendo la tesis de que la emancipación de las mujeres era imposible en el capitalismo, eran conscientes de que para la dirección del partido la “cuestión femenina” no era central ni prioritaria. Una de las primeras figuras femeninas en hablar y escribir sobre el Socialismo fue Flora Tristan nacida en Francia, con ascendencia peruana pasó sus primeros años en una situación económica privilegiada. Luego producto de la muerte de su padre, su situación cambio ya que al no ser reconocida legalmente por su padre y bajo la ley de Napoleón no tenía derecho a heredar. De esta manera paso de una economía privilegiada a vivir con su madre en un barrio marginal de Francia. Comenzó a trabajar a los 16 años en el taller del que luego sería su esposo, con él tuvo 2 hijos, pero decepcionada de la vida matrimonial, de los constantes celos de su esposo decide separarse. Después de varios desencuentros logra llegar a un acuerdo judicial con Chazal quien se queda con la custodia de su hijo y ella con la custodia de su hija. Flora era lo que en la época se llamaba una “paria” una hija no reconocida legalmente. Viajó por varios países, en los cuales realizo diferentes tipos de trabajos y de esta manera pudo evidenciar la situación en la que se encontraban las mujeres con respecto al hombre en aquella época. Sus viajes fueron fuentes de inspiración para sus grandes Obras, Su obra literaria es una trilogía: Peregrinaciones de una Paria (1838), Paseos en Londres (1839) y Mephis (1838). Además de su obra literaria, la Unión Obrera es su obra cumbre, la más reconocida y más estudiada. Publica también: La emancipación de la mujer o Testamento de una paria, entre otras. En la Unión Obrera expresa la necesidad que tienen los trabajadores de organizarse y aboga por la “unidad universal”, en él sintetiza su ideario de reformas en favor del proletariado. Quería construir Palacios obreros distribuidos por toda Francia en donde se educaría a los niños y acogerá a los lisiados, heridos y ancianos obreros. 3 “Todos los males de la clase obrera se resumen con dos palabras: miseria e ignorancia, ignorancia y miseria. Ahora bien, para salir de este dédalo no veo más que un medio: comenzar por instruir a las mujeres, porque las mujeres son las encargadas de educar a los niños varones y mujeres.” Tan importante y revolucionarios fueran sus obras que Karl Marx reconoció su carácter de precursora del socialismo y la lucha de los proletariados. Otros sostienen que además de ser precursora del socialismo y del feminismo, la señala como motor de acción para la denuncia de la injusticia social de su tiempo. Otros además agregan y resaltan sus ideas internacionalistas que se adelantan a Marx y Engels. Otra figura importante es la de Clara Zetkin; nació en 1857 en Alemania, falleció en 1933 en la Unión Soviética paso su vida dedicada a la política; es una referente de lo que hoy se conoce como Feminismo Socialista, al que ella llamaba “movimiento de mujeres socialista” ya que en aquel momento la palabra feminismo estaba asociado al sufragismo, que eran mujeres burguesas. Pertenecía a una familia de clase media, su padre era maestro y su madre estaba vinculada al feminismo burgués. Desde muy chica su actividad estuvo asociada al socialismo, a los 25 años se vio obligada a exiliarse de Alemania ya que se había prohibido la actividad socialista. Estuvo en París y Suiza en donde se relacionó con referentes socialistas del momento. Luego, en 1890 se revocó la ley contra el Socialismo y pudo volver a su país. Ketkin es el apellido de su marido, un exiliado ruso con quien tuvo 2 hijos y quien murió en 1889. Tras conocer a Engels se hizo cargo de construir y organizar el movimiento de mujeres del partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Lo hizo en el marco de la II Internacional, una organización creada para coordinar actividades internacionales. Participó como una de las principales oradoras y defendió aguerridamente los intereses de las mujeres trabajadoras. En 1896 leyó uno de los textos más importantes “El discurso de Gotha” el cual establece la diferencia de intereses de las mujeres según su clase social, por lo que a partir de este argumento plantea la lucha de las mujeres socialistas debe ser independiente de las feministas liberales. Expresa que las mujeres de clase media además del luchar por iguales derechos en la educación y en el campo profesional tenían la necesidad de ser personas autónomas y liberarse de “vivir como muñecas enuna casa de muñecas”. Por el contrario, las mujeres de clase trabajadora ya habían logrado insertarse laboralmente pero no les había traído ningún beneficio. En este contexto es que Clara denuncia que la explotación capitalista no les dejaba tiempo a las mujeres trabajadores ni siquiera para amamantar a sus bebes. Es por ello que Zetlkin reclamaba que se fijara legalmente jornadas de 8 horas de trabajo y se levantara barreras legales contra la explotación obrera; también luchaba por la igualdad salarial para mujeres y hombres que realizaban el mismo trabajo, licencia por maternidad antes y después del parto, la instalación de guarderías y salas de lactancia en fábricas y empresas. 4 Entre 1892 y 1917 dirigió el Periódico “La igualdad” que era el órgano de prensa y propaganda del movimiento de mujeres socialistas. Cuando el partido socialista voto a favor de del presupuesto para comprar municiones de guerra, Clara y Rosa Luxemburgo se sintieron decepcionadas y se convirtieron desde entonces en incansables militares contra la guerra. Con el fin de la guerra se produjo la revolución alemana y la liga espartaquista fundada por Clara, Rosa y Karl Liebknecht, la cual se renombró luego como Partido Comunista de Alemania. El 15 de enero, un hombre armado con fusil busco a Rosa Luxermburgo, la subió en un auto y luego le disparó. Clara estaba distraída. Al terminar la guerra, las naciones llamaron a las mujeres a abandonar los puestos de trabajo y volver a los hogares a cumplir su rol de madres y esposas. Clara fue la primera en explicar por qué las mujeres debían permanecer en sus puestos de trabajo, muchas de ellas perdieron a sus esposos en la guerra, otros volvieron con algún tipo de discapacidad, siendo entonces la mujer quien debía hacerse cargo económicamente del hogar. De este modo, la mujer es la principal víctima de la crisis en aquel momento, las mujeres sentían del modo más deprimente el malestar social puesto que en ellas “coincide la situación de clase en cuanto explotadas, y la situación de inferioridad de sexo, lo que las convierte en las víctimas más duramente golpeadas por el orden capitalista”, decía Ketkin. La internacional Comunista de Mujeres floreció durante varios años, pero tras la muerte de Lenin las dirigentes perdieron su influencia, por lo que al poco tiempo la secretaria Internacional de la mujer tuvo que ser trasladada a Berlín donde perdió su condición de autónoma y fue forzada a convertirse en un mero departamento del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. También podemos destacar la figura de Alexandra Kollontai, nació el 31 de marzo de 1872 en el San Petersburgo de los zares, en el final de la esplendorosa época de la Rusia Imperial. Pertenecía a una familia aristocrática rusa de origen ucraniano. Fue una destacada política, y feminista rusa, la primera mujer en la historia en estar frente a un Ministerio. Trabajó para la modificación de las leyes que establecían la subordinación de la mujer al varón, defendió el derecho del voto femenino y la premisa de "a igual trabajo igual salario" de las mujeres en las mismas condiciones que los hombres. Luchó por el derecho al divorció y planteó la creación de guarderías y hogares para menores, protegiendo además la maternidad. En dos de sus obras habla sobre la liberación de la sexualidad feminista, las que tuvieron repercusión en toda Europa. Trata sobre la mujer nueva que se caracterizaba por exigencias propias, protestando por la servidumbre de la mujer dentro del Estado y de la familia; luchando para no ser más un complemento del esposo. En la línea tradicional de Marx y Engels, la de Orígenes de la familia, Kollontai afirmaba que, en la sociedad comunista, la igualdad, el reconocimiento recíproco de los derechos y la comprensión fraternal debían constituirse en principios rectores de las relaciones entre 5 hombres y mujeres. Sostuvo, pues, el derecho de la mujer a una total paridad con el hombre en la vida social, familiar y sexual. Durante los primeros años de la revolución rusa, la directora de la Zhenodtel (Organización de mujeres Soviéticas) promulgó varias leyes que liberarían a las mujeres a través de sus ideas socialistas. Le dio al matrimonio un carácter civil igualitario entre cónyuges, facilitó el acceso al divorcio por ambas partes y consiguió la protección estatal a madres e hijos a la vez que hizo gratuita la asistencia maternal en los hospitales. Pero sus ideas demasiado modernas para su tiempo fueron rechazadas no sólo por Lenin, sino también por muchas mujeres socialistas con unas ideas tradicionalistas demasiado arraigadas. Así, en 1922, la voz de Aleksandra Kollontai perdió fuerza. Lenin la relegó de su cargo y le asignó tareas diplomáticas. Sin saberlo, Aleksandra se convertiría en la primera mujer embajadora del mundo. Durante más de 20 años, la gran defensora del socialismo feminista transmitió sus ideas por Europa y Estados Unidos. Mientras defendía con orgullo y profundo convencimiento sus ideas por medio mundo, en la nueva Unión Soviética, Stalin revocaba parte de las leyes que ella había promulgado en defensa de los derechos de la mujer. Aleksandra Kollontai moría el 9 de marzo de 1952 en Moscú a los 79 años.
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