Logo Studenta

Copia de Módulo_ Deterioro Cognitivo y Demencias

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
Módulo: Deterioro Cognitivo y Demencias 
 
Licenciadas Ana Bonifacio y Judith Jaskilevich 
 
 
Deterioro Cognitivo y Demencias 
El bienestar de las personas con 
demencia es resultado directo de la 
calidad de las relaciones que mantienen 
con quienes les rodean (Kitwood, 1997) 
 
1. A modo de Introducción 
Este texto tiene el objetivo de introducirnos en el vasto campo del deterioro cognitivo y las 
demencias. 
 
El marco teórico utilizado será amplio e integrador, dado que lo requiere la complejidad y la 
multidimensionalidad del fenómeno y su abordaje en la clínica. 
 
Nuestro enfoque como psicogerontólogas integra diferentes dimensiones de la situación de la 
persona que sufre deterioro cognitivo y su contexto, que incluye no solo la dimensión cognitiva 
y sus cambios, sino la comunicación con la familia y el entorno, los síntomas psicológicos y 
conductuales de las demencias, la sobrecarga de los cuidadores, la discriminación de 
conflictivas familiares que obstaculizan la relación y el cuidado de la persona enferma. 
 
Nuestro abordaje para pensar la demencia e intervenir en una situación clínica es centrarnos 
en la persona, en la relación con ella y no en la enfermedad, en el deterioro. En este punto 
tomamos de modelo la línea de trabajo de Kitwood (1997 citado en Deming, 2008) y las 
recomendaciones del Grupo de Expertos en la Mejora de la Calidad de Vida de las Personas 
Mayores Dependientes (CS-QV) del Comité Europeo de Cohesión Social (CECS), descritas por 
O´Shea (2003). En tal sentido, el Grupo de Expertos en la Mejora de la Calidad de Vida de las 
Personas Mayores Dependientes propone concretamente que: 
 
“Para las personas con demencia, el proceso de asistencia debe buscar siempre proteger y 
alimentar el sentido de uno mismo que permanece con la persona mayor. Mediante 
intervenciones debe potenciarse la narrativa de la vida de las personas mayores con el fin de 
buscar la conexión con la totalidad de la vida de la persona y no sólo el componente de la 
demencia". 
 
A diferencia de la concepción instrumental de cuidados, nuestro enfoque ilumina la dimensión 
interpersonal de la relación, considera las diferencias individuales y las consecuencias que esto 
supone para la evolución de la enfermedad y del sujeto que la padece, proponemos: 
 
Tener en cuenta desde el primer momento, desde la primer entrevista los distintos factores 
que intervienen de forma singular en cada persona que padece la enfermedad. 
Es así que decimos que la demencia afecta de modo diferenciado, de modo singular a cada 
persona. 
 
Desde nuestra posición como psicogerontólogas propugnamos no solo una práctica que ponga 
énfasis en retrasar el deterioro cognitivo y controlar los síntomas psiquiátricos sino que: 
 
Nuestra práctica debe considerar, que si bien la persona sufre una desestructuración 
cognitiva, no pasa lo mismo con otros aspectos psicológicos, vinculares y emocionales. Por lo 
menos de forma sincrónica. 
 
La desintegración de estos aspectos aparece cuando se desintegra el entorno psicosocial de 
2 
la persona o cuando se realizan intervenciones que atentan contra la autoestima y dignidad de 
la persona. Kitwood designó a estas intervenciones como “intervenciones psicosociales 
malignas” tales como la infantilización, intimidación, alienación cultural, estigmatización, 
decepción, invalidación, cosificación y exclusión. 
 
2. Precisando los conceptos básicos 
Para poder comprender qué es el deterioro cognitivo y las demencias debemos recordar los 
conceptos de cognición y cuáles son los cambios cognitivos esperables en el envejecimiento. 
 
● Cognición 
En su sentido más amplio, abarca aquellos procesos involucrados en la adquisición, retención 
y/o manipulación de la información, es decir, el procesamiento de la misma y la conducta 
adaptativa que de tal procesamiento depende. Es a través de la cognición que procesamos 
información proveniente del medio interno como externo (Leiguarda & Manes, 2005). Este 
procesamiento de información es inseparable de la emoción y los afectos. Estas habilidades 
psicológicas nos permiten dar cuenta de toda la vida mental. Incluye desde funciones más 
básicas como atención, percepción, memoria, visuoespacialidad, hasta las más complejas 
como el lenguaje, las funciones ejecutivas que incluyen razonamiento, planificación, juicio, 
toma de decisiones, regulación de la conducta social, entre otras. 
 
● Cambios cognitivos esperables en el envejecimiento 
Es una disminución del desempeño cognitivo relacionada a cambios fisiológicos, no son 
cambios patológicos. A esta disminución se la llama declive cognitivo para diferenciarlo 
del deterioro. 
 
Los cambios cognitivos esperables en el envejecimiento no comprometen la autonomía de 
la persona, no interfieren en el diario vivir. 
 
Según las investigaciones longitudinales de Baltes y Schaie (citado en Carretero, 1991) sobre 
los cambios en la inteligencia en la adultez y el envejecimiento estos no ocurrirían para todas 
funciones por igual ni para todas las personas. Concluyeron que se produce un descenso leve 
del cociente de inteligencia alrededor de los 60 años y un descenso mayor a partir de los 75 / 
80 años sobre todo de los factores ligados a la Inteligencia Fluida, no así a la Inteligencia 
Cristalizada que puede mantenerse o incluso ampliarse. Estos descensos, estudiados desde 
un punto de vista estrictamente cognitivo y psicométrico, no tienen en cuenta la compensación 
que se produce por la experiencia vital y por la adquisición de otras habilidades o capacidades 
que desarrolló el adulto mayor. 
Observaron también que el estado de salud general del individuo afecta el modo y el 
quantum del declive, así como la falta estimulación afectiva, social y cultural. Existen otros 
factores que pueden profundizar el declive cognitivo tales como la Polimedicación del Adulto 
Mayor, el uso de tranquilizantes menores que generalmente los viejos toman para dormir 
(por ej. Benzodiacepinas), el estado de salud general (afecciones cardíacas, presión arterial, 
lípidos, entre otros). 
 
● Distintas nomenclaturas de los cambios cognitivos asociados a la edad a lo 
largo del tiempo 
A través del tiempo se han utilizado varios términos para describir los cambios cognitivos no 
patológicos asociado al paso del tiempo, entre ellos: 
● Olvido benigno de la senectud (Kral, 1962 citado en Bartrés Faz, 1999) adquirió cierto 
grado de relevancia, hacía referencia a lo que se consideraba una variante del 
envejecimiento normal en contraposición con el olvido maligno de la senectud. 
● Alteración de la memoria asociado a la edad (Reisberg, De León y Crook, 1982 citado 
en Bartrés Faz, 1999) surge en un grupo de trabajo del National Institute of Mental 
Health describieron los problemas mnésicos de personas mayores con buena salud, 
propusieron el término para referirse a los cambios que la memoria sufre con la edad y 
3 
que, una vez más, se consideraban una variación del envejecimiento normal. 
● Deterioro cognoscitivo relacionado con la edad (DSM IV TR, 2001). 
● Declive cognitivo asociado a la edad (Levy, 1994 citado en Bartrés Faz, 1999). Estos 
criterios comparaban el rendimiento de los adultos mayores con su propio grupo de 
referencia para englobar diversos dominios cognitivos que supuestamente demuestran 
un declive en el envejecimiento normal. Los mismos se fijaron en una reunión de 
International Psychogeriatric Association en colaboración con la Organización Mundial 
de la Salud. 
 
● ¿Cómo puede manifestarse el declive cognitivo? 
El declive cognitivo se traduce en menor eficiencia al realizar tareas intelectuales. Insumen 
más tiempo y más esfuerzo cognitivo pero se alcanza el resultado correcto. Esta declinación 
cognitiva en los adultos mayores tiene como mecanismos principales (Park, 2002) la 
disminución en la velocidad de procesamiento de la información, alteraciones particulares en la 
memoria sobre todo en la evocación espontánea de la informacióny en la codificación de la 
misma, cambios en la atención y en las funciones sensoriales que impactan en el 
funcionamiento cognitivo en su conjunto. 
Se citan ejemplos de cambios esperables en adultos mayores sin patología: 
● La persona olvida parte de situaciones o eventos, que pueden ser recordados 
ante ayuda externa con alguna pista o aparecen espontáneamente más 
tarde. 
● Las quejas de memoria muchas veces corresponden más a rasgos ansiosos 
o depresivos que a fallas de memoria propiamente dichas. 
● Disminución de la capacidad de recuperar información almacenada en la 
memoria (los recuerdos están aunque cuesta evocarlos en forma espontánea, 
si se le da la primera sílaba de la palabra la persona recupera la palabra o si 
se le da información del contexto del evento olvidado). 
● Dificultades atencionales y de organización de la información que produce 
fallas en el registro de la información nueva en memoria con la consiguiente 
dificultad para su evocación. 
● Enlentecimiento en la velocidad de tratamiento de la información 
(procesamiento cognitivo) y en el aprendizaje de nueva información. 
● Disminución en la capacidad de atención dividida (hacer dos tareas casi 
simultáneamente). 
● Dificultad para inhibir información poco relevante o inapropiadas (mayor 
distractibilidad). 
● Mayor dificultad en la flexibilidad mental y abstracción. 
● No hay episodios de desorientación espacial o temporal. 
● Hay una preocupación por la disminución en el rendimiento de la memoria 
aunque no provoquen impacto en ámbitos sociales, familiares y laborales. 
● Las dificultades son relativamente estables en el tiempo. 
● No aparecen trastornos de la conducta. 
 
● Cambios cognitivos en el envejecimiento y neurociencias 
Allegri (2008) basado en múltiples investigaciones en el campo de las neurociencias apoyan 
que un envejecimiento cognitivo saludable es biológicamente posible. Algunos autores asocian 
el envejecimiento con una pérdida del 10% de las neuronas corticales en el intervalo entre los 
20 a los 90 años de edad, resaltando la posibilidad de que esto pudiera proveer el sustrato 
potencial para los cambios cognitivos relacionados a la edad. Sin embargo, estudios específicos 
sobre áreas cerebrales vinculadas a la memoria episódica no han podido demostrar una 
pérdida neuronal significativa entre los 60 y 90 años de edad (Gomez Isla, 1996; Gomez Isla, 
1997 citados en Allegri, 2008). Otras investigaciones presentan resultados similares respecto 
de la densidad sináptica, receptores, flujo sanguíneo cortical. Así actualmente no puede 
sostenerse más la visión tradicional de que el envejecimiento se asocia inexorablemente a 
perdida neuronal (Mesulam, 2000, citados en Allegri, 2008). El cerebro humano durante el 
4 
envejecimiento puede continuar la mielinización, y la ramificación dendrítica en las neuronas 
parahipocámpicas demostrando la potencial plasticidad aún en edades tardías de la vida. 
Muchos de los llamados cambios relacionados a la edad pueden reflejar la influencia de otros 
fenómenos patológicos (vasculares, degenerativos, cuestiones secundarias a trastornos del 
ánimo, o enfermedades sistémicas, etc.) y no de una evolución inexorable de la normalidad. 
Así el envejecimiento humano con una función cognitiva sin disminuciones importantes es 
biológicamente posible (Mesulam, 2000 citado en Allegri 2008). 
 
Se han realizado estudios longitudinales de envejecimiento (Otero, Scheitler, 2003) que han 
establecido importantes cuestiones para reflexionar: 
● El Nun Study es un estudio longitudinal de envejecimiento y Enfermedad de Alzheimer 
(EA) llevado a cabo en una población de 678 monjas católicas de edades entre 75 a 
102 años al comienzo del programa en 1991. Todas las participantes accedieron a 
realizarse exámenes generales y cognitivos anualmente así como a donar sus cerebros 
luego de su muerte. El principal propósito del estudio fue identificar los predictores y los 
correlatos de los síntomas clínicos y los signos neuropatológicos de EA y otras 
demencias. Otros objetivos consistían en establecer las causas de los cambios o 
estabilidades en las habilidades funcionales así como los factores relacionados con 
mortalidad, sobrevida y envejecimiento exitoso. Entre sus múltiples conclusiones se 
destaca que: 
○ algunas monjas permanecieron sanas y sin evidencia neuropatológica de EA 
aun en su segundo siglo de vida. 
○ Existen factores de protección en muchos casos relacionados a la calidad de 
vida: El Nun Study evidenció que las monjas que en sus notas autobiográficas 
juveniles manifestaron emociones positivas tuvieron una muy significativa 
sobrevida seis décadas después. La buena habilidad lingüística en etapas 
tempranas de la vida se vincula con menores tasas de EA en la ancianidad en 
tanto la situación inversa fue también altamente significativa. 
● El ejercicio físico tiene un efecto beneficioso en el mantenimiento de los rendimientos 
cognitivos del anciano. 
● El estudio longitudinal de envejecimiento de Oregon confirma la indemnidad cognitiva y 
neuropatológica en sujetos muy ancianos demostrando en sus conclusiones: 
○ Una elevada tasa de evidencia patológica de la enfermedad de alzheimer (placas 
seniles y husos neurofibrilares) en los dementes, era nula en aquellos que 
permanecen normales. 
○ Una fuerte correspondencia entre la acumulación de cambios neuropatológicos 
y tasas de deterioro sugiere que las lesiones no son el resultado de cambios 
benignos de la senescencia. 
● A similares conclusiones llega el estudio longitudinal de envejecimiento de Beijing: Sólo 
10% de ancianos viviendo en la comunidad desarrolló un deterioro cognitivo evidente. 
Cuando éste se demostró, las causas fueron el bajo nivel educacional, el comienzo 
tardío de una enfermedad cerebrovascular. 
 
Según Otero & Scheitler (2003) estos estudios nos habilitan a asumir la hipótesis de que el 
anciano normal no tiene deterioro cognitivo significativo, ni tampoco alteraciones 
neuropatológicas degenerativas de consideración. Partir de esta premisa implica que, desde un 
punto de vista médico, la suposición de pérdida cognitiva y, particularmente de disfunción 
mnésica en la senescencia como fenómeno normal y carente de significación, es un grave error. 
La queja de memoria en el adulto mayor no presupone normalidad sino, por el contrario, debe 
ser estudiada para distinguir a qué causas se debe. 
 
Estas investigaciones dan por tierra el prejuicio viejista que lleva a muchas personas, a los 
propios viejos, y lo que es peor aún a los propios agentes de salud a aceptar el deterioro 
intelectual como una evolución inexorable de los años. 
 
5 
● Quejas de memoria y envejecimiento 
Aproximadamente el 70 % de adultos mayores refieren dificultades de memoria (Derouesnè, 
1989, citado en Mol, 2006). Los olvidos son habituales en las personas mayores sin deterioro 
cognitivo pero es también el síntoma más frecuente de inicio de la Enfermedad de Alzheimer. 
Por eso es muy importante discriminar si las quejas subjetivas se corresponden objetivamente 
a declive o deterioro, en qué grado y perfil se presentan. Según el estudio de Derouesnè (1989, 
citado en Mol 2006) el 60% de las personas mayores que manifestaron dificultades de memoria 
tiene resultados normales para edad y educación. El 20% tiene rendimientos alterados por la 
ansiedad o depresión asociada a los cambios de roles y status, a las pérdidas sociales, más 
que a un verdadero déficit y el restante 20% tienen demencia de causa orgánica. 
 
● Quejas de memoria y viejismo 
Muchas veces el problema de memoria en la vejez se encuadra en el viejismo (Salvarezza 
1988). El propio viejo es portador del mismo debido a la desvalorización, pérdida de autonomía, 
disminución de la estimulación, de la seguridad en sí mismo, pérdida del rol social, sin desafíos 
por alejarse del rol social y profesional. Se observa que existen diferencias en la atribución de 
sentido según la edad del que sufra el olvido.Si el olvido lo presenta un joven pensamos “está 
enamorado”, si es un adulto pensamos “está estresado por mucha actividad laboral” y si es un 
viejo pensamos “es la edad, ya está viejo, le debe pasar algo, se está deteriorando”, lo 
significamos como una pérdida. Por tal motivo es muy importante la educación sobre estos 
temas en tercera edad, tanto para desarmar los prejuicios de los propios viejos, como brindar 
oportunidades de acceso a actividades de entrenamiento cognitivo. 
 
3. ¿Qué es el deterioro cognitivo? 
El deterioro cognitivo consiste en alteraciones o cambios de distintos grados, en las funciones 
psicológicas, tales como memoria, orientación, lenguaje, reconocimiento, regulación 
conductual, funciones ejecutivas, cognición social, que interfiere en algún grado con la actividad 
e interacción social de la persona afectada. Este impacto en las actividades de la vida cotidiana 
puede tener un grado leve hasta impedirnos realizar nuestras actividades en sociedad o nuestro 
propio autocuidado. 
Según el grado de deterioro y sobre todo según el impacto funcional va a encuadrarse dentro 
de una de las siguientes categorías de deterioro cognitivo, que luego describiremos en detalle: 
 
● Deterioro Cognitivo Leve 
● Síndrome Demencial. 
 
La información desarrollada en los puntos 2. y 3. anteriores nos permitirá identificar si 
estamos frente a cambios debidos al envejecimiento (declive) o frente a una situación que 
excede lo esperable para la edad y nivel educacional y cultural (deterioro), para así poder 
realizar una evaluación o una derivación temprana y oportuna a un profesional 
especializado. 
 
4. Deterioro Cognitivo Leve o Mínimo (DCL o DCM) (Mild Cognitive Impairment – 
MCI) 
 
● Concepto general 
Es un estado intermedio entre los cambios cognitivos del envejecimiento normal y un estadio 
temprano de la demencia, aplicable a individuos que reúnen criterios clínicos mensurables en 
ausencia de compromiso evidente de las actividades instrumentales de la vida diaria. Por tanto, 
presentan cierto compromiso cognitivo cuya severidad resulta insuficiente para cumplir criterios 
de demencia ya que no presentan un impacto significativo en las actividades de la vida diaria. 
 
Respecto del impacto en las actividades de la vida diaria debemos decir que es un juicio clínico, 
si bien pueden usarse escalas. Hay que tener en cuenta circunstancias individuales de la 
persona, la historia de su desempeño laboral previo, y de la descripción de los asuntos 
6 
cotidianos de la persona cuya fuente de información ha sido brindada el propio paciente y un 
informador reconocido. 
 
El DCL es una condición patológica, no es un proceso normal asociado a la edad, que 
describe un déficit cognitivo que distingue al sujeto de las personas de la misma franja etaria 
normales pero de severidad insuficiente para cumplir criterios internacionales de síndrome 
demencial o de Enfermedad de Alzheimer, u otro tipo de demencia. 
 
La diferenciación entre la demencia y el deterioro cognitivo leve descansa en la 
determinación de si hay o no una interferencia significativa en la capacidad funcional en el 
trabajo o en las actividades cotidianas usuales. 
 
● Criterios Diagnósticos de Deterioro Cognitivo Leve 
La definición de los criterios diagnósticos de Deterioro Cognitivo Leve fue ajustándose desde la 
primera citada por Petersen en 1999 (citado en Otero, Scheitler, 2003) centrada en la alteración 
amnésica hasta la actual que incluye el resto de los dominios cognitivos. 
 
Los primeros criterios diagnósticos del Deterioro Cognitivo Leve, fueron: 
 
● Síntomas subjetivos de pérdida de la memoria. 
● Estos síntomas son confirmados por terceros, informantes válidos. 
● El estudio neuropsicológico de la memoria muestra un descenso consistente pero 
moderado en los test de memoria. 
● Las actividades de la vida diaria (AVD) permanecen normales (no cumplen criterios de 
diagnóstico de demencia). 
● Esta situación no puede ser explicada por otra causa médica. 
 
Como se desprende de los criterios se refería a un déficit de memoria en el contexto de 
funciones no-amnésicas preservadas (DCL amnésico). 
 
Los nuevos criterios para Deterioro Cognitivo Leve incluyen alteraciones en otras funciones 
cognitivas además de la memoria (Petersen, 2011), son: 
 
● Preocupación por cambios en la función cognitiva 
○ reconocidos por la persona que los experimenta 
○ en ocasiones reconocidos por un informante que conoce bien a la persona 
● Deterioro en uno o más dominios cognitivos (memoria, funciones ejecutivas, atención, 
lenguaje, visuoespacialidad, etc.). 
● Preservación de la independencia en la funcionalidad (leves problemas en las tareas 
complejas). Normalmente es capaz de realizar la administración del dinero, organizar 
una comida, etc. Las actividades cotidianas pueden llevar más tiempo, ser un poco 
menos eficientes, o cometer algún error menor comparando con el pasado. Mantiene su 
independencia cotidiana de manera autónoma o con mínima ayuda. 
● Ausencia de demencia. No cumple con los criterios de demencia. Los cambios deben 
ser lo suficientemente leves, no haber evidencia de deterioro social u ocupacional. 
 
Actualmente se reconocen cuatro categorías o subtipos diferentes de DCL: 
● DCL amnésico dominio único 
● DCL amnésico dominio múltiple 
● DCL no amnésico dominio único 
● DCL no amnésico dominio múltiple 
 
Se han realizado múltiples investigaciones de seguimiento para conocer cuál es la tasa de 
progresión a demencia, si es que todos los DCL progresan o algunos revierten, y si progresan 
a demencia, a qué tipo de demencia. 
7 
 
En este punto es conveniente precisar que el DCL amnésico se refiere al deterioro del 
desempeño de la memoria episódica (capacidad para aprender y retener nueva información). 
Tal perfil, se llama perfil hipocámpico de memoria, las alteraciones se producen sobre todo en 
la recuperación de la información recientemente aprendida y no mejora con ayudas o claves de 
reconocimiento, indicando el déficit de almacenamiento. 
 
¿Cuál es la importancia de tener en cuenta el deterioro cognitivo leve? 
 
Las personas mayores con DLC tienen más probabilidades de desarrollar un síndrome 
demencial que aquellos que no tienen ninguna alteración cognitiva, pero no todas las personas 
a las que se diagnostica DLC llegan a desarrollar demencia. 
 
La prevalencia de DCL en personas mayores de 65 años según estudios poblacionales abarca 
un rango de 10 a 20 %. 
 
Petersen (2011) plantea que varios estudios longitudinales han mostrado que muchas personas 
con DCL tienen mayor riesgo de desarrollar demencia. Un estudio en EEUU comparó la 
incidencia de demencia en pacientes con DCL es mucho mayor que en la población general (5 
a 10 % vs. 1 a 2 %). Según algunas investigaciones recientes el DCL de tipo amnésico 
(deterioro de la memoria episódica) en una porcentaje mayoritario progresa a demencia tipo 
Alzheimer (Petersen, 2011). También hay que resaltar que existen datos que muestran una 
tasa de conversión de DCL a cognición normal de 25 a 30 %, si bien esta reversión no excluye 
una progresión posterior a deterioro. 
 
Según Petersen (2011) estudios más prolongados y en poblaciones amplias son necesarios 
para determinar si estas tasas se mantienen. 
 
Para poder precisar con mayor grado de qué personas van a tener más probabilidades de 
desarrollar una demencia, distintos grupos de trabajo establecieron criterios más específicos 
con la ayuda de biomarcadores (marcadores biológicos que evalúan o estiman los cambios 
biológicos en el cerebro, tales como cambio de proteínas, funcionamiento metabólico, cambios 
en la estructura cerebral ligada a proceso de memoria –atrofia del hipocampo)-. 
 
Estos cambios en los criterios se deben a los resultados de las investigaciones y al avance 
tecnológico que permite hacer mediciones de elementos biológicos que antes no era posible. 
De la aplicación de los criterios clínicos asistido porestas nuevas propuestas de medición de 
biomarcadores se identifican dentro del grupo de personas con diagnóstico de Deterioro 
Cognitivo Leve un subconjunto con mucha mayor probabilidad de avanzar a Alzheimer. A este 
subconjunto se lo llama DCL debido a enfermedad de Alzheimer. 
 
Estos nuevos criterios actualmente se utilizan solo para investigación, estarán disponibles para 
uso clínico en un futuro inmediato (más allá de la accesibilidad económica a dichos estudios), 
por eso es importante conocer este nuevo concepto. 
 
 
 
5. Concepto de Demencia 
La demencia -o mejor aún, las demencias, dada sus múltiples manifestaciones clínicas, 
etiologías y fisiopatología- es un síndrome neuropsiquiátrico que consiste en el deterioro 
adquirido de la esfera cognitiva y/o alteraciones conductuales de tal magnitud que interfiere en 
las actividades de la vida diaria, y que es independiente del nivel de conciencia. La mayoría de 
las veces su curso es crónico. 
 
A continuación desglosaremos los términos más relevantes: 
8 
 
● Síndrome 
Conjunto significativo de síntomas y signos, que conforman un cuadro patológico que puede 
tener diversas causas o etiologías (como veremos en el apartado clasificación de las 
demencias). 
En este punto se quiere resaltar que la demencia al ser un síndrome, no connota etiología 
alguna. Responde a múltiples etiologías vinculadas con alguna patología cerebral. En la 
mayoría de los casos su curso es crónico y en general afecta a personas de edad avanzada. 
 
El síndrome demencial es la expresión manifiesta de la enfermedad o condición 
patológica que está afectando la función cerebral. 
 
● Deterioro Adquirido de las funciones cognitivas y/o cambios de conducta 
Alude a un “déficit adquirido” y por lo tanto implica una diferenciación con los estados de 
naturaleza congénita; resalta una modificación respecto de un funcionamiento cognitivo previo 
estimado o conocido y alteraciones conductuales que indican un cambio respecto de un estado 
anterior. 
En este punto es importante destacar que se considera cambio, tanto si la conducta sintomática 
estaba presente, y por lo tanto es una exacerbación de características de la personalidad 
previa, como si se trata de conductas nuevas. 
 
● Actividades de la vida diaria (AVD) 
Son el conjunto de actividades que realizamos tanto para el autocuidado (Actividades Básicas 
de la Vida Diaria - ABVD) como para adaptarnos al entorno y mantener la independencia en la 
comunidad (Actividades Instrumentales de la Vida Diaria - AIVD). Las actividades avanzadas 
de la vida diaria (AAVD) son las relativas al trabajo y al ocio, a la participación en grupos, 
contactos sociales, viajes, deportes. No son indispensables para el mantenimiento de la 
independencia y están en relación con el estilo de vida del sujeto. 
Las actividades básicas son las actividades relacionadas con el cuidado personal de uno mismo 
(vestirse, arreglo personal, comer, control de esfínteres, uso del servicio comer) y con el 
funcionamiento físico (andar, movilidad en el interior del domicilio), que se ejecutan de forma 
cotidiana y cuya realización es imprescindible para que la persona viva de forma autónoma y 
adaptada a su entorno. 
Las actividades instrumentales son actividades más complejas que las básicas, tales como 
utilizar el teléfono, organizar una comida o una dieta particular, utilizar el transporte público, 
administrar y controlar la medicación y el dinero, entre otros. Indican la capacidad de la persona 
para vivir de forma autosuficiente en su entorno habitual. Estas últimas requieren un mayor nivel 
de autonomía personal. 
Las actividades avanzadas son actividades más complejas aún que no son indispensables para 
el mantenimiento de la independencia, están en relación directa con el estilo de vida de la 
persona. Incluyen el ocio, el trabajo, las relaciones sociales, los viajes, etc. 
Las actividades de la vida daría poseen una estructura jerárquica. Su complejidad va 
aumentando conforme aumentamos de nivel (Básicas, Instrumentales y Avanzadas). En la 
mayoría de los casos, poder realizar las de un nivel, supone poder realizar las de los niveles 
inferiores. 
Lo que se busca identificar es el compromiso temprano de la relación con su medio social, 
familiar y laboral debido a los cambios cognitivos y conductuales. Primero comienza por 
cambios sutiles en las actividades instrumentales o en las avanzadas y, con la evolución, se 
comprometen las básicas. 
 
En todos los casos deberá establecerse que el compromiso funcional sólo se explica por el 
deterioro cognitivo-conductual y no por falta de hábito o por alteraciones sensoriales, o por 
vivir en una residencia geriátrica donde quedan restringidas las oportunidades para realizar 
ciertas actividades. 
 
9 
● Nivel de conciencia 
El diagnóstico clínico de síndrome demencial requiere a un paciente vigil y alerta. Vigil significa 
despierto y este estado se mantiene espontáneamente. Alerta es el nivel de conciencia en el 
cual estamos cuando nos encontramos despiertos y conectados con los estímulos del medio 
interno y externo. El paciente es capaz de responder espontáneamente a todos los estímulos 
del medio, nos puede explicar qué fue lo que sucedió y su conversación será coherente. 
De no existir un conocimiento previo basado en una adecuada evaluación clínica, situaciones 
como los estados confusionales agudos (delirium -ver apartado delirium-), las afasias, o las 
perturbaciones del nivel de conciencia que van desde la hipersomnia al coma, obstaculizan la 
formulación de un diagnóstico del síndrome demencial. 
 
● Curso de las demencias 
El término “demencia” implicaba históricamente un curso progresivo e irreversible que llevaba 
a un nihilismo terapéutico. Sin embargo, las definiciones actuales de demencia (DSM-IV TR, 
2001; NIA, 2011) se basan en un patrón de déficit cognitivos y/o conductuales y no conllevan 
connotaciones acerca del pronóstico. Por tanto: 
 
El criterio evolutivo (curso) ha dejado de exigir la irreversibilidad del cuadro como se hacía 
antiguamente. El modo de inicio y el curso subsiguiente dependerán de la etiología 
subyacente. 
 
Es importante hacer las siguientes distinciones en cuanto al curso. El síndrome demencial 
puede ser: 
 
● Síndrome Demencial Progresivo en este caso el curso sería irreversible (ej. Una 
demencia neurodegenerativa como demencia frontotemporal, por Cuerpos de Lewy) 
● Síndrome Demencial Estático (demencia debida a un traumatismo de cráneo o a un 
accidente cerebrovascular) 
● Síndrome Demencial en Remisión (demencia debida a un trastorno depresivo mayor 
severo, a causas metabólicas, etc.). 
 
¿Por qué puede pensarse que un síndrome demencial está en remisión? 
 
Porque existen una variedad de condiciones que pueden causar demencia y con un trato 
oportuno y adecuado tiene probabilidad de remitir. A estas se las llama demencias 
potencialmente reversibles. Entre las más frecuentes se encuentran la depresión, la 
hidrocefalia, el abuso de alcohol, tumores, enfermedad de la glándula tiroides, deficiencia de 
vitamina B12, causas tóxicas o quirúrgicas. 
 
La reversibilidad de la demencia está en función de la patología subyacente y de la rapidez o 
no aplicación de un tratamiento eficaz para la causa subyacente. 
 
El problema radica en conocer qué porcentaje de las demencias ‘potencialmente reversibles’ 
llegan en realidad a serlo. Al respecto, existen diversas investigaciones que estudian los 
porcentajes de reversibilidad, entre ellas, Clarfield (citado en Santos-Franco, 2005) determinó 
que un 13,2% de 2.889 individuos con demencia presentaban causas potencialmente 
reversibles y, de ellos, 8% revirtieron parcialmente y un 3% de manera completa. También 
encontraron que la depresión constituyó el 26% de la Demencia Potencialmente Reversible, lo 
que coincide con el 27% comunicado por Blazer et al (citado en Santos-Franco, 2005). 
 
¿Por qué es importante para los psicogerontólogos tener en cuentala reversibilidad de las 
demencias? 
 
Por dos razones: 
● La Depresión es, por lejos, la causa más frecuente de trastornos cognitivos tratables 
10 
que llega a consulta psicológica. 
● La demencia, cualquiera sea el curso y etiología, aunque no tenga cura, siempre es 
tratable como veremos en el punto tratamiento del presente capítulo. Es un campo 
donde el psicólogo tiene mucho para aportar al paciente, a las familias, al equipo de 
salud y a las instituciones. 
 
Este punto da lugar a instalar los siguientes postulados: 
Hay demencias que son potencialmente reversibles, otras tienen curso irreversible, pero 
todas son tratables y deben ser tratadas aunque en la actualidad no haya cura para la 
mayoría de ellas. 
 
● Analizando la etimología del término, a la luz de los cambios actuales 
El término “demencia” proviene del prefijo latino “de”, privativo, y de la palabra latina “mens”, 
inteligencia; demencia: privativo de inteligencia. Este término refleja la importancia que se le 
daba y que aún se le da a los aspectos cognitivos dentro de este síndrome demencial, si bien 
las nuevas concepciones han revertido la importancia central que se le daba a la dimensión 
cognitiva en detrimento de la conductual. 
Sin embargo, dada la alta presencia y complejidad de los síntomas psiquiátricos, las distintas 
nomenclaturas que existían, la International Psychogeriatric Association (IPA BPSD 2002), en 
una reunión de expertos (60 investigadores), de 16 países en el año 1996 los definía por 
consenso como, Síntomas Psicológicos y Conductuales de la Demencia (SPCD, del inglés: 
Behavioral and Psychological Symptoms of Dementia, BPSD): 
 
“Trastornos de la percepción, del contenido del pensamiento, del estado de ánimo o del 
comportamiento que ocurren con frecuencia en pacientes que padecen demencia”. 
 
La alta prevalencia de los síntomas neuropsiquiátricos y el alto impacto que tienen radica en 
que no son sólo predictores de gran estrés familiar y del cuidador, sino que son el motivo 
principal de institucionalizaciones prematuras, aumentan la morbilidad de los pacientes porque 
magnifican el sufrimiento psíquico, aumentan el deterioro de las actividades de la vida diaria, 
dificultan la posibilidad de recibir atención, disminuyen sensiblemente la calidad de vida del 
paciente y su entorno cercano, e incrementan, considerablemente, los costos de la enfermedad. 
 
Históricamente la literatura científica y los avances en tratamiento se han focalizado en los 
aspectos cognitivos de los síndromes demenciales y menos en los Síntomas Psicológicos y 
Conductuales de la Demencia que a medida que avanza la enfermedad se hacen presentes 
en un 80 % de los casos. Se ha considerado que los Síntomas Psicológicos y Conductuales 
como complicaciones de las fases tardías de las demencias. De hecho se los refería como 
síntomas “no cognitivos” dando predominancia a la cognición. 
 
 
En la concepción actual del síndrome demencial las alteraciones psiquiátrico-conductuales o 
neuropsiquiátricas (Síntomas Psicológicos y Conductuales de la Demencia) pasaron a formar 
parte del núcleo de la definición del síndrome demencial, ya que se ha visto que las mismas 
son una expresión, tan importante como los síntomas cognitivos de la enfermedad 
subyacente. 
 
● Algo sobre el diagnóstico 
El diagnóstico es un proceso interdisciplinario. Podemos pensarlo en dos grandes etapas y 
reflexionar cual es el rol del psicólogo en la etapa diagnóstica: 
 
● Etapa 1: Identificación del “síndrome demencial”. Para ello deberá verificarse 
si la persona cumple con los criterios diagnósticos descritos a 
continuación. 
 
11 
● Etapa 2: Búsqueda de la etiología. El médico solicitará distintos estudios 
para arribar a una hipótesis respecto de la causa o enfermedad subyacente 
al síndrome (estudios complementarios como laboratorios, Evaluación 
Neuropsicológica, Resonancia magnética nuclear, Tomografía axial 
computada, Electroencefalograma, etc.). 
 
Un psicogerontólogo puede realizar la identificación del síndrome demencial ya que es un 
diagnóstico clínico que se realiza a través de la aplicación de los criterios diagnósticos que se 
presentan a continuación. Deberá tenerse en cuenta como diagnóstico diferencial (para mayor 
detalle ver punto correspondiente) el delirium y la depresión como causales del deterioro 
cognitivo. Podrá hacer así una pronta derivación para que el médico continúe con el proceso 
diagnóstico para identificar la causa y posterior tratamiento. Junto con el diagnóstico 
sindromático podrá valorar la situación familiar, determinar si existe sobrecarga del cuidador y 
cuál es la red social con la que cuenta la persona, etc. 
 
Otra función más que puede desempeñar el psicólogo en el proceso diagnóstico es la 
evaluación neuropsicológica que permitirá explorar las funciones cognitivas-comportamentales 
y sus posibles alteraciones causadas por anormalidades en la estructura o función cerebral de 
un sujeto definiendo de forma clínica, y en parte estandarizada, el estado de las funciones 
cognitivas del paciente en un momento determinado. 
 
La importancia de un diagnóstico temprano y oportuno del síndrome demencial es que tanto 
las demencias reversibles como irreversibles pueden tener mayor posibilidad de retardo del 
inicio de síntomas y consecuente disminución del deterioro funcional con tratamientos 
farmacológicos y psicosociales (del Ser Quijano, 2002; Famulari, 2005; Leiguarda & Manes, 
2005; Mangone, 2007). Si se espera a cumplir con los criterios diagnósticos del DSM IV TR 
(American Psychiatric Association, 2001) la demencia será diagnosticada, pero los déficit ya 
serán lo suficientemente intensos como para interferir en la vida familiar, laboral y social del 
sujeto. Taragano (2003) plantea que, cuando se expresa la insuficiencia intelectual en la 
enfermedad de Alzheimer, posiblemente ya se haya producido más del 50 % del daño cerebral. 
 
● Criterios diagnósticos de síndrome demencial 
El National Institute on Aging (NIA) and the Alzheimer's Association (AA) en el año 2011 
propusieron criterios claros y detallados para síndrome demencial de cualquier causa. Se 
detallan a continuación: 
 
Criterios Diagnóstico del National Institute on Aging (NIA) and the Alzheimer's 
Association (AA) del 2011. 
Se requiere para identificar el síndrome demencial la presencia de síntomas cognitivos 
o conductuales (neuropsiquiátricos) que: 
1. Interfieren la capacidad funcional en el trabajo o en las actividades usuales, y 
2. Representan un descenso con respecto a los niveles previos de funcionalidad y 
rendimiento, y 
3. No se explican por la presencia de un delirium ni de un trastorno psiquiátrico mayor; 
4. El deterioro cognitivo es detectado y diagnosticado a través de la combinación de: 
a. La realización de una historia clínica con datos del paciente y de un 
informador reconocido, y 
b. Una evaluación cognitiva objetiva, ya sea un examen del estado mental 
breve o una evaluación neuropsicológica. Debería llevarse a cabo una 
evaluación neuropsicológica cuando la historia clínica rutinaria y el examen 
de cabecera del estado mental no puedan aportar un diagnóstico fiable. 
5. El deterioro cognitivo o conductual incluye un mínimo de dos de los siguientes 
dominios: 
a. Deterioro de la capacidad para adquirir y recordar información nueva; los 
síntomas incluyen: preguntas o conversaciones repetitivas, colocación 
12 
errónea de pertenencias personales, olvido de sucesos o citas, perderse en 
una ruta familiar. 
b. Deterioro del razonamiento y del manejo de tareas complejas, juicio 
empobrecido; los síntomas incluyen: mal entendimiento de riesgos de 
seguridad, incapacidad para el manejo de finanzas, capacidad 
empobrecida para la toma de decisiones, incapacidad para planear 
actividades complejas o secuenciales. 
c. Deterioro de las capacidades visuoespaciales; los síntomas incluyen: 
incapacidad para reconocer rostros u objetos comunes, o para encontrar 
objetos queestán a la vista pese a una buena agudeza visual, incapacidad 
para operar con herramientas simples, o para orientar la ropa al cuerpo. 
d. Deterioro de las funciones del lenguaje (hablar, leer, escribir); los síntomas 
incluyen: dificultad para encontrar las palabras adecuadas mientras se 
habla, vacilaciones; errores en el habla, en el deletreado y en la escritura. 
e. Cambios en la personalidad, la conducta o el comportamiento; los síntomas 
incluyen: fluctuaciones insólitas del humor tales como agitación, deterioro 
de la motivación e iniciativa, apatía, pérdida de la iniciativa, retraimiento 
social, interés reducido en actividades anteriores, pérdida de empatía, 
conductas compulsivas u obsesivas, comportamientos socialmente 
inaceptables. 
 
● Resumiendo, la demencia puede presentar síntomas en los siguientes dominios: 
● COGNITIVOS: memoria, atención, lenguaje, reconocimiento (gnosias), 
organización del movimiento voluntario (praxias), planificación y 
organización de actividades complejas, regulación conductual y demás 
funciones ejecutivas y orientación temporal y espacial. 
● CONDUCTUALES: agresión física y verbal, agitación, gritos, 
comportamientos sexuales inapropiados, caminar sin propósito definido 
(vagabundeo o wandering), alteraciones del sueño, apatía, sun-downing, 
otros 
● PSICOLÓGICOS: apatía, depresión, ansiedad, alucinaciones y delirios, 
trastornos en la identificación de personas conocidas, etc. 
● FUNCIONALES: alteración de las actividades laborales, sociales y de 
autocuidado y relaciones familiares. 
 
● Clasificación de las demencias 
Las diversas clasificaciones de las demencias responden a distintos criterios que tienen utilidad 
clínica o facilitan su estudio taxonómico. Los mismos síndromes demenciales, por tanto, pueden 
recibir clasificaciones diferentes de acuerdo al punto de vista en el que se basa la clasificación. 
Los criterios más comunes son: edad de inicio, fisiopatología, neuroanatomía, topografía de la 
lesión, etiología, reversibilidad o no del cuadro, grado de severidad o repercusión clínica 
funcional, entre otras (Leiguarda & Manes, 2005; Millán, 2006; Mangone, 2007). 
 
● Edad de inicio, las podemos clasificar en: 
● Demencias preseniles son aquellas que iniciaron la presentación de los síntomas 
antes de los 65 años. 
● Demencias seniles aquellas cuyo inicio es posterior a los 65 años de edad. 
 
● Fisiopatología o proceso biológico comprometido en su patogenia: 
● Demencias neurodegenerativa o primarias: el factor fisiopatológico principal radica 
en la hipofunción o pérdida de sinapsis o de neuronas debido a alteraciones 
intrínsecas del metabolismo neuronal (la más frecuente es la degeneración de 
proteínas del citoesqueleto). Ejemplo. Demencia tipo alzheimer, demencia 
frontotemporal, etc. 
● Demencias no degenerativas o secundarias: también hay disfunción o pérdida 
13 
neuronal pero por causas externas al metabolismo de las mismas (las más 
frecuentes son traumatismo de cráneo, trastornos vasculares, masas ocupantes de 
espacio, carencias nutricionales, infecciones, causas tóxicas, alteraciones 
metabólicas sistémicas). 
● Demencias mixtas corresponde a un deterioro de tipo vascular y neurodegenerativo, 
coexisten demencia tipo alzheimer y demencia vascular especialmente en la 
población más añosa. 
 
● Neuroanatomía o predominio topográfico de la lesión: Los patrones topográficos 
son aproximaciones a la realidad patológica o topografía lesional. Esta clasificación 
tiene en cuenta el área donde reside el mayor impacto patológico de la enfermedad de 
base. 
 
La importancia de la topografía en los trastornos cognitivos es que los síntomas 
neuropsicológicos dependen de la localización de las lesiones y no de la patología de base, lo 
cual permite pensar en un perfil neuropsicológico que las caracteriza, por lo menos al comienzo 
de la manifestación clínica. Hay que considerar que una misma expresión clínica, con una 
misma topografía lesional puede ser causado por distintos procesos etiopatogénicos. Podemos 
considerar: 
 
● Demencias Corticales: como su nombre lo indica afectan inicialmente a la corteza 
cerebral. En la demencia cortical es característica la presencia del llamado síndrome 
“afaso-apracto-agnósico”, dicho síndrome es la expresión de la desintegración 
conjunta y homogénea de las funciones corticales superiores. La alteración de la 
memoria presenta patrones característicos según el tipo de memoria involucrado. 
Ejemplo clásico es la Demencia debido a Enfermedad de Alzheimer. 
● Demencias Subcorticales: como su nombre lo indica altera las estructuras 
subcorticales (ganglios basales, diencéfalo, tronco cerebral, cerebelo y sustancia 
blanca entre otras), cuya presentación se caracteriza por: 
○ bradifrenia (enlentecimiento del pensamiento), retraso psicomotor, 
disminución de la capacidad de ejecución que lleva al déficit del pensamiento 
abstracto, déficit en la flexibilidad cognitiva para cambiar estrategias, 
disminución en la capacidad de planificar, disminución del lenguaje 
espontáneo, marcha anormal y rigidez, así como un patrón particular de 
alteración de memoria con mayor dificultad en la evocación de la información 
que en el almacenamiento de la misma. 
○ Ejemplos: Demencia asociada a Enfermedad de Parkinson, Demencia de la 
Enfermedad de Huntington, Complejo demencia SIDA, Demencia Pugilística, 
etc. 
● Demencias Córtico-Subcorticales Combinadas: como su nombre lo indica afecta a 
ambos tipos de estructuras. Ejemplo: Demencia por Cuerpos de Lewy. 
 
A pesar de la utilidad clínica que puede tener esta clasificación muchos autores 
advierten que no es del todo precisa y es un poco arbitraria, ya que todas ellas 
implican estructuras en ambos niveles, sin embargo, permite agrupar un conjunto 
de patologías con determinado perfil del síndrome demencial. 
 
● Reversibilidad o Irreversibilidad: Como ya se vio anteriormente las demencias 
pueden, en algunos casos, ser reversibles. Son las causadas por enfermedades del 
metabolismo, intoxicaciones por fármacos, abuso del alcohol, traumatismos, tumores y 
la mayoría de las veces debido a depresión. El mayor porcentaje de demencias es 
irreversible (Leiguarda & Manes, 2005). 
 
● Severidad: Para la evaluación del grado de severidad o compromiso o deterioro se 
utilizan distintos instrumentos, según Mangone (2007) los más utilizados son la Escala 
14 
de Deterioro Global (GDS) de Reisberg et al. (1982) y la Clinical Dementia Rating Scale 
(CDR) de Hughes et al. (1982). Según este último instrumento la podremos clasificar a 
la demencia en Leve, Moderada y Severa. 
 
● Etiología: el síndrome demencial puede estar causado por diversas enfermedades 
específicas e identificables con diversos grados de certeza (posible, probable o 
definitiva). A continuación se presente un ejemplo de clasificación etiológica de las 
demencias: 
 
 
A. Enfermedades degenerativas: 
1. Enfermedad de Alzheimer. 
2. Enfermedad de Pick. 
3. Enfermedad de Parkinson. 
4. Enfermedad de Huntington 
B. Demencias vasculares: 
1. Multiinfarto. 
2. Enfermedad de Binswanger. 
C. Demencias infecciosas: 
1. Neurolúes (Parálisis general progresiva). 
2. Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. 
3. Panencefalitis esclerosamente subaguda. 
4. Leucoenfalopatía multifocal progresiva. 
D. Hidrocefalias. 
E. Neuroplasias cerebrales. 
F. Demencias metabólicas. 
G. Demencias carenciales. 
1. Déficit de ácido fólico. 
H. Demencias tóxicas: 
1. Alcohol (síndrome de Wernick- Korsakoff, síndrome de 
Marchiafava- Bignami). 
2. Fármacos. 
3. Metales. 
I. Demencias traumáticas. 
J. Enfermedades desmielinizantes. 
K. Enfermedades psiquiátricas. 
 
 
● Prevalencia de las demencias 
La prevalencia es la proporción de individuos de un grupo o población que presentan una 
característica o evento determinado en un momento o en un período determinado. Aplicado al 
tema que nos convoca: 
 
La prevalencia representa la cantidad de pacientes con demencia o deteriorocognitivo en un 
momento dado. 
 
La prevalencia ha sido el indicador más estudiado si bien hay cifras dispares en cuanto a la 
cantidad de personas que padecen demencia en las distintas franjas etarias. Arizaga (2005) 
plantea que durante mucho tiempo los diferentes estudios epidemiológicos que intentaban 
dimensionar los casos de demencias presentaron disparidad en los criterios diagnósticos, 
distinta representatividad muestral, diferentes rangos de edad y otras diferencias entre los 
estudios, que hicieron difícil la comparación, interpretación e integración de la información 
obtenida. Según la Asociación Americana de Psiquiatría (2005) la estimación de la prevalencia 
15 
de este síndrome depende de la definición y especificación del umbral de deterioro utilizado; de 
lo que sí no puede quedar duda es que: 
 
La prevalencia de la demencia aumenta significativamente con la edad. 
 
Al aumentar la prevalencia de la demencia con la edad, y al estar en aumento la expectativa 
de vida, hace que cada día más nos enfrentemos al problema de la demencia en la población 
más anciana. 
 
Arizaga (2005) plantea que hubo muchos trabajos epidemiológicos previos, pero el de Eurodem 
(Consortium Europeo de Demencia) de Hofman de 1991, es el que utilizó criterios más 
restrictivos para la inclusión de relevamientos de datos y el análisis de la tasa de prevalencia. 
Según dicho trabajo se presentan las siguientes tasas de prevalencia de demencias en los 
sujetos entre: 
● 65 y 69 años se encontró una prevalencia del 1.5% 
● 70 y 74 años del 3.2% 
● 75 y 79 años del 6.6% 
● 80 y 84 años del 11.8% 
● 85 y 89 años del 20.5% 
● 90 y 94 años del 29.9% 
 
Actualmente se estima que hay alrededor de 30 millones de personas padecen demencia en el 
mundo (ADI, 2008). 
 
Según Mangone (2007) y Arizaga et al. (2005) en América Latina los estudios de prevalencia e 
incidencia de demencia son muy escasos, si bien los valores hallados muestran la tendencia 
de duplicarse cada 5 años para los rangos. 
 
En Argentina, los datos epidemiológicos son escasos. Actualmente se está llevando a cabo el 
Estudio Ceibo (Arizaga et al., 2005). Es un estudio epidemiológico poblacional de demencia y 
deterioro cognitivo en población mayor de 60 años en la localidad de Cañuelas, Provincia de 
Buenos Aires. En este caso para considerar deterioro se aplicó el Minimental aplicando un 
punto de corte de 24 puntos. 
 
Prevalencia de deterioro cognitivo de cualquier tipo, es decir, deterioro demencial y no 
demencial: 
 
● 16,9 % en paciente entre 60 y 69 años. 
● 23 % en paciente entre 70 y 79 años. 
● 42,5 % en mayores de 80 años. 
● 23, 2 % en la muestra total 
 
Estos valores son similares a los estudios internacionales reportados para las franjas etarias en 
estudio. En esta fase de la investigación del Estudio Ceibo no se establece el origen del 
deterioro (Arizaga et al, 2005). En fases posteriores del Estudio Ceibo brindará información 
sobre el seguimiento evolutivo y los resultados de estudios longitudinales que permitirán 
conocer la incidencia de este síndrome en la población en estudio. 
 
En Argentina en el año 2010 se estimaron los siguientes valores: 
● 500.000 personas que padecen demencia (Brusco, 2010) 
● 400.000 pacientes con alzheimer considerando personas mayores de 65 años según el 
censo del INDEC del año 2010 (Díaz, 2010). 
 
Según la Sociedad Neurológica Argentina (SNA, 2010) la prevalencia para mayores de 65 años 
es de: 
16 
● 5.85% para la demencia tipo Alzheimer 
● 3.86 % para la demencia de tipo Vascular 
 
6. Demencia tipo Alzheimer 
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por 
la presencia de deterioro cognitivo y conductual cuyo inicio es insidioso y su curso 
progresivo. Su aparición es en la edad adulta, principalmente en la vejez. Es considerada 
como la causa más frecuente de demencia neurodegenerativa y su prevalencia se 
incrementa con la edad como vimos en el punto correspondiente. Su causa (etiología) aún 
es desconocida, aunque se conoce sus procesos patológicos o fisiopatología. Es 
considerada una enfermedad de causa multifactorial y compleja, siendo la edad el principal 
factor de riesgo no modificable. 
Existe una presentación típica que consiste en un deterioro progresivo de la memoria 
episódica y otras funciones cognitivas, si bien existen también presentaciones atípicas donde 
la memoria no es la función alterada al inicio del cuadro. 
 
● Caracterización de la presentación típica queda definida por 
 
El déficit temprano y progresivo de la memoria episódica que se mantiene dominando el 
cuadro hasta estadios tardíos de la enfermedad, a lo cual se le suma o asocia otros 
trastornos cognitivos (disfunción ejecutiva, trastornos del lenguaje, praxias y procesamiento 
visual complejo) y trastornos neuropsiquiátricos. 
 
● Caracterización de la presentación atípica 
La presentación atípica de Enfermedad de Alzheimer también tiene formas características 
de presentación de la enfermedad que incluyen como síntomas inicial y predominante las 
siguientes alteraciones prominentes: 
 
● Del lenguaje que es la variante afásica de la EA 
● De la función ejecutiva que es la variante frontal de la EA 
● De la visuopercepción que es la atrofia cortical posterior. 
 
● Inicio y Curso evolutivo 
El inicio es insidioso y su curso progresivo, este curso progresivo pueda presentar ocasionales 
períodos de relativa estabilidad clínica. Si bien la Enfermedad de Alzheimer se presenta con 
mayor prevalencia en adultos mayores de 65 años (inicio senil), existen formas hereditarias que 
puede aparecer a los 40 años de edad o antes. 
 
● Características clínicas 
La demencia tipo alzheimer requiere de la presencia del síndrome demencial, que es 
determinado por la afección de dos o más funciones cognitivas y/o conductuales con 
compromiso predominantemente temprano de la memoria (sin excluir formas de comienzo con 
compromiso de otro dominio cognitivo) y síndrome afaso-apracto-agnósico ulterior en ausencia 
de delirium (síndrome confusional) o enfermedades sistémicas que pudieran ser causa del 
cambio del estado mental. 
 
El compromiso cognitivo se integra por déficit relativamente selectivos que siguen un curso 
evolutivo relativamente predecible. 
 
A continuación detallamos la características clínicas (SNA; 2010) 
● El síntoma inicial más frecuente es la queja de trastornos mnésicos, afectando 
particularmente la memoria episódica reciente con dificultad para retener nueva 
información. La memoria semántica también se compromete en forma relativamente 
temprana. 
● El compromiso del lenguaje se caracteriza por la presencia de dificultades en el hallazgo 
17 
de vocablos y más adelante en la denominación y comprensión. Se debe tener presente 
que en algunas formas atípicas de la Enfermedad de Alzheimer, las alteraciones del 
lenguaje pueden ser el síntoma inicial. 
● Las alteraciones en la función ejecutiva están virtualmente presentes desde los estadios 
iniciales de la enfermedad pero no son manifiestas en las actividades de la vida diaria 
por lo que su detección temprana depende de la oportunidad de realizar una evaluación 
neuropsicológica. En la variante frontal o disejecutiva de la Enfermedad de Alzheimer, 
pueden ser el síntoma de presentación más precoz. 
● Los trastornos atencionales suelen aparecer en forma relativamente temprana, 
particularmente la atención selectiva. Con la progresión se afectan también la atención 
dividida y la atención sostenida. 
● Las habilidades visuoespaciales y las agnosias (sobre todo visuales) tienden a 
presentarse tardíamente. 
● Los síntomas neuropsiquiátricos o síntomas no cognitivos tales como la apatía, 
agresión/irritabilidad, depresión, agitación, ansiedad, actividad motora aberrante, 
ideación delirante, alteraciones del sueño, desinhibición, trastornos alimentarios, euforia 
y alucinaciones pueden presentarse en distintos momentos de la enfermedad. 
●La ansiedad, apatía y/o la depresión pueden aparecer precozmente; la agitación suele 
aparecer en estadios más avanzados, en ocasiones con ideas delirantes y 
alucinaciones. Los trastornos de identificación e interpretación son frecuentes en el 
estadio medio de la enfermedad. 
● Las ideas delirantes pueden asociarse con agresividad en pacientes con demencia. Las 
cinco ideas delirantes más características de la enfermedad de Alzheimer son: 
○ Idea delirante de hurto: “la gente le está robando” 
○ Paramnesia reduplicativa “la casa no es su casa”. 
○ Síndrome de Capgras “su cónyuge o cuidador es un impostor”. 
○ Sentimiento de abandono “mis hijos me abandonaron, me dejaron sola” 
○ Idea delirante de infidelidad del cónyuge 
● Las falsas percepciones y falsas identificaciones varían en frecuencia según los distintos 
estudios dependiendo de la definición adoptada y de las poblaciones evaluadas, siendo 
las más prevalentes: 
○ Presencia de extraños en la casa “phantom boarder syndrome” 
○ Dialogar con la propia imagen en el espejo como si se tratara de otra persona 
“mirror sign” 
○ Las personas no son quienes pretenden ser: 
■ Síndrome de Capgras: un extraño pretende ser su familiar/cuidador 
■ Síndrome de Frégoli: su familiar/cuidador pretende ser otra persona 
○ Considerar que los personajes vistos en la televisión se hallan presentes en la 
habitación 
 
Como producto de los trastornos cognitivos y conductuales se compromete el estado 
funcional de la persona, inicialmente las actividades más complejas y, con la evolución, las 
básicas. 
 
● Diagnóstico 
Actualmente el diagnóstico de demencia en la Enfermedad de Alzheimer es clínico 
(neurológico, psiquiátrico y neuropsicológico) y se basa en criterios operativos estandarizados. 
tales como: 
 
● DSM IV TR 
● CIE 10 
● National Institute on Aging (NIA) and the Alzheimer's Association 
(reemplazaron a los criterios diagnósticos NINCDS-ADRDA) 
 
Veremos en detalle los criterios del DSM IV TR con las críticas respectivas y los nuevos criterios 
18 
del NIA y la AA: 
 
● Criterios Diagnóstico del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos 
Mentales TR (DSM IV TR) 
La Asociación Americana de Psiquiatría (2001) define operativamente al síndrome demencial 
con los Criterios Diagnósticos expuestos a continuación: 
 
Criterio A1: Deterioro de la memoria a corto y largo plazo. 
Criterio A2: La presencia de por lo menos uno de los trastornos cognitivos que se enumeran 
a continuación: 
Criterio A2a: Afasia. 
Criterio A2b: Apraxia. 
Criterio A2c: Agnosia. 
Criterio A2d: Trastornos en la función ejecutiva. 
Criterio B: Los trastornos A1 y A2 deben ser lo suficientemente severos como para causar 
un deterioro significativo en la actividad social u ocupacional y debe representar una 
declinación del nivel previo de funcionamiento. 
Criterio C: Los hallazgos enunciados no deben aparecer exclusivamente durante el curso 
de un estado confusional agudo (delirium). 
 
● Criterios Diagnóstico del National Institute on Aging (NIA) and the Alzheimer's 
Association (AA) del 2011. 
El objetivo de la comunidad científica ha sido poder identificar la causa del síndrome demencial 
lo antes posible para poder intervenir con conductas terapéuticas que si bien no atacan la causa 
directamente, tratarán de proteger al órgano cerebral disminuyendo la probabilidad de aparición 
de los síntomas y el retraso de la expresión clínica de los mismos. 
 
Durante los últimos años se ha desarrollado una revisión de los criterios diagnósticos de la 
demencia debida a la Enfermedad de Alzheimer para su actualización al nivel de los 
conocimientos y desarrollo tecnológico actuales, por distintos grupos de trabajo, uno de ellos 
es el Grupo de Trabajo del National Institute on Aging (NIA) y la Alzheimer's Association (AA). 
 
La Enfermedad de Alzheimer comienza alterar la función cerebral mucho antes que su 
manifestación clínica se exprese (síndrome demencial). Cuando se hace el diagnóstico de 
demencia tipo Alzheimer utilizando los criterios clásicos del DSM IV TR ya está el síndrome 
demencial instalado y la demencia se encuentra en el estadio leve de la fase terminal de la 
enfermedad. El tejido cerebral ha sufrido ya un daño irreparable que abarca un porcentaje muy 
alto de su estructura y funciones. 
 
Como resultado de este trabajo en 2011 se establecen los nuevos criterios diagnósticos 
internacionales propuestos por el National Institute on Aging y la Alzheimer's Association que 
reemplazan a los anteriores NINCDS-ADRDA que databan de 1984 (National Institutes of 
Neurologic and Communicative Disorders and Stroke – Alzheimer’s Disease and Related 
Disorders Association). 
 
Por tal motivo, el objetivo es detectar en las fases pre-clínicas (sin síntomas clínicos evidentes) 
la enfermedad subyacente. 
 
Los nuevos criterios que surgieron de la revisión del NIA y de la AA reconocen a la enfermedad 
de Alzheimer como un proceso continuo, divido en etapas, y cubren el espectro completo de 
la enfermedad de alzheimer y su cambio gradual a lo largo de los años. Las etapas descritas 
son: 
 
● La temprana o "preclínica" 
● El deterioro cognitivo leve debido a enfermedad de alzheimer, 
19 
● La demencia tipo Alzheimer. Los criterios anteriores del NINCDS-ADRDA de 
1984 o los del DSM IV TR tienen el foco en la última etapa (demencia tipo 
Alzheimer), en la que los síntomas de demencia eran ya evidentes. 
 
● Preclínica 
Describe una fase en la que el cerebro sufre cambios, incluyendo la acumulación de placa 
amiloidea y otros cambios tempranos en las células nerviosas. Al llegar a este punto, los 
síntomas clínicos significativos aún no son evidentes. Comienza en una zona del cerebro que 
es la corteza entorinal área ubicada cerca del hipocampo y con conexiones directas a éste, se 
expande hasta tomar el hipocampo, estructura esencial para la formación de los recuerdos. Las 
regiones afectadas empiezan a atrofiarse (encogerse). Probablemente los cambios a 
comienzan entre 10 a 20 años antes de que cualquier descenso cognitivo se haga evidente y 
aparezcan los síntomas de forma visible. 
 
En la actualidad se están realizando investigaciones con biomarcadores para identificación 
temprana de esta fase, aún no están listos para uso clínico por parte de los profesionales de la 
salud. Las directrices para esta etapa están muy enfocadas en materia de investigación. 
 
● Deterioro cognitivo leve debido a EA (DLC debido a EA) 
En esta fase se cumplen los criterios para Deterioro Cognitivo Leve y se identifican la presencia 
de determinados marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer, entonces se estará 
en presencia de Deterioro Cognitivo Leve debido a la enfermedad de Alzheimer. En este caso 
el DCL representa una fase preliminar de demencia y es parte de la enfermedad de Alzheimer. 
 
Las directrices para esta etapa también están muy enfocadas en materia de investigación y no 
para uso clínico, si bien son más cercanas para su disponibilidad que la etapa previa. 
 
● Demencia tipo Alzheimer 
Este criterio se aplica a la fase final de un continuo de fenómenos clínicos patológicos de la 
enfermedad, es fundamentalmente clínico. 
 
Esta etapa también es alcanzada por los cambios en los criterios diagnósticos propuestos por 
el NIA y la AA tanto en relación a las características de presentación como en la aplicación de 
biomarcadores que ayuden a tener mayores niveles de certeza diagnóstica. 
Los nuevos criterios diagnósticos extienden el concepto de demencia tipo Alzheimer más allá 
de la pérdida de memoria como síntoma principal (presentación típica), a las variantes atípicas 
descritas anteriormente, donde el síntoma de inicio puede ser una disminución en otros 
aspectos de la cognición, tales como dificultad para encontrar palabras, problemas 
visuales/espaciales, y fallas en el razonamiento o juicio. 
 
El diagnóstico de la demencia tipo alzheimer puede tener distintos grados de certeza 
diagnóstica, segúnlos criterios que cumpla estableciéndose: 
 
● Demencia debida a EA posible, o 
● Demencia debida a EA probable: criterios o 
● Demencia debida a EA definitiva. 
 
En esta etapa, los resultados de los test con biomarcadores pueden ser empleados en ciertos 
casos para incrementar o disminuir el grado de certeza sobre un diagnóstico de demencia tipo 
Alzheimer, y distinguirla de otras demencias, incluso cuando la validez de dichos test está 
todavía bajo estudio para su aplicación en la práctica clínica diaria. 
 
Respecto de estos nuevos criterios diagnósticos, como psicogerontólogos debemos conocer 
dos cosas: 
 
http://www.nia.nih.gov/Alzheimers/Publications/LaEnfermedaddeAlzheimer/Glossario/default.htm#_blank
20 
● que existe esta nueva nomenclatura que refleja nuevas concepciones de la demencia 
tipo alzheimer y criterios diagnósticos, que en algún momento cercano vamos a 
comenzar escuchar. 
 
● Y, lo que es más importante, comprender el curso de la enfermedad como un 
continuo, para estar alerta y poder hacer intervenciones pertinentes y oportunas. 
 
● Caracterización de los Estadios de la Demencia Tipo Alzheimer 
Con frecuencia se identifican 3 estadios en el curso de la demencia tipo alzheimer: 
 
● Demencia leve 
● Demencia moderada 
● Demencia severa. 
 
● Estadio Leve del síndrome demencial debido a EA 
○ Déficit en la memoria reciente 
○ Dificultades con el manejo del dinero, desorientación geográfica, pérdida de la 
habilidad para hacer su trabajo o tareas domésticas. 
○ La habilidad para recordar información del pasado está mínimamente afectada. 
○ Son frecuentes los hallazgos psiquiátricos (apatía, aislamiento social). 
○ Rinden entre 20 y 26 en el MMSE (si el nivel de educación es bajo el rango 
puede pensarse entre 19 y 24). 
○ Lenguaje espontáneo conservado e intacta comprensión de la conversación. 
○ No encuentran ciertas palabras, esto puede ser detectado con pruebas de 
denominación. 
○ Si tiene un buen nivel intelectual y ocupacional previo compensa tests de 
denominación o razonamiento abstracto. 
○ Déficit en funciones visuoespaciales son observados en una detallada 
evaluación neuropsicológica. 
 
● Estadio Moderado del síndrome demencial debido a EA 
○ Depende de otros para las AVD complejas como finanzas, compras o transporte. 
Ocasionalmente requieren de aviso para bañarse, o vestirse apropiadamente. 
○ En este estadio no deben manejar. Los trastornos neuropsiquiátricos pueden ser 
prominentes (delirios, alucinaciones, irritabilidad y paranoia). 
○ Dificultades en la denominación son evidentes en la conversación. 
○ En el MMSE rinden entre 10 y 19. 
○ Si tienen cuidadores competentes o familiares razonables pueden permanecer 
en el hogar. 
 
● Estadio Severo del síndrome demencial debido a EA 
○ Necesitan supervisión de 24hs. 
○ Déficit severos en memoria para eventos, conversaciones, y 
desafortunadamente familiares cercanos. 
○ Pueden estar mudos. 
○ Necesitan asistencia para bañarse, comer, vestirse etc. 
○ Rinden menos de 10 en el MMSE. 
○ Pueden tener rigidez, y dificultades en la marcha. 
○ Lenguaje expresivo muy reducido 
 
● Trastornos de neuropsicológicos de origen psiquiátrico. 
Tradicionalmente, la definición de demencia exigía un curso irreversible y un sustrato orgánico 
de la enfermedad. Esta exigencia dejaba de lado a otras entidades que, si bien cursaban con 
deterioro cognitivo, no tenían base orgánica o estructural conocida y podrían llegar a revertir, 
total o parcialmente. 
21 
 
Para denominar estos cuadros se creó el concepto de “pseudodemencia”. Según Caine (1981), 
la pseudodemencia se define como “un deterioro intelectual en sujetos con trastorno 
psiquiátrico primario, en el cual los datos de anormalidad intelectual semejan, al menos en 
parte, los de un déficit cognitivo inducido por factores neuropáticos” (Caine, 1981, citado en 
Reich, 2005). Se referían a entidades como la depresión, la manía, la simulación o las 
demencias histéricas. 
 
Madder y Kaplan (1986, citados en Reich, 2005) fueron los primeros en utilizar este concepto 
para referirse a aquellas condiciones clínicas que pueden ser incorrectamente diagnosticadas 
como demencias, cuando en realidad la enfermedad de base que ocasiona el deterioro 
cognitivo, es la depresión que, con el tratamiento pertinente, puede restituir, total o 
parcialmente, el perfil cognitivo previo del paciente. 
 
Actualmente, el concepto de pseudodemencia plantea controversias. Cuestionar que la 
depresión carece de base orgánica para ser definida como demencia, es negar la existencia de 
factores bioquímicos en esta enfermedad. Asimismo, el término pseudodemencia incita a 
confusiones: ¿Es o no una demencia? ¿Es una “casi-demencia”? ¿Es algo fingido? Es por eso 
que al día de hoy se aconseja utilizar este concepto únicamente en casos de simulación 
(demencias simuladas). 
 
La forma de denominarlo que se sugiere, en el caso de que la causa del trastorno cognitivo sea 
la depresión, síndrome demencial debido a síndrome depresivo o deterioro cognitivo debido a 
síndrome depresivo. 
 
La coexistencia de depresión y demencia es un hecho de observación relativamente frecuente 
en la clínica, por tal motivo: 
 
Es relevante conocer las diferencias y vinculaciones existentes entre deterioro cognitivo y 
depresión, ya que son cuadros frecuentes en la práctica clínica de un psicogerontólogo, y 
habitualmente se presentan relacionados. 
 
La presencia de deterioro cognitivo y demencia 
● plantea una dificultad diagnóstica 
● implicaciones diferentes a futuro dado la posibilidad de reversibilidad de los síntomas 
cognitivos si la depresión es tratada adecuada y oportunamente. 
● Abordajes diferentes. Un persona con trastorno depresivo mayor que como parte de 
los síntomas presenta deterioro cognitivo, no puede ser tratado terapéuticamente 
de la misma forma que una persona en fases iniciales de demencia que, al 
vislumbrar sus déficit cognitivos y su pérdida de autonomía, desarrolla un síndrome 
depresivo como reacción a la pérdida. 
 
● Interface Demencia y Depresión 
Dado que la causa de pseudodemencia que se presenta con mayor frecuencia es la depresión 
desarrollaremos con detalle las relaciones entre demencia y depresión. De esta forma se podrá 
llevar a cabo un abordaje adecuado. Se debe diferenciar las siguientes situaciones, por lo 
menos conceptualmente, aunque a veces en la clínica sea complejo: 
 
○ La depresión que se presenta con síntomas neuropsicológicos de demencia e 
induce a este diagnóstico. 
○ La demencia que presenta sintomatología depresiva en fases iniciales: 
■ como reacción frente a las pérdidas de las capacidades cognitivas y 
funcionales (secundaria y reactiva al desarrollo del deterioro cognitivo, 
sobre todo en los primeros periodos donde los pacientes son perceptivos 
de su entorno y realidad). 
22 
■ como síntoma conductual dentro de la demencia. 
○ La demencia con comorbilidad de depresión. 
 
● Depresión que se presenta con síntomas cognitivos de demencia 
Kendel (citado en Seijas Sloker, 2006) analizó longitudinalmente los diagnósticos psiquiátricos 
en Inglaterra y Gales durante 5 años, encontrando que el 8 % de los diagnósticos iniciales de 
demencia fueron cambiados con posterioridad a depresión. Ron (citado en Seijas Sloker, 2006) 
realizó el seguimiento longitudinal de 52 pacientes con diagnóstico de demencia presenil que 
la evolución del cuadro demostró que 5 de ellos tenían depresión y no demencia. 
 
Marsen y Harrison (1986, citados en Reich, 2005) sobre un total de 106 pacientes admitidos 
con diagnóstico presuntivo de demencia, identificaron que 10 de los mismos tenían un trastorno 
psiquiátrico mayor que se expresaba como un síndrome demencial potencialmente reversible. 
 
Otros estudios, observaron que pacientes que se recuperaron del episodio depresivo, 
mejoraron sus disfunciones cognitivas. Cabe destacar que en la clínica esta mejoría suele ser 
de carácter parcial, sin llegar a recuperarse adintegrum (Reich, 2005). 
 
En este punto es importante remarcar que las depresiones de inicio tardío tienen más 
componentes neurológicos, más alteraciones neuropsicológicas, es un factor de riesgo para 
demencia, mayor tasa de progresión a demencia, más alteración sensorial auditiva, mayor tasa 
de suicidio, mayor probabilidad de riesgo vascular (Quaglia, 2011). 
 
Como psicogerontólogos es sumamente importante indagar sobre los antecedentes 
personales. Pacientes con depresión suelen tener historia de trastornos afectivos previos. 
 
 
● Demencia que se presenta con sintomatología depresiva en fases iniciales 
La demencia conlleva pérdida en la autonomía de las actividades de la vida. Es por eso que en 
estadios iniciales las personas pueden reaccionar con sintomatología depresiva al reconocer 
estas pérdidas. Por otro lado, la depresión puede incluso aparecer como un síntoma psicológico 
dentro de la demencia, por su misma etiopatogenia. 
 
En lo que refiere a escalas psiquiátricas destinadas a pesquisar depresión, las personas con 
demencia suelen tener puntuaciones más baja a comparación de los casos de depresiones 
primarias. 
 
Lo importante en este punto es determinar de qué forma los síntomas depresivos una vez 
tratados permiten dilucidar una enfermedad de base demencial. 
 
 
● Demencia con comorbilidad de depresión 
En ocasiones la demencia y la depresión pueden coexistir como entidades diferenciadas. En 
estos casos, se observó presencia de mayor cantidad de “síntomas negativos” tales como: 
anergia, enlentecimiento motor o mental, apatía y escasa expresividad. Además, suelen 
aparecer con menor frecuencia el llanto, los sentimiento de culpa o el insomnio matinal 
(Cumming, 2002 citado en Sarasola 2009). Todos estos síntomas repercuten en el rendimiento 
cognitivo de la persona. 
 
Así pues, la demencia puede darse con comorbilidad de la depresión. No obstante, es 
importante recordar que: 
 
la presencia de una enfermedad concomitante como la demencia empeora la evolución del 
cuadro depresivo, al mismo tiempo que la depresión concomitante empeora la evolución de 
otras patologías (Alexopoulo, 1996 & Meyers, 1998 citado en Sarasola, 2009) 
23 
 
● ¿Cómo podemos diferenciar si se trata de una depresión o demencia? 
Para realizar un diagnóstico diferencial entre la depresión con síntomas cognitivos y la 
demencia que se presenta con sintomatología depresiva, es de gran utilidad tener presente las 
diferencias semiológicas, y la utilización de test neuropsicológicos y de escalas psiquiátricas 
para caracterizar detalladamente ambas situaciones. 
 
Las siguientes diferencias nos ayudan a caracterizar las depresiones en los adultos mayores 
que cursan con síntomas neurocognitivos y ciertas diferencias con las demencias: 
 
● Los pacientes con depresión presentan alteración de la atención, enlentecimiento 
del pensamiento o bradipsiquia, alteración en las funciones ejecutivas y falla en la 
evocación de la memoria episódica. Se observa que los pacientes con depresión 
suelen tener preservada la visuoespacialidad y el almacén semántico, viéndose 
éstas afectadas en las demencias. 
● Por otro lado, las personas con demencia de tipo alzheimer que es la más frecuente, 
en el transcurso evolutivo de la enfermedad, van ir desarrollando alteraciones en las 
capacidades afaso-apracto-agnósicas y en la capacidad de juicio. 
● La semiología de la depresión se corresponde principalmente con un perfil 
subcortical (ver apartado clasificación de demencias). Este perfil, se distingue del 
perfil cortical que se presenta inicialmente en las demencias de tipo alzheimer. 
● Otras características semiológicas que ayudan a realizar el diagnóstico diferencial 
entre depresión y demencia, es el comienzo insidioso que este último presenta 
versus un comienzo más claro e identificable de la depresión. 
● La actitud frente a la evaluación de un paciente con depresión y síntomas cognitivos 
suele ser diferente que la de un paciente con demencia. Los pacientes con depresión 
presentan menor interés en su entorno, más desinterés por realizar la tarea, 
respuestas del tipo “no lo sé” en vez de proporcionar una respuesta incorrecta. 
● Un punto relevante es la historia previa de las alteraciones del ánimo. Muchas veces 
si profundizamos en la historia de la persona veremos que tuvo cuadros depresivos 
a repetición desde mucho antes que la vejez. 
● Al ser interrogados sobre su estado de ánimo mostrarán más pensamientos 
negativos sobre su futuro y su autoestima. 
● El paciente depresivo suele acudir de manera espontánea y por voluntad propia a 
consulta, mientras que las personas con demencia pueden permanecer más ajenos 
a sus dificultades, llegando a consulta traídos por algún familiar. 
 
Concluyendo, más allá de la polémica acerca del concepto de pseudodemencia lo importante 
como psicogerontólogos es: 
 
Tener presente las relaciones existentes en la interface demencia-depresión y la posibilidad 
de la presencia un trastorno cognitivo potencialmente reversible. 
Indagando acerca de los antecedentes personales, solicitando interconsulta cuando 
corresponda, se podrá proponer el plan terapéutico acorde a las necesidades individuales 
y familiares de cada persona. 
 
● Delirium o síndrome confusional agudo 
El delirium o síndrome confusional agudo es una de las manifestaciones más comunes de 
enfermedad aguda o toxicidad por drogas en los ancianos. Es un cuadro de alteración cognitivo-
conductual de naturaleza no persistente y reversible. Se caracteriza por alteración del nivel y 
contenido de la conciencia con dificultad para mantener la atención y se asocia a trastornos 
perceptivos, de orientación, de lenguaje, del ciclo sueño- vigilia y de la actividad motora del 
organismo, con comienzo brusco y evolución fluctuante. Es fundamentalmente de causa 
orgánica. Requiere la inmediata intervención médica. Cuando se prolonga más allá de lo 
considerado habitual (aproximadamente un mes), puede ser confundido con la demencia. 
24 
 
 
● Criterios diagnóstico según DSM IV TR 
● Obnubilación de la conciencia con imposibilidad de focalizar, sostener o cambiar la 
atención. 
● Alteraciones cognitivas (déficit de memoria, desorientación, trastornos del lenguaje) 
o desarrollo de disturbios perceptuales no atribuibles a una demencia preexistente 
o en curso. 
● Los trastornos se desarrollan en un corto período de tiempo, con tendencia a la 
fluctuación a lo largo del día. 
● Existen evidencias a través de la historia clínica, examen físico o laboratorio, que el 
cuadro clínico se debe a una condición médica general o intoxicación 
(medicamentos u otros tóxicos) o por combinación de distintas etiologías 
 
● Características 
● Comienzo agudo 
● Curso fluctuante 
● Trastornos de atención 
● Pensamiento desorganizado 
● Alteración de la conciencia 
● Déficit cognitivos 
● Alteraciones de la percepción 
● Alteraciones psicomotoras 
● Alteraciones del ciclo sueño- vigilia 
● Alteraciones emocionales 
● Puede ser SUBSINDROMATICO 
 
 
● Factores Predisponentes 
● Edad avanzada 
● Múltiples comorbilidades 
● Paciente terminal 
● Paciente institucionalizado 
● Polimedicación, psicofármacos 
● Alteración sensorial (visión, audición) 
● Antecedente de delirium 
● Deterioro cognitivo 
● Discapacidad 
 
● Factores de riesgo para desarrollo de delirium superpuesto en dementes 
● 
● Cirugías 
● Estrés 
● Pérdidas (muerte de un familiar, mudanzas) 
● Dolor intenso 
● Benzodiacepinas 
 
● Factores Desencadenantes 
● Hospitalización 
● Post quirúrgico (cadera, corazón) 
● Deshidratación 
● Polifarmacia 
● Cambios de entorno 
● Etc. 
 
25 
● Duración del Delirium 
Como se explicó anteriormente el delirium tiene una duración breve. A continuación se detalla 
la duración promedio: 
 
● El 60% de los cuadros dura entre 1 y 6 días. 
● El 20% dura entre 7 y 13 días 
● El 15% dura entre 2 y 4 semanas 
● El 5% de los cuadros dura más de 1 mes 
 
● Diagnóstico

Continuar navegando