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III• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. TOXICOLOGÍA IV • Toxicología V• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. TOXICOLOGÍA Darío Córdoba P. Editor Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Toxicólogo y Pediatra, Profesor Titular del Departamento de Farmacología y Toxicología desde 1960. Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Académico Honorario de la Academia de Medicina de Medellín. Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina. Miembro de la Asociación Española de Toxicología. Académico Honorario de la Sociedad Colombiana de Toxicología. Miembro de la Asociación Latinoamericana de Toxicología. Presidente de la Academia de Medicina de Medellín Galardonado con el Premio “Eduardo Lleras Codazzi” de la Sociedad Colombiana de Toxicología - 1970 Condecorado por la Asociación Latinoamericana de Toxicología - 1998 Distinguido como “Destacado” en el Congreso Latinoamericano de Toxicologia - 1998 Distinción “A toda una vida” otorgada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia - 2000 Distinción de egresados de la Universidad de Antioquia - 2000 Reconocimiento al Mérito Comunitario, Otorgado por la Asociación de Consumidores de Medellín - 2001 Medalla al Mérito, otorgada por la Secretaría Departamental de Agricultura - Departamento de Antioquia - 2001 VI • Toxicología IMPORTANTE Los conocimientos en ciencias clínicas están cambiando cons- tantemente. A medida que se dispone de nueva información es necesario modificar el tratamiento y uso de medicamentos. Los autores y la Editorial de este volumen han tenido el cui- dado de comprobar que las dosis y programas terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general en la fecha de la publicación. Se aconseja al lector consultar cuidadosamente el material de instrucciones e información incluido en el inserto del empaque de cada fármaco o agente terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial, cuando se utilizan medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. El autor y la Editorial no se hacen responsables por la pérdida, lesión o daño ocurrido como consecuencia, directa o indirecta, del uso y aplicación de cualquier agente terapéutico contenido en este volumen. Toxicología D. R. 2006 © ISBN: 958-9446-16-7 Editorial El Manual Moderno (Colombia) Ltda. Carrera 12 A No. 79 - 03/05 e-mail: info.colombia@manualmoderno.com Bogotá D. C., Colombia Reimpreso en Colombia en los talleres de Imagen Editorial S.A.S. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema alguno de tarjetas perforadas o transmitida por otro medio –electrónico, mecánico, fotocopiador, registrador, etcétera– sin permiso previo por escrito de la Editorial. All rights reserved. No part of this publication may by reproduced, stored ina retrieval system, or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording or otherwise, without the prior permission in writting from the Publisher. y el diseño de la portada son marcas registradas de Editorial El Manual Moderno, S. A. de C. V. Córdoba Palacio, Darío Toxicología / Darío Córdoba Palacio. -- 5a. ed.-- Bogotá : Editorial Manual Moderno, 2006. 1044 p. : il., fots. ; 26 cm. Incluye bibliografías e índice. ISBN 958-9446-16-7 1. Toxicología 2. Toxicología de plaguicidas 3. Toxicología de los metales 4. Toxicología medicamentosa 5. Drogadicción 6. Animales venenosos 7. Plantas venenosas I. Tít. 615.9 cd 19 ed. A1075821 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango VII• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. “Pues ser médico es mucho más que ser un mero dispensador de píldoras o un carpintero médico que remienda y compone carnes y almas rotas. El médico es una piedra angular en la sociedad humana y un intermediario entre el hombre y Dios”. Feliz Martí Ibáñez “Formar en la época actual, un médico general sin ni siquiera conocimientos básicos de Toxicología, es una omisión tan grave que toca los linderos de la criminalidad”. Darío Córdoba Palacio VIII • Toxicología IX• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. AGUSTÍN GUERRERO SALCEDO Médico y Cirujano de la Universidad de Cartagena. Estudios de Toxicología en la Universidad de Antioquia. Especialista en Salud Ocupacional Universidad Libre . Coordinador del programa de Farmacología y Toxicología U. Libre. Coordinador del programa de Toxicología en el Hospital Universitario y Pediátrico de Barranquilla. ALFONSO PEÑA MARTÍNEZ Médico y Cirujano. Universidad Nacional de Colombia. Jefe del Servicio de Toxicología del Ministerio de Salud de Colombia. Consultor de la Organización Mundial de la Salud. MARÍA DEL CARMEN VALLEJO ROSERO Química Farmacéutica. Profesora Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Medicina. Departamento de Farmacología y Toxicología. SAMUEL CADAVID ISAZA Médico Veterinario. Universidad de Antioquia. Profesor Titular Departamento Farmacología y Toxicología. Facul- tad de Medicina de la Universidad de Antioquia. FANNY CUESTA DE FRANCO Ingeniera Química. Universidad Pontificia Bolivariana. Profesora Titular Departamento de Farmacología y Toxicología. Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Jefe del Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. ELSA HEREDIA DE CÓRDOBA Química Farmacéutica Universidad de Antioquia. Pro- fesora de Farmacología y Toxicología Departamento de Farmacología y Toxicología. Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. SAMUEL HENAO HERNÁNDEZ Médico y Cirujano. M.P.H. Licenciado en Salud Ocu- pacional. Profesor Facultad Nacional de Salud Pública. Universidad de Antioquia. Jefe de la División de Salud Ocupacional del Instituto de Seguros Sociales (Seccional Antioquia). JORGE CÉSPEDES IBARRA Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. División de Salud Ocupacional del Instituto de Seguros Sociales (Seccional Antioquia). JOSÉ IGNACIO RAMOS JARAMILLO Médico Veterinario. Universidad de Antioquia. Profesor Titular Departamento de Farmacología y Toxicología. Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia. FRANCISCO JAVIER GUTIÉRREZ HENAO Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Profesor del Departamento de Farmacología y Toxicología. Facul- tad de Medicina de la Universidad de Antioquia. JESUALDO FUENTES GONZÁLEZ Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Profesor Titular del Departamento de Farmacología y Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antio- quia. Profesor Distinguido de la Universidad de Antio- quia. Miembro de la Comisión Revisora de Medicamentos del Ministerio de Salud de Colombia. ALFREDO MUÑOZ BERRÍO Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Neurólogo Clínico. Profesor de la Cátedra de Neurología. Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Universidad de San Buenaventura. Profesor Adjunto de la Universidad Pontificia Bolivariana. Colaboradores IX X • Toxicología FLAVIO GRANADOS AGUIRRE Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Internista Cardiólogo. Profesor Universidad Pontificia Bolivariana. Profesor Corporación Estudios de la Salud (CES). Car- diólogo del Centro Cardiovascular Colombiano-Clínica Santa María. FRANCISCO PUENTES CENTENO Médico y Cirujano. Ex profesor de Toxicología Clínica Universidad Nacional de Colombia. Universidad Indus- trial de Santander. Ex becario Fundación Humboldt y Fundación Humphrey. ROBERTO LOZANO OLIVEROS Co. (R ) Médico y Cirujano. Especialista en Pediatría, Toxicología, Medicina de Urgencias y Desastres y Admi- nistración de Servicios de Salud. Exprofesor Titular de Toxicología de la Escuela Militar de Medicina. Ex asesor de OPS/OMS. Presidente de Sociedad Colombiana de Toxicología. ISAAC FASSLER R. Médico y Cirujano. Profesor de Gastroenterología. Hos- pital de La Samaritana. Universidad del Rosario. Profesor invitado de la Cátedra de Toxicología Clínica. Universidad del Rosario, Bogotá-Colombia. ALFREDO RAMOS Ingeniero Agrónomo. Universidad Nacional – Palmira Directivo en Química Schering S.A. –División Agríco- la Asesor en uso y manejo de Plaguicidas Asesor de la Asociación Nacional de Industriales Andi Coordinador en la campaña de la Andi-ISS en prevención y manejo adecuado de Plaguicidas. Ex presidente de la Sociedad de Profesionales en Agroquímicos Sopaq. LUZ STELLA HOYOS GIRALDO Bióloga. Universidad de Antioquia. Profesora del Depar- tamento de Biología, Unidad de Toxicología Genética y Citogenética. Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y de la Educación Universidad del Cauca-Colombia. ALVARO JARAMILLO GÓMEZ Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Máster en Medicina del Deporte. Medellín-Colombia. SILVIA JIMÉNEZ RAMÍREZ Química Farmacéutica. Universidad de Antioquia. Profe- sora de Fitoquímica, Facultad de Química Farmacéutica, Universidad de Antioquia. MYRIAM GUTIÉRREZ DE S. Médica y Cirujana Universidad Nacional de Colombia. Docente Asociada del Departamento de Ciencias Fisio- lógicas Unidad de Toxicología-Facultad de Medicina Uni- versidad Nacional de Colombia, Toxicóloga del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario San Juan de Dios de Bogotá-Colombia. CARLOS A. SOSA Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Medellín- Colombia. ROSAURA ARREDONDO A. Médica y Cirujana. Toxicología. Profesora Cátedra de Toxicología Universidad Libre Barranquilla-Colombia. CAMILO URIBE GRANJA Director Científico de la Clínica de Toxicología “Gui- llermo Uribe Cualla”. Presidente de la Asociación Co- lombiana de Toxicología y Farmacodependencia. Jefe de Cátedra de Toxicología Universidad del Rosario. Profesor de Medicina Legal. Universidad Javeriana, Posgrado en Farmacodependencia. Bogotá-Colombia. MANUEL URIBE GRANJA Médico y Cirujano Universidad del Rosario Coordinador Docente de la Clínica de Toxicología “Guillermo Uribe Cualla” Bogotá. RAFAEL VALDERRAMA H. Ingeniero Agrónomo Universidad Nacional Entomólogo. Profesor Titular del Depto. de Microbiología y Parasi- tología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia. MANUEL JOSÉ PEÑA RESTREPO Biólogo de la Universidad de Antioquia Profesor de Cá- tedra de la Universidad de San Buenaventura. Estudios sobre Impacto Ambiental, Florencia-Caquetá y Paname- ricana del Chocó. OMAR BOTERO PATIÑO Médico y Cirujano. Pediatra y Toxicólogo. Profesor de Pediatría. Facultad de Medicina de la Universidad del Quindío. DANIEL TOLEDO ARENAS Médico y Cirujano. Psiquiatra. Hospital Militar Central de Bogotá. CÉSAR AUGUSTO GIRALDO GIRALDO Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Patólogo. Profesor Facultad de Medicina de la Universidad de An- tioquia. Jefe Seccional de Medicina Legal de Antioquia. RAMÓN CÓRDOBA PALACIO Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Especialista en Pediatría. Profesor Titular de Pediatría de la Universidad de Antioquia. Profesor Titular en el Instituto de Ética y XI• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Bioética de la Universidad Pontificia Bolivariana. Profesor Emérito de la Universidad Pontificia Bolivariana. Doctor Honoris Causa de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro de CECOLBE. Magistrado del Tribunal de Ética Médica de Antioquia. Medellín. PEDRO LUIS SÁNCHEZ GAVIRIA Médico y Cirujano. Psiquiatra. Jefe del Departamento de Servicios Ambulatorios del Hospital Mental de Antioquia. Profesor Adjunto de Psiquiatría. Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana. JORGE ÁLVAREZ RESTREPO Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. División de Salud Ocupacional del Instituto de Seguros Sociales (Seccional Antioquia). ULPIANO ECHEVERRI MONTOYA Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Profesor Titular del Departamento de Medicina Interna – Sección de Neumología-Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. FRANCISCO ELADIO GÓMEZ RENDÓN Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Derma- tólogo. Dermatología Ocupacional Instituto de Seguros Sociales. Profesor Adjunto Universidad Pontificia Boli- variana. EDUARDO LEÓN RODRÍGUEZ Físico Médico. Profesor Facultad de Medicina de la Uni- versidad de Antioquia. Departamento de Imagenología Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín. FELIPE RUIZ GÓMEZ Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Salud Ocupacional. Otorrinolaringólogo. Profesor Adscrito Universidad Pontificia Bolivariana. Cátedra de Otorri- nolaringología. FEDERICO VELÁSQUEZ POSADA Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Docente del Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Médico Asis- tencial Servicio de Urgencia del Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín. RAÚL GUILLERMO OSORIO GUTIÉRREZ Químico Farmacéutico. Universidad de Antioquia. M.Sc de la Universidad de Puerto Rico. Especializado en To- xicología Forense en la Universidad de Buenos Aires. Profesor de Toxicología de la Universidad de Antioquia. GLORIA TOBÓN MEJÍA Enfermera Licenciada. Universidad de Antioquia. Pro- fesora Titular Facultad de Enfermería Universidad de Antioquia. HUGO ALBERTO GALLEGO ROJAS Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Médico de Planta del Departamento de Toxicología del Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín. RAMIRO VÉLEZ OCHOA Médico Psiquiatra. Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá Colombia). Especialización en Psiquiatría en la Universidad de Antioquia (Medellín-Colombia) y en la Universidad de Barcelona (Barcelona-España). Ex profesor de Psiquiatría de la Universidad de Antioquia. Ex presidente de la Sociedad Colombiana de Psiquiatría. Ex presidente de la Academia de Medicina de Medellín. CARLOS SANTIAGO URIBE URIBE Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. Neurólogo. Profesor Honorario de la Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Presidente de la Academia de Medicina de Medellín. SILVIA BECHARA CABRERA Médica Cirujana de la Pontificia Universidad Javeriana - Colombia. Toxicóloga Ocupacional. Asesora de Custodia y Registro de Plaguicidas de Basf Química Colombiana S.A. Miembro de la Cámara de la Industria para la Pro- tección de Cultivos de la Andi. LUIS MARIANO GÓMEZ ZULUAGA Médico Internista - Hospital San Vicente de Paúl. Pro- fesor de Medicina Interna. Facultad de Medicina – Uni- versidad de. Jefe de Urgencias - Clínica Las Américas. Medellín-Colombia CARLOS ALBERTO GARCÍA CONGOTE Ingeniero Químico. Universidad Pontificia Bolivariana Coordinador Grupo de Salvamento y Rescate Acuáti- co-Cruz Roja Colombiana - Seccional Antioquia -Buzo YMCA MARÍA EUGENIA BOTERO DUQUE Médica Universidad de Antioquia. Directora Seccional en Boyacá del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses UBIER EDUARDO GÓMEZ CALZADA Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Residente de Toxicología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Colaboradores XII • Toxicología CLARA INÉS MANRIQUE RODRÍGUEZ Médica y Cirujana de la Universidad Militar Nueva Granada. Toxicóloga Clínica Universidad de Antioquia. Docente Toxicología Clínica Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín - Colombia ANA MARÍA MENDOZA CASTRO Médica y Cirujana. Universidad Militar Nueva Granada. Residente de Toxicología Clínica de la Facultad de Me- dicina de la Universidad de Antioquia. IVÁN DARÍO GÓMEZ RAMÍREZ Médico y Cirujano. Universidad de Antioquia. MARITZA ROJAS MARTINI Directora Centro de Investigaciones Toxicológicas de la Universidad de Carabobo (Cituc), Valencia-Venezuela.FAVIO MAYORGA NIÑO M.Sc. Química Farmacéutica. Profesor de la Escuela de Medicina. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja-Boyacá. ANA MARÍA GIRALDO LOPERA Médica y Cirujana. Universidad de Antioquia. Médica del Departamento de Toxicología del Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín. CARLOS ALFONSO POLO GALÍNDEZ M. V. Z. Decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias Universidad de Caldas. Profesor Asociado Universidad de Caldas. Departamento de Salud Animal. Manizales Departamento de Caldas - Colombia. LILIAM EUGENIA GÓMEZ ÁLVAREZ Ph D. Ingeniera Agrónoma. Universidad Nacional. Co- mité Departamental de Plaguicidas. Departamento de Antioquia. JUAN MANUEL GALEANO ALZATE Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Biólogo. Ofidiólogo. Profesor de Primeros Auxilios Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia Socorrista Cruz Roja. Antioquia. ADRIANA ZAMORA SUÁREZ Toxicóloga Clínica de la Universidad del Rosario. Docente de Toxicología Clínica Universidad del Rosario y Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Docente de Medicina Legal Universidad Javeriana. Miembro de la Comisión Revisora de Medicamentos del INVIMA. Bogotá - Colombia. PILAR JULIETA ACOSTA GONZÁLEZ Médica y cirujana Universidad Nacional de Colombia. Residente mayor del programa de Toxicología Clínica Universidad del Rosario. Bogotá - Colombia. MAURIX FERNANDO ROJAS MARTÍNEZ Médico y cirujano Universidad del Rosario. Toxicólogo Clínico Universidad del Rosario. Bogotá - Colombia. ANDRÉS FELIPE VELASCO BEDOYA Médico y Cirujano Universidad de Antioquia. Especialista en Toxicología Clínica Universidad de Antioquia. Docente de Toxicología de Pre-grado en Universidad de Antioquia, Universidad Pontificia Bolivariana y Instituto de la Salud CES. Medellín - Colombia. VLADIMIR ZANINOVIC’ Médico y Cirujano de la Universidad Javeriana. Residente Neurología Clínica, Baylor Collage of Medicine. Director Electroencefalografía, Miembro, American EEG Society, Miembro, Academia Nacional de Medicina. Profesor Titular Emérito (r), Neurología Clínica, Universidad del Valle, Cali - Colombia. NANCY YANETH ÁNGULO CASTAÑEDA Médica Cirujana de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Toxicóloga Clínica Universidad de Antioquia. VLADIMÍR ANTONIO LLINÁS CHICA Médico y Cirujano. Especialista en lexicología Clínica Universidad de Antioquia. Profesor de Cátedra del Departamento de Farmacología y Toxicología Facultad de Medicina Universidad de Antioquia. SERGIO PARRA Médico y Cirujano, Universidad de Antioquia. Magíster en Ciencias Básicas Biomédicas (Farmacología), Universidad de Antioquia. Profesor Departamento de Farmacología y Toxicología, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. RODRIGO ÁNGEL MEJÍA Médico y Cirujano, Universidad de Antioquia. Especialista en Medicina Interna. Toxinólogo Clínico, ex profesor de la Universidad de Antioquia, CES y Universidad Pontificia Bolivariana. Investigador en el Instituto de Medicina Tropical, Medellín - Colombia. XIII• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Unidad I GENERALIDADES 1 - Recuento histórico Darío Córdoba Palacio ........................................ 3 2 - Pasado, presente y futuro de la toxicología en Colombia Francisco Puentes Centeno ................................. 15 3 - Toxicología Darío Córdoba Palacio ...................................... 19 4 - Consideraciones sobre el diagnóstico de las intoxicaciones Agustín Guerrero Salcedo .................................. 31 5 - Bioética y toxicología Ramón Córdoba Palacio ................................... 36 6 - Diagnóstico de muerte cerebral en intoxicados Carlos Santiago Uribe Uribe .............................. 44 7 - Toxicocinética Agustín Guerrero Salcedo .................................. 48 8 - Toxicodinamia Sergio Parra ...................................................... 70 9 - Antídotos Darío Córdoba Palacio ...................................... 75 10 - Indicaciones de la diuresis forzada en las intoxicaciones Clara Inés Manrique Rodríguez ......................... 85 11 - El paciente intoxicado y algunos problemas médicos asociados Luis Mariano Gómez Zuluaga ........................... 88 12 - Diálisis y hemoperfusión Darío Córdoba Palacio ...................................... 96 13 - Síndromes tóxicos Agustín Guerrero Salcedo .................................. 99 14 - Clasificación y evaluación de toxicidad de sustancias Alfonso Peña Martínez .................................... 105 15 - Riesgo químico Alfonso Peña Martínez .................................... 110 Unidad II PLAGUICIDAS 16 - Química de plaguicidas María del Carmen Vallejo Rosero .................... 121 17 - Insecticidas derivados clorados Samuel Cadavid Isaza .................................... 133 18 - Inhibidores de colinesterasas Darío Córdoba Palacio Samuel Cadavid Isaza José Ignacio Ramos Jaramillo ........................... 139 19 - Formamidinas - Amitraz Darío Córdoba Hugo Gallego Rojas ........................................ 162 20 - Insecticidas a base de nereistoxinas y espinosinas Darío Córdoba Palacio .................................... 165 21 - Piretrinas y piretroides Darío Córdoba Palacio .................................... 168 22 - Herbicidas Darío Córdoba Palacio .................................... 171 23 - Paraquat - Nuevo enfoque terapéutico del paciente intoxicado Ubier Eduardo Gómez Calzada ...................... 182 24 - Otros plaguicidas Darío Córdoba Palacio .................................... 188 25 - Aplicación segura de plaguicidas Alfredo Ramos Angel ....................................... 217 26 - Investigación, desarrollo y registro de un plaguicida Alfredo Ramos Ángel Silvia Bechara Cabrera .................................. 221 27 - Legislación colombiana en medicamentos y agroquímicos Ana María Mendoza Castro Clara Inés Manrique Rodríguez Ubier Gómez Calzada .................................... 228 Contenido XIII XIV • Toxicología 28 - Plaguicidas prohibidos o severamente restringidos y períodos de carencia Darío Córdoba Palacio .................................... 236 29 - Genotoxicidad de los plaguicidas Mutagenicidad, carcinogenicidad y teratogenicidad Luz Stella Hoyos Giraldo ................................ 239 30. Susceptibilidad y efectos genotóxicos de los plaguicidas Luz Stella Hoyos Giraldo ................................ 255 31. Plaguicidas y ecosistema Liliam Eugenia Gómez Álvarez ....................... 267 32. Gases neurotóxicos en conflictos bélicos Roberto Lozano Oliveros .................................. 273 33. Agentes químicos bélicos Darío Córdoba Palacio Roberto Lozano Oliveros .................................. 277 Unidad III METALES Y METALOIDES 34. Intoxicación por mercurio Darío Córdoba Palacio Fanny Cuesta de Franco .................................. 293 35. Arsénico Fanny Cuesta de Franco .................................. 303 36. Flúor y compuestos fluorados Darío Córdoba Palacio .................................... 308 37. Talio Darío Córdoba Palacio .................................... 313 38 - Rodenticidas Darío Córdoba Palacio .................................... 318 39 - Bario Darío Córdoba Palacio .................................... 325 40 - Fósforo, intoxicación por fósforo inorgánico Manuel G. Uribe Granja Elsa Heredia de C. .......................................... 327 41 - Plomo Darío Córdoba Palacio Samuel Henao Hernández ............................... 337 42 - Cromo Jorge Céspedes Ibarra ...................................... 346 43 - Intoxicación por selenio Nancy Yaneth Angulo Castañeda .................... 353 Unidad IV TÓXICOS HEMATOLÓGICOS 44 - Tóxicos hematológicos. Aspectos generales Darío Córdoba Palacio Fanny Cuesta de Franco .................................359 45 - Cianuro Darío Córdoba Palacio José Ignacio Ramos Jaramillo ........................... 366 46 - Monóxido de carbono Darío Córdoba Palacio José Ignacio Ramos Jaramillo .......................... 371 Unidad V TÓXICOS MEDICAMENTOSOS 47 - Anticoagulantes Francisco Javier Gutiérrez Henao ..................... 377 48 - Colecalciferol Darío Córdoba Palacio .................................... 381 49 - Analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios Darío Córdoba Palacio Jesualdo Fuentes González ............................... 383 50 - Intoxicación por antibióticos Adriana Zamora Suárez ................................. 391 51 - Intoxicación por isoniacida y otros antituberculosos Adriana Zamora Suárez Pilar Julieta Acosta González .......................... 403 52 - Intoxicación por hipoglucemiantes orales Adriana Zamora Suárez Maurix Fernando Rojas Martínez .................... 408 53 - Anticonvulsivantes Alfredo Muñoz Berrío ...................................... 413 54 - Antidepresivos Jesualdo Fuentes González ............................... 418 55 - Barbitúricos Darío Córdoba Palacio .................................... 422 56 - Neurolépticos Jesualdo Fuentes González Carlos A. Sosa Rodríguez ................................ 426 57 - Morfina, derivados y sucedáneos Samuel Cadavid Isaza .................................... 431 58 - Digitálicos Flavio Granados Aguirre ................................. 434 59 - Litio Jesualdo Fuentes González ............................... 438 60 - Hierro Francisco Javier Gutiérrez Henao ..................... 441 61 - Fármacos y embarazo Jesualdo Fuentes González ............................... 445 62 - Intoxicación por inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Carlos Adolfo Sosa Rodríguez .......................... 454 Unidad VI ALCOHOLES 63 - Alcohol etílico Darío Córdoba Palacio ................................... 459 64 - Alcohol etílico. Intoxicación etílica Ubier Eduardo Gómez Calzada ..................... 466 XV• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. 65 - Alcohol metílico Omar Botero Patiño ........................................ 472 66 - Metanol Agustín Guerrero Salcedo Nelly Beltrán L. y col. ...................................... 477 67 - Disulfiram (antabuse) Darío Córdoba Palacio .................................... 493 68 - Formaldehído y fenol Darío Córdoba Palacio .................................... 496 69 - Anilinas Darío Córdoba Palacio .................................... 501 70 - Glicoles - Intoxicación Darío Córdoba Palacio Iván Darío Gómez Ramírez ............................. 503 71 - Embriaguez no alcohólica. Enfoque medicoforense María Eugenia Botero Duque .......................... 510 72 - Drogas de diseño Ana María Giraldo Lopera ............................. 529 Unidad VII FARMACODEPENDENCIA 73 - Cocaína y base de cocaína. “Basuco” Darío Córdoba Palacio Daniel Toledo Arenas ...................................... 537 74 - Cocaína base. Aspectos patológicos César Augusto Giraldo Giraldo ....................... 545 75 - Farmacodependencia. Aspectos medicolegales César Augusto Giraldo Giraldo ....................... 549 76 - La dosis personal César Augusto Giraldo Giraldo ....................... 564 77 - Diagnóstico de la farmacodependencia parenteral César Augusto Giraldo Giraldo ....................... 570 78 - Transporte de sustancias ilícitas intracorporales Miriam Gutiérrez de S. .................................... 572 79 - Marihuana Rosaura Arredondo Almazo ............................. 575 80 - El adolescente y la drogadicción Ramón Córdoba Palacio Pedro Luis Sánchez Gaviria ............................ 580 Unidad VIII TÓXICOS VEGETALES 81 - Estricnina Darío Córdoba Palacio .................................... 593 82 - Escopolamina Agustín Guerrero Salcedo Darío Córdoba Palacio .................................... 595 83 - Plantas tóxicas Silvia Jiménez Ramírez .................................... 602 84 - Yuca y neuropatías Vladimir Zaninovic´, M.D. (Publicado con autorización de la Revista “Colombia Médica”) ....................................... 610 85 - Plantas tóxicas en veterinaria José Ignacio Ramos Jaramillo Samuel Cadavid Isaza .................................... 620 86 - Plantas tóxicas al ganado bovino Carlos Alfonso Polo Galíndez .......................... 624 87 - Alcaloides pirrolizidínicos Rodrigo Ángel Mejía ........................................ 638 Unidad IX ANIMALES PONZOÑOSOS 88 - Accidente ofídico Juan Manuel Galeano Alzate .......................... 643 89 - Rana cocoi Manuel José Peña Restrepo Darío Córdoba Palacio ................................... 657 90 - Artrópodos venenosos. Arañas - escorpiones - abeja Rafael Valderrama Hernández ......................... 660 91 - Abejas. Intoxicación por picaduras de abejas Juan Manuel Galeano Alzate .......................... 678 92 - Marea roja Darío Córdoba Palacio .................................... 684 93 - Animales ponzoñosos arañas y escorpiones Clara Inés Manrique Rodríguez ....................... 687 94 - Leptidopterismo y erucismo Accidentes por Lonomia Clara Inés Manrique Rodríguez ....................... 692 95 - Accidentes causados por anfibios - peces y ciguatera Rodrigo Angel Mejía Debidamente autorizado del libro “Parasitoris humanas” CIB ................................................ 697 96 - Rayas venenosas Vladimir Antonio Llinás Chica ........................ 709 97 - Veneno de peces y animales acuáticos Carlos Alberto García Congote ........................ 713 Unidad X HIDROCARBUROS Y SOLVENTES 98 - Hidrocarburos - Intoxicación Fanny Cuesta de Franco .................................. 725 99 - Hidrocarburos clorados acíclicos Jorge Álvarez Restrepo ..................................... 730 100 - Cloro y compuestos clorados Darío Córdoba Palacio ................................... 733 Contenido XVI • Toxicología Unidad XI OCUPACIONALES 101 - Enfermedad profesional de origen tóxico Aspectos generales Agustín Guerrero Salcedo ............................... 739 102 - Asbestos Samuel Henao Hernández .............................. 760 103 - Bisinosis y bagazosis Ulpiano Echeverri Montoya ............................ 768 104 - Dermatosis ocupacionales Francisco Eladio Gómez R. ............................. 770 105 - Radiaciones ionizantes Eduardo León Rodríguez ................................ 775 106 - El ruido: efectos auditivos y extraauditivos Felipe Ruiz Gómez ......................................... 779 Unidad XII MISCELÁNEA 107 - Toxicología de alimentos María del Carmen Vallejo Rosero .................... 809 108 - Suicidio Ramiro Vélez Ochoa ....................................... 818 109 - Complicaciones en el manejo del paciente intoxicado Federico Velásquez Posada ............................... 821 110 - Accidentes químicos Roberto Lozano Oliveros .................................. 825 111 - Doping Alvaro Jaramillo Gómez M. D. Raúl Guillermo Osorio Gutiérrez Q. F. ............ 843 112 -Toxicidad hepática. Mecanismos Isaac Fassier R. ............................................... 854 113 -Mecanismos neurotóxicos Manuel Guillermo Uribe Granja ..................... 861 114 -Parkinsonismo de etiología tóxica Manuel Guillermo Uribe Granja ..................... 873 115 -Enfermería y toxicología Gloria Tobón Mejía ......................................... 883 116 -Intoxicaciones en pediatría Darío Cordoba Palacio .................................... 888 117 -Intoxicación por cáusticos Hugo Alberto Gallego Rojas ............................. 894 118 -Permanganato de potacio Darío Córdoba Palacio .................................... 903 119 -Hidroquinona Clara Inés Manrique Rodríguez .......................905 120 -Toxicología ocupacional Maritza Rojas Martini .................................... 908 121 -Inhalables Camilo Uribe Granja M. D. ............................ 917 Unidad XIII LABORATORIO 122 -Muestras para análisis de toxicología Elsa Heredia de Córdoba ................................ 923 123 -Pruebas rápidas para identificación de tóxicos María del Carmen Vallejo Rosero .................... 926 124 -Análisis en toxicología forense Fabio Mayorga Niño ....................................... 929 Unidad XIV ANEXOS 125 -Anexo de productos comerciales ................... 935 Índice de materias ................................................ 1009 XVII• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Prologar un libro, cuando uno no es autor, se me ocurre que tiene bastante parecido con apadrinar a un niño; en ambos casos se adquiere compromiso de por vida. Uno se compromete en cierta medida con los autores (padres del niño), con el libro (el niño) y con los futuros lectores (amigos y compañeros). En este caso el compromiso supone, para quien firma este prologo, un honor inmerecido y un placer extraordinario. La cuarta edición de To- xicología, del profesor Darío Cordoba Palacio, consigue una superación envidiable sobre las tres anteriores, pese a que éstas tuvieron una ex- traordinaria acogida en todo el mundo hispano- parlante, y cuando se mantiene durante más de 20 años una constante amistad con el autor, se experimenta un sincero orgullo y sana envidia. El Dr. Darío Córdoba no sólo ha invertido en esta obra toda su ciencia y experiencia como docente y como toxicólogo clínico, sino que ha conseguido la colaboración de un considerable número de co-autores, y esto produce, a su vez dos importantes beneficios. Por una parte, cada colaborador enriquece el texto con sus conoci- mientos y su propia versión de las materias, y por otra refleja el gran número de especialistas en toxicología que hay en Colombia actualmen- te, para los que sin duda supone un significativo reconocimiento y estímulo el hecho de partici- par en la obra. El libro está conformado por unidades. La primera de ellas está dedicada a la toxicología básica, la que debieran cursar los pregraduados de todas las carreras de ciencias de la vida y de las ingenierías, quienes precisan unificar conceptos y términos, así como establecer unos firmes cimientos sobre los cuales construir cual- quier especialidad toxicoló gica. En las sucesivas unidades se incluyen amplias monografías toxi- cológicas de las familias químicas o los grupos de productos aplicados de mayor fabricación, consumo o riesgo tóxico. El cuidado con que está escrito, el volumen de bibliografía consultada y la amplitud del trabajo hacen de esta obra la auténtica “biblia” de la toxicología en lengua española. Prof. Manuel Repetto Sevilla, septiembre de 2000 Prólogo XVII XVIII • Toxicología XIX• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. El 1 de Agosto de 1986, es decir hace 20 años, nos dimos a la tarea publicar la 1a Edición del Texto de Toxicología. Y decíamos en su Prólogo: «Nuestro propósito al presentar el Texto de TOXICOLO- GÍA, es ofrecer en él, una recopilación de principios básicos de TOXICOLOGÍA, y agregar nuestra experiencia y orientación para el manjeo de los casos de intoxicación». Y decíamos en aquel entonces: «No es nuestra intención competir con los textos clásicos, de los que nos hemos nutri- do en conocimientos y a cuyos autores, así como a nuestros maestros, rendimos nuestro sentimiento de respeto y agra- decimiento». Al entregar nuestra QUINTA EDICIÓN, nos sentimos satisfechos de haber cumplido nuestra intención, expre- sada hace 20 años. En nuestro empeño han participado Coautores cuyos méritos han dado valor a nuestros textos. A ellos, hacemos llegar nuestro sentimiento de gratitud. Es cierto que algunos capítulos persisten en cada una de las ediciones, quizás con pocas o ninguna variación; ello se debe a que los consideramos básicos en el aprendi- zaje de la toxicología de pregrado: nos referimos a las generalidades, toxicocinética, definiciones, etc. Pero a su lado y como complemento de ellos, incluimos capítulos con temas novedosos y sobre todo, con temas que son de interés en nuestro medio; dejamos sin tratar temas que son de frecuente ocurrencia en otras latitudes, más no en la nuestra. Hoy nos complacemos en presentar la quinta edición en la cual incluimos varias decenas de te- mas «nuevos» en nuestro texto, porque hemos visto que se han hecho necesarios para completar el panorama que frecuentemente nos toca atender. Al igual que hace 20 años, nuestra intención principal es brindar una recopilación de literatura en donde el estudiante pueda encontrar solución a sus inquietudes y aunque tenemos especial interés en el estudiante del área biológica (medicina, enfermería, veterinaria, etc) el lenguaje que utilizamos es claro y sencillo, con el fin de hacerlo comprensible a los estudiantes de áreas diferen- tes como ingeniería agronómica, jefes de seguridad de empresas, etc. a quienes algunos términos comunmente utilizados en nuestra profesión, pueden resultar confusos. Es nuestro deseo que esta Quinta Edición, cumpla, como las otras, la finalidad de servir en el aprendizaje y asisten- cia de los casos toxicológicos. Si ello es así, nos sentimos satisfechos por cumplir con nuestro deber médico, de velar por la salud de quienes nos rodean. La labor no es fácil, pero nos alienta nuestra convicción sobre la necesidad de formar a nuestros colegas médicos y a todos los profesionales que de una u otra manera deben solucionar los problemas que, en forma creciente, enfentan los seres vivos sean humanos o animales, en ese mar infinito de sustancias potencialmente tóxicas. Bástenos pensar la responsabilidad que tiene el profesio- nal, de cualquiera de las áreas que hemos mencionado, cuando de su decisión depende el tratamiento de una vida o la aplicación de sustancias en el ambiente, o la decisión frente a una contaminación letal. Por ello, repetimos una y otra vez, la imperiosa necesidad de enseñar TOXICOLOGÍA, a todos aquellos futuros profesionales, médicos, odontólogos, enfermeras, vete- rinarios, químicos, agrónomos, legistas, etc., sin olvidar que además de los graves problemas de las intoxicaciones agudas y crónicas, aparece en el panorama cada vez más amenazante el daño por tóxicos en el ambiente, en el cam- po laboral, en una palabra, en cada paso de la vida diaria. Esta posición puede parecer obsoleta para aquellos paises y Universidades en donde históricamente se ha enseñado Prólogo a la quinta edición XIX XX • Toxicología la Toxicología, pero en muchas de nuestros centros de for- mación de profesionales aún se carece de esta disciplina o ella es insuficiente en su intensidad. Con gran satisfacción podemos afirmar que nuestra lu- cha de tantos años, nos permitió ver como en nuestro país (Colombia), logramos el reconocimiento oficial del médico toxicólogo, cuando hasta 1997 no era reconocida la especialidad. Toda esta ilusión, ha sido posible llevarla a la realidad, gracias quienes nos guiaron con sus enseñanzas, a quienes creyeron en nuestros ideales. Sólo nos falta reiterar de todo corazón, nuestro sincero agradecimiento, a nuestros Maestros, a nuestros Coautores y a quienes nos brindan su confianza al consultar nuestro texto de toxicología, para resolver los casos que tienen entre manos. Darío Córdoba Palacio 1• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Unidad I GENERALIDADES 2 • Toxicología 3• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Remontémonos hasta la mitologíaEntresaquemos de sus páginas varios puntos de contacto con la toxicología los cuales creemos que son importantes para completar nuestro panorama sobre el tema: “Los dioses no envenenan ni hacen envenenar, por ser éste un recurso infame e indigno de la majestad de un dios”. Podemos deducir que esta afirmación se refiere a los dioses de la tierra porque como lo dice la literatura, los del mar sí intervienen en envenenamientos y suicidios mitológicos. La grieta del Parnaso emitía gas carbónico, elemento deletéreo, pero quizá más conocido popularmente es el relato sobre las flechas empleadas por Hércules, las cuales eran previamente envenenadas con la hiel de la hidra de Lerna, e igualmente la flecha utilizada por Paris cuan- do mata a Aquiles, hiriéndole el talón. Recordemos así mismo que el veneno utilizado por Hércules con el cual provocaba heridas incurables, resultó fatal para el mismo Hércules, cuando por una equivocación infortunada, su esposa Deyanira le proporciona la túnica de Nessus, con el convencimiento de que era un filtro de amor. Es llamativo el hecho de que corre similar suerteen la tragedia de Eurípides Medea, Glauce o Creusa, hija de Erecteo y Praxilea, al tratar de envenenar a Ion, en un episodio de celos sufre envenenamiento, con la diferencia de que no es una túnica, sino una diadema la que ocasiona el envenenamiento de Glauce. La mitología nórdica nos relata otro episodio: la muerte de Baldur lleva a Thor a aprisionar a Loki y una vez atado, le suministra una pócima venenosa que le despierta convulsiones. Anfitrite envenena las aguas con las cuales se baña la ninfa Escila, por celos despertados por Neptuno. El autor de la Odisea, atribuye a Illus, rey de Ephiro (Corinto), un veneno semejante al de la hidra de Lerna, cuyo secreto no quiso revelar a Ulises. Recordemos también que Homero cuenta en la Odisea cómo Cirse empleaba estupefacientes para embriagar a los marineros de Ulises. Pasemos ahora a la historia de la humanidad. En la búsqueda de datos históricos relacionados con la toxicología encontramos en el papiro de Ebers (1500 a.C.) una cita histórica que podemos relacionar con la toxicología: “No hables del hombre de Yao bajo pena de durazno”. Habla además el papiro de Ebers del uso del opio o adormidera conocida como “spnn” para calmar el llanto de los niños. Por la misma época o quizá un poco antes encontra- mos citas del papiro de Hearst que data de la dinastía XVIII (1550 a.C.) en donde se hace mención de tóxicos como el cianuro, de la embriaguez con cerveza y del ve- neno de serpientes sobre las cuales Horus tenía el poder de hacerlas huir (Corbella 1998). No obstante, aunque éstas son unas de las citas más an- tiguas y conocidas que se puedan relacionar con la historia de la humanidad, no podemos dejar de hacer referencia a otros papiros egipcios que datan de 1700 a.C. y en los cuales se advierte claramente el uso de Cannabis indicus y de Papaver somniferum y, como lo deduce Ladrón de Guevara (1995) el hecho curioso de que ya en esa remota época se hacía referencia a las intoxicaciones con plomo. Los datos históricos hacen alusión al emperador Shen- Nung. Volvamos a retroceder el reloj del tiempo: corría el año 3500 a.C. cuando este célebre gobernante demuestra gran interés por su Jardín Botánico en el cual crecían plantas medicinales y tóxicas. Se sabe que los japoneses ya disponían en 700 a.C. de tóxicos muy refinados como el dozo, veneno extraído del crisantemo y el cual posee un importante cardiotóxico. La historia de los faraones nos relata el uso de venenos sutiles y de elaboración sofisticada, cuya formulación era patrimonio de las clases sacerdotales y cuya divulgación se castigaba con la pena de muerte, precisamente por envenenamiento del sindicado. En la medicina hindú sobresale Veda (900 a.C.) y en la griega Hipócrates (40 a.C.) quienes ya mencionaban venenos en sus escritos. Es precisamente Hipócrates quien nos trae una frase de ética médica inolvidable:“No 1 Recuento histórico Darío Córdoba Palacio 3 4 • Toxicología me dejaré inducir por las súplicas de nadie, sea quien fuere, a propinar un veneno...”. Paracelso habla de la medicina laboral y la toxicología foense. Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim Paracelso (1493 - 1541) Agreguemos algunos datos sobre Paracelso, su nombre Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Ho- henheim, nació en 1493 en Einsiedeln (Suiza). Dice la historia que su padre era médico y a él se atribuye que haya despertado interés en aspectos de la naturaleza, la alquimia, la mineralogía y la medicina. Su familia viaja a Corintia y allí entra en contacto con la minería, espe- cialmente en las minas de la familia Fugger. Paracelso es considerado el precursor de la medicina moderna, su pensamiento se encontraba centrado en las ideas místicas y religiosas de su época; la cual también lo llevó a sufrir múltiples acusaciones en la época del Renacimiento. Desde el punto de vista toxicológico sufrase: Todo es veneno y nada es veneno. La dosis sóla hace el veneno” aunque acuñada en el siglo XVI, es válida en nuestro siglo XXI. Es Paracelso el primero en utilizar el concepto de dosis como elemento curativo y hace entonces la distinción entre dosis y veneno según la cantidad. Publicó su Las Siete Defensas y es en la Tercera De- fensa donde hace una apología del uso de venenos en sus prescripciones y como lo dice Repetto en su Toxicología fundamental, establece uno de los más importantes pensa- mientos toxicológicos de todos los tiempos…” En de Historia Plantorum Teofrasto (370-286 a.C.) estudia los venenos vegetales. Es precisamente Teofrasto quien nos describe la acción de la cicuta y dice “produce una muerte fácil y rápida, aunque se administre a dosis pequeñas” y demuestra su preferencia por la de la región de Susa, sobre la cual dice que tiene efectos mejores. Citemos también a Apolodoro de Alejandría, quien vivió en el siglo IV a.C., y ha sido catalogado como uno de los precursores del estudio de los venenos. Un médico griego del siglo II a.C., Nicandro de Colo- fón, publica uno de los primeros textos conocidos (siglo II a.C.) y que merece ser citado por cuanto fue el autor de una de las obras de mayor repercusión en la toxicología. (Marruecos, 1993). Nicandro unía sus conocimientos en toxicología con su vena poética y de sus escritos destacamos dos poemas, Teriaka y Alexipharmaka. El primero consta de 1300 versos escritos en griego en los cuales describe intoxi- caciones tales como la del opio al cual dedica 39 versos de doce sílabas, y esboza el síndrome de abstinencia, así como la sintomatología de sueño y demás efectos del cuadro opiáceo. Como dato curioso anotemos que habla de la intoxicación con plomo y propone un tratamiento exótico para esta época: la mirra y la higuera salvaje (Corbella 1998). Debemos agregar que los etruscos (naturales de Etro- nia) y los eleusinos utilizaban con gran destreza distintos estupefacientes y alucinógenos que parecen relacionados con el cáñamo (marihuana), el mismo que curiosamente a finales del siglo XX invade con especial predilección a la juventud. Es en la medicina griega en donde se establece la primera clasificación de venenos, realizada precisamente por Dioscórides, quien además habla de la utilidad de los eméticos en los casos de intoxicación. De Dioscórides podemos afirmar que fue un personaje de gran importancia, médico griego del siglo primero después de Cristo, quien además ejercía el cargo de médico militar de Roma y cuyo texto sobre plantas y venenos, marca una pauta en el desarrollo de la ciencia toxicológica. Plinio el Viejo Cayo Plinio Cecilio Segundo, filósofo, escritor y natura- lista de origen romano, cuyo nombre era Gaius Plinius Secundus, quien por cierto fue tío y padre adoptivo de Plinio el Joven. En el año 79 cuando la erupción del vol- cán Vesubio, dado su interés científico, viaja a Pompeyaa estudiar el fenómeno volcánico y pierde su vida asfixiado por el humo del volcán. De su producción se cuentan 37 libros sobre Cos- mología y Astronomía, Geografía e Historia, Botánica y Agricultura, Medicina, Geografía y Mineralogía y Artes. Su tratado de Medicina consta de 13 tomos, que llegaron a ser textos básicos en la enseñanza de la medicina de la Edad Media, tratados que tuvieron gran influencia hasta cerca de 1492. (Reportajes) Dicen los historiadores que en su tratado de Historia Natural es un compendio de conocimientos científicos en 5• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. muchas ramas de la ciencia tales como: geografía, cosmo- logía, medicina, mineralogía, fisiología animal y vegetal, historia del arte, etc. (Protagonistas de la Historia). Mitrídates, rey de Ponto (132 a.C.) es quien hace uso de la cicuta, utilizando sus efectos tóxicos para la ejecu- ción de los griegos condenados a muerte y Mitrídates IV (140 a.C.) se distingue por realizar investigaciones sobre diversos tóxicos y posibles antídotos, llegando incluso a proponer uno “universal”, cuya composición se ha modificado a través del tiempo. Existe algo curioso en su historia, temeroso de ser envenenado, ingería regularmen- te antídotos con el fin de ser inmune a sus venenos. Pero ante el acoso de sus enemigos quienes estaban próximos a capturarlo y ejecutarlo, trató de suicidarse envenenán- dose, con un lógico resultado negativo, lo cual lo obligó a quitarse la vida con la espada de un soldado. Sus teorías dieron nombre a lo que se denomina “mezclas mitridáti- cas” o sea mezclas antidotales. Las mezclas mitridáticas contenían entre 41 y 58 ingredientes, cifra que varía de acuerdo con los historiadores que se estudien. Son los griegos quienes clasificaron dichas sustancias en tres categorías para las sustancias: a. alimentos, b. fármacos y c. tóxicos. Los césares de la antigua Roma se vieron vinculados a las intoxicaciones con fines bélicos y aun religiosos: citemos el caso de las tropas de Ariovistus las cuales en sus campañas contra las de su rival Julio César, eran dopadas con sustancias alucinógenas. Es precisamente en esta época de la Roma imperial, cuando se identifica el “saturnismo” sufrido por los trabajadores de minas y fundiciones de plomo. Abramos ahora, con el respeto y la veneración que nos es debida, el Libro Sagrado de la Biblia, que además de ser la Palabra de Dios, encierra entre todos sus tesoros, el relato del verdadero derrotero de la humanidad: En el Génesis IX, 20-21 leemos: “Y Noé que era labrador, comenzó a labrar la tierra y plantó una viña. Y bebiendo de su vino, quedó embriagado y echóse desnudo en medio de su tienda”. Más adelante, en el mismo Génesis XIX, 31-38, nos describe el estado de angustia después de la destrucción de Sodoma y Gomorra cuando las hijas de Lot conversan: “Entonces dijo la mayor a la menor: nuestro padre es viejo, y no ha quedado en la tierra ni un hombre que pueda casarse con nosotras según es costumbre en todos los países. Ven, y emborrachémosle con vino y durmamos con él, a fin de poder conservar el linaje por medio de nuestro padre. Con eso le dieron a beber vino aquella noche; la mayor se acostó y durmió con su padre; pero él no sintió, ni cuando se acostó su hija, ni cuando se levantó”. Hemos transcrito la cita hasta este punto para mostrar claramente la intensidad de la intoxi- cación etílica o “embriaguez” de Lot, hecho que se repite al día siguiente con la menor de sus hijas y se relata en los versículos siguientes para terminar con el nacimiento de Moab (cuyo nombre significa “esto es de mi padre”) y del cual se derivan los moabitas y el nacimiento de Amón, padre de los amonitas. En el Levítico X-9 leemos: “Cuando hayáis de entrar en la tienda de reunión, no bebáis vino ni bebida que pueda embriagar”. El capítulo VI , 4 del Libro de Job hace mención al veneno cuando dice: “Porque parece que todas las saetas del Señor están clavadas en mí; el veneno de ellas va corroyendo mi espíritu”. El Antiguo Testamento nos relata en la historia de Judith, el abuso del licor y la embriaguez de Holofernes, opresor de su pueblo, quien perdió su vida como dice el Libro Sagrado de la Biblia: ...“el cual bebió vino sin medida, más de lo que nunca había bebido...” y más ade- lante leemos: “Y Holofernes estaba tendido en la cama, durmiendo profundamente a causa de su extraordinaria embriaguez” (Judith 22-23). Pero el Libro Sagrado de la Biblia nos trae una sen- tencia que hoy tildaríamos de “preventiva” en el Libro de los Proverbios XX: “Lujuriosa cosa es el vino, y llena está de desórdenes la embriaguez; no será sabio quien a ella se entrega”. En la historia de la humanidad se contemplan muchos hechos de utilización de conocimientos en una especie de “ganancia ocasional”. Citemos el caso de Sócrates y el caso de Cleopatra. En el primero, Sócrates utilizando sus conocimientos escoge la Cicuta maculata como medio de ser ajusticiado, pues sabía que tendría una muerte rápida y sin mayores sufrimientos. (Foto 1) Y en el caso de Cleopatra, ésta se vale de la serpiente con igual fin. En el caso homicida, crimen con el cual se constru- yeron y sostuvieron imperios, podemos citar algunos: Tal vez de los más conocidos es el caso de Agripina, quien envenenó a Británico para dar paso hacia el trono a Nerón. Dice Corbella (1998), que al parecer Británico muere por insinuación de Nerón y con la intervención de Locusta, célebre envenenadora de la época, como la persona que prepara el veneno, para cuando Nerón lo necesitase, veneno que éste guardó celosamente en una cajita de oro. Y que tal como era costumbre, el “catavene- nos” probó una bebida preparada para Británico, la cual fue rechazada por estar muy caliente y al agregarle agua para enfriarla, también se le agregó veneno, lo cual causó la muerte de inmediato a Británico (episodio tomado de Tácito). Algunos afirman que el veneno causante fue la Amanita phalloides. Mucho se ha discutido sobre la caída del imperio ro- mano y su relación con el consumo de plomo. En Historia de la Toxicología de Corbella encontramos un dato que nos llama la atención: el pueblo romano consumía dife- rentes cantidades de plomo de acuerdo con su nivel social así: los de la aristocracia consumían entre 160 y 1.520 μg/día, la plebe entre 35 y 320 μg/día y los esclavos entre 15 y 77 μg/día, lo cual desvirtúa la hipótesis de que el Recuento histórico 6 • Toxicología saturnismo se debiese al consumo del agua y la tendencia ante estas cifras es que dicho metal se encontraba en el contenido del vino, consumido en proporciones diversas de acuerdo con el estado social. En la época de los Claudios, nace en Verona en el año 5 a.C. Aurelio Cornelio: Celsus o Celso, quien en ese entonces preconizaba un tratamiento, hoy muy discutido y tendiente a desaparecer, ante la mordedura de serpiente, decía: “Ligar la zona mordida, extraer el veneno, sea con ventosas o incluso chupando la herida”. Hoy, repetimos, este tratamiento no se aconseja, pero fue un procedimiento de primeros auxilios que llegó hasta el siglo XXI. Ya mencionamos a Plinio el Viejo cuyo nombre es Caius Plinius Secundus, procurador de Hispania y quien vio el fin de sus días en Strabia, cerca al volcán Vesubio, en el año 79, cuando presidía como jefe, la escuadra de Misenum para estudiar el problema del volcán. Lo cita- mos acá por ser el primero en señalar el riesgo de la cal y el yeso e inclusive presume de que su amigo Augusto fue envenenado con agua cargada de yeso, pero no sólo esto, también deja importantes estudios sobre la toxicología del plomo y el mercurio. Destaquemos a Andrómaco, natural de Creta que vivió en la mitad del siglo I, autor de un poema de 174 versos, en el cual explica la composición de los fármacos y lo escribe en verso con la consideración de que el poe- maes más fácil de recordar y más difícil de modificar. Andrómaco modifica la clásica fórmula del mitridato y establece una preparación similar al “antídoto universal” de ese entonces. La Edad Media es un punto muy importante en mu- chos aspectos: en ella se abre el primer centro que atiende exclusivamente pacientes intoxicados: la epidemia surgi- da al sur de Francia, esa célebre epidemia de ergotismo, da piso para que se cree la orden religiosa de los hermanos Antonisti, orden que se dedica exclusivamente al manejo de estos pacientes, que según Ladrón de Guevara (1995) es el primer centro de atención especializada a intoxica- dos de que se tenga conocimiento en Europa. Mujeres envenenadoras célebres: Toffana La Edad Media es rica en hechos históricos: una mujer de nombre Toffana preparaba cosméticos con arsénico y los suministraba con claras indicaciones para que su uso ocasionara el efecto deletéreo en las víctimas previamente seleccionadas para su eliminación. Se calcula que el acto criminal sobrepasa los 600 casos letales. Así encontró su fama con la producción del Agua Toffana. Madame Toffana merece especial mención pues ella inicia una serie de asesinatos que llevan a sus autoras a recibir el rótulo de “Toffanas”. Nos parece una de las mejores descripciones que hemos encontrado, la del Profesor José Manuel Reverte Coma, en su artículo sobre Criminología y por ello no resistimos el deseo de transcribir este pequeño aparte de su artículo: “Las envenenadoras de Sicilia fueron muy famosas, tristemente famosas, pero entre todas llevose la palma Teofania d’Adamo, la “Gnura Tufana” o Toffana, nombre que después sería aplicado a otras envenenadoras. La primera Toffana, de la que aquí hablamos, fue ejecutada en Palermo en 1633, la segunda murió tranquilamente según se dice en Roma en 1651 y la tercera se retiró a un convento en Roma, desde donde salió para el patíbulo en el año 1780. Aquellas Toffanas, que dieron nombre al veneno, utiliza- ban un compuesto de jugos de hierbas que no dejaba huella en sus víctimas, matándolas sin que los médicos pudiesen conocer la naturaleza del mal. Su clientela estaba compuesta por mujeres generalmente, que querían deshacerse de sus maridos, o por personas que tenían prisa en heredar y re- currían a la Señora Tuffana para que les ayudase a enviar al otro mundo al familiar que se lo impedía.”… Llegó a estar tan convencida de su “profesión” y de la bondad de sus asesinatos, que nos trae a la memoria los tristemente célebres “sicarios de nuestra época”cuando suplican a la Divina Providencia o a la Santísima Virgen en cualquiera de sus advocaciones, pero especialmente en la de “Auxiliadora” los guíe en su tenebroso oficio para desarrollarlo correctamente; pues bien, cuando seguimos leyendo a Reverte y él nos describe parte del episodio de su juicio a muerte, brilla por su ausencia al pie del cadalso siquiera un soslayo de arrepentimiento; veamos: …”La vieja Toffana fue detenida y sometida a un estre- cho interrogatorio. El jefe de policía le preguntó si aquella receta de veneno se la había dado Francesca La Sarda, otra famosa envenenadora ejecutada años antes, a lo que la vieja contestó con desprecio: –”La Sarda no sabía nada. El agua que vendía ella era la que yo preparé. Yo fui su maestra”. Nos referimos al “Agua Toffana” necesariamente, pues ella llega con este nombre hasta nuestros días. Veamos un poco de la historia de esta famosa “agua” y recurrimos de nuevo a Reverte quien nos dice: …”Algunos autores como Rodríguez Solís, apuntan el hecho de que Toffana o La Toffarina, era una mujer de Palermo, dama de alta clase social, que comenzó a expender en Nápoles unas redomitas con la efigie de San Nicolás de Bari, razón por la cual fue llamada “Acqua de San Nicolás di Bari”, además de “acqua Toffana”, “acqua di napoli” o simplemente el “acquetta”. En otros lugares se llamó “acqua di Perugia” o “manna di Santo Nicola di Bari”…y podemos agregar otro calificativo dado por Donis “el veneno del amor”. Si bien madame Toffana es una de las más conocidas en estos menesteres, también existe un grupo numeroso 7• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. de mujeres que han pasado a la historia de la toxico- logía, entre las cuales citamos a Jerónima Spra, mujer italiana que desempeñó el oficio de envenenadora dentro de un grupo compuesto, como lo dice Repetto: “Principalmente de mujeres casadas pertenecientes a las más opulentas familias”. Quienes siguieron a su maestra Toffana, produjeron “viudas jóvenes” mediante el asesinato de sus esposos, lo cual llevó al gobierno a investigarla y a condenarla a pena de muerte y con ella a doce mujeres más. Podemos confeccionar un grupo de mujeres que tuvieron relación con el uso de tóxicos en forma homicida, grupo que por cierto puede ser complementado con otros muchos nombres más, según se profundice en la historia: – Lucrecia Borgia – Catalina de Médicis – Madame Brinvillier – Catalina Deshayes “La Voisine” – Madame Lafarge – Madame Toffana – Jerónima Spra – Madame Locusta – Helena Jergao – Lidia Fougines Catalina de Médicis Catalina de Médicis lleva a su país, Francia, los métodos italianos de “perfumes florentinos”. Nace en Florencia en 1519 y muere en Blois, Francia, en 1589. Fue reina de Francia. Fue una reina carente cualquier clase de escrú- pulos, intrigante y seductora. Locusta figura en la historia como aquella esclava condenada a muerte por asesina, quien una vez indultada pasa a ser envenenadora oficial del imperio romano. Ya hemos relatado su accionar en el caso de Nerón y aunque puede existir duda sobre el veneno que causó la muerte de Británico, los historiadores hacen expresa relación entre la amistad de Agripina, esposa de Claudio, y la envenenadora Locusta, quien por cierto fue ajusticiada posteriormente durante el reinado siguiente. Canidia era una mujer envenenadora del barrio de las Esquilias, que al parecer era un buen reducto de estas mujeres. Merece llamar la atención sobre el abismo de maldad que se muestra en la personalidad de Catalina Deshayes “La Voisine” quien fue declarada convicta por innume- rables envenenamientos entre los cuales se incluyen 2.000 niños. Corbella describe a Catalina Deshayes como la esposa de Monvoisin, propietaria de una tienda en el puente Ma- rie de París. Catalina inició su tétrica trayectoria cuando se interesa por las artes ocultas. Dice este autor que su nombre se deriva precisamente de su marido que llevó a que se le conociera como La voisine. Catalina Deshayes, se destacó como la más célebre “sacerdotisa de Satán” y los autores la consideran como una verdadera especialista de “Misas Negras” en las cuales sobresalía algo muy especial y era su extrema crueldad con las víctimas, esto le valió el reconocimiento de los historiadores quienes no dudan en afirmar que “jamás su crueldad ha sido superada por nadie”. La Voisine se especializó en el uso de venenos con el fin de eliminar maridos o amantes. Fue arrestada el 13 de marzo de 1679 y fue ejecutada en febrero de 1680. Son muchos los asesinatos con veneno que se en- cuentran en la historia: mencionemos a aquella posible inventora del uso del rapé, Catalina de Médicis. La his- toria la sindica de haber asesinado a su marido Enrique de Navarra y a su hijo Carlos IX de Francia, así como a Enrique VI de Navarra. Serían relatos muy extensos los que podríamos pre- sentar de estas mujeres, hasta el punto que los casos se hicieron tan frecuentes, que el gobierno emite la Ley Cornelia: Lex Cornelia de sicaris et venficiis promulga- da en el año 82 a.C. por Sila, la cual fue posteriormente complementada por la Lex Julia. Con frecuencia se dice entre nosotros que un cadáver es colocado en “Cámara ardiente” para significar que es expuesto para rendirle honores póstumos, pero revisando la literatura nos encontramos quea raíz de los grandes crímenes cometidos por las mujeres que mencionamos aquí, nos encontramos que Trestrail J. en su texto “Se- cretos de la Toxicología” afirma que el término Cámara ardiente surge entre 1679 y 1682 cuando estas mujeres llevaron a establecimiento de Cámara ardiente como una prueba de seguridad de que se efectuó la ejecución, tales crímenes que en conjunto tuvieron igualmente el rótulo de l Áffaire des poisons”. Manuel Repetto ralata en su texto de Toxicología Fun- damental, un curioso caso en el cual interviene la mujer. Dice Repetto: ...“Otro envenenamiento legendario es el de Ladislao, rey de Nápoles, de quien se dice que murió a consecuencia de una intoxicación producida durante el coito por un algodón impregnado en el veneno, que su amante se había colocado en la vagina, quien previa- Recuento histórico 8 • Toxicología mente se había inmunizado mediante dosis progresivas del tóxico (Repetto 1988). La historia del veneno constituye en cierta forma la savia de la vida política y cortesana durante largas etapas. La “Pócima” fue y quizá sigue siendo factor decisorio en la elección o deceso de algunos gobernantes. El uso de la “Cantarella” fue acogido como certero instrumento de gobierno. Recordemos al Papa Alejandro VI de nombre Rodrigo Borgia, artífice de la unión del Estado pontificio y la cris- tianización de América, al mencionarlo por su importan- cia histórica aparece inmediatamente la figura de Lucrecia Borgia, que como dicen los historiadores “conquistó el corazón y el terror de la plebe al hacerse conocida por sus amoríos clandestinos y el envenenamiento de amantes, cuyos cadáveres amanecían flotando en las tibias aguas del Tíber”. Víctor Hugo dice: “Sí, los Borgia tienen venenos que matan en un día, un mes, o un año, como ellos quieran. Son infames venenos que mejoran el vino y hacen vaciar el frasco. Os creéis ebrios y estáis muertos. O bien un hombre cae de golpe en estado de languidez, se arruga su piel, se hunden sus ojos, se ponen blancos sus cabellos, se rompen sus dientes como cristal al mor- der el pan; no camina sino que se arrastra; no respira sino que está como el sarrillo del que agoniza; ni ríe ni duerme y tirita de frío al sol en pleno mediodía; es joven y parece un anciano; agoniza así por un tiempo y, al fin, muere. Muere y entonces alguno se acuerda de que hace un mes o un año bebió un vaso de vino Chipre en casa de un Borgia”. Indudablemente son los Borgia actores importantes y han pasado a la historia por sus grandes nexos con los tóxi- cos, especialmente como elemento de homicidio y suicidio. Debemos citar dos obras famosas en la historia de la toxicología: De remediis venenorum publicado por Pietro de Albano en el año 1300 y la obra de Girolamo Mercuriale De venenis et morbis venenosis. Albano des- cribe cuadros tóxicos y propone tratamientos. Mercuriale complementa tratamientos y sintomatologías. Y hemos llegado al tiempo en el cual debemos decir que los envenenamientos invaden el propio recinto del Vaticano: mueren envenenados los sumos pontífices Pío III, Clemente XVI, Victorio II, Cristóforo I, Clemente VII y quizás otros cuya muerte es motivo de especulaciones en nuestros días. Los reyes son igualmente víctimas de métodos cri- minales con veneno: Conrado de Nápoles, Carlos VIII, Luis XIII, Enrique VII, quien según la cita de Ladrón de Guevara fue quizás envenenado con la Hostia. Existe evidente relación de los casos de homicidios o “ejecuciones políticas” para llamar estos crímenes con diplomacia, existe, repetimos, una estrecha relación de poder, un estrecho vínculo con las artes, las letras, la ciencia y la política. La famosa “cantarella” de los Borgia se preparaba, según los historiadores, en forma sencilla, veamos su fórmula, para ello recurrimos a la cita de Cabanes y Nass en su obra Poisons et Sortileges (1903): “Se sacrifica un cerdo, se rocía con ácido arsénico los órganos abdominales y se espera que la putrefacción, retardada por el arsénico, sea completa. No hay más que hacer que sacar la masa putrefacta y recoger los líquidos; más tarde se desecan éstos para obtener una cristalización, una especie de polvo blanquecino parecido al azúcar”. Pero la sofisticación de los actos delictivos con veneno era asombrosa. Dice la historia que Juana de Navarra fue envenenada con unos guantes que preparó René Bianco y otro ejemplo lo encontramos en la historia en el relato de Ambrosio de Paré: el Papa Clemente VII muere bajo el efecto tóxico arsenical de una vela que le daba lumbre mientras leía. Pero aún más, relata la historia hechos de modalidades casi imposibles de creer; veamos: se afirma que el emperador Augusto es asesinado con tóxicos al consumir una manzana o higo que él mismo arranca de la planta. Gian Galeazo, duque de Milán, cabalga ino- centemente sobre una silla de montar impregnada con un tóxico y muere por la absorción del veneno a través de su piel. Aunque el uso de tóxicos se remonta a la era del pa- leolítico, cuando el hombre ya los utilizaba en sus flechas con el fin de conseguir alimentos para su supervivencia o los empleaba en su propia defensa, según los estudios de G. Saint-Hilarire y Parrot, es importante mencionar algunos episodios que marcaron grandes adelantos en el estudio de la toxicología, bien por su influencia directa o por permitir su difusión y entre ellos destacaremos los siguientes: El descubrimiento de América en 1492, por Cristóbal Colón, es un episodio que inesperadamente lleva al viejo continente gran número de animales y plantas hasta en- tonces desconocidas, las cuales con sus diferentes aspectos van a enriquecer múltiples conceptos científicos, así como a la toxicología existente, hecho fácilmente deducible al leer la historia, aun a los ojos más desprevenidos. Un año más tarde, en 1493, nace un hombre conside- rado como uno de los pilares de la medicina: Felipe Aureo- lo Teofrasto Bombast de Hohenheim más conocido como Paracelso, quien expresa la famosa sentencia: “Todo es veneno y nada es veneno. La dosis sola hace el veneno”. Nacido en Suiza, tiene la fortuna de que su padre ejercía como médico en las minas de Fugger, lo cual lo enruta hacia la medicina del trabajo al estar relacionado con las patologías que aparecían en los mineros. Se doctoró en Italia en la Universidad de Ferrara y se distinguió por dar más importancia al enfermo que a los tratados que estudiaba. Creía en el equilibrio Hipocrático del cuerpo basado en el azufre, mercurio y sal y que el desequilibrio de estos tres pilares ocasionaba la enfermedad. Considera 9• © E di to ria l E l M an ua l M od er no F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. al hombre como un microcosmos inseparable del macro- cosmos del universo. Paracelso muere en Salzburgo. En su epitafio podemos leer. “Aquí yace Phillipus Teophrastus, distinguido doctor en medicina, que con artes maravillosas curó horribles heridas, lepra, gota, hidropesía y otras enfermedades contagiosas del cuerpo, y dio a los pobres los bienes que había obtenido y acumulado. En el año del Señor 1541, a 24 de septiebre dejó la vida por la muerte. George Agrícola George Agrícola Su nombre: Bauer George Agrícola. Nace en 1494 quien se conoce más por George Agrícola, médico alemán quien publica su interesante obra De Re Metallica, en la cual estudió y recopiló los efectos de metales durante su ejer- cicio médico en las montañas de Erzbebrirge, estudiando especialmente la patología del oro y la plata. Sobre este investigador volveremos a hablar en el capítulo del flúor y sus compuestos por ser él quien hace realmente el descubrimiento de las propiedades del flúor y quien lo denomina “Fluor Lápiz”. Muere en 1555. Ferdinan Frédéric-Henri Moiussan Nació en 1852 en París, recibió las primeras lecciones de química de su padre quien era un empleado del fe- rrocarril. Logró la electrólisis del flúor haciendo posiblesu identificación. Muere en 1894. El advenimiento de la imprenta hace que los cono- cimientos se difundan y se puedan conocer en espacio y tiempo ilimitado. Es en 1492, precisamente en el año del descubri- miento de América, cuando aparece el texto de Sancte de Ardonis que puede calificarse como el primer texto específico sobre el tema y que obtiene difusión, al que siguen los de Dioscórides y muchos más. Es que la im- prenta ha hecho esto posible y su importancia aún la vemos pese a los adelantos tecnológicos, pues todavía su primacía sigue siendo incontrovertible frente a los demás adelantos. Corría el siglo XVII y la historia nos relata el famoso caso de Margarita de Aubray, marquesa de Brinvillier, quien inventa una mezcla de arsénico, cloruro de mercu- rio y opio para asesinar a su padre y a sus dos hermanos. La suerte le juega una “mala pasada”, su amante muere envenenado al manipular su invento. Juzgada, fue deca- pitada en 1676 en Francia y se da origen a la “chambre de poisons”, célebre tribunal que únicamente juzgaba los delitos por envenenamiento, llegando su poder hasta personas protegidas y sólo quedando fuera de su jurisdic- ción el rey. Llega al trono Luis XIV y dado que algunas de sus amantes se encontraban implicadas, se vio obliga- do a disolver dicho tribunal, para proteger sus favoritas. Entramos al siglo XVIII con la revolución científica y al siglo XIX con la revolución industrial; aparecen entonces Raspail (1794-1878) y Mateo Orfila, se inicia algo de importancia imposible de ponderar: profundos estudios sobre los métodos de identificación y dosificación de los principales tóxicos de la época. Imposible abstenernos de citar el famoso caso de La- farge, cuando ante una corte criminal, estando Raspail haciendo alusión al método de Mazo para detección y dosificación del arsénico, se permitió gritar desde la tri- buna: “Arsénico, señor presidente, lo podría encontrar yo hasta en el brazo de su sillón”. Discusión que sirvió para estimular a los detractores de los métodos científicos. Madame Marie Capelle Lafarge fue acusada de homi- cidio en la persona de su marido, a quien envenenó con un pastel con arsénico, que le envió el 16 de diciembre de 1839, pero también existe la acusación de una testigo, Anne Brun, quien declaró haber visto cómo Lafarge agre- gaba arsénico a la leche que le daba a su marido, quien falleció el 14 de enero de 1840 y ella fue condenada a cadena perpetua. Mateo Orfila Su nombre de pila es Mateo Juan Buenaventura Orfila. Sobre este hombre de ciencia nos dice Corbella que nació en 1787 en Mahón, isla de Menorca, el día 24 de abril. Es- tudio Medicina en Valencia, en Barcelona y en París, allí se doctoró con la tesis Nouvelles recherches sur les urines des ictériques, en el año de 1811 y en ese mismo año se hace ciudadano francés. Publica además: Éléments de Chimie appliqués á la Médecine el aux Arts y Le Vons de Médecine Légale (1821) en el cual recoge sus exposiciones como catedrático. Además podemos citar su Traité de Médecine Légale. De origen catalán con amplio recorrido y gran capacidad lingüística pues dominaba cinco idiomas, fue autor del Tratado de Toxicología (1814), continuando su trayectoria con la publicación, tres años más tarde (1817), de Elements de Chimie Médicale y posteriormente So- corros que deben darse a las personas envenenadas o Recuento histórico 10 • Toxicología asfixiadas. Es autor de la clasificación de las sustancias en seis grandes grupos: corrosivos, astringentes, acres, estupefacientes, narcóticos-acres y sépticos. Su obra más importante se considera que es Traité des Poisons (Tratado de los venenos de los reinos mineral, vegetal y animal o toxicología general) publicado en París en 1814, a los 26 años de edad (Corbella 1998), obra que tiene importancia fundamental por sus conceptos sobre fisiología, patología y medicina legal. Bernardo Ramazzini: (1633-1714) indudablemente un hombre que marca una trayectoria importante en la medicina, considerado justamente como el padre de la medicina laboral, nacido en Capri en 1633 y autor del texto De morbis artificum diatriba en el cual hace sus observaciones sobre la patología laboral, observaciones que hoy, siglo XXI, son totalmente válidas. Sobre Rama- zzini volveremos en el capítulo del plomo, pero quizás lo más importante y que nunca debe ser olvidado por el médico su frase “Cuando llegues a la cabecera de tu paciente, pregúntale en qué trabaja, para ver si en la fuente de su sustento no radica la causa de su mal”. Si el médico no recuerda la recomendación de Ramazzini, posiblemente nunca hará el diagnóstico de intoxicación en su paciente, especialmente si la fuente es laboral, por cuanto todas las intoxicaciones, sin excepción, se parecen a enfermedades de otra índole. El siglo XVIII tiene gran importancia en el desarrollo de la toxicología: la ciencia se enriquece con el aporte de nuevas sustancias cuyas características se fueron am- pliando. Citemos como ejemplo el cobalto, el níquel, el cromo, etc. Es justo citar aquí los trabajos publicados en su libro Enfermedades Saturninas de Tanquerel des Planches, en el cual presenta su colección de 1.200 casos de saturnis- mo, con descripciones verdaderamente admirables desde el punto de vista clínico, médico y científico. Uno de sus títulos es Essais sur la paralisie de plomb ou saturnine publicado en París en 1834, y cinco años después (1839) edita algo más completo e importante: Traité des mala- dies de plomb ou saturnisme. Muere en 1862, dejando una importante obra. Friederich Wholer (1800-1882) con sus estudios sobre la urea en 1828 abre el espacioso camino de los conocimientos sobre sustancias de origen orgánico, lo cual trae como resultado otro verdadero alud de nuevos productos a la esfera científica. Wholer, de origen alemán, a edad temprana (28 años) ya marca un episodio de gran magnitud en el mundo científico. François Magendie médico y fisiólogo, también me- rece mención, ya que es quien estudia el mecanismo de acción de la estricnina y la emetina. Magendie nace en 1783 y muere en 1855, es considerado como el iniciador de la línea de trabajo experimental, sus investigaciones lo llevaron a demostrar la existencia de convulsiones por fi- jación de tóxicos como la estricnina, en la médula espinal. Uno de sus más aprovechados discípulos, Claude Bernard (1813-1878), nacido en Beaujolais, publica Leçons sur les effects des subtances toxiques et médica- menteuses en París en 1857 y realiza estudios sobre el mecanismo de acción del monóxido de carbono y su forma de combinarse con la hemoglobina y describe el color rojizo de la sangre con carboxihemoglobina, estudia intensamente “los líquidos del organismo y las sustancias tóxicas”, tema que lo apasionó, tratando de buscar su explicación. Esto lo realiza siendo profesor del Collège de France en donde dicta el tema en siete lecciones. Describe el sitio de acción del curare, utilizado por los nativos de América del Sur, quienes impregnaban sus flechas para obtener presas de caza para su sustento, produciéndoles a los animales un paro respiratorio. Abre este científico el estudio y conocimiento del sistema nervioso autónomo y un siglo más tarde, la aplicación farmacológica de uso cotidiano de derivados del curare, en anestesiología. Lavado Gástrico - Historia Esta medida imprescindible en la mayoría de las in- dicaciones orales como uno de los mejores medios de evacuación gástrica, tiene su historia: Corría el año de 1805 cuando dos médicos utilizan por primera vez el lavado gástrico como mecanismo para tra- tar una intoxicación: los doctores Physik y Dupuytren el primero americano y el segundo francés. Pero 8 años más tarde se hace una demostración “teatral” y peligrosa por otro médico francés M. Bertrand quien ingiere 5 gramos de trióxido de arsénico y lo ingiere en público para probar la eficacia de la absorción de venenos y posteriormente sigue
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Jennifer Perez
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