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Capítulo 1: El cuerpo humano: introducción 11 1 de los aparatos cardiovascular, digestivo y urinario, res- pectivamente. Reactividad La reactividad, o irritabilidad, es la habilidad de sen- tir los cambios (estímulos) en el entorno y reaccionar a ellos. Por ejemplo: si nos cortamos con un cristal roto, alejaremos involuntariamente la mano del estímulo do- loroso (el cristal roto). No hay que pensar en ello, su- cede sin más. De igual modo, cuando la cantidad de dióxido de carbono se eleva hasta alcanzar concentra- ciones elevadas peligrosas, la velocidad de respiración aumenta para expulsar el exceso de dicho gas. La reactividad o irritabilidad es la capacidad de sen- tir los cambios (estímulos) en el entorno y reaccionar a ellos. Por ejemplo: si nos cortamos con un cristal roto, alejaremos involuntariamente la mano del estímulo do- loroso (el cristal roto). No hay que pensar en ello: su- cede sin más. De igual modo, cuando la cantidad de dióxido de carbono se eleva hasta alcanzar concentra- ciones elevadas peligrosas, la velocidad de respiración aumenta para expulsar el exceso de dicho gas. Digestión La digestión es el proceso de triturar y descomponer los alimentos ingeridos hasta que la sangre pueda ab- sorberlos, y distribuirlos por el sistema cardiovascular a todas las células del cuerpo. En un organismo unicelu- lar sencillo, como una ameba, la célula misma es la “má- quina de la digestión”, pero en el complejo cuerpo hu- mano multicelular, el aparato digestivo realiza esta función para todo el cuerpo. Metabolismo El metabolismo es un término amplio que hace referen- cia a todas las reacciones químicas que tienen lugar en las células de nuestro cuerpo, incluyendo la descomposición de sustancias complejas en sus componentes más senci- llos, la formación de estructuras más grandes a partir de las pequeñas, y el uso de nutrientes y oxígeno para pro- ducir moléculas de ademosín trifosfato (ATP) que nutren las células para sus actividades. El metabolismo necesita que los aparatos digestivo y respiratorio proporcionen a la sangre nutrientes y oxígeno, y que el aparato cardio- vascular distribuya estas sustancias por todo el cuerpo, procesos regulados, en general, mediante hormonas se- cretadas por las glándulas del sistema endocrino. Excreción La excreción es el proceso de eliminación de los ex- crementos o desechos del cuerpo, para que continúe funcionando correctamente, sin las sustancias inútiles producidas durante la digestión y el metabolismo. En la excreción participan varios aparatos orgánicos, como el aparato digestivo, que elimina los residuos alimentarios no digeribles que permanecen en las heces y el aparato urinario, que elimina a través de la orina los desechos metabólicos nitrogenados. Reproducción La reproducción, la producción de descendencia, puede producirse a nivel celular orgánico. En la repro- ducción celular, la célula original se divide y produce dos células hijas idénticas que pueden entonces utilizarse para el crecimiento o la reparación del cuerpo. La repro- ducción del organismo humano, o la elaboración de una persona completamente nueva, es tarea de los órganos del aparato reproductor, que produce esperma y óvulos. Cuando un espermatozoide se une a un óvulo, se forma un óvulo fertilizado que a continuación se desarrolla hasta convertirse en un bebé en el cuerpo de la madre. La función del aparato reproductor está regulada con gran precisión por las hormonas del sistema endocrino. Crecimiento El crecimiento es un aumento de tamaño que suele conseguirse mediante un aumento del número de célu- las, para lo cual la velocidad de las actividades de cons- trucción celular debe superar a la de las actividades de destrucción de las células. Necesidades de supervivencia El objetivo de casi todos los aparatos y sistemas del cuerpo es mantener la vida, pero ésta es extraordinaria- mente frágil y exige factores adicionales, que pueden denominarse necesidades de supervivencia e incluyen nutrientes (alimentos), oxígeno, agua y una temperatura y una presión atmosférica adecuadas. Los nutrientes, que el cuerpo obtiene a través de los alimentos, contienen los productos químicos utiliza- dos para la obtención de energía y la formación de cé- lulas. Los hidratos de carbono son el alimento que ma- yor energía proporciona a las células del cuerpo; las proteínas y, en menor medida, las grasas, son esencia- les para formar las estructuras celulares, y las grasas también sirven de almohadillado para los órganos del cuerpo y como combustible de reserva. Además, se re- quieren minerales y vitaminas para las reacciones quí- micas que tienen lugar en las células y para el trans- porte de oxígeno en la sangre. Todos los nutrientes del mundo resultan inútiles si no hay oxígeno disponible, puesto que las reacciones químicas que liberan energía de los alimentos requieren oxígeno y las células humanas no sobreviven más de es- casos minutos sin él. Aproximadamente un 20 por ciento del aire que respiramos es oxígeno, del que disponen la sangre y las células del cuerpo gracias a los esfuerzos conjuntos de los aparatos respiratorio y cardiovascular.
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