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Anatomia y Fisiologia (120)

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• El epitelio superficial se regenera. A medida que
el epitelio superficial comienza a regenerarse, se va
abriendo camino a través del tejido de granulación
justo debajo de la costra. Ésta pronto se cae y el re-
sultado final es un epitelio superficial totalmente re-
generado que cubre un área subyacente de fibrosis
(la cicatriz). La cicatriz, o es invisible o es visible
como una delgada línea blanca, dependiendo de la
gravedad de la herida.
La capacidad de los distintos tipos de tejido para
regenerarse varía mucho. Los tejidos epiteliales como
la epidermis cutánea y las membranas mucosas se re-
generan de forma sorprendente. También lo hacen la
mayoría de los tejidos conectivos y el óseo. El músculo
esquelético se regenera mal, si lo hace, y el músculo
cardíaco y el tejido nervioso dentro del cerebro y de la
médula espinal son sustituidos en gran parte por tejido
cicatricial.
DESEQUILIBRIO HOMEOSTÁTICO
El tejido cicatricial es fuerte, pero le falta la flexi-
bilidad de la mayoría de los tejidos normales. Tal vez más im-
portante es su incapacidad de realizar las funciones norma-
les del tejido al que sustituye. Así, si el tejido cicatricial se
forma en la pared de la vejiga, del corazón o de otro órgano
muscular, puede perjudicar gravemente el funcionamiento
de ese órgano. ▲
¿ L O H A S E N T E N D I D O ?
22. ¿Qué dos criterios se utilizan para clasificar los teji-
dos epiteliales?
23. ¿Qué diferencias hay entre las glándulas endocrinas
y exocrinas en cuanto a estructura y función?
24. ¿En qué se diferencian significativamente los tejidos
conectivos de otros tejidos?
25. De los tres tipos de tejido muscular, ¿cuál es es-
triado? ¿Cuál es voluntario?
Véanse las respuestas en el Apéndice D.
PARTE III: FORMACIÓN 
Y DESARROLLO 
DE CÉLULAS Y TEJIDOS
Todos empezamos la vida como una sola célula, que se
divide miles de veces para formar nuestro organismo
embrionario multicelular. Muy temprano en el desarro-
llo embrionario, las células empiezan a especializarse
para formar los tejidos primarios y, para cuando se pro-
duce el nacimiento, la mayoría de los órganos están
bien formados y en funcionamiento. El cuerpo continúa
creciendo y agrandándose, formando nuevo tejido du-
rante la infancia y la adolescencia.
La división celular es muy importante durante el pe-
riodo de crecimiento del organismo. La mayoría de las
células (excepto las neuronas) sufren mitosis hasta el fi-
nal de la pubertad, cuando se alcanza el tamaño corpo-
ral adulto y finaliza el crecimiento general. Después de
este periodo, sólo ciertas células se dividen de forma ru-
tinaria (son mitóticas), por ejemplo las células expuestas
al rozamiento, que continuamente se desgastan, como
las células de la piel y del intestino. Las células hepáti-
cas dejan de dividirse, pero mantienen esta capacidad
por si alguna de ellas muere o resulta dañada y es nece-
sario sustituirla. Aun otros grupos de células (como el
tejido muscular del corazón y el tejido nervioso) pier-
den casi completamente su capacidad para dividirse
cuando llegan a la madurez total, es decir, se vuelven
amitóticos. Los tejidos amitóticos se encuentran en gran
desventaja cuando hay daños, ya que las células perdi-
das no pueden ser reemplazadas por el mismo tipo de
células. Éste es el motivo de que el corazón de una per-
sona que ha padecido varios ataques graves al corazón
cada vez se vuelva más y más débil. El músculo car-
diaco dañado no se regenera y es sustituido por tejido
cicatricial que no puede contraerse, de modo que el co-
razón es cada vez menos capaz de actuar como una efi-
ciente bomba de sangre.
El proceso de envejecimiento empieza cuando se
ha alcanzado la madurez. (Hay quienes piensan que co-
mienza en el nacimiento). Nadie ha sido capaz de expli-
car qué es lo que causa el envejecimiento, pero ha ha-
bido muchas sugerencias. Algunos creen que es
resultado de pequeños “maltratos químicos”, lo cual
ocurre continuamente a lo largo de la vida, por ejemplo,
la presencia de sustancias químicas tóxicas (como el al-
cohol, ciertos medicamentos o monóxido de carbono)
en la sangre, o la ausencia temporal de sustancias nece-
sarias como la glucosa o el oxígeno. Tal vez el efecto de
estos maltratos químicos es acumulativo y finalmente
sale victorioso al romper el delicado equilibrio químico
de las células del cuerpo. Otros piensan que factores fí-
sicos externos como la radiación (los rayos X o las on-
das ultravioleta) contribuyen al proceso de envejeci-
miento. Otra teoría más sostiene que el “reloj” biológico
está programado genéticamente en nuestros genes. To-
dos conocemos casos como la mujer radiante de 50
años que parece tener 35 o el joven de 24 que apenas
acaba de salir de la adolescencia y ya tiene un aspecto
de 40. Parece ser que esas características pueden trans-
mitirse en las familias.
No hay duda de que ciertos acontecimientos son
parte del proceso de envejecimiento. Por ejemplo, con
la edad, las membranas epiteliales se vuelven más finas
y son más propensas a sufrir daños, y la piel pierde su
Capítulo 3: Células y tejidos 101
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	Capítulo 3 Células y tejidos 
 
	Parte III: Formación y desarrollo de células y tejidos

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