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Cuando aparezca un modelo o gráfico de la piel, marcar y nombrar las siguientes estructuras cutáneas: epidermis, dermis (capas papilar y reticular), cabellos y folículos capilares, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas. Nombrar las distintas capas de la epidermis y describir las características de cada una. Describir la distribución y la función de los derivados epidérmicos (glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas y cabellos). Nombrar los factores que determinan el color de la piel y describir la función de la melanina. Diferenciar las quemaduras de primer, segundo y tercer grado. Explicar la importancia de la “regla de los nueves”. Resumir las características del carcinoma de células basales, de células escamosas y del melanoma maligno. Formación y desarrollo de la piel y las membranas corporales (pág. 127) Indicar varios ejemplos del envejecimiento del sistema integumentario. Las membranas corporales cubren las superficies, ro- dean las cavidades corporales y forman capas protecto- ras (y a menudo lubricantes) alrededor de los órganos. Se dividen en dos grupos principales: (1) membranas epiteliales, que incluyen las membranas cutánea, mu- cosa y serosa; y (2) membranas del tejido conectivo, que son las membranas sinoviales. La membrana cutánea, que suele denominarse piel o sistema integumentario, será el tema central de este capítulo, pero primero debemos tener en cuenta las de- más membranas corporales. Clasificación de las membranas corporales Las dos categorías principales de membranas corporales (tejidos epitelial y conectivo) se tienen en cuenta en parte según su composición. Membranas epiteliales Las membranas epiteliales, también denominadas membranas de recubrimiento y revestimiento, incluyen la membrana cutánea (piel), las membranas mucosas y las membranas serosas (Figura 4.1). Sin embargo, deno- minar a estas membranas “epiteliales” no sólo induce a error, sino que es impreciso. Aunque todas ellas contie- nen una capa epitelial, ésta siempre se combina con una capa subyacente de tejido conectivo. De aquí que estas membranas sean realmente simples órganos. Puesto que hablaremos de la piel más adelante, aquí la indicaremos únicamente como una subcategoría de las membranas epiteliales. Membrana cutánea La membrana cutánea es la piel. Su epidermis super- ficial se compone de un epitelio escamoso estratificado y queratinizado. La dermis subyacente es tejido conec- tivo denso (fibroso) en su mayor parte. A diferencia de las demás membranas epiteliales, la membrana cutánea está expuesta al aire y es una membrana seca. Membranas mucosas Una membrana mucosa (mucosa) consta del epitelio (el tipo varía según la zona) restante de una membrana de tejido conectivo suelto denominada lámina propia. Este tipo de membrana rodea todas las cavidades cor- porales que se abren al exterior, como las de los órga- nos con agujeros de los tractos respiratorio, digestivo, urinario y reproductor (Figura 4.1b). Ten en cuenta que el término mucosa sólo hace referencia a la ubicación de las membranas epiteliales, no a su composición ce- lular, que varía. No obstante, la mayoría de las mucosas contienen un epitelio escamoso estratificado (como en la boca y el esófago) o un epitelio columnar simple (como en el resto del tracto digestivo). En todos los casos, éstas son membranas húmedas que están casi continuamente mo- jadas de secreciones o, en el caso de la mucosa urinaria, de orina. El epitelio de las mucosas a menudo se adapta a las funciones de absorción o secreción. Aunque muchas mu- ( N U E S T R O S O B J E T I V O S , c o n t i n u a c i ó n ) 110
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