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Anatomia y Fisiologia (138)

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color azul, una enfermedad denominada cianosis. La cianosis
es común durante el fallo cardiaco y los trastornos respirato-
rios intensos. En las personas negras, la piel no se vuelve cia-
nótica en las mismas situaciones debido a los efectos de en-
mascaramiento de la melanina, pero la cianosis es aparente
en sus membranas mucosas y en los lechos ungueales. ▲
Las emociones también influyen en el color de la
piel, y muchas alteraciones del color de la piel indican
determinadas enfermedades:
• Rojez o eritema. La piel enrojecida puede indicar
vergüenza (ruborizarse), fiebre, hipertensión, infla-
mación o alergia.
• Palidez. En determinados tipos de estrés emocional
(miedo, enfado, etc.), algunas personas palidecen.
La piel pálida también puede indicar anemia, hipo-
tensión o mala circulación en la zona.
• Icteria o tono amarillo. Un tono de piel amarillo
anormal suele indicar un trastorno hepático en que
el exceso de pigmentos biliares es absorbido en la
sangre, circula por el cuerpo y se deposita en los te-
jidos corporales.
• Moratones o marcas negras y azules. Los moratones
revelan lugares donde la sangre se ha escapado del
flujo circulatorio y se ha coagulado en los espacios
del tejido. Tales masas de sangre coagulada se de-
nominan hematomas. Una tendencia inusual a la
aparición de moratones puede indicar una carencia
de vitamina C en la dieta o hemofilia (enfermedad
del hemofílico).
¿ L O H A S E N T E N D I D O ?
6. ¿Qué tipo de células son más abundantes en la epi-
dermis?
7. ¿Qué capa de la epidermis produce células epidér-
micas nuevas?
8. La pérdida excesiva de escamas de la capa superfi-
cial de la piel del cuero cabelludo provoca caspa.
¿Cómo se llama esa capa cutánea?
9. ¿Qué pigmentos determinan el color de la piel?
Véanse las respuestas en el Apéndice D.
Anejos cutáneos
Los anejos cutáneos incluyen glándulas cutáneas, pelo
y folículos capilares y uñas (véase la Figura 4.4). Cada
uno de estos apéndices surge de la epidermis y desem-
peña una función única en el mantenimiento de la ho-
meostasis corporal.
Glándulas cutáneas
Las glándulas cutáneas son todas las glándulas exo-
crinas que liberan sus secreciones a la superficie cu-
tánea mediante conductos. Se dividen en dos grupos:
glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas. A medida
que las células del estrato basal forman estas glándu-
las, éstas se introducen en las zonas más profundas de
la piel y finalmente residen casi por completo en la
dermis.
Glándulas sebáceas (oleosas) Las glándulas sebáceas,
o glándulas oleosas, se encuentran por toda la piel, ex-
cepto en las palmas de las manos y las plantas de los
pies. Sus conductos suelen vaciarse en un folículo capi-
lar (véanse las Figuras 4.4 y 4.6), pero algunas se abren
directamente a la superficie cutánea.
El producto de las glándulas sebáceas, el sebo (seb
= grasa), es una mezcla de sustancias aceitosas y células
fragmentadas. El sebo es un lubricante que mantiene la
piel suave y tersa y evita que el pelo se quiebre. El sebo
también contiene sustancias químicas que matan las
bacterias, de modo que resulta importante para evitar
que las bacterias presentes en la superficie cutánea in-
vadan las zonas más profundas de la piel. Las glándulas
sebáceas se vuelven muy activas cuando las hormonas
sexuales masculinas se producen en cantidades mayo-
res (en ambos sexos) durante la adolescencia. Así, la
piel tiende a volverse más aceitosa durante esta etapa
de la vida.
DESEQUILIBRIO HOMEOSTÁTICO
Si el conducto de una glándula sebácea queda
bloqueado por el sebo, aparece un punto blanco en la su-
perficie cutánea. Si el material acumulado se oxida y se
seca, se oscurece, de modo que forma un punto negro. El
acné es una infección activa de las glándulas sebáceas
acompañado de granos en la piel. Puede ser de intensidad
media o alta, lo que produce cicatrices permanentes. La se-
borrea (“dermatitis seborreica”), conocida como “costra
láctea” en los bebés, se produce por la sobreactividad de las
glándulas sebáceas. Comienza en el cuero cabelludo como
manchas rosáceas, lesiones en relieve que van formando
gradualmente una costra que cambia de color amarillo a ma-
rrón y que desprende escaras aceitosas. Suele resultar útil
lavar la zona cuidadosamente para eliminar el exceso de
aceite. ▲
Glándulas sudoríparas Las glándulas sudoríparas es-
tán muy repartidas por la piel. Su número varía; más de
2,5 millones por persona. Hay dos tipos de glándulas
sudoríparas, ecrinas y apocrinas.
Las glándulas ecrinas son mucho más numerosas
y se encuentran por todo el cuerpo. Estas glándulas pro-
Capítulo 4: La piel y las membranas corporales 119
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