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Anatomia y Fisiologia (146)

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16. ¿Cuál es el factor de riesgo más común del cáncer
de piel?
17. ¿Por qué no se desarrolla ningún cáncer de piel a
partir de las células del estrato córneo?
Véanse las respuestas en el Apéndice D.
Formación y desarrollo de la
piel y las membranas
corporales
Durante el quinto y el sexto mes del desarrollo fetal, el
bebé no nato se cubre de un tipo de vello sedoso deno-
minado lanugo, pero este manto peludo suele haberse
desprendido para el momento del nacimiento. Al nacer,
la piel del bebé está cubierta por la vernix caseosa. Esta
sustancia blanca de aspecto maloliente, producida por
las glándulas sebáceas, protege la piel del bebé mientras
éste flota en su saco lleno de agua dentro de la madre.
La piel del neonato es muy fina, y pueden verse fácil-
mente los vasos sanguíneos a través de ella. Normal-
mente, existen acumulaciones en las glándulas sebá-
ceas, que aparecen como pequeños puntos blancos
denominados milia, de la nariz y la frente del bebé. És-
tas suelen desaparecer la tercera semana tras el naci-
miento. A medida que el bebé crece, su piel se engrosa
y se tersa, y se deposita más grasa subcutánea.
Durante la adolescencia, la piel y el pelo se vuelven
más aceitosos a medida que se activan las glándulas se-
báceas, y puede aparecer acné. El acné suele reducirse
al principio de la adultez, y la piel alcanza su aspecto
óptimo entre los veinte y los treinta años de edad. A
continuación, comienzan a aparecer visibles cambios en
la piel debido a los continuos daños por abrasiones,
sustancias químicas, el viento, el sol y otras sustancias
irritantes, y los poros se obstruyen debido a los conta-
minantes y las bacterias. Por tanto, las espinillas, las es-
caras y varios tipos de dermatitis o inflamaciones cutá-
neas se vuelven más comunes.
Durante la vejez, se reduce la cantidad de tejido
subcutáneo, lo que produce la intolerancia al frío tan
común en las personas mayores. La piel también se
vuelve más seca (ya que se reduce la producción de
aceite) y, como resultado, pueden aparecer picores y
molestias. La reducción del grosor de la piel, otro resul-
tado del proceso de envejecimiento, la hace más sus-
ceptible las magulladuras y otros tipos de lesiones. La
elasticidad cada vez menor de la piel, junto con la pér-
dida de grasa subcutánea, fomenta la formación de bol-
sas debajo de los ojos y comienza a aparecer la papada. 
Esta pérdida de elasticidad se acelera con el tabaco
y la luz solar, así que dos de las mejores cosas que pue-
des hacer por tu piel es dejar de fumar si tienes ese há-
bito y protegerte del sol con cremas de protección solar
y ropa. De este modo, también estarás reduciendo las
posibilidades de cáncer de piel. Aunque no hay nin-
guna forma de evitar el envejecimiento de la piel, una
buena nutrición, rica en líquidos, y la limpieza ayudan a
retrasar el proceso.
El pelo pierde su brillo a medida que envejecemos,
y a los 50 años la cantidad de folículos capilares se ha
reducido un tercio y continúa disminuyendo, lo que
produce la pérdida de grosor del pelo y cierto grado de
calvicie (o alopecia) en la mayoría de las personas. Mu-
chos hombres pueden quedarse calvos a medida que
envejecen, un fenómeno denominado calvicie mascu-
lina. Un hombre calvo realmente no se queda sin pelo,
pues continúa teniendo pelo en la zona de la calva. Sin
embargo, puesto que estos folículos capilares han co-
menzado a degenerarse, el pelo pierde color y se vuelve
minúsculo (y puede que no salga del folículo). Tales pe-
los se denominan vello.
Otro fenómeno del envejecimiento es el pelo ca-
noso. Al igual que la calvicie, se controla genéticamente
mediante un gen de “acción retardante”. Cuando este
gen se activa, la cantidad de melanina depositada en el
pelo se reduce o se vuelve inexistente, lo que produce
la aparición de canas.
DESEQUILIBRIO HOMEOSTÁTICO
Determinados eventos pueden fomentar la apa-
rición de canas o la caída del pelo prematuramente. Por
ejemplo, muchas personas afirman que les salen canas casi
de la noche a la mañana debido a algunas crisis emocionales
de su vida. Asimismo, sabemos que la ansiedad, las dietas
con carencias proteicas, los tratamientos con determinadas
sustancias químicas (quimioterapia), la radiación, el exceso
de vitamina A y determinadas enfermedades micóticas (ti-
ñas) pueden provocar la aparición de canas y la pérdida capi-
lar. No obstante, cuando la causa de estas enfermedades no
es genética, la pérdida capilar no suele ser permanente. ▲
¿ L O H A S E N T E N D I D O ?
18. ¿Qué cambio del envejecimiento de la piel pro-
duce arrugas e intolerancia al frío en las personas
mayores?
Véanse las respuestas en el Apéndice D.
Capítulo 4: La piel y las membranas corporales 127
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