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16. ¿Cuál es el factor de riesgo más común del cáncer de piel? 17. ¿Por qué no se desarrolla ningún cáncer de piel a partir de las células del estrato córneo? Véanse las respuestas en el Apéndice D. Formación y desarrollo de la piel y las membranas corporales Durante el quinto y el sexto mes del desarrollo fetal, el bebé no nato se cubre de un tipo de vello sedoso deno- minado lanugo, pero este manto peludo suele haberse desprendido para el momento del nacimiento. Al nacer, la piel del bebé está cubierta por la vernix caseosa. Esta sustancia blanca de aspecto maloliente, producida por las glándulas sebáceas, protege la piel del bebé mientras éste flota en su saco lleno de agua dentro de la madre. La piel del neonato es muy fina, y pueden verse fácil- mente los vasos sanguíneos a través de ella. Normal- mente, existen acumulaciones en las glándulas sebá- ceas, que aparecen como pequeños puntos blancos denominados milia, de la nariz y la frente del bebé. És- tas suelen desaparecer la tercera semana tras el naci- miento. A medida que el bebé crece, su piel se engrosa y se tersa, y se deposita más grasa subcutánea. Durante la adolescencia, la piel y el pelo se vuelven más aceitosos a medida que se activan las glándulas se- báceas, y puede aparecer acné. El acné suele reducirse al principio de la adultez, y la piel alcanza su aspecto óptimo entre los veinte y los treinta años de edad. A continuación, comienzan a aparecer visibles cambios en la piel debido a los continuos daños por abrasiones, sustancias químicas, el viento, el sol y otras sustancias irritantes, y los poros se obstruyen debido a los conta- minantes y las bacterias. Por tanto, las espinillas, las es- caras y varios tipos de dermatitis o inflamaciones cutá- neas se vuelven más comunes. Durante la vejez, se reduce la cantidad de tejido subcutáneo, lo que produce la intolerancia al frío tan común en las personas mayores. La piel también se vuelve más seca (ya que se reduce la producción de aceite) y, como resultado, pueden aparecer picores y molestias. La reducción del grosor de la piel, otro resul- tado del proceso de envejecimiento, la hace más sus- ceptible las magulladuras y otros tipos de lesiones. La elasticidad cada vez menor de la piel, junto con la pér- dida de grasa subcutánea, fomenta la formación de bol- sas debajo de los ojos y comienza a aparecer la papada. Esta pérdida de elasticidad se acelera con el tabaco y la luz solar, así que dos de las mejores cosas que pue- des hacer por tu piel es dejar de fumar si tienes ese há- bito y protegerte del sol con cremas de protección solar y ropa. De este modo, también estarás reduciendo las posibilidades de cáncer de piel. Aunque no hay nin- guna forma de evitar el envejecimiento de la piel, una buena nutrición, rica en líquidos, y la limpieza ayudan a retrasar el proceso. El pelo pierde su brillo a medida que envejecemos, y a los 50 años la cantidad de folículos capilares se ha reducido un tercio y continúa disminuyendo, lo que produce la pérdida de grosor del pelo y cierto grado de calvicie (o alopecia) en la mayoría de las personas. Mu- chos hombres pueden quedarse calvos a medida que envejecen, un fenómeno denominado calvicie mascu- lina. Un hombre calvo realmente no se queda sin pelo, pues continúa teniendo pelo en la zona de la calva. Sin embargo, puesto que estos folículos capilares han co- menzado a degenerarse, el pelo pierde color y se vuelve minúsculo (y puede que no salga del folículo). Tales pe- los se denominan vello. Otro fenómeno del envejecimiento es el pelo ca- noso. Al igual que la calvicie, se controla genéticamente mediante un gen de “acción retardante”. Cuando este gen se activa, la cantidad de melanina depositada en el pelo se reduce o se vuelve inexistente, lo que produce la aparición de canas. DESEQUILIBRIO HOMEOSTÁTICO Determinados eventos pueden fomentar la apa- rición de canas o la caída del pelo prematuramente. Por ejemplo, muchas personas afirman que les salen canas casi de la noche a la mañana debido a algunas crisis emocionales de su vida. Asimismo, sabemos que la ansiedad, las dietas con carencias proteicas, los tratamientos con determinadas sustancias químicas (quimioterapia), la radiación, el exceso de vitamina A y determinadas enfermedades micóticas (ti- ñas) pueden provocar la aparición de canas y la pérdida capi- lar. No obstante, cuando la causa de estas enfermedades no es genética, la pérdida capilar no suele ser permanente. ▲ ¿ L O H A S E N T E N D I D O ? 18. ¿Qué cambio del envejecimiento de la piel pro- duce arrugas e intolerancia al frío en las personas mayores? Véanse las respuestas en el Apéndice D. Capítulo 4: La piel y las membranas corporales 127 4
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