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Vaso sanguíneo Fibra muscular (célula) Fascículo (envuelto por el perimisio) Endomisio (entre las fibras) Perimisio Epimisio Hueso Tendón F I G U R A 6 . 1 Envolturas de tejido conectivo de los músculos esqueléticos. gunas con un tamaño de unos 30 cm de largo. De he- cho, las fibras de los músculos grandes sometidos a un trabajo intenso, como los músculos antigravitatorios de la cadera, son tan grandes y gruesas que pueden verse a simple vista. Los músculos esqueléticos también se conocen como músculos estriados (porque sus fibras presen- tan unas rayas visibles), o como músculos volunta- rios (porque son el único tipo de músculos sometidos a un control consciente). Sin embargo, resulta impor- tante reconocer que los músculos esqueléticos a me- nudo se activan también mediante reflejos (sin nuestra “orden voluntaria”). Al pensar en el tejido muscular esquelético, las principales palabras que debes recor- dar son: esquelético, estriado y voluntario. El tejido muscular esquelético se puede contraer rápidamente y con una gran fuerza, pero se cansa con facilidad y debe descansar después de breves perio- dos de actividad. Las fibras musculares esqueléticas, como la mayo- ría de las células, son blandas y sorprendentemente frá- giles, si bien los músculos esqueléticos pueden produ- cir una potencia tremenda; de hecho, la fuerza que generan, como cuando levantamos una pesa, es a me- nudo mucho mayor que la requerida para esa tarea. ¿Por qué? La razón por la que no se rompen cuando producen dicha fuerza es que miles de sus fibras están unidas en un bloque por el tejido conectivo, que pro- porciona fuerza y sirve de sustento a todo el músculo (Figura 6.1). Cada fibra muscular se encuentra envuelta en una delicada envoltura de tejido conectivo, denomi- nada endomisio. Varias de estas fibras musculares se encuentran envueltas a su vez por una membrana fi- brosa más gruesa denominada perimisio para formar un haz de fibras denominado fascículo. Muchos fascí- culos están unidos por un “abrigo” aún más grueso de tejido conectivo denominado epimisio, que cubre todo el músculo. Los epimisios se mezclan con los fuer- tes tendones, con forma de cuerda, o con las planas aponeurosis que adhieren de forma indirecta los mús- culos a los huesos, los cartílagos o las cubiertas de te- jido conectivo. A parte de la función de anclaje de los músculos, los tendones desempeñan otras funciones. Las más im- portantes son proporcionar durabilidad y conservar el espacio. En su mayoría, los tendones son fibras colagé- nicas resistentes que pueden cruzar partes salientes de los huesos que rasgarían los tejidos musculares más de- licados. Debido a su tamaño relativamente pequeño, por una articulación pueden pasar más tendones que músculos carnosos. Muchas personas piensan que los músculos tienen siempre un “vientre” que se estrecha en un tendón en cada extremo. Sin embargo, los músculos varían consi- derablemente en la forma en que se disponen sus fi- bras. Muchos tienen forma de huso, como acabamos de describir, pero en otros las fibras se disponen en forma de abanico o de círculo, como se describe en la pág. 205. Los músculos lisos Los músculos lisos no tienen estriaciones y son invo- luntarios, lo que significa que no se pueden controlar de forma consciente. Se encuentran principalmente en las paredes de los órganos viscerales huecos, como el estó- mago, la vejiga urinaria o las vías respiratorias. Los mús- culos lisos impulsan sustancias a lo largo de un tracto de- terminado o una vía concreta del organismo. Los términos visceral, sin estriaciones e involuntario son los que mejor definen este tipo de músculos. Capítulo 6: El sistema muscular 185 6 ¿Qué significa epi-? ¿y mis-? ¿Qué relación guardan estos prefijos con la función y la posición del epimisio? Epi�sobre, encima, al lado de; mis�músculo. El epimisio es una funda situada sobre o encima de un músculo.
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