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e Aunque la capacidad del sistema inmunitario adaptativo para reconocer sustancias extrañas viene determinada por los genes, el sistema nervioso puede ayudar a controlar la actividad de la respuesta inmuni- taria. La respuesta inmunitaria queda definitivamente disminuida en individuos que se encuentran bajo es- trés extremo, por ejemplo, en personas que se encuen- tran en duelo por la muerte de un familiar o amigo. El sistema inmunitario normalmente es útil durante toda nuestra vida, hasta la vejez. Pero durante los últimos años, su eficacia comienza a decaer. Como resultado, el cuerpo pierde capacidad de lucha contra las infec- ciones y de destruir células que se han vuelto cancerí- genas. Además, nos volvemos más susceptibles tanto a las enfermedades autoinmunes como a las de inmuno- deficiencia. Capítulo 12: El sistema linfático y las defensas del organismo 435 12 RESUMEN A continuación se muestran herramientas de estudios de los medios de comunicación que facilitan una revisión adicional de los temas clave del Capítulo 12. � InterActive Physiology � The A&P Place PARTE I: EL SISTEMA LINFÁTICO (págs. 403-408) 1. El sistema linfático se compone de los vasos linfáticos, ganglios linfáticos y otros órganos linfoides del orga- nismo. Actividad: Chapter 12, Lymphatic Collecting Ves- sels and Regional Lymph Nodes. 2. Capilares linfáticos de extremos ciegos y altamente po- rosos recogen el fluido filtrado de los capilares sanguí- neos. El fluido (linfa) fluye hacia los vasos linfáticos más grandes y finalmente hacia el sistema vascular sanguí- neo a través del conducto linfático derecho y el con- ducto torácico izquierdo. 3. El trasporte de la linfa lo facilitan las bombas muscular y respiratoria, y la contracción de músculo blando en las paredes de los vasos linfáticos. 4. Los ganglios linfáticos se agrupan a lo largo de los vasos linfáticos y el flujo linfático fluye por ellos. Los ganglios linfáticos sirven como zonas de multiplicación granula- res de glóbulos blancos (linfocitos); las células fagocíti- cas que se encuentran en su interior eliminan las bacte- rias y los virus, entre otros, del flujo linfático antes de devolverlos a la sangre. 5. Otros órganos linfáticos incluyen las amígdalas (en la gar- ganta), que eliminan las bacterias que intentan penetrar en los tractos digestivo y respiratorio; el timo, una zona de programación para algunos linfocitos del organismo; las placas de Peyer, que evitan que las bacterias del intes- tino penetren más en el organismo y el bazo, un cemen- terio de glóbulos rojos y una reserva de sangre. WEB WEB IP PARTE II: DEFENSAS DEL ORGANISMO (págs. 408-431) Defensas innatas del organismo (págs. 409-415) 1. Las membranas de superficie (membranas de la piel y mucosas) facilitan barreras mecánicas a los patógenos. Al- gunas producen secreciones y/o tienen modificaciones en su estructura que potencian sus efectos defensivos; la acidez de la piel, las lisocimas, la mucosa, la queratina y las células ciliadas son algunos ejemplos. 2. Los fagocitos (macrófagos y neutrófilos) se tragan y des- truyen los patógenos que penetran en las barreras epite- liales. Este proceso es potenciado cuando la superficie del patógeno es alterada por el enlace de superficie de anticuerpos y/o complementos. 3. Los linfocitos citolíticos naturales son células no inmunes que actúan de forma no específica para lisar células ma- lignas e infectadas por virus. 4. La respuesta inflamatoria previene la expansión de agen- tes dañinos, se deshace de patógenos y células de tejido muerto y ayuda a la recuperación. Los leucocitos protec- tores entran en la zona afectada; la fibrina rodea dicha zona y se produce la reparación del tejido. 5. Cuando el complemento (un grupo de proteínas plasmá- ticas) se fija en la membrana de una célula extraña, se produce la lisis de la célula objetivo. El complemento también potencia la fagocitosis y las respuestas inmunita- ria e inflamatoria. 6. El interferón es un grupo de proteínas sintetizadas por cé- lulas infectadas de virus y ciertas células inmunes. Evita que los virus se multipliquen en otras células del organismo. 7. La fiebre potencia la lucha contra los microorganismos in- fecciosos incrementando el metabolismo (que acelera el proceso de reparación) y haciendo que el hígado y el bazo almacenen hierro y cinc (que las bacterias necesitan para multiplicarse).
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