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498 Anatomía y Fisiología Humana 14 concentrada del organismo. (El catabolismo de un gramo de grasa produce el doble de energía que la descompo- sición de un gramo de hidratos de carbono o proteínas.) Los productos de grasas que se utilizarán para la síntesis de ATP deben descomponerse primero en ácido acético (Figura 14.21d). En la mitocondria, el ácido acé- tico (como el producto de ácido pirúvico de los hidra- tos de carbono) se oxida por completo, y se forman dió- xido de carbono, agua y ATP. Cuando no hay suficiente glucosa para cubrir las necesidades energéticas de las células, se utilizan cantidades mayores de grasas para producir ATP. En tales condiciones, la oxidación de las grasas es rápida pero incompleta, y algunos de los pro- ductos intermedios, como el ácido acetoacético y la ace- tona, comienzan a acumularse en la sangre. Esto hace que la sangre se vuelva ácida (une enfermedad llamada acidosis, o cetoacidosis), y la respiración adopta un olor afrutado a medida que la acetona se difunde desde los pulmones. La cetoacidosis es una consecuencia co- mún de las dietas “sin hidratos de carbono”, la diabetes mellitus descontrolada, y la hambruna, en la que el cuerpo se ve forzado a recurrir casi por completo a las grasas para cubrir sus necesidades energéticas. Aunque las grasas son una importante fuente energética, el co- lesterol nunca se utiliza como combustible celular. Su importancia yace en las moléculas funcionales y en las estructuras que ayuda a formar. El exceso de grasas se almacena en depósitos de grasas como las caderas, el abdomen, las mamas y los tejidos subcutáneos. Aunque la grasa del tejido subcutá- neo es importante como aislante de los órganos corpo- rales más profundos, las cantidades excesivas restringen el movimiento y conllevan mayores demandas del sis- tema circulatorio. El metabolismo y los usos de las gra- sas se muestran en la Figura 14.21b. Metabolismo de las proteínas Las proteínas forman el conjunto de estructuras celula- res, y las células del organismo las conservan con cui- dado. Las proteínas ingeridas se descomponen en ami- noácidos. Una vez que el hígado ha terminado de procesar la sangre drenando el tracto digestivo y ha to- mado su “espacio” de aminoácidos, los aminoácidos restantes circulan hasta las células del organismo. Las células extraen los aminoácidos de la sangre y los utili- zan para formar proteínas, tanto para su propio uso (en- zimas, membranas, proteínas fusiformes mitóticas, pro- teínas musculares) como para la exportación (mucosas, hormonas y otros). Las células se arriesgan poco con su suministro de aminoácidos. Utilizan ATP para transpor- Energía liberada que ahora está disponible para producir ATP Portadores de proteínas de la cadena de transporte de electrones (o cadena respiratoria) O2 2e– NADH NAD+ H++ Flujo de electrones (a) (b) Energía liberada en forma de luz y calor F I G U R A 1 4 . 2 0 La cadena de transporte de electrones comparada con la reducción de oxígeno en un solo paso. (a) En la respiración celular, las corrientes de electrones liberan energía en pequeños pasos y finalmente reducen el O2. La energía liberada está en cantidades que pueden utilizarse fácilmente para formar ATP. (El NADH es una coenzima que contiene niacina y distribuye H+ a la cadena de transporte de electrones). (b) Cuando se reduce el O2 (combinado con hidrógeno) en un solo paso, el resultado es una explosión.
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