Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Capítulo 15: Fístulas de líquido cefalorraquídeo abraham aguSTíN camPero, álVaro camPero Introducción Una fístula de LCR es la comunicación anormal del LCR que, saliendo de su cobertura aracnoidea, se pone en contacto de manera dinámica con un medio exterior siempre contaminado. Se produce cuando existe solución de continuidad en la aracnoides, la duramadre y el hueso craneano. La etiología es casi siempre traumática; pero puede ser de índole quirúr- gica e, inclusive, espontánea. La fístula tiene lugar en cualquier parte del cráneo; esto se debe a que el LCR circula en toda la extensión del espacio subaracnoi- deo. La explicación fisiológica se basa en que el LCR asciende hasta las áreas, parasagitales, sobre todo del segmento lago parietal del seno longitudinal superior recubriendo así toda la superficie encefálica. 9 El flujo ascendente del LCR se lleva a cabo por una vía central desde las cisternas supraselar y optoquias- mática, pasando por la cisterna pericallosa; también la hace por un curso de tipo superficial a través de la cisura de Silvio. 36 El movimiento de este fluido es conocido utilizando un radiofármaco intratecal; desde el sitio de introducción lumbar llega a las cisternas basales en una hora, a la convexidad cerebral en 12 horas y a las vellosidades aracnoideas, vecinas al ya mencionado segmento lago parietal del seno longi- tudinal superior, en 24 horas. 31 De todos modos la frecuencia de las fístulas de LCR relacionadas con la base del cráneo es incomparablemente más elevada que en otras zonas del cráneo. Esto se debe al efecto de la gravedad, a características tisulares duras y blandas de la base del cráneo y a la hidrodinámica del LCR. Física biológica El LCR, con densidad 1 004 a 1 006, es decir idéntica al agua, exhibe una viscosidad del 1 020-1 027 a 38°, pH 7,35 a 7,40, bicarbonato 21 mMol/l y lactato 8 a 27 mg/100 cc. 53 Los datos señalados son importantes, entre otros motivos, para el conocimiento del flujo de LCR, esto es, desde el punto de vista de una mecánica de fluidos. Aplicando la ecuación que introdujo Osborne Rey- nolds en 1883, se conoce que el LCR tiene circulación laminar, no turbulenta, debido a que la relación entre la inercia y su viscosidad está expresada por un nú- mero de Reynolds bajo. Dicho Re, adimensional en su esencia, indica que un flujo dado es laminar cuando es menor a 2 000 y resulta de la siguiente ecuación: Re = U . D v Donde Ū es la velocidad pico al ingreso del fluido en cuestión, D es el diámetro del continente y v la velocidad cinética del fluido. El diámetro hidráulico del canal espinal es de 5 a 15 mm y el número del LCR con su velocidad pico es Re 150-450. 40 En cuanto al movimiento del LCR, está influencia- do a su vez por el movimiento del tejido encefálico; dicho movimiento tisular posee una velocidad co- nocida máxima de 1 mm/s en los ganglios de la base y de 1,5 mm/s en el tronco cerebral y muestra una dirección caudal hacia el foramen magno. Se debe a la expansión arterial intraparenquimatosa durante el ciclo cardíaco que moldea, en la expresión de quienes produjeron esta propuesta, al encéfalo; así resulta una expansión encefálica que impulsa al LCR hacia el canal raquídeo. 23 Los cambios pulsátiles en el volumen sanguíneo encefálico son los que producen una onda de pulso directamente relacionada en la PIC; dichos cambios tienen lugar en un espacio rígido como es el compar- timiento cráneo espinal. 59 En el mencionado compartimiento el LCR sale del cráneo y circula en sentido caudal, por el espacio subaracnoideo espinal posterior, para ascender acto seguido hacia el espacio subaracnoideo craneano por el espacio subaracnoideo espinal anterior. 16 Cabe enfatizar, entonces, el sentido dinámico de la presencia del LCR; es útil saber que puede ser estu- diado con RMN con contraste de fase, que cuantifica variaciones dinámicas existentes en el LCR. 2 Sin embargo, aún con las modificaciones dinámi- cas encefálicas, del LCR y de la sangre, el volumen intracraneano se mantiene constante en condiciones fisiológicas, de acuerdo con la doctrina de Monro- Kellie. A tal efecto debe proveerse un rango normal entre la producción y la circulación dentro del espacio subaracnoideo, incluyendo desde luego las cavidades ventriculares y la absorción del LCR, esta última vin- culada con la compliance del encéfalo. 28 Como ejemplo de sustrato experimental de dicho equilibrio, utilizando un modelo viviente en el gato, se observa que la craniectomía amplia con apertura dural también amplia, produce un incremento en el Indice Presión-Volumen que sube desde 0.76 ml hasta 3.6 ml
Compartir