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Neurocirugía / Basso334 Tu m or es tencia el riesgo más peligroso de un procedimiento qui- rúrgico en la fosa posterior, y a pesar de los avances en esta área, sería irreal esperar que un paciente, después de la resección de un glioma intraaxial, se despierte en mejores condiciones que antes, en la mayoría de los casos ocurre lo opuesto. Por fortuna, la mayoría de los déficits neurológicos nuevos o agravados mejoran o desaparecen en el período posoperatorio y, al primer control, las condiciones clínicas han mejorado mucho o han retornado a la normalidad. Todos los pacientes y/o los familiares son informa- dos antes de la cirugía de lo que pueden esperar de inmediato después de ella, un agravamiento transitorio o permanente de su condición, y que requerirán una estadía en el ambiente de cuidados intensivos. Como regla, el paciente es trasladado de inmediato, después de la cirugía, a la unidad de cuidados intensivos por 24 horas como mínimo. El tubo endotraqueal oral o nasal se mantiene con ventilación mecánica y la sedación ne- cesaria; se realiza una TC para excluir algún hematoma temprano, neumocéfalo o hidrocefalia, aunque estas complicaciones son poco comunes. Teniendo una TC posoperatoria inmediata limpia, se puede extraer el tubo endotraqueal con seguridad cuando el paciente recupera la conciencia, los parámetros de ventilación son norma- les, y cuando se registran pruebas positivas de deglución y tos. La extubación es realizada por médicos expertos con gran cuidado, en particular en pacientes operados de tumores del tronco encefálico bajo, en quienes pueden anticiparse disfagia, paresia de cuerdas vocales y pérdida de los reflejos de la tos y nauseoso. En pacientes que presentan disfagia severa, se ha mostrado beneficioso demorar la traqueostomía porque con sumo cuidado y entrenamiento de rehabilitación, estos trastornos pueden resolverse y el paciente recuperar la deglución. Es típico que estos pacientes recuperen la vigilia, la conciencia y la cooperación al reducir la sedación, mientras un pequeño grupo de operados de un tumor mesencefálico pueden permanecer en un estado co- matoso o más a menudo en una condición de estupor similar a un mutismo akinético por períodos mayores a una semana, antes de recuperar la conciencia. Sumario y conclusión Por tradición, todos los tumores que crecen en el tronco cerebral fueron considerados infiltrantes con proliferación glial difusa y tratados con radioterapia, como así también con quimioterapia adyuvante con resultados insatisfactorios. Sólo en las últimas décadas los avances en neuroimágenes para el diagnóstico, el progreso en abordajes quirúrgicos y técnicas micro- quirúrgicas, el mejor conocimiento de la anatomía funcional y la más reciente aplicación del nuevo y avanzado monitoreo electrofisiológico intraoperatorio y mapeo han ayudado, de modo gradual, a realizar la cirugía en delicadas estructuras como las del tronco encefálico en forma más segura. La experiencia del autor demuestra que hoy mu- chas lesiones que se desarrollan en esta sensible área pueden ser tratadas con éxito sólo con cirugía directa. La gran mayoría de los gliomas focales, dorsalmente exofíticos y cérvico-bulbares pueden ser resecados con seguridad, y si el tumor puede ser extirpado por completo, el paciente resulta definitivamente curado. La Neurofisiología intraoperatoria durante la ci- rugía del tronco cerebral posterior ha evolucionado de forma notable, comparada con una década atrás, cuando sólo se monitoreaban potenciales evocados somatosensitivos y auditivos, y estaba disponible el mapeo periférico de los nervios craneales. Nos gustaría finalizar enfatizando la importancia del uso rutinario del monitoreo electrofisiológico intraoperatorio. El primer análisis de nuestra serie basado en un control histórico demostró una mejoría significativa en la evolución del grupo de pacientes monitoreados. El sistema de monitoreo es mejor usarlo todas las veces, aun si puede parecer en principio inefectivo. loS auToreS eSTáN ProFuNdameNTe agradecidoS a SuS colegaS Por Su ayuda, comPreNSióN, TiemPo, aPoyo, alieNTo y deSeoS de exPerimeNTar eN eSTe deSaFiaNTe camPo. agradecemoS a loS NeuroaNeSTeSiSTaS, eN eSPecial al dr. Sergio baieTTa, eNFermeraS y equiPo de rehabiliTacióN de cuidadoS iNTeNSiVoS NeuroquirúrgicoS Por Su dedicado cuidado de loS PacieNTeS. Referencias 1. Blessing, WW. The lower brainstem and bodily home- ostasis. New York: OUP, 1997. 2. Bricolo A, S Turazzzi. “Esperienza nella chirurgia dei gliomi del tronco cerebrale”. Attualità in Neurochiru- rgia (Bologna) 1987; 45-50. 3. Bricolo A, Turazzi S, Cristofori L, Talacchi A. “Direct surgery for brainstem tumors”. Acta Neurochir. (Wien) (Suppl.) 1991; 53, 148-158. 4. Bricolo A, Turazzi S, Cristofori L, Talacchi A. “Surgi- cal treatment of brainstem tumors: experience in 75 patients”. AANS 61st Annual Meeting, Boston, April 24-29 1993 (abstr). 5. Bricolo A, S Turazzi S. “Surgery for gliomas and other mass lesions of the brainstem”. En: Symon, L (ed.): Advances and Technical Standards in Neurosurgery, vol 22. New York: Springer, 1995. 6. Bricolo, A. “Comment” En: Selvapandian S, Rajshekhar, Chandy MJ. 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