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Neurocirugía / Basso338 Tu m or es de Meckel permite la movilización del trigémino, lo que puede aumentar aún más el espacio de trabajo. Aunque Chanda y Nanda 5 puntualizan que se debe tener gran cuidado para no causar daño inadvertido a la arteria carótida interna anterolateralmente, y los conductos semicirculares superior y posterior lateral- mente, no hay necesidad intraoperatoria de exponer estas estructuras y, por lo tanto, nunca hemos tenido tales complicaciones. 5 La presencia de meningiomas grandes aumenta el espacio de trabajo en el ángulo pontocerebeloso. Con frecuencia el tumor ya ha desplazado de modo signi- ficativo al tronco cerebral y provee una vía adecuada aún al lado contralateral o supratentorialmente. El con- cepto de las vías transtumorales fue el núcleo central de nuestra filosofía de manejo de diferentes tumores de la base del cráneo. Utilizando la vía proporcionada por el tumor mismo, pueden evitarse los riesgos de morbilidad adicional de los complejos abordajes a la base del cráneo. En los meningiomas petroclivales, el acceso a la parte rostral del tumor es proporcionado por el mismo tumor y puede ser ampliado posteriormente mediante resección del tentorio. Así, el abordaje retro- sigmoideo suprameatal proporciona acceso al cavum de Meckel, área petroclival y fosa media, incluyendo al seno cavernoso posterior. 4 Otra ventaja de este abordaje es la posibilidad de identificar al motor ocular externo cerca de su salida del tronco cerebral, y seguirlo hasta el canal de Dorello. En caso de que la parte supratentorial no pueda ser resecada con seguridad por esta vía, se utiliza un abordaje frontotemporal (pterional). Se ha propuesto también el abordaje órbito cigomático descrito inicial- mente por Hakuba y col. 18, enfatizando los beneficios de reducir la retracción cerebral; sin embargo, no ofrece ninguna ventaja mayor sobre el menos riesgoso abor- daje frontotemporal. No obstante, en caso de que el tumor se extienda a la fosa infratemporal, el abordaje transcigomático sería beneficioso. El abordaje retrosigmoideo suprameatal puede apli- carse a otros tumores como neurinomas del trigémino, quistes epidermoideos extendidos, hemangioblasto- mas, condrosarcomas y cordomas. Meningiomas del seno cavernoso Los meningiomas del seno cavernoso se originan dentro del seno o lo infiltran desde regiones adyacentes. De los 242 meningiomas del seno cavernoso operados por el autor principal, 10% fueron primarios. De aquellos que afectaban secundariamente al seno cavernoso, los más comunes fueron petroclivales (40,9%), seguidos por los esfenocavernosos (38,4%), del tubérculo selar (4,6), del apex petroso (4,1), y clinoideos anteriores (2%). Las opciones de tratamiento para los meningiomas del seno cavernoso varían desde la remoción quirúr- gica agresiva a resección parcial y/o radiocirugía. 7, 10, 11, 12, 38 Las indicaciones primarias para tratamiento quirúrgico incluyen crecimiento tumoral progresivo en las imágenes y/o agravamiento de los síntomas. Las indicaciones absolutas para descompresión qui- rúrgica son el deterioro de la visión y síntomas y signos de compresión del tronco cerebral. El abordaje quirúrgico debería ser seleccionado considerando el origen y la extensión del tumor, como así también el compromiso de las estructuras cerebrales. Otros factores a considerar incluyen el estado neurológico individual del paciente, tamaño del tumor y patrón predominante de crecimiento. Se han descrito com- plejos abordajes a sitios específicos del seno cavernoso a través de varios triángulos anatómicos. Durante las dos décadas pasadas, las tasas de resección total se han incrementado en forma sostenida. Sin embargo, los que proponen cirugías agresivas tienden a igno- rar los riesgos muy altos de pérdida funcional y de reducción de la calidad de vida. Más aún, las altas tasas de recidiva observadas con mayores períodos de seguimiento ponen en duda si la cura quirúrgica completa es posible. 12 Las expectativas individuales del paciente, su es- tado neurológico, y las características del tumor son de fundamental importancia en nuestro proceso de toma de decisiones. Ellos determinan el manejo del componente intracavernoso. Son factores importantes a considerar: 1) la relación del meningioma con el seno, si está invadido o meramente comprimido; y 2) el patrón de crecimiento del tumor, si es infiltran- te o circunscripto. Los datos de las neuroimágenes preoperatorias son a veces ambiguos, dejando que la decisión del grado de resección necesaria se determine durante la cirugía. Un meningioma que en el preoperatorio parecía invadir el seno cavernoso puede resultar en que sólo comprimía la pared lateral del seno durante la ciru- gía, permitiendo una resección completa inespera- da. Recomendamos la descompresión de los nervios craneales involucrados en caso de alteración de los movimientos oculares. Por otro lado, si el paciente tiene síntomas y/o signos de compresión del nervio óptico o del tronco cerebral, pero no pérdida de la función muscular extraocular, proponemos descom- primir sólo esas estructuras. La resección agresiva del componente intracavernoso debe ser desaconsejada a fin de evitar nuevos déficits de nervios craneales. En los meningiomas primarios del seno cavernoso, o si el seno cavernoso está involucrado por un tumor supratentorial, utilizamos el abordaje frontotemporal. Sus principales ventajas y su técnica son bien cono- cidas y ampliamente discutidas en la literatura. 31, 45 La parte más delicada y peligrosa es la remoción de la parte del tumor posterior a la arteria carótida interna, dentro del borde de la tienda del cerebelo. La temprana
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