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Cirugía de la base del cráneo. Aspectos generales 339 29 identificación de las principales estructuras en esta área es crucial para su preservación; en un principio la arteria carótida interna y el nervio óptico, luego la arteria comunicante posterior, la arteria coroidea anterior y el nervio motor ocular común. Se accede al seno cavernoso sólo cuando los nervios motor ocular común y patético fueron expuestos lo suficiente. La pared lateral del seno es incidida a lo largo del curso del motor ocular común. Se debe prestar atención para no lesionar al patético o al trigémino dentro del seno, ya que pueden estar desplazados por el tumor en diferentes direcciones. La arteria carótida interna está desplazada con mayor frecuencia hacia la pared medial del seno cavernoso. En los meningiomas petroclivales que involucran al seno cavernoso utilizamos el abordaje retrosigmoi- deo suprameatal, y en 16,6% de los tumores muy grandes usamos la estrategia en dos tiempos, como se describió más arriba. No se intenta la remoción de la porción más adherente de los meningiomas de crecimiento infiltrativo. Los remanentes pueden ser tratados de forma efectiva con radiocirugía. Si no se reseca la parte intracavernosa del tumor, la decisión de si requiere radiocirugía adicional o no depende del comportamiento del remanente tumoral (RNM de control en 6 meses). La radiocirugía como mo- dalidad primaria de tratamiento para pequeños me- ningiomas o como terapia adyuvante está ganando amplia aceptación. Se comunicaron tasas de control de crecimiento de 90-98% y de sobrevida libre de progresión de enfermedad a 10 años de 80 a 95%. 13, 23, 28 Sin embargo, se relató una tasa de 2 a 8% de progresión tumoral y de morbilidad permanente mayor a 8% con radiocirugía. Es bien sabido que el riesgo de injuria de la arteria carótida interna o de nervios craneales es mucho mayor en recidiva o progresión luego de radioterapia/radiocirugía. En tales casos el objetivo debería limitarse a descomprimir al nervio óptico y/o al tronco cerebral. En algunos tumores de la base del cráneo la cirugía no puede ofrecer una cura definitiva y la radiotera- pia adyuvante o la radiocirugía son los tratamientos esenciales. Los seguimientos a largo plazo mostraron que la tasa de recidiva de los meningiomas basales histológicamente benignos, aun después de resección total confirmada por radiología, varía de 4 a 26%. 15, 24, 44 Por lo tanto, el intento de resección completa estaría justificado sólo si la morbilidad a largo plazo es mínima. Cordomas de base de cráneo Los cordomas son algunos de los tumores más difíciles de tratar y su manejo actual es multimodal. Inicialmen- te, se pensaba que las tasas más largas de sobrevida se correlacionarían con resecciones tumorales más exten- sas, y se desarrollaron abordajes quirúrgicos agresivos para cada una de sus localizaciones. 3, 6 Sin embargo, la mayor experiencia mostró que difícilmente puede lograrse una verdadera resección oncológica de los cordomas. La cirugía radical no prolonga la sobrevida, solo pospone la recidiva. 24, 36 El principal rol de la cirugía es una citorreducción segura y la descompre- sión de las estructuras neurovasculares, de modo que se pueda realizar una radioterapia más eficiente y segura. 8, 36, 23 Una vez más, el abordaje más simple y seguro seleccionado de acuerdo con las características individuales en cada caso lleva al mejor resultado. En consecuencia, los abordajes que empleamos más a menudo son el frontotemporal, el retrosigmoideo, y el endonasal. En cordomas del clivus, el abordaje transetmoidal ha sido suplantado casi por completo por el abordaje endonasal durante la última década. En tales casos, la aplicación de endoscopios angula- dos permite mejor iluminación en la profundidad del campo quirúrgico, como también visualizar estructuras escondidas o remanentes tumorales. Los cordomas no pueden ser curados quirúrgica- mente, por lo tanto, la radioterapia adyuvante o irra- diación con partículas pesadas (protones, iones de carbono, helio, o terapias combinadas protón-fotón, carbono-fotón) deberían ser indicadas de manera sis- temática. Referencias 1. Al-Mefty O, Fox JL, Smith RR. “Petrosal approach for petroclival meningiomas”. Neurosurgery 1988; 22:510- 517. 2. Al-Mefty, O. Meningiomas. New York: Raven Press, 1991. 3. Al Mefty O, LA Borba. “Skull base chordomas: a man- agement challenge”. J Neurosurg 1997; 86:182-189. 4. 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