Logo Studenta

Jaume, L (2019) - El estudio de los valores desde la psicología social - Ficha de Cátedra

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

CAT. II - BIGLIERI 
 
 
El estudio de los 
valores desde la 
psicología social 
PSICOLOGIA POLITICA 
Ficha de catedra 
Luis Carlos Jaume, Paula Quattrocchi 
y Jorge Biglieri 
 
1 
 
En el presente capítulo nos adentraremos en el mundo de los valores. Para ello, comenzaremos incursionando en 
la construcción del concepto de valores y sus principales características, luego abordaremos los modelos historicos 
para estudiar los valores y por último, analizaremos la influencia de esta variable en fenómenos sociopolíticos 
como la ideología política. 
 
LLiissttaa ddee oobbjjeettiivvooss 
En este capítulo hablaremos de: 
• Los valores y sus características. 
• Historia de los principales modelos teóricos para su abordaje. 
• La relación entre los valores y la ideología política. 
 
Una de las principales preguntas que la axiología ha intentado responder es cuál 
es la naturaleza de los valores. Para ello, se han intentando brindar distintas perspectivas 
no sólo de la filosofía, sino también de la sociología, la antropología, etc para poder 
describirlos. Asimismo el origen de los valores, también fue estudiado desde distintas 
perspectivas, sin embargo una de las menos conocidas y más novedosas es la perspectiva 
psicológica ya que el tema de los valores humanos recientemente se ha constituido en 
objeto de investigación científica psicológica en las últimas décadas (Gouveia, Martínez, 
Meira & Lemos, 2001) aunque las raíces se encuentren en los inicio del siglo XX con los 
estudios de Thomas y Znaniecki (1918). 
Uno de los psicólogos pioneros que ha estudiado sistemáticamente el fenómeno 
de los valores humanos ha sido Rokeach (1973). Su trabajo, “The nature of human 
values”, tuvo un impacto significativo en el mundo académico de su tiempo, ya que la 
propuesta del autor fue diferenciar el concepto de valor respecto de otros constructos 
psicológicos relacionados como las actitudes, las creencias o los rasgos de personalidad. 
Además, Rokeach (1973) fue uno de los psicólogos pioneros en elaborar un instrumento 
de evaluación que permitiera a los investigadores de la época, conocer empíricamente a 
este constructo demostrando su legitimidad y especificidad. 
A partir de inaugurada esta tradición de estudio, diversos autores han hecho 
aportes significativos al estudio de los valores, destacándose tres en cuanto a su 
popularidad y desarrollo tanto teórico como empírico (Shearman, 2008). Las tres 
 
2 
corrientes principales para el estudio de los valores son las propuestas por Hofstede 
(1991), Inglehart (1997) y Schwartz (1992). 
La primera de las corrientes, cuyo principal exponente es Hofstede (1980), 
propone cinco dimensiones básicas o valores a partir de los cuales se puede expresar la 
variabilidad cultural. Cada una de estas cinco dimensiones propuestas por el autor, 
implica problemas básicos con los que toda sociedad debe lidiar políticamente. Hofstede 
(1991) las presenta como pares opuestos que se distribuyen en un continuo dimensional, 
a saber: individualismo frente al colectivismo, una alta distancia jerárquica frente a una 
baja distancia jerárquica, feminidad frente masculinidad, alta evitación de la 
incertidumbre frente a una baja evitación de la incertidumbre y larga orientación en el 
tiempo frente a corta orientación en el tiempo. 
La segunda de las corrientes en el estudio de los valores, inaugurada por 
Inglehart (Inglehart, 1997; Inglehart & Welzel, 2005), considera dos dimensiones o 
valores centrales (tradicionales frente a seculares-racionales y de supervivencia frente a 
libre expresión), las cuales ponen de manifiesto las creencias de un determinado grupo 
en lo que respecta a varios ámbitos de la vida cotidiana como la familia, el trabajo, la 
religión, la política o la ideología, entre otros. Al igual que sucediera con la corriente 
anterior, cada valor se presenta como un continuo dimensional con dos extremos 
opuestos (Inglehart, 2006). 
Por último, la corriente planteada por Schwartz (1992) postula diez tipos de 
valores: benevolencia, universalismo, autonomía, estimulación, hedonismo, logro, 
poder, seguridad, tradición y conformidad. Dichos valores conforman una estructura 
circular en la que los valores opuestos se encuentran enfrentados, mientras que los 
complementarios se hallan próximos entre sí, alrededor de la circunferencia. Desde esta 
concepción se definen a los valores como metas deseables, que van a regir ciertas áreas 
fundamentales en la vida de un sujeto (Schwartz & Barnea, 1995). Este autor trabajo con 
diversos investigadores de los cinco continentes, en más de 60 países, acumulando datos 
de más de 60,000 individuos, con la finalidad de demostrar la fortaleza teórica y empírica 
de sus desarrollos conceptuales. 
 
 
3 
 Definición de valores y principales características 
Existen características de los valores básicos que se encuentran implícitamente 
en las diferentes teorías presentadas (Schwartz, 1992). En primer lugar, los valores son 
creencias que no sólo se refieren a un contenido frío, sino que implican un correlato 
emocional. Son, a su vez, un constructo basado en la motivación, ya que tiene en cuenta 
los objetivos que cada persona quiere alcanzar. Otro punto importante a considerar es 
que los valores poseen una naturaleza abstracta, basada en la trascendencia de las 
situaciones específicas y concretas, las cuales se podrían atribuir a conceptos como las 
normas o actitudes. Más aún, sirven como criterios o medidas por las cuales una persona 
selecciona o evalúa eventos, acciones, personas, entre otros. En cuanto al orden, poseen 
una importancia relativa el uno del otro, implicando una diferencia jerárquica a nivel 
interindividual. Esta función jerárquica de los valores también los distingue de las 
normas y actitudes. 
Los valores, entonces, son observable a través de las creencias de una persona o 
grupo de personas, que se perciben tanto de manera consciente como inconscientemente, 
comunicados explícita o implícitamente (simbólicamente), utilizados como criterio para 
juicios cognitivos, afectivos y de conducta para guiar nuestras elecciones de entre las 
opciones disponibles, influyendo sobre la sociedad, así como ésta influye sobre los 
individuos y, por ende, su escala de valores (Schwartz & Barnea, 1995). Esta definición 
destaca cinco elementos claves que ameritan un desglose, estas son: 
a) los valores son observables a partir de las creencias de una persona o grupo de personas. Los 
valores de una persona o grupo se mantienen en diferentes niveles tales como el 
biológico, el idiosincrático, el social o el cultural, los cuales son mutuamente 
interdependientes ya que al modificarse uno de ellos puede tener influencia en los 
demás. No sólo pueden percibirse indirectamente a través de la conducta de un 
individuo o grupo, sino que también a partir de un conjunto de creencias que sostengan. 
b) los valores se perciben tanto consciente como inconscientemente, son comunicados explícita 
o implícitamente (simbólicamente). Refiere a la elección de comunicar verbalmente nuestros 
valores o hacerlo a través de la conducta. Puede suceder que elijamos no comunicarlos 
o lo hagamos mediante indicios simbólicos, por ejemplo como meta-mensajes. 
 
4 
c) los valores son utilizados como criterio normativo y evaluativo para juicios cognitivos, 
afectivos y de la conducta. Los criterios evaluativos hacen referencia al juicio en lo referente 
a lo que es bueno o malo, falso o verdadero, lo deseable y no deseable. El criterio 
normativo hace referencia a lo que es aceptable socialmente, lo normal o lo típico. 
d) los valores impactan en nuestra conducta guiando nuestras elecciones de opciones 
disponibles. Como postula Rokeach (1973, 1979) los valores son reglas que nos ayudan a 
tomar decisiones en nuestras vidas. Al funcionar como una base motivacional para 
nuestro accionar impactan sobre nuestro comportamiento,guiándonos para el logro de 
ciertos objetivos. 
e) los valores influyen sobre la sociedad, así como la sociedad sobre los mismos. Tanto la 
cultura como la sociedad impactan sobre los valores, los cuales a su vez lo hacen sobre 
las personas individualmente o colectivamente. 
 
Los estudios pioneros de Rokeach 
Milton Rokeach fue uno de los pioneros en el estudio global de los valores del 
ser humano. En 1973 el autor desarrolla un sistema de valores que él consideraba 
“universales”, en los cuales toda persona podía verse reflejada en menor o mayor 
medida. Este sistema que incluía 18 tipos de valores, se convirtió con el tiempo en 
referencia para el estudio del comportamiento y para el análisis de aquello que era “más 
importante” para una persona. 
Rokeach (1973) afirmaba que los valores son creencias duraderas, por las cuales 
se considera que un modo de conducta específico (valor instrumental) o un estado final 
de existencia (valor terminal), son personal y socialmente preferibles a sus opuestos. En 
este sentido, los valores forman parte de la cognición, modulando aquello que es 
deseable o lo que se prefiere. Poseer un valor implica decir que un sujeto conoce el 
camino o modo correcto de conducirse, o el fin último que desea alcanzar. De esta 
manera, los valores sirven de guía en la elección y evaluación de las situaciones y 
comportamientos. 
 
5 
Con la finalidad de evaluar a este constructo, el autor diseña la Encuesta de 
Valores de Rokeach, la cual consiste en dos series de valores, cada uno de los cuales 
incluye a su vez una serie de valores individuales. Estos son: 
• Valores terminales: son los que se refieren a los fines deseables de existencia; las metas 
que un individuo quisiera lograr a lo largo de su existencia. 
• Valores instrumentales: refieren a las maneras predilectas de comportamiento o los 
medios de lograr los valores terminales de cada uno. 
 
Tipos de Valores (Rokeach, 1973) 
Valores Terminales Valores Instrumentales 
Una vida cómoda - Una vida 
emocionante - Sentimiento de logro - Un 
mundo de paz – Igualdad - Seguridad 
Familiar - Felicidad 
Armonía interior - Seguridad nacional - 
Respeto por uno mismo - 
Reconocimiento Social - Amistad 
verdadera - Sabiduría 
Ambición - Mente abierta - Capaz - 
Animado - Limpio - Valiente - Perdón - 
Servicial - Honesto - Imaginativo - 
Independiente - Intelectual - Lógico - 
Cariñoso - Obediente - Cortés - 
Responsable - Controlado 
 
Por otro lado, según Rockeach (1973), la definición de los valores se ha ido 
homogenizando, en torno a unas características consensuadas. El autor resume las 
principales características de las concepciones de valores, que estarán (como veremos 
más adelante) luego implícitas en los diferentes teóricos e investigadores: 
1. los valores son creencias vinculadas a las emociones y a las cogniciones. 
2. los valores son metas deseadas que las personas intentan lograr. 
3. los valores trascienden las acciones y situaciones específicas. Son metas abstractas. La 
naturaleza abstracta de los valores los distingue de conceptos tales como las normas y 
actitudes, las cuáles se refieren a acciones, objetos o situaciones específicas. 
 
6 
4. los valores guían la selección o evaluación de las acciones, las políticas, las personas y 
los eventos. En otras palabras, los valores sirven como estándares o criterios. 
5. los valores se ordenan por la importancia que tienen respecto de otros. De esta manera, 
las personas forman un sistema ordenado de prioridad de valores que los caracteriza 
como individuos. 
Aunque las cinco características señaladas son comunes para todas las teorías de 
los valores mencionadas, el aspecto crucial que permite la distinción entre los valores es 
el tipo de meta u objetivo que expresan. Estas características permiten diferenciarlos 
claramente de otros constructos, como las actitudes o las necesidades (Rokeach, 1973). 
Por ejemplo, las actitudes siempre se relacionan con un objeto social específico, mientras 
que los valores sobrepasan este carácter específico. Además, poseen un carácter ordinal, 
es decir que para cada individuo ciertos valores son más importantes que otros, mientras 
que otros constructos como las actitudes no presentan esta ponderación (Rokeach, 1973). 
Por otro lado, las necesidades o fines que se pretenden alcanzar generalmente suelen 
confundirse con los valores. En este caso, la vinculación es más estrecha ya que 
usualmente los instrumentos de evaluación que permiten identificar los valores, utilizan 
las necesidades humanas como reactivos para la operacionalización de los valores. No 
obstante, el valor es un constructo hipotético que consiste en representar cognitivamente 
una necesidad o un fin que Rokeach (1979) denomina como necesidades. 
 
Tres teorías de los valores 
1. Las cinco dimensiones culturales (Hofstede) 
Hemos señalado al comienzo de este capítulo que actualmente se pueden 
encontrar tres grandes teorías desde los cuales se aborda el estudio de los valores. 
Una de estas es el modelo de Hofstede (1980), quien postuló inicialmente que las 
culturas se podrían posicionar en cuatro dimensiones independientes entre sí: distancia 
jerárquica, evitación de la incertidumbre, individualismo/colectivismo, y 
feminidad/masculinidad. Posteriormente, a partir de los trabajos empíricos de Bond (1990; 
1996) y la Conexión de la Cultura China (CCC, 1987), el marco teórico incorpora una 
 
7 
quinta dimensión, a saber, larga orientación en el tiempo frente a corta orientación en el 
tiempo. Estas cinco dimensiones permiten considerar la variabilidad cultural y así 
comparar y contrastar las diferentes culturas en su incidencia en el comportamiento de 
las personas. 
Hofstede (1980) sostiene que estas cinco dimensiones son problemas básicos por 
los que toda sociedad debe atravesar, si bien las soluciones de cada una son diferentes. 
La distancia jerárquica hace referencia a la igualdad-desigualdad entre personas, 
mientras que la evitación de la incertidumbre se relaciona con la incertidumbre y la 
estructura de vida. El individualismo/colectivismo explica cómo se relaciona la gente 
entre sí, a su vez que masculinidad/feminidad hace referencia a la posición emocional y 
motivacional a nivel de la orientación personal. Por último, la larga orientación en el 
tiempo frente a la corta orientación se refiere a la importancia atribuida tanto al pasado, 
como presente y futuro. A continuación se presenta una tabla resumen de las cinco 
dimensiones postuladas por el autor. 
 
Tabla 2: Dimensiones de Hofstede (1980) 
DIMENSIÓN DEFINICIÓN 
INDIVIDUALISMO VS 
COLECTIVISMO 
La medida en la que las personas privilegian 
logros personales y libre expresión, o bien 
logros colectivos y armonía grupal 
ALTA EVITACIÓN DE LA 
INCERTIDUMBRE VS BAJA 
EVITACIÓN DE LA 
INCERTIDUMBRE 
La medida en que las personas prefieren la 
incertidumbre, o bien desean la certidumbre, la 
estructura y rigidez en las interacciones 
cotidianas en el grupo al cual pertenecen 
 
8 
LARGA ORIENTACIÓN 
TEMPORAL VS CORTA 
ORIENTACIÓN TEMPORAL 
La medida en que las personas valoran la 
planificación a largo plazo de los resultados 
valorando el pasado, o bien la planificación a 
corto plazo de resultados haciendo hincapié en 
el presente. 
ALTA DISTANCIA JERÁRQUICA 
VS BAJA DISTANCIA 
JERÁRQUICA 
La medida en que las personas aceptan o 
esperan la distribución equitativa del poder en 
las interacciones cotidianas dentro del grupo o 
sociedad a la cual pertenecen 
FEMINIDAD VS 
MASCULINIDAD 
La medida en que las personas enfatizan los 
valores femeninos y promueven la igualdad de 
género, o bien enfatizan valores masculinos y la 
diferenciación marcada de género. 
 
2. El modelo de Inglehart (1997) 
La segunda de las corrientes que se ocupó del estudio de los valores fue iniciada 
por Inglehart (1997), quien postuló dos dimensiones parasu análisis. Dichas 
dimensiones son: 
❖ Supervivencia frente a libre expresión y 
❖ Tradicional frente a secular-racional. 
 
A partir de esta clasificación, es posible estudiar los valores en diferentes 
ámbitos como lo son la religión, el trabajo, la familia, la política, el medio ambiente y el 
comportamiento sexual. La dimensión tradicional frente a racional-secular implica un 
contraste entre valores tradicionales y valores seculares. Los valores tradicionales se 
pueden observar en el intento de las personas por mantener roles y valores tradicionales 
como lo son las creencias religiosas, obligaciones familiares, respeto por la autoridad, 
 
9 
orgullo nacional y una menor preocupación por el medio ambiente. Por otro lado, los 
valores seculares-racionales se presentan en el extremo opuesto de los valores 
tradicionales. La dimensión supervivencia frente a libre expresión, se refiere a la medida 
en que las personas privilegian la seguridad económica y física por sobre factores como 
calidad de vida, libre expresión y bienestar subjetivo. Esta dicotomía se ve reflejada en 
una sociedad en la prevalencia de valores de supervivencia frente a valores 
humanísticos. En general, los individuos que viven en sociedades percibidas como 
inseguras, privilegian valores en donde la seguridad física y económica esté 
contemplada, por el contrario, en sociedades seguras, las personas se preocupan más por 
valores que implican la autonomía personal, la libre expresión y el bienestar subjetivo 
(Tabla 3). 
 
Tabla 3: Dimensiones de Inglehart (1997, 2006) 
DIMENSIÓN DEFINICIÓN 
VALORES 
TRADICIONALES VS 
VALORES SECULAR-
RACIONALES 
La dimensión de valores tradicionales/seculares-
racionales refleja la importancia que las personas le 
otorgan al mantenimiento de valores tradicionales en 
detrimento de valores actuales. 
VALORES DE 
SUPERVIVIENCIA VS 
VALORES DE LIBRE-
EXPRESIÓN 
La dimensión de valores de supervivencia implica el 
énfasis en la seguridad física y económica en 
contraposición con la libre expresión, bienestar 
subjetivo y calidad de vida. 
 
3. Los valores de Schwartz: su modelo teórico. 
Por último, pero no por eso menos importante, la última corriente que hemos 
señalado es la que desarrolla Shalom Schwartz (1992). El modelo teórico de este autor es 
 
10 
una extensión del modelo propuesto por Rokeach (1973); sin embargo, tiene tres 
diferencias sustanciales: 
1. Propone una medida que combina los intervalos con las categorías (generalmente dos 
valores: uno, evaluado como de máxima importancia; otro, que es identificado como 
contrario a los demás valores del entrevistado) 
2. enfatiza en la base motivacional, como explicación para la estructura de los valores. 
3. sugiere la universalidad tanto de la estructura, como del contenido de los tipos 
motivacionales de los valores. El modelo de Schwartz reunió datos bastantes 
consistentes, que se corroboraron transculturalmente en más de 60 países (Schwartz & 
Sagiv, 1995). 
Según Schwartz (2005), diez son los valores motivacionalmente, extensos y 
básicos que derivan de las tres necesidades universales de la condición humana 
(necesidades del individuo como organismo biológico; requerimientos de interacción 
social coordinada, y necesidades de vivencia y bienestar en grupos). Los diez valores 
básicos tienden a incluir todos los valores medulares, reconocidos en las culturas de todo 
el mundo. Schwartz (1992, 1995a) los define así, al describir sus metas motivacionales 
principales: 
1. Autodirección: independencia en el pensamiento y en la toma de decisiones, creación 
y exploración (creatividad, independencia, libertad). 
2. Estimulación: emoción, novedad y logros en la vida, por variedad y cambio. 
3. Hedonismo: placer y satisfacción sensual, para la propia persona. 
4. Logro: Éxito personal, a través de la demostración de competencia, de acuerdo con los 
estándares sociales. 
5. Poder: estatus social y prestigio; control o dominio de personas y recursos. 
6. Seguridad: armonía y estabilidad de la sociedad, tanto de las relaciones, como de uno 
mismo. 
 
11 
7. Conformidad: control tanto de las acciones, como de las inclinaciones y de los 
impulsos probables de lastimar a otros, y de violar las normas y expectativas sociales. 
8. Tradición: respeto, compromiso y aceptación de las costumbres e ideas que la cultura 
tradicional y la religión brindan a las personas. 
9. Benevolencia: preservación e incremento del bienestar de aquéllos con quienes uno 
está en frecuente contacto personal 
10. Universalidad: entendimiento, apreciación, tolerancia y protección, para el bienestar 
de todas las personas y de la naturaleza. 
De acuerdo con el modelo de Schwartz (2005), las acciones a las cuales están 
dirigidos los valores tienen consecuencias psicológicas, prácticas y sociales, que podrían 
crear conflictos, o podrían ser congruentes con otros valores. Schwartz (2005) propone 
un esquema circular concéntrico, el cual representa las posibles relaciones entre los 
conflictos, así como las congruencias entre los diferentes valores. El diseño circular 
representa un continuo motivacional, en el que cuanto más cercanos se encuentren dos 
valores alrededor del círculo, más similares son sus motivaciones subyacentes. Mientras 
que, mientras más distantes se encuentren dos valores, es mayor el antagonismo entre 
sus motivaciones. 
 
 
12 
La estructura de valores propuesta por Schwartz (1992), ofrece una validez 
consolidada en el ámbito transcultural. La evidencia que recolectó el autor para la 
construcción de su esquema teórico se ha encontrado en muestras de 67 naciones, las 
cuales señalan todas las motivaciones subyacentes que podrían constituir un principio 
universal para organizar todos los sistemas de valores. 
Este esquema motivacional, que integra las relaciones entre los valores, hace 
posible el estudio sobre cómo todos los sistemas de valores, más que los valores 
individuales, se relacionan con otras variables. El esquema de la estructura circular de 
valores motivacionalmente opuestos y compatibles proviene de la experiencia obtenida 
a partir de los conflictos de las personas cuando actúan conforme a sus valores. El 
esquema de valores de Schwartz (1992) se sostiene a partir de dos hipótesis relacionales 
entre valores: 
1. Los valores que son adyacentes en el esquema (por ejemplo, el poder y el logro) 
deberían tener igual asociación, con otras variables. 
2. la asociación de valores con otras variables debería disminuir en ambas direcciones, 
alrededor del círculo, desde el valor más positivamente asociado, hacia el más 
negativamente asociado. De esta manera, el orden de asociación, para todo el conjunto 
de los diez valores debería seguir un patrón predecible. Específicamente, si un rasgo, 
actitud o comportamiento se relaciona positivamente con uno de los valores, pero más 
negativamente con otro, el patrón esperado de asociación con todos los otros valores 
sigue el esquema circular del valor. 
 
Valores e ideología política 
Como se ha señalado anteriormente, el modelo teórico de Schwartz permite el 
estudio de los valores en su relación con otras variables, como por ejemplo la ideología 
política (Schwartz & Barnea, 1995), dado que los valores permiten a las personas 
organizar sus evaluaciones políticas de una manera relativamente constante, 
proporcionando una estructura general de las actitudes políticas (Feldman, 2003). En 
este sentido, Schwartz (1994) argumentó que las variaciones sistemáticas en la prioridad 
 
13 
que los individuos dan a los diferentes valores fundamentales funcionan como base de 
las ideologías políticas. Por lo tanto, los valores pueden influir en la elección política a 
través de sus efectos sobre las ideologías. 
Algunos autores han sostenido que la gente tiende a votar a los partidos que 
soportan o promueven los valores propios más apreciados (Caprara,Schwartz, 
Capanna, Vecchione & Barbaranelli, 2006), enfatizando en su estudio la característica de 
mediación que poseen los valores en la vinculación de los rasgos personales básicos con 
la preferencia en el voto y la ideología política (Caprara, Vecchione & Schwartz, 2009). 
De esta manera, se puede decir que los rasgos personales contribuyen al voto o la 
elección de un determinado partido político indirectamente a través de los valores. 
La literatura especifica sugiere que el auto posicionamiento ideológico político se 
asocia en general a todos los valores de Schwartz (1996) - con excepción del Hedonismo 
y la Estimulación (Zubieta, Delfino, Fernández, 2007) - y tanto los valores como la 
ideología política parecen influir sobre la conducta política de los individuos. 
Existen dos procesos que relacionan los valores con la preferencia por un 
determinado partido político. El primero concibe a los valores como subyacentes y 
organizadores de la conducta política, es decir, la condicionan de forma indirecta 
(Cochrane et al., 1979; Himmelweit et al., 1981; Rockeack, 1973, 1979; Smith, 1968). El 
segundo, se refiere a los valores como predisposiciones estables que influyen 
directamente en la conducta política. En este sentido, las personas asocian los partidos 
políticos con el logro o frustración de determinados valores simbólicos. 
En este punto parece importante diferenciar las dos dimensiones ideológicas o 
ejes en las que los partidos políticos suelen diferenciarse y que permitirían su 
clasificación. En primer lugar, tenemos la dimensión socioeconómica, que hace 
referencia al grado de igualdad económica entre sujetos individuales (igualitarismo 
económico), en segundo lugar, se considera a la dimensión del liberalismo en referencia 
a la disposición al cambio social, a partir de las libertades y derechos individuales, 
hablaremos entonces de liberalismo clásico (Schwartz & Barnea, 1995). 
 
14 
El liberalismo clásico parte de la idea de un hombre naturalmente bueno, 
bondadoso, por lo cual va a intentar llevar al máximo la libertad individual con la 
finalidad que el ser humano exprese esa bondad (Greene, 1957; Hobhouse, 1964). Los 
sujetos que defienden partidos con una posición liberal se fundamentarían en valores 
promotores de la autonomía personal, la apertura, la auto-realización, la tolerancia y la 
aceptación de personas diferentes. Estos tipos de valores son los de universalismo, auto-
dirección y estimulación. Por otro lado, el apoyo a partidos con una concepción menos 
liberal, se fundamentaría en poseer valores que protegen el orden social, el status quo y 
la seguridad, estos valores podrían ser los de tradición, conformidad y seguridad 
(Schwartz & Barnea, 1995). 
En cuanto al igualitarismo económico, se refiere a la distribución de recursos e 
ingresos equitativamente entre los miembros de una sociedad. A su vez, se opone a la 
organización según una jerarquía de la sociedad y la distribución diferencial de los 
recursos, promueve la igualdad entre personas, así como la cooperación y 
responsabilidad mutua con el fin de promover el bienestar general, esta posición destaca 
valores como el universalismo y la benevolencia, ambos propios de los valores de 
autotrascendencia. 
El polo opuesto a esta concepción estaría dado por el no-igualitarismo, el cual 
postula que los individuos obtienen sus recompensas en función de lo que aportan a la 
sociedad, es decir, se basa en el principio de equidad de la justicia distributiva. Esto 
deriva en la justificación de un orden social jerárquico, el cual se apoya en valores de 
interés propio como lo son los de poder y logro. En esta misma línea, la aceptación de 
determinadas ideologías que legitiman o no la desigualdad social, se encuentra en gran 
parte determinada por el deseo general de las personas de dominación de su propio 
grupo sobre otro (Zubieta et. al, 2007; Palaveccino, 2012) 
En síntesis, para entender el núcleo de la asociación entre estas dos variables, las 
investigaciones sugieren que los sujetos que optan por ideologías políticas alineadas a la 
derecha, que refuerzan la dominación y justifican la existencia de jerarquías sociales, 
destacan en valores tales como la Tradición, la Conformidad, la Seguridad, el Poder, el 
Logro (positivamente) y la Auto-dirección, el Universalismo, la Benevolencia 
 
15 
(negativamente). Mientras que las personas que se identifican con una ideología 
tendiente a la izquierda presentan puntuaciones más altas en valores tales como la Auto-
dirección, el Universalismo y la Benevolencia y los valores que configuran la Auto-
trascendencia, la Apertura al Cambio y negativamente con los que configuran la 
Conservación (Zubieta et. al., 2007). 
 
Referencias 
Bond, M. (1990). Beyond the Chinese Face. Hong Kong: Oxford University Press. 
Bond, M. (1996). The handbook of Chinese Psychology. Hong Kong: Oxford 
University Press. 
 Caprara, G., Schwartz, S., Capanna, C., Vecchione, M. & Barbaranelli, C. (2006). 
Personality and politics: Values, traits, and political choice. Political Psychology, 
27, 1-28. 
Caprara, G., Vecchione, M. & Schwartz, S. (2009). Mediational role of values in 
linking personality traits to political orientation. Asian Journal of Social 
Psychology. 12, 82-94. 
Chinese Culture Connection (1987). Chinese values and the search for culture-free 
dimensions of culture. Journal of Cross-Cultural Psychology, 18, 143-174. 
Cochrane, R., Billig, M. & Hogg, M.(1979). Politics and values in Britain: A test of the 
Rokeach two-value model. British Journal of Social and Clinical Psychology, 18, 
159-167. 
Davidov, E., Schmidt, P. & Schwartz, S. (2008). Bringing values back in. The 
adequacy of the European social survey to measure values in 20 countries. Public 
Opinion Quarterly, Vol. 72, No. 3, pp. 420-445. 
 Feldman, S. (2003). Values, ideology, and Structure of Political Attitudes En 
Oxford Hand-book of Political Psychology, eds. D. O. Sears, L. Huddy, and R. 
Jervis, pp. 477-508. New York: Oxford University Press. 
Greene, T. (1957). Liberalism: Its theory and practice. Austin, TX: University of 
Texas Press. 
 
16 
Hobhouse, L. T. (1964): Liberalism. New York: Oxford University Press. 
Hofstede, G. (1980). Culture’s consequences. Beverly Hills, CA: Sage. 
Hofstede, G. (1984). Culture’s consequences: International differences in work- 
related values. Beverly Hills, CA: Sage. 
Hofstede, G. (1991). Culture’s and organizations: Software of the mind. London: 
McGraw-Hill. 
Hofstede, G. (2001). Culture’s consequence: Comparing values, behaviors, 
institutions, and organizations across nations (Second Edition). Thousand 
Oaks, CA: Sage. 
Inglehart, R. (1997). Modernization and Postmodernization: Cultural, economic, and 
political change in 43 societies. Princeton: Princeton University Press. 
Inglehart, R. (2006). Mapping global values. Comparative Sociology, 5(2), 115-136. 
Inglehart, R. & Welzel, C. (2005). Modernization Cultural Change, and Democracy. 
New York and Cambridge: Cambridge University Press. 
Rokeach, M. (1973). The Nature of Human Values. New York: Free Press. 
Rokeach, M. (1979). The two-value model of political ideology and British politics. 
British Journal of Social and Clinical Psychology, 18, 169-172. 
Schwartz, S. (1992). Universals in the content and structure of values: Theory and 
empirical tests in 20 countries. En M. Zanna (Ed.), Advances in experimental 
social psychology (vol.25) (pp. 1-65). New York: Academic Press. 
Schwartz, S. (1994a). Beyond individualism/collectivism: New cultural dimensions of 
values. En U. Kim, H. C. Triandis, C. Kigitcibasi, S., C. Choi., & G. Yoon (Eds.), 
Individualism and Collectivism: Theory, Method, and applications (pp.85-119). 
Thousand Oaks, CA: Sage. 
Schwartz, S. (1994b). Are there universal aspects in the structure and contents of 
human values? Journal of Social Issues, 50(4),19-45. 
Schwartz, S. (2005a). Basic human values: Their content and structure across 
 
17 
countries. En A. Tamayo & J. B. Porto (Eds.), Valores e comportamento nas 
organizações [Values and behavior in organizations] pp. 21-55. Petrópolis, Brazil: 
Vozes. 
Schwartz, S. (2005b). Robustness and fruitfulness of a theory of universals in 
individual human values. En A. Tamayo & J. B. Porto (Eds.), idem pp. 56-95. 
Schwartz, S. (2006). A theory of cultural value orientations: Explication and 
applications. Comparative Sociology, 5(2-3), 137-182. 
Schwartz, S. & Barnea, M. (1995). Los valores en las orientaciones políticas. 
Aplicaciones a España, Venezuela y Méjico. Universidad Hebrea de Jerusalén. 
Psicología Política N°11, 15-40 
Schwartz, S. & Boehnke, K. (2004). Evaluating the structure of human values with 
confirmatory factor analysis. Journal of Research in Personality, 38, 230-255. 
Zubieta E., Delfino G. & Fernandez O., (2007). Dominancia social, valores y 
posicionamiento ideológico en jóvenes universitarios. Psicodebate 8. Psicología, 
cultura y Sociedad.

Otros materiales