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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-580

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Afecciones vasculares del seno cavernoso 579
cación transarterial de espirales de platino fibrado 
trombogénicos, de desprendimiento libre en cantidad 
suficiente para lograr un relleno completo del saco 
aneurismático. 48 Para realizarlo se utiliza la misma 
técnica de balón desprendible, pero en su lugar se 
progresa un microcatéter de 0,010” ó 0,016” de luz, 
para cateterizar el ostium aneurismático y, una vez 
en esa posición, se introducen a través del mismo 
espirales de platino desprendibles para colocarlos en 
el interior del saco aneurismático en forma sucesiva, 
hasta lograr la máxima oclusión posible. (Figura 54.19) 
En ambas modalidades, luego de efectuado un último 
control angiográfico, se mantiene igual protocolo de 
anticoagulación y antiagregación al explicado.
Esta modalidad fue mejorada y difundida amplia-
mente con la disponibilidad, en la década de los noven-
ta, de los espirales diseñados por Guglielmi 30, 82, que 
presentan como característica estar soldados al mandril 
y ser liberados por electrólisis a voluntad, una vez que 
su ubicación dentro del aneurisma fuera satisfactoria. 
(Figura 54.27 y 54.28) Este tipo de espirales revolu-
cionaron el tratamiento de los aneurismas cerebrales 
por sus ventajas sobre los sistemas existentes, tanto 
por su simple aplicación y maniobrabilidad, como 
por la posibilidad de ser retirados y recolocados hasta 
obtener el resultado deseado. 6 A diferencia de los 
microbalones, estos espirales tienen fácil adaptación a 
la forma aneurismática y ejercen menor traumatismo 
sobre las paredes vasculares; durante su colocación 
pueden ser mantenidos en posición, mediante la ayuda 
de un microbalón inflado transitoriamente en la arteria 
portadora a la altura del cuello aneurismático. 52, 82 
En contraposición a esto, la principal desventaja que 
presentan estos espirales es su tendencia a la com-
pactación por la fuerza del flujo sanguíneo entrante, 
a nivel del cuello aneurismático, generando su reca-
nalización parcial. Este inconveniente fue en parte 
superado con la utilización de nuevos modelos de 
espirales especiales, de configuración tridimensional, 
que al tener una memoria en forma de canasta son más 
continentes y menos deformables, y las espirales más 
suaves, por ser de menor fuerza radial, que permiten 
una oclusión más compacta. (Figura 54.29)
C. Técnica de oclusión aneurismática por 
reconstrucción de la arteria mediante la colocación 
de un stent intraarterial (Figura 54.26 c)
La introducción en patología vascular periférica y 
coronaria de los encamisados (stents) endovasculares, 
como medio de dilatar y reconstruir una arteria con 
estenosis o dañada, abrió la posibilidad de utilizar es-
tos implantes (Figura 54.30) como alternativa, primero 
en el territorio de las arterias carótidas y vertebrales 
intracraneanas 53 y luego en las restantes arterias del 
polígono de Willis. Mediante la colocación de stents 
de pequeño diámetro en el segmento arterial aneuris-
mático se lograba reproducir la pared arterial faltante, 
a nivel del cuello del aneurisma, habilitando la colo-
cación de espirales trombogénicas en el interior del 
saco, sin riesgo de migración ulterior de las mismas 
a la luz arterial. 11 (Figura 54.31)
Más recientemente se han desarrollado y aplica-
do nuevos stents de malla cerrada (Figura 54.30 b), 
que redireccionan el flujo dentro del vaso portador 
del aneurisma, disminuyendo el ingreso de sangre al 
Figura 54.26: Esquema de diferentes alternativas de 
tratamiento endovascular de AIC según Garbugino. 
27 a: Técnica de atrapamiento endovascular. b: 
Oclusión aneurismática con preservación del flujo y c: 
Reconstrucción del segmento arterial displásico con stent y 
oclusión del aneurisma con espirales.
a b c
Figura 54.27: Esquema con técnica de embolización 
selectiva del aneurisma, preservando el flujo carotídeo, 
utilizando espirales del tipo Guglielmi. a: Ingreso del 
microcatéter (flecha) al interior del aneurisma para colocar 
en el saco las espirales de platino (cabezas de flecha). b: 
oclusión completa del saco aneurismático. c: Una vez 
desprendidas se retira el microcatéter quedando preservado 
el flujo en el vaso portador.
a b c
Figura 54.28: Controles angiográficos en incidencia frente, 
durante embolización de aneurisma sacular intracavernoso 
con coils de platino. a: aneurisma sacular de boca 
continente (flecha). b: colocación del primer espiral de 
platino en el interior del saco (flecha). c: exclusión completa 
de la circulación (flecha). d: imagen no sustraída en 
incidencia frente muestra canasta de coils radioopacos en el 
interior del aneurisma embolizado (flecha).
a b c d

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