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NeuRociRugíA / Basso586 V as cu la r ocurre en los ateroescleróticos y la fragmentación de la lámina elástica interna en los aneurismas fusiformes. Con el tiempo, existiría una progresión de una etapa histológica a la siguiente: 1) la fragmentación de la lámina elástica interna va seguida de la hiperplasia intimal, constituyendo una respuesta al daño inicial; 2) cuando la íntima adquiere cierto espesor se observa neovascularización; y 3) los nuevos vasos causan he- morragias intramurales que, junto a la repetición de procesos trombo-recanalización-hemorragia, resultan en el crecimiento del aneurisma. 10 La presentación clínica es variable y puede deberse a compresión de estructuras vecinas, a hemorragia en el 20 a 40% de los casos y, con menor frecuencia, a isquemia resultante de la oclusión de arterias perfo- rantes o fenómenos embólicos distales. 9 El diagnóstico se realiza en primer lugar mediante tomografía y resonancia magnética nuclear, funda- mentales para evaluar el tamaño real del aneurisma, presencia de trombos intraluminales, existencia de efecto de masa o de lesiones isquémicas concomitantes. La angiografía digital continúa siendo el gold standard para definir este tipo de aneurismas, ya que permite realizar el estudio funcional hemodinámico del polí- gono de Willis, imprescindible para definir el tipo de tratamiento a efectuar. Asimismo, las reconstrucciones Figura 55.5 a: Resonancia magnética de cerebro T1 axial, donde se observa una imagen anular hiperintensa (flecha) que corresponde al hematoma mural (signo de la semiluna); b: angiografía digital vertebral izquierda, en oblicua anterior izquierda, que muestra un pseudoaneurisma fusiforme (flecha); c y d: control angiográfico posembolización con (d) y sin sustracción ósea (c), que muestra la presencia de espirales que ocluyen el pseudoaneurisma, juntamente con el vaso portador (flecha negra) asociado a preservación del flujo en la arteria cerebelosa postero inferior (flecha amarilla) Figura 55.6 a: Angiografía carotídea derecha en incidencia lateral y reconstrucción tridimensional, b: que muestran un pseudoaneurisma disecante (flecha azul) asociado a estenosis del vaso portador (flecha roja), con un aneurisma carótido-comunicante posterior incidental (flecha amarilla); c y d: Angiografía carotídea derecha en incidencia lateral postembolización con (c) y sin sustracción ósea (d) que muestra recuperación del calibre del vaso con el implante del stent (flecha roja), la oclusión del pseudoaneurisma con coils (flecha azul) y la oclusión del aneurisma carótido-comunicante posterior con coils (flecha amarilla) Figura 55.7 a: Resonancia magnética de cerebro en corte sagital, donde se observa imagen redondeada hiperintensa en T1 en la cisterna prepontina (flecha), compatible con aneurisma parcialmente trombosado - angiografía digital vertebral derecha (b) e izquierda (c) en incidencia frente, que muestran la dilatación aneurismática gigante (flecha) a a a b b b c c c d d bosis intraluminal y d) formación de nuevos vasos en el trombo. 10 La primera característica se ve en todos los aneurismas, siendo el inicio de la forma- ción de los aneurismas fusiformes, mientras que la aparición de las demás características histológicas está directamente relacionada con el tamaño de los aneurismas. Así, la presencia de hemorragia intramu- ral se observó en aneurismas de 28 mm o más, y los fenómenos de neoangiogénesis en los de 10 mm. La diferencia histológica más importante entre aneuris- mas ateroescleróticos y fusiformes se observa en los estadios iniciales, el depósito de lípidos en la íntima
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