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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-588

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Aneurismas no saculares 587
angiográficas tridimensionales aportan importante 
información cuando la anatomía es compleja. (Figura 
55.7 b) La angiotomografía tridimensional es un com-
plemento diagnóstico que brinda información sobre 
la composición de la pared aneurismática, presencia 
de trombos y/o calcificaciones. 19
Las opciones terapéuticas para este tipo de aneu-
rismas son variadas y su elección depende de la loca-
lización del aneurisma, su tamaño, la sintomatología 
y la funcionalidad del polígono de Willis. La oclusión 
del vaso portador es una de las técnicas más antiguas, 
ya que fue descrita por Cooper en 1809 y continúa 
vigente en la actualidad para casos muy seleccionados, 
como por ejemplo cuando un aneurisma gigante genera 
importante efecto de masa en un paciente con edad 
avanzada y/o importante tortuosidad vascular. Esta 
técnica requiere la realización previa de una prueba 
de oclusión arterial transitoria, que permita valorar 
la suficiencia vascular del polígono, tanto en el as-
pecto angiográfico –comprobando la simetría vascular 
en tiempos arteriales, capilares y fundamentalmente 
venosos– como en el clínico –mediante el examen 
neurológico minucioso durante la oclusión. En caso 
de ser positiva (tolera la oclusión) se procede a rea-
lizar el atrapamiento (oclusión o trapping) del vaso 
portador, mediante la progresión de un microbalón 
desprendible de látex, guiado por flujo que se libera 
una vez inflado, proximal a la boca aneurismática. A 
continuación se coloca un segundo balón de seguridad 
en el segmento inicial del vaso tratado. (Figura 55.8 a) 
En los casos en que la prueba de oclusión sea negativa 
(muestra insuficiencia del polígono), se deberá combi-
nar el atrapamiento vascular con la realización de un 
puente vascular o bypass. La presencia de aneurismas 
contralaterales al aneurisma en cuestión constituye 
una contraindicación relativa para la realización de 
la oclusión, dado el riesgo de aumento de tamaño y 
ruptura, al estar sometido a un mayor estrés hemodi-
námico. Existen reportes de aneurismas de hiperflujo 
que se desarrollan secundarios al atrapamiento arte-
rial, en especial en la arteria comunicante anterior. 
2 (Figura 55.8 b) La oclusión del vaso portador debe 
ser considerada con cautela en el período agudo de 
la hemorragia subaracnoidea, ya que puede exacerbar 
los eventos isquémicos secundarios al vasoespasmo.
El progreso de las técnicas endovasculares permite 
tratar aneurismas no saculares, preservando la per-
meabilidad del vaso portador. Una de las opciones, en 
casos de aneurismas que carecen de cuello continente, 
es realizar la embolización intraaneurismática con 
coils, asistida por un balón de remodelado vascular. 
Figura 55.8 a: Angiografía digital carotídea izquierda en incidencia frente, que muestra aneurisma gigante carotídeo (flecha) 
a izquierda y a derecha, incidencia lateral que muestra el balón de seguridad que ocluye el origen de la carótida interna 
(flecha); b: control angiográfico final carotídeo derecho en incidencia frente, que muestra pasaje de contraste por la arteria 
comunicante anterior (flecha negra) con opacificación satisfactoria del territorio silviano contralateral, demostrado por la 
simetría de los tiempos venosos (flechas); c: control angiográfico 9 años posembolización en incidencia anteroposterior, que 
muestra la presencia de un aneurisma de hiperflujo en la arteria comunicante anterior (flecha)
a cb
Figura 55.9 a: Angiografía carotídea derecha en incidencia 
perfil que muestra aneurisma carotídeo (flecha); b: 
imagen sin sustracción ósea que muestra el balón inflado, 
que ocluye el cuello aneurismático (flecha azul) y los 
espirales en el interior del saco (flecha negra); c: control 
angiográfico final que muestra la oclusión a nivel del cuello 
aneurismático (flechas)
a b c
Figura 55.11 a: Angiografía carotídea derecha en 
incidencia oblicua anterior derecha que muestra aneurisma 
paraclinoideo (flecha blanca); b: imagen sin sustracción 
ósea que muestra oclusión del aneurisma con coils (flecha 
negra) y el stent cerebral en el segmento portador, donde 
se observan los marcadores distales y proximales del 
mismo (flechas blancas); c: en esta incidencia se observa la 
forma en que el stent contiene los espirales, respetando la 
circunferencia del vaso
a b c

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