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NeuRociRugíA / Basso608 V as cu la r y los embarazos, de los que hemos tenido ejemplos personales. El equipo del Prof. Viale, de la Universidad de Génova, demostró en un grupo de MAVs extirpadas quirúrgicamente un alto contenido en tenascina (TN) y en fibronectina (FN), sustancias que existen en tejidos fetales y neoplásicos, siendo su expresión impredecible en tejidos normales, con excepción de los vasos del endometrio regenerado. Esto estaría en contra de la hipótesis mantenida hasta ahora de una estabilidad evolutiva de las MAVs, ya que estos hallazgos certi- fican la neoangiogénesis. La tyrosina-kinasa, gran regulador específico de los glioblastomas, se halló en gran proporción en las MAVs y en los vasos de su periferia, en contraste con su baja proporción en la vascularización normal. Este patrón de distribución de las proteínas es consistente con la hipótesis de una activación difusa de la an- giogénesis, sin relación específica con tipos de vasos individuales. Se agrega a esto que el marcador MIB-1 mostró proliferación endotelial en arteriolas, vénulas y capilares del tejido vecino a las MAVc. Los hechos actuales indican que la isoforma FN así como la TN, observadas en vasos fetales y tumorales, también se hallan en las MAVs. (Figuras 57.5 y 57.6) Resultados de la RC en las MAVS Las MAVc se resuelven positivamente con RC entre el 80 y el 90% de los casos tratados, cuando son me- nores a 30 ml. De allí en adelante, el factor volumen exclusivamente reduce su porcentaje de efectividad del tratamiento pues el incremento de riesgo de ra- dionecrosis hace peligrar su empleo. Estos resultados constituyen el análisis de la experiencia de nuestro centro en Buenos Aires asociado con múltiples centros universitarios de Francia. 17, 22 El uso de micromultiláminas, que había generado grandes expectativas por su efectividad para tumores, no fue tan efectivo para las MAVs. Este sistema, óptimo para definir lesiones, no lo es para proteger los sitios contiguos; lo observamos en el aumento al doble de las complicaciones, edema vasogénico y radionecrosis. La radiocirugía es potencialmente riesgosa; como en toda terapéutica quirúrgica, el riesgo es elemento inherente a su propiedad curativa. Por esta razón, las dosis y volúmenes sobre los que actúa pueden ser críti- cos en cualquier caso. Se suma a esto el imponderable que constituyen el individuo y su patología. (Figuras 57.7, 57.8 y 57.9) Debemos recordar que el porcentaje de decesos secundarios a sangrado es del 15% en pacientes me- nores de 40 años. Es interesante mencionar que la tasa de curación en varios grupos de MAVs es alto. Figura 57.5: Cortes histológicos que evidencian los resultados parciales posradiocirugía. a: Tejido teñido con hematoxilina-eosina observado bajo aumento 100X en microscopio que muestra trombosis y recanalización. b: Tejido teñido con hematoxilina-eosina observado bajo aumento 250X en microscopio que muestra radionecrosis Figura 57.7: Perfil angiográfico de paciente con MAV de tronco. Se observa también válvula de derivación ventricular colocada previamente. Figura 57.8: El mismo paciente, vista anteroposterior a b Figura 57.6: Cortes histológicos que evidencian los resultados parciales posradiocirugía. a: Tejido teñido con hematoxilina-eosina observado bajo aumento 250X en microscopio que muestra radionecrosis y hemorragia antigua. b: Tejido teñido con hematoxilina-eosina observado bajo aumento 250X en microscopio que muestra sector recanalizado sin fibras elásticas y sin MAV viable a b
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