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Fístulas durales arteriovenosas intracraneanas 615 diferirá con las distintas regiones geográficas, como en el resto de las enfermedades trombóticas. Edad: Existe poca información descripta en la li- teratura. La serie de Cognard y col. estaba formada por 203 adultos de 18 a 83 años (media de 53) y dos niños (2 días y 12 años). No se observó correlación entre la edad y agresividad de los síntomas. 15 Sexo: En el mismo artículo se describieron síntomas clínicos severos en el 29% de la población femenina y en el 56,5% de la masculina. La tabla de contingencia comparando género y tipo de síntomas mostró dife- rencias significativas (p =.001). También se encontra- ron diferencias significativas entre la topografía y el tipo de drenaje venoso comparando ambos géneros (p=.001 y p=.006). La población femenina representó el 85% de las FAVDs del seno cavernoso y el 58% de los casos localizados en el seno transverso. Por otro lado, sólo el 38% de las demás localizaciones fue en mujeres. El 50% de la población femenina y el 29% de la masculina presentaron drenaje venoso tipo I. Sólo en el 36% de las FDAVs intracavernosas de la población femenina presentaron reflujo venoso cortical o drenaje tipo IIb a V, observándoselo en el 57,5% de los varones y explicando esto último la razón de la mayor agresividad de los síntomas observada en los hombres con respecto a las mujeres (56,5 vs. 29%). Presentación clínica Casi todos los síntomas se relacionan con la arteria- lización del seno o la vena de drenaje de las fístulas. (Tabla 58.3) • Tinnitus pulsátil: Constituye el síntoma más fre- cuente. Aparece en forma súbita y los pacientes habitualmente recuerdan el momento de inicio de este síntoma. El zumbido es sincrónico con el pulso. La intensidad puede variar desde im- perceptible o sólo presente en la noche hasta insoportable, que dificulta todas las actividades cotidianas. Disminuye con la compresión de la carótida cervical o de la arteria occipital. Por lo general se trata de un tinittus auscultable en la zona mastoidea , aunque puede ser subjetivo y sentido sólo por el paciente. Otro síntoma asocia- do es el dolor en la región mastoidea o cefalea y vértigos. Los vértigos son hallados más a menudo en las FDAV tipos I o II de los senos transverso/ sigmoideo, sagital superior o la tórcula. Puede también observarse en las localizadas a nivel del seno cavernoso pero rara vez en otra localización. • Síntomas oftalmológicos: Se observa en aquellas FDAV que drenan a las venas oftálmicas superior/ inferior, con preponderancia en las fístulas loca- lizadas a nivel del seno cavernoso. En general se observan en mujeres ancianas sin factores desen- cadenantes. El flujo invertido a nivel de las venas oftálmicas genera varios síntomas oftalmológicos. En una serie reportada recientemente, sobre 141 pacientes con FDAVs se observó 53: quemosis (94%), exoftalmos (87%), déficit de par craneal (54%), hipertensión intracraneana (60%), diplo- pía (51%), y déficit visual (28%). 53 La trombosis parcial o espontánea de las venas de drenaje puede estar asociada a empeoramiento temporal de síntomas preexistentes. Se ha reportado una alta incidencia de cierre espontáneo de fístulas. No obstante, debe tenerse en cuenta que estas fístulas pueden presentar drenaje venoso cortical asociado a riesgo de déficit neurológico de hasta un 34% de los casos, según algunas series. 53 • Síndrome de hipertensión intracraneana (SHI): La hipertensión intracraneana ha sido descrita en forma frecuente como síntoma asociado a las FDAVs. 33, 58, 61, 66, 79, 84, 105 El 20% de los pacien- tes de la serie de Cognard y col. se presentaron con síntomas de hipertensión intracraneana. 15 En múltiples trabajos se ha postulado que el me- canismo de desarrollo de hipertensión intracra- neaa en las fístulas durales es el aumento de la presión dentro del seno dural, que resulta en una disminución en la reabsorción de LCR. 61, 100 Otro trabajo mostró que el aumento de presión en el seno sagital superior se relaciona en forma directa con el flujo dentro de la fistula: dismi- nuyendo en un paciente el flujo de la fístula por su embolización se normalizó la presión dentro del seno longitudinal superior. La reabsorción de LCR es un fenómeno pasivo que depende en forma directa de la siguiente ecuación: Reabsorción de LCR = presión de LCR- presión en el seno longitudinal superior/resistencia a la salida de LCR. De esta manera se puede concluir que el in- cremento de presión a nivel del seno longitudi- nal superior disminuye la reabsorción de LCR que incrementará la presión intracraneana. El Tabla 58.3: Síntomas y riesgos de acuerdo al drenaje venoso o al seno Drenaje venoso Síntomas y riesgos Seno sigmoideo/transverso Tinnitus pulsatil Venas oftálmicas Síntomas oculares Reflujo a seno longitudinal superior o al seno recto Hipertensión intracraneana, demencia Venas corticales Convulsiones, déficits focales, infarto venoso, hemorragias Venas perimedulares Mielopatía
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