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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-629

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NeuRociRugíA / Basso628
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el diagnóstico de esta entidad en los tiempos T1 y T2, 
observándose imágenes típicas de palomitas de maíz 
con patrones variados de intensidad, debido a produc-
tos de degradación sanguínea. En el T2 y en el gradien-
te eco se observa un anillo oscuro de hemosiderina 
periférico, secundario a sangrados previos. (Figuras 
59.3 y 59.4) Se debe realizar diagnóstico diferencial 
con gliomas de bajo grado, metástasis hemorrágicas y 
coriocarcinoma. 24 Los estudios con contraste permiten 
realizar diagnóstico de anomalía de drenaje venoso 
asociado y mostrar el refuerzo completo o salpicado 
del cavernoma. 2
La tomografía axial computada muestra, por lo 
general, una imagen con grados variables de calcifica-
ción que refuerza con la administración de contraste 
endovenoso. En los casos de presentación con déficit 
neurológico brusco, es el primer estudio diagnóstico a 
realizar con el propósito de diagnosticar la presencia 
de sangrado agudo. (Figura 59.5)
Tratamiento
La decisión terapéutica de los pacientes con diag-
nóstico de angioma cavernoso variará de acuerdo a 
diferentes características.
Los pacientes sin antecedentes de hemorragia 
presentan una muy baja probabilidad de sangrado 
(0,39 a 0,6%). 5, 21 De esta manera, en los caverno-
mas sin antecedentes de hemorragia, asintomáticos, 
la conducta recomendada es expectante, sin importar 
la localización. Se sugiere seguimiento por IRM a in-
tervalos regulares, buscando aumentos progresivos de 
la lesión o hemorragias. En estos casos deberá adver-
tirse a los pacientes contra el uso de anticoagulantes 
y en mujeres embarazadas, el aumento del riesgo de 
sangrado durante el período de gestación. No existe 
evidencia de limitar la actividad de estos pacientes 
para disminuir el riesgo de sangrado.
A menor edad del paciente, mayor beneficio te-
rapéutico de la cirugía. Las lesiones infratentoriales 
presentan mayor riesgo de sangrado que las supraten-
toriales. Por otro lado, aquellos pacientes con lesiones 
cerebrales o cerebelosas accesibles desde el punto de 
vista anatómico y sintomáticas (déficit neurológico 
progresivo, epilepsia intratable, hemorragia recurrente) 
presentan indicación de cirugía, siendo predictores 
de buena evolución aquellas que tienen localización 
mesiotemporal, tamaño menor a 1,5 cm y ausencia de 
convulsiones generalizadas; un factor de mal pronós-
tico de control de la convulsiones, es el antecedente 
de convulsiones preoperatorias de larga data. 29
Las lesiones localizadas en zonas elocuentes en 
general no se operan, a pesar de que las lesiones de 
tronco y talámica presentan mal pronóstico. De esta 
manera, la recomendación es cirugía para las lesiones 
con localización superficial en áreas no elocuentes 
y conducta expectante en los localizados en áreas 
elocuentes o profundas.
Los cavernomas de tronco localizados cerca de la 
superficie pial son tratados, en general, al presentar 
deterioro neurológico progresivo (hayan sangrado o 
no), debido a su historia natural agresiva ya descrita, 
siempre y cuando su abordaje no implique generar 
una lesión de área elocuente. 32
Figura 59.2: Imagen de Resonancia Magnética (T1) con 
imagen hipointensa rodeada de halo hiperintenso insular 
izquierdo (línea blanca). Hallazgo en paciente asintomático 
sin antecedentes de sangrado.
Figura 59.3: Imagen de Resonancia Magnética (T1) 
mostrando típica imagen de palomitas de maíz con 
intensidades variadas, paravermiana derecha.
Figura 59.4: Imagen de Resonancia Magnética (T2), que 
muestra el anillo oscuro de hemosiderina periférico 
secundario a sangrados previos.

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