Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
NeuRociRugíA / Basso628 V as cu la r el diagnóstico de esta entidad en los tiempos T1 y T2, observándose imágenes típicas de palomitas de maíz con patrones variados de intensidad, debido a produc- tos de degradación sanguínea. En el T2 y en el gradien- te eco se observa un anillo oscuro de hemosiderina periférico, secundario a sangrados previos. (Figuras 59.3 y 59.4) Se debe realizar diagnóstico diferencial con gliomas de bajo grado, metástasis hemorrágicas y coriocarcinoma. 24 Los estudios con contraste permiten realizar diagnóstico de anomalía de drenaje venoso asociado y mostrar el refuerzo completo o salpicado del cavernoma. 2 La tomografía axial computada muestra, por lo general, una imagen con grados variables de calcifica- ción que refuerza con la administración de contraste endovenoso. En los casos de presentación con déficit neurológico brusco, es el primer estudio diagnóstico a realizar con el propósito de diagnosticar la presencia de sangrado agudo. (Figura 59.5) Tratamiento La decisión terapéutica de los pacientes con diag- nóstico de angioma cavernoso variará de acuerdo a diferentes características. Los pacientes sin antecedentes de hemorragia presentan una muy baja probabilidad de sangrado (0,39 a 0,6%). 5, 21 De esta manera, en los caverno- mas sin antecedentes de hemorragia, asintomáticos, la conducta recomendada es expectante, sin importar la localización. Se sugiere seguimiento por IRM a in- tervalos regulares, buscando aumentos progresivos de la lesión o hemorragias. En estos casos deberá adver- tirse a los pacientes contra el uso de anticoagulantes y en mujeres embarazadas, el aumento del riesgo de sangrado durante el período de gestación. No existe evidencia de limitar la actividad de estos pacientes para disminuir el riesgo de sangrado. A menor edad del paciente, mayor beneficio te- rapéutico de la cirugía. Las lesiones infratentoriales presentan mayor riesgo de sangrado que las supraten- toriales. Por otro lado, aquellos pacientes con lesiones cerebrales o cerebelosas accesibles desde el punto de vista anatómico y sintomáticas (déficit neurológico progresivo, epilepsia intratable, hemorragia recurrente) presentan indicación de cirugía, siendo predictores de buena evolución aquellas que tienen localización mesiotemporal, tamaño menor a 1,5 cm y ausencia de convulsiones generalizadas; un factor de mal pronós- tico de control de la convulsiones, es el antecedente de convulsiones preoperatorias de larga data. 29 Las lesiones localizadas en zonas elocuentes en general no se operan, a pesar de que las lesiones de tronco y talámica presentan mal pronóstico. De esta manera, la recomendación es cirugía para las lesiones con localización superficial en áreas no elocuentes y conducta expectante en los localizados en áreas elocuentes o profundas. Los cavernomas de tronco localizados cerca de la superficie pial son tratados, en general, al presentar deterioro neurológico progresivo (hayan sangrado o no), debido a su historia natural agresiva ya descrita, siempre y cuando su abordaje no implique generar una lesión de área elocuente. 32 Figura 59.2: Imagen de Resonancia Magnética (T1) con imagen hipointensa rodeada de halo hiperintenso insular izquierdo (línea blanca). Hallazgo en paciente asintomático sin antecedentes de sangrado. Figura 59.3: Imagen de Resonancia Magnética (T1) mostrando típica imagen de palomitas de maíz con intensidades variadas, paravermiana derecha. Figura 59.4: Imagen de Resonancia Magnética (T2), que muestra el anillo oscuro de hemosiderina periférico secundario a sangrados previos.
Compartir