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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-987

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NeuRociRugíA / Basso986
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lizada. No obstante, algunos autores consideran que 
el examen no es confiable para estudiar las raíces C5 
y C6. 43 Posteriormente, el avance tecnológico de la 
tomografía computada fue incorporado a la mielografía 
convencional, con la realización de una tomografía 
luego de la mielografía. 20, 35, 41 La mielotomografía es 
superior a la mielografía convencional, permitiendo 
la demostración de las raicillas y también diferen-
ciar las ventrales de las dorsales. (Figura 95.2) La 
visualización de las radículas es altamente sugestiva 
de preservación radicular, pero su ausencia debe ser 
interpretada con cautela, ya que no necesariamente 
implica avulsión. Otro signo de avulsión es la for-
mación de mielomeningoceles60, 64, pero tampoco es 
patognomónico, habiéndose descrito numerosos falsos 
positivos (pesudomeningoceles con raíces normales) 
y falsos negativos (avulsión sin meningocele). 12, 35, 50 
Los grandes meningoceles, sobre todo si sobrepasan 
el borde lateral del foramen intervertebral, se asocian 
siempre a avulsión radicular. Debe tenerse en cuenta 
que, debido al trayecto oblicuo de las raíces, es difícil 
identificar su recorrido completo, desde la médula 
hasta el foramen en el corte axial, que suele ser el 
más empleado. 59 Durante el estudio deben efectuarse 
cortes coronales y oblicuos para permitir una visión 
más precisa del número y tamaño de las raíces ven-
trales y dorsales, así como de sus conexiones con la 
médula espinal. 69 Otros hallazgos significativos son: 
extravasación de medio de contraste en los compar-
timientos subdural o epidural, evidencia de edema 
medular y, en algunos casos, hallazgos compatibles 
con atrofia medular. La mielotomografía presenta 
una precisión diagnóstica de cerca del 80%6, 12, y 
su principal ventaja, comparada con la mielografía 
convencional de buena calidad, es la posibilidad de 
identificar lesiones radiculares parciales. Los incon-
venientes de ambos estudios incluyen la exposición 
a la radiación, la posibilidad de una reacción adversa 
al medio de contraste y los riesgos asociados a la 
punción lumbar. La principal limitación de ambos 
métodos es la imposibilidad de evidenciar lesiones 
distales al foramen intervertebral.
La resonancia magnética (RM) sustituyó otras 
técnicas de imagen para la evaluación de diversas 
dolencias, en especial las que afectan a la columna 
espinal. Sin embargo, en lo que respecta al estudio del 
plexo braquial, no obstante haber sido mejorada con 
diversas modificaciones introducidas al método16, 17, 
44, 48, 49, los resultados se aproximan a los obtenidos 
con la mielotomografía, aunque no los supera. Las 
ventajas de la RM son la posibilidad de una evaluación 
multiplanar, el hecho de ser un examen no invasi-
vo, y la posibilidad de visualizar el plexo braquial 
más allá de los forámenes intervertebrales. (Figura 
95.3) La RM presenta una mayor sensibilidad en la 
demostración de pequeños meningoceles traumáticos 
pero, por el otro lado, en ocasiones no se consigue 
contraste suficiente entre el espacio subaracnoideo y 
las estructuras neurales, y aparecen artefactos por la 
pulsación del LCR o el movimiento del paciente, que 
le restan precisión. 44, 59
Desde el punto de vista técnico la mielotomografía 
es un examen simple, ejecutado muchas veces por 
el propio neurocirujano, y que no requiere de gran 
demanda en equipamientos de última generación. Por 
otro lado, la RM es un examen cuya calidad es directa-
mente proporcional a la del equipamiento con la que 
se realiza y requiere de un especialista en imágenes 
de buena formación en el área para su realización e 
interpretación, lo que dificulta la difusión del método. 
La mielotomografía se encuentra bastante difundida 
como método de evaluación preoperatoria en pacientes 
con lesiones traumáticas del plexo braquial siendo, 
en muchos centros, el examen de primera elección. 
6, 12 Sin dudas, el constante avance técnico en el área 
de RM propiciará resoluciones cada vez mejores de 
la imagen, lo que la transformará en algún momento 
en el estudio de elección en esta patología.
El momento adecuado para hacer algún estudio 
por imágenes en patología del plexo braquial nunca es 
antes del primer mes desde el accidente que provocó 
la lesión, tiempo mínimo necesario para la formación 
de pseudomeningoceles y para la resolución del edema 
y la absorción de coágulos postraumáticos.
Estudios electrofisiológicos
Aunque no sustituyen a una evaluación neurológica 
cuidadosa, estos tests son útiles en la investigación y 
diagnóstico de las lesiones plexuales. La degeneración 
walleriana resulta de la aparición de despolarización 
espontánea de fibras musculares (las llamadas fibrila-
Figura 95.2: Mielotomografia en un paciente portador de 
una lesión preganglionar del plexo braquial derecho. Se 
observa una nítida visualización de las raíces ventrales y 
dorsales izquierdas, con parcial evidencia de la raíz ventral 
derecha, en el interior de un pseudomeningocele. No se 
evidencia raíz dorsal derecha.

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