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NeuRociRugíA / Basso988 N er vi os potencial evocado, de manera que una raíz dorsal interrumpida casi por completo puede parecer in- tacta al examen70; (3) no existe un punto periférico para el estímulo adecuado de la importante raíz C5 y (4) es obvio que las informaciones obtenidas son sólo respecto de las raíces posteriores. El empleo de potenciales evocados durante la exploración quirúr- gica del plexo braquial permite una estimulación más directa y proximal en el mismo nervio espinal. Si el estímulo del nervio próximo al foramen inter- vertebral no produce un PESS espinal o cortical, es probable que este nervio haya sufrido una interrup- ción preganglionar. 13 Por otro lado, dado que es necesario sólo un pequeño contingente de fibras para la obtención de una respuesta positiva, como se ha descrito más arriba, un PESS negativo es un hallaz- go de mayor importancia y utilidad clínica que una respuesta positiva. Quizá en el futuro el estudio de los potenciales evocados motores, obtenidos a través de estimulación eléctrica transcraniana intraopera- toria, será de gran importancia en la evaluación de las conexiones nerviosas entre las raíces y la médula espinal. 62 Por el momento, ese tipo de estudio aún no se utiliza con asiduidad, ya que es susceptible a interferencias eléctricas en la sala operatoria y posee un alto índice de registros falsos positivos y falsos negativos. 17, 40 El registro intraoperatorio de potenciales de ac- ción de nervio es un estudio de gran importancia en la evaluación de las lesiones en continuidad, pues esta técnica permite establecer, durante el acto quirúrgico, si existe regeneración axonal a través del área de lesión. Mediante un electrodo de estímulo posicionado proximal a la lesión y un electrodo distal a la misma es posible demostrar la propagación de un potencial de acción a lo largo del segmento de nervio que se encuentra entre los dos electrodos. 28 Para que sea posible el registro de un potencial de acción translesional es necesario que entre 3 000 y 4 000 axones funcionantes61 hayan atravesado el sitio de lesión y progresen distalmente a lo largo del nervio. En la práctica, el registro positivo del potencial de acción significa que la lesión podrá ser tratada solo mediante una neurolisis externa, sin necesidad de resección y reconstrucción mediante injerto. Por el contrario, la ausencia de potencial de acción significa una lesión neurotmética completa, sin capacidad de regeneración espontánea, que requerirá resección e injerto. La evaluación de la lesión a través del registro del potencial de acción translesional debe ser realizada sólo 3 a 4 meses luego de la lesión, para darle tiempo suficiente al crecimiento. 61 Si un potencial de acción puede transmitirse a través de un área lesionada, el paciente tiene una chance de 93% de desarrollar una función motora útil (M3) en los músculos suplidos por el elemento lesionado. 28 Lesión preganglionar versus lesión posganglionar La definición de si la lesión del plexo braquial es pre, posganglionar o mixta es de suma importancia en el planeamiento terapéutico y la determinación del pronóstico. La diferenciación entre estas lesiones debe ser realizada de inmediato después de que la evaluación clínica, los exámenes de imágenes y los estudios electrofisiológicos estén concluidos. Mientras que las lesiones posganglionares son pasibles de algún tipo de recuperación espontánea y de reconstrucción quirúrgica directa mediante injertos, las preganglio- nares no lo son, y por ello deben ser sometidas pre- cozmente al tratamiento quirúrgico, que se basa en las transferencias nerviosas. 38, 56, 60 A excepción de la inspección directa en el sitio de la lesión, que en general no es realizado, los hallazgos obtenidos en los estudios complementarios son sugestivos, pero no comprueban de manera irrefutable el diagnóstico. En la evaluación clínica, una serie de informacio- nes puede ser útil para la localización de la lesión. El dolor intenso, localizado sobre todo en el antebrazo y la mano, descrito por el paciente como una sen- sación de quemazón o compresión severas, indica algún grado de deaferentación y ha sido relaciona- do con una avulsión radicular, en cerca del 90% de los casos66, en particular de elementos inferiores del plexo. 47 En cerca de la mitad de los casos, el dolor se instala de inmediato después de la lesión y, cuando se asocia a un síndrome de Claude Bernard-Horner es altamente sugestivo de avulsión de C8 y T1. 6 La edad del paciente podría ejercer en apariencia alguna influencia en la ocurrencia de dolor luego de una lesión de plexo braquial, que resulta inexistente en las lesiones obstétricas. 3 En los pacientes con lesión traumática del plexo braquial, el síndrome de Claude Bernard-Horner con- siste en miosis, ptosis palpebral y enoftalmos ipsi- lateral a la lesión. (Figura 95.4) En general, la anhi- Figura 95.4: Síndrome de Claude Bernard-Horner a izquierda, en un paciente portador de lesión traumática preganglionar de los elementos inferiores (C8 y T1) del plexo braquial
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