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SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA CENTRO NACIONAL DE HOTELERÍA, TURISMO Y ALIMENTOS, REGIONAL DISTRITO CAPITAL DIRECTIVAS Director General: Alfonso Prada Gil Director Regional: Enrique Romero Contreras Director CNHTyA: Édgar Orlando Herrera Prieto Director SENNOVA: Emilio Eliecer Navia Zúñiga Grupo de Investigación Recetas, Fórmulas y Turismo Líder SENNOVA del CNHTyA: Bersarión Gómez Hernández Jairo Cocunubo Castellanos, PhD en Tecnología de Alimentos Ricardo Malagón Barbero, Chef Internacional Carolina Hernández Vargas, Instructora de Turismo del Centro Lucía Esperanza Carrillo, Instructora Gastronomía del Centro COMPILADORES Jairo Cocunubo Castellanos Bersarión Gómez Hernández Carolina Hernández Vargas Corrector de estilo: Martha Helena Cabrera Diseño y Diagramación: Patricio Uribe Mercado ISBN: 978-958-15-0199-1 Introducción El presente documento reúne las ponencias presentadas durante el Primer Encuentro Nacional de Gru- pos de Investigación en Alimentos y Cocina Colombiana que se cumplió los días 1 y 2 de octubre de 2015. El evento fue organizado por Centro Nacional de Hotelería, Turismo y Alimentos y el Grupo de Inves- tigación Fórmulas, Recetas y Turismo con el apoyo económico del Sistema de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación del SENA: SENNOVA. Su propósito es fortalecer la visibilidad y difusión de resultados de investigación aplicada, la innovación y el desarrollo tecnológico en esta área de la gastro- nomía y la tecnología alimentaria, tan representativas en los centros del SENA extendidos por toda la geografía nacional. Las líneas temáticas que fueron cubiertas durante el Encuentro fueron: Aportes significativos a la generación de nuevo conocimiento o a la innovación y el desarrollo tecno- lógico en la cocina; incluye desde reflexiones de carácter epistemológico hasta resultados parciales o definitivos de proyectos de investigación o IyD. Experiencias en el uso de técnicas y métodos de cocción o elaboración usando aplicaciones tecnológicas o bases conceptuales y científicas rigurosas para garantizar calidad, sabor o inocuidad en los procesos. Aplicaciones tecnológicas para el procesamiento y conservación de alimentos, incluyendo el uso de tecnologías de punta, nanotecnología hasta métodos básicos con resultados exitosos y eficiencia com- probada. Prácticas, recuperación de memoria histórica, reconocimiento de patrimonio cultural, integración de saberes y recontextualización de conocimientos para el desarrollo de la cocina colombiana, ancestral o típica. De 42 propuestas enviadas, 23 fueron seleccionadas para el Encuentro, y para su presentación confluye- ron al evento, investigadores, instructores y aprendices de los diferentes centros del SENA y de la comu- Comenzando por las cocinas tradicionales, que presentaron sus últimas recopilaciones que buscan sal- vaguardar nuestro patrimonio culinario, pasando por el desarrollo de nuevos productos promisorios aprovechando nuestra pródiga biodiversidad, hasta nuevas ideas de utilización de residuos agroindus- triales, el Encuentro logró fertilizar la motivación que necesita la comunidad investigadora del SENA y el Finalmente quisiera expresar mis agradecimientos a los organizadores, a los ponentes y a los participan- Édgar Orlando Herrera Prieto Subdirector Centro Nacional de Hotelería, Turismo y Alimentos COCINA Viajeros, recetas e identidad gastronómica: de la mezcla cultural al reconocimiento local 8 Divulgación acerca del concepto patrimonio gastronómico en Colombia 13 Sabores y saberes, una mirada a las cocinas tradicionales del Eje Cafetero, desde la Escuela de Turismo Sostenible de la Universidad Tecnológica de Pereira 19 Entre rastros y yotas se recupera la cocina tradicional del Quindío 26 Determinación de la identidad gastronómica (cocina ancestral, tradicional cotidiana, festiva y ceremonial), en el municipio de Valledupar 29 Experiencias de recuperación de cocina colombiana ancestral, tradicional y típica 34 Herencia y tradición de la riqueza gastronómica guajira 37 Rescate gastronómico de las ibias 40 Flor del Resucitado 48 Implementación de una aplicación móvil para el aprendizaje de la gastronomía de la región Caribe colombiana: Las TIC como herramienta de aprendizaje de la gastronomía del Caribe colombiano 50 Cartografía de productos de panadería, pastelería, amasijos y bollería de la sabana norte de Bogotá: una mirada desde la cultura, para la conservación de las tradiciones, su difusión y apropiación como aporte al patrimonio gastronómico de la región 55 Historia de la almojábana soachuna 61 Ingredientes del Sinú perdidos en la historia 66 ALIMENTOS Obtención de harina a partir de la piel de mango (Mangifera indica) para la elaboración de un producto cárnico escaldado tipo salchichón 72 Elaboración de una galleta tipo cracker con adición de harina de orellana (Pleurotus ostreatus), con aceptación sensorial 77 Evaluación de la estabilidad del huevo de codorniz en conserva con diferentes fuentes de sal y conservantes orgánicos 83 Desarrollo de una formulación nutricional a base de quinua, amaranto y sagú, fortalecida con antioxidantes provenientes de la mora 87 Alternativas gastronómicas para el uso y aprovechamiento de la yuca, en los municipios del departamento del Atlántico de mayor producción 94 Aprovechamiento agroindustrial de los excedentes del cultivo del plátano 100 Desarrollo de productos gastronómicos a partir de especies vegetales: uchuva, Physalis peruviana L y tuna, Opuntia ficus-indica (L.) Mill. 102 Índice 6 7 Cocina 8 1Esta ponencia es presentada al Congreso de Investigación en Etnoturismo y Turismo Activo. Este trabajo recoge algunos resultados de la investigación titulada ‘Recuperación de la cocina tradicional cundiboyacense con preparaciones y pro- ductos nativos e ingredientes originarios de la región’, financiada por el Sena del centro Nacional de Hotelería, Turismo y alimentos. Regional Distrito Capital. Este documento se adscribe al grupo de investigación: Fórmulas, Recetas y Turismo del mismo centro. 2Candidato a doctor en Ciencias Humanas del Patrimonio y la Cultura Universidad de Girona (España), magíster en Investigación social interdisciplinaria de la Universidad Distrital ‘Francisco José de Caldas’, licenciado en Ciencias Sociales, publicaciones recientes. Lo que no se narra se olvida, recuperación de la cocina tradicional en Cundinamarca y Boyacá. Editorial Sena llanofabian@hotmail.com ID 0000-0003-2181-3476. Actualmente se encuentra laborando como Investigador Servicio Nacional de Aprendizaje Sena. 3Chef Instructor certificado. Portadora de tradición e investigadora en temas relacionados con el patrimonio gastronómico. Actualmente labora como instructora Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). Viajeros, recetas e identidad gastronómica: de la mezcla cultural al reconocimiento local1 La recuperación de la cocina regional se constituye en un objeto de estudio relevante para el posicionamiento del patrimonio gastronómico nacional. Esta actividad de recuperación pasa por la vindicación de los productos de la tierra, los relatos y las discusiones locales sobre lo que es bueno para comer. A través de encuentros denominados mingas (grupos focales), se reconoce el valor tradicional del plato local y las estructuraciones sociohistóricas de su configuración. Fabián Andrés Llano2 Esperanza Carrillo Rojas3 Palabras clave: patrimonio gastronómico, identidad cultural, tradición oral, historia oral, turismo. Tema - Problema Las influencias culinarias que han estado presentes en los procesos de transculturación en nuestro país, como por ejemplo las mezclas cultu- rales y gastronómicas que supuso la colonización e independencia, así como las influencias gastronómicas de Francia, Inglaterra en los pro- cesos civilizatorios desde la segunda mitad delsiglo XIX, recogen una inmensa cantidad de técnicas, preparaciones y herencias culinarias, que fueron narradas por viajeros extranjeros y nacionales aficionados a la colección de recetas como Rufino Cuervo y por el conocido el goloso Tomás Carrasquilla. No obstante, estas anécdotas y viajes alrededor de lo gastronómico además han recibido otras influencias en el presente. Las dinámicas de la globalización económica, cultural, social y tecnológica han afectado en los últimos años la regularidad de la cultura alimentaria local, trasto- cando los estilos de vida, las costumbres y los gustos de los consumido- res. Sin lugar a dudas, la soberanía alimentaria ha sido afectada por los cambios económicos, sociales y culturales, que han entrado a influen- ciar productos nacionales de una tradicional importancia alimentaria. La importación de nuevos productos y la tendencia a la mezcla cultural y gastronómica sobre las cocinas regionales han resquebrajado mode- los conservadores de la cultura para proyectarlos en dinámicas que im- plican una relación sociedad-mundo. Desde este punto de vista, la gastronomía se posicionaría como un elemento fundamental para acceder a culturas desconocidas, convir- tiéndose en potenciador del turismo, generando, de este modo, nuevas sensaciones por medio de sabores, texturas, colores y formas que po- drían convertirse en elementos de reconocimiento al penetrar en las dinámicas locales de producción gastronómica. Justificación Estas producciones agrícolas y culturales de las diferentes regiones co- lombianas están por descubrirse. Su potencial gastronómico no solo ha estado influido por diferentes países europeos, del medio oriente y asiáticos, sino que además esconden diferentes tradiciones dispuestas a ser narradas y comunicadas al mundo. En este sentido, la cocina colom- biana con frecuencia ha estado sometida a diversos balances gastro- nómicos e históricos que han conducido a preguntas tales como: ¿qué identifica a la cocina colombiana?; ¿cuáles son los platos característicos del país?, ¿cuál es el plato nacional? Ante tales cuestionamientos, se hace indispensable pensar en una ruta que permita ir desenredando los ar- gumentos que parecen entrecruzarse para esconder una posible salida a la pregunta por la identidad gastronómica colombiana. Objetivo La siguiente ponencia pretende constituir su objeto de estudio a partir de la cultura alimentaria que se construye desde de la tradición oral y la mezcla cultural en relación a las cocinas tradicionales de los siguientes lugares del altiplano cundiboyacense: Cáqueza, Chipaque, Choachí, Ne- mocón, Ráquira, Sutamerchán, Soacha, Tenjo, Ubaque y Villa de Leyva. Esta iniciativa refleja una imperiosa necesidad por rescatar la cultura gastronómica de Colombia por medio de lo local y anima a considerar que la cocina popular sigue siendo un filón de trabajo de incalculables posibilidades. 9 Marco teórico: Tradición y autenticidad en los productos de la tierra El referente teórico para esta investigación estuvo centrado en los pro- ductos de la tierra. Esta categoría de análisis permitió discutir sobre la autenticidad del producto que utilizan las portadoras de tradición en sus preparaciones, ya que debido a la comercialización y producción industrial, estos productos de la tierra generalmente se ven expuestos a desplazamientos de venta; es decir, las producciones locales se ven desplazadas por las exportaciones, producto de una creciente globali- zación y una constante cooptación de la tradición (Bérard y Marchenay 1996). Los productos de la tierra necesitan una vigilancia conceptual frente a los conceptos de terruño e identidad y el de origen ancestral, también frente a las mismas políticas agrarias que no tiene en cuen- ta muchas veces la vocación de un territorio, porque no acuden a los personajes ocultos y populares que construyen los lugares, sino a per- sonajes representativos que por lo general legitiman las elaboraciones (Llano, 2013). Cabe advertir que los productos de la tierra concebidos, en primer lugar, como productos biológicamente necesarios y social- mente necesarios no pueden escapar a las mediciones económicas, culturales y sociales y a las diferentes oposiciones entre el campo y la ciudad, donde se consolidan contenidos simbólicos dominantes. Finalmente, la investigación entendió a los productos de la tierra ante todo como bienes culturales validados por la tradición y el relato. Es importante mencionar que además se tuvieron en cuenta los aspectos clave. Para ser considerado de la tierra, un producto debería cumplir dos condiciones fundamentales. En primer lugar, sus elementos defini- torios o parte de estos deberían explicarse y depender de determinadas condiciones [climáticas, edafológicas, etc.] del lugar donde se producen. En segundo lugar, las formas de producción y/o elaboración deberán ser propias y exclusivas de ese lugar […] al ser productos enraizados en un territorio, al resultar de la actividad de una sociedad, cocina y productos locales forman parte del patrimonio cultural, son patrimonio tangible e intangible -productos y platos, saberes y costumbres– de esa sociedad. (Espeitx, 2011, p.p.123-125) Metodología: la minga, el relato y el grupo focal Los diferentes encuentros con pobladores, portadoras de tradición e integrantes del equipo de investigación se presentaron alrededor de un grupo de discusión llamado minga, pero con las connotaciones de un Grupo Focal de Discusión (GFD). Esta técnica de la investigación social, además de ayudar a la recolección de información con un enfoque cua- litativo soportado en la observación participativa y en la entrevista de profundidad, permite la interacción, la discusion y la transformacion de la realidad. Este compromiso que se adquiere con la comunidad logra un ambiente de confianza para el diálogo y la discusión en torno a un tema particular, en esta ocasión el tema del patrimonio gastronómico de la región. En esta clasificación, jerarquización y problematización de la realidad de los productos de la tierra y las formas culturales de prepa- ración del alimento, se lograron sintetizar con la comunidad tres etapas de reconocimiento. La primera de ellas es la consolidación del conoci- miento tradicional, mediante la recuperación de las recetas y productos característicos. Es así como se plantea el problema de cómo indagar la memoria generacional, en la que se rescata el planteamiento de cómo recuerda la gente, teniendo en cuenta la diferencia de género, edades y su relación con la modernidad y el capitalismo. Lo anterior se contrastó por medio de entrevistas y corroboración de aspectos sociales y cultu- rales por medio de fuentes secundarias. En segundo lugar, se realizó un ejercicio de sistematización de las fuentes orales contrastadas con las escritas, con el fin de analizar la integración de estos productos a la cul- tura alimentaria de estos lugares para plantearse los siguientes interro- gantes relacionados con el patrimonio gastronómico: ¿es la comida una materialización de la cultura?; ¿se puede hallar una identidad reflejada en la forma en la cual la gente come, en los productos que consume y en las diferentes formas de preparar los alimentos; ¿son las comidas tradicionales vitales para la vida de la gente o las comidas tradicionales aparecen y desaparecen cuando la gente entra en contacto con un ex- traño [un extranjero]? Resultados: En términos geográficos, la altiplanicie cundiboyacense se halla encerra- da por una serie de ramales principales de la cordillera Oriental, limitan- do entre dos cuencas hidrográficas: la del río Magdalena y la del río Ori- noco. Además esta región está compuesta por tres grandes altiplanos que se conectan con otras de pequeña extensión. Estos tienen alturas que fluctúan entre los 2500 y 2760 m.s.n.m.; hacia el sur se ubica el de Bogotá, que con aproximadamente 1200 Kms. de superficie plana,es el más extenso. Desde este, remontando el río Funza se llega a la llanura del Sisga y luego a la de Chocontá. Cáqueza El conocimiento culinario caqueceño supera sus propios límites geográ- ficos y se encuentra dentro de la capital de la República. La señora Luz Estella Carrillo Rojas desde hace 14 años administra y atiende su esta- blecimiento ‘Cáqueza en Bogotá’, que es un hipervínculo en el espacio metropolitano con este municipio del oriente de Cundinamarca. Doña Luz Stella representa una memoria sensible de los platos de su familia, transmitidos por la cotidianidad. Ella tiene 57 años y desde muy peque- ña se relacionó con las mixturas criollas, sus sabores y variedades, así que las recetas suyas saltan en su lengua más que en su cerebro, tanto para compartirlas como para recrearlas, una y otra vez, siempre recor- dando a su madre: “Como mi mamá decía…, como mi mamá hacía”. La transformación de las carreteras, que antes hacían indispensable el paso por Cáqueza para llegar de Bogotá a Villavicencio o a la inversa, hizo que los comensales y viajeros disminuyeran, porque ahora acce- den por una variante de manera directa. Doña Luz Stella, que siempre ha trabajado con la comida, buscó un lugar que no solo proyectara a Cáqueza, sino que le permitiera obtener ingresos para ayudar al soste- nimiento de su familia. Ella siente nostalgia por su tierra, porque, pese a que en Bogotá su proyecto ha florecido, Cáqueza es su hogar: “Allá está mi clima, mi gente, mi ambiente”. Durante la preparación de los platos, ella evoca el tiempo pretérito de su vida, que está enlazado con las fibras de su corazón, su matriz y su estómago. El clima templado, primaveral, justifica la ropa suelta que llevan puestas las niñas que se divierten en el solar. Luz Stella se aparta del grupo y entra a la cocina. A pesar de que hay varias empleadas que se ocupan de los menesteres de la casa, doña Betty se dispone a preparar una morcilla de ahuyama. Una visita a Chipaque Chipaque se encuentra por la autopista que de Bogotá conduce a Villa- vicencio. Esta palabra Muisca significa: “bosque de nuestro padre”. Limi- 10 ta al norte con Bogotá, al sur con Une, al oriente con Ubaque y Cáqueza y al occidente con la localidad de Usme. Sus atractivos turísticos más destacados son el cerro de Bochica, la reserva de Marilandia, las aguas termales y el templo parroquial. En este municipio el olor que cautiva y que ya es famoso y buscado, por sus visitantes, es el del pan de maíz. Quienes lo han conservado son los miembros de la familia Huérfano, hoy emparentados con la familia Hayn. Su actual guardiana es doña Irma Huérfano, quien rememora las instalaciones y atmósfera de la antigua Mustafá, la tienda de pan de maíz que atendió su padre hasta cuando falleció. Hoy continua funcionando, pero son otros los dueños, aunque el pan es el mismo porque la proveedora es doña Irma. Su hijo Mario está actualmente embarcado en el proyecto comercial de fabri- car y distribuir el pan de maíz, para que no solo se venda en Chipaque. sino en todos los municipios y ciudades que se desee. Una minga gastronómica en Choachí Es de mañana, no tan temprano como las mañanas campesinas que inician con el canto del gallo, y llegamos al parque principal del pueblo, donde se ven muy pocas personas. En uno de los costados de la plaza está la biblioteca municipal. ?Buenos días sumercé, ¿cómo se está aquí? Nos saluda doña Bertha Pulido, con una mirada tranquila. Antes de des- plazarnos hasta la vereda Resguardo Sur, en el Alto del Viento, donde nos espera la señora Anais Garzón, nos sentamos a hablar invitados por los cálidos gestos de doña Bertha. Animado por las huellas del tiempo, que matizan la piel de sus manos, le pregunto por los recuerdos de las primeras veces que tomó la mazamorra que vinimos a conocer. ?En esa época la sopa se hacía para los trabajadores. Doña Florinda Coy La preparación de la longaniza que hace doña Florinda Coy es artesanal por completo, porque desde el principio hasta el final solo intervienen sus manos, su conocimiento y su intuición. En el consumo de la lon- ganiza existe una ‘comunión’ entre los rituales culturales y las activida- des cotidianas, es lo que ocurre cuando un grupo de amigos y amigas concurre a la plaza de mercado y al son de unas cervezas, comen un piquete completo donde predomina el sabor único de este embutido. El recorrido de este plato desde cuándo es una sola tripa de cerdo hasta cuando se convierte en longaniza va desde el matadero hasta la plaza de mercado y en ese periplo se llena de sabor. Los ingredientes de este embutido son difíciles de descifrar porque su sabor es una sensación completa y uniforme. Contiene perejil, pimentón, cebolla larga, ají, pi- mienta, comino en pepa y nuez moscada (tostados los dos), lima tu- rrunga o limón mandarino y tomate montuno; la técnica de picado de doña Florinda consiste en lograr pequeños pedazos. La tripa de cerdo ha sido lavada y secada como acostumbran, hace más de 250 años, sus ancestros. El sabor puede ser más memorable si se orea la longaniza muy cerca del fogón de leña, porque adquiere ese sabor ahumado, típico campesino. Toda la mezcla de ingredientes se introdu- ce en la tripa de a poco, con paciencia y a medida que parece engrosarse más que en otras partes se va adelgazando, hasta que su aspecto es homogéneo. Allí, en este acto cultural de preparación de un plato, se legitiman los procedimientos artesanales que aunque demandan más tiempo que los industriales, preservan los componentes naturales y or- gánicos de sus ingredientes y, sobre todo, le da el lugar de honor que merece quien lo prepara, porque es un oficio que no tiene pasado sino un presente continuo, inagotable, mientras se siga preparando. Ahora en Villa de Leyva “Villa de Leyva era un mar, un gran mar; hace muchos millones de años”, nos dice doña Gladis Roncancio de Romero con los ojos brillantes como si en ellos se guardara un conocimiento universal. Ella protege la tradi- ción alimentaria de los villaleyvanos, este municipio que para conocerla hay que capturar en esa profunda memoria del paladar, los vestigios de su pasado y la fuerza de su presente. Y ella sabe a qué sabe el pasado de este territorio, así como conoce el sabor de su presente. En una pared del restaurante, que antes era la sede de su restaurante El gran Bachue, hay una variedad de fósiles que son la memoria de esa mar antiguo que fue Villa de Leyva, pero esto es lo único que allí se conserva en piedra, porque la cultura está palpitante y vibra armónica entre platos y ollas. Referencias Alonso, l. (2005). Mitologías alimentarias cotidianas una relectura de Roland Barthes. Revista internacional de sociología (RIS) tercera época, 40, Universidad Autónoma de Madrid. Alonso, M. (2009). El regreso de las abejas perdidas. Los niños salvajes en los límites de la cultura. Revista de dialectología y tradiciones populares, 1, (LXIV). Doi 10.3989/rdtp.2009.021. Arango, F. (2008). El goloso Tomás Carrasquilla. Revista lasallista de investigación. 5 (1). Aristizábal, L. (1988). Las tres tazas de Santafé a Bogotá, a través del cuadro de costumbres. en: boletín cultural y bibliográfico. número16, volumen XXV. Bogotá. Augé, M. (1994). El sentido de los otros. 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Colombia: Nueva biblioteca colombiana de cultura. 11 Palabras clave: gastronomía, recetas, Colombia, Amazonia, Leticia, comunidades indígenas, fusión, liofilización, cocción al vacío, cocina molecular, innovación, transformación de materia prima, diversidad, semillas propias. Justificación El desconocimiento de la diversidad de productos para la aplicación en cocina en las regiones amazónicas, no ha permitido que la oferta de estos alimentos haga parte de la identidad gastronómica colom- biana. Sumado a esto, el aislamiento geográfico de las poblaciones de esta región incrementa los costos del transporte y hace que los sa- bores y alimentos originales no lleguen fácilmente al interior del país. Las recetas propias se han olvidado debido al poco conocimiento y uso de las semillas de origen, así como por la pérdida paulatina en la transmisión de los saberes sobre el manejo de los cultivos. Esto genera Frutos liofilizados del bosque amazónico: Patrimonio gastronómico colombiano En la región amazónica, las comunidades indígenas Huitotos, Ticuna, Cocamas y Muinane, aledañas al casco urbano de Leticia (Amazonas), están buscando maneras autóctonas de desarrollo local, que generen alternativas económicas para la región y que cuiden el patrimonio ambiental y que, además, pemitan dinámicas sociales y culturales de economía solidaria que fortalezcan el bienestar general. A partir del trabajo conjunto entre conocedores de la cocina tradicional de las culturas que habitan la Amazonía colombiana y expertos en gastronomía, se identifican los productos por su potencial en el mercado, de acuerdo con sus valores orga- nolépticos de sabor, olor y textura, así como sus propiedades nutricionales y medicinales. Combinando técnicas tradicionales de siembra, recolección de productos y extracción de materia prima, según las temporadas, se aprovechan diferentes frutos que no se alcanzan consumir. Con el proceso de liofilización, se puede utilizar este excedente de alimento, favoreciendo a las diferentes comunidades indígenas y logrando llevarlo a todo el territorio nacional y al extranjero a menores costos y en cualquier periodo de tiempo sin depender del calendario ecológico de su cosecha. El producto liofilizado permite llegar a los mercados, de manera más segura y competitiva, dado que este se conserva bajo parámetros internacionales de sanidad e inocuidad, disminuyendo su peso y volumen; en consecuencia, haciéndolo más rentable. Con ello se logra la inclusión de los frutos dentro de la oferta gastronómica colombiana. Ricardo Malagón Barbero Centro Nacional de Hotelería, Turismo y Alimentos, SENA Bogotá en los jóvenes una falta de interés y la consecuente desvaloración de la importancia de los cultivos y diversidad de las semillas, creando una nueva costumbre de consumo de alimentos externos a su cultura. En contraste con la abundancia y diversidad que brindan los bosques en estos departamentos, los productores locales se encuentran con nue- vos retos económicos para incentivar el desarrollo local debido al in- cremento de alimentos extranjeros. Por este motivo, esta investigación cobra importancia, dado que la liofilización permite que se mantengan las cualidades originales de los frutos, de tal manera que sean incluidos dentro de la oferta de la cocina colombiana. Objetivo La siguiente ponencia pretende constituir su objeto de estudio a partir del proyecto frutos liofilizados del bosque amazónico, está enfocado en desarrollar un completo inventario de las frutas, según el calendario ecológico. 12 Las riquezas del bosque deben llegar no solo a sus pobladores sino al país en general; para esto, es necesario integrar una cadena de produc- ción que incluya facilitar su acceso al consumidor a través de tecnolo- gías de transformación y conservación de alimentos, de tal manera que sea más fácil y económico su transporte. La implementación de la tecnología de liofilización como método para la preservación de las características organolépticas aporta a conservar la comida de temporada, haciéndola accesible al mercado y articulán- dola al patrimonio gastronómico nacional En la medida en que estos productos sean más utilizados y aumente su demanda, las comunidades empoderadas de su patrimonio alimenticio pueden generar un desarrollo local que permita el acceso a otros bienes y servicios. Marco teórico: Para los pueblos que viven de la tierra, las necesidades básicas son su- plidas por el entorno y los excedentes que se obtienen, entran a ser parte del intercambio entre comunidades, generando la rotación de los recursos. Las comunidades amazónicas han vivido de la tierra y del intercambio, no haciendo parte de la política monetaria, con la que ine- vitablemente se han encontrado a raíz de la occidentalización de sus costumbres. Esto genera nuevas maneras de utilizar los recursos, con base en la oferta ambiental, en el conocimiento de su entorno y del conocimiento del orden natural del calendario ecológico, manejando así recursos alimenticios como los frutos y semillas, la cacería, los peces y la base del alimento cultivado ‘la chagra’. Las mujeres desde el origen de estas culturas han sido las ecónomas de los recursos alimenticios de la naturaleza y lo han aprendido a manejar imitando y entendiendo su ciclo. Ellas son las cuidadoras de las semi- llas, que les fueron entregadas desde el principio de la agricultura y los hombres se encargan de la cacería y la pesca. Para establecer una agri- cultura amigable con el medio que la rodea, se necesita un manejo con diversidad de semillas como el monte; se busca imitar esta diversidad con una gran variedad de semillas que se pueden cultivar enriquecien- do la alimentación, tanto en nutrientes como en recetas, permitiendo una mejor recuperación del bosque y conservación de la fauna y con- servando una extensa variedad de semillas; evitando la desnutrición, el monocultivo y las plagas. La diversidad de comida refleja el conocimiento y latradición transmi- tida; en las chagras se pueden encontrar más de 60 variedades cultiva- das. No obstante, cuando en las chagras se manejan pocos cultivos, comienza un proceso de pérdida del conocimiento y como consecuen- cia ocurre la colonización de la cultura asociada a estos cultivos. Si una comunidad pierde sus semillas, se presenta una pérdida de conocimien- to y desarrollo de la cultura. El choque de estas maneras tradicionales de vida y el modelo de desarrollo que impera en el Estado significan nuevos retos de articulación entre las formas de gobernarse a sí mis- mos, el gobierno departamental, el gobierno nacional y la comunidad internacional. El proyecto apoya tanto (la construcción de la inclusión de productos del bosque) el desarrollo sostenible, como la inclusión de productos del bosque (que queremos todos para nuestras futuras ge- neraciones) en la cocina colombiana, dentro de un marco de desarrollo humano que incremente la calidad de vida. Metodología: 1. Trabajo de campo e investigación (grupos focales) por temporadas. nas y las instituciones educativas vinculadas. 2. Liofilización de los productos obtenidos en la región. 3. Experimentación con materias primas liofilizadas. 4. Producción audiovisual: guion, preproducción, producción y edición. 5. Producción de publicación: fotografía de recolección de materia pri- ma y procesos tradicionales; fotografía proceso de liofilización, fotogra- fía elaboración de recetas, edición de imagen y textos; publicación. Resultados: 1- Fortalecer la oferta gastronómica nacional aprovechando los cono- cimientos ancestrales de la cocina amazónica y su gran espectro de sa- bores y texturas. 2- Muestras de gastronomía colombiana más representativas de la ri- queza y diversidad de la cultura y territorios amazónicos. 3- Nuevas materias primas a partir de la liofilización de productos agro- forestales. 4- Beneficiar a las comunidades con el aprovechamiento de sus exce- dentes de producción y crear nuevas oportunidades de ingresos. Productos resultados de la investigación 1- Inventario de frutas del bosque amazónico, de acuerdo con el calen- dario ecológico. 2- Cartilla ilustrada de productos amazónicos y su aplicación en la co- cina (12 recetas). 3- Diez frutos liofilizados, 500 muestras. 4- Documentos audiovisuales. Referencias Van der Hammen, María Clara. (1991). El manejo del Mundo. Editorial Tropembos Colombia. Bogotá. Asociación de Autoridades Indígenas del Resguardo Ticuna, Cocama Yagua [Aticoya] (2008). Plan de vida de los pueblos Ticuna, Cocama y Yagua de Aticoya. Bogotá, D. C.: Opciones Gráficas. Goulard, Jean Pierre. 2009. Entre Mortales e Inmortales. El ser según los ticuna de la Amazonia. Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (caaap). Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos. Mahecha, Dany. 2004. La formación de masa goro “personas verdaderas”: pautas de crianza entre los Macuna del bajo Apaporis. Tesis de Maestría en Estudios Amazónicos, Universidad Nacional de Colombia, Sede Leticia. Reichel-Dolmatoff. Gerardo. 1997. Chamanes de la selva pluvial. Ensayos sobre los indios tukano del norte amazónico. Traducción Efraín Sánchez. Londres: Green Books. Santos Angarita, Abel Antonio. 2013. Percepción tikuna de Naane y Naüne: territorio y cuerpo. Tesis de maestría en Estudios Amazónicos, Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia Manual de Liofilización telstar año 1970. 13 Marco teórico Si partimos de que como afirmamos alguna vez, el patrimonio gastro- nómico es una realidad diaria e irrenunciable, siendo como es un pa- trimonio oral e inmaterial que pertenece a nuestra historia, a nuestra identidad y a nuestro modo de ser como gastro-región. ¿Necesitará eso divulgación acaso? Con seguridad, sí. Y no es descabellado pensar que a todos, tanto a los cocineros sabedores y portadores de nuestras ma- nifestaciones culturales inmateriales, como a muchos colombianos, nos resulta una tarea difícil, rescatar y poner en valor nuestras cocinas tradi- cionales y sus productos, nuestros platos regionales, nuestras técnicas, nuestras costumbres. Todo esto requiere de tiempo, de trabajo comu- nitario, de diseño de instrumentos, de registros, de interpretación de la información, de conceptualización basada en los datos recogidos y para lograrlo, el acercamiento a este objeto de estudio debe hacerse con hu- mildad, con capacidad de desaprender y un profundo respeto por el tema (que no es trivial aunque a algunos les parezca), y con la certeza de que es una construcción social y colectiva, en la que el diálogo social y el ‘trueque’ o intercambio de experiencias al interior de una cocina, (metodología clave en el desarrollo de la propuesta) entre el cocinero- investigador y los actores locales: sabedores, portadores, cocineros tra- dicionales, personas adultas mayores todas de la comunidad, favorece tanto la discusión colectiva como el análisis crítico de la situación de amenaza a la cual se halla expuesto el patrimonio gastronómico en sen- tido amplio, pero sobre todo las preparaciones, técnicas e ingredientes que, por diferentes causas, se han ido olvidando o dejando de lado. En esta línea, la divulgación está orientada a fomentar la participación en la reflexión acerca de la urgente necesidad de rescatar, poner en valor, conservar y salvaguardar nuestro patrimonio gastronómico. Tomando las manifestaciones culturales inherentes a la preparación y consumo de los alimentos, así como las fechas u ocasiones en las que se sirven o acostumbran como una de las manifestaciones del patrimonio cultural de un pueblo, se inició un acercamiento a este objeto de estu- dio. En el 2001 decidimos llamar Patrimonio Gastronómico. Para llegar a esta denominación se revisaron tres términos: alimentario, culinario y gastronómico, y después de una mirada, desde las preguntas que nos planteábamos, se escogió el último. Alimentaria es una categoría que trata de los alimentos o es referente a ellos. Primero, no era ni es nuestro interés enfocarnos solo en los alimen- tos, sino también en su origen, su valor cultural, los rituales, formas de cocción y de servicio, fechas especiales, transmisión de recetas y otros muchos aspectos, que este concepto no cobija; segundo, todos los se- res vivos se alimentan y nuestro interés no estaba en la forma cómo se alimentan los animales, ni las plantas, solo los seres humanos, así que se decidió que este no era el calificativo que denominaría al acercamiento a este tipo de patrimonio. Divulgación acerca del concepto patrimonio gastronómico en Colombia Rosahelena Macía Mejía Cocinera-docente, investigadora patrimonio gastronómico PCCC. Catedrática en la Universidad Autónoma de Manizales (Caldas), programa profesional de Artes Culinarias y Gastronomía. Culinario es la forma creativa de preparar los alimentos; es la cocina, la cocción o fermentación; son los sistemas culinarios que difieren mucho en cada cultura. Su objeto de estudio es la cocina, los alimentos, es una mirada acercana de la preparación de alimentos, utilizando produc- tos de la región; tiene relación con la cultura, con las diferentes cocinas, pero no responde a todas las respuestas que las preguntas de nuestra naciente investigación formulaban. Gastronómico es el estudio de la relación del ser humano con su alimen- tación y su medio ambiente o entorno; no tiene relación únicamente con los alimentos ni con la nutrición ni solo con la forma de cocinar, de acuerdo con la cultura. Es un concepto más amplio. La gastronomía estudia los componentes culturales tomando como eje central la co- mida y basándose en el hecho de que el hombre es el único animal que cocina y que comer es un hecho biológico; cocinar es un hecho cultural y alrededor de las cocinas, se han desarrollado formas de cultivo, de em- paque, de transporte, rituales, fechas de consumo, en fin, tantos aspec- tos que este concepto cobija y es mucho más amplio que los otros dos. Después de revisar los tres,se llegó a la conclusión de que a nuestro objeto de estudio, cuyo campo habíamos delimitado basándonos en las siguientes preguntas: El término gastronómico era el que mejor se acomodaba, pues respon- día o abarcaba los problemas con los que nos enfrentábamos y era el que nos ofrecía más amplitud en su significado. Breve reseña Este artículo busca compartir la forma cómo que se ha venido hacien- do divulgación sobre el patrimonio gastronómico colombiano y del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano (PCCC). Desde el 2002, con el convencimiento de que hay que tratar de llegar al mayor número de personas para sensibilizarlas, se ha venido vinculando a institucionales, a veces con retribución económica, a veces ad honorem, y más adelan- te, utilizando los medios gratuitos que ofrece la virtualidad. Primero se aprovechó el programa ‘Juventud y patrimonio’, del Cedic de la Univer- sidad Nacional de Colombia, sede Manizales, en el cual se desarrollaban charlas de sensibilización acerca del tema con estudiantes de 10 y 11 de colegios de la capital caldense. 14 docentes, acerca de qué era exactamente el patrimonio gastronómico (definición que no se tenía), nos vimos abocados a la construcción de una. Este fue un proceso tortuoso y difícil, que llevó más de cuatro años ajustar, de acuerdo con las respuestas, opiniones, preguntas y sugeren- cias que surgían después de cada presentación y los preconceptos ini- ciales, relacionados con las preguntas y los ejes que se trabajaban. Patrimonio gastronómico: es el valor cultural inherente y añadido por el hombre a los alimentos –su cultivo, empaque, preparación, presentación, fechas u ocasiones en los que se comen o beben, sitios, artefactos, recetas, rituales–, que responde a unas expec- tativas tácitas; forma parte de una memoria común y produce sentimientos o emociones similares con solo su mención, evoca- ción o consumo. 2004, realizada en Manizales (Caldas); en esa experiencia, se diseñó un menú basado en nuestras cocinas tradicionales del PCCC, que fue bien evaluado por los asistentes. por la Secretaría de Cultura del departamento, en el 2005, 2006. dentro del programa Taxista Amigo de la Cámara de Comercio de Ma- nizales desde el 2005 hasta el 2008. - dejar rastro. Tenía más de 18 000 visitas de todos los continentes, de acuerdo con información de los marcadores y el término más usado en diferentes buscadores de la red para llegar a ella, era: comida colombia- na; por medio de correo electrónico, se contestaban consultas. charlas sobre patrimonio gastronómico, desde el 2005 hasta el 2009. El instructor Jaime Franco, con curiosidad, asistió a una de ellas y se le entregaron el documento y la presentación titulados ‘Patrimonio gas- tronómico, una realidad diaria e irrenunciable’. Cátedra Unesco, Juventud y Patrimonio, se recibían invitaciones para orientar la charla de Patrimonio Gastronómico en diferentes espacios como semanas culturales o fiestas. Siempre se asistió con el convenci- miento de que el interés que los jóvenes demuestren acerca del tema, debe recibir una respuesta que les brinde la mayor información posible, esto entre el 2002 y el 2005. llamada ‘Sabores de antaño’, que surgió de la necesidad de compar- tir información y evidencias con los portadores o sabedores de los 17 municipios visitados; la respuesta fue la creación de la comunidad de Facebook: Patrimonio Gastronómico Colombiano, grupo que surgió paralelo a una investigación realizada desde el 2012 hasta el 2014 en los 47 municipios del paisaje cultural cafetero colombiano, de ahora en adelante PCCC y Share para publicar artículos y presentaciones sobre el tema. (Universidad Autónoma de Manizales), también en Facebook, que em- pezó como un grupo académico solo para estudiantes y terminó sien- do una comunidad de cocineros, presentándose un caso especial que ya comentaremos. Ejes centrales del trabajo de divulgación Para hacer el trabajo descrito se tomaron como punto de partida tres ejes centrales: - vestigaciones realizadas, de materializarlas en documentos de texto, en presentaciones, para ser compartidas en CD o en la red, y de un rece- tario, que se entregó en todas las bibliotecas de los colegios de Caldas. - plio, de fácil acceso y que contribuyera a entender el patrimonio gas- tronómico y su estudio no como un elemento accesorio o curioso de la experiencia humana, ni mucho menos como “cosa de mujeres”, sino como un punto nuclear que articula el entramado social y cultural. Esto asumiendo el principio de que no se puede entender la alimentación y su estudio solo como fórmulas o recetas, ni solo como nutrición o ali- mentación o culinaria, sino como lo afirma la definición, como un valor cultural presente pero también construido por el hombre. cocinas tradicionales, que son denominadas ‘comida normal’, categoría que se escucha mucho en el PCCC y que hace alusión a comida casera, de finca, para servir con amigos y la otra categoría que se encontró: ‘co- mida elegante’, que es la que se sirve en ocasiones especiales, para per- sonas menos cercanas, en las que las comidas tradicionales brillan por su ausencia y el servirlas es motivo de mofa o burla, hizo que el tercer eje fuera la recuperación de comidas amenazadas, para ponerlas en valor e influir en su posterior salvaguardia. Cuadros de las diferentes actividades realizadas y su alcance Vamos a compartir el trasegar que con este tema de la divulgación del patrimonio gastronómico, se ha seguido teniendo como sede Maniza- les, pero con desplazamientos por Caldas y los 47 municipios del PCCC, para después de una breve reseña, llegar a algunas conclusiones. Inicia- remos con los cuadros de las actividades presenciales en orden crono- lógico, desde la más antigua, hasta la más reciente y luego se reseñarán las publicaciones virtuales. Año No. de colegios No. de alumnos Entrega de CD Proyecto final 2002 15 450 x 2003 16 450 x 2004 15 450 x x Como dato interesante, el día de la charla sobre patrimonio gastronó- mico, el refrigerio era tortas y dulces propios de la región. - do parte del programa Juventud y Patrimonio del Cedic de la Cátedra Unesco, Universidad Nacional, sede Manizales. Año No. de Colegios No. de alumnos 2002 1 150 2003 3 90 2004 2 40 15 Caldas, promovidas por la Secretaría de Cultura Año Municipios Participantes Aplicación de instrumentos Entrega de memorias 2005 5 310 x x 2006 3 105 x x - tión de planes de manejo para paisajes culturales, estudio de caso Pai- saje Cultural Cafetero’, a realizarse en Manizales (Caldas- Colombia), del 23 al 27 de marzo de 2004. Año Municipio Participantes Comensales Entrega de memorias 20041 1 30 90 x Año Municipios Participantes Aplicación de instrumentos Entrega de memorias 2005 5 320 x x 2006 4 240 x x 2007 2 105 x x Servicios del SENA Regional Caldas Año Municipio Participantes Entrega de material 2004 1 20 2005 1 15 2006 1 25 x Las charlas eran solicitadas por los estudiantes y en el 2005, año que asistió el instructor Jaime Franco, se le entregó el documento de tex- to y la presentación ‘El patrimonio gastronómico, una realidad diaria e irrenunciable’. - teriales en riesgo Año Municipio Participantes Aplicación de instrumentos Recolección de recetas 2012 17 156 x x - mina Año Municipio Participantes Aplicación de instrumentos Recolección de recetas 2012 1 20 x x - gación anterior Año Municipio Distribución en bibliotecas municipales de Caldas 2012 1 x - les inmateriales en riesgo Año Municipio Participantes Aplicación de instrumentos Recolección de recetas 2013 17 170 x x 2014 30 447 x x Se incluyen cuadros de las publicaciones virtuales y su alcance: - mico.com, Año Revisiones Permanencia Palabras clave en buscadores 2005 17.500 Borrada de la red Comidas colombianas patrimoniogastronomicocolombiano?fref=ts, Año Participante Interacción semanal 2012 2364 750 promedio Están invitados como administradores,que pueden publicar y de he- cho lo hacen, los antropólogos Weildler Guerra de La Guajira y Carlos Humberto Illera Montoya, de la Universidad del Cauca, también Édgar Bolívar Rojas, quien no ha publicado hasta ahora. Inicialmente, había más invitados a publicar, pero utilizaban la página para fines diferentes a los que fue creada. presentaciones y tres documentos relacionados con el concepto de pa- trimonio gastronómico, así: - http://es.slideshare.net/rosahelena/presentacin-patrimonio-gastron- mico-461314, presentación para el programa Juventud y Patrimonio del Cedic de la Cátedra Unesco. Año Revisiones 2008 3032 - http://es.slideshare.net/rosahelena/presentacin-paisaje-cultural-cafe- tero-encuesta?related=1, presentación para Segundo Curso Taller Inter- nacional Cátedra Unesco ‘Elaboración y gestión de planes de manejo para paisajes culturales, estudio de caso Paisaje Cultural Cafetero’, a rea- lizarse en Manizales (Caldas-Colombia), del 23 al 27 de marzo de 2004. Año de publicación Revisiones 2008 3579 - http://pt.slideshare.net/rosahe1/tesis-catlica-completael-patrimonio- gastronmico-un-atractivo-turstico-en-s-mismo, proyecto de grado como administradora turística. Año de publicación Revisiones 2005 957 - http://pt.slideshare.net/cocinegrita/presentacin-tesis-el-patrimonio- gastronmico-un-atractivo-turstico-en-s-mismo?related=1, presenta- ción que apoya el documento anterior. Año de publicación Revisiones 2010 8769 - http://es.slideshare.net/rosahelena/cocinas-tradicionales-paisaje-cul- tural-cafetero, presentación utilizada en visitas a diferentes municipios de Caldas. Año de publicación Revisiones 2013 687 - http://es.slideshare.net/rosahelena/comidas-paisas, presentación pre- parada sobre las menciones de comida paisa montañera en el libro ‘Vida cotidiana, viajes y política en Antioquia y Caldas, las memorias de Justiniano Macía Vélez’, publicado por la Universidad de los Andes, para el primer encuentro de cocinas tradicionales del PCCC, realizado en septiembre de 2013 en Salamina. Año de publicación Revisiones 2013 570 16 - http://es.slideshare.net/rosahelena/premio-nacional-a-las-cocinas- tradicionales-del-ministerio-de-cultura-la-gallina-enjalmada-definitiva, segundo puesto con comida paisa montañera. Año de publicación Revisiones 2014 273 - http://es.slideshare.net/rosahelena/la-gallina-enjalmada-de-don- toms-y-doa-sofa, texto para el libro sobre el Premio Nacional de Gas- tronomía próximo a publicarse. Año de publicación Revisiones 2014 313 - http://es.slideshare.net/rosahelena/la-gallina-enjalmada-de-don- toms-y-doa-sofa, texto para el libro sobre el Premio Nacional de Gas- tronomía próximo a publicarse por el Ministerio de Cultura de la Repú- blica de Colombia. Año de publicación Revisiones 2014 313 - http://es.slideshare.net/rosahelena/comidas-paisas, ponencia presen- tada en el 3er Congreso Internacional de la Red UNITWIN de la Cátedra UNESCO ‘Cultura, turismo, desarrollo’, que está centrado en Turismo y Patrimonio Gastronómico: Paisajes Culturales, Gastroregiones y Desti- nos de Turismo Gastronómico y se celebró entre el 16 al 20 de junio de 2014 en Barcelona (Catalunya, España). Año de publicación Revisiones 2015 257 - po de Cocinas Colombianas UAM, creado en el 2015, y que es un caso especial. Se creó como apoyo a los estudiantes de Gastronomía Co- lombiana de la UAM (Universidad Autónoma de Manizales), y en este momento tiene 223 miembros, que han solicitado ser aceptados, pues es un grupo cerrado. No se hace divulgación solamente del patrimonio gastronómico colombiano, sino que se incluyen datos interesantes rela- cionados con la profesión de cocinero. Año de publicación Miembros 2015 223 NOTA: El conteo de las revisiones se efectuó el 24/09/15 a las 11:37p.m. En las direcciones http://es.slideshare.net/rosahelena, y http:// es.slideshare.net/rosahe1/tesis-catlica-completael-patrimonio-gastron- mico-un-atractivo-turstico-en-s-mismo Personas a las que se ha llegado con estas actividades de divulgación pues una misma persona puede consultar varias veces el mismo tema), treinta y ocho mil ciento cincuenta (38.150). Conclusiones - nómico en Colombia. - riencias, registros fotográficos, documentos de texto, libros difíciles de conseguir relacionados con el tema, links, invitaciones a eventos y con- gresos, convocatorias a becas y concursos, y para hacerlo se necesita una disciplina, un compromiso, pues se crea un target o grupo de segui- dores, por los que hay sentir respeto y agradecimiento, y publicar, por lo menos, una vez a la semana, para mantener el interés. - ción contando siempre con la participación de la comunidad, se debe seguir apostando por el desarrollo de la interacción al interior de las cocinas locales, como sitio privilegiado, pues son la gente, los sabedores y portadores, los depositarios de los saberes y sabores de nuestro patri- monio gastronómico. patrimonio gastronómico, la dimensión social y participativa, alejándo- nos de una concepción meramente académica; en cuanto la investiga- ción, esta no puede ser realizada solamente por la aplicación de instru- mentos. En cocina, para investigar hay que cocinar y compartir con los sabedores, en un proceso en el que tanto ellos como el investigador, aportan y comparten en un diálogo de saberes. - res, muchos de ellos están cansados de que los visiten, los adulen, reco- jan información y luego vean cómo la receta tradicional de su familia aparece adjudicada a otra persona, a veces por el investigador que los visitó o a veces falseada. En esta parte, la divulgación cumple un doble papel, de registro y referencia de manifestaciones culturales inmateria- les, que ayudaría, por ejemplo, a proteger a los cocineros tradicionales, de este tipo de apropiaciones indebidas, tan comunes en nuestro me- dio, pues con la fecha de publicación de una referencia de su saber en la página de la comunidad, anterior a la publicación del visitante que se apropia de saberes ajenos, le puede servir de prueba. permiten mejorar la calidad de vida de los lugareños, con la inserción de las cocinas tradicionales con su carácter cultural y tradicional inheren- te y con un profundo respeto al desarrollo sostenible que propenderá, además de la conservación del medio ambiente, por el respeto de las manifestaciones culturales y, las cocinas tradicionales sí que lo son, en la oferta turística del municipio. comparten intereses, que se interesan por nuestro patrimonio gastro- nómico, que siguen las publicaciones e interactúan, aportan, corrigen, inquieren, glosan, en el mejor de los sentidos participan. Esto que per- mite el crecimiento de quienes manejamos la página, así como de los lectores o visitantes. Al respecto, se interactúa más con la página de Facebook, que con los documentos de texto subidos a Slide Share o a Academia.Edu, estos son más como libros, sabemos cuántos los han revisado, pero no se recibe retroalimentación. 17 Bijao, heliconia o biao, prohibida por el decreto 3075, pero utilizada en el PCCC. Bunchosia argentea, mamey de San José, cerezo del fraile o peanut butter fruit, originaria de Colombia y Venezuela, pero olvidada y desconocida en nuestras preparaciones. Anexos 18 Referencias 1.-http://www.manizales.unal.edu.co/index.php/noticias/19-ano-2008/638-En_el_Auditorio_Principal_de_la_UN_Manizales_Catedra_UNESCO_Juventud_y_Patrimonio_2008_-_2009, consultado el 24/09/15 a las 9:20 a.m. 2.-Canclini, Néstor, Los usos sociales del patrimonio Cultural.http://observatoriocultural.udgvirtual.udg.mx/repositorio/bitstream/handle/123456789/130/Canclini-usos%20sociales.pdf?sequence=1&isAllowed=y consultado el 23/09/2015 a las 11:16p.m. 3.-Ana Victoria Cuesta, Juan José Dimuro D., Camila Gianotti García, Magdalena Muttoni, De la investigación a la construcción colectiva del patrimonio, http://ezproxybib.pucp.edu.pe/index.php/arkeos/article/view/1657, consultado el 23/09/15, 11:33p.m. 4.-María Fernanda Melgar, Danilo SilvioDonolo, Salir del aula…Aprender de otros contextos: Patrimonio http://reuredc.uca.es/index.php/tavira/article/viewFile/90/pdf_39, 5.-Programa Juventud y Patrimonio, https://www.google.com.co/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=Programa+Juventud+y+Patrimonio+tp:%2F%2Fwww.manizales.unal.edu.co%2Findex.php%2Fnoticias%2F19- ano-2008%2F638-En_el_Auditorio_Principal_de_la_UN_Manizales_Catedra_UNESCO_Juventud_y_Patrimonio_2008_-_2009, Fogón de doña Nelly Largo, una de las ‘envuelteras’ en la vereda Sipirra de Riosucio. La cocina a leña del zacatín, en Salamina, ahumado tradicional de chorizos picados y embutidos a mano. Todas las fotos fueron tomadas por Rosahelena Macía Mejía y autorizó su publicación, dando créditos. 19 Introducción “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias”: Eduardo Galeano Desde 2013, la Escuela de Turismo Sostenible de la Universidad Tecno- lógica de Pereira, en su énfasis de gastronomía, ha adelantado con sus estudiantes un proceso de identificación, documentación, valoración, difusión y apropiación social del patrimonio cultural inmaterial rela- cionado con las cocinas tradicionales del Eje Cafetero, teniendo como referente que los conocimientos y tradiciones populares asociadas a la producción, preparación y consumo cotidiano de alimentos constitu- yen uno de los pilares del patrimonio cultural inmaterial de la Nación; estas comprenden complejos conjuntos de conocimientos y prácticas culinarias que tienen raíces indígenas, ibéricas, africanas e importantes influencias, muy visibles en la región Caribe, de la culinaria árabe y de los países vecinos. (Ministerio de Cultura, 2012). En este sentido, la asignatura Práctica en Salvaguardia de la Cocina Tra- dicional se convierte en un espacio de investigación-aprendizaje para que los estudiantes de la Escuela de Turismo Sostenible del énfasis en gastronomía generen un proceso de conocimiento, reflexión y acción acerca del desarrollo histórico y normativo de las cocinas tradicionales colombianas, para que, en su ejercicio profesional, generen procesos de puesta en valor del patrimonio, reconociendo así al turismo como una estrategia para el conocimiento, divulgación y salvaguardia del patri- monio cultural inmaterial de Colombia. De esta manera, en concordancia con la Política para el Conocimiento, Salvaguardia y Fomento de las Cocinas Tradicionales de Colombia, del Ministerio de Cultura (2012), y a partir de la metodología de diálogo de saberes en la cual se fomenta un intercambio intergeneracional en- tre cocineros tradicionales y estudiantes, la asignatura motiva a estos últimos a identificar, documentar y difundir las cocinas tradicionales de su ámbito familiar o territorial. Este proceso se realiza mediante un intercambio de saberes, conocimientos y experiencias con los cocineros tradicionales, quienes son el eje central al ser los ‘portadores’ del co- nocimiento o tradición cultural asociado a las cocinas, a partir de un ‘Sabores y saberes’, una mirada a las cocinas tradicionales del Eje Cafetero, desde la Escuela de Turismo Sostenible de la Universidad Tecnológica de Pereira Juan Camilo Rivera Aranzazu1 1Administrador ambiental y magíster en comunicación educativa de la Universidad Tecnológica de Pereira. Hace parte del grupo de Investigación en Gestión en Cultura y Educación Ambiental de la misma universidad en la línea de investigación Turismo, Comunidades y Patrimonio. Actualmente, está vinculado como docente catedrático de la facultad de Ciencias Ambientales en la Escuela de Turismo Sostenible y orienta la asignatura Práctica en Salvaguardia de la Cocina Tradicional. Hace parte de la Fundación Ambiental y Cultural Wandra. Ha participado en proyectos de investigación relacionados con patrimonio cultural, educación y diálogo de saberes. Con experiencia en procesos comunitarios en Escuelas Campesinas de Agroecología en el municipio de Dosquebradas. Además, ha tenido experiencia en la producción y realización de programas radiales tales como ‘Cultivando sueños’ y ‘Sabores y saberes’. 2Debido a la dimensión de la industria turística y a los impactos que genera, nace la preocupación por encontrar un equilibrio entre el crecimiento del desarrollo turístico y la preservación del medio ambiente (Bramwell y Lane, 1993, citado por Ayuso, 2003). Según Clarke (1997) (citador por Ayuso, 2003), el concepto de turismo sostenible nace en los años 80 como oposición al turismo de masas, pues los impactos sociales y ambientales negativos experimentados en los destinos turísticos se atribuían al modelo de turismo de masas. Sin embargo, a partir de la populización del concepto de desarrollo sostenible en los 80, se cristaliza un enfoque más realista del concepto de turismo sostenible como objetivo deseable para todos los tipos de turismo existente, independiente de la escala de la actividad turística (Goodall y Stabler, 1997, citado por Ayuso, 2003). No obstante, el concepto de turismo sostenible no se ha definido en términos precisos y deja un amplio margen para todo tipo de interpretaciones. proceso de investigación en el cual se utilizan técnicas y herramientas cualitativas como entrevistas y diálogos informales que se convierten en ‘conversaciones’ con los abuelos, abuelas, tías, entre otros familiares o vecinos, cuyo propósito es generar estrategias de salvaguardia de la cocina tradicional colombiana e integrarlas a propuestas de turismo sostenible. Hasta el momento, se han identificado más de 130 recetas de tradición familiar, de las cuales se han documentado 33 recetas de las cocinas tra- dicionales del Eje Cafetero y de otros lugares del país, que hacen parte del patrimonio cultural inmaterial de la región. Así mismo, para la di- fusión de este proceso, se ha producido el programa radial ‘Sabores y saberes’, una pieza sonora que pretende convertirse en una estrategia de difusión, gestión y apropiación social del patrimonio cultural del Eje Cafetero. Marco teórico Los procesos de turismo sostenible2 deben reconocer e identificar el ambiente desde la visión ambiental compleja relación entre naturaleza- cultura, que le permite al individuo comprender las relaciones de in- terdependencia con su entorno, a partir del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política, económica y cultural. En la relación naturaleza-cultura, se incluye el patrimonio cultural, consti- tuido por los bienes y valores culturales que, como lo afirma Brugman (2011), son expresión de la identidad de las comunidades que se trans- mite de generación en generación y que es recreado constantemente en función del entorno, y se convierte en una estrategia para el fortale- cimiento de la identidad. (Morales, 2009) De acuerdo con Ley 1185 del 2008 en lo correspondiente al patrimo- nio cultural de la Nación de naturaleza inmaterial, se entiende por manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial todas las prácti- cas, usos, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y es- pacios culturales que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su identidad y memoria colectiva. Esta ley incluye la salvaguardia, protección, recuperación, conservación, sostenibilidad y divulgación del patrimonio cultural inmaterial, con el propósito de 20 que sirva de testimonio de la identidad cultural nacional, tanto en el presente como en el futuro (Ministerio de Cultura, 2012). Se trata en consecuencia, de entender las cocinas tradicionales como parte del pa- trimonio cultural inmaterial de Colombia, en especial de los territorios rurales, y como herencia y patrimonio vivo de la tradición campesina. Sin embargo, como lo mencionaba el Departamento Nacional de Pla- neación (2010), en Colombia pese a la organización del sector cultural, el Sistema Nacional de Cultura presenta deficiencias en su gestión en lo relacionado, entreotros aspectos, con las dinámicas de conocimiento, divulgación, apropiación social y conservación del patrimonio cultural material e inmaterial relevante en el proceso de conformación de las localidades con características rurales (Ministerio de Cultura, 2001). En este contexto, la región del Eje Cafetero colombiano, declarada re- cientemente Paisaje Cultural Cafetero por la UNESCO como patrimo- nio de la humanidad (2011), no es ajena a las deficiencias en materia de cultura y gestión del patrimonio cultural inmaterial en el escenario nacional. Por poner un ejemplo, en Pereira, dicho conocimiento, divul- gación, apropiación social y conservación del patrimonio cultural de los territorios rurales es relativamente escaso, como lo revela el actual Plan de Desarrollo Municipal; pese a que el 78% de la extensión territorial del municipio pertenece a esta clasificación (Alcaldía de Pereira, 2012). En este sentido, en el marco de la Política de Salvaguardia del Patrimo- nio Cultural Inmaterial existe la necesidad urgente de identificar, docu- mentar y salvaguardar los conocimientos tradicionales asociados a las comunidades campesinas en lo referente a las cocinas tradicionales que constituyen este patrimonio cultural inmaterial de la Nación. De esta manera, en el Decreto 2941 de 2010 sobre Salvaguardia del Pa- trimonio Cultural Inmaterial, se establece de manera expresa en su ar- tículo 8, que la Lista representativa de patrimonio cultural inmaterial se podrá integrar con manifestaciones incluidas en 12 ámbitos temáticos diferentes, y entre estos espacios se incluye, en el número 11, la cultura culinaria, entendiendo como tal las prácticas tradicionales de transfor- mación, conservación, manejo y consumo de alimentos. (Ministerio de Cultura, 2012). En este sentido, los conocimientos y tradiciones populares asociadas a la producción, preparación y consumo cotidiano de alimentos estable- cen uno de los pilares del patrimonio cultural inmaterial de la Nación. Las cocinas tradicionales comprenden complejos conjuntos de cono- cimientos y prácticas culinarias que tienen raíces indígenas, ibéricas, africanas e importantes influencias, muy visibles en la región Caribe, de la culinaria árabe y de los países vecinos. (Ministerio de Cultura, 2012). A partir de lo anterior, como una contribución al conocimiento y recu- peración de nuestro patrimonio cultural inmaterial y reconociendo el turismo sostenible como una estrategia para el conocimiento, divulga- ción y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de nuestro país, la asignatura Práctica en Salvaguardia de la Cocina Tradicional pretende aportar en el proceso de identificación, documentación y divulgación de las cocinas tradicionales colombianas, que están llenas de historia, sentido y de símbolos que según cada región, comunidad o grupo ét- nico generan un profundo efecto cultural de identidad y pertenencia. (Ministerio de Cultura, 2012) De esta forma, la cocina tradicional se debe entender como un hecho cultural y una tradición viva que se transmite entre generaciones con conocimientos, prácticas y tradiciones cotidianas, que se recrean cons- tantemente de manera presencial, por la experiencia y la comunicación oral. La cultura culinaria está imbricada en la memoria colectiva y, no obstante, nutrida de saberes y prácticas que vienen del pasado, que deben ser valoradas y reconocidas como referentes culturales y como un patrimonio que debe ser reconocido, transmitido y salvaguardado en beneficio de las generaciones del presente y del futuro. (Ministerio de Cultura, 2012). En Colombia, la cocina tradicional se enmarca en la Política de Salva- guardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, reglamentada en el Decreto 2941 de 2009, y es considerada como uno de los pilares del patrimonio cultural inmaterial de la Nación. A partir de lo anterior, la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura realizó en 2012 la formulación de la Política Indicativa para el Conocimiento, Salvaguardia y Fomento de la Alimentación y las Cocinas Tradicionales de Colombia (Ministerio de Cultura, 2012). Dicha Política tiene como ámbito el complejo cultural alimentario y culinario tradicional de las diferentes regiones del país, es decir, el conjunto de tradiciones, conocimientos y prácticas, así como los procesos sociales que hacen viable la pervivencia, transmisión y pro- yección de las manifestaciones alimentarias y culinarias del país en sus regiones y localidades. A partir de esta política, se asumen los referen- tes teóricos y se adecúan los referentes metodológicos para la presente investigación, puesto que tiene como finalidad, además de identificar y documentar las cocinas tradicionales del Eje Cafetero y de otras re- giones del país, generar otras estrategias de salvaguardia y puesta en valor del patrimonio a partir de su inclusión en propuestas de turismo sostenible. De esta manera, se entiende por salvaguardia de las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial las medidas encaminadas a crear condiciones para la sostenibilidad de dicho patrimonio en el tiempo, a partir de la identificación, el conocimiento, la sensibilización, la divul- gación y el respeto a la tradición (Unesco, 2003). La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- Unesco (2003) “presta especial atención a las expresiones vivas del patrimonio inmaterial que las comunidades consideran parte importante de su sen- timiento de identidad y continuidad”. Para Colombia, la salvaguardia se entiende como “las medidas encaminadas a crear condiciones para ga- rantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protec- ción, promoción, valorización, transmisión –básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos” (Ministerio de Cultura, 2007). En síntesis, este proceso de investigación toma como referentes teóri- cos las políticas colombianas relacionadas con el patrimonio cultural inmaterial y, especialmente, entiende la cocina como una práctica o “arte” que se transmite de manera tradicional, es decir, en el seno de la familia, de padres a hijos, de mayores a menores, a veces con un estilo, “sazón” o “sabor” que identifica una familia, e inclusive, a veces, como secretos de familia en torno a un plato o una vianda que da identidad a una localidad o región (Ministerio de Cultura, 2012). Especialmente, entiende que el ámbito principal de las cocinas tradicionales es el hogar y la vida doméstica, ese hogar en el cual se tejen (o se deben tejer) las relaciones e intercambios de saberes y conocimientos, historias de vida, intercambios generacionales, aprendizajes no formales, en sí, un entra- mado de relaciones sociales que forjan patrimonios vivos. 21 Materiales y métodos A partir de la premisa de que las cocinas tradicionales son un complejo de conocimientos, usos y técnicas de transformación de los alimentos, pero, ante todo, un entramado de relaciones sociales (Ministerio de Cultura, 2012), la investigación tiene como referente metodológico la investigación participativa (Rodríguez, Gil & García, 1996), con el uso de técnicas de investigación cualitativas y técnicas de investigación mixta. Así mismo, el estudio parte desde el enfoque y la estrategia metodo- lógica de diálogo de saberes que se basa en procesos participativos de construcción e intercambio de conocimientos y saberes entre los es- tudiantes y cocineros tradicionales, quienes participan durante toda la investigación y actúan como coinvestigadores del proceso durante las etapas de identificación, documentación, sistematización, transmisión y difusión. El diálogo de saberes tiene como base un proceso de autoformación para el reconocimiento delos saberes de las comunidades locales y el conocimiento científico tradicional, creando un proceso de aprendizaje social y colectivo de doble vía, retroalimentándose mutuamente para fortalecer las identidades culturales (Tapia, 2008). Por tanto, el diálogo de saberes no solo establece un espacio de sinergias y complementarie- dades entre los saberes existentes sobre el mundo actual y la realidad presente, sino que está orientado a la producción de nuevas formas de comprensión del mundo a partir del intercambio de saberes entre lo material y lo simbólico. (López & Hernández, 2009). De igual forma, el diálogo de saberes entendido “como medio para la potencialización de la diversidad y el fomento a la investigación-acción, a la combinación de diversidad de saberes, disciplinar y formas de co- nocer, al encuentro mutuo entre ciencia y diversidad, entre academia y comunidades, entre pensamiento y acción” (Colciencias, 2013) permite iniciar procesos de resignificación y reapropiación de la cultura y el pa- trimonio cultural inmaterial representado en las cocinas tradicionales en un intento por favorecer las oportunidades positivas con las que cuentan las culturas locales. (Pnud, 2004) El proceso metodológico de esta investigación se divide en tres etapas: Identificación, Documentación y Difusión, las cuales fueron diseñadas en coherencia con las estrategias de salvaguardia del patrimonio cultu- ral inmaterial incluidas en el ‘Manual para la implementación del proce- so de identificación y recomendaciones de salvaguardia de las manifes- taciones del patrimonio cultural inmaterial’, del Ministerio de Cultura e Instituto Colombiano de Antropología e Historia-ICANH (2007). Este manual es una herramienta metodológica para el conocimiento, valoración, salvaguardia y difusión del patrimonio cultural inmaterial, denominada Proceso de Identificación y Recomendaciones de Salva- guardia (PIRS). Este manual ha sido un referente para la investigación como instrumento de registro de la información, aunque el proceso metodológico ha sido ajustado y complementado con otras activida- des en el diseño de estrategias de salvaguardia. Etapa 1 Identificación de las manifestaciones culturales asociadas a la cocina tradicional. Se constituye en la etapa inicial del proceso de investigación en la cual se realizan las siguientes actividades: 1) Delimitación del territorio donde se identificarán las cocinas tradi- cionales. 2) Identificación del cocinero/cocinera tradicional. 3) Inventario participativo de las cocinas tradicionales o recetas espe- ciales familiares. 4) Selección participativa de la cocina tradicional familiar o del lugar de estudio. Para lo cual se utilizan técnicas e instrumentos de investigación tales como técnica de investigación cualitativa: observación simple e interac- tuante, instrumento: guía de diarios de campo; entrevistas a profundi- dad individuales y grupales, diálogos informales, instrumentos: guía de entrevistas a profundidad semiestructurada; talleres grupales, instru- mentos: guía de talleres. Imagen 1. Celina Flórez Vargas, cocinera tradicional de Pueblo Rico, Risaralda. Fuente: Sebastián Osorio- Estudiante de la Escuela de Turismo Sostenible de la Universidad Tecnológica de Pereira Etapa 1. Identificación de las manifestaciones culturales asociados a la cocina tradicional Etapa 2. Documentación y registro de las manifestaciones del patrimonio cultural asociadas con las cocinas tradicionales Etapa 3. Generación de estrategias comunicativas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial Imagen 2. Etapas del proceso investigativo. Fuente: el autor 22 Etapa 2 Documentación y registro de las manifestaciones del patrimonio cultural asociadas con las cocinas tradicionales. Esta etapa se encuentra relacionada con la fase de profundización en la cual se realiza una documentación y registro de la manifestación del patrimonio cultural seleccionada en la etapa uno, para lo cual se de- sarrollan las siguientes actividades: 1) Documentación participativa de los seis elementos de la cocina tradicional3; 2) Descripción del cocinero/ cocinera tradicional; 3) Revisión normativa del patrimonio cultural in- material; 4) Registro de la manifestación cultural. Desde el uso de técnicas e instrumentos de investigación como obser- vación simple e interactuante, instrumento: guía de diarios de campo; entrevistas a profundidad individuales y grupales, diálogos informales, instrumentos: guía de entrevistas a profundidad semiestructurada; re- copilación de fuentes documentales normativas, instrumentos: base de datos de fuentes secundarias y ficha de revisión documental; registros patrimoniales, instrumento: fichas patrimoniales (modificada de la fi- cha de registro para manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial del Ministerio de Cultura) Etapa 3 Generación de estrategias comunicativas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Se constituye en la etapa final del proceso, en la cual se identifican y diseñan estrategias para la puesta en valor del patrimonio cultural in- material y se realizan las siguientes actividades: 1) Identificación y docu- mentación de estrategias de difusión y salvaguardia; 2) Diseño de mate- rial divulgativo; 3) Elaboración de crónicas; 4) Elaboración de perfiles del cocinero/cocinera tradicional; 5) Inclusión de las cocinas tradicionales en planes de mejoramiento turístico; 6) Muestra gastronómica; 7) Gra- bación del programa ‘Sabores y saberes’. A partir del uso de técnicas e instrumentos de investigación como técnica de investigación cualitativa: entrevistas a profundidad indivi- duales y grupales, diálogos informales, instrumento: guía de entrevistas a profundidad semiestructurada; recopilación de fuentes documen- tales normativas, instrumentos: base de datos de fuentes secundarias y ficha de revisión documental; técnica de investigación cuantitativa: - ción, grabaciones en audio y video, fotografías; técnica de investigación mixta: comunicación educativa, instrumentos: tecnologías de la infor- Resultados El municipio de Pereira se ha caracterizado históricamente por ser un cruce de caminos, un territorio de encuentros e intercambios cul- turales, pues, tal como lo reseña el historiador Zuluaga (2013), “des- de el mismo momento en que se funda a Cartago (antigua Pereira), se convierte en el sitio de paso y de confluencia de las vías terres- tres que comunican a Popayán con Santafé de Bogotá y Santafé de An- tioquia, y paso obligado para comunicarse entre Ibagué y el Chocó”. Lo anterior evidencia una cultura influenciada por caucanos, antioqueños y otros grupos étnicos de origen indígena y afro. En la actualidad, Pereira es una ciudad “comercial” y “cosmopolita” que posibilita el in- tercambio cultural, ya que la migración de personas desde diferentes regiones del país y de otros países ha influenciado en gran medida la cultura del Eje Cafetero, incluyendo su gastronomía y cocinas tradicio- nales, donde además la pluralidad de culturas dejaron más o menos huellas (Zuluaga, 2013) y que aún se reflejan en el patrimonio culinario de esta región. Este proceso de identificación, documentación y difusión de las co- cinas tradicionales en el Eje Cafetero y otras regiones de Colombia y del mundo, que se ha realizado desde agosto de 2013, ha permitido la identificación de más de 130 recetas de tradición familiar, de las cuales los estudiantes de la Escuela de Turismo Sostenible han registrado, do- cumentado y generado estrategias de salvaguardia de 33 cocinas tradi- cionales. Imagen 3. Envueltos de maíz y queso en hojas de Cardo. Fuente: Ederson Porras - estudiante de la Escuela de Turismo Sostenible de la Universidad Tecnológica de Pereira 3Los seis elementos de la cocina tradicional están relacionados con: 1) Los conocimientos
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