Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Lesiones obstétricas del plexo braquial 1009 plexo braquial y sus vasos están ubicados en el borde inferior del músculo pectoral menor. A fin de facilitar la exposición retroclavicular, si es factible, se puede ampliar el espacio retroclavicular para explorarlo, tirando de una cinta adherida a una barra fijada a la camilla que pase debajo de la clavícula. Alternar la inspección del campo quirúrgico entre la región su- pra e infraclavicular permite disecar y reparar, según corresponda, los haces nerviosos retroclaviculares. (Figura 97.3) En su trayecto infraclavicular superior, el tronco secundario posterior tiene un curso lateral y posterior más que medial y posterior al tronco externo; dicho trayecto suele estar mal representado en los diagramas anatómicos. El nervio circunflejo pasa por el espacio cuadrilátero ubicado sobre los tendones del dorsal ancho y el redondo mayor. Resulta más fácil reconocer este nervio rotando el húmero hacia afuera. Cuando se emplean transferencias nerviosas se extraen las porciones de los nervios donantes, por lo que estos deben funcionar normalmente. Es posible identificarlos y evaluar su funcionamiento mediante estimulación eléctrica directa. El par craneal XI (nervio espinal o accesorio) está ubicado sobre la superficie medioanterior del músculo trapecio. Este nervio da origen a una rama que inerva la porción superior del músculo trapecio que es necesario mantener intacta. Se procede a disecar el nervio espinal hacia distal lo más ampliamente posible y se lo corta. Luego se pasa el muñón proximal por la fascia cervical profunda media. De este modo, casi siempre es posible realizar una coaptación directa con el nervio supraescapular. A continuación, se observan los nervios pectorales internos, que tienen un trayecto inferior a los mús- culos pectorales menor y mayor. Puesto que el nervio pectoral interno nace del tronco interno 5, su fun- cionamiento está conservado cuando hay lesión de C5-C6 ó de C5, C6 ó C7. Un paso indispensable para identificar el nervio pectoral interno es la estimula- ción nerviosa, ya que los vasos pequeños en ocasiones tienen un aspecto y trayecto muy similares. Por lo general, el nervio pectoral interno da origen a dos ramas separadas, que es necesario cortar en el sector más distal que sea posible y transferir hacia el nervio musculocutáneo, que se encuentra en un sector más externo. El corte completo o sólo parcial del nervio musculocutáneo depende de la dimensión de la región transversal de las ramas del nervio pectoral interno. En términos técnicos, siempre es posible coaptar los nervios musculocutaneo y pectoral. Para la transferencia de los nervios intercostales 49, se disecan tres nervios mediante una incisión cu- tánea ondulante desde el borde inferior del múscu- lo pectoral mayor hasta la unión costoesternal. Se seccionan lo más cerca posible del esternón a fin de obtener una longitud suficiente para llevarlos hacia la axila y efectuar una coaptación directa con el nervio musculocutaneo. Evaluación intraoperatoria de la gravedad de la lesión Se opera con anestesia general pero sin bloqueantes neuromusculares. La exposición del plexo braquial en el triángulo externo del cuello se efectúa mediante una incisión paralela a la clavícula. Según la extensión de la lesión, también se expone la porción infraclavicular del plexo. A continuación, es necesario evaluar la gravedad de la afectación de cada nervio que clíni- camente se encuentre lesionado y hacer la distinción entre los que presentan axonotmesis, neurotmesis o avulsión raquídea a partir de lo siguiente: 1. Deter- minar la continuidad nerviosa dentro del agujero de conjunción y la presencia o ausencia de filamentos raquídeos mediante mielografía con TC; 2. Confirmar la ubicación y extensión del neuroma que se haya formado; 3. Aplicar estimulación eléctrica selectiva a todos los nervios raquídeos mediante pinzas bipo- lares y un generador de pulso de 2,5 Hz aumentando la tensión (hasta un máximo de 6 voltios). Se considera avulsión de la raíz de un nervio raquídeo a la ausencia de raíces nerviosas intra y yuxtaforaminales, la visibilidad del ganglio de la raíz posterior, la ausencia de formación de un neuroma y la ausencia de contracciones musculares tras la estimulación directa. En la mayor parte de los ner- vios raquídeos, estos signos se corresponden con la ausencia de raíces en la mielografía con TC. Es preciso seccionar las raíces que hayan sufrido avul- Figura 97.2: Mielo TC. a: Estudio normal. b: Raíz avulsionada a la derecha, notar los ramilletes faltantes y el pequeño pseudomeningocele. c: Reconstrucción sagital del mismo paciente a b c
Compartir