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NeuRociRugíA / Basso1022 N er vi os Recientemente, Flores 8 publicó su experiencia en 8 casos, con la que obtuvo buenos resultados en cuanto a reanimación facial y escasa morbilidad lingual. Arai et al. 1 modifican ligeramente el procedi- miento, seccionando el nervio hipogloso en sentido longitudinal por una extensión de varios centímetros, para anastomosarlo al hipogloso evitando el uso de injerto interpuesto. (Figura 98.5 B) Esta última variante genera dudas respecto a sus resultados, ya que es sa- bido que resulta difícil que las disecciones a lo largo de los nervios preserven la indemnidad fascicular, debido a la estructura plexual característica de todo nervio periférico. Por su parte, Sawamura 25, en forma contemporánea a Atlas et al. 3, sugiere el drillado del nervio facial en el conducto de Falopio hasta el nervio del estapedio, lo que da una extensión de unos centímetros de nervio facial, que es seccionado y rotado entonces para su anastomosis con el hipogloso parcialmente seccionado (Figura 98.5 c) Sawamura 16 presenta una serie de 4 pacientes con parálisis facial de más de 2 años de evolución, en los que no se justificaba realizar una sección completa del hipogloso por las pocas posibilidades de reiner- vación, atentos al tiempo transcurrido. Los autores lograron resultados positivos en tres de los cuatro casos, sobre todo en lo que respecta a la simetría facial en el descanso. En forma independiente y simultánea, Atlas 3 presenta 3 casos de movilización intratemporal del facial con técnica similar, con recuperación funcional en todos los casos, y una sensible disminución de la paresia de la hemilengua, que fue sólo parcial. Series más grandes han sido publicadas reciente- mente, en las que se confirman los buenos resultados de esta técnica. Godefroy 10, sobre 9 casos, obtuvo excelentes resultados en 8 y buenos en uno. Algu- nos de los autores de este capítulo 17 presentaron 24 casos, donde demuestran iguales resultados que la técnica clásica en cuanto a reanimación facial, pero una consistente disminución de la morbilidad lingual asociada a la sección parcial del hipogloso. (Figuras 98.9 y 98.10) En la actualidad se está considerando indicar este procedimiento en forma primaria y dejar de lado a la anastomosis hipogloso-facial clásica con sección completa del nervio. Anastomosis transfacial (cross-facial anastomosis) La anastomosis de las ramas terminales del nervio facial funcionalmente intacto a nivel peribucal y pe- riorbitario, con las ramas equivalentes del lado pa- rético, a través de la cara y mediante el uso de un injerto extraído del nervio sural, constituye la llamada anastomosis transfacial. (Figura 98.10) Se trata de una técnica descrita a fines del siglo XIX, que generó cierto interés a mediados del siglo XX 15, 24 para caer en descrédito después. La razón de ello son sus magros resultados, sumados al riesgo inherente de lesionar el único facial sano. En apariencia, el volumen de fascículos dadores de axones a nivel de las ramas terminales no es lo suficientemente importante como para reinervar la cara paralizada. 22 Sin embargo, la idea de utilizar los impulsos fisio- lógicos faciales del lado no afectado, como mecanismo Figura 98.7: Comparación entre los resultados de la reanimación facial con las técnicas clásica (graficada en blanco) y de Sawamura (gris) medidas en la escala de House y Brackman. Obsérvese que ambas técnicas son similares en cuanto a reanimación facial. Modificado de Martins R, Socolovsky M, Siqueira M, Campero A. “Hemihypoglossal- Facial Neurorraphy after Mastoid Dissection of Facial Nerve: Results in 24 Patients and Comparison with Classical Technique”. Neurosurgery 2008; 63(2): 310-316. Figura 98.6 a: Parálisis facial periférica completa poscirugía de resección de un tumor del ángulo pontocerebeloso. b: Resultado de anastomosis hipogloso-facial mediante la técnica de Sawamura: recuperación de la movilidad activa de la hemicara. c: Preservación completa de la movilidad lingual a b c
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