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BAILEY, Brian El tabernaculo de Moises

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El
Tabernáculo
de
Moisés
Dr. Brian J. Bailey
Título original: “The Tabernacle of Moses”.
Copyright © Dr. Brian J. Bailey
octubre 1997
Libro de texto de Zion University.
Usado con permiso.
Todos los derechos reservados
Edición en español impresa en mayo 2006.
Traducción al español por :
Equipo de traducción de Guatemala.
Edición: Carla Borges, mayo 2006.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas
fueron tomadas de la versión Reina-Valera en su revisión
de 1960, © 1960 Sociedades Bíblicas Unidas.
Impreso por:
Zion Christian Publishers
P.O. Box 70
Waverly, New York 14892
EE. UU. de Norteamérica
Teléfono: (1-607) 565-2801
Fax (1-607) 565-3329
www.zionfellowship.org
ISBN 1-59665-221-7
AGRADECIMIENT OS
Al equipo de traducción de Guatemala por la traducción al
español de este libro.
Equipo Editorial: Rebecca Blodgett, Carla Borges, David
Kropf, Justin Kropf, Denise Miller.
Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas
esas personas queridas, pues sin sus muchas horas
de inestimable ayuda este libro no hubiera sido
posible. Estamos verdaderamente agradecidos por su
diligencia, creatividad y excelencia en la compilación
de este libro para la gloria de Dios.
CONTENIDO
Prefacio 7
Introducción 9
Bosquejo 13
Plano del Tabernáculo 15
PARTE I - EL ATRIO EXTERIOR 17
LA PARED DE LINO 21
LA PUERTA 29
EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO 32
LA FUENTE DE BRONCE 39
LOS CUERNOS DEL ALTAR 44
PARTE II- EL LUGAR SANTO 51
LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO 54
LA PUERTA DEL LUGAR SANTO 66
LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN 78
EL CANDELERO 87
EL ALTAR DE ORO 102
EL VELO 112
PARTE III- EL LUGAR SANTÍSIMO 115
EL ARCA DEL PACTO 118
EL PROPICIATORIO 126
Epílogo 133
7
PREFACIO
Hay dos preciosas razones por las que Dios ordenó a Moisés
que edificara el tabernáculo. La primera, para cumplir el
anhelo del corazón de un Dios santo de reestablecer con
Su pueblo la comunión que se había perdido desde que
Adán pecó. Dios anhelaba morar en medio de Su pueblo.
Él dijo a Moisés en Éxodo 25:8, “Y harán un santuario para
mí, y habitaré en medio de ellos”.
La segunda, para enseñarle a Su pueblo Sus caminos. El salmista
dice en el Salmo 77:13: “Oh Dios, santo es tu camino.”N .T. Al
estudiar el Tabernáculo de Moisés, somos instruidos en los
caminos de Dios, pues Sus caminos son revelados en el
tabernáculo. Dios quiere que conozcamos Sus caminos, tal como
Moisés los conoció, no como los hijos de Israel que solamente
vieron Sus obras poderosas (ref. Salmo 103:7).
A medida que estudiamos el Tabernáculo de Moisés con la
asistencia del bendito Espíritu Santo, se nos permite entrar a
un nuevo nivel de comunión y compañerismo con el Señor, y
se nos instruye en los caminos de Dios. Por eso es muy
importante que nosotros los creyentes estudiemos el
Tabernáculo de Moisés.
Brian J. Bailey, Ph.D.,D.D.
N.T. 1. La traducción literal de este versículo es: «Tu camino, oh Dios, está en el santuario...»
9
INTRODUCCIÓN
El Tabernáculo de Moisés es descrito en las Santas Escrituras
desde la perspectiva de Dios. En otras palabras, en la
descripción que el Señor hace del tabernáculo, Él comienza en
el Lugar Santísimo (pues es allí donde Él habita); luego continúa
describiendo el Lugar Santo y el Atrio Exterior, y finalmente la
Puerta del tabernáculo, que en realidad es la entrada.
El orden lógico, sería comenzar con la entrada en el Atrio
Exterior y luego proseguir hacia el Lugar Santísimo. Sin
embargo, Dios, al iniciar con el Lugar Santísimo, nos está
mostrando que Su deseo para nosotros es que moremos con Él
detrás del velo y que tengamos una comunión íntima con Él.
En Éxodo 25:8 Dios dijo: “Y harán un santuario para mí, y
habitaré en medio de ellos”. El tabernáculo no fue hecho
para el hombre, sino para el Señor, para satisfacer Su deseo
de tener comunión con Su pueblo.
En este libro, estudiaremos el tabernáculo desde el punto de
vista humano, comenzando con el Atrio Exterior, avanzando
hacia el Lugar Santo, hasta llegar a nuestra meta final, el
Lugar Santísimo. De esta manera en este estudio
consideraremos cómo el Tabernáculo de Moisés se relaciona
con nuestra caminata y ministerio cristiano.
El Tabernáculo de Moisés es tipo y sombra de cosas celestiales
y espirituales. Hebreos 8:5 dice de los sacerdotes del Antiguo
Testamento: “Los cuales sirven a lo que es figura y sombra
10
de las cosas celestiales”. El Tabernáculo de Moisés fue una
réplica del tabernáculo celestial (Ap. 15:5). Asimismo, el
tabernáculo reveló los caminos de Dios y Sus prpósitos
para Su pueblo. El Salmo 77:13 dice: “Oh Dios, santo es
tu camino”. N .T.
Espiritualmente, cada uno de nosotros somos llamados a
entrar detrás del velo, al Lugar Santísimo (a la presencia literal
de Dios). Este es el supremo llamamiento para todo cristiano.
Sin embargo, hay muchos pasos progresivos que debemos
tomar antes de poder entrar al Lugar Santísimo.
El Tabernáculo de Moisés puede ser comparado con los tres
grados de crecimiento y madurez espiritual de la vida
cristiana, expuestos en 1 Juan 2:12-14. Juan dice: “Os escribo
a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido
perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres,
porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a
vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os
escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al
que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes,
porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en
vosotros, y habéis vencido al maligno”.
Las tres etapas progresivas de madurez son hijitos, jóvenes y
padres. Hablando espiritualmente, el Atrio Exterior es el lugar
donde las personas nacen al Reino de Dios como niños, siendo
adoptados a la familia de Dios; allí experimentan el perdón de
pecados y la salvación. El Lugar Santo representa un nivel
N.T. 1. La traducción literal de este versículo es: «Tu camino, oh Dios, está en el santuario...»
11
más alto de madurez y es donde encontramos a los jóvenes,
que tienen la victoria sobre Satanás, que son fuertes y en quienes
mora la Palabra de Dios. Sin embargo, desde este plano
espiritual debemos avanzar hacia el Lugar Santísimo, en donde
es producido dentro de nosotros un corazón de padre y en donde
conocemos al Señor de una forma muy íntima. Es desde este
lugar que reinamos en vida por Jesucristo.
Los muebles del tabernáculo
Hay siete muebles en el Tabernáculo de Moisés. En el Atrio
Exterior estaba el Altar de bronce y la Fuente de bronce. En el
Lugar Santo estaban el Candelero, la Mesa del pan de la
proposición y el Altar del incienso. Dentro del Lugar Santísimo
estaban el Arca del pacto y el Propiciatorio o Asiento de
misericordia, el cual reposaba sobre el Arca. Era sobre el
Propiciatorio que la plenitud de la gloria de Dios residía.
Estos siete muebles son muy importantes para nuestra vida,
pues ellos hablan de las experiencias espirituales que debemos
vivir para poder conocer la plenitud de la gloria y presencia
de Dios. También, estas son experiencias a las que queremos
llevar a nuestros hijos espirituales.
El Señor Jesucristo cumplió cada aspecto del Tabernáculo
de Moisés. Esto requirió de una vida de obediencia a la
voluntad de Su Padre, culminando con Su muerte en la
cruz del Calvario. Por esto, ya que Cristo es nuestro
patrón, las experiencias espirituales del Tabernáculo
también deben cumplirse en nosotros. Sólo entonces
12
podremos guiar a otros a entrar a estas áreas de madurez.
Deseamos tener un ministerio equilibrado que produzca
hijos e hijas maduros que lleguen a ser reyes y sacerdotes
para el Señor (Ap. 5:10).
13
BOSQUEJO
I. EL ATRIO EXTERIOR
A. LA PARED DE LINO
B. LA PUERTA
C. EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO
D. LA FUENTE DE BRONCE
E. LOS CUERNOS DEL ALTAR
II. EL LUGAR SANTO
A. LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO
1. Las barras
2. El techo
a) Las cortinas de lino fino
b) Las cortinas de pelo de cabra
c) Las pieles de carnero teñidas de rojo
d) Las pieles de tejón
B. LA PUERTA DEL LUGAR SANTO1. Las cinco Columnas
a) El holocausto
b) La ofrenda de alimento
c) La ofrenda de paz
d) La ofrenda por el pecado
e) La ofrenda por la transgresión
C. LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN
D. EL CANDELERO
14
1. El Espíritu del Señor
2. El Espíritu de sabiduría
3. El Espíritu de inteligencia
4. El Espíritu de consejo
5. El Espíritu de poder
6. El Espíritu de conocimiento
7. El Espíritu del temor de Jehová
8. El aceite para el candelero
E. EL ALTAR DE ORO DEL INCIENSO
1. El incienso
a.) Estacte
b.) Uña aromática
c.) Gálbano
d.) Incienso (Olíbano)
F. EL VELO
III. EL LUGAR SANTÍSIMO
A. EL ARCA DEL PACTO
1. Las tablas de la ley
2. La urna de oro con maná
3. La vara de Aarón que reverdeció
B. EL PROPICIATORIO
(ASIENTO DE MISERICORDIA)
15
50 codos
La Puerta
(4 columnas)
El Altar 
del Holocausto
La Fuente
de bronce
El Candelero
El Altar 
del Incienso
El Arca del Pacto
NorteSur
Este
Oeste
10
0 
co
do
s
PARTE I
El Atrio Exterior
19Parte I: El Atrio Exterior
INTRODUCCIÓN
El Atrio Exterior era el área externa más grande del
tabernáculo, este era accesible a todos los israelitas, y en
términos espirituales podemos decir, que para todo creyente.
Medía 100 codos de largo, 50 de ancho y 5 codos de alto.
(De acuerdo a la mayoría de referencias, 1 codo equivale a
1 pie y 1/2 (46cm aprox.). Por lo tanto, el atrio del tabernáculo
mediría 150 pies de largo (46 m aprox) y 75 pies de ancho
(23m aprox), con cortinas de lino de una altura de 7 pies y
1/2 (2.3 m aprox.)
Estaba rodeado de paredes de lino y solamente tenía una
entrada, la puerta en el lado este. El Atrio Exterior es el lugar
en donde se experimenta la salvación y el perdón de los
pecados, y en donde los recién convertidos son traídos al
rebaño de Cristo, el Buen Pastor.
Cien nos habla de un cristiano fructífero. Como Cristo lo ilustró
en la parábola del sembrador, cuando la Palabra de Dios es
sembrada en nuestro corazón, nuestra condición de corazón
determina si el Evangelio llevará fruto al treinta, sesenta o al ciento
por uno (Mt. 13:23). Estos son los tres niveles para medir la
cantidad de fruto. Como Cristo dijo en Juan 15, podemos llevar
fruto, más fruto y mucho fruto. Nuestro máximo deseo es llegar a
ser un cristiano que dé fruto al ciento por uno, como Isaac (Gn. 26:12),
llevando mucho fruto para el Señor. Por esto, a través de las medidas
del Atrio Exterior, el Señor está mostrando que Su deseo es que
Su Pueblo sea fructífero en todas las áreas de su vida.
20 El Tabernáculo de Moisés
Los cincuenta codos de ancho representan la libertad. Cada
cincuenta años, en Israel se celebraba el año de libertad y
liberación. Leemos en Levítico 25:10: “Y santificaréis el año
cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus
moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno
a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia”. Así
mismo, nosotros entramos a la libertad porque Cristo vino a
libertarnos de las ataduras del pecado y de Satanás.
El deseo de Dios es que Su Pueblo sea
fructífer o en todas las áreas de su vida.
21Parte I: El Atrio Exterior
1
LA PARED DE LINO
Éxodo 27:9-19
Leemos en Éxodo 27:9-19 acerca de la construcción del Atrio
del tabernáculo: “Asimismo harás el atrio del tabernáculo.
Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino
torcido, de cien codos de longitud para un lado. Sus veinte
columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles
de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma
manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien
codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas
de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de
plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas
de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.
22 El Tabernáculo de Moisés
Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá
cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán
de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al
otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con
sus tres basas. Y para la puerta del atrio habrá una cortina
de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido,
de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro
basas. Todas las columnas alrededor del atrio estarán
ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de
bronce. La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura
cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de
cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de
bronce. Todos los utensilios del tabernáculo en todo su
servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio,
serán de bronce”.
Las cortinas de lino colgaban sobre 60 columnas de bronce, y servían
como “pared” o cercado del Atrio Exterior (Ex. 27:9-19, 38:9-20).
Las cortinas o pared de lino medían 5 codos de alto. El número
cinco, según la numerología bíblica, nos habla de la gracia,
pero también del juicio, como vemos en la parábola de las
diez vírgenes, cinco recibieron gracia para entrar al banquete
de las bodas, mientras que cinco quedaron fuera (Mt. 25:1-13).
Únicamente podemos entrar al tabernáculo celestial, del cual
el Tabernáculo de Moisés es un tipo, por medio de la gracia
de Dios (habilidad divina). Aquellos que son excluidos del
Reino de Dios son juzgados ( por sí mismos) indignos de
la vida eterna, pues ellos han rechazado al Hijo de Dios.
Su juicio en el infierno es definitivo e irrevocable.
23Parte I: El Atrio Exterior
Pablo dijo a los judíos de Antioquia, quienes rechazaban el
evangelio de Jesucristo: “A vosotros a la verdad era necesario
que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto
que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna,
he aquí, nos volvemos a los gentiles”. (Hch.13:46). Por lo
tanto, clamemos a Dios para que nos dé gracia para poder
entrar al tabernáculo espiritual y tener comunión con Él.
Esta cubierta de lino blanco era una clara línea que marcaba
la separación entre aquellos que estaban fuera y los que
estaban dentro del tabernáculo. Esta pared de lino es muy
importante. En la Palabra de Dios, el lino nos habla de la
justicia de Dios. Leemos en Apocalipsis 19:7-8: “Gocémonos
y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las
bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se
le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas
de los santos”. El vestido de bodas de la Esposa está hecho
de sus acciones justas y buenas obras.
Queremos estar cubiertos con la justicia del Señor y no con
la nuestra, pues nuestra justicia es como “trapo de inmundicia”
(Is. 64:6). Recuerden la advertencia del Señor en Mateo 5:20,
“...que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
Es únicamente la justicia de Dios la que nos puede dar
entrada al tabernáculo celestial y hacernos partícipes de la
vida eterna. No solamente debemos experimentar este acto
de cubrirnos a nosotros mismos, pero también debemos
presentar la justicia de Dios a otros.
24 El Tabernáculo de Moisés
Consideremos ahora nuestro
ministerio en el Atrio Exterior,
veamos cómo el apóstol Pablo
testificó a un gobernante
incrédulo, en Hechos 24:25.
Pablo razonó con Félix, acerca
de la “justicia, del dominio
propio y del juicio venidero”.
Este mensaje hizo que Félix templara. Debemos definir
claramente a los no creyentes y a los recién convertidos
lo que la justicia de Dios es y lo que no es. Ezequiel
18:5-9 enumera diecisiete actos de un hombre justo. En
contraste, Gálatas 5:19-21 enumera diecisiete obras de
la carne. Debemos advertir a las personas que si
practican cualquiere que sea de estos pecados, no podrán
entrar al reino de Dios.
“El r eino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo”. (Ro. 14:17). Uno de los primeros
mensajes que debemos exponer a las personas es la justicia
de Dios, representada por la pared de lino en el Tabernáculo
de Moisés.La justicia del Señor es el factor divisorio, les
niega a las personas el acceso o les da una plena entrada al
reino de Dios. Estemos siempre vestidos con la justicia del
Señor y tratemos que aquellos a quienes ministramos también
sean justos. Tengamos hambre y sed de justicia, pues entonces
seremos saciados (Mt. 5:6).
La justicia de Dios
es uno de los
primer os mensajes
que debemos
exponer a las
personas.
25Parte I: El Atrio Exterior
Las columnas (Ex. 27:10-15)
Leemos en Éxodo 27:10-15, referente a las 60 columnas de
bronce que sostenían la estructura del tabernáculo: “Sus veinte
columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles
de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma
manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien
codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas
de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de
plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas
de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.
Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá
cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán
de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al
otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con
sus tres basas”.
Había 20 columnas tanto en el lado norte como en el lado sur
del tabernáculo, y 10 columnas en los lados este y oeste, dando
un total de 60 columnas. El número veinte es el número de
madurez. En la cultura judía, un hombre alcanzaba la
madurez cuando tenía veinte años (ver Ex. 30:14). Y el número
diez representa el guardar la Ley. Estas 60 columnas
representan a aquellos testigos maduros y fieles que declararon
los estatutos y juicios de Dios a través de las sesenta
generaciones del período del Antiguo Testamento.
La columna siempre nos habla de fortaleza y estabilidad.
Como cristianos, queremos ser columnas en la casa de Dios.
Esta es una promesa para los vencedores: “Al que venciere,
26 El Tabernáculo de Moisés
yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá
de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre
de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende
del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Ap. 3:12).
Estas columnas eran de bronce. (Posiblemente estaban hechas
de madera de acacia recubiertas de bronce.) Con excepción
del acero, el bronce es la aleación más fuerte y dura que se
conoce, por eso resiste la corrosión por más tiempo que el
acero. Este metal simboliza los juicios y leyes invariables
de Dios. El bronce también es usado en la Biblia para tipificar
los juicios de Dios sobre el hombre a causa de su
desobediencia (ver Lv. 26:19; Dt. 28:23). Las basas de bronce
de las columnas estaban fijadas o enterradas en la arena.
Esto nos recuerda la visión que el apóstol Juan tuvo de Cristo,
mientras estuvo en la isla de Patmos. El vio los pies de Cristo,
que eran como de bronce, representando que Su caminata es
en verdad, veracidad y juicio. Así, los fundamentos del
tabernáculo fueron establecidos firmemente. Las columnas
estaban conectadas una con otra por medio de varas o
molduras (bandas) de plata. Éxodo 27:10 dice, “Sus veinte
columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles
de las columnas y sus molduras, de plata”. Estas molduras
unían todas las columnas y también les daban estabilidad y
los alineaban.
La plata en la Biblia habla de la redención. La plata era el
precio ha pagar para redimir a un esclavo (Ex. 21:32).
También, se requirió que todo hombre judío (de 20 años o
27Parte I: El Atrio Exterior
mayor) pagara un rescate por su alma con valor de medio
siclo de plata. Toda esta plata se reunió y se usó para la
edificación del tabernáculo (Ex. 30:11-16; 38:25-28). Jesús
fue traicionado por treinta piezas de plata, y por lo tanto,
vino a ser nuestro rescate y redención (Mt. 26:15; 27:3-10).
Él murió en la cruz para redimirnos y ganarnos de vuelta
para Dios. Él dijo en Mateo 20:28: “...el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos”. La redención de Cristo es lo que une a
todos los creyentes en el cuerpo de Cristo.
Los capiteles y molduras hablan de los ministerios que son
apoyo (aquellos que dan soporte a sus líderes, particularmente
a sus pastores). Este fue el ministerio de Aarón y de Hur.
Ellos dieron soporte a Moisés y lo fortalecieron. Leemos de
una ocasión en Éxodo 17:12: “Y las manos de Moisés se
cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron
debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían
sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en
sus manos firmeza hasta que se puso el sol”. Las molduras
también son similares a las coyunturas en el sentido en que
unen y conectan. En el Cuerpo de Cristo existen aquellos que
funcionan como coyunturas para acortar la brecha y ser puente
entre diferentes iglesias y denominaciones.
Las cortinas de lino del Atrio Exterior colgaban sobre cada
pilar, sujetas por ganchos de plata. Así, vemos que no se
sostenían por su propio poder. Como cristianos, nosotros no
somos preservados por nuestro propio poder, sino que somos
“guardados por el poder de Dios” (1 P. 1:5). Este hecho me
28 El Tabernáculo de Moisés
recuerda a un pastor que estaba podando la copa de sus árboles
frutales. Él le dijo al Señor: “Jamás soltaré tu mano Señor”.
El Señor respondió, “¡No, Yo jamás soltaré la tuya!” Los
padres siempre aprietan bien la mano de sus hijos cuando
van a cruzar una calle muy transitada. De la misma manera,
nuestro Padre celestial cuida de nosotros, como vemos en
Juan 10:28: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano”. Sus brazos eternos
siempre nos sostienen (Dt. 33:27).
La valla de lino estaba asegurada con cordones (o cuerdas) y clavos
(estacas de tienda de campaña). Leemos en Éxodo 35:17-18,
referente a esto: “ las cortinas del atrio, sus columnas y
sus basas, la cortina de la puerta del atrio; las estacas
del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas”.
(ver también Ex. 39:40). Las estacas estaban hechas de
bronce (Ex. 27:19), y eran similares a los clavos. Las
estacas nos hablan de estar firmemente establecidos o
fijados en el lugar que Dios nos ha designado. A
Eliaquim se le dio esta promesa en Isaías 22:23: “Y lo
hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de
honra a la casa de su padre”. (ref. Esd. 9:8).
29Parte I: El Atrio Exterior
2
LA PUERTA
Éxodo 27:16
Al lado este había una puerta también llamada “puerta del Atrio”;
estaba al lado este, y era la única entrada al tabernáculo (Éx. 27:16).
Había cuatro columnas en esta puerta. El número cuatro en
la numerología bíblica tiene la connotación de ser
universal. Hay cuatro puntos cardinales: norte, sur, este
y oeste. El término “los cuatro confines de la tierra” es usado
en la Biblia para significar toda la tierra (Is. 11:12; Ap. 7:1).
Por lo tanto, las cuatro columnas de la puerta significan
que la invitación a la salvación está abierta a todos; a
todo aquel que venga (Jn. 3:16). El Espíritu y la Esposa de
Cristo dicen al unísono: “y el que quiera, tome del agua de
30 El Tabernáculo de Moisés
la vida gratuitamente”. (Ap. 22:17). La invitación está
dirigida a todos, pero pocos responden.
La Puerta del Atrio tenía un color diferente que lo distinguía
del resto de la pared de lino blanco. El lino fino estaba
entretejido con materiales de color azul, púrpura y escarlata.
Todos estos colores tienen un significado espiritual. El lino,
como ya dijimos, habla de justicia. El azul nos habla de la
Palabra de Dios (Nm. 15:38-39) y también de los cielos, pues
los cielos son azules. El púrpura habla del ministerio de realeza
(Jue. 8:26; Lc. 16:19; Jn. 19:1-3). El escarlata habla del
ministerio sacerdotal, pues el escarlata es el color de la sangre,
hablando de los sacrificios que los sacerdotes tenían que ofrecer.
Todos estos colores revelan diferentes aspectos del Señor
Jesucristo, quien es la Puerta:
Lino - Cristo es el Justo
Azul- Cristo es el Profeta o “El Verbo de Dios”
Púrpura - Cristo es el Rey
Escarlata- Cristo es el Sumo Sacerdote quien ofreció Su
cuerpo como sacrificio por nuestros pecados.
Espiritualmente, Cristo es la Puerta. Él declaró: “Yo soy la
puerta” (Jn. 10:7-9). Jesucristo es el único camino de
salvación. Él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6). Hechos 4:12
dice: “Y en ningún otro hay salvación [sino en Jesucristo];
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos”.
31Parte I: El Atrio Exterior
Debemos aceptar Su justicia y Su expiación por nuestro
pecado. Para poder ser salvas, las personas deben creer en su
corazón y confesar con su boca que Cristo es Señor y Salvador,
(Ro. 10:9-10). Por esto, el ministerio del Atrio Exterior debe
señalar a Jesucristo como la única Puerta y el único medio de
salvación. Es solamente a través de la justicia de Cristo que
nosotros podemos entrar a Su Reino. Como dijo Cristo en
Juan 10:1, “El que no entra por la puerta en el redil de las
ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y
salteador”. El único camino de salvación es a través de
Jesucristo. Es absolutamente ridículo que aquellas falsas
religiones niegen la deidad de Jesucristo, el Hijo de Dios, y
esperen tener acceso al Padre celestial. Solamente hay
salvación a través de la fe en la sangre derramada de Cristo.
Jesús claramente dijo, “el que no nace de nuevo no puede
ver el reino de Dios”. (Jn. 3:3 RV1995).
El único camino a la salvación
es Jesucristo, la Puerta.
32 El Tabernáculo de Moisés
3
EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO
Éxodo 27:1-8
Leemos en Éxodo 27:1-8: “Harás un altar de madera de
acacia. Será cuadrado, de 5 codos de largo, de 5 codos de
ancho y de 3 codos de alto. Le harás cuernos en sus cuatro
esquinas; los cuernos serán de una misma pieza. Y lo
recubrirás de bronce. También harás sus bandejas para las
cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión, sus
tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios.
Le harás una rejilla de bronce en forma de red, y sobre la red
harás cuatro aros de bronce en sus cuatro extremos. Y la
pondrás por debajo y alrededor del borde del altar. La red
llegará hasta la mitad del altar. Harás varas para el altar,
varas de madera de acacia, y las recubrirás de bronce. Las
33Parte I: El Atrio Exterior
varas se meterán por los aros. Esas varas estarán a los dos
lados del altar cuando sea transportado. Harás el altar
hueco, hecho de tablas. De la manera que te fue mostrado
en el monte, así lo harán”.
El primer mueble dentro del tabernáculo, en el Atrio Exterior,
era el Altar del holocausto (o el Altar de bronce) donde los
sacrificios de los animales eran ofrecidos (Ex. 27:1-8; 38:1-7).
Las ofrendas que debían ponerse sobre el altar serán
estudiadas en otra sección de este libro. La palabra hebrea
para altar significa “el lugar de matanza”. La caja de madera
hecha de madera de acacia (sitim) y estaba recubierta por
dentro y por fuera con bronce, haciéndola resistente al fuego,
medía 5 codos de largo, 5 codos de ancho y 3 codos de alto.
Estas medidas, así como también el bronce, nos hablan del
juicio divino de Dios.
Sobre este altar las cinco ofrendas levíticas eran sacrificadas,
así como los sacrificios de la tarde y la mañana, y los
sacrificios para los días especiales de fiesta. Así, estos
sacrificios eran la expiación por el pecado del hombre para
librarlo de los juicios de Dios. Era en este Altar de bronce que
el derramamiento de sangre se daba y los israelitas recibían
expiación por sus pecados. Levítico 17:11 dice, “porque la
vida del cuerpo está en la sangre, la cual yo os he dado sobre
el altar para hacer expiación por vuestras personas. Porque
es la sangre la que hace expiación por la persona”.
Espiritualmente, el altar de bronce representa el sacrificio
supremo y único del Señor Jesucristo sobre la cruz, y
34 El Tabernáculo de Moisés
nuestra aceptación y perdón a través de Su sangre. Él
vino a ser nuestro Cordero pascual (1 Co. 5:7). Los israelitas
en Egipto tuvieron que apropiarse personalmente de la sangre
del cordero pascual para poder ser salvados, aplicando la
sangre a los postes de sus casas. Esto es muy importante. La
sangre de Cristo y Su sacrificio son efectivos únicamente para
nosotros, si los aplicamos a nuestra vida y recibimos a nuestro
Salvador. No es suficiente saber que Jesús es el Salvador del
mundo; debemos saber personalmente que Él murió por
nuestros pecados y creer en Él para poder ser salvos.
Los israelitas también tuvieron que comer la carne del cordero.
Espiritualmente, esto habla de meditar en la Palabra de
Dios. Jeremías dijo: “Fueron halladas tus palabras, y yo las
comí” (Jer. 15:16). Después de guiar a alguien a la salvación,
debemos instruirles inmediatamente que deben estudiar la
Palabra de Dios. Ellos deben meditar en la Palabra para ser
cristianos fuertes.
Cuando los israelitas comieron del cordero pascual, tuvieron
que comer con sus cintos ceñidos, con sandalias en sus pies
y los bastones en sus manos (Ex. 12:11). Ellos tenían que
estar listos para salir fuera de Egipto (un tipo de este mundo).
Esta es la visión que debemos poner ante los recién
convertidos y los cristianos del Atrio Exterior. Debemos
enfatizar que una vez que recibimos salvación, iniciamos un
viaje espiritual; no podemos quedarnos en donde estamos y
continuar viviendo como antes lo hacíamos en el mundo.
¡Nuestro destino es la tierra prometida!
35Parte I: El Atrio Exterior
Sin embargo, debo recalcar que muchos de los que fueron
salvos por la sangre e iniciaron su viaje, no llegaron a la tierra
prometida, ellos perecieron en el desierto a causa de la
desobediencia. Por lo tanto, la sangre de Cristo solamente
nos cubre mientras continuamos caminando en obediencia
y en la luz. 1 Juan 1:7 dice: “Pero si andamos en luz, como
él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre
de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado”. En la medida
en que caminamos en la luz, la sangre de Jesús nos cubre y
limpia de nuestro pecado. Al ministrar a aquellos que están
en el Atrio Exterior, debemos continuamente presentarles esta
importante verdad.
Hace algunos años, cuando estábamos en África occidental,
mi esposa tuvo una visión de un pastor en América, a quien
conocíamos. Él estaba de pie delante de dos caminos que
comenzaban en la luz, pero estaba confundido y no sabía
cual escoger. Mi esposa le preguntó al Señor, “Pero, ¿cómo
sabrá cuál es el camino correcto para él?” El Señor respondió,
“Te lo mostraré, llevándote por los caminos”. Ella vio que el
camino de la derecha no estaba iluminado por luz verdadera,
sino por luz artificial que se torno titilante e inestable. Esta
luz titilante gradualmente se tornó gris, luego negra y
finalmente desapareció en un hoyo del mismo infierno. Sin
embargo, el camino de luz de la izquierda se volvió más y
más brillante a medida que continuaba (Pr. 4:18), ascendiendo
hacia la cumbre del monte de Sion, en el cielo.
Después de esto le advertimos al pastor que estaba
enfrentándose a una encrucijada en su vida, en donde ambas
36 El Tabernáculo de Moisés
direcciones al principio aparentaban ser buenas, pero que
debía clamar para recibir discernimiento para saber cuál era
el verdadero camino de Dios para su vida. Aunque fue
advertido, lamentablemente este pastor tomó el camino
equivocado. Pronto cambió sus doctrinas y comenzó a enseñar
error. Se divorció de su fiel esposa y desde entonces se ha
casado varias veces. Cuán importante es que aprendamos a
caminar en la luz, para que la sangre de Cristo nos continúe
limpiando a medida que nos movemos y avanzamos con Dios.
También todos los utensilios usados en las ofrendas de los
sacrificios de animales estaban hechos de bronce. Leemos en
Éxodo 27:3: “También harás sus bandejas para las cenizas,
sus palas, sus tazones para la aspersión, sus tenedores y sus
baldes. Harás de bronce todos sus utensilios” (RVA). Cada
uno de estos cinco utensilios tenían una función específica.Las bandejas eran usadas para quitar las cenizas de los
sacrificios. Las palas se usaban para recoger las cenizas. Los
tazones eran usados para recibir la sangre de los animales.
Los tenedores eran usados para arreglar y manipular los
sacrificios. Y los baldes eran usados para llevar los
carbones. Estos vasos hablan de los diversos ministerios
en el Cuerpo de Cristo.
El apóstol Pablo explica esto en 2 Timoteo 2:20-21: “Pero en
una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de
plata, sino también de madera y de barro; y unos son para
usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se
limpia de estas cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.
37Parte I: El Atrio Exterior
Todos tenemos una función en el Cuerpo de Cristo, y
queremos ser vasos de honra, no de deshonra.
Sobre el centro del altar para fuego, estaba colocada una rejilla.
Éxodo 27:4-5 dice: “Y le harás un enrejado de bronce de
obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de
bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás dentro del cerco
del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar”.
Esta rejilla estaba hecha de barras de bronce entrecruzadas
unas con otras, y sobre estas se ponían los animales
sacrificados y eran quemados sobre el fuego de forma
ordenada. Había cuatro aros en las esquinas del Altar de
bronce que servían para cargarlo cuando, junto con la
congregación, el tabernáculo era movido durante la travesía
por el desierto. De esto extraemos una importante verdad
espiritual. Dondequiera que estemos alrededor del mundo,
continuamente debemos ofrecer al Señor nuestros cuerpos como
sacrificio vivo sobre el altar (Ro. 12:1). También debemos ofrecer
el fruto (o el becerro) de nuestros labios y cantar alabanzas a
nuestro Señor en todo tiempo y en todo lugar (Os. 14:2).
Como vemos en las instrucciones dadas a los sacerdotes, la
madera tenía que ser puesta en el altar de forma ordenada.
Con Dios, nada es fortuito. Esto se puede traducir en una
verdad espiritual. Cuando pasamos por pruebas de fuego y
se requiere que ofrezcamos nuestra vida sobre el altar como
sacrificio vivo para el Señor, necesitamos darnos cuenta que
Dios ha ordenado esa prueba en particular y a aquellos que
nos afligirán en cada circunstancia.
38 El Tabernáculo de Moisés
En nuestra vida, Dios usa a las personas como a la madera
sobre el altar, como combustible para el fuego que consume
el sacrificio. La mayoría de nuestras pruebas giran alrededor
de las personas. Dios usa a otros, incluyendo a hermanos en
Cristo, para purificarnos. Nuestras pruebas son orquestadas
por el Señor; así que, amados, animémonos.
Dios le dijo a Moisés que hiciera varas para que los israelitas
pudieran cargar el Altar de bronce cuando viajaran. “Harás
varas para el altar, varas de madera de acacia, y las recubrirás
de bronce. Las varas se meterán por los aros. Esas varas
estarán a los dos lados del altar cuando sea transportado.
Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera que te
fue mostrado en el monte, así lo harán”. (Ex. 27:6-8). Estas
varas de madera estaban recubiertas de bronce. Todos los
muebles eran portátiles, debido a que el tabernáculo iba a
ser movido de lugar en lugar. Las varas fueron removidas
cuando el Templo de Salomón fue elegido, pues ese fue el
lugar final de reposo.
En conclusión, recordemos que cuando los israelitas de antaño
pasaban a través de la Puerta del tabernáculo, inmediatamente
eran confrontados con el Altar de bronce y con las ofrendas y
sacrificios. Esto era para recordarles que su entrada a la
presencia de Dios y el ser aceptados por Dios podía ser
únicamente a través de sacrificios de sangre. Espiritualmente,
esto habla de Cristo, el Cordero de Dios, como el sacrificio
sobre la cruz por nosotros. Es por Su sangre derramada sobre
la cruz del Calvario que nosotros tenemos acceso al Padre y
podemos entrar al Reino de Dios (Ef. 2:18).
39Parte I: El Atrio Exterior
4
LA FUENTE DE BRONCE
Éxodo 30:17-21
La Fuente de bronce, hecha de los espejos de las
mujeres judías, es el siguiente mueble en el tabernáculo
(Ex. 30:17-21, 38:8, 40:7). Se encontraba entre el Altar
del holocausto y el Lugar Santo. No había medidas para este
mueble. El propósito de la fuente de bronce era para que los
sacerdotes se lavaran y limpiaran.
Esta fuente o lavamanos tiene una doble aplicación espiritual
para nuestra vida. Primero, habla de ser lavados con el agua
de la Palabra de Dios. Pablo dijo en Efesios 5:26: “a fin de
santificarla [la Iglesia], habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra”. Así como el sacerdote
40 El Tabernáculo de Moisés
no podía entrar al Lugar Santo a menos que hubiera sido
limpiado por el agua de la fuente, así espiritualmente
nosotros tampoco podemos entrar al Lugar Santo y
acercarnos a Dios, a menos que seamos lavados y limpiados
con Su Palabra; así es de serio.
Cuando Cristo estaba lavando los pies a los discípulos,
después de la última cena, y Pedro le dijo que Él jamás le
lavaría los pies, el Señor le dio una respuesta muy directa:
“Si no te lavo, no tienes parte conmigo”. (Jn. 13:8). A menos
que seamos lavados diariamente por la Palabra, no tendremos
parte con Cristo. En un servicio de cierta iglesia, mientras la
congregación levantaba sus manos en adoración, mi esposa
vio en visión que casi todas las manos estaban sucias. En la
visión, solamente algunos tenían puestos guantes blancos,
indicando que su corazón y vida eran puros. El Señor le dijo
a mi esposa, “Solamente recibo la adoración de aquellos que
tienen manos limpias”. Amados, qué importante es que
seamos continuamente lavados por la Palabra de Dios.
Debido a que la fuente de bronce estaba hecha de los espejos
de las mujeres hebreas, esto nos habla del hecho de que la
Palabra es como un espejo (Stg. 1:23). Nos revela nuestras
necesidades, nos muestra cómo somos realmente y expone
nuestros motivos. Cuando los israelitas se acercaban al
lavamanos, ellos se veían reflejados. La Palabra de Dios divide
el alma y el espíritu en nuestra vida y nos limpia.
El lavamanos también habla del agua del bautismo, una de
las doctrinas fundamentales del cristianismo (He. 6:1-2).
41Parte I: El Atrio Exterior
Después que los israelitas entraban atravesando la puerta del
tabernáculo, llegaban al Altar del holocausto y luego a la
Fuente de bronce. Espiritualmente, el creyente es salvo al
pasar por Cristo, quien es la Puerta, y es limpiado por la sangre
del Cordero (representada por el altar del holocausto). La
siguiente experiencia en la vida cristiana es el bautismo en
aguas. Pedro dijo en el día de Pentecostés: “Ar repentíos y sea
bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hch. 2:38). Esta progresión también puede
ser vista en el viaje de Israel desde Egipto hacia la tierra
prometida. Primero, en Egipto, ellos fueron redimidos por la
sangre del cordero Pascual y el paso siguiente fue que cruzaron
el Mar Rojo. Cristo es nuestro Cordero pascual (1 Co. 5:7) y
nosotros somos redimidos por Su sangre derramada.
Recordando que el viaje de los hijos de Israel, desde Egipto
hacia la tierra prometida, es un tipo del viaje espiritual del
creyente, desde la tierra hacia el cielo y a la gloria, podemos
ver que el cruzar el Mar Rojo también nos habla de una
experiencia espiritual. Es análogo a ser bautizados en agua.
Pablo aclara esto en 1 Corintios 10:1-2: “No quiero que
ignoréis, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron
bajo la nube, y que todos atravesaron el mar. Todos en Moisés
fueron bautizados en la
nube y en el mar”.
El bautismo en agua es una
experiencia esencial en
nuestra caminata cristiana
El bautismo en agua
deja en libertad a
una persona para
que prosiga con Dios
42 El Tabernáculo de Moisés
y un acto de obediencia. Jesús mismo fue bautizado por Juan,
diciendo: “…así conviene que cumplamos toda justicia”.
(Mt. 3:15). El apóstol Pablo dijo en Romanos 6:3-4: “¿O no
sabéisque todos los que hemos sido bautizados en Cristo
Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.
Cuando una persona es bautizada en agua se está identificando
con la muerte y resurrección de Cristo. Tal como Cristo murió,
así también el cristiano debe morir al mundo cuando desciende
a las aguas, y como Cristo resucitó de los muertos, también se
levantará de las aguas para caminar en nueva vida con Él.
En muchos países, las personas no sufren persecución por
profesar a Cristo; pero cuando se bautizan en agua, muchas
veces son rechazadas por sus familias y comunidades y
terriblemente perseguidas. El bautismo en agua es una
declaración abierta de que una persona está rechazando a
todos los demás dioses falsos y eligiendo servir al único Dios
verdadero, Jesucristo. Este es un poderoso acto de obediencia.
El bautismo en agua tiene el poder de romper las ataduras
denominacionales. Deja en libertad a una persona para que
prosiga con Dios. Al no ser bautizados en agua, muchas
personas regresan rápidamente al mundo. Siempre debemos
procurar guiar a las personas a quienes ministramos hacia el
bautismo en agua. Esta es una parte esencial del ministerio
del Atrio Exterior.
43Parte I: El Atrio Exterior
En una ocasión, mientras ministraba en un seminario en la
India, compartí acerca de cómo el paso de los israelitas a
través del Mar Rojo tipifica el bautismo en agua. Recalqué
que aquellos que no pasan a través de las aguas del bautismo
son como los que permanecieron en Egipto bajo el control de
Faraón, y cómo aún están bajo el control de Satanás. Después
que el seminario terminó, cientos de delegados católicos
romanos les pidieron a sus sacerdotes que los bautizaran en
agua. ¡Cuando sus sacerdotes se negaron a hacerlo, los
delegados bajaron al río y se bautizaron a sí mismos! Esta
experiencia los liberó de las tradiciones no beneficiosas del
la iglesia Católica y los ayudó a moverse hacia otras verdades
y experiencias que antes no estaban disponibles para ellos.
44 El Tabernáculo de Moisés
5
LOS CUERNOS DEL ALTAR
Éxodo 27:2
Había cuatro cuernos en el Altar de bronce, uno en cada
esquina (Ex. 27:2). El animal sacrificado era amarrado a estos
cuatro cuernos. El Salmo 118:27 dice, “Jehová es Dios, y
nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos
del altar”. Cuando el Señor nos revela una verdad, debemos
inmediatamente consagrarnos y comprometernos con Él y
con esa nueva revelación, atando el sacrificio.
Como dijimos antes, el número cuatro significa universal.
Los cuernos son símbolo de poder. Por ejemplo, los cuernos
son la fortaleza de un toro. Habacuc 3:4 dice acerca de Cristo:
“Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su
mano; y allí estaba escondida su fortaleza” (SE). Por esto,
los cuernos del Altar de bronce nos hablan del poder universal.
45Parte I: El Atrio Exterior
Espiritualmente, estos cuernos significan el tremendo poder
que viene con el bautismo del Espíritu Santo. Justo antes que
Él ascendiera a Su Padre, Cristo instruyó a Sus discípulos en
Lucas 24:49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre
sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.
Jesús les dijo a Sus discípulos que esperaran en Jerusalén
hasta que fueran investidos con poder de lo alto y hasta que
recibieran la promesa del Padre.
¿Cuál era esta promesa? Era la promesa del Espíritu Santo.
Cristo dijo en Hechos 1:4-5: “Y estando juntos, les mandó
que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el
cumplimiento de la promesa del Padre, de la cual me oísteis
hablar; porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero
vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de
no muchos días”. Esto sucedió diez días después en el día de
Pentecostés, en Hechos 2, cuando los discípulos comenzaron
a hablar en otras lenguas. Él continuó diciendo en Hechos 1:8:
“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido
sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. La
principal característica del bautismo en el Espíritu Santo es
el poder. El bautismo del Espíritu Santo es una doctrina
fundamental que todo creyente debe experimentar. Es para
cada creyente ¡HOY!
Hablando del bautismo del Espíritu Santo, Pedro dijo en
Hechos 2:39: “Porque la promesa es para vosotros, para
vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos
46 El Tabernáculo de Moisés
cuantos el Señor nuestro Dios llame”. La promesa era para
los de la generación de Pedro, para la generación siguiente y
para todas las generaciones venideras, incluyendo la nuestra.
Cuando el apóstol Pablo se encontraba con nuevos creyentes,
una de sus primeras preguntas siempre era: “¿Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis?” (Hch. 19:2). Esto nos da
un patrón para nuestra vida.
Siempre debemos procurar guiar a las personas al bautismo
del Espíritu Santo. Cierto grupo de creyentes en Éfeso, a
quienes Pablo les hizo esta pregunta, respondieron diciendo
que ellos jamás habían oído de eso. Por lo tanto, ya que estos
creyentes eran salvos, pero no estaban llenos de el Espíritu,
el bautismo en el Espíritu Santo es obviamente una
experiencia subsiguiente a la salvación y no es lo mismo que
nuestra experiencia del nuevo nacimiento. No todos los
creyentes están bautizados en el Espíritu Santo. Hablar en
otras lenguas es la evidencia inicial, pero no es la única faceta
de esta maravillosa experiencia en Dios.
Una vez llenos del Espíritu, nuestros sentidos espirituales
son avivados de una manera nueva. Después de ser
bautizados con el Espíritu Santo, nos volvemos candidatos,
si podemos decirlo así, para recibir los nueve dones del
Espíritu Santo, enumerados
en 1 Corintios 12:7-11. Los
nueve dones del Espíritu,
los cuales son para la
edificación de la Iglesia
(1 Co. 12:7, 14:12). Estos
El bautismo en el
Espíritu Santo es
para todos y cada
creyente hoy en día.
47Parte I: El Atrio Exterior
dones son la palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, el
don de fe, dones de sanidad, el obrar milagros, la profecía, el
discernimiento de espíritus, el don de otras lenguas y la
interpretación de lenguas. Pablo dijo: “Seguid el amor; y
anhelad los dones espirituales...” (1 Co. 14:1). Queremos que
estos dones espirituales sean desatados en nosotros y entonces
seremos capaces de guiar a otros hacia estos dones ya que son
muy necesarios para que la Iglesia alcance todo lo que Dios
tiene preparado para estos postreros días.
Como líderes cristianos en una u otra forma, solamente
podemos guiar a otros hacia aquello que ya hemos
experimentado. Es verdad que un líder enseña más con su
ejemplo que con sus palabras. Si buscamos a Dios para que
nos libere en el ámbito de sus dones espirituales, entonces
también podremos ser usados para introducir a otros a esta
libertad. Al grado en que nosotros manifestemos los dones
espirituales, al mismo grado los veremos manifestados en
nuestras iglesias. Solamente podemos llevar a las personas
tan lejos como nosotros lleguemos. Nuestra meta final es
entrar detrás del velo al Lugar Santísimo; pero primero,
debemos asegurarnos de que las personas han recibido un
buen fundamento en el Atrio Exterior.
CONCLUSIÓN
En el Atrio Exterior, hay tres experiencias importantes de la
vida cristiana que corresponden sucesivamente al Altar del
holocausto, a la fuente de bronce y a los cuernos del altar. El
Altar de los holocaustos, habla de la salvación por la sangre
48 El Tabernáculo de Moisés
del Cordero de Dios, esto es relacionado con el
arrepentimiento (un cambio de mentalidad y dirección; un
cambio radical). La Fuente de bronce habla del bautismo en
agua (también proporcionándonos un fundamento firme en
la Palabra de Dios por medio de la enseñanza). Los cuernos
del altar hablan del bautismo en el Espíritu Santo y delos
dones espirituales.
En el libro de Hechos, el apóstol Pedro resumió en forma de
cápsula el ministerio en el Atrio Exterior. En el día de
Pentecostés, cuando varios miles fueron convertidos por el
poderoso sermón de Pedro, ellos dijeron a los apóstoles:
“Hermanos, ¿qué haremos?”. Pedro respondió diciendo:
“Ar repentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y
recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch. 2:37-38).
Como creyentes, es de suma importancia que no nos
quedemos en las doctrinas elementales de la vida cristiana,
pero que progresemos y avancemos en nuestra caminata
espiritual hasta llegar a la madurez y perfección. Pablo dijo
en Hebreos 6:1-3: “Por tanto, dejando las doctrinas
elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez,
sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la
imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del
juicio eterno. Y esto haremos si es que Dios lo permite” (RVA).
La doctrina de los bautismos (el bautismo en agua, en el
Espíritu Santo, en fuego y sufrimiento) es una de las doctrinas
elementales de la fe cristiana.
49Parte I: El Atrio Exterior
Sin embargo, sólo podemos progrsar y proseguir en nuestra
caminata por la gracias de Dios y sólo por Su gracia. Pablo
dice: “Pr osigamos hacia la perfección”, y continúa diciendo:
“Y esto haremos [solamente] si es que Dios lo permite”.
Así como en la escuela primaria es la maestra quien determina,
en base a las calificaciones, si un estudiante pasa de grado o
permanece en el mismo nivel, así mismo el Señor determina si
nosotros progresamos en nuestra vida espiritual si es que
pasamos nuestros exámenes y pruebas. Los hijos de Israel
fallaron sus diez pruebas en el desierto (Nm. 14:22). Por eso,
ellos no fueron promovidos al siguiente nivel para entrar a la
tierra prometida. Esa generación murió en el desierto y la
siguiente generación fue la que entró a la tierra prometida.
Por lo tanto, lo más importante para nosotros como creyentes
es pasar nuestras pruebas con buena actitud para que podamos
progresar en nuestra caminata cristiana, o de otra forma
permaneceremos eternamente en el mismo nivel espiritual.
¡Amado, esforcémonos hasta llegar al Lugar Santo!
Al estudiar brevemente el Atrio Exterior del Tabernáculo de
Moisés, espero que su corazón haya recibido un nuevo reto.
Queremos alcanzar la madurez y un mayor conocimiento del
Señor Jesús y de Su Palabra. A medida que maduramos,
seremos preparados para entrar a las experiencias espirituales
que nos son mostradas en el Lugar Santo y el Lugar Santísimo.
PARTE II
El Lugar Santo
53Parte II: El Lugar Santo
INTRODUCCIÓN
Como vimos en la primera parte, el Tabernáculo de Moisés
constaba de tres partes: el Atrio Exterior, el Lugar Santo y el
Lugar Santísimo. Estos corresponden a las tres categorías de
cristianos enumeradas en 1 Juan 2:12-14: hijitos, jóvenes,
padres. Los hijitos (o niños pequeños) saben que sus pecados
les han sido perdonados. Ellos son representados en el Atrio
Exterior (han experimentado la salvación, el bautismo en agua
y el bautismo en el Espíritu Santo).
La segunda categoría son aquellos a quienes Juan llama
jóvenes (los que han vencido al maligno y son fuertes en el
Señor). Estos creyentes entran al Lugar Santo y moran allí.
Es a estos cristianos a quienes este capítulo es dirigido, con
la intención de ayudarlos a comprender sus experiencias
espirituales, su estado y ministerio. En el Lugar Santo
llegamos a conocer los caminos de Dios.
Como reyes y sacerdotes según el orden de Melquisedec (Sal. 110:4),
primero debemos experimentar las verdades del Santuario y
luego, por la gracia de Dios, compartirlas con otros.
54 El Tabernáculo de Moisés
6
LA CONSTRUCCIÓN DEL
TABERNÁCULO
El verdadero tabernáculo, llamado el Santuario, consistía de
dos secciones: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Las cinco
piezas del mobiliario en el Santuario representan el hecho de
que solamente por la gracia de Dios somos capacitados para
entrar al Lugar Santo y al Lugar Santísimo.
Este tabernáculo medía 30 codos de largo, 10 codos de
alto y 10 codos de ancho. El Lugar Santo medía 20 codos
de largo (20x10x10) y el Lugar Santísimo medía 10
codos de largo (10x10x10). De este modo, el Lugar Santo
y el Lugar Santísimo combinados tendrían una medida
55Parte II: El Lugar Santo
de 45 pies de largo (13.5 metros aprox.), 15 pies de alto
(4.5 metros aprox.) y 15 pies de ancho (4.5 m aprox). El
marco consistía de 48 tablas de madera de sitim (acacia)
recubiertas de oro. Estas tablas fueron colocadas sobre 96 bases
de plata, la plata hablando de la redención (Ex. 26:15-30).
Sitim es otro nombre con el que se conoce al árbol de acacia.
Este árbol es notorio por sus espinas. Así, este describe
acertadamente la naturaleza no regenerada del hombre. Como
parte de la maldición, Dios le dijo al hombre que a causa de su
desobediencia, la tierra produciría espinos cuando él la labrara
(Gn. 3:18). Por eso, estas tablas hablan de la naturaleza no
redimida del hombre siendo pulida y enderezada bajo la
mano del Padre, moldeadas para el uso del Señor.
El número 48 es el número que representa el sacerdocio, pues
a los levitas se les dieron 48 ciudades en la tierra de Israel
(Jos. 21:41; Nm. 35:7). Solamente los sacerdotes podían entrar
al Lugar Santo. Aún más, solamente el sumo sacerdote podía
entrar al Lugar Santísimo sólo una vez al año. Por lo tanto,
ahora vemos el ministerio de los sacerdotes espirituales.
Nuestro deseo debe ser convertirnos en sacerdotes, y
transformar a otros en reyes y sacerdotes (Ap. 5:9-10). Los
sacerdotes de Dios son maestros de justicia que guían e
instruyen al pueblo en el camino de la santidad. Queremos
ser parte de este ministerio que tiene un cumplimiento
especial en los últimos tiempos, pero el requisito es una
vida de completa consagración al Señor y a Su voluntad
para nuestra vida.
56 El Tabernáculo de Moisés
Las tablas medían 10 codos de alto y 1 codo y 1/2 de ancho
(Ex. 26:16). Debido a que diez es el número de la Ley,
estas tablas también hablan del sacerdocio fiel que cumple
la Ley. Uno y medio es la mitad de tres, el número de
revelación divina. Esto sugiere que la plenitud de esta
verdad no estaba disponible para los santos del Antiguo
Testamento, pero que la revelación completa es dada en el
Nuevo Testamento (ver He. 11:40).
Éxodo 26:17 nos dice algo más acerca de estas tablas: “Cada
tablón tendrá dos espigas para ser trabadas una con otra.
Así harás con todos los tablones del tabernáculo”. Dos
proyecciones (espigas) aseguraban la estabilidad de las tablas.
Dos es el número de testigo o testimonio. Esto indica que el
testimonio de las tablas del tabernáculo era en verdad y gracia,
que viene a través de Jesucristo (Jn. 1:17).
Éxodo 26:18-25 dice: “Harás para el lado sur del
tabernáculo veinte tablones. Harás cuarenta bases de plata
para estar debajo de los veinte tablones: dos bases debajo
de un tablón para sus dos espigas, y dos bases debajo de
otro tablón para sus dos espigas. Y para el otro lado del
tabernáculo, el lado norte, harás otros veinte tablones, con
sus cuarenta bases de plata, dos bases debajo de un tablón y
dos bases debajo de otro tablón. Para el lado posterior del
tabernáculo, al occidente, harás seis tablones. Harás,
además, dos tablones para las esquinas del tabernáculo en
los dos extremos posteriores, los cuales estarán unidos por
abajo y unidos por arriba con un aro. Así será con los dos
tablones para las dos esquinas. De modo que habrá ocho
57Parte II: El Lugar Santo
tablones con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases
debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón”.
Había 48 tablas en total: 20 tablas al lado sur, 20 tablas
al lado norte, 6 tablas para el lado oeste y dos tablas para
las esquinas del oeste. Veinte es el número de la madurez
(ver Ex. 30:14). Había dos bases para cada tabla, dando un
total de cuarenta bases para las veinte tablastanto en el lado
norte como en el sur. Cuarenta es el número de prueba y
examen. Así, nosotros somos sostenidos y afirmados por la
Palabra de Dios que ha sido probada y examinada. El Salmo
12:6 dice, “Las palabras de Jehová son palabras puras, como
plata purificada en horno de tierra, siete veces refinada”.
Había un total de 96 bases de plata para las 48 tablas (dos
bases para cada tabla). (También había cuatro bases debajo
de los cuatro columnas que sostenían el velo del Lugar
Santísimo, dando un total de 100 bases en el Tabernáculo-
Ex. 26:32, 38:27). El número noventa y seis es el producto
de 12 x 8. Doce, por supuesto, es el número de gobierno
divino. Había doce cabezas de las doce tribus de Israel que
gobernaban la nación. La Iglesia está edificada sobre el
fundamento de los doce apóstoles (Ef. 2:20; Ap. 21:12-14).
El número ocho representa un nuevo día o un nuevo orden
(también la resurrección). Cada ocho días representan el inicio
de una nueva semana. Como Pedro dijo, un día con el Señor
son como mil años (2 P. 3:8). Aproximadamente, se le han
dado al hombre 7.000 años sobre esta tierra.
58 El Tabernáculo de Moisés
Aproximadamente hubo 4.000 años desde Adán hasta Cristo,
más o menos 2.000 años dados para la Era de la Iglesia y
finalmente el reinado de 1.000 años de Cristo sobre la tierra.
El octavo día abre los nuevos cielos y la nueva tierra. Así, el
noventa y seis (una combinación de 12 x 8) habla del gobierno
que esta por venir. Recuerden, estamos siendo preparados
para reinar con Cristo como sacerdotes y reyes en Su reinado
milenial sobre la tierra y en el cielo (ver Mt. 19:28; Ap. 20:6).
LAS BARRAS
El tabernáculo se mantenía unido por cinco barras en cada
lado (norte, sur y oeste). Leemos en Éxodo 26:26-29 acerca
de estas cinco barras que estaban hechas de madera de sitim
y recubiertas de oro: “Harás también cinco barras de madera
de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, y cinco
barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco
barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al
occidente. Y la barra de en medio pasará por en medio de
las tablas, de un extremo al otro. Y cubrirás de oro las tablas,
y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras;
también cubrirás de oro las barras”.
Estas cinco barras eran colocadas a través de anillos de oro
adheridos a las tablas. Estas tablas servían como abrazaderas
para sostener toda la estructura del tabernáculo. Cinco es el
número que representa la gracia de Dios. Como creyentes y
sacerdotes del Nuevo Testamento, nosotros somos sostenidos
por la gracia de Dios y solamente por Su gracia. Estas cinco
barras también representan los cinco ministerios: apóstoles,
59Parte II: El Lugar Santo
profetas, evangelistas, pastores y maestros. El ministerio
quíntuple es necesario para llevar a la Iglesia a la madurez y
perfección (Ef. 4:11-13). Como las barras que sostenían el
tabernáculo, el ministerio quíntuple hace que la Iglesia esté
firme y guarda a los creyentes de ser llevados de acá para allá
por cualquier viento de doctrina (Ef. 4:14).
Había un total de quince barras (cinco barras en los lados
norte, sur y oeste). El número quince habla de la separación
o llamamiento divino. Así, estas quince barras hablan del
llamamiento divino por Dios para estos cinco ministerios.
Como Pablo dice en Hebreos 5:4: “Y nadie toma para sí esta
honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón”.
Estas barras estaban hechas de madera de sitim (que habla
de humanidad) y recubiertas con oro, que habla del hecho de
que el ministro del Señor debe estar recubierto por la
naturaleza de Dios.
El anillo es un aro sin fin, que habla de la eternidad. El
hecho de que estas barras fueran puestas a través de estos
anillos de oro significa que el llamado al ministerio
quíntuple es un llamamiento eterno, “Porque irrevocables
son los dones y el llamamiento de Dios” (Ro. 11:29).
A Finees, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón, le fue dado un
sacerdocio eterno por el celo que tuvo por el Señor y por Su
justicia (Nm. 25:11-13). Como sacerdotes del Nuevo
Testamento, nuestro ministerio es eterno. Al vencedor se le
promete un sacerdocio eterno.
60 El Tabernáculo de Moisés
LA CUBIERTA (Ex. 26:1-14)
La cubierta del tabernáculo consistía de dos cortinas y dos
cubiertas. Cortinas de lino fino fueron colocadas directamente
sobre la estructura del tabernáculo (Ex. 26:1-6, 36:8-13).
Sobre estas cortinas fueron puestas cortinas de pelo de cabra
(Ex. 26:7-13, 36:14-18). Lo que seguía eran pieles de carnero
teñidas de rojo (Ex. 26:14, 36:19), y la cubierta final estaba
hecha de pieles de tejón (Ex. 26:14, 36:19).
1. Cortinas de lino fino (Ex. 26:1-6)
Éxodo 26:1 dice: “Harás el tabernáculo de diez cortinas de
lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines
de obra primorosa”. El número diez habla de la Ley, y el lino
torcido habla de justicia. Por esto, estas diez cortinas hablan de
Aquel que cumplió la justicia de la Ley, el Señor Jesucristo.
Ya que hemos visto la interpretación espiritual de los colores
usados en las cortinas, consideraremos ahora a los querubines
que estaban en las cortinas. Estos querubines estaban
entretejidos en la tela de lino. Los querubines son las criaturas
vivientes que están alrededor del trono de Dios continuamente
cantando: “Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso” (Ap. 4:8).
Por eso, ellos hablan de la presencia literal de Dios y de Su
santidad. Asaf, el músico ungido, exclamó al Señor en el
Salmo 80:1: “Que estás entre querubines, resplandece”.
Estas cortinas medían 28 codos de largo y 4 codos de ancho
(Ex. 26:2). Estaban cosidas en dos grupos de cinco (Ex. 26:3)
61Parte II: El Lugar Santo
y luego unidas por cincuenta corchetes (ganchos) de oro con
cien lazadas azules (Ex. 26:4-6), dando una dimensión total
de 28 codos por 40 codos. Estas medidas de las cortinas
también revelan verdades divinas. 28 es el producto de 7 x 4.
Puesto que siete es el número de la perfección y cuatro
representa lo universal, 28 representa la perfección universal.
La perfección era el patrón de principio a fin.
El hecho de que estas cortinas estuvieran divididas en dos
grupos de cinco, simplemente significa que la perfección
puede obtenerse únicamente a través de la gracia de Dios
y sólo Su gracia. Las cortinas al final de cada grupo debían
tener lazadas azules, expresando el hecho que estaban
unidas por la Palabra eterna y la obediencia a la
Palabra (Ex. 26:4).
Había cincuenta corchetes de oro (Ex. 26:6). El número
cincuenta expresa el punto de vista de Pentecostés y el ser
restaurado a Dios (Lev. 23:15-16, 25:8-12). Estos cincuenta
ganchos o corchetes de oro mantenían unidas las cortinas.
Debido a que el oro es el símbolo de la Deidad, estos corchetes
de oro nos recuerdan que es Dios quien nos mantiene y nos
guarda en Sus caminos (ref. 1 P. 1:5).
2. Cortinas de pelo de cabra (Ex. 26:7-13)
Sobre las cortinas de lino se colocaron once cortinas hechas
de pelo de cabra, como leemos en Éxodo 26:7: “Harás
asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre
el tabernáculo; once cortinas harás”. En la Biblia, estas
62 El Tabernáculo de Moisés
cortinas muchas veces son llamadas o hacen referencia a la
“tienda” (Ex. 35:11, 36:14, 40:19, 26:7, 11, 13; Nm. 3:25).
El pelo de cabra usado en estas cortinas probablemente era
negro, pues las cabras de esa región eran en su mayoría negras
(ref. Cnt. 1:5). Las cabras hablan de separación, y
especialmente cuando están ligadas con el número once. Hubo
once tribus después que la tribu de Dan fue removida (Ap. 7:4-8),
y once apóstoles después de que Judas se suicidó. Para formar
doce tribus, la tribu de José (quien recibió la doble porción
de la bendición) fue representada por las tribus de Manasés y
Efraín. Judas fue reemplazado por Matías.
La cabra era usada para la ofrenda de pecado (Lv. 4:23). En el
Nuevo Testamento, Cristo enseñó la parábola de las naciones
de ovejas y cabras. Cuando el Señor regrese, Él “apartará las
ovejas de las cabras”(Mt. 25:32). De estas cortinas podemos
vislumbrar una verdad espiritual muy importante: La
separación del mundo y de nuestra naturaleza y
tendencias carnales precede a la justicia y la santidad.
Estas once cortinas de pelo de cabra también medían 30 codos
de largo y 4 codos de ancho. Treinta es el número que
simboliza ministerio o servicio. Era a la edad de treinta años
que el sacerdote podía alcanzar la plenitud de su ministerio
(Nm. 4:3, 23, Lc. 3:23). Los levitas podían iniciar su
servicio a la edad de veinticinco años (Nm. 8:24), pero
no podían alcanzar la plenitud de su ministerio hasta que
cumplían treinta años. (Estos cinco años eran como un
tiempo de aprendizaje).
63Parte II: El Lugar Santo
Por eso, como se dijo antes, las once cortinas hablan de
separación, y el largo de las cortinas habla del ministerio de
los sacerdotes. Entonces podemos decir que los sacerdotes
deben vivir una vida apartada para poder ministrar
efectivamente para el Señor (Lv. 22:2). El Señor dijo en
Números 8:14: “Así apartarás a los levitas de entre los hijos
de Israel, y serán míos los levitas”. Como ministros del Señor,
debemos vivir sin reproche a los ojos el mundo, el diablo, la
Iglesia y por sobre todo, nuestro bendito Señor.
Las once cortinas estaban divididas en dos grupos, uno de cinco
y otro de seis (Ex. 26:9). Como sabemos, cinco habla de gracia,
y seis es el número del hombre. El hombre fue creado en el
sexto día. Por lo tanto, esta división habla del hecho de que
Dios en Su gracia y misericordia ha provisto un camino para
que los hijos de la descendencia de Adán sean separados de las
impurezas que han heredado con la caída.
Estos dos grupos de cortinas estaban unidos por cincuenta lazadas
y cincuenta corchetes de bronce (Ex. 26:10-11). Los corchetes
(ganchos) de bronce son diferentes a los corchetes de oro usados
para las cortinas de lino. El bronce, como ya hemos dicho, habla
de juicio. Obviamente, la separación (el significado de las once
cortinas) está asociada con el juicio (el bronce). Lo impur o debe
ser separado de lo puro (ref. Ez. 44:23).
Leemos en Éxodo 26:12-13: “Y la parte que sobra en las
cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra,
colgará a espaldas del tabernáculo. Y un codo de un lado, y
otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas
64 El Tabernáculo de Moisés
de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado
y al otro, para cubrirlo”. Las diez cortinas cubrían el tabernáculo,
y la undécima cortina se recogía al frente de la tienda.
Esta undécima cortina era la sexta cortina del grupo de seis
cortinas. Éxodo 26:9 dice: “Y unirás cinco cortinas aparte y
las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en
el frente del tabernáculo”. Era solamente esta undécima
cortina la que podía ser vista por el hombre; las otras diez
cortinas estaban ocultas. Así, el hombre solamente podía ver
una de las once cortinas de pelo de cabra.
Asimismo, Moisés fue instruido para cubrir ambos lados del
tabernáculo (Éx. 26:13). De aquí podemos vislumbrar que
nosotros como cristianos, y en especial los ministros,
espiritualmente debemos estar cubiertos por todas partes
de las impurezas de este mundo.
3. Las cubiertas de pieles de carnero
teñidas de rojo (Ex. 26:14)
La tercera capa (la segunda de la cubierta, y tercera del fondo)
era una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo. Leemos
en Éxodo 26:14: “Harás también a la tienda una cubierta
de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles
de tejones encima”. El carnero habla de consagración y
también de sustitución. Un carnero fue sacrificado y ofrecido
en lugar de Isaac (Gn. 22:8-13). Y estas pieles de carnero
debían estar teñidas de rojo, el color de la sangre. Las pieles
de carnero hablan de la cobertura de la sangre de Cristo, quien
65Parte II: El Lugar Santo
fue nuestro Cordero Pascual. Él fue sacrificado desde antes
de la fundación del mundo por nuestros pecados (Ap. 13:8).
Para tener comunión con Dios, debemos estar cubiertos
con la sangre de Jesucristo nuestro Señor, tal como las
pieles de carnero teñidas de rojo cubrían el tabernáculo.
4. Cubiertas de pieles de tejón (Ex. 26:14)
La última cubierta sobre el tabernáculo estaba hecha de pieles
de tejón. Esta cubierta protegía al tabernáculo de las
tormentas. Los tejones son mamíferos de madriguera. Las
pieles de tejón hablan de la naturaleza de nuestro cuerpo físico.
No se dieron medidas específicas acerca de estas cubiertas o
para las pieles de carnero. Todas nuestras dimensiones físicas
son diferentes y obviamente no tienen ningún significado
espiritual en este escenario. Las pieles de carnero teñidas de
rojo no pueden tener medidas específicas pues no hay límite
para la sangre de Cristo que fue derramada por nosotros. ¡Hay
extraordinario poder en Su sangre!
 Las cuatro cubiertas del tabernáculo
1. Lino - habla de justicia
2. Pelo de cabra - habla de separación
3. Pieles de carnero - hablan de la sangre de Cristo
4. Pieles de tejón - hablan de nuestra humanidad
66 El Tabernáculo de Moisés
7
LA PUERTA DEL LUGAR SANTO
Éxodo 26:36-37
Había una sola entrada al Lugar Santo llamada “cortina” o “la
puerta del tabernáculo”. Esta es descrita en Éxodo 26:36-37:
“Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul,
púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador. Y harás
para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales
cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco
basas de bronce para ellas. “ Estas cortinas o puerta colgante
(muy parecida al velo del Lugar Santísimo, faltando únicamente
los querubines bordados), estaba hecha de lino fino bordado
con azul, púrpura y escarlata. El lino fino siempre habla de
justicia (Ap. 19:8). Esta era la entrada al Lugar Santo y también
lo es para nuestra vida. Para poder entrar al Lugar Santo,
debemos tener la justicia de Dios obrando en nuestra vida.
67Parte II: El Lugar Santo
El azul habla de la Palabra de Dios (Nm. 15:38-39).
Debemos caminar en obediencia a la Palabra de Dios. El
púrpura habla del ministerio de realeza (Jue. 8:26; Lc. 16:19;
Jn. 19:1-3). Nosotros queremos gobernar y reinar con Cristo,
no solamente en la vida venidera, sino también en esta vida.
Pablo dice en Romanos 5:17: “... mucho más reinarán en
vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia
de la gracia y del don de la justicia”. El escarlata habla del
ministerio sacerdotal, este es el color de la sangre, refiriéndose
a los sacrificios que un sacerdote debía ofrecer. Nosotros
también queremos ofrecer nuestra vida como un sacrificio vivo
al Señor y así cumplir nuestro ministerio sacerdotal.
 LAS CINCO COLUMNAS
La puerta colgante estaba sostenida por ganchos de oro, los
que colgaban de cinco columnas que formaban la puerta. Estas
cinco columnas estaban hechas de madera de acacia recubierta
de oro, las cuales a su vez estaban sostenidas por cinco basas
de bronce. Como ya mencionamos, el número cinco tiene
varias connotaciones. El cinco habla de gracia, y es
únicamente por la gracia de Dios que podemos entrar al Lugar
Santo. Pablo dijo: “vamos adelante a la perfección”, pero
continuó diciendo: “Y esto haremos, si Dios en verdad lo
permite” (He. 6:1-3).
El número cinco, en cierto sentido, también tiene la
connotación de separación. De las diez vírgenes, en la
parábola de Cristo, cinco fueron insensatas y cinco fueron
sabias (Mt. 25:2). Hoy, también existe una diferencia y una
68 El Tabernáculo de Moisés
separación entre los creyentes. Aquéllos que se conforman
con quedarse en la bendición de Pentecostés, en el Atrio Exterior,
y aquéllos que tienen una visión hacia delante para avanzar en
la caminata y ministerio cristiano hacia el Lugar Santo.
Estas cinco columnas hablan de las cualidades necesarias para
entrar en el Lugar Santo. Estas las encontramos en el Altar
del holocausto. Cuando Cristo fue a la cruz, Él no solamente
cumplió el sacrificio del Cordero Pascual, sino también dio
cumplimiento a los cinco sacrificios mencionados en los
capítulos1 al 7 de Levítico. Estas cinco ofrendas, que eran
ofrecidas sobre el Altar del holocausto, corresponden a estas
cinco columnas.
Estas ofrendas representan experiencias espirituales en nuestra
vida. Si estas cosas obran en nuestra vida, entonces
calificamos para entrar al Lugar Santo y ministrar allí. En
realidad, es en el Atrio Exterior que debemos procurar ser
preparados y calificar para entrar al Lugar Santo. La clave
para movernos en Dios y entrar al Lugar Santo la encontramos
en esta entrada, en estas cinco columnas. Estas cinco
columnas representan las cinco ofrendas, las cuales deben
tener un cumplimiento espiritual en nuestra vida, hoy. Ahora
veamos brevemente estas cinco ofrendas para conocer los
requisitos para ministrar en el Lugar Santo.
1. Los holocaustos
La primera ofrenda, el holocausto, era hecha por los israelitas
de forma voluntaria. Dependiendo de cuán ricos eran, ellos
69Parte II: El Lugar Santo
ofrecían un buey, una oveja (o cabra) o aves (tórtolas o
palominos). Espiritualmente, la ofrenda quemada u
holocausto nos habla del primer mandamiento. Cristo dijo
en Mateo 22:37-38: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el
primero y grande mandamiento”. Por esto, esta ofrenda habla
de amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente,
estar entregados incondicionalmente a Dios.
En Romanos 12:1 encontramos la comparación que Pablo
hace del holocausto. (Recordemos, Pablo fue el maestro de
la Iglesia y aquel que abrió el antiguo pacto, dándole el
significado acorde al Nuevo Testamento). “Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. El israelita
de antaño ofrecía holocausto al Señor, pero Pablo nos dice
que nosotros como creyentes del Nuevo Testamento debemos
convertirnos en la ofrenda, debemos presentar nuestro cuerpo
como sacrificio vivo para el Señor. Sacrificar nuestra vida
al Señor, como ofrenda voluntaria, es una expresión de
nuestro amor por Dios.
El hecho de ser un sacrificio vivo para el Señor y ser
completamente para Él, también involucra otro aspecto del
holocausto. El buey era sacrificado, cortado en cuatro partes
y luego, las diferentes partes de su cuerpo eran lavadas con
agua. Antes de llegar a ser una ofrenda aceptable para el Señor,
debemos ser lavados y limpiados espiritualmente. Leemos
en Levítico 1:8-9: “Luego los sacerdotes hijos de Aarón
70 El Tabernáculo de Moisés
acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los
intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima
del altar; y lavará con agua los intestinos y las piernas”. La
ofrenda se dividía en cuatro partes: la cabeza, la grosura, las
entrañas y las piernas; y todas estas debían ser lavadas en agua.
Espiritualmente, Pablo nos dice que debemos ser lavados y
purificados por el lavamiento de la Palabra de Dios (Ef. 5:26).
Al leer la Palabra de Dios, meditar en ella y permitir que traiga
convicción de pecado a nosotros, esa Palabra nos purifica.
Nuestra cabeza debe ser ofrecida al Señor y debe ser lavada.
Todo lo relacionado a nuestra cabeza (nuestra mente, ojos,
labios y oídos) deben ser consagrados al Señor y lavados por
Su Palabra. Vemos que esto se aplica particularmente a nuestra
mente, como Pablo continúa diciendo en Romanos 12:2: “No
os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de
la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Debemos llegar a tener la mente de Cristo (1 Co. 2:16), y
nuestros pensamientos deben ser purificados.
Luego, la grosura debía ser consagrada al Señor. La grosura habla
de la fortaleza humana. Nuestra fortaleza, tiempo y energía deben
ser rendidos y consagrados al Señor. Nuestras entrañas, lo que
habla de nuestros afectos, también deben ser consagradas al Señor
y purificadas. Muchos del pueblo de Dios tienen un corazón
dividido pues sus afectos están divididos. Debemos clamar como
lo hizo el rey David en el Salmo 86:11 diciendo: “unifica mi
corazón para que tema tu nombre”. (LBA). Debemos caminar
cautelosos y andar en el espíritu (Gál. 5:16).
71Parte II: El Lugar Santo
A menudo el problema en el ministerio es con otros ministros.
El problema número uno en el campo misionero no son los
nativos, sino el llevarse bien con los otros misioneros. El
problema son los misioneros cuyos afectos no están totalmente
consagrados al Señor. Hace falta que este sacrificio sea
cumplido en sus vidas. Como resultado, estos misioneros y
ministros no están ministrando en el Lugar Santo, pues no
pueden entrar, ya que no han ofrecido su cuerpo al Señor; no
han ofrecido el holocausto espiritual. Muchas veces lo
misioneros se quejan acerca del campo misionero y añoran
su país natal, deseando las comodidades que este brinda. Esto
se debe a que sus afectos no han sido consagrados al Señor y
puestos sobre el altar. Estas actitudes revelan su falta de
consagración. Finalmente, las piernas debían ser ofrecidas al
Señor. Las piernas hablan de nuestra caminata. Debemos
caminar discretamente y caminar en el Espíritu.
Algo que debemos recordar es que el holocausto (y todas las
otras ofrendas) se cumple en nuestra vida progresivamente.
En cuanto a esta ofrenda espiritual se puede profundizar
continuamente en nuestra consagración. Hay niveles y grados
de consagración. Esto es observado en los animales que
podían ser ofrecidos como holocausto.
Primero, estaban las aves, estas
no eran divididas, lo que nos
habla de una entrega y
consagración parcial al Señor.
Las ovejas eran el siguiente
animal que podía ser ofrecido.
Nuestras fuerzas,
tiempo y energía
deben ser
rendidas y
consagradas al
Señor.
72 El Tabernáculo de Moisés
Este es un grado más alto de consagración en donde
comenzamos a consagrar al Señor las diferentes áreas de
nuestra vida. Sin embargo, hay una obra aún más profunda
que necesita ser llevada a cabo en nuestra vida para que esta
ofrenda sea completamente cumplida en nuestra vida. La
siguiente ofrenda era el buey. Este es el nivel más alto de
consagración; habla de una consagración y dedicación al
Señor incondicional.
El holocausto debe tener un cumplimiento espiritual en
nuestra vida, y debemos consagrarnos al Señor para poder
entrar al Lugar Santo. Sin embargo, debemos continuar
entregándonos más al Señor y continuar rindiendo todo a Él,
hasta que estemos entregados totalmente a Él. Esto permitirá
que entremos espiritualmente al Lugar Santísimo. Así, pueden
ver que estas ofrendas hablan de niveles de consagración
y de la obra progresiva de la gracia en nuestra vida.
2. La ofrenda de alimento
El segundo pilar es análogo a la segunda ofrenda, la ofrenda
de alimento. Esta era una ofrenda de grano o harina fina. La
ofrenda de alimento nos habla espiritualmente del segundo
mandamiento que Jesús dio en Mateo 22:39: “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo”. Jesús dijo que debemos amar a
otros como a nosotros mismos. Muy a menudo, la razón por
la que las personas no pueden amar a otros es porque en lo
profundo de su ser no tienen un verdadero amor por sí mismos.
A muchas personas nos les agrada su color de ojos, su altura
o su cabello (o falta del mismo). En la consejería me he dado
73Parte II: El Lugar Santo
cuenta que las personas no pueden progresar hasta que se
han aceptado a sí mismas. Al aceptarnos, estamos creyendo
que Dios nos transformará.
Los caminos de Dios son perfectos y mucho más altos que
nuestros caminos. Él nos hizo de acuerdo a Su plan perfecto;
por eso, debemos aceptarnos de la manera en la que el Señor
nos hizo. Amy Carmichael, la famosa misionera en la India,
tenía ojos cafés y cabello castaño. Siendo una niña pequeña,
ella quería tener ojos azules y cabello claro. En su
desesperación, se arrodilló un día delante de su cama y oró al
Señor diciéndole, “Señor, por favor dame ojos azules”. Ella
se levantó y con gran expectativa se vio en el espejo, pero
con tristeza se dio cuenta que

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