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El Tabernáculo de Moisés Dr. Brian J. Bailey Título original: “The Tabernacle of Moses”. Copyright © Dr. Brian J. Bailey octubre 1997 Libro de texto de Zion University. Usado con permiso. Todos los derechos reservados Edición en español impresa en mayo 2006. Traducción al español por : Equipo de traducción de Guatemala. Edición: Carla Borges, mayo 2006. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina-Valera en su revisión de 1960, © 1960 Sociedades Bíblicas Unidas. Impreso por: Zion Christian Publishers P.O. Box 70 Waverly, New York 14892 EE. UU. de Norteamérica Teléfono: (1-607) 565-2801 Fax (1-607) 565-3329 www.zionfellowship.org ISBN 1-59665-221-7 AGRADECIMIENT OS Al equipo de traducción de Guatemala por la traducción al español de este libro. Equipo Editorial: Rebecca Blodgett, Carla Borges, David Kropf, Justin Kropf, Denise Miller. Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas esas personas queridas, pues sin sus muchas horas de inestimable ayuda este libro no hubiera sido posible. Estamos verdaderamente agradecidos por su diligencia, creatividad y excelencia en la compilación de este libro para la gloria de Dios. CONTENIDO Prefacio 7 Introducción 9 Bosquejo 13 Plano del Tabernáculo 15 PARTE I - EL ATRIO EXTERIOR 17 LA PARED DE LINO 21 LA PUERTA 29 EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO 32 LA FUENTE DE BRONCE 39 LOS CUERNOS DEL ALTAR 44 PARTE II- EL LUGAR SANTO 51 LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO 54 LA PUERTA DEL LUGAR SANTO 66 LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN 78 EL CANDELERO 87 EL ALTAR DE ORO 102 EL VELO 112 PARTE III- EL LUGAR SANTÍSIMO 115 EL ARCA DEL PACTO 118 EL PROPICIATORIO 126 Epílogo 133 7 PREFACIO Hay dos preciosas razones por las que Dios ordenó a Moisés que edificara el tabernáculo. La primera, para cumplir el anhelo del corazón de un Dios santo de reestablecer con Su pueblo la comunión que se había perdido desde que Adán pecó. Dios anhelaba morar en medio de Su pueblo. Él dijo a Moisés en Éxodo 25:8, “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. La segunda, para enseñarle a Su pueblo Sus caminos. El salmista dice en el Salmo 77:13: “Oh Dios, santo es tu camino.”N .T. Al estudiar el Tabernáculo de Moisés, somos instruidos en los caminos de Dios, pues Sus caminos son revelados en el tabernáculo. Dios quiere que conozcamos Sus caminos, tal como Moisés los conoció, no como los hijos de Israel que solamente vieron Sus obras poderosas (ref. Salmo 103:7). A medida que estudiamos el Tabernáculo de Moisés con la asistencia del bendito Espíritu Santo, se nos permite entrar a un nuevo nivel de comunión y compañerismo con el Señor, y se nos instruye en los caminos de Dios. Por eso es muy importante que nosotros los creyentes estudiemos el Tabernáculo de Moisés. Brian J. Bailey, Ph.D.,D.D. N.T. 1. La traducción literal de este versículo es: «Tu camino, oh Dios, está en el santuario...» 9 INTRODUCCIÓN El Tabernáculo de Moisés es descrito en las Santas Escrituras desde la perspectiva de Dios. En otras palabras, en la descripción que el Señor hace del tabernáculo, Él comienza en el Lugar Santísimo (pues es allí donde Él habita); luego continúa describiendo el Lugar Santo y el Atrio Exterior, y finalmente la Puerta del tabernáculo, que en realidad es la entrada. El orden lógico, sería comenzar con la entrada en el Atrio Exterior y luego proseguir hacia el Lugar Santísimo. Sin embargo, Dios, al iniciar con el Lugar Santísimo, nos está mostrando que Su deseo para nosotros es que moremos con Él detrás del velo y que tengamos una comunión íntima con Él. En Éxodo 25:8 Dios dijo: “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. El tabernáculo no fue hecho para el hombre, sino para el Señor, para satisfacer Su deseo de tener comunión con Su pueblo. En este libro, estudiaremos el tabernáculo desde el punto de vista humano, comenzando con el Atrio Exterior, avanzando hacia el Lugar Santo, hasta llegar a nuestra meta final, el Lugar Santísimo. De esta manera en este estudio consideraremos cómo el Tabernáculo de Moisés se relaciona con nuestra caminata y ministerio cristiano. El Tabernáculo de Moisés es tipo y sombra de cosas celestiales y espirituales. Hebreos 8:5 dice de los sacerdotes del Antiguo Testamento: “Los cuales sirven a lo que es figura y sombra 10 de las cosas celestiales”. El Tabernáculo de Moisés fue una réplica del tabernáculo celestial (Ap. 15:5). Asimismo, el tabernáculo reveló los caminos de Dios y Sus prpósitos para Su pueblo. El Salmo 77:13 dice: “Oh Dios, santo es tu camino”. N .T. Espiritualmente, cada uno de nosotros somos llamados a entrar detrás del velo, al Lugar Santísimo (a la presencia literal de Dios). Este es el supremo llamamiento para todo cristiano. Sin embargo, hay muchos pasos progresivos que debemos tomar antes de poder entrar al Lugar Santísimo. El Tabernáculo de Moisés puede ser comparado con los tres grados de crecimiento y madurez espiritual de la vida cristiana, expuestos en 1 Juan 2:12-14. Juan dice: “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno”. Las tres etapas progresivas de madurez son hijitos, jóvenes y padres. Hablando espiritualmente, el Atrio Exterior es el lugar donde las personas nacen al Reino de Dios como niños, siendo adoptados a la familia de Dios; allí experimentan el perdón de pecados y la salvación. El Lugar Santo representa un nivel N.T. 1. La traducción literal de este versículo es: «Tu camino, oh Dios, está en el santuario...» 11 más alto de madurez y es donde encontramos a los jóvenes, que tienen la victoria sobre Satanás, que son fuertes y en quienes mora la Palabra de Dios. Sin embargo, desde este plano espiritual debemos avanzar hacia el Lugar Santísimo, en donde es producido dentro de nosotros un corazón de padre y en donde conocemos al Señor de una forma muy íntima. Es desde este lugar que reinamos en vida por Jesucristo. Los muebles del tabernáculo Hay siete muebles en el Tabernáculo de Moisés. En el Atrio Exterior estaba el Altar de bronce y la Fuente de bronce. En el Lugar Santo estaban el Candelero, la Mesa del pan de la proposición y el Altar del incienso. Dentro del Lugar Santísimo estaban el Arca del pacto y el Propiciatorio o Asiento de misericordia, el cual reposaba sobre el Arca. Era sobre el Propiciatorio que la plenitud de la gloria de Dios residía. Estos siete muebles son muy importantes para nuestra vida, pues ellos hablan de las experiencias espirituales que debemos vivir para poder conocer la plenitud de la gloria y presencia de Dios. También, estas son experiencias a las que queremos llevar a nuestros hijos espirituales. El Señor Jesucristo cumplió cada aspecto del Tabernáculo de Moisés. Esto requirió de una vida de obediencia a la voluntad de Su Padre, culminando con Su muerte en la cruz del Calvario. Por esto, ya que Cristo es nuestro patrón, las experiencias espirituales del Tabernáculo también deben cumplirse en nosotros. Sólo entonces 12 podremos guiar a otros a entrar a estas áreas de madurez. Deseamos tener un ministerio equilibrado que produzca hijos e hijas maduros que lleguen a ser reyes y sacerdotes para el Señor (Ap. 5:10). 13 BOSQUEJO I. EL ATRIO EXTERIOR A. LA PARED DE LINO B. LA PUERTA C. EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO D. LA FUENTE DE BRONCE E. LOS CUERNOS DEL ALTAR II. EL LUGAR SANTO A. LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO 1. Las barras 2. El techo a) Las cortinas de lino fino b) Las cortinas de pelo de cabra c) Las pieles de carnero teñidas de rojo d) Las pieles de tejón B. LA PUERTA DEL LUGAR SANTO1. Las cinco Columnas a) El holocausto b) La ofrenda de alimento c) La ofrenda de paz d) La ofrenda por el pecado e) La ofrenda por la transgresión C. LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN D. EL CANDELERO 14 1. El Espíritu del Señor 2. El Espíritu de sabiduría 3. El Espíritu de inteligencia 4. El Espíritu de consejo 5. El Espíritu de poder 6. El Espíritu de conocimiento 7. El Espíritu del temor de Jehová 8. El aceite para el candelero E. EL ALTAR DE ORO DEL INCIENSO 1. El incienso a.) Estacte b.) Uña aromática c.) Gálbano d.) Incienso (Olíbano) F. EL VELO III. EL LUGAR SANTÍSIMO A. EL ARCA DEL PACTO 1. Las tablas de la ley 2. La urna de oro con maná 3. La vara de Aarón que reverdeció B. EL PROPICIATORIO (ASIENTO DE MISERICORDIA) 15 50 codos La Puerta (4 columnas) El Altar del Holocausto La Fuente de bronce El Candelero El Altar del Incienso El Arca del Pacto NorteSur Este Oeste 10 0 co do s PARTE I El Atrio Exterior 19Parte I: El Atrio Exterior INTRODUCCIÓN El Atrio Exterior era el área externa más grande del tabernáculo, este era accesible a todos los israelitas, y en términos espirituales podemos decir, que para todo creyente. Medía 100 codos de largo, 50 de ancho y 5 codos de alto. (De acuerdo a la mayoría de referencias, 1 codo equivale a 1 pie y 1/2 (46cm aprox.). Por lo tanto, el atrio del tabernáculo mediría 150 pies de largo (46 m aprox) y 75 pies de ancho (23m aprox), con cortinas de lino de una altura de 7 pies y 1/2 (2.3 m aprox.) Estaba rodeado de paredes de lino y solamente tenía una entrada, la puerta en el lado este. El Atrio Exterior es el lugar en donde se experimenta la salvación y el perdón de los pecados, y en donde los recién convertidos son traídos al rebaño de Cristo, el Buen Pastor. Cien nos habla de un cristiano fructífero. Como Cristo lo ilustró en la parábola del sembrador, cuando la Palabra de Dios es sembrada en nuestro corazón, nuestra condición de corazón determina si el Evangelio llevará fruto al treinta, sesenta o al ciento por uno (Mt. 13:23). Estos son los tres niveles para medir la cantidad de fruto. Como Cristo dijo en Juan 15, podemos llevar fruto, más fruto y mucho fruto. Nuestro máximo deseo es llegar a ser un cristiano que dé fruto al ciento por uno, como Isaac (Gn. 26:12), llevando mucho fruto para el Señor. Por esto, a través de las medidas del Atrio Exterior, el Señor está mostrando que Su deseo es que Su Pueblo sea fructífero en todas las áreas de su vida. 20 El Tabernáculo de Moisés Los cincuenta codos de ancho representan la libertad. Cada cincuenta años, en Israel se celebraba el año de libertad y liberación. Leemos en Levítico 25:10: “Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia”. Así mismo, nosotros entramos a la libertad porque Cristo vino a libertarnos de las ataduras del pecado y de Satanás. El deseo de Dios es que Su Pueblo sea fructífer o en todas las áreas de su vida. 21Parte I: El Atrio Exterior 1 LA PARED DE LINO Éxodo 27:9-19 Leemos en Éxodo 27:9-19 acerca de la construcción del Atrio del tabernáculo: “Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado. Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. 22 El Tabernáculo de Moisés Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas. Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas. Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce. La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce. Todos los utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio, serán de bronce”. Las cortinas de lino colgaban sobre 60 columnas de bronce, y servían como “pared” o cercado del Atrio Exterior (Ex. 27:9-19, 38:9-20). Las cortinas o pared de lino medían 5 codos de alto. El número cinco, según la numerología bíblica, nos habla de la gracia, pero también del juicio, como vemos en la parábola de las diez vírgenes, cinco recibieron gracia para entrar al banquete de las bodas, mientras que cinco quedaron fuera (Mt. 25:1-13). Únicamente podemos entrar al tabernáculo celestial, del cual el Tabernáculo de Moisés es un tipo, por medio de la gracia de Dios (habilidad divina). Aquellos que son excluidos del Reino de Dios son juzgados ( por sí mismos) indignos de la vida eterna, pues ellos han rechazado al Hijo de Dios. Su juicio en el infierno es definitivo e irrevocable. 23Parte I: El Atrio Exterior Pablo dijo a los judíos de Antioquia, quienes rechazaban el evangelio de Jesucristo: “A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles”. (Hch.13:46). Por lo tanto, clamemos a Dios para que nos dé gracia para poder entrar al tabernáculo espiritual y tener comunión con Él. Esta cubierta de lino blanco era una clara línea que marcaba la separación entre aquellos que estaban fuera y los que estaban dentro del tabernáculo. Esta pared de lino es muy importante. En la Palabra de Dios, el lino nos habla de la justicia de Dios. Leemos en Apocalipsis 19:7-8: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. El vestido de bodas de la Esposa está hecho de sus acciones justas y buenas obras. Queremos estar cubiertos con la justicia del Señor y no con la nuestra, pues nuestra justicia es como “trapo de inmundicia” (Is. 64:6). Recuerden la advertencia del Señor en Mateo 5:20, “...que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”. Es únicamente la justicia de Dios la que nos puede dar entrada al tabernáculo celestial y hacernos partícipes de la vida eterna. No solamente debemos experimentar este acto de cubrirnos a nosotros mismos, pero también debemos presentar la justicia de Dios a otros. 24 El Tabernáculo de Moisés Consideremos ahora nuestro ministerio en el Atrio Exterior, veamos cómo el apóstol Pablo testificó a un gobernante incrédulo, en Hechos 24:25. Pablo razonó con Félix, acerca de la “justicia, del dominio propio y del juicio venidero”. Este mensaje hizo que Félix templara. Debemos definir claramente a los no creyentes y a los recién convertidos lo que la justicia de Dios es y lo que no es. Ezequiel 18:5-9 enumera diecisiete actos de un hombre justo. En contraste, Gálatas 5:19-21 enumera diecisiete obras de la carne. Debemos advertir a las personas que si practican cualquiere que sea de estos pecados, no podrán entrar al reino de Dios. “El r eino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. (Ro. 14:17). Uno de los primeros mensajes que debemos exponer a las personas es la justicia de Dios, representada por la pared de lino en el Tabernáculo de Moisés.La justicia del Señor es el factor divisorio, les niega a las personas el acceso o les da una plena entrada al reino de Dios. Estemos siempre vestidos con la justicia del Señor y tratemos que aquellos a quienes ministramos también sean justos. Tengamos hambre y sed de justicia, pues entonces seremos saciados (Mt. 5:6). La justicia de Dios es uno de los primer os mensajes que debemos exponer a las personas. 25Parte I: El Atrio Exterior Las columnas (Ex. 27:10-15) Leemos en Éxodo 27:10-15, referente a las 60 columnas de bronce que sostenían la estructura del tabernáculo: “Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas”. Había 20 columnas tanto en el lado norte como en el lado sur del tabernáculo, y 10 columnas en los lados este y oeste, dando un total de 60 columnas. El número veinte es el número de madurez. En la cultura judía, un hombre alcanzaba la madurez cuando tenía veinte años (ver Ex. 30:14). Y el número diez representa el guardar la Ley. Estas 60 columnas representan a aquellos testigos maduros y fieles que declararon los estatutos y juicios de Dios a través de las sesenta generaciones del período del Antiguo Testamento. La columna siempre nos habla de fortaleza y estabilidad. Como cristianos, queremos ser columnas en la casa de Dios. Esta es una promesa para los vencedores: “Al que venciere, 26 El Tabernáculo de Moisés yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Ap. 3:12). Estas columnas eran de bronce. (Posiblemente estaban hechas de madera de acacia recubiertas de bronce.) Con excepción del acero, el bronce es la aleación más fuerte y dura que se conoce, por eso resiste la corrosión por más tiempo que el acero. Este metal simboliza los juicios y leyes invariables de Dios. El bronce también es usado en la Biblia para tipificar los juicios de Dios sobre el hombre a causa de su desobediencia (ver Lv. 26:19; Dt. 28:23). Las basas de bronce de las columnas estaban fijadas o enterradas en la arena. Esto nos recuerda la visión que el apóstol Juan tuvo de Cristo, mientras estuvo en la isla de Patmos. El vio los pies de Cristo, que eran como de bronce, representando que Su caminata es en verdad, veracidad y juicio. Así, los fundamentos del tabernáculo fueron establecidos firmemente. Las columnas estaban conectadas una con otra por medio de varas o molduras (bandas) de plata. Éxodo 27:10 dice, “Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata”. Estas molduras unían todas las columnas y también les daban estabilidad y los alineaban. La plata en la Biblia habla de la redención. La plata era el precio ha pagar para redimir a un esclavo (Ex. 21:32). También, se requirió que todo hombre judío (de 20 años o 27Parte I: El Atrio Exterior mayor) pagara un rescate por su alma con valor de medio siclo de plata. Toda esta plata se reunió y se usó para la edificación del tabernáculo (Ex. 30:11-16; 38:25-28). Jesús fue traicionado por treinta piezas de plata, y por lo tanto, vino a ser nuestro rescate y redención (Mt. 26:15; 27:3-10). Él murió en la cruz para redimirnos y ganarnos de vuelta para Dios. Él dijo en Mateo 20:28: “...el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. La redención de Cristo es lo que une a todos los creyentes en el cuerpo de Cristo. Los capiteles y molduras hablan de los ministerios que son apoyo (aquellos que dan soporte a sus líderes, particularmente a sus pastores). Este fue el ministerio de Aarón y de Hur. Ellos dieron soporte a Moisés y lo fortalecieron. Leemos de una ocasión en Éxodo 17:12: “Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol”. Las molduras también son similares a las coyunturas en el sentido en que unen y conectan. En el Cuerpo de Cristo existen aquellos que funcionan como coyunturas para acortar la brecha y ser puente entre diferentes iglesias y denominaciones. Las cortinas de lino del Atrio Exterior colgaban sobre cada pilar, sujetas por ganchos de plata. Así, vemos que no se sostenían por su propio poder. Como cristianos, nosotros no somos preservados por nuestro propio poder, sino que somos “guardados por el poder de Dios” (1 P. 1:5). Este hecho me 28 El Tabernáculo de Moisés recuerda a un pastor que estaba podando la copa de sus árboles frutales. Él le dijo al Señor: “Jamás soltaré tu mano Señor”. El Señor respondió, “¡No, Yo jamás soltaré la tuya!” Los padres siempre aprietan bien la mano de sus hijos cuando van a cruzar una calle muy transitada. De la misma manera, nuestro Padre celestial cuida de nosotros, como vemos en Juan 10:28: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Sus brazos eternos siempre nos sostienen (Dt. 33:27). La valla de lino estaba asegurada con cordones (o cuerdas) y clavos (estacas de tienda de campaña). Leemos en Éxodo 35:17-18, referente a esto: “ las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, la cortina de la puerta del atrio; las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas”. (ver también Ex. 39:40). Las estacas estaban hechas de bronce (Ex. 27:19), y eran similares a los clavos. Las estacas nos hablan de estar firmemente establecidos o fijados en el lugar que Dios nos ha designado. A Eliaquim se le dio esta promesa en Isaías 22:23: “Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre”. (ref. Esd. 9:8). 29Parte I: El Atrio Exterior 2 LA PUERTA Éxodo 27:16 Al lado este había una puerta también llamada “puerta del Atrio”; estaba al lado este, y era la única entrada al tabernáculo (Éx. 27:16). Había cuatro columnas en esta puerta. El número cuatro en la numerología bíblica tiene la connotación de ser universal. Hay cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. El término “los cuatro confines de la tierra” es usado en la Biblia para significar toda la tierra (Is. 11:12; Ap. 7:1). Por lo tanto, las cuatro columnas de la puerta significan que la invitación a la salvación está abierta a todos; a todo aquel que venga (Jn. 3:16). El Espíritu y la Esposa de Cristo dicen al unísono: “y el que quiera, tome del agua de 30 El Tabernáculo de Moisés la vida gratuitamente”. (Ap. 22:17). La invitación está dirigida a todos, pero pocos responden. La Puerta del Atrio tenía un color diferente que lo distinguía del resto de la pared de lino blanco. El lino fino estaba entretejido con materiales de color azul, púrpura y escarlata. Todos estos colores tienen un significado espiritual. El lino, como ya dijimos, habla de justicia. El azul nos habla de la Palabra de Dios (Nm. 15:38-39) y también de los cielos, pues los cielos son azules. El púrpura habla del ministerio de realeza (Jue. 8:26; Lc. 16:19; Jn. 19:1-3). El escarlata habla del ministerio sacerdotal, pues el escarlata es el color de la sangre, hablando de los sacrificios que los sacerdotes tenían que ofrecer. Todos estos colores revelan diferentes aspectos del Señor Jesucristo, quien es la Puerta: Lino - Cristo es el Justo Azul- Cristo es el Profeta o “El Verbo de Dios” Púrpura - Cristo es el Rey Escarlata- Cristo es el Sumo Sacerdote quien ofreció Su cuerpo como sacrificio por nuestros pecados. Espiritualmente, Cristo es la Puerta. Él declaró: “Yo soy la puerta” (Jn. 10:7-9). Jesucristo es el único camino de salvación. Él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6). Hechos 4:12 dice: “Y en ningún otro hay salvación [sino en Jesucristo]; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. 31Parte I: El Atrio Exterior Debemos aceptar Su justicia y Su expiación por nuestro pecado. Para poder ser salvas, las personas deben creer en su corazón y confesar con su boca que Cristo es Señor y Salvador, (Ro. 10:9-10). Por esto, el ministerio del Atrio Exterior debe señalar a Jesucristo como la única Puerta y el único medio de salvación. Es solamente a través de la justicia de Cristo que nosotros podemos entrar a Su Reino. Como dijo Cristo en Juan 10:1, “El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador”. El único camino de salvación es a través de Jesucristo. Es absolutamente ridículo que aquellas falsas religiones niegen la deidad de Jesucristo, el Hijo de Dios, y esperen tener acceso al Padre celestial. Solamente hay salvación a través de la fe en la sangre derramada de Cristo. Jesús claramente dijo, “el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”. (Jn. 3:3 RV1995). El único camino a la salvación es Jesucristo, la Puerta. 32 El Tabernáculo de Moisés 3 EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO Éxodo 27:1-8 Leemos en Éxodo 27:1-8: “Harás un altar de madera de acacia. Será cuadrado, de 5 codos de largo, de 5 codos de ancho y de 3 codos de alto. Le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán de una misma pieza. Y lo recubrirás de bronce. También harás sus bandejas para las cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión, sus tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios. Le harás una rejilla de bronce en forma de red, y sobre la red harás cuatro aros de bronce en sus cuatro extremos. Y la pondrás por debajo y alrededor del borde del altar. La red llegará hasta la mitad del altar. Harás varas para el altar, varas de madera de acacia, y las recubrirás de bronce. Las 33Parte I: El Atrio Exterior varas se meterán por los aros. Esas varas estarán a los dos lados del altar cuando sea transportado. Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harán”. El primer mueble dentro del tabernáculo, en el Atrio Exterior, era el Altar del holocausto (o el Altar de bronce) donde los sacrificios de los animales eran ofrecidos (Ex. 27:1-8; 38:1-7). Las ofrendas que debían ponerse sobre el altar serán estudiadas en otra sección de este libro. La palabra hebrea para altar significa “el lugar de matanza”. La caja de madera hecha de madera de acacia (sitim) y estaba recubierta por dentro y por fuera con bronce, haciéndola resistente al fuego, medía 5 codos de largo, 5 codos de ancho y 3 codos de alto. Estas medidas, así como también el bronce, nos hablan del juicio divino de Dios. Sobre este altar las cinco ofrendas levíticas eran sacrificadas, así como los sacrificios de la tarde y la mañana, y los sacrificios para los días especiales de fiesta. Así, estos sacrificios eran la expiación por el pecado del hombre para librarlo de los juicios de Dios. Era en este Altar de bronce que el derramamiento de sangre se daba y los israelitas recibían expiación por sus pecados. Levítico 17:11 dice, “porque la vida del cuerpo está en la sangre, la cual yo os he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras personas. Porque es la sangre la que hace expiación por la persona”. Espiritualmente, el altar de bronce representa el sacrificio supremo y único del Señor Jesucristo sobre la cruz, y 34 El Tabernáculo de Moisés nuestra aceptación y perdón a través de Su sangre. Él vino a ser nuestro Cordero pascual (1 Co. 5:7). Los israelitas en Egipto tuvieron que apropiarse personalmente de la sangre del cordero pascual para poder ser salvados, aplicando la sangre a los postes de sus casas. Esto es muy importante. La sangre de Cristo y Su sacrificio son efectivos únicamente para nosotros, si los aplicamos a nuestra vida y recibimos a nuestro Salvador. No es suficiente saber que Jesús es el Salvador del mundo; debemos saber personalmente que Él murió por nuestros pecados y creer en Él para poder ser salvos. Los israelitas también tuvieron que comer la carne del cordero. Espiritualmente, esto habla de meditar en la Palabra de Dios. Jeremías dijo: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí” (Jer. 15:16). Después de guiar a alguien a la salvación, debemos instruirles inmediatamente que deben estudiar la Palabra de Dios. Ellos deben meditar en la Palabra para ser cristianos fuertes. Cuando los israelitas comieron del cordero pascual, tuvieron que comer con sus cintos ceñidos, con sandalias en sus pies y los bastones en sus manos (Ex. 12:11). Ellos tenían que estar listos para salir fuera de Egipto (un tipo de este mundo). Esta es la visión que debemos poner ante los recién convertidos y los cristianos del Atrio Exterior. Debemos enfatizar que una vez que recibimos salvación, iniciamos un viaje espiritual; no podemos quedarnos en donde estamos y continuar viviendo como antes lo hacíamos en el mundo. ¡Nuestro destino es la tierra prometida! 35Parte I: El Atrio Exterior Sin embargo, debo recalcar que muchos de los que fueron salvos por la sangre e iniciaron su viaje, no llegaron a la tierra prometida, ellos perecieron en el desierto a causa de la desobediencia. Por lo tanto, la sangre de Cristo solamente nos cubre mientras continuamos caminando en obediencia y en la luz. 1 Juan 1:7 dice: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado”. En la medida en que caminamos en la luz, la sangre de Jesús nos cubre y limpia de nuestro pecado. Al ministrar a aquellos que están en el Atrio Exterior, debemos continuamente presentarles esta importante verdad. Hace algunos años, cuando estábamos en África occidental, mi esposa tuvo una visión de un pastor en América, a quien conocíamos. Él estaba de pie delante de dos caminos que comenzaban en la luz, pero estaba confundido y no sabía cual escoger. Mi esposa le preguntó al Señor, “Pero, ¿cómo sabrá cuál es el camino correcto para él?” El Señor respondió, “Te lo mostraré, llevándote por los caminos”. Ella vio que el camino de la derecha no estaba iluminado por luz verdadera, sino por luz artificial que se torno titilante e inestable. Esta luz titilante gradualmente se tornó gris, luego negra y finalmente desapareció en un hoyo del mismo infierno. Sin embargo, el camino de luz de la izquierda se volvió más y más brillante a medida que continuaba (Pr. 4:18), ascendiendo hacia la cumbre del monte de Sion, en el cielo. Después de esto le advertimos al pastor que estaba enfrentándose a una encrucijada en su vida, en donde ambas 36 El Tabernáculo de Moisés direcciones al principio aparentaban ser buenas, pero que debía clamar para recibir discernimiento para saber cuál era el verdadero camino de Dios para su vida. Aunque fue advertido, lamentablemente este pastor tomó el camino equivocado. Pronto cambió sus doctrinas y comenzó a enseñar error. Se divorció de su fiel esposa y desde entonces se ha casado varias veces. Cuán importante es que aprendamos a caminar en la luz, para que la sangre de Cristo nos continúe limpiando a medida que nos movemos y avanzamos con Dios. También todos los utensilios usados en las ofrendas de los sacrificios de animales estaban hechos de bronce. Leemos en Éxodo 27:3: “También harás sus bandejas para las cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión, sus tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios” (RVA). Cada uno de estos cinco utensilios tenían una función específica.Las bandejas eran usadas para quitar las cenizas de los sacrificios. Las palas se usaban para recoger las cenizas. Los tazones eran usados para recibir la sangre de los animales. Los tenedores eran usados para arreglar y manipular los sacrificios. Y los baldes eran usados para llevar los carbones. Estos vasos hablan de los diversos ministerios en el Cuerpo de Cristo. El apóstol Pablo explica esto en 2 Timoteo 2:20-21: “Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”. 37Parte I: El Atrio Exterior Todos tenemos una función en el Cuerpo de Cristo, y queremos ser vasos de honra, no de deshonra. Sobre el centro del altar para fuego, estaba colocada una rejilla. Éxodo 27:4-5 dice: “Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar”. Esta rejilla estaba hecha de barras de bronce entrecruzadas unas con otras, y sobre estas se ponían los animales sacrificados y eran quemados sobre el fuego de forma ordenada. Había cuatro aros en las esquinas del Altar de bronce que servían para cargarlo cuando, junto con la congregación, el tabernáculo era movido durante la travesía por el desierto. De esto extraemos una importante verdad espiritual. Dondequiera que estemos alrededor del mundo, continuamente debemos ofrecer al Señor nuestros cuerpos como sacrificio vivo sobre el altar (Ro. 12:1). También debemos ofrecer el fruto (o el becerro) de nuestros labios y cantar alabanzas a nuestro Señor en todo tiempo y en todo lugar (Os. 14:2). Como vemos en las instrucciones dadas a los sacerdotes, la madera tenía que ser puesta en el altar de forma ordenada. Con Dios, nada es fortuito. Esto se puede traducir en una verdad espiritual. Cuando pasamos por pruebas de fuego y se requiere que ofrezcamos nuestra vida sobre el altar como sacrificio vivo para el Señor, necesitamos darnos cuenta que Dios ha ordenado esa prueba en particular y a aquellos que nos afligirán en cada circunstancia. 38 El Tabernáculo de Moisés En nuestra vida, Dios usa a las personas como a la madera sobre el altar, como combustible para el fuego que consume el sacrificio. La mayoría de nuestras pruebas giran alrededor de las personas. Dios usa a otros, incluyendo a hermanos en Cristo, para purificarnos. Nuestras pruebas son orquestadas por el Señor; así que, amados, animémonos. Dios le dijo a Moisés que hiciera varas para que los israelitas pudieran cargar el Altar de bronce cuando viajaran. “Harás varas para el altar, varas de madera de acacia, y las recubrirás de bronce. Las varas se meterán por los aros. Esas varas estarán a los dos lados del altar cuando sea transportado. Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harán”. (Ex. 27:6-8). Estas varas de madera estaban recubiertas de bronce. Todos los muebles eran portátiles, debido a que el tabernáculo iba a ser movido de lugar en lugar. Las varas fueron removidas cuando el Templo de Salomón fue elegido, pues ese fue el lugar final de reposo. En conclusión, recordemos que cuando los israelitas de antaño pasaban a través de la Puerta del tabernáculo, inmediatamente eran confrontados con el Altar de bronce y con las ofrendas y sacrificios. Esto era para recordarles que su entrada a la presencia de Dios y el ser aceptados por Dios podía ser únicamente a través de sacrificios de sangre. Espiritualmente, esto habla de Cristo, el Cordero de Dios, como el sacrificio sobre la cruz por nosotros. Es por Su sangre derramada sobre la cruz del Calvario que nosotros tenemos acceso al Padre y podemos entrar al Reino de Dios (Ef. 2:18). 39Parte I: El Atrio Exterior 4 LA FUENTE DE BRONCE Éxodo 30:17-21 La Fuente de bronce, hecha de los espejos de las mujeres judías, es el siguiente mueble en el tabernáculo (Ex. 30:17-21, 38:8, 40:7). Se encontraba entre el Altar del holocausto y el Lugar Santo. No había medidas para este mueble. El propósito de la fuente de bronce era para que los sacerdotes se lavaran y limpiaran. Esta fuente o lavamanos tiene una doble aplicación espiritual para nuestra vida. Primero, habla de ser lavados con el agua de la Palabra de Dios. Pablo dijo en Efesios 5:26: “a fin de santificarla [la Iglesia], habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”. Así como el sacerdote 40 El Tabernáculo de Moisés no podía entrar al Lugar Santo a menos que hubiera sido limpiado por el agua de la fuente, así espiritualmente nosotros tampoco podemos entrar al Lugar Santo y acercarnos a Dios, a menos que seamos lavados y limpiados con Su Palabra; así es de serio. Cuando Cristo estaba lavando los pies a los discípulos, después de la última cena, y Pedro le dijo que Él jamás le lavaría los pies, el Señor le dio una respuesta muy directa: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo”. (Jn. 13:8). A menos que seamos lavados diariamente por la Palabra, no tendremos parte con Cristo. En un servicio de cierta iglesia, mientras la congregación levantaba sus manos en adoración, mi esposa vio en visión que casi todas las manos estaban sucias. En la visión, solamente algunos tenían puestos guantes blancos, indicando que su corazón y vida eran puros. El Señor le dijo a mi esposa, “Solamente recibo la adoración de aquellos que tienen manos limpias”. Amados, qué importante es que seamos continuamente lavados por la Palabra de Dios. Debido a que la fuente de bronce estaba hecha de los espejos de las mujeres hebreas, esto nos habla del hecho de que la Palabra es como un espejo (Stg. 1:23). Nos revela nuestras necesidades, nos muestra cómo somos realmente y expone nuestros motivos. Cuando los israelitas se acercaban al lavamanos, ellos se veían reflejados. La Palabra de Dios divide el alma y el espíritu en nuestra vida y nos limpia. El lavamanos también habla del agua del bautismo, una de las doctrinas fundamentales del cristianismo (He. 6:1-2). 41Parte I: El Atrio Exterior Después que los israelitas entraban atravesando la puerta del tabernáculo, llegaban al Altar del holocausto y luego a la Fuente de bronce. Espiritualmente, el creyente es salvo al pasar por Cristo, quien es la Puerta, y es limpiado por la sangre del Cordero (representada por el altar del holocausto). La siguiente experiencia en la vida cristiana es el bautismo en aguas. Pedro dijo en el día de Pentecostés: “Ar repentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch. 2:38). Esta progresión también puede ser vista en el viaje de Israel desde Egipto hacia la tierra prometida. Primero, en Egipto, ellos fueron redimidos por la sangre del cordero Pascual y el paso siguiente fue que cruzaron el Mar Rojo. Cristo es nuestro Cordero pascual (1 Co. 5:7) y nosotros somos redimidos por Su sangre derramada. Recordando que el viaje de los hijos de Israel, desde Egipto hacia la tierra prometida, es un tipo del viaje espiritual del creyente, desde la tierra hacia el cielo y a la gloria, podemos ver que el cruzar el Mar Rojo también nos habla de una experiencia espiritual. Es análogo a ser bautizados en agua. Pablo aclara esto en 1 Corintios 10:1-2: “No quiero que ignoréis, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube, y que todos atravesaron el mar. Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar”. El bautismo en agua es una experiencia esencial en nuestra caminata cristiana El bautismo en agua deja en libertad a una persona para que prosiga con Dios 42 El Tabernáculo de Moisés y un acto de obediencia. Jesús mismo fue bautizado por Juan, diciendo: “…así conviene que cumplamos toda justicia”. (Mt. 3:15). El apóstol Pablo dijo en Romanos 6:3-4: “¿O no sabéisque todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. Cuando una persona es bautizada en agua se está identificando con la muerte y resurrección de Cristo. Tal como Cristo murió, así también el cristiano debe morir al mundo cuando desciende a las aguas, y como Cristo resucitó de los muertos, también se levantará de las aguas para caminar en nueva vida con Él. En muchos países, las personas no sufren persecución por profesar a Cristo; pero cuando se bautizan en agua, muchas veces son rechazadas por sus familias y comunidades y terriblemente perseguidas. El bautismo en agua es una declaración abierta de que una persona está rechazando a todos los demás dioses falsos y eligiendo servir al único Dios verdadero, Jesucristo. Este es un poderoso acto de obediencia. El bautismo en agua tiene el poder de romper las ataduras denominacionales. Deja en libertad a una persona para que prosiga con Dios. Al no ser bautizados en agua, muchas personas regresan rápidamente al mundo. Siempre debemos procurar guiar a las personas a quienes ministramos hacia el bautismo en agua. Esta es una parte esencial del ministerio del Atrio Exterior. 43Parte I: El Atrio Exterior En una ocasión, mientras ministraba en un seminario en la India, compartí acerca de cómo el paso de los israelitas a través del Mar Rojo tipifica el bautismo en agua. Recalqué que aquellos que no pasan a través de las aguas del bautismo son como los que permanecieron en Egipto bajo el control de Faraón, y cómo aún están bajo el control de Satanás. Después que el seminario terminó, cientos de delegados católicos romanos les pidieron a sus sacerdotes que los bautizaran en agua. ¡Cuando sus sacerdotes se negaron a hacerlo, los delegados bajaron al río y se bautizaron a sí mismos! Esta experiencia los liberó de las tradiciones no beneficiosas del la iglesia Católica y los ayudó a moverse hacia otras verdades y experiencias que antes no estaban disponibles para ellos. 44 El Tabernáculo de Moisés 5 LOS CUERNOS DEL ALTAR Éxodo 27:2 Había cuatro cuernos en el Altar de bronce, uno en cada esquina (Ex. 27:2). El animal sacrificado era amarrado a estos cuatro cuernos. El Salmo 118:27 dice, “Jehová es Dios, y nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar”. Cuando el Señor nos revela una verdad, debemos inmediatamente consagrarnos y comprometernos con Él y con esa nueva revelación, atando el sacrificio. Como dijimos antes, el número cuatro significa universal. Los cuernos son símbolo de poder. Por ejemplo, los cuernos son la fortaleza de un toro. Habacuc 3:4 dice acerca de Cristo: “Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza” (SE). Por esto, los cuernos del Altar de bronce nos hablan del poder universal. 45Parte I: El Atrio Exterior Espiritualmente, estos cuernos significan el tremendo poder que viene con el bautismo del Espíritu Santo. Justo antes que Él ascendiera a Su Padre, Cristo instruyó a Sus discípulos en Lucas 24:49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Jesús les dijo a Sus discípulos que esperaran en Jerusalén hasta que fueran investidos con poder de lo alto y hasta que recibieran la promesa del Padre. ¿Cuál era esta promesa? Era la promesa del Espíritu Santo. Cristo dijo en Hechos 1:4-5: “Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento de la promesa del Padre, de la cual me oísteis hablar; porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días”. Esto sucedió diez días después en el día de Pentecostés, en Hechos 2, cuando los discípulos comenzaron a hablar en otras lenguas. Él continuó diciendo en Hechos 1:8: “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. La principal característica del bautismo en el Espíritu Santo es el poder. El bautismo del Espíritu Santo es una doctrina fundamental que todo creyente debe experimentar. Es para cada creyente ¡HOY! Hablando del bautismo del Espíritu Santo, Pedro dijo en Hechos 2:39: “Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos 46 El Tabernáculo de Moisés cuantos el Señor nuestro Dios llame”. La promesa era para los de la generación de Pedro, para la generación siguiente y para todas las generaciones venideras, incluyendo la nuestra. Cuando el apóstol Pablo se encontraba con nuevos creyentes, una de sus primeras preguntas siempre era: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” (Hch. 19:2). Esto nos da un patrón para nuestra vida. Siempre debemos procurar guiar a las personas al bautismo del Espíritu Santo. Cierto grupo de creyentes en Éfeso, a quienes Pablo les hizo esta pregunta, respondieron diciendo que ellos jamás habían oído de eso. Por lo tanto, ya que estos creyentes eran salvos, pero no estaban llenos de el Espíritu, el bautismo en el Espíritu Santo es obviamente una experiencia subsiguiente a la salvación y no es lo mismo que nuestra experiencia del nuevo nacimiento. No todos los creyentes están bautizados en el Espíritu Santo. Hablar en otras lenguas es la evidencia inicial, pero no es la única faceta de esta maravillosa experiencia en Dios. Una vez llenos del Espíritu, nuestros sentidos espirituales son avivados de una manera nueva. Después de ser bautizados con el Espíritu Santo, nos volvemos candidatos, si podemos decirlo así, para recibir los nueve dones del Espíritu Santo, enumerados en 1 Corintios 12:7-11. Los nueve dones del Espíritu, los cuales son para la edificación de la Iglesia (1 Co. 12:7, 14:12). Estos El bautismo en el Espíritu Santo es para todos y cada creyente hoy en día. 47Parte I: El Atrio Exterior dones son la palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, el don de fe, dones de sanidad, el obrar milagros, la profecía, el discernimiento de espíritus, el don de otras lenguas y la interpretación de lenguas. Pablo dijo: “Seguid el amor; y anhelad los dones espirituales...” (1 Co. 14:1). Queremos que estos dones espirituales sean desatados en nosotros y entonces seremos capaces de guiar a otros hacia estos dones ya que son muy necesarios para que la Iglesia alcance todo lo que Dios tiene preparado para estos postreros días. Como líderes cristianos en una u otra forma, solamente podemos guiar a otros hacia aquello que ya hemos experimentado. Es verdad que un líder enseña más con su ejemplo que con sus palabras. Si buscamos a Dios para que nos libere en el ámbito de sus dones espirituales, entonces también podremos ser usados para introducir a otros a esta libertad. Al grado en que nosotros manifestemos los dones espirituales, al mismo grado los veremos manifestados en nuestras iglesias. Solamente podemos llevar a las personas tan lejos como nosotros lleguemos. Nuestra meta final es entrar detrás del velo al Lugar Santísimo; pero primero, debemos asegurarnos de que las personas han recibido un buen fundamento en el Atrio Exterior. CONCLUSIÓN En el Atrio Exterior, hay tres experiencias importantes de la vida cristiana que corresponden sucesivamente al Altar del holocausto, a la fuente de bronce y a los cuernos del altar. El Altar de los holocaustos, habla de la salvación por la sangre 48 El Tabernáculo de Moisés del Cordero de Dios, esto es relacionado con el arrepentimiento (un cambio de mentalidad y dirección; un cambio radical). La Fuente de bronce habla del bautismo en agua (también proporcionándonos un fundamento firme en la Palabra de Dios por medio de la enseñanza). Los cuernos del altar hablan del bautismo en el Espíritu Santo y delos dones espirituales. En el libro de Hechos, el apóstol Pedro resumió en forma de cápsula el ministerio en el Atrio Exterior. En el día de Pentecostés, cuando varios miles fueron convertidos por el poderoso sermón de Pedro, ellos dijeron a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué haremos?”. Pedro respondió diciendo: “Ar repentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch. 2:37-38). Como creyentes, es de suma importancia que no nos quedemos en las doctrinas elementales de la vida cristiana, pero que progresemos y avancemos en nuestra caminata espiritual hasta llegar a la madurez y perfección. Pablo dijo en Hebreos 6:1-3: “Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez, sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos si es que Dios lo permite” (RVA). La doctrina de los bautismos (el bautismo en agua, en el Espíritu Santo, en fuego y sufrimiento) es una de las doctrinas elementales de la fe cristiana. 49Parte I: El Atrio Exterior Sin embargo, sólo podemos progrsar y proseguir en nuestra caminata por la gracias de Dios y sólo por Su gracia. Pablo dice: “Pr osigamos hacia la perfección”, y continúa diciendo: “Y esto haremos [solamente] si es que Dios lo permite”. Así como en la escuela primaria es la maestra quien determina, en base a las calificaciones, si un estudiante pasa de grado o permanece en el mismo nivel, así mismo el Señor determina si nosotros progresamos en nuestra vida espiritual si es que pasamos nuestros exámenes y pruebas. Los hijos de Israel fallaron sus diez pruebas en el desierto (Nm. 14:22). Por eso, ellos no fueron promovidos al siguiente nivel para entrar a la tierra prometida. Esa generación murió en el desierto y la siguiente generación fue la que entró a la tierra prometida. Por lo tanto, lo más importante para nosotros como creyentes es pasar nuestras pruebas con buena actitud para que podamos progresar en nuestra caminata cristiana, o de otra forma permaneceremos eternamente en el mismo nivel espiritual. ¡Amado, esforcémonos hasta llegar al Lugar Santo! Al estudiar brevemente el Atrio Exterior del Tabernáculo de Moisés, espero que su corazón haya recibido un nuevo reto. Queremos alcanzar la madurez y un mayor conocimiento del Señor Jesús y de Su Palabra. A medida que maduramos, seremos preparados para entrar a las experiencias espirituales que nos son mostradas en el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. PARTE II El Lugar Santo 53Parte II: El Lugar Santo INTRODUCCIÓN Como vimos en la primera parte, el Tabernáculo de Moisés constaba de tres partes: el Atrio Exterior, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Estos corresponden a las tres categorías de cristianos enumeradas en 1 Juan 2:12-14: hijitos, jóvenes, padres. Los hijitos (o niños pequeños) saben que sus pecados les han sido perdonados. Ellos son representados en el Atrio Exterior (han experimentado la salvación, el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo). La segunda categoría son aquellos a quienes Juan llama jóvenes (los que han vencido al maligno y son fuertes en el Señor). Estos creyentes entran al Lugar Santo y moran allí. Es a estos cristianos a quienes este capítulo es dirigido, con la intención de ayudarlos a comprender sus experiencias espirituales, su estado y ministerio. En el Lugar Santo llegamos a conocer los caminos de Dios. Como reyes y sacerdotes según el orden de Melquisedec (Sal. 110:4), primero debemos experimentar las verdades del Santuario y luego, por la gracia de Dios, compartirlas con otros. 54 El Tabernáculo de Moisés 6 LA CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO El verdadero tabernáculo, llamado el Santuario, consistía de dos secciones: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Las cinco piezas del mobiliario en el Santuario representan el hecho de que solamente por la gracia de Dios somos capacitados para entrar al Lugar Santo y al Lugar Santísimo. Este tabernáculo medía 30 codos de largo, 10 codos de alto y 10 codos de ancho. El Lugar Santo medía 20 codos de largo (20x10x10) y el Lugar Santísimo medía 10 codos de largo (10x10x10). De este modo, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo combinados tendrían una medida 55Parte II: El Lugar Santo de 45 pies de largo (13.5 metros aprox.), 15 pies de alto (4.5 metros aprox.) y 15 pies de ancho (4.5 m aprox). El marco consistía de 48 tablas de madera de sitim (acacia) recubiertas de oro. Estas tablas fueron colocadas sobre 96 bases de plata, la plata hablando de la redención (Ex. 26:15-30). Sitim es otro nombre con el que se conoce al árbol de acacia. Este árbol es notorio por sus espinas. Así, este describe acertadamente la naturaleza no regenerada del hombre. Como parte de la maldición, Dios le dijo al hombre que a causa de su desobediencia, la tierra produciría espinos cuando él la labrara (Gn. 3:18). Por eso, estas tablas hablan de la naturaleza no redimida del hombre siendo pulida y enderezada bajo la mano del Padre, moldeadas para el uso del Señor. El número 48 es el número que representa el sacerdocio, pues a los levitas se les dieron 48 ciudades en la tierra de Israel (Jos. 21:41; Nm. 35:7). Solamente los sacerdotes podían entrar al Lugar Santo. Aún más, solamente el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo sólo una vez al año. Por lo tanto, ahora vemos el ministerio de los sacerdotes espirituales. Nuestro deseo debe ser convertirnos en sacerdotes, y transformar a otros en reyes y sacerdotes (Ap. 5:9-10). Los sacerdotes de Dios son maestros de justicia que guían e instruyen al pueblo en el camino de la santidad. Queremos ser parte de este ministerio que tiene un cumplimiento especial en los últimos tiempos, pero el requisito es una vida de completa consagración al Señor y a Su voluntad para nuestra vida. 56 El Tabernáculo de Moisés Las tablas medían 10 codos de alto y 1 codo y 1/2 de ancho (Ex. 26:16). Debido a que diez es el número de la Ley, estas tablas también hablan del sacerdocio fiel que cumple la Ley. Uno y medio es la mitad de tres, el número de revelación divina. Esto sugiere que la plenitud de esta verdad no estaba disponible para los santos del Antiguo Testamento, pero que la revelación completa es dada en el Nuevo Testamento (ver He. 11:40). Éxodo 26:17 nos dice algo más acerca de estas tablas: “Cada tablón tendrá dos espigas para ser trabadas una con otra. Así harás con todos los tablones del tabernáculo”. Dos proyecciones (espigas) aseguraban la estabilidad de las tablas. Dos es el número de testigo o testimonio. Esto indica que el testimonio de las tablas del tabernáculo era en verdad y gracia, que viene a través de Jesucristo (Jn. 1:17). Éxodo 26:18-25 dice: “Harás para el lado sur del tabernáculo veinte tablones. Harás cuarenta bases de plata para estar debajo de los veinte tablones: dos bases debajo de un tablón para sus dos espigas, y dos bases debajo de otro tablón para sus dos espigas. Y para el otro lado del tabernáculo, el lado norte, harás otros veinte tablones, con sus cuarenta bases de plata, dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón. Para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablones. Harás, además, dos tablones para las esquinas del tabernáculo en los dos extremos posteriores, los cuales estarán unidos por abajo y unidos por arriba con un aro. Así será con los dos tablones para las dos esquinas. De modo que habrá ocho 57Parte II: El Lugar Santo tablones con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón”. Había 48 tablas en total: 20 tablas al lado sur, 20 tablas al lado norte, 6 tablas para el lado oeste y dos tablas para las esquinas del oeste. Veinte es el número de la madurez (ver Ex. 30:14). Había dos bases para cada tabla, dando un total de cuarenta bases para las veinte tablastanto en el lado norte como en el sur. Cuarenta es el número de prueba y examen. Así, nosotros somos sostenidos y afirmados por la Palabra de Dios que ha sido probada y examinada. El Salmo 12:6 dice, “Las palabras de Jehová son palabras puras, como plata purificada en horno de tierra, siete veces refinada”. Había un total de 96 bases de plata para las 48 tablas (dos bases para cada tabla). (También había cuatro bases debajo de los cuatro columnas que sostenían el velo del Lugar Santísimo, dando un total de 100 bases en el Tabernáculo- Ex. 26:32, 38:27). El número noventa y seis es el producto de 12 x 8. Doce, por supuesto, es el número de gobierno divino. Había doce cabezas de las doce tribus de Israel que gobernaban la nación. La Iglesia está edificada sobre el fundamento de los doce apóstoles (Ef. 2:20; Ap. 21:12-14). El número ocho representa un nuevo día o un nuevo orden (también la resurrección). Cada ocho días representan el inicio de una nueva semana. Como Pedro dijo, un día con el Señor son como mil años (2 P. 3:8). Aproximadamente, se le han dado al hombre 7.000 años sobre esta tierra. 58 El Tabernáculo de Moisés Aproximadamente hubo 4.000 años desde Adán hasta Cristo, más o menos 2.000 años dados para la Era de la Iglesia y finalmente el reinado de 1.000 años de Cristo sobre la tierra. El octavo día abre los nuevos cielos y la nueva tierra. Así, el noventa y seis (una combinación de 12 x 8) habla del gobierno que esta por venir. Recuerden, estamos siendo preparados para reinar con Cristo como sacerdotes y reyes en Su reinado milenial sobre la tierra y en el cielo (ver Mt. 19:28; Ap. 20:6). LAS BARRAS El tabernáculo se mantenía unido por cinco barras en cada lado (norte, sur y oeste). Leemos en Éxodo 26:26-29 acerca de estas cinco barras que estaban hechas de madera de sitim y recubiertas de oro: “Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras”. Estas cinco barras eran colocadas a través de anillos de oro adheridos a las tablas. Estas tablas servían como abrazaderas para sostener toda la estructura del tabernáculo. Cinco es el número que representa la gracia de Dios. Como creyentes y sacerdotes del Nuevo Testamento, nosotros somos sostenidos por la gracia de Dios y solamente por Su gracia. Estas cinco barras también representan los cinco ministerios: apóstoles, 59Parte II: El Lugar Santo profetas, evangelistas, pastores y maestros. El ministerio quíntuple es necesario para llevar a la Iglesia a la madurez y perfección (Ef. 4:11-13). Como las barras que sostenían el tabernáculo, el ministerio quíntuple hace que la Iglesia esté firme y guarda a los creyentes de ser llevados de acá para allá por cualquier viento de doctrina (Ef. 4:14). Había un total de quince barras (cinco barras en los lados norte, sur y oeste). El número quince habla de la separación o llamamiento divino. Así, estas quince barras hablan del llamamiento divino por Dios para estos cinco ministerios. Como Pablo dice en Hebreos 5:4: “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón”. Estas barras estaban hechas de madera de sitim (que habla de humanidad) y recubiertas con oro, que habla del hecho de que el ministro del Señor debe estar recubierto por la naturaleza de Dios. El anillo es un aro sin fin, que habla de la eternidad. El hecho de que estas barras fueran puestas a través de estos anillos de oro significa que el llamado al ministerio quíntuple es un llamamiento eterno, “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Ro. 11:29). A Finees, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón, le fue dado un sacerdocio eterno por el celo que tuvo por el Señor y por Su justicia (Nm. 25:11-13). Como sacerdotes del Nuevo Testamento, nuestro ministerio es eterno. Al vencedor se le promete un sacerdocio eterno. 60 El Tabernáculo de Moisés LA CUBIERTA (Ex. 26:1-14) La cubierta del tabernáculo consistía de dos cortinas y dos cubiertas. Cortinas de lino fino fueron colocadas directamente sobre la estructura del tabernáculo (Ex. 26:1-6, 36:8-13). Sobre estas cortinas fueron puestas cortinas de pelo de cabra (Ex. 26:7-13, 36:14-18). Lo que seguía eran pieles de carnero teñidas de rojo (Ex. 26:14, 36:19), y la cubierta final estaba hecha de pieles de tejón (Ex. 26:14, 36:19). 1. Cortinas de lino fino (Ex. 26:1-6) Éxodo 26:1 dice: “Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa”. El número diez habla de la Ley, y el lino torcido habla de justicia. Por esto, estas diez cortinas hablan de Aquel que cumplió la justicia de la Ley, el Señor Jesucristo. Ya que hemos visto la interpretación espiritual de los colores usados en las cortinas, consideraremos ahora a los querubines que estaban en las cortinas. Estos querubines estaban entretejidos en la tela de lino. Los querubines son las criaturas vivientes que están alrededor del trono de Dios continuamente cantando: “Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso” (Ap. 4:8). Por eso, ellos hablan de la presencia literal de Dios y de Su santidad. Asaf, el músico ungido, exclamó al Señor en el Salmo 80:1: “Que estás entre querubines, resplandece”. Estas cortinas medían 28 codos de largo y 4 codos de ancho (Ex. 26:2). Estaban cosidas en dos grupos de cinco (Ex. 26:3) 61Parte II: El Lugar Santo y luego unidas por cincuenta corchetes (ganchos) de oro con cien lazadas azules (Ex. 26:4-6), dando una dimensión total de 28 codos por 40 codos. Estas medidas de las cortinas también revelan verdades divinas. 28 es el producto de 7 x 4. Puesto que siete es el número de la perfección y cuatro representa lo universal, 28 representa la perfección universal. La perfección era el patrón de principio a fin. El hecho de que estas cortinas estuvieran divididas en dos grupos de cinco, simplemente significa que la perfección puede obtenerse únicamente a través de la gracia de Dios y sólo Su gracia. Las cortinas al final de cada grupo debían tener lazadas azules, expresando el hecho que estaban unidas por la Palabra eterna y la obediencia a la Palabra (Ex. 26:4). Había cincuenta corchetes de oro (Ex. 26:6). El número cincuenta expresa el punto de vista de Pentecostés y el ser restaurado a Dios (Lev. 23:15-16, 25:8-12). Estos cincuenta ganchos o corchetes de oro mantenían unidas las cortinas. Debido a que el oro es el símbolo de la Deidad, estos corchetes de oro nos recuerdan que es Dios quien nos mantiene y nos guarda en Sus caminos (ref. 1 P. 1:5). 2. Cortinas de pelo de cabra (Ex. 26:7-13) Sobre las cortinas de lino se colocaron once cortinas hechas de pelo de cabra, como leemos en Éxodo 26:7: “Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás”. En la Biblia, estas 62 El Tabernáculo de Moisés cortinas muchas veces son llamadas o hacen referencia a la “tienda” (Ex. 35:11, 36:14, 40:19, 26:7, 11, 13; Nm. 3:25). El pelo de cabra usado en estas cortinas probablemente era negro, pues las cabras de esa región eran en su mayoría negras (ref. Cnt. 1:5). Las cabras hablan de separación, y especialmente cuando están ligadas con el número once. Hubo once tribus después que la tribu de Dan fue removida (Ap. 7:4-8), y once apóstoles después de que Judas se suicidó. Para formar doce tribus, la tribu de José (quien recibió la doble porción de la bendición) fue representada por las tribus de Manasés y Efraín. Judas fue reemplazado por Matías. La cabra era usada para la ofrenda de pecado (Lv. 4:23). En el Nuevo Testamento, Cristo enseñó la parábola de las naciones de ovejas y cabras. Cuando el Señor regrese, Él “apartará las ovejas de las cabras”(Mt. 25:32). De estas cortinas podemos vislumbrar una verdad espiritual muy importante: La separación del mundo y de nuestra naturaleza y tendencias carnales precede a la justicia y la santidad. Estas once cortinas de pelo de cabra también medían 30 codos de largo y 4 codos de ancho. Treinta es el número que simboliza ministerio o servicio. Era a la edad de treinta años que el sacerdote podía alcanzar la plenitud de su ministerio (Nm. 4:3, 23, Lc. 3:23). Los levitas podían iniciar su servicio a la edad de veinticinco años (Nm. 8:24), pero no podían alcanzar la plenitud de su ministerio hasta que cumplían treinta años. (Estos cinco años eran como un tiempo de aprendizaje). 63Parte II: El Lugar Santo Por eso, como se dijo antes, las once cortinas hablan de separación, y el largo de las cortinas habla del ministerio de los sacerdotes. Entonces podemos decir que los sacerdotes deben vivir una vida apartada para poder ministrar efectivamente para el Señor (Lv. 22:2). El Señor dijo en Números 8:14: “Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas”. Como ministros del Señor, debemos vivir sin reproche a los ojos el mundo, el diablo, la Iglesia y por sobre todo, nuestro bendito Señor. Las once cortinas estaban divididas en dos grupos, uno de cinco y otro de seis (Ex. 26:9). Como sabemos, cinco habla de gracia, y seis es el número del hombre. El hombre fue creado en el sexto día. Por lo tanto, esta división habla del hecho de que Dios en Su gracia y misericordia ha provisto un camino para que los hijos de la descendencia de Adán sean separados de las impurezas que han heredado con la caída. Estos dos grupos de cortinas estaban unidos por cincuenta lazadas y cincuenta corchetes de bronce (Ex. 26:10-11). Los corchetes (ganchos) de bronce son diferentes a los corchetes de oro usados para las cortinas de lino. El bronce, como ya hemos dicho, habla de juicio. Obviamente, la separación (el significado de las once cortinas) está asociada con el juicio (el bronce). Lo impur o debe ser separado de lo puro (ref. Ez. 44:23). Leemos en Éxodo 26:12-13: “Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo. Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas 64 El Tabernáculo de Moisés de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo”. Las diez cortinas cubrían el tabernáculo, y la undécima cortina se recogía al frente de la tienda. Esta undécima cortina era la sexta cortina del grupo de seis cortinas. Éxodo 26:9 dice: “Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo”. Era solamente esta undécima cortina la que podía ser vista por el hombre; las otras diez cortinas estaban ocultas. Así, el hombre solamente podía ver una de las once cortinas de pelo de cabra. Asimismo, Moisés fue instruido para cubrir ambos lados del tabernáculo (Éx. 26:13). De aquí podemos vislumbrar que nosotros como cristianos, y en especial los ministros, espiritualmente debemos estar cubiertos por todas partes de las impurezas de este mundo. 3. Las cubiertas de pieles de carnero teñidas de rojo (Ex. 26:14) La tercera capa (la segunda de la cubierta, y tercera del fondo) era una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo. Leemos en Éxodo 26:14: “Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima”. El carnero habla de consagración y también de sustitución. Un carnero fue sacrificado y ofrecido en lugar de Isaac (Gn. 22:8-13). Y estas pieles de carnero debían estar teñidas de rojo, el color de la sangre. Las pieles de carnero hablan de la cobertura de la sangre de Cristo, quien 65Parte II: El Lugar Santo fue nuestro Cordero Pascual. Él fue sacrificado desde antes de la fundación del mundo por nuestros pecados (Ap. 13:8). Para tener comunión con Dios, debemos estar cubiertos con la sangre de Jesucristo nuestro Señor, tal como las pieles de carnero teñidas de rojo cubrían el tabernáculo. 4. Cubiertas de pieles de tejón (Ex. 26:14) La última cubierta sobre el tabernáculo estaba hecha de pieles de tejón. Esta cubierta protegía al tabernáculo de las tormentas. Los tejones son mamíferos de madriguera. Las pieles de tejón hablan de la naturaleza de nuestro cuerpo físico. No se dieron medidas específicas acerca de estas cubiertas o para las pieles de carnero. Todas nuestras dimensiones físicas son diferentes y obviamente no tienen ningún significado espiritual en este escenario. Las pieles de carnero teñidas de rojo no pueden tener medidas específicas pues no hay límite para la sangre de Cristo que fue derramada por nosotros. ¡Hay extraordinario poder en Su sangre! Las cuatro cubiertas del tabernáculo 1. Lino - habla de justicia 2. Pelo de cabra - habla de separación 3. Pieles de carnero - hablan de la sangre de Cristo 4. Pieles de tejón - hablan de nuestra humanidad 66 El Tabernáculo de Moisés 7 LA PUERTA DEL LUGAR SANTO Éxodo 26:36-37 Había una sola entrada al Lugar Santo llamada “cortina” o “la puerta del tabernáculo”. Esta es descrita en Éxodo 26:36-37: “Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador. Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas. “ Estas cortinas o puerta colgante (muy parecida al velo del Lugar Santísimo, faltando únicamente los querubines bordados), estaba hecha de lino fino bordado con azul, púrpura y escarlata. El lino fino siempre habla de justicia (Ap. 19:8). Esta era la entrada al Lugar Santo y también lo es para nuestra vida. Para poder entrar al Lugar Santo, debemos tener la justicia de Dios obrando en nuestra vida. 67Parte II: El Lugar Santo El azul habla de la Palabra de Dios (Nm. 15:38-39). Debemos caminar en obediencia a la Palabra de Dios. El púrpura habla del ministerio de realeza (Jue. 8:26; Lc. 16:19; Jn. 19:1-3). Nosotros queremos gobernar y reinar con Cristo, no solamente en la vida venidera, sino también en esta vida. Pablo dice en Romanos 5:17: “... mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”. El escarlata habla del ministerio sacerdotal, este es el color de la sangre, refiriéndose a los sacrificios que un sacerdote debía ofrecer. Nosotros también queremos ofrecer nuestra vida como un sacrificio vivo al Señor y así cumplir nuestro ministerio sacerdotal. LAS CINCO COLUMNAS La puerta colgante estaba sostenida por ganchos de oro, los que colgaban de cinco columnas que formaban la puerta. Estas cinco columnas estaban hechas de madera de acacia recubierta de oro, las cuales a su vez estaban sostenidas por cinco basas de bronce. Como ya mencionamos, el número cinco tiene varias connotaciones. El cinco habla de gracia, y es únicamente por la gracia de Dios que podemos entrar al Lugar Santo. Pablo dijo: “vamos adelante a la perfección”, pero continuó diciendo: “Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite” (He. 6:1-3). El número cinco, en cierto sentido, también tiene la connotación de separación. De las diez vírgenes, en la parábola de Cristo, cinco fueron insensatas y cinco fueron sabias (Mt. 25:2). Hoy, también existe una diferencia y una 68 El Tabernáculo de Moisés separación entre los creyentes. Aquéllos que se conforman con quedarse en la bendición de Pentecostés, en el Atrio Exterior, y aquéllos que tienen una visión hacia delante para avanzar en la caminata y ministerio cristiano hacia el Lugar Santo. Estas cinco columnas hablan de las cualidades necesarias para entrar en el Lugar Santo. Estas las encontramos en el Altar del holocausto. Cuando Cristo fue a la cruz, Él no solamente cumplió el sacrificio del Cordero Pascual, sino también dio cumplimiento a los cinco sacrificios mencionados en los capítulos1 al 7 de Levítico. Estas cinco ofrendas, que eran ofrecidas sobre el Altar del holocausto, corresponden a estas cinco columnas. Estas ofrendas representan experiencias espirituales en nuestra vida. Si estas cosas obran en nuestra vida, entonces calificamos para entrar al Lugar Santo y ministrar allí. En realidad, es en el Atrio Exterior que debemos procurar ser preparados y calificar para entrar al Lugar Santo. La clave para movernos en Dios y entrar al Lugar Santo la encontramos en esta entrada, en estas cinco columnas. Estas cinco columnas representan las cinco ofrendas, las cuales deben tener un cumplimiento espiritual en nuestra vida, hoy. Ahora veamos brevemente estas cinco ofrendas para conocer los requisitos para ministrar en el Lugar Santo. 1. Los holocaustos La primera ofrenda, el holocausto, era hecha por los israelitas de forma voluntaria. Dependiendo de cuán ricos eran, ellos 69Parte II: El Lugar Santo ofrecían un buey, una oveja (o cabra) o aves (tórtolas o palominos). Espiritualmente, la ofrenda quemada u holocausto nos habla del primer mandamiento. Cristo dijo en Mateo 22:37-38: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”. Por esto, esta ofrenda habla de amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente, estar entregados incondicionalmente a Dios. En Romanos 12:1 encontramos la comparación que Pablo hace del holocausto. (Recordemos, Pablo fue el maestro de la Iglesia y aquel que abrió el antiguo pacto, dándole el significado acorde al Nuevo Testamento). “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. El israelita de antaño ofrecía holocausto al Señor, pero Pablo nos dice que nosotros como creyentes del Nuevo Testamento debemos convertirnos en la ofrenda, debemos presentar nuestro cuerpo como sacrificio vivo para el Señor. Sacrificar nuestra vida al Señor, como ofrenda voluntaria, es una expresión de nuestro amor por Dios. El hecho de ser un sacrificio vivo para el Señor y ser completamente para Él, también involucra otro aspecto del holocausto. El buey era sacrificado, cortado en cuatro partes y luego, las diferentes partes de su cuerpo eran lavadas con agua. Antes de llegar a ser una ofrenda aceptable para el Señor, debemos ser lavados y limpiados espiritualmente. Leemos en Levítico 1:8-9: “Luego los sacerdotes hijos de Aarón 70 El Tabernáculo de Moisés acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; y lavará con agua los intestinos y las piernas”. La ofrenda se dividía en cuatro partes: la cabeza, la grosura, las entrañas y las piernas; y todas estas debían ser lavadas en agua. Espiritualmente, Pablo nos dice que debemos ser lavados y purificados por el lavamiento de la Palabra de Dios (Ef. 5:26). Al leer la Palabra de Dios, meditar en ella y permitir que traiga convicción de pecado a nosotros, esa Palabra nos purifica. Nuestra cabeza debe ser ofrecida al Señor y debe ser lavada. Todo lo relacionado a nuestra cabeza (nuestra mente, ojos, labios y oídos) deben ser consagrados al Señor y lavados por Su Palabra. Vemos que esto se aplica particularmente a nuestra mente, como Pablo continúa diciendo en Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Debemos llegar a tener la mente de Cristo (1 Co. 2:16), y nuestros pensamientos deben ser purificados. Luego, la grosura debía ser consagrada al Señor. La grosura habla de la fortaleza humana. Nuestra fortaleza, tiempo y energía deben ser rendidos y consagrados al Señor. Nuestras entrañas, lo que habla de nuestros afectos, también deben ser consagradas al Señor y purificadas. Muchos del pueblo de Dios tienen un corazón dividido pues sus afectos están divididos. Debemos clamar como lo hizo el rey David en el Salmo 86:11 diciendo: “unifica mi corazón para que tema tu nombre”. (LBA). Debemos caminar cautelosos y andar en el espíritu (Gál. 5:16). 71Parte II: El Lugar Santo A menudo el problema en el ministerio es con otros ministros. El problema número uno en el campo misionero no son los nativos, sino el llevarse bien con los otros misioneros. El problema son los misioneros cuyos afectos no están totalmente consagrados al Señor. Hace falta que este sacrificio sea cumplido en sus vidas. Como resultado, estos misioneros y ministros no están ministrando en el Lugar Santo, pues no pueden entrar, ya que no han ofrecido su cuerpo al Señor; no han ofrecido el holocausto espiritual. Muchas veces lo misioneros se quejan acerca del campo misionero y añoran su país natal, deseando las comodidades que este brinda. Esto se debe a que sus afectos no han sido consagrados al Señor y puestos sobre el altar. Estas actitudes revelan su falta de consagración. Finalmente, las piernas debían ser ofrecidas al Señor. Las piernas hablan de nuestra caminata. Debemos caminar discretamente y caminar en el Espíritu. Algo que debemos recordar es que el holocausto (y todas las otras ofrendas) se cumple en nuestra vida progresivamente. En cuanto a esta ofrenda espiritual se puede profundizar continuamente en nuestra consagración. Hay niveles y grados de consagración. Esto es observado en los animales que podían ser ofrecidos como holocausto. Primero, estaban las aves, estas no eran divididas, lo que nos habla de una entrega y consagración parcial al Señor. Las ovejas eran el siguiente animal que podía ser ofrecido. Nuestras fuerzas, tiempo y energía deben ser rendidas y consagradas al Señor. 72 El Tabernáculo de Moisés Este es un grado más alto de consagración en donde comenzamos a consagrar al Señor las diferentes áreas de nuestra vida. Sin embargo, hay una obra aún más profunda que necesita ser llevada a cabo en nuestra vida para que esta ofrenda sea completamente cumplida en nuestra vida. La siguiente ofrenda era el buey. Este es el nivel más alto de consagración; habla de una consagración y dedicación al Señor incondicional. El holocausto debe tener un cumplimiento espiritual en nuestra vida, y debemos consagrarnos al Señor para poder entrar al Lugar Santo. Sin embargo, debemos continuar entregándonos más al Señor y continuar rindiendo todo a Él, hasta que estemos entregados totalmente a Él. Esto permitirá que entremos espiritualmente al Lugar Santísimo. Así, pueden ver que estas ofrendas hablan de niveles de consagración y de la obra progresiva de la gracia en nuestra vida. 2. La ofrenda de alimento El segundo pilar es análogo a la segunda ofrenda, la ofrenda de alimento. Esta era una ofrenda de grano o harina fina. La ofrenda de alimento nos habla espiritualmente del segundo mandamiento que Jesús dio en Mateo 22:39: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús dijo que debemos amar a otros como a nosotros mismos. Muy a menudo, la razón por la que las personas no pueden amar a otros es porque en lo profundo de su ser no tienen un verdadero amor por sí mismos. A muchas personas nos les agrada su color de ojos, su altura o su cabello (o falta del mismo). En la consejería me he dado 73Parte II: El Lugar Santo cuenta que las personas no pueden progresar hasta que se han aceptado a sí mismas. Al aceptarnos, estamos creyendo que Dios nos transformará. Los caminos de Dios son perfectos y mucho más altos que nuestros caminos. Él nos hizo de acuerdo a Su plan perfecto; por eso, debemos aceptarnos de la manera en la que el Señor nos hizo. Amy Carmichael, la famosa misionera en la India, tenía ojos cafés y cabello castaño. Siendo una niña pequeña, ella quería tener ojos azules y cabello claro. En su desesperación, se arrodilló un día delante de su cama y oró al Señor diciéndole, “Señor, por favor dame ojos azules”. Ella se levantó y con gran expectativa se vio en el espejo, pero con tristeza se dio cuenta que
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