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HAMBRICK, Brad Matrimonio Centrado en el Evangelio Fundamentos

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MATRIMONIO CENTRADO 
EN EL EVANGELIO 
 
Fundamentos 
 
Presentación por: 
Brad Hambrick, M.Div., Th.M. 
Pastor de Consejería, The Summit Church 
 
 
 
Traducido con permiso del Autor por 
www.proyectocoramdeo.com 
INSTAGRAM @ALESURA 
 
 
Agradecimientos especiales a los colaboradores de traducción: 
 
Karen Durán, Yeraldine Gil Castaño, Ma. Augusta Mosquera, 
Lucía de Raxón, Jazmín R. Ovalle, Carolina Chacón Benavides, 
Cindy Rodríguez Soto, Marlene Luna, Andrés Porras, Mónica 
Valadez, Carolina Pérez, Javiera Cifuentes 
 
 
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Capítulo	1	_______________________________________________________________________________________________	4	
¿Por	qué	es	difícil	el	matrimonio?	_________________________________________________________________	4	
Las	cosas	obvias	y	no	tan	obvias	de	las	que	casi	nunca	hablamos	__________________________	4	
Capítulo	2	______________________________________________________________________________________________	27	
¿Qué	hace	que	el	matrimonio	funcione?	_________________________________________________________	27	
Encontrando	el	núcleo	esencial	de	un	buen	matrimonio	_____________________________________	27	
Capítulo	3	______________________________________________________________________________________________	49	
Más	allá	del	esplendor	y	el	sentimentalismo	___________________________________________________	49	
Cómo	la	ceremonia	de	bodas	nos	ayuda	a	entender	el	pacto.	_______________________________	49	
Capítulo	4	______________________________________________________________________________________________	74	
Descripción	de	los	deberes	compartidos	como	esposo	y	esposa:	madurez	personal,	
amistades	sanas	y	vida	funcional.	________________________________________________________________	74	
Capítulo	5	____________________________________________________________________________________________	101	
Los	aspectos	únicos	de	la	descripción	__________________________________________________________	101	
del	trabajo	de	un	esposo	__________________________________________________________________________	101	
Un	siervo-líder	comprensivo,	protector	y	proveedor	________________________________________	101	
Capítulo	6	____________________________________________________________________________________________	114	
Los	aspectos	únicos	de	____________________________________________________________________________	114	
la	descripción	del	trabajo	de	una	esposa.	_____________________________________________________	114	
Apéndice	A	___________________________________________________________________________________________	125	
Citas	del	seminario	________________________________________________________________________________	125	
Matrimonio	centrado	en	el	Evangelio:	«fundamentos»	____________________________________	125	
Apéndice	B	___________________________________________________________________________________________	129	
Preguntas	de	rendición	de	cuentas	en	grupos	pequeños	del	manual	«Fundamentos»
	_________________________________________________________________________________________________________	129	
Apéndice	C	___________________________________________________________________________________________	131	
¿Qué	hago	ahora?	__________________________________________________________________________________	131	
 
 
 4 
Capítulo 1 
¿Por qué es difícil el matrimonio? 
Las cosas obvias y no tan obvias de las que casi nunca 
hablamos 
 
Principios clave: No olvides las siguientes ideas, ya que son los conceptos esenciales de este 
capítulo. 
� El carácter es un mejor indicador de la satisfacción matrimonial que la compatibilidad. 
� Al casarte con una persona, conocerás al menos, una docena de facetas de esa persona. 
A veces sentirás que cada día estás casado con alguien diferente. 
� No necesitas expectativas altas o bajas; necesitas expectativas saludables y bien 
expresadas. 
� Los momentos ordinarios del matrimonio son frecuentemente los más significativos. 
Memoriza: Lucas 9: 23-25 (NBLA), «Y a todos les decía: Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí 
mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el 
que pierda su vida por causa de Mí, ese la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber 
ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?» Mientras memorizas este pasaje, 
reflexiona sobre los siguientes puntos clave: 
● «Todos» ̶ Nunca serás mejor cónyuge que discípulo. Crecer como cónyuge requiere 
parecerse más a Cristo. 
● «Niéguese» ̶ El matrimonio existe en un contexto de recursos limitados (tiempo, dinero, 
atención, etc.) y requiere sacrificio. 
● «Cada día» ̶ Como el discipulado, un buen matrimonio se logra en los momentos y 
decisiones diarias, no en los momentos especiales. 
● «Salvar… perderá… pierda… salvará» ̶ Un matrimonio satisfactorio es el producto de dos 
personas que aprenden a disfrutar a través del amor sacrificial. 
● «De qué le sirve» ̶ Es bueno querer tener un gran matrimonio, pero muchas veces te 
pierdes en el proceso de cómo obtenerlo, protegerlo y enriquecerlo. 
Notas de enseñanza 
«Nuestro sueño personal para el matrimonio parece tan hermoso y convincente que no nos 
detenemos a considerar que el sueño de Dios puede ser diferente (p.60).» Winston Smith en 
Marriage Matters (traducido como «El Matrimonio importa») 
 5 
«Estoy convencido de que para las parejas es más normal que anormal casarse con expectativas 
irreales…La persona que alguna vez fue tu escape de la responsabilidad se ha convertido en tu 
responsabilidad más significativa. Pasar tiempo juntos es completamente diferente a vivir juntos. 
Lo que encontrabas atractivo ahora se ha convertido en algo irritante… Los matrimonios no 
cambian de pronto. Los matrimonios normalmente cambian por el proceso de erosión.» Paul 
Tripp en ¿Qué estabas esperando? 
«Pero el problema es éste. Mi esposa no aprende de mis pecados como un doctor aprende sobre 
mis enfermedades o como mi consejero aprende de mi enojo o miedo. Ella conoce mis pecados 
porque frecuentemente son cometidos en su contra… y ahí está el Gran Problema del 
matrimonio. La única persona en todo el mundo que sostiene tu corazón en su mano, cuya 
aprobación y afirmación es la que más necesitas y esperas, es la que resulta más profundamente 
lastimada por tus pecados, que nadie más en el planeta… El matrimonio no te lleva a confrontar 
a tu cónyuge tanto como a confrontarte a ti mismo. El matrimonio te muestra una fotografía real 
y nada halagadora de quién realmente eres y luego te toma por la nuca y te obliga a prestarle 
atención.» Timothy y Kathy Keller en El Significado del Matrimonio 
«Destructiva para el matrimonio es la ética de la autorrealización que asume que el matrimonio 
y la familia son las instituciones primarias de la realización personal, necesarias para que seamos 
“completos” y felices. La suposición es que hay alguien que es justo el indicado para nosotros y, 
si nos fijamos bien, encontraremos a la persona adecuada para casarnos. Esta suposición moral 
pasa por alto un aspecto crucial del matrimonio. Falla en apreciar el hecho de que siempre nos 
casaremos con la persona incorrecta.» Stanley Hauerwas en el artículo Sex and Politics (traducido 
como «Sexo y política») de la revista Christian Century del 19 de abril de 1978 
 
«Cuando te casas con una persona, no sabes cómo será en treinta años.» John Piper en Pacto 
matrimonial: perspectiva temporal y eterna 
 
Aplicación personal 
¿Por qué? ¿Por qué tantos matrimonios que comienzan con amor sincero y con las mejores 
intenciones terminan en divorcio? ¿Por qué tantos matrimonios que comienzan con grandes 
promesas y sueños, terminan estando juntos sólo por los hijos y viviendo como si fueran 
solamente compañeros de cuarto? Estas son preguntas inquietantemente relevantes, 
independientemente del punto en el que te encuentres en tu viaje matrimonial (noviazgo, 
compromiso, recién casado o celebrandoun aniversario). 
 
Cualquiera que sea la respuesta, los cristianos no son inmunes a eso. La tasa de divorcio entre las 
parejas cristianas es equivalente al resto de las personas. Si las estadísticas son verdaderas, 
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entonces mucho de lo que estamos haciendo como cristianos para corregir el problema es 
ineficiente, mal encausado, o posiblemente hasta estemos alimentando el problema. 
 
Este capítulo puede asustarte un poco. Pero es necesario definir con precisión lo que estás 
buscando corregir. Al comienzo del viaje es fácil ser aparentemente positivo, pero el resultado 
será un matrimonio amargado y privado de sus derechos; sin embargo, si identificas 
adecuadamente los obstáculos por venir, estarás animado y unido(a) a tu cónyuge mientras 
navegan por esos desafíos. 
 
Lee Lucas 14: 28-30. En este capítulo Jesús habla de calcular el costo, y eso es lo que harás 
maritalmente en este capítulo. Si no calculas el costo, es probable que pongas un mal 
fundamento (v. 29) para el matrimonio y no estés preparado para cumplir con el voto que hiciste 
de por vida. Piensa en cada decisión importante que alguna vez hayas tomado (escoger una 
carrera, comprar una casa). ¿Recuerdas haberte sentido abrumado mientras hacías ese 
compromiso? Aun así, ese temor y el consejo que recibiste, te hizo más sabio (o al menos eso 
debió ocurrir, Proverbios 1:7). Ese es el propósito de este capítulo. 
 
¿En dónde estás? 
«¿En dónde estás?» fue una pregunta extraña que Dios le hizo a Adán en Génesis 3:9. Fue rara 
porque fue hecha, obviamente, para el beneficio de Adán, no para que Dios se diera por enterado 
 ̶ Dios estaba acercándose a Adán mientras le hablaba. Adán estaba perdido en el momento justo 
en que estaba intentando mantener en control. Eso describe los esfuerzos más ineficaces para 
mejorar un matrimonio. Dios estaba dispuesto a ayudar a Adán si él se hubiera visto a sí mismo 
como era y si hubiera reconocido lo que había hecho. Como Adán, tú no puedes asumir que tu 
perspectiva en el matrimonio es correcta, por esto te preguntas a ti mismo ¿en dónde estás? 
 
¿Cuál es tu punto de vista de un matrimonio ideal? 
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Si pudieras ser tan insolente como quisieras ¿cuál sería tu punto de vista del matrimonio? 
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¿Cuál es tu punto de vista realista de un buen matrimonio? 
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¿Cuándo te molestas, te enojas, te sientes herido o decepcionado por el matrimonio, cuál de 
estos puntos de vista es violentado o reforzado? 
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20 cosas que dificultan el matrimonio 
¿Has notado que la mayoría de las películas románticas terminan con una boda frente al altar 
cuando la relación realmente apenas comienza? Un matrimonio feliz y real casi nunca llega a la 
industria del cine. Al cine le gusta el cortejo, las peleas y las reconciliaciones. Sin embargo, tiende 
a resumir la verdadera relación en cuatro palabras simplistas: vivieron felices para siempre. 
 
En el resto del capítulo, queremos ayudarte a quitar algunas de las expectativas y creencias más 
comunes que a menudo alimentan los puntos de vista tanto ideales como insolentes que tienes 
acerca del matrimonio. Las expectativas excesivamente altas no honran al matrimonio, y las 
expectativas excesivamente bajas no protegen a ninguna de las partes. 
 
La pregunta no es si estos factores están activos en tu matrimonio o compromiso. Estos retos son 
reales, por lo que todos los enfrentamos de algún modo. Las preguntas son: ¿Cuáles son los retos 
que afectan tu matrimonio? ¿Estás consciente de su influencia? ¿Están tú y tu cónyuge 
discutiéndolos abiertamente? ¿Tienen un plan para corregir estas influencias? 
 
Cada punto continúa con algunas preguntas para conversar en pareja. No esperamos que 
tengan 60 conversaciones (20 puntos multiplicados por tres preguntas por punto), pero sí 
esperamos que tengan una o dos conversaciones acerca de cada área que impacta 
significativamente su matrimonio. Tener estas conversaciones sobre una base neutral, como 
este manual, es mucho más fácil que tenerlas cuando han sido desencadenadas por el dolor, la 
ira o la inseguridad, ya que se pierden en los aspectos únicos del evento desencadenante. 
1. La naturaleza monótona de la vida cotidiana. Generalmente te das cuenta cuando 
estás haciendo algo significativo. Ese es uno de los más grandes, aunque más sutiles, 
retos del matrimonio ̶ los momentos ordinarios son los más significativos. Cuando 
haces algo que para ti es significativo, te preparas para ello. Cuando estás haciendo 
 8 
algo monótono, simplemente lo haces sin pensarlo mucho. Otra manera de decirlo es 
que la familiaridad te conduce a la negligencia. 
 
Entre más común y seguro sea algo o alguien, más tiendes a descuidarlo o a centrarte 
en cosas más urgentes. El matrimonio puede caer en esta trampa con más facilidad 
que cualquier otra relación. 
 
«Es en el contexto de la vida diaria y las relaciones que los cristianos tienen 
que estar completamente armados, preparados y listos. ¿En qué áreas estás 
más tentado a ser egoísta? ¿Insensible? ¿Impaciente? El hogar es uno de esos 
lugares donde generalmente bajamos la guardia, donde es más probable que 
seamos nosotros mismos cuando estamos cerca de personas a las que no 
tenemos que impresionar ̶ ¡las personas que, de todos modos, siempre están 
ligadas a nosotros! (p.143)» Winston Smith en Marriage Matters (traducido 
como «El Matrimonio Importa») 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Cómo el día a día del matrimonio ha impactado 
negativamente la energía o participación que le das a tu matrimonio? ¿Cuáles son las 
expresiones prácticas y tangibles de esto? ¿Qué tipo de recordatorios serían los más 
efectivos para alejarte de los malestares de la monotonía marital? 
2. Teniendo que hacer las cosas que no te gustan y para las que no eres bueno. Casi 
todas las relaciones que tienes y actividades que haces, tienen una compensación 
inmediata o se basan en tus intereses personales y talentos únicos. Escoges los 
pasatiempos que te gustan. Los trabajos que eliges son aquellos para los cuales tienes 
habilidad o aquellos que están bien remunerados. Sirves en la iglesia en áreas acordes 
a tus dones y pasiones. Por lo tanto, constantemente tienes algo en común que te 
acerca a las personas con las que interactúas. 
 
En casa hay muchas responsabilidades que simplemente tienen que cumplirse. Puede 
que no te gusten ni seas hábil en ellas. Cuando un porcentaje significativo de la 
relación se convierte en «puramente funcional», entonces es fácil pensar que ya no 
tienen nada en común; sin embargo, en el matrimonio, la funcionalidad no es un 
comentario en la relación: es el reflejo de la naturaleza de la vida. 
 
Hasta que no seas capaz de ver esto, comenzarás a calificar la calidad de tu 
matrimonio basándote en las exigencias de la vida cotidiana en lugar de en la calidad 
de la relación en sí misma. Cuando esto sucede, tu actitud de amargura, distorsiona 
el grado y la frecuencia con la que piensas acerca de las bendiciones del matrimonio. 
 9 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Dónde, cuándo o cómoesta realidad te tienta 
hacia la amargura, el resentimiento o el descontento? ¿Qué expresiones (emocionales 
o relacionales) adquieren estas tentaciones cuando sucumbes a ellas? ¿A quién 
tiendes a culpar por tu disgusto de esta realidad? ¿Cómo pueden tú y tu cónyuge 
animarse mutuamente en esta lucha matrimonial que es universal y persistente? 
 
3. Cambio de perspectiva: de inversionista a propietario. ¿Quién no ha experimentado 
esto? Un nuevo empleo lleno de posibilidades hasta que ya trabajas ahí y te das 
cuenta de que tienes muchísimas responsabilidades. Una nueva casa que tiene gran 
potencial, hasta que la compras y se convierte en un montón de proyectos. Vivir el día 
a día de algo cambia tu perspectiva, ya que dejas de ser «el de afuera» para 
convertirte en «el de adentro». La transición del noviazgo/compromiso al matrimonio 
no es muy diferente. 
 
Con frecuencia tratas al matrimonio como si debiera regirse por una serie de normas 
diferentes a las del resto de la vida. Probablemente esto se deba a tu apego cultural 
de un ideal romántico (se dirá más al respecto en los siguientes puntos). Pero debes 
darte cuenta de que el matrimonio no es diferente al resto de la vida. En realidad, el 
matrimonio es una versión concentrada de la vida. El matrimonio es la elección de la 
persona con la que harás vida no con la que escaparás de la vida. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Qué tan bien pasas de ser un soñador a ser un 
hacedor en la mayoría de los ámbitos de la vida? ¿Para ti cuáles son las formas más 
importantes de seguir invirtiendo en tu matrimonio? ¿Cuáles son las formas más 
difíciles de seguir invirtiendo en tu matrimonio? 
 
4. Una vez casados, ya no hay necesidad de estar en modo «encendido». Cuando estás 
en un noviazgo con alguien te preparas para estar junto a esa persona. Durante todo 
el día piensas en lo que dirás la próxima vez que se vean. Prever el tiempo juntos es 
una excelente medida de estar en modo «encendido» para tu cónyuge. Cuando te 
casas, a menudo, sobrevives hasta llegar a casa, te tiras a descansar, y después de que 
te das cuenta de que estás en la misma habitación con tu cónyuge, intentas mantener 
una conversación significativa. 
 
Cuando estás saliendo con alguien, te arreglas, tratas de oler bien, te afeitas (la cara 
o las piernas), no eructas ni expulsas gases en la presencia de la otra persona, y 
generalmente consideras sus preferencias. Estas expresiones de consideración a la 
otra persona son otra manera de estar en modo «encendido» con tu cónyuge. 
 10 
Frecuentemente en el matrimonio esperas que tu cónyuge te acepte tal como eres 
sin honrarle con la misma decencia que das a otras personas. 
 
Cuando estás en un noviazgo, haces preguntas en vez de asumir las cosas, escuchas y 
respondes a lo que la otra persona está diciendo, recuerdas cosas que son 
importantes para el otro, y respondes en maneras parecidas a las de Cristo con la 
intención de entrar al mundo de la otra persona. Vivir representando a Cristo, 
viviendo como Él lo hizo, es otra parte vital de lo que significa estar en modo 
«encendido» en el matrimonio. Muy a menudo, después de casarte, insistes en que 
tu cónyuge viva en tu mundo (tanto aceptando tus preferencias como tolerando tus 
debilidades de carácter) en vez de que tú entres en su mundo y busques, 
voluntariamente, la semejanza con Cristo para bendecirle. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Qué consideraciones comunes tienes por otras 
personas y has descuidado en tu matrimonio? ¿Qué elementos de descortesía han 
abaratado tu matrimonio? ¿Qué dice tu nivel de olvido acerca de lo que es prioritario 
en tu matrimonio? 
 
5. Compartiendo el espacio y coadministrando recursos limitados. Cuando estás en un 
noviazgo, administras tus recursos limitados por separado: enfrentas al reto de 
compartir el espacio con alguien o de vivir solo. Cuando estás casado, descubres el 
lugar en el que a la otra persona le gusta dejar los calcetines, la toalla mojada y los 
zapatos sucios: te ofendes porque sus rarezas son ahora parte de tu vida. 
Hay más que solo rarezas involucradas en este cambio. Con una proximidad perpetua 
llega un nuevo tipo de conocimiento. Con las vidas entrelazadas llega un nuevo tipo 
de influencia. Ahora se ven en sus peores momentos físicos, emocionales, relacionales 
y morales. Su peor y mala administración de la vida puede ser rápidamente 
contagiada. Esta cercanía permite que tu cónyuge vea, hable y sea afectado por las 
cosas que nadie más ve, comenta o encuentra significativas. 
 
«Nadie más es tan incomodado y lastimado por tus defectos como tu cónyuge. 
Y, por lo tanto, tu cónyuge, más que cualquier otra persona, se hace más 
consciente de lo que está mal contigo.» Timothy y Kathy Keller en El Significado 
del Matrimonio 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Qué tan difícil te resulta tener una mentalidad 
y un enfoque compartidos para administrar el tiempo, el dinero y la toma de 
decisiones? ¿Cuáles son las manías que tienes que dejar morir para honrar y proteger 
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el matrimonio? ¿Qué estás haciendo para que tu hogar, tu estilo de vida y tus procesos 
de gestión reflejen la unidad de los dos? 
 
6. Los dos son personas cambiantes. Al casarte con una persona, conocerás al menos, 
una docena de facetas de esa persona. El simple hecho de haberte casado te cambia. 
Tener hijos te cambia. Crecer profesionalmente o perder tu trabajo te cambia. Los 
límites, los padecimientos y la sabiduría de crecer te cambian. No eres lo que serás. 
 
«Cuando te enamoras, piensas que amas a la persona, pero realmente no lo 
haces. No puedes saber cómo es la otra persona en ese momento. Eso toma 
años. En realidad, sólo amas la idea de esa persona ̶ y eso siempre es, al 
principio, unidimensional y algo equivocado.» Timothy y Kathy Keller en El 
Significado del Matrimonio 
 
«Nunca sabemos con quién nos hemos casado; simplemente creemos que lo 
hacemos… Para el matrimonio, ser [lo enorme que es] significa que no somos 
la misma persona después de haber entrado en él. El problema principal es... 
aprender a amar y cuidar al extraño con el que te encuentras casado.» Stanley 
Hauerwas en el artículo Sex and Politics (traducido como «Sexo y política») de 
la revista Christian Century del 19 de abril de 1978 
 
Es por eso que es absolutamente esencial que seas aprendiz de tu cónyuge a lo largo 
de toda la vida. Las parejas que descuidan el aprendizaje continuo frecuentemente 
tratan de justificar sus divorcios diciendo cosas como: «no somos las mismas personas 
que éramos cuando nos casamos», o «nos hemos distanciado», o «ya no tenemos 
nada en común». Cada excusa revela la ingenua o descuidada visión de lo que un 
matrimonio significa y cómo la vida los cambia. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Eres un buen estudiante de tu cónyuge? ¿Tienes 
alegría y pasión por aprender el diseño, el propósito y la actividad de Dios en y para 
tu cónyuge? ¿Tienes miedo al cambio? Si es así, ¿cómo afecta este miedo a la forma 
en que interpretas las diferentes etapas de tu matrimonio? 
 
7. Expectativas muy altas acerca del matrimonio. Al escuchar a algunas personas hablar 
acerca del matrimonio, uno pensaría que es el rival de Jesús para traer la salvación al 
mundo y la paz a nuestros corazones. Normalmente su lógica se centra en hacer de la 
soledad y el vacío el centro de los problemas que causan todas las demás luchas 
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humanas. Cuando piensas de esta manera acerca de la vida, entonces la presencia 
permanente de una persona afectuosa debería hacer la vida perpetuamente mejor. 
 
«Llegamos a nuestro matrimonio conducidos por todo tipo de miedos, deseos 
y necesidades. Si busco que mi matrimonio llene el vacío espiritual en mi 
corazón que es del tamaño de Dios, no estaré en la disposición de servir a mi 
cónyuge. Solamente Dios puede llenar el agujero que es del tamaño de Dios. 
Hasta que Dios tenga el lugar apropiado en mi vida, siempre estaré quejándome 
de que mi cónyuge no me amalo suficiente, no me respeta lo suficiente, no me 
apoya lo suficiente.» Timothy y Kathy Keller en El Significado del Matrimonio 
 
El matrimonio es tan sólo la imagen del pacto (el evangelio) que está destinado a 
satisfacer tu alma. Cuando olvidas esto, empiezas a vivir como si ver un anuncio de 
Gatorade (bebida usada para rehidratar y recuperar electrolitos) debiera saciar tu sed 
en lugar de simplemente enseñarte sobre el producto que quita la sed. Este error 
provoca enojo. Es como si mirar el anuncio (el matrimonio) sólo te recordara tu sed y 
resaltara la inhabilidad del comercial para hacer lo que el producto real (el evangelio) 
sí puede hacer. 
«En resumen, el Progresismo privatizó el matrimonio, sacándolo de la esfera 
pública, y redefinió su propósito como una gratificación individual, no como 
un “bien más amplio” como reflejar la naturaleza de Dios, producir carácter o 
criar hijos… El matrimonio solía ser una institución pública para el bien común, 
y ahora es un acuerdo privado para la satisfacción de los individuos. El 
matrimonio solía ser acerca de nosotros, pero ahora es acerca de mí. Pero, 
irónicamente, esta nueva visión del matrimonio impone al matrimonio y a los 
cónyuges una carga aplastante de expectativas de una manera que las 
concepciones más tradicionales nunca hicieron. Y nos deja desesperadamente 
atrapados entre anhelos irreales y terribles temores sobre el matrimonio.» 
Timothy y Kathy Keller en El Significado del Matrimonio 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Con qué frecuencia tu insatisfacción 
matrimonial (ira, queja, ansiedad o desesperación) es el resultado de buscar en tu 
matrimonio lo que deberías haber pedido a Dios? ¿Los pensamientos en los que 
incluyes la frase ‘si tan sólo’ parecen oraciones dirigidas a tu matrimonio? ¿Hay alguna 
posibilidad de que tu matrimonio supere tus expectativas? ¿El contentamiento en el 
matrimonio te parece una alegría de segunda clase? 
 
 13 
8. Expectativas muy altas acerca de tu cónyuge. La mayoría de las parejas se han dicho 
mutuamente: «tú me completas». Este es un maravilloso sentimiento romántico que 
sucede cuando dos personas son «compatibles» o hacen «clic». Pero es una señal 
segura de un matrimonio enfermo si realmente esperas que así suceda. Cuando éste 
es el caso, tus inseguridades son (en tu mente) culpa de tu cónyuge. 
 
«Sin embargo, sería un error atribuir el cambio de actitud de la cultura hacia 
el matrimonio a la búsqueda masculina de la belleza física. Las mujeres se han 
visto igualmente afectadas por nuestra cultura de consumo. Ellas buscan un 
compañero que “satisfaga sus deseos emocionales, sexuales y espirituales”. Y 
eso crea un idealismo extremo que a su vez conduce a un profundo pesimismo 
de que alguna vez encontrarán a la persona adecuada para casarse.» Timothy 
y Kathy Keller en El Significado del Matrimonio 
«¿Podría ser que su atracción estaba más orientada a sí misma de lo que ella 
imaginaba? Lo que se sentía como amor podría haber sido sólo la emoción de 
que este hombre que había conocido parecía encajar, en buena manera, en el 
sueño que ella siempre había tenido para su vida… Ninguno de nosotros 
cumplimos nuestros sueños en la manera en que los soñamos, porque ninguno 
de nosotros escribimos nuestra propia historia. Dios, en Su amor, escribe una 
historia mejor de lo que nosotros pudiéramos haber escrito para nosotros 
mismos.» Paul Tripp en ¿Qué estabas esperando? 
«La pareja amorosa se convierte en el ideal divino dentro del cual completar 
la propia vida. Todas las necesidades espirituales y morales ahora se enfocan 
en un solo individuo… En una palabra, el objeto del amor es Dios (p. 160)… 
Después de todo ¿qué es lo que queremos cuando elevamos a la pareja 
amorosa a la posición de Dios? Queremos redención, nada menos (p.167).» 
Ernest Becker en The Denial of Death (traducido como «La negación de la 
muerte») 
De todas las tentaciones que puedes enfrentar en el matrimonio, vivir al borde de 
idolatrar a tu cónyuge parece ser la idolatría preferida. Pero debes darte cuenta de 
que es una tentación que, en el mejor de los casos, resultará en una crisis de la 
mediana edad. El segundo gran amor de tu vida debe ser tu cónyuge, pero cuando ese 
segundo amor se convierte en el primero, muta de una bendición a una maldición, ya 
que tus esperanzas están puestas en alguien que no puede sostenerlas. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Puede tu cónyuge decepcionarte sin que sientas 
desesperación o ira intensa? ¿Cómo fomentas intencionalmente el profundo afecto 
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de tu cónyuge hacia ti mientras le señalas a Cristo? ¿Con qué frecuencia te recuerdas 
a ti mismo que tu cónyuge es un regalo de Dios destinado a reflejar Su gran amor por 
ti? 
 
9. Expectativas muy altas acerca del amor. Quizás no es la institución del matrimonio 
en la que pones tu esperanza. Quizás ni siquiera esperas que la persona con la que 
estás casado(a) complete tu vida. Con frecuencia solamente confundes lo que dice 1 
Juan 4:8 y lees «el amor es dios» en vez de «Dios es amor». Alabas a Dios como si el 
amor fuera Su atributo principal o único, en vez de adorar a Dios con una apreciación 
equilibrada de todos sus atributos ̶ santidad. 
 
Hay dos formas de expresar esta visión idealizada del amor. En primer lugar, esperas 
que el amor satisfaga todas tus necesidades o utilizas el concepto de «tanque de 
amor» para captar lo que significa tener una vida plena y una buena relación. En 
Jeremías 2:13, la Escritura desaconseja enérgicamente el tener «tanques de amor» 
como fuentes de satisfacción y seguridad personal. 
 
«Si se suman dos aspiradoras entre sí, sólo se obtiene una aspiradora más 
grande y más fuerte, un gigantesco sonido de succión... Si esperamos que 
nuestros cónyuges llenen nuestros tanques de una manera en la que sólo Dios 
puede, estamos exigiendo algo imposible.» Timothy y Kathy Keller en El 
Significado del Matrimonio 
 
«Un matrimonio basado en las necesidades no da testimonio de la gloria de 
Dios; se centra en las exigencias personales que compiten por la supremacía. 
Dos personas, preocupadas por manipular al otro para satisfacer sus 
necesidades, pueden llevar su matrimonio por el camino de las “diferencias 
irreconciliables”. Este es el lenguaje cultural que simplemente reconoce que 
un matrimonio no puede con el peso de las exigencias entendidas como 
necesidades.» Dave Harvey en Cuando los pecadores dicen “acepto” 
 
La segunda expresión no se escucha con frecuencia hasta que la pareja se encuentra 
en problemas y comienzan a racionalizar sus pensamientos acerca de terminar su 
matrimonio bajo la lógica de «ya no estamos enamorados». Esta segunda expresión 
no es más que la aplicación de la primera expresión cuando las cosas se ponen 
difíciles. Ambas expresiones pierden de vista que el amor es sobrenatural y debe ser 
recibido por la gracia de Dios antes de que pueda ser dado (1 Juan 4:10). Si sólo están 
alternando su propio «combustible de amor» entre sus respectivos «tanques de 
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amor», entonces la evaporación y las ofensas personales los dejarán, con el tiempo, 
secos y sin esperanza. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Qué cosas de la vida disfrutas profunda y 
regularmente sin depender de ellas como tu fuente de seguridad o identidad? ¿Cómo 
puedes disfrutar profunda y regularmente del amor conyugal, en todas sus 
expresiones, sin convertirlo en tu fuente de seguridad o identidad? ¿Cómo puedes 
aliviar la presión de considerar el amor conyugal como una necesidad, al entender 
que es, más bien, un deseo bueno y altamente prioritario? 
 
10. Ver la compatibilidad como un sustantivo, en vez de verla como un verbo. Con 
frecuencia tratamos la compatibilidad como si fuera un sustantivo (algo que dos 
personas comparten, como un panquecito o el color de ojos) en vez de verlo como un 
verbo (algo que dos personas hacen, como el nado sincronizado o una conversación). 
Hay una gran diferencia, algunas veces pasada por alto, entre compatibilidadcomo 
sustantivo y ser compatible como verbo. 
 
Piensa por un momento. En el transcurso de la historia humana, se han combinado 
rasgos de la personalidad del esposo y rasgos de personalidad de la esposa que han 
resultado en excelentes matrimonios. Sin embargo, igualmente cierto, es que otras 
combinaciones de rasgos de personalidad han terminado en divorcios amargos y 
dolorosos. En pocas palabras, la compatibilidad no es el elemento que construye o 
destruye un matrimonio. 
 
¿Son malos los tests de personalidad? No. Generalmente hacen un buen trabajo en 
que las parejas reconozcan cuáles son los retos comunes que enfrentarán basados en 
sus valores y preferencias (dos palabras menos místicas para «tipos de personalidad»). 
Casi nunca una pareja se sorprende de lo que encuentra, y sus amigos cercanos 
podrían haber dado la misma valoración. 
 
¿Deberían las parejas hacer estos tests? Claro. Son divertidos y usualmente proveen 
un lenguaje neutral para tratar las diferencias que normalmente surgen durante una 
discusión (un momento en que las parejas asignan un lenguaje moral – bueno y malo 
 ̶a sus diferencias). 
 
¿Significa esto que cualquier persona moralmente recta puede casarse con cualquier 
otra persona moralmente recta y tener un gran matrimonio? No. La química es 
importante para el matrimonio y no debe ser descuidada. Sin embargo, dos personas 
 16 
con un carácter íntegro pero sin química, tendrán un mejor matrimonio que dos 
personas con química que ignoran la importancia de tener un carácter íntegro. 
 
Entonces ¿cuál es la conclusión? Aprende todo lo que puedas de tu cónyuge o de tu 
prometido(a). Si quieren, usen tests de personalidad como una oportunidad para 
conocerse el uno al otro. Sean capaces de predecir todas las diferencias previsibles 
que puedan tener. Pero no piensen que la compatibilidad es algo que tienen 
(sustantivo). Recuerden que la compatibilidad, si la palabra ha de ser redimida, 
proviene de buscar juntos lo único que tiene valor eterno: Cristo, Su carácter en 
ustedes y Su gloria alrededor de ustedes. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Sueles medir tu matrimonio en función de si 
tienen compatibilidad o no? ¿Qué inseguridades trae esto? ¿De qué manera ese 
enfoque inyecta miedo o presión en tus actividades de enriquecimiento matrimonial? 
 
11. Dos (o más) maneras diferentes de hacer familia. En una época de familias mixtas y 
segundas nupcias, es probable que una pareja casada traiga las expectativas y los 
modelos de más de dos familias (la de él y la de ella, ambas singulares) a su 
matrimonio. Lo misterioso de tu familia de origen es que es lo que conoces, ya sea 
que estés de acuerdo con ello o no. Así que moldea tus instintos incluso cuando 
intentas evitar su influencia. 
 
Las familias de origen a menudo son buenas. Cuando este es el caso, la pareja puede 
tomar lo «mejor» de ambos hogares. Sin embargo, esto crea una trampa única. Puede 
que los patrones o las tradiciones que eran buenos para tus padres, no lo sean para 
tu matrimonio. Puede que lo que hacían tus padres es tu estándar de «bueno», y al 
implementarlo en tu matrimonio, no funciona, entonces puedes creer (aunque no sea 
cierto) que has fallado o que tienes un mal matrimonio. 
 
Es importante que consideres la influencia de los hogares en los que has vivido para 
dar tus respuestas. Enlista los hogares en los que has vivido y aquellas personas que 
han fungido como un modelo paternal o conyugal para ti. 
● ______________________________________________________________ 
● ______________________________________________________________ 
● ______________________________________________________________ 
● ______________________________________________________________ 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Has caído en la tentación de pensar que la 
imitación es la única o la mejor manera de honrar tu hogar de origen? ¿Te centras en 
 17 
los sufrimientos de tu hogar de origen para saber lo que quieres evitar más que lo 
que quieres conseguir? ¿Cómo o cuándo lo que sabes acerca de la familia (bueno o 
malo) se convierte en la lente a través de la cual evalúas a tu cónyuge o a tu 
matrimonio? 
Nota: Si existen vínculos emocionales intensos (positivos o negativos) con uno o 
varios de los hogares que has enumerado anteriormente, entonces esto es algo que 
tendrás que considerar en muchos momentos a lo largo de estos cinco manuales. 
Recurso: Si tu matrimonio está creando una familia mixta, el libro The Smart 
Stepfamily (traducido como «La familia adoptiva inteligente» y disponible sólo en 
inglés) de Ron Deal es un excelente recurso para ayudarte a aplicar los principios que 
aprenderás en estos manuales respecto a los contextos y desafíos únicos de una 
familia mixta. 
Recurso: Si estás luchando por amar correctamente a tu cónyuge porque no vienes 
de un hogar amoroso, entonces el libro Loving Well: Even If You Haven’t Been 
(traducido como «Amando bien: aun cuando no has sido amado» y disponible sólo 
en inglés) de William P. Smith es un buen recurso. 
12. Un rol cambiante e indefinido. Fíjate en las palabras de Carolyn Mahaney, pensando 
acerca de sus primeros días de matrimonio: «Mi mayor reto ̶ por mucho ̶ era mi 
deseo de hacer bien “esto de ser esposa”, pero no estaba segura de cómo lograrlo 
(p.19).» Femenine Appeal (traducido como «Atractivo femenino»). Incluso si conoces 
los roles de género bíblicos, no entras al matrimonio sabiendo cómo lucirán en tu 
hogar. 
 
Contraer matrimonio es una experiencia que cambia, al mismo tiempo, todos tus 
hábitos, sistemas y relaciones. Entras a un mundo donde las expectativas no sólo son 
desconocidas para ti, sino que tampoco están definidas por ninguno de los dos y que, 
inclusive, no son capaces de expresar. 
 
El comienzo del matrimonio es un tiempo en el que, desesperadamente, quieres hacer 
un buen trabajo, pero «buen» aún no ha sido claramente definido. Peor aún, cada 
etapa de la vida puede redefinir la palabra «buen». Si una pareja no comprende esta 
dinámica y no la comunica clara y regularmente, habrá un espacio común para 
guardar resentimiento porque cada cónyuge ve al otro como injusto o exigente. Con 
frecuencia, esto lleva a la pareja a darse por vencida o a pelear cuando deberían hablar 
y soñar. 
 
 18 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Cuáles son tus principales funciones, 
responsabilidades y expectativas en esta etapa de tu matrimonio? ¿Cómo son 
diferentes a la etapa anterior de tu matrimonio o relación? ¿Qué temporada prevés 
que vendrá después y qué probables cambios traerá? ¿Te encuentras aferrado a una 
temporada o rol pasado o te apresuras impacientemente hacia una temporada o 
papel futuro en el matrimonio? 
 
13. Somos pecadores y egocéntricos. Ningún enfoque del matrimonio que te trate como 
una persona buena que a veces hace cosas malas y que crea que sólo haces cosas 
malas debido a tus circunstancias, superará jamás los desafíos que enfrenta un 
matrimonio. El mayor problema que el matrimonio enfrenta es el pecado que vive en 
el corazón de cada cónyuge, el cual quiere que el matrimonio sea acerca de uno 
mismo en vez de amar a Dios y amar al cónyuge. 
 
«Nunca debemos ser tan ingenuos como para pensar que el matrimonio es un 
puerto seguro contra la Caída... Las luchas más profundas de la vida ocurrirán 
en la relación primaria afectada por la Caída: el matrimonio.» Dan Allender y 
Tremper Longman III citados por Gary Thomas en Matrimonio sagrado 
 
Sin embargo, muy a menudo, los cristianos piensan en el problema humano como un 
problema exclusivamente de egoísmo. Pero también hay un problema de 
egocentrismo. Sí, quieres las cosas a tu manera, según tus preferencias y tu horario 
(egoísmo). Aunque también con frecuencia ves las cosas desde tu perspectiva, sólo 
experimentas las cosas que te afectan y sólo recuerdas las cosas desde tu punto de 
vista (egocentrismo). 
 
Literalmente, estás atrapados en ti mismo. Eres un alma atrapada en tu propio cuerpo 
y limitadaa tus ojos, oídos, piel, nariz y boca para obtener información sobre el mundo 
que te rodea. Esta es la razón primaria por la que solamente Dios puede amarte 
perfectamente. Él no está limitado a un lugar en el espacio y en la perspectiva de 
tiempo. 
 
Uno de los objetivos primordiales de todo lo que trataremos en estos cinco manuales, 
será superar la influencia del egocentrismo y del pecado que vive en ti. Por eso 
dependeremos de Dios para todo lo bueno que se logre (Santiago 1:16). Esta es 
también la razón por la que podemos ser brutalmente honestos acerca de los desafíos 
que enfrentamos y aun así tener la esperanza de matrimonios profundamente 
satisfactorios y duraderos, si nos sometemos al plan de Dios y confiamos en su poder. 
 19 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Esta sección te anima o te desanima? ¿El darte 
cuenta de que la influencia del pecado interno y la realidad de ser personas 
egocéntricas te ayuda a despersonalizar muchas de las ofensas y los eventos irritantes 
del matrimonio sin minimizarlos o ignorarlos? ¿Qué áreas de tu matrimonio son 
afectadas más por tu egocentrismo? ¿Cómo puedes disciplinarte para ver el mundo 
desde la perspectiva de tu cónyuge? 
 
14. Baja opinión del compromiso. Vivimos en una era en la que «mantenerse casado» es 
una frase que usualmente se dice con una connotación negativa, como si hacer algo 
que no fuera natural fuera hipócrita. El problema con esta manera de pensar es que 
requiere que el matrimonio se pruebe y valide perpetuamente. 
 
«En otras palabras, la convivencia no puede funcionar como un ensayo para 
determinar si se es capaz de asumir el compromiso del matrimonio, porque 
ese compromiso no puede experimentarse a menos que se esté casado. Este 
compromiso es lo que diferencia al matrimonio de cualquier otra relación. Lo 
cambia todo (p.104).» Dennis Rainey (editor) en Preparing for Marriage 
(traducido como «Preparándose para el matrimonio») 
 
Es difícil esforzarse continuamente para mejorar algo, lo cual involucra evaluación, sin 
que simultáneamente debilites tu sentido de compromiso. Cuando preguntas: 
«¿estoy satisfecho con mi proveedor de telefonía?», simplemente estás insinuando la 
posibilidad de cambiarlo o compararlo con otros proveedores, pero trasladar estos 
patrones de pensamiento al matrimonio, puede ser mortal. Incluso debes evitar que 
el crecimiento de tu matrimonio se degenere, convirtiéndose así en una fuente de 
insatisfacción que te ocasione vincular tu compromiso con el desempeño de tu 
cónyuge. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Cómo puedes motivarte continuamente para 
participar en el enriquecimiento marital sin permitir que el proceso de evaluación 
debilite tu sentido del compromiso? ¿Qué actividades realizas ya de forma 
consistente para enriquecer tu matrimonio sin debilitar tu compromiso durante las 
temporadas difíciles? ¿Qué puedes aprender de estos esfuerzos que puedan aplicarse 
a tu matrimonio? 
 
15. Una visión equivocada de la propiedad por encima del matrimonio. Está bien hablar 
de «nuestro matrimonio», refiriéndose al matrimonio como algo que pertenece a ti y 
 20 
a tu cónyuge. Este es un concepto importante para proteger que otras personas (los 
padres, amigos, cómplice de adulterio) entren a la relación de una manera que no les 
corresponde. 
 
Sin embargo, cada persona que conforma un matrimonio le pertenece a Dios. 1 
Corintios 6:19b-20 dice «[…] y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han 
sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su 
espíritu, los cuales son de Dios.» Tu matrimonio te pertenece tanto como un auto le 
pertenece a un adolescente cuando sus padres pagaron por él. El adolescente no tiene 
la libertad de hacer lo que quiera con ese auto, aunque los padres quieren que ese 
adolescente aprenda la responsabilidad que tiene al llamarlo «su auto». 
 
«Cuando te casas, has entrado en algo que fue inventado por Dios. Y si has 
determinado manejar tu matrimonio a tu manera, te has metido en grandes 
problemas, porque el matrimonio es una institución de Dios.» Timothy y Kathy 
Keller en El Significado del Matrimonio 
 
Cuando tienes una visión equivocada de la propiedad por encima del matrimonio, 
esperas la bendición de Dios y que tu cónyuge esté complacido con lo que haces con 
«tu vida» y, por implicación, «tu matrimonio». Eres ofendido por tu cónyuge y te 
enojas con Dios cuando esto no sucede (Proverbios 14:12, 16:25). Respondes como 
adolescente cuando le quitan las llaves del coche por haber llegado muy tarde a casa 
o por haber consumido alcohol. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Te parece bien ser un hijo de Dios para el resto 
de tu vida? ¿Ves tu matrimonio como una bendición de Dios que se te ha dado para 
ejercer mayordomía según Su diseño para tu disfrute? ¿Cuándo has operado fuera de 
este diseño y luego te has enfadado con Dios o con tu cónyuge porque no ha 
funcionado? 
 
16. Intentamos que el matrimonio sea nuestra iglesia. Vivimos en una era en la que 
pocas personas nos conocen muy bien. Nuestras vidas están muy ocupadas. Nos 
comunicamos por correos electrónicos, tuits y frases preestablecidas. Pocas personas 
viven en el lugar en el que nacieron y muchas otras se mudan múltiples veces a lo 
largo de sus vidas. El matrimonio se convierte en el único lugar en el que estamos 
forzados a ser conocidos verdaderamente. Esto hace que la relación matrimonial 
moderna sea más única en nuestra experiencia de vida de lo que Dios diseñó 
inicialmente. 
 21 
 
Con frecuencia, un cónyuge enojado le dice al otro: «¡Nadie más tiene problemas 
conmigo, sólo tú!» Muchas veces esto es verdad. El cónyuge enojado no permite que 
nadie más lo conozca tan bien como para ver sus defectos y no les concede a los 
amigos el permiso para hablar de las faltas evidentes. Esto hace que el matrimonio 
fracase. 
 
Este no era el diseño de Dios. Has tratado de usar Génesis 2:18 «No es bueno que el 
hombre esté solo» para justificar que tu cónyuge sea la única persona que te conozca. 
Actúas como si el matrimonio fuese la única cosa que Dios hubiese creado cuando Él 
creó a la mujer. ¡No! Cuando Dios creó a la mujer, creó la posibilidad de comunidad, 
amistad e iglesia. Dios nunca tuvo la intención de que el matrimonio te diera 
satisfacción relacional. Si ese fuere el caso, entonces Dios existiría en dualidad y no en 
trinidad. 
 
Además, el hecho de no ser conocido o de no conocer a los demás, hace que te veas 
obligado a compararte a ti mismo y a tu matrimonio con la persona pública de los 
demás. Esto, inevitablemente te llevará a la inseguridad y al orgullo en vez de al 
crecimiento y la humildad. Tratas con versiones ficticias de las personas e intentas 
obligar a tu matrimonio a estar a la altura de las ficciones que te inventas. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Cuándo estás con parejas casadas a las que les 
permites conocerte bien a ti y a tu matrimonio? ¿Estás exigiendo a tu matrimonio y 
tu familia que lleven toda la carga que la comunidad bíblica de la iglesia te debería 
ayudar a soportar, de acuerdo al diseño de Dios? ¿De qué manera el hecho de conocer 
principalmente la imagen pública de otras parejas ha contribuido a tu inseguridad o 
escepticismo sobre el matrimonio? ¿Cuándo y cómo afecta esto a tu matrimonio? 
 
17. Falta de disposición para trabajar por una buena relación. Esto puede deberse a la 
pereza o a una convicción equivocada. Algunas personas consideran que el trabajo 
relacional de un buen matrimonio es más de lo que quieren dar ̶ pereza. Otras 
personas creen que en el matrimonio no se trabaja y, si tienen que hacer cosas 
incómodas para enriquecer la relación, entonces están haciendo algo mal ̶ convicción 
equivocada. 
 
Incluso mientras estás leyendo este manual podrías estarte preguntando: «¿es esto 
realmente necesario?, ¿no es suficiente el hecho de que nos amamos mutuamente?, 
no me gusta pensar en asuntos difíciles». La erosión emocional y el declivepersonal 
 22 
casi siempre comienzan haciendo malas preguntas que hacen ver como viables las 
malas opciones. 
 
¿Cuáles son las cinco cosas que crees que marcarán tu vida en los años que te quedan? 
i. _________________________________________________________ 
ii. _________________________________________________________ 
iii. _________________________________________________________ 
iv. _________________________________________________________ 
v. _________________________________________________________ 
 
Tu matrimonio debería estar entre los primeros de la lista, junto con tu relación con 
Dios. Una pregunta que te puede guiar y que deberías hacerte constantemente es: 
«¿estoy invirtiendo mi tiempo en las cosas que van a tener el mayor impacto en mi 
vida, en mi familia para las próximas generaciones, y en el reino de Dios?» 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿El no trabajar en tu matrimonio produce una 
desviación en tu relación u obliga a tu cónyuge a asumir el papel del malo/la mala? 
¿Crees que trabajar en tu matrimonio tiene una connotación negativa? ¿Qué ideas, 
personas o conceptos contribuyen a que no veas con buenos ojos trabajar por un buen 
matrimonio? 
 
18. Poniéndose a la defensiva por las heridas sufridas en el pasado. Tu dolor dificulta el 
matrimonio porque te enfocas más en lo que quieres evitar que en lo que Dios ha 
diseñado para tu disfrute. Es casi imposible protegerte por miedo, al mismo tiempo 
que entregarte por amor. Al menos, es casi imposible relajarse y disfrutar tu 
generosidad mientras estás batallando contra tus instintos de autoprotección. Esto 
hace que el matrimonio sea un trabajo constante, pero de una manera que nunca se 
pretendió que fuera. Sin embargo, a menudo respondemos con un híbrido de 
autoprotección y entrega. 
 
A la luz de esta reflexión, lee 1 Juan 4:18: «En el amor no hay temor, sino que el 
perfecto amor echa fuera el temor.» Este pasaje no quiere decir que el amor hará que 
nunca tengas miedo. El amor requiere que enfrentes tus miedos constantemente 
(Salmo 23). Pero el amor tiene el poder de redimir tan plenamente el miedo que la 
presencia del miedo se olvida a la luz de la belleza de su redención. Sin embargo, este 
es un proceso y no se debe esperar que necesariamente será resuelto con rapidez. 
 
Enfrentarse a estos miedos es una implicación del llamado matrimonial a dejar y 
separarse. Aunque el daño del pasado no haya sido causado por tus padres, este 
 23 
llamado a dejar la autoridad, la dependencia y la influencia negativa de las relaciones 
pasadas sigue siendo válida. El principio es que debes renunciar al miedo para 
experimentar lo que Dios pone delante de ti. La manera en que esto se aplica a la vida 
no es sólo detenerlo, sino ser honesto y tomar los pasos necesarios para abrazar la 
libertad que Dios tiene para ti. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Existe algún daño importante que sucedió en el 
pasado y que no has contado a tu cónyuge? ¿Has minimizado el impacto de esta 
herida en ti? ¿Te pones a la defensiva cuando la vida vuelve a ser dolorosa? ¿Cuándo 
y cómo te lleva esto a tener un deseo de controlar o de huir? 
 
19. Un enemigo real que quiere destruir tu matrimonio. Hay una declaración alarmante 
al final de la tentación de Jesús, «… [el diablo] se alejó de Él esperando un tiempo 
oportuno (Lucas 4:13b).» Esta es la razón por la que Pedro dice: «Sean de espíritu 
sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, 
buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).» 
 
Cuando Satanás tienta a un adulto soltero, sólo puede eliminar a una persona a la vez. 
Cuando Satanás tienta a un adulto casado con hijos, puede alterar la vida de muchas 
personas con una sola victoria. Cuanto más dolor pueda provocar en un solo evento, 
más alegría le produce y más capta su atención. Esto no debe hacerte vivir con miedo, 
sino con sobriedad. 
 
¿Cómo se ve esto en la práctica? Significa que no tienes que andar buscando la 
manera de equivocarte. Las oportunidades para dañar tu matrimonio te están 
buscando. No puedes hacer que el matrimonio se mantenga vivo si lo conduces en 
modo piloto automático/sin oración. Lee Efesios 6:1-20 y distingue los verbos (sean 
fuertes, vístanse, manténganse firmes, oren) y los sustantivos (verdad, justicia, paz, 
salvación, Espíritu). ¿Tu visión del crecimiento matrimonial considera estos elementos 
como esenciales en un matrimonio cristiano? 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Vivirías de manera diferente si realmente 
creyeras que diariamente el mal está buscando una manera de arruinar tu 
matrimonio? ¿Dirías algo más o no dirías algo si supieras que diariamente el mal está 
susurrando mentiras en la mente de tu cónyuge? ¿Qué cosas evitarías o perseguirías 
si supieras que los eventos diarios comunes son parte de una batalla más grande por 
el corazón y el alma de tu cónyuge y tu matrimonio? 
 
 24 
20. Falta de disposición para ser débil. Esta puede ser la lucha más importante del 
matrimonio, porque es el conflicto central que te alejará del evangelio. La mayoría de 
las luchas matrimoniales emanan de que al menos uno de los miembros de la pareja 
trata de ser más fuerte (intachable, el que tenga la última palabra, independiente, 
resiliente, atractivo, exitoso, popular) de lo que es naturalmente. Aunque suene 
extraño, esforzarse por impresionar es a menudo lo que nos impide descansar en el 
amor de Dios o de los demás. 
 
«Lo que nos impide crecer es nuestro espejismo de fortaleza... Nuestro 
matrimonio no se ve perjudicado por los llantos de debilidad, sino por las 
declaraciones de fuerza.» Paul Tripp en ¿Qué estabas esperando? 
 
Tener que ser fuerte y ser amado son tan opuestos como tener que esperar y ser 
paciente. La gente paciente espera; tanto como las personas fuertes son amadas. Pero 
cuando la espera se siente forzada, entonces la paciencia ya no es una descripción 
exacta de la de la persona (al menos no es una descripción agradable). 
 
Acudes a Dios en tu debilidad. Él te ama cuando no tienes nada amable en ti y esto 
consolida en tu mente que no hay nada que puedas hacer para que Dios te ame 
menos, porque no hay nada que hayas hecho para que Dios te ame. El matrimonio, el 
tuyo en particular y la institución entera del matrimonio, fue diseñado para ser una 
imagen de este mensaje del Evangelio (Efesios 5:32). Sólo cuando te permites ser débil 
y amado, experimentas la plenitud del diseño que Dios hizo para el matrimonio. 
 
Preguntas para conversar en pareja: ¿Sería mejor tu matrimonio si pudieras ser débil 
en presencia de tu cónyuge y no tuvieras dudas de su afecto o compromiso? ¿Qué 
debilidades son las que más tratas de ocultar a tu cónyuge? ¿Cómo afecta este 
encubrimiento a tu capacidad de recibir y descansar en el amor de tu cónyuge? 
 
¿En dónde estamos ahora? 
El matrimonio es un viaje. Esperamos que esta introducción te haya permitido 
distinguir con mayor claridad en qué punto del camino te encuentras. No te sientas 
apurado por tener todo bien ahora. Eso devalúa la belleza y la alegría de todo lo que 
Dios quiere hacer en el proceso. 
Tus más bellos recuerdos, historias y victorias se encontrarán en el viaje, no en el 
destino. 
¿Qué puntos te han llamado más la atención de esta lista de 20 
retos?________________________________________________________________
 25 
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________ 
 
¿Qué quieres aprender del resto de estos cinco manuales que esta sección te ha 
ayudado a poner en palabras? 
_____________________________________________________________________ 
_____________________________________________________________________ 
 
Conclusión 
Sería fácil sentirse abrumados en este punto y pensar que un buen matrimonio 
requiere un cónyuge perfecto. Estas preguntas revelan lo lejos que estamos todos de 
ser un cónyuge perfecto. Pero Jesús puso este tipo de estándar tan altoante 
cualquiera que quisiera ser su discípulo: «Por tanto, sean ustedes perfectos como su 
Padre celestial es perfecto (Mateo 5:48).» Su propósito, sin embargo, no era el 
desaliento, sino el avivamiento. 
 
Ese es el objetivo de un enfoque del matrimonio centrado en el evangelio. Queremos 
más que un enriquecimiento matrimonial. ¡Queremos un avivamiento matrimonial! 
Necesitamos desesperadamente un despertar intenso al diseño de Dios para el 
matrimonio; no un mero empujón hacia principios más funcionales. La condición 
general del matrimonio en nuestra cultura clama a Dios por una transformación 
radical de nuestro sentido común y de las «mejores prácticas» acerca del matrimonio, 
porque no están funcionando. 
 
Si vamos a buscar un matrimonio centrado en el evangelio, debemos darnos cuenta 
de que tal esfuerzo nos hará arrodillarnos rogando a Dios por la gracia, la fuerza y la 
sabiduría para bendecir a nuestro cónyuge y a nuestro hogar de una manera que 
nosotros mismos somos totalmente incapaces y a veces no estamos dispuestos a 
hacer. Pero desde nuestras rodillas encontraremos que Dios está dispuesto y es capaz 
de dar la clase de matrimonio que nunca hubiéramos podido mantener de pie. 
 
Esto nos lleva a una última virtud que es absolutamente necesaria para experimentar 
y disfrutar de un matrimonio centrado en el evangelio ̶ la humildad. 
 
El matrimonio es un viaje desde nuestra debilidad (la de ambos cónyuges) hacia la fuerza de 
Dios. Debido a los efectos del pecado, muchas de nuestras debilidades son fortalezas 
exageradas. Así que incluso nuestras fortalezas deben ser tratadas con humildad o nos 
traicionan a nosotros y a nuestro matrimonio. Cuando se llevan con humildad, incluso nuestras 
 26 
debilidades se convierten en una bendición para nuestro matrimonio. Sólo el evangelio nos 
enseñará a ver la vida de esta manera. 
 
 
 27 
Capítulo 2 
¿Qué hace que el matrimonio funcione? 
Encontrando el núcleo esencial de un buen matrimonio 
Principios clave: Estas son las afirmaciones más comunes que incluyen los mensajes centrales de 
este capítulo. 
● El mejor cónyuge es el que más aprende, por lo tanto, nunca llegamos a ser expertos 
como cónyuges. 
● Tendremos que asumir el riesgo de ser conocidos antes de experimentar el gozo de ser 
amados. 
● Si queremos lograr un enriquecimiento dentro del matrimonio, entonces este debe ser 
un estilo de vida conectado con nuestro propósito. 
● Un matrimonio próspero se vive en una historia más amplia que cualquiera de la de los 
cónyuges o incluso más grande que la de ambos cónyuges juntos. 
Memoriza: Efesios 5:28-30 (NBLA) «Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a 
sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a 
su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos 
miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos». Al memorizar este pasaje reflexiona sobre 
estos puntos clave: 
● «Así también»: Estamos llamados a presentar nuestra esposa a Dios sin mancha y santa 
como Cristo lo hizo con la iglesia (Efesios 5:27). 
● «Como a sus mismos cuerpos»: Lo que haríamos por nosotros debería ser lo mínimo a lo 
que estemos dispuestos a hacer por nuestras esposas. 
● «El que ama a su mujer, a sí mismo se ama»: Nos amaremos mejor a nosotros mismos al 
amar a nuestras esposas al crear un hogar lleno de paz. 
● «La sustenta y la cuida»: Debemos ser excelentes (dispuestos, hábiles y frecuentes) en lo 
que edifica a nuestra esposa. 
● «Como también Cristo»: Solo seremos capaces de amar a nuestra esposa de esta manera 
por el amor que Dios tiene por nosotros (1 Juan 4:10-11, 19). 
 
Notas de Enseñanza 
«No debemos vivir uno para el otro, sino vivir el uno al lado del otro para el Señor. Nuestras vidas 
no están destinadas a girar una en torno a la otra, sino que están destinadas a girar juntas en 
torno a Jesucristo (p. 141)». John Henderson en Catching Foxes (traducido como «Cazando 
zorras»). 
«Uno de los beneficios más arriesgados pero gratificantes de la relación matrimonial es la 
estimulante experiencia de conocer y ser conocido, de revelar y hacer que la otra persona se 
 28 
revele a ti (p. 19)... Si la persona que mejor te conoce también es la que más te ama, tu 
matrimonio realmente será especial (p. 88)». Dennis Rainey (editor), Preparing for Marriage 
(traducido como «Preparándose para el matrimonio»). 
«La enseñanza cristiana no ofrece una elección entre la realización y el sacrificio, sino la 
realización mutua a través del sacrificio mutuo… Entonces, ¿qué necesitas para hacer que el 
matrimonio funcione? Necesitas conocer el secreto, el evangelio, y cómo esto te da tanto el 
poder como el patrón para tu matrimonio (p. 47)… Desde esta visión cristiana del matrimonio es 
de donde entendemos lo que significa estar enamorados. Es mirar a la otra persona y vislumbrar 
a la persona que Dios está formando y decir: “Veo lo que Dios está haciendo en ti, ¡y eso me 
emociona! Quiero formar parte de eso. Quiero asociarme contigo y con Dios en el viaje que estás 
haciendo hacia su trono. Y cuando lleguemos, miraré tu magnificencia y diré: ‘Siempre supe que 
podías ser así. Tuve destellos de eso en la tierra, ¡pero ahora mírate!’”(p. 121)». Timothy y Kathy 
Keller en El significado del matrimonio. 
«Seguramente Dios podría haberlo hecho “bueno” en el primer intento, pero presta mucha 
atención: Dios está creando un drama para destacar algo importante sobre el matrimonio (p. 
59).» Winston Smith, Marriage Matters (traducido como «El matrimonio importa»). 
«La insatisfacción marital se enfrenta mejor con la oración, “es por eso que te necesito, Señor”.» 
Gary Thomas en Matrimonio sagrado. 
«No son las decisiones de tu esposo o esposa las que estás rechazando, sino las de Dios… Es Dios 
quien formó a tu cónyuge con sus dones naturales y personalidad, y después de hacerlo, se 
apartó y declaró a tu cónyuge “bueno”. Es hiriente para tu cónyuge cuando le faltas el respeto 
por cosas que no eligió o lo rechazas por cosas que no puede cambiar. Cada diferencia es una 
oportunidad para celebrar el arte creativo de Dios». Paul Tripp, ¿Qué estabas esperando? 
 
Aplicación Personal 
¿Qué? ¿Qué hace que un matrimonio funcione? ¿Qué hacer para que nuestro enriquecimiento 
matrimonial no degenera en una serie de actos de bondad al azar, impulsados o distraídos por la 
tiranía de lo urgente? ¿Cómo podemos asegurar que nuestros actos individuales para el 
crecimiento marital funcionan juntos para construir un impulso y reúna la energía mutua? 
Estas son preguntas importantes que debes hacer, incluso si actualmente no estás desanimado 
o abrumado por la cantidad de cosas, aparentemente no relacionadas, que necesitas hacer para 
mejorar tu matrimonio. Es difícil mantener un enriquecimiento en el matrimonio que sea 
azaroso, se olvida fácilmente y tiende a bajar en la escala de prioridades. Por eso, no debemos 
permitir que el enriquecimiento marital siga siendo casual. 
El propósito de este capítulo es proveer el «gran cuadro» que le da sentido a todas las «pequeñas 
piezas» del enriquecimiento matrimonial. Es por eso que este capítulo no te entregará todas esas 
«pequeñas piezas», pero sí lo hará el resto de esta serie. Es importante que tengas el marco para 
que el enriquecimiento tenga un propósito. 
 29 
En este capítulo, abordaremos tres componentes clave que son esenciales para un 
enriquecimiento matrimonial prolongado. Éstos están altamente interrelacionados, ya que cada 
uno se alimenta entre sí: 
1. Combinar dos historias de vida individuales para dar lugar a una historia más grande de 
matrimonio definida por el evangelio. 
2. Comprometerse a ser un aprendiz de por vida de tu cónyuge. 
3. Aceptar la vulnerabilidad que conlleva una relación de pacto. 
 
Escribiendo tu historia de matrimonio a la luz del evangelio 
Debes saber contar los eventos de tu vida como una historia o la vida pierde su sentido. A lamayoría de nosotros nos cuesta hacerlo. Esto supone un gran reto para el enriquecimiento 
matrimonial. En una vida sin historia, las cosas importantes no tienen nada a lo que aferrarse y 
van escapando de nuestro radar. Sobrevivimos un día a la vez haciendo lo que se debe hacer 
impulsados por la necesidad (comida, cuentas, alojamiento, etc.) hasta que escapamos hacia el 
entretenimiento. Esto es lo que muchos de nosotros hacemos con el matrimonio: una presión 
motivada, una actitud de ser impulsados por la necesidad (satisfacer al cónyuge en su enojo por 
última vez) alternándolo con escapes hacia el entretenimiento. 
A la luz de esto, debemos darnos cuenta de que si vamos a enriquecer nuestro matrimonio de la 
manera correcta, esto debe ser un estilo de vida que conecte con nuestro propósito. Eso es más 
grande de lo que la mayoría de la gente espera, pero no podemos tener un buen matrimonio que 
funciona como un aperitivo con el «resto de la vida» que es el plato principal. El matrimonio 
nunca fue hecho para ser accesorio de «mi» (singular) identidad durante las pocas horas que 
estoy en casa. El matrimonio está destinado a ser la historia en donde la vida ocurre, no al revés. 
Una historia es más que una declaración con propósito. La mayoría de nosotros ha intentado 
escribir una declaración con propósito y hemos visto cómo pierde relevancia con el tiempo. El 
propósito puede captar solo una temporada, pero rara vez capta toda nuestra vida. De la misma 
manera, al estar casados por lo menos con una docena de personas en el transcurso de un solo 
matrimonio, cambiaríamos lo suficiente como para tener múltiples declaraciones de propósito a 
lo largo de la vida. 
Ese es el motivo por el cual hablamos de «historia» y no de «declaraciones con propósito». Una 
sola historia puede tener muchos capítulos, cada uno con su propio propósito y eventos claves, 
contribuyendo a la misma narrativa. Cualquier cosa que se utilice para dar sentido a nuestro 
enriquecimiento matrimonial, debe tener este tipo de adaptabilidad si va a seguir siendo 
relevante a lo largo de nuestras vidas tan cambiantes. 
«Nuestros matrimonios son historias en desarrollo, no solo una serie de eventos aleatorios 
o una colección de datos. La forma en que entendemos y contamos la historia de nuestros 
matrimonios a nosotros mismos y a los demás, determina la forma en que vivimos nuestros 
matrimonios (p. 267)». Winston Smith, Marriage Matters (traducido como «El matrimonio 
importa»). 
 30 
«Cuenta tu historia (matrimonial). Cuéntasela a tus hijos, amigos, hermanos y hermanas, 
pero especialmente el uno al otro. Mientras más implantada está tu historia en tu cerebro, 
más te servirá de protección contra la infinidad de fuerzas que pretenden destruir tu 
matrimonio. Haz que tu historia sea tan familiar que sea parte de tu ser. Debe convertirse 
en una leyenda que se comparta a lo largo de las generaciones, a medida que va creciendo 
el árbol genealógico que desafía todas las probabilidades y que presuma de un matrimonio 
a otro, estabilidad, fuerza y longevidad (p. 142)». Jerry Jenkins, Loving Your Marriage 
Enough to Protect It (traducido como «Amando tu matrimonio lo suficiente para 
protegerlo»). 
A medida que vas aprendiendo a contar la historia de tu matrimonio, la contaremos en tres 
secciones: (I) Del nacimiento a la boda, (2) de la boda al presente, y (3) sueños futuros y temores. 
Si estás comprometido, solo necesitas completar la primera y la tercera. Después de tomarte el 
tiempo para registrar la historia de tu vida y la de tu matrimonio, volveremos atrás y 
aprenderemos a identificar los temas del evangelio que están destinados a ser la «gran narrativa» 
que define tu vida y matrimonio. 
 
Aprendiendo a contar tu historia 
Las historias están compuestas por eventos, pero una historia es más grande que solo los eventos 
que la componen. Esta será la guía principal para cuando aprendas a contar tu historia 
matrimonial. Comenzarás enumerando los acontecimientos formativos de tu vida, noviazgo y 
matrimonio. Sin embargo, contar la historia de tu vida y de tu matrimonio es algo más que 
elaborar una lista de acontecimientos ordenados cronológicamente. 
Eventos: Comienza escribiendo en cada hoja de trabajo los acontecimientos clave de tu vida, los 
que te marcaron y en el orden en que ocurrieron. Las preguntas que te ayudarán a realizar esta 
parte del ejercicio se incluyen en las secciones siguientes. En el caso de la sección «Del nacimiento 
a la boda», se divide en etapas para ayudarte a esbozar estos acontecimientos. En las otras dos, 
sería conveniente empezar por trazar los periodos de tiempo que dividirán este segmento de la 
historia de tu vida-matrimonio. 
Experiencia: Después de hacer una lista con los eventos principales, es útil evaluar cómo has 
vivido esos acontecimientos. Se ha proporcionado una sencilla escala de -5 a +5. Esto representa 
desagrado (enfadado, ansioso, afligido, etc.) y agrado (pacífico, alegre, emocionado, etc.) ante 
cada elemento. A partir de esto, deberías empezar a ser capaz de ver cuáles de las principales 
temporadas de tu vida matrimonial han sido: temporadas buenas (+3 a +5), temporadas malas (-
3 a -5), temporadas mezcladas o más o menos (-2 a +2). 
En esta parte del cuadro coloca una «x» donde cada evento califica en el espectro de agradable 
y desagradable. Una vez que hayas completado la lista y valorado la experiencia de cada evento, 
une los puntos para darte a ti mismo una imagen visual de cómo esa sección de la historia de tu 
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vida se ha desarrollado. Un ejemplo de este ejercicio completo (en inglés) se brinda en 
www.bradhambrick.com/Foundations. 
Deberías comenzar notando si el mayor cambio (positivo o negativo) en tu vida ha sido el 
resultado de tus decisiones o por cambios circunstanciales fuera de tu control. Probablemente 
comenzaste a notar dónde tu tendencia hacia la confianza o desconfianza aumentó tu fortaleza 
actual. 
Significado: hay un espacio para un «comentario» junto a cada evento para que resumas cómo 
originalmente entendiste el significado de ese evento. Los comentarios pueden ser serios o 
divertidos, pero deben representar con exactitud la forma en que ese evento te impactó en ese 
tiempo. 
¿Cuáles fueron los aspectos comunes que utilizaste para interpretar las partes agradables de tu 
vida? ¿Cuáles fueron los aspectos que utilizaste para interpretar las partes desagradables de tu 
vida? Estos probablemente sean los mismos aspectos que utilizas para interpretar los eventos 
agradables y no agradables en tu matrimonio al día de hoy. Hasta que nos demos cuenta de que 
somos intérpretes de la vida, seremos esclavos de las interpretaciones que surgen de manera 
natural. 
Deberías comenzar notando cómo respondías a las cosas «en el momento» en comparación al 
significado que les das ahora. Con mucha frecuencia, solo le atribuimos esta diferencia al paso 
del tiempo, pero la mayoría de las veces no es el tiempo el que crea el cambio, sino un cambio 
en la perspectiva, que es solo una frase más común para ver los mismos hechos desde el punto 
de vista de una «historia» diferente. 
Volveremos a esta columna cuando comencemos el proceso de dar sentido a nuestra vida a la 
luz de la «gran narrativa» del evangelio. No podemos cambiar los «eventos». No podemos 
cambiar la «experiencia», al menos no nuestra reacción inicial. Pero podemos, por la gracia de 
Dios, cambiar el «significado». Incluso a la luz del evangelio, no todo lo que está en esta columna 
será agradable (eso sería el evangelio de la prosperidad, que es un evangelio falso). Pero 
podemos interpretar nuestros éxitos y fracasos, las bendiciones y las pruebas, de una manera 
que proteja nuestro matrimonio de las amenazas del orgullo, la inseguridad y la desconfianza. 
 
Del nacimiento a la boda 
Una parte emocionante, y a veces inquietante, del matrimonio es que dos historias individuales 
se convierten en una historia compartida. A partir de la boda, tienes dos historiasindividuales 
con un presente y un futuro compartido. El primer cuadro aclara lo que ha sido unido por la 
alianza matrimonial y lo que se está entrelazando a través de tu vida matrimonial. 
¿Qué deberías incluir en la historia de tu vida matrimonial? 
● Eventos clave: vacaciones, logros, tragedias, mudanzas, cambios familiares, secretos. 
● Personas clave: miembros de la familia, profesores, líderes de la iglesia, guías, amigos. 
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● Intereses mayores: pasatiempos, deportes, organizaciones. 
● Decisiones significativas: buenas y malas. 
● Hitos espirituales: buenos y malos. 
● Logros: objetivos/sueños a cumplir, decepciones, puntos de progreso y finalización. 
● Trabajos: habilidades desarrolladas, conexiones claves establecidas, dirección 
determinada de la vida. 
● Señales de madurez: personales, emocionales, relacionales. 
● Cortejo: conociendo a tu cónyuge, enamoramiento, obstáculos en la relación, 
aprendizajes uno del otro. 
 
De la boda al presente 
La primera parte de la narración de la historia de la boda hasta el presente, es estar de acuerdo 
en cómo dividir las principales secciones de tu vida matrimonial. ¿Cómo se dividen los «capítulos» 
de tu matrimonio? El primer año, los hijos, las mudanzas y los trabajos son divisores comunes, 
pero puedes pensar en otros. 
Después de pensar en los capítulos claves o títulos de tu vida matrimonial, comienza a hacer una 
lista de los eventos, personas, decisiones, hitos espirituales y logros claves para cada capítulo 
como lo hiciste para tu historia desde el nacimiento hasta la boda. Marca los altos y bajos de cada 
experiencia y traza la línea que se ha creado. 
Recuerda, el objetivo de este ejercicio es construir una unidad (emocional y narrativa) en tu 
matrimonio. Entonces, conversa sobre las cosas que escribes, reflexiona en cómo ves los eventos 
de una manera diferente ahora que cuando ocurrieron y considera lo que dicen acerca de lo que 
Dios ha hecho en tu vida y en tu matrimonio. 
Muchas veces pensamos en nuestro testimonio cristiano en términos exclusivamente 
individuales, pero si el matrimonio nos hace «una sola carne» entonces deberíamos estar listos 
para dar un testimonio como matrimonio. Este ejercicio te ayudará a ti y a tu cónyuge a sentirse 
unidos en el ministerio incluso cuando no estén juntos en el ministerio. Cuando hayan 
verbalizado cómo se han unido sus historias, entonces podrán ver cómo están siempre presentes 
en el ministerio del otro. 
 
Sueños futuros y temores 
La historia de tu matrimonio no solo se trata de dónde han estado los dos, sino también de hacia 
dónde van. Dios creó nuestras vidas temporales con un glorioso suspenso llamado «futuro». 
Cuando no apreciamos este suspenso dado por Dios, nos rendimos a la ansiedad o a la apatía. Un 
sueño compartido para el futuro es una parte vital de la unidad y el romance en el presente. 
Muchas veces un matrimonio comienza a deteriorarse cuando las ambiciones personales y los 
sueños no se unen en una historia en común. Con esta división, a medida se «progresa», uno 
comienza a emocionarse por el otro desde una distancia cada vez mayor. O, lo que es peor, otras 
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personas son más conscientes de los progresos realizados, y empiezan a desempañar el rol de 
ser los principales en motivar. 
A medida que escribes esta parte de tu historia, habrá algunas diferencias clave con respecto a 
los dos ejercicios anteriores. En primer lugar, estás escribiendo ficción, no historia, porque estás 
escribiendo sobre cosas que no han sucedido aún. Cultivar en conjunto esta alegre visión del 
futuro es una habilidad matrimonial poderosamente importante. El Apéndice A contiene una 
serie de citas que te ayudarán a repasar estos materiales en veladas divertidas y románticas. Este 
ejercicio promueve una agradable «cita soñada» anual. 
No te quedes atrapado en solo tratar de hacer planes y trazar los pasos. Eso es algo que puede y 
debe hacerse más tarde. Más bien, en este punto estás expresando la vulnerabilidad de 
esperanzas y miedos compartidos. Eso es profundamente vinculante. No permitas que la logística 
de la implementación te robe el romance de soñar. Una vez que hayas terminado de compartir 
esta página, elige un par de sueños que quieran perseguir cada uno. 
«Una parte principal de la intimidad entre dos personas es precisamente el conocimiento 
mutuo de sus tesoros». Dallas Willard en La divina conspiración. 
Esta página es el combustible de una vida de oración marital. Coloca esto en tu casa en un lugar 
que veas con frecuencia o donde ores regularmente. Revisar esta página anualmente puede ser 
un gran ejercicio matrimonial. Una vez que tengan un historial de lo que han sido sus sueños a lo 
largo de los años, puede ser un momento dulce para reflexionar sobre la fidelidad y la provisión 
de Dios, y para recordar cómo los caminos de Dios son realmente mejores que nuestros caminos 
(Isaías 55:8-13). 
Segundo, estás escribiendo sobre cosas que están separadas y compartidas. Tu historia del 
nacimiento a la boda eran dos historias separadas. Tu historia de la boda al presente es una 
compartida. Tu historia del futuro es un intento de soñar como uno solo. Quizás decidan escribir 
usando diferentes colores de lápiz para él (azul), para ella (rosado) y sus sueños en común 
(morado). Pero inclúyelos en una sola página para que vean que están interconectados, y los 
desafíos de sus esperanzas y temores compartidos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Esbozando nuestra historia matrimonial 
Del nacimiento a la boda 
 
 Experiencia Desagradable Experiencia Agradable Comentarios 
 -5 -4 -3 -2 -1 +1 +2 +3 +4 +5 
Nacimiento 
 
 
 
 
Infancia 
 
 
 
 
Infancia 
Tardía 
 
 
 
 
 
Adolescencia 
 
 
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Edad 
Universitaria 
 
 
 
 
 
Después 
 
 
 
 
Modificado y adaptado de Preparándose para el matrimonio editado por Dennis Rainey (páginas 36-37) 
 
Esbozando nuestra historia matrimonial 
De la boda al presente // Sueños futuros y temores 
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 -5 -4 -3 -2 -1 +1 +2 +3 +4 +5 
 
 
 
 
 
 
 
 36 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Modificado y adaptado de Preparándose para el matrimonio editado por Dennis Rainey (páginas 36-37) 
 
 
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Comienza haciendo una lista de los roles (por ejemplo: cónyuge, hijo, padre, empleado, miembro 
de la iglesia, etc.) que tienes actualmente o que aspiras tener (por ejemplo: 1 Timoteo 3:1). 
Muchas veces nuestros sueños y temores se agrupan en torno a estos roles. Organizar tus sueños 
y temores de esta manera es una oportunidad para reflexionar (o hacer una lluvia de ideas si es 
necesario) sobre la forma en que compartes cada rol. Tener una mentalidad compartida sobre el 
rol al que se vincula cada sueño o temor hace que sea más natural compartir cada uno. 
Lee Eclesiastés 4:9-12. Muchas veces este pasaje se aplica al matrimonio de una forma más 
sentimental que práctica. Sin embargo, es un concepto maravilloso y una inmensa bendición 
cuando se pone en práctica. A menos que seamos intencionales en la forma en que pensamos 
sobre nuestros sueños y temores, seguirá siendo una teoría que sólo sirve para desanimarnos o 
amargarnos por su ausencia cuando se necesita. El tercer ejercicio de la historia

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