Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ECOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DEL JAGUAR EN LA REGIÓN DE CALAKMUL “ Agazapados bajo la sombra de una inmensa caoba observamos en silencio, maravillados, al jaguar. Sus amarillos ojos, misteriosos y profundos, nos miran intensamente. Lentamente se ha recuperando de la anestesia. Muy atento escucha, huele, observa. Es posible que seamos los primeros seres humanos con los que se haya encontrado. Trata de entender la situación” . N Ú M . 6 2 S E P T I E M B R E D E 2 0 0 5 BO LETÍN B IM ESTRA L DE LA COM ISIÓ N NA CI ONA L PA RA EL CONOCI M IENTO Y USO D E LA BI OD IVERSID A D © Gerardo Ceballos Citar como: Ceballos, G., C. Chávez, H. Zarza y C. Manterola. 2005. Ecología y conservación del jaguar en la región de Calakmu. CONABIO. Biodiversitas 62:1-7 2 GE R A R D O C E B A L L O S* , CU A U H T É M O C C H Á V E Z* , HE L I O T ZA R Z A * Y C A R L O S M A N T E R O L A * * ECOLOGÍA Y CONSERVA CIÓN DEL JA GUA R EN LA REGIÓN DE CA LAKM UL Hace un buen rato que se llevaro nlos perros, cuyos aullidos se al- canzan a escuchar a lo lejos. Súbi- tamente se incorpora, libre ya de los últimos efectos de la droga. En un instante brinca un gran tro n c o caído, sin hacer ningún ruido, a pe- sar de pisar la hojarasca seca. Im- ponente, nos mira por última vez, antes de desapare c e r, majestuoso, e n t re la selva, en una escena que me será difícil olvidar. En ese mo- mento me pregunto acerca de su f u t u ro, sin poder imaginar siquiera lo que sería el mundo sin ésta y muchas otras especies en peligro de extinción, cuya sobrevivencia es- tá exclusivamente en nuestras ma- nos y de cuya existencia depende, paradójicamente, también la nues- tra” (Ceballos, 2000). Así describimos hace algún tiempo el encuentro con un jaguar en nuestro proyecto sobre la con- s e rvación de esta especie en la re- gión de Calakmul, en Campeche y Quintana Roo, que empezó en 1997, con la participación del Insti- tuto de Ecología de la U N A M, Unidos para la Conservación, Ecosafaris y A g rupación Sierra Madre. El jaguar (Panthera onca) es uno de los car- n í v o ros más poderosos de México y sin lugar a dudas se cuenta entre los mamíferos más carismáticos. Sin embargo, se encuentra en ries- go de ext inción principalmente por la destrucción de su hábitat y la ca- cería furtiva. Definir e instru m e n t a r medidas encaminadas a evitar su extinción en México re q u i e re infor- mación detallada sobre su ecolo- gía, y eso fue la motivación princi- pal para empezar este estudio. El trabajo de campo se lleva a cabo en las extensas selvas tro p i- cales de la Reserva de la Biosfera Calakmul en Campeche y en el ejido forestal de Caobas en Quin- tana Roo (mapa 1), sitios contras- tantes que elegimos para evaluar el efecto de la modificación del hábitat y otras actividades antro- pogénicas en la distribución y ecología del jaguar.¿Cuál es la densidad y tamaño de la pobla- ción de jaguares en esta re g i ó n ? ; ¿qué territorio re q u i e re un indivi- duo para mantenerse?; ¿cuáles son los patrones de act ividad es- tacionales y anuales?; ¿pre f i e re n algún tipo de hábitat?; ¿cuáles son sus presas principales?; ¿có- mo se sobreponen las presas prin- cipales del jaguar con las especies más usadas en la cacería de sub- sistencia de los pobladores loca- les?; ¿cómo influyen caminos y poblados en el uso del hábitat?; ¿qué se re q u i e re para mantener una población viable de jaguar en esa región? Estas son algunas de las preguntas que queremos con- testar con nuestro estudio. 3 Jaguares, perros y collares A pesar de grandes complicaciones logísticas, este estudio ha sido muy exitoso, ya que hemos logrado capturar más de 30 jaguares, lo que se debe entre otras cosas a la colaboración de individuos e insti- tuciones especializadas en difere n- tes act ividades. Por ejemplo, la cap- tura es coordinada por Antonio Rivera, de Ecosafaris, que hace dos décadas se dedicaba a la cacería p rofesional de esta especie; la c o o rdinación del proyecto por Uni- dos para la Conservación, y la in- vestigación científica por el Institu- to de Ecología. La captura es una de las etapas más interesantes del p royecto. Todo comienza a las 3:30 de la mañana, cuando se re a n u d a la vida en el campamento. Alista- mos la jauría de sabuesos, que an- siosos aúllan sin parar. Después de un frugal desayuno nos adentra- mos en la selva siguiendo caminos viejos de terracería en dos o tres ca- mionetas. Se sigue el re c o rrido por espacio de varias horas hasta que, si hay suerte, localizamos un rastro f resco de jaguar. Se sueltan los sa- buesos, que después de una vigo- rosa carrera de varias horas entre la selva logran, en ocasiones, encara- mar a un jaguar en un árbol. En ese momento se estima el peso del ani- mal y se le tira un dardo con la do- sis adecuada de anestesia. En 10 ó 20 minutos el jaguar está comple- tamente dormido y podemos to- mar muestras y medidas. Media hora después terminamos, con la colocación de un microchip para su identificación y un collar de teleme- tría satelital, con el que se obtiene la información sobre la actividad, uso de hábitat y movimientos. Densidad y tamaño p o b l a c i o n a l La obtención de cientos de datos de telemetría ha permitido deter- minar que un individuo en la re- gión requiere para sobrevivir entre 30 a 60 km2. Hay, sin embargo, una gran variabilidad; por ejem- plo, un macho al que llamamos Tony, se desplazó durante un año en un área de 1 000 km2 (mapa 2); es decir, 100 000 ha. ¡Una gran extensión en verdad! Sin embargo, hay hembras que han desarrollado toda su actividad en un área de só- lo 30 km2 (3 000 ha) (mapa 3 y cuadro 1). En Belice, Venezuela y Brasil se han documentado territo- rios de entre 15 y 180 km2 (Ceba- llos et al., 2000; Medellín et al., 2000). Las hembras en general ocupan áreas más pequeñas que los machos y el territorio de éstos generalmente se sobrepone al de varias hembras. Debido a la sobre- posición en los territorios, la densi- dad del jaguar en Calakmul es de alrededor de un individuo por cada 15 km2 (1 500 ha). N u e s t ros resultados, que son los primeros datos sólidos del ta- maño de población y densidad de j a g u a res en México, son alentado- res. Estiman que la población total en la Reserva de la Biosfera Calak- mul, con 723 0 0 0 ha, es de alre d e- dor de 480 jaguares. Más intere- sante aún es que, con el terr i t o r i o p rotegido de las zonas adyacentes sujetas a conservación ecológica Mapa 1: El sitio de est udio se encuent ra en la región de Calakmul, Campeche, y Caobas, Quintana Roo. En esa región se encuent ra la Reserv a de la Biosfera Calakmul y dos re s e rvas estatales (Balam-Kim y Balam-Ku) que en conjunto abarcan más de 1 200 000 h e c t á re a s . 4 del jaguar en la región. A pesar de que aparentemente se les encuen- tra en cualquier tipo de hábitat, utilizan de manera más frecuente las selvas medianas, que son las de mayor cobertura, seguidas de las selvas secas, y en menor grado de las sabanas y los acahuales; evitan potreros abiertos y campos de cul- tivo; la selva mediana sólo ocupa alrededor de 40% de nuestra área de estudio. Esta información ha permitido determinar la ubicación óptima de corredores biológicos en áreas ocupadas por selva me- diana para conectar la reserva de Calakmul con la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an en Quintana Roo, y con las del Petén en Guate- mala. La conservación exitosa de esos cor redores biológicos tendría como resultado aumentar el tama- ño de la población de jaguares en la región y su variabilidad genética, y reducir las probabilidades de ex- tinción de la especie a largo plazo. Presas Para conocer la dieta y disponibili- de Balam-Kin (110 0 0 0 ha) y Ba- lam-Ku (409 0 0 0 ha, mapa 1), el tamaño estimado de la población p rotegida es de 820 ejemplare s . Sin lugar a dudas, ésta es una de las poblaciones protegidas más grandes en todo el continente. Actividad y uso del hábitat En Calakmul eljaguar es principal- mente crepuscular y nocturno, y descansa la mayor parte del día a la sombra de un árbol o en alguna cueva. Al contrario de lo que espe- rábamos, su área de actividad es menor en la época de secas, ya que tienden a concentrarse en los l u g a res con disponibilidad de agua, en donde también se con- centran sus presas. En la época de lluvias utilizan áreas de mayor ex- tensión, ya que disponen de agua en abundancia y sus presas tam- bién se dispersan en extensiones mayores. Con los datos de telemetría y un sistema de información geo- gráfica hemos determinado las preferencias en el uso del hábitat dad de presas usamos excretas co- lectadas en el campo y transectos, respectivamente, en un estudio di- rigido por Miguel Amín. El primer paso en este proceso fue identificar c o rrectamente las excretas del ja- guar y del puma (Puma concolor) , ya que éste ha sido un pro b l e m a fundamental en la mayoría de los estudios, donde sólo se han identi- ficado por su apariencia, lo que tie- ne severas limitaciones (Amín, 2004). Nosotros usamos una técni- ca llamada análisis de ácidos bilia- res fecales, que permitió identificar sin duda todas las muestras. La dis- ponibilidad de presas se estimó mediante trayectos caminados a pie y el uso de cámaras fotográfi- cas automáticas. En las cámaras y trayectos se re g i s t r a ron 23 especies de mamíferos y aves (Amín, 2004). Las especies más abundantes fue- ron venado cola blanca (O d o c o i- leus virg i n i a n u s), tepezcuintle (Cuniculus paca), temazate (M a z a- ma pandora y M. americana), tejón (Nasua narica) y armadillo (D a s y p u s n o v e m c i n c t u s). Entre las aves, la Mapa 2. Área de act ividad de un jaguar macho (Tony) en la Reserva de la Biosfera de Calakmul, Campeche. 5 de ejidos a lo largo de su límite sur, en donde varios han penetrado a la zona núcleo. Frenar este acele- rado avance de la frontera agríco- la y pecuaria es el reto más impor- tante a resolver en la región en las próximas décadas. Los ejidos fo- restales presentan una alternativa viable en este sentido; por ejem- plo, en el ejido Caobas, en Quinta- na Roo, grande ha sido nuestra sorpresa el encontrar una gran di- versidad de especies, incluyendo jaguar, tapir y pecarí de labios blancos, en las zonas con aprove- chamientos forestales. Sin el in- centivo forestal estas zonas ya hu- bieran sido convertidas en campos agrícolas, perdiendo su valor para la conservación. Nuestro trabajo refuerza un nuevo paradigma de la conservación, en donde zonas con impactos humanos pueden ser fundamentales para mantener una porción considerable de la diversi- dad regional, si tienen un manejo adecuado (Daily et al., 2003). Nuestro trabajo ha mostrado también otras consecuencias gra- Imágenes tomadas por cámaras fotográf icas automát icas; de izquierda a derecha: temazate, ocelote, tejones, margay y tapir. © Instituto de Ecología UNAM, Unidos para la Conservación A.C., Sierra Madre S.C., y Safari Club Internacional especie más frecuente es el hoco- faisán (Crax ru b r a) . El análisis de pelo y hueso en las e x c retas reveló que el jaguar y el puma se alimentan de 21 especies de mamíferos, cuatro de reptiles y una de ave. El traslape entre las p resas de ambas especies es muy alto, de 95%. Sin embargo, la pro- p o rción de las presas principales fue diferente (cuadro 2). El jaguar mostró pre f e rencias por presas co- mo el tejón y el tepezcuintle; el pe- carí de collar (Tayassu tajacu) y el a rmadillo fueron consumidos en p ro p o rción a su disponibilidad; en contraste, el serete (D a s y p ro c t a p u n c t a t a) fue consumido en menor p ro p o rción que la esperada. El pu- ma consumió en mayor cantidad que su disponibilidad el tejón, en tanto que el armadillo, el tejón y el tepezcuintle se consumieron en p ro p o rción a su disponibilidad; por último, el sereque fue consumido en menor pro p o rción que la espe- rada. El análisis de inform a c i ó n adicional, que incluye la de las cámaras fotográf icas, perm i t i r á d e t e rminar con mayor pre c i s i ó n estos aspectos. Las actividades humanas Una de las fases más interesantes de nuestro estudio ha sido la iden- tificación del efecto de las activida- des humanas en la población del jaguar de Calakmul. La destruc- ción y fragmentación del hábitat, los caminos y poblados, la cacería furtiva, la cacería de subsistencia de sus presas y las enfermedades de animales domésticos causan efectos negativos severos en la po- blación de jaguar. La destrucción y fragmentación del hábitat del jaguar es, sin lugar a dudas, la mayor amenaza para su sobrevivencia a largo plazo. A pesar de que aún existen cientos de miles de hectáreas de selva en buen estado de conservación en la región de Calakmul y zonas aleda- ñas en Quintana Roo, miles de hectáreas ya han sido deforestadas y las tasas de deforestación anual son altas. En la Reserva de la Bios- fera Calakmul existen invasiones Mapa 3. Áreas de act ividad de dos jaguares hembras (Paola y Eugenia) en la Reserva de la Biosfera de Calakmul, Campeche. 66 ves de las actividades humanas. Por un lado, hemos descubierto que las carreteras y los poblados tienen efectos negativos sobre la distribución espacial del jaguar, poco perceptibles con técnicas de estudio convencionales. Las carre- teras y los poblados, además de fragmentar el hábitat, provocan que el jaguar use en menor pro- porción a la esperada ambientes aledaños a las mismas, aunque el hábitat se conserve en óptimas condiciones; las carreteras facilitan además el acceso a cazadores de jaguares y sus presas. Por otro lado, la cacería de sub- sistencia y la cacería furtiva son dos problemas serios. Por ejemplo, en 2001 se decomisaron más de 25 pieles de jaguar a un taxider- mista en Chetumal, lo que repre- senta la población completa de una enorme área de aproximada- mente 375 0 0 0 ha. Un efecto inesperado que es interesante des- tacar es el de la cacería de subsis- tencia, ya que las presas más in- tensamente buscadas por los cazadores de la región son tam- bién algunas de las presas más im- portantes para el jaguar. Es decir, la cacería de subsistencia afecta las densidades de jaguar de mane- ra indirecta, ya que elimina sus presas y disminuye la capacidad de carga del ambiente. En áreas de mayor incidencia de cacería furtiva hay menos jaguares, aun cuando la cobertura vegetal sea adecuada. La desaparición del jaguar de grandes extensiones del terr i t o r i o nacional debe considerarse como el preludio de problemas ambien- tales severos. Sin embargo, a prin- cipios del nuevo milenio, la pre s e n- cia de poblaciones viables en el s u reste de México debe ser consi- derada como un signo de esperan- za, frente a un horizonte ambien- I n d i v i d u o Intervalo de días PMC 100% Hembras Sandra 335 59.7 Rica 645 84.9 Mitcha 237 31.7 Promedio 58.7 Machos David 147 27.5 Shoe 975 33.0 Tony 816 77.6 Promedio 39.3 Proporción en avistamientos Proporción (disponibilidad) de uso Jaguar Dasypus novemcinctus 0.03 0.16 + Dasyprocta punctata 0.34 0.16 - Nasua narica 0.47 0.20 - Cuniculus paca 0.03 0.25 + Pecari tajacu 0.10 0.20 + Puma Dasypus novemcinctus 0.07 0.15 0 Dasyprocta punctata 0.65 0.15 - Cuniculus paca 0.07 0.49 + Pecari tajacu 0.19 0.19 0 C u a d r o 2. Selección de las pr incipales presas de jaguar y puma en la Reserva de la B i o sfera Calakmul (Amin, 2004). Ambas especies seleccionan de manera diferente a sus p resas. Algunas presas fueron consumidas en mayor pro p o rción a su disponibili dad, es d ecir que f ueron pref eridas (+), sobre las que fueron consumidas en menor (-) o en p roporción similar (0) a su disponibilidad. Cuadro 1. Áreas de act ividad est imadas (km2) de jaguares y pumas en la Reserva de la Biosfera de Calakmul , Campeche, usando el método del polígono mínimo con- vexo (PMC; C. Chávez, obs. pers). Pieles de jaguares decomisadas a un taxidermista en Chetumal en 2001. © G. Ceballos 7 Suzan y A. López. 2003. Country- side biogeography of neotropical mammals:Conservation opportu- nities in agricultural landscapes of Costa Rica. Conservation Biology 17:1-11. Medellín, R.A., C. Chetkiewicz, A. Ra- binowitz, K.H. Redford, J.G. Robin- son, E. Sanderson y A. Taber (eds.). 2002. Jaguares en el nuevo mile- nio: una evaluación de su estado, detección de prioridades y reco- mendaciones para la conservación de los jaguares en América. Univer- sidad Nacional Autónoma de Méxi- c o - Wildlife Conservation Society, México. Literatura citada Amín, M. 2004. Patrones de alimenta- ción y disponibilidad de presas del jaguar (Panthera onca) y del puma (Puma concolor) en la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche, México. Tesis de maestría, Instituto de Ecología, UNAM, México. Ceballos, G. 2000. The vanishing ja- guar: Lord of the Mexican jungles. Voices of Mexico (UNAM) 50:102- 104. Ceballos, G., C. Chávez, A. Rivera y C. Manterola. 2002. Tamaño pobla- cional y conservación del jaguar (Panthera onca) en la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche, Mexico, pp. 403-481, en: R.A. Me- dellín, C. Chetkiewicz, A. Rabino- witz, K.H. Redford, J.G. Robinson, E. Sanderson y A. Taber (eds.), Ja- guares en el nuevo milenio: una evaluación de su estado, detección de prioridades y recomendaciones para la conservación de los jagua- res en América. Universidad Nacio- nal Autónoma de México-Wildlife Conservation Society, México. Daily, G., G. Ceballos, J. Pacheco, G. tal de gran incert i d u m b re. En este sentido la conservación del jaguar debe ser una prioridad para Méxi- co, cuyo balance final dependerá, en gran medida, de las acciones que emprendamos ahora. Agradecimientos Agradecemos el financiamiento y apoyo al proyecto a Se m a rn a t , Conacyt, PAPIIT (UNAM), Sierra Ma- dre S.C., National Fish and Wildlife Foundation, Safari Club Founda- tion, Conabio, Conanp, Corredor Biológico Mesoamericano, Mattel, Kimberly Clark de México, Francisco Zavala, Miguel Amín, Melissa López, Sophie Calmé, Da- lia Amor, Fernando Colchero y Stuart Pimm de la Universidad de Duke y en especial al Ejido Caobas. * Instituto de Ecología, UNAM gceballo@miranda.ecologia.unam.mx * * Conservation International, México cmanterola@conservation.org
Compartir