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Biología reproductiva del tiburón espinoso Squalus acanthias (Linnaeus, 1758) (Chondrichthyes: Squalidae) en Puerto Quequén, Provincia de Buenos Aires Item Type Thesis/Dissertation Authors Chávez, L.N. Publisher Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Download date 11/09/2023 23:09:18 Link to Item http://hdl.handle.net/1834/9128 http://hdl.handle.net/1834/9128 Autorización para Publicar en un E-Repositorio de Acceso Abierto Apellido y nombres: Chavez, Leandro Nahuel DNI: 29404046 Correoelectrónico: chavez@avesargentinas.org.ar AUTORIZOpor la presente a la Biblioteca y Servicio de Documentación INIDEP a publicar en texto completo el- trabajo final de Tesis/Monografía/Informe de mi autoría que se detalla, permitiendo la consulta de la misma por Internet, así como la entrega por Biblioteca de copias unitarias a los usuarios que lo soliciten con fines de investigación y estudio. Título del trabajo: Biología reproductiva del tiburón ,,,espinosoSqualus acanthias (chontrichthyes)en PuertoQuequénprovinciade BuenosAires. Año: 2014 Título y/o grado que opta: Lic. en CienciasBiológicas'':-:._-~- Facultad:Cienciasexactas y Naturales."UNMDP Firma: lfAND~ N~H~L ct1~V6t 2 '9· 904· o4bFecha:20/8/2015 ASFAAN: OceanDocs:http:/ /hdl.handle.net/1834/ UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES TESIS DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE LICENCIADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS Biología Reproductiva del tiburón espinoso Squalus acanthias (Linnaeus, 1758) (Chondrichthyes: Squalidae) en Puerto Quequén, Provincia de Buenos Aires Leandro Nahuel Chavez 2014 Director: Lic. Gustavo E. Chiaramonte Codirectora: Dra. Lorena B. Scenna Subdirector: Lic. Leandro L. Tamini ÍNDICE PÁG. Resumen…………………………………………………………………………………………………………………..1 Introducción…………………………………………………………………………………………………….………3 Caracteres generales de la especie objetivo………………...................................6 Objetivo general…………………………………………………………………………..…………….…15 Objetivos particulares……................................................................................15 Materiales y métodos………………………………………………………………………………………….…..15 Área de estudio…………………………………………………………………….….…………….….….15 Descripción del sistema reproductor de S. acanthias…………………………..……….16 Muestreo…………………………………………………………………………………….………………..19 Análisis de los datos……………………………………………………………….……………….…...24 Resultados…………………………………………………………………………………………..……..………......28 Discusión…………………………………………………………………………………………..……..….……….….46 Bibliografía…………………………………………………..……………………………………….…………….……64 . Agradecimientos Gracias a Dios. Quiero agradecer a la Universidad Nacional de Mar del Plata y a mi país, Argentina, por darme la oportunidad de acceder a una formación académica, pública y gratuita. Gracias a mi director, Gustavo Chiaramonte, por confiar en mí, abrirme las puertas de la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén y de la División Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y guiarme en el estudio de los tiburones. Gracias por darme esta oportunidad cuando se me cerraron varias puertas. Gracias a Leo Tamini, subdirector de esta tesis. Gracias por invitarme a participar de los muestreos de rayas en las plantas pesqueras de Necochea donde nació la posibilidad de hacer esta tesis. Gracias por confiar en mí y darme muchas posibilidades. Gracias por darme trabajo y aconsejarme no sólo en el plano laboral. Gracias a mi Co-Directora, Lore Scenna. Gracias por aceptarme, pero por sobre todas las cosas, gracias por estar en todo momento cerca, codo a codo, ayudando, haciéndome pensar, empujando, apoyando. Gracias por compartir todos tus conocimientos y tu nueva manera de ver la vida. Gracias por sostenerme y guiarme cuando no sabía para dónde arrancar. Gracias a los jurados de esta tesis, Daniel Figueroa, Andrés Jaureguizar y Ramiro Sánchez, por el aporte hecho en esta investigación, sus preguntas, sus enfoques y visión. Gracias por transmitirme sus conocimientos y por el tiempo brindado en la lectura de esta tesis. Gracias a mis amigos, los ABCDEF: Colo, Patri, Lucha, Neza, Coker, Roma. Gracias por ser tan fieles! A las “paisanas”: Sol, Vik, Key y Ro, fueron fundamentales en mis primeros pasos. A mi amigo Fede Cortés. A mi amigo Diego Isaldo A los amigos de las cursada de verte e ictio que se hicieron grandes y valiosos amigos: Sole, Pau, Mati, Dani, Agus, Flor, Rambo y Gabi. A los amigos karatekas que me enseñaron a no bajar la guardia nunca, en especial a Jor, Lore, Ers, Niko y Noah, la amiga del fin del mundo. A los amigos de la Unión, esos con los cuales uno puede hablar el mismo idioma, en especial a Maxi, Gabi, Jon y Roxi. A los pupilos de Tetys, mis amigos coreutas, gracias por estar tan pero tan cerca. Gracias a los amigos del laboratorio de Ictiología, gracias por su ayuda y por padecerme: Santi, Ceci, Pablo, David. Gracias a todos los que dieron fuerzas día tras día, por ejemplo, entre muchos/as: CeciSazón y Paochan. Gracias especiales a Dora, la ilus, corre, obser, coci, etc. y a mi amigo Aris. Gracias a los Shima: Su, FitoSan, Baachan, Lukis, Cinchan y Deibid. Gracias por aceptarme y abrirme las puertas de su casa y su corazón. Gracias por tanto amor. Gracias a mis padres: Gri y Charly. Gracias por darme todo el amor que pudieron, gracias por darme alas para volar como los albatros y poder vivir esta hermosa vida que tengo llena de aventuras. Mamá: gracias por acompañarme desde tu fuerzas, tus ganas y tu amor en cada paso de mi vida. Papá: Gracias por tus “te amo” que comprueban que todo llega en la vida. Gracias a Naty y Facun, mis hermanos, mis héroes, gracias por cuidarme siempre tanto y por hacer posible este gran sueño de ser BIÓLOGO. Gracias mis tres soles: Augus, To y Marian, los amo. Gracias Maribel. Gracias al amor de mi vida, mi esposa Valeria. Gracias por demostrarme todos los días cuánto me amás, gracias por enseñarme a amarte y sobre todo gracias por hacerme más paciente y tolerante cada día. Gracias por mostrarme que es posible pasar juntos todos los procesos de este milagro de la vida. Te amo! 1 RESUMEN En esta tesis se estudia la estacionalidad de la biología reproductiva de Squalus acanthias en la zona costera de Puerto Quequén a través del análisis de la morfología corporal de los ejemplares, el desarrollo de los embriones, el estudio de la proporción de los distintos estadios de maduración sexual y la variación de las condiciones reproductivas. Los ejemplares fueron obtenidos estacionalmente de la pesca artesanal de la zona de estudio, desde octubre de 2007 hasta febrero de 2009. El rango de longitud total (LT) estuvo comprendido entre 671 mm y 792 mm para los machos (n = 12) y entre 623 mm y 977 mm para las hembras (n = 284). Las relaciones entre la LT y el peso corporal tota (PT) fueron descritas a través de funciones potenciales, mostrando un crecimiento alométrico positivo para ambos sexos. Además, se observó hembras maduras con embriones en sus sacos uterinos y folículos ováricos maduros, sugiriendo que las hembras de S. acanthias al finalizar la gestación estarían listas para aparearse y ovular nuevamente. La estrategia de las hembras de la especie es portar más cantidad de embriones y de gran porte, esta característica es típica de peces cartilaginosos vivíparos. La distribución de talla de los embriones (n = 1.068) evidenció la presencia de dos modas a lo largo de una misma época. Los embriones de S. acanthias mostraron un descenso abrupto en el peso del saco vitelino, con una LT a la cual el 50% ha consumido el saco vitelino estimada en 203,2 mm. Este descenso abrupto en el peso del saco vitelino sumado al gran tamaño que alcanzan los folículos ováricos y a la presencia de paredesvascularizadas longitudinalmente en los sacos uterinos, son característicos de una especie típicamente vivípara lecitotrófica. El estudio de las condiciones reproductivas a través del índice gonadosomático, hepatosomático, ancho de la glándula oviductal y el diámetro máximo de los folículos 2 ováricos de las hembras maduras reflejó que en primavera existe un aumento en la actividad reproductiva de la especie, indicando una etapa próxima a la ovulación. Se encontró una mayor proporción de hembras maduras que portaron embriones durante invierno y primavera, es decir que habría un desplazamiento estacional y diferencial por sexos. Debido a que no se encontraron neonatos y el número de juveniles capturados en la zona fue muy bajo, no es posible afirmar que la zona costera de Puerto Quequén es un área de cría para S. acanthias. PALABRAS CLAVE: elasmobranquios, historia de vida, espinillo. 3 INTRODUCCIÓN Los peces cartilaginosos (Clase Chondrichthyes), uno de los grupos más antiguos de vertebrados vivientes, comprende a los holocéfalos (Subclase Holocephalii: quimeras y peces gallos) y a los elasmobranquios (Subclase Elasmobranchii: tiburones y batoideos). Dentro de los elasmobranquios hay dos tipos morfológicos: los pleurotremados, representados por los tiburones, llamados así por poseer las aberturas branquiales a ambos lados de la cabeza; y los hipotremados, representados por los batoideos con las aberturas branquiales en posición ventral (Cousseau 2010). Una de las características que define a una especie es su estrategia reproductiva y la forma en que esta se refleja en las adaptaciones anatómicas, fisiológicas, energéticas y de comportamiento. La estrategia reproductiva representa uno de los rasgos más importantes de la historia de vida de un organismo porque afecta al éxito reproductivo poblacional y a la supervivencia de la descendencia, que están determinados entre otras características, por la habilidad de sus miembros para reproducirse en el ambiente (Helfman et al. 1997, Lode 2012). Si bien todos los peces cartilaginosos poseen fecundación interna, han evolucionado considerablemente en la diversidad de estrategias reproductivas (Otake 1990). A grandes rasgos, se pueden distinguir dos modos reproductivos, de acuerdo a si el desarrollo del embrión se produce en el exterior o en el interior de la cavidad abdominal: oviparidad y viviparidad (Hamlett y Koob 1999, Carrier et al. 2004, Musick y Ellis 2005). A su vez, entre las especies que vivíparas, pueden diferenciarse dos grandes grupos según la fuente de nutrición que utiliza el embrión en desarrollo: lecitotrofía y matrotrofía (Musick y Ellis 2005). 4 Las especies con modalidad vivípara lecitotrófica son aquellas en las cuales el embrión depende exclusivamente de las reservas vitelinas para su desarrollo. En cambio, en las especies vivíparas matrotróficas los embriones reciben aportes suplementarios de nutrientes por parte de la madre para su desarrollo. Entre éstas se encuentran las especies en las cuales el embrión se nutre de: ovocitos no fecundados que la madre continúa enviando al saco uterino durante toda la gestación (oofagia); embriones más pequeños en desarrollo (adelfofagia o canibalismo intrauterino); una sustancia nutritiva llamada “leche uterina” segregada por estructuras especializadas (histotrofismo); y nutrientes que envía la madre al embrión a través de una verdadera conexión que se forma entre el saco vitelino externo del embrión y el epitelio del saco uterino materno (“placentación”; Compagno 1990a, Otake 1990, Pratt y Carrier 2001, Wourms y Demski 1993, Carrier et al. 2004, Hamlett 2005, Musick y Ellis 2005). Los elasmobranquios se caracterizan por poseer sistemas de órganos especializados para la reproducción, comportamientos precopulatorio y copulatorio complejos, períodos de gestación largos, baja tasa de crecimiento luego del estadio juvenil, longevidad en la madurez sexual, baja fecundidad y gran tamaño relativo al nacer (Bruton 1990, Compagno 1990a, Wourms y Demski 1993). Estas características reproductivas hacen que los peces cartilaginosos tengan un bajo potencial reproductivo y una lenta capacidad de incremento poblacional, lo cual determina que sean fuertemente impactados por la actividad pesquera en la degradación del hábitat y en la ausencia de alimento (Holden 1973, Hoenig y Gruber 1990). Los ciclos reproductivos de los elasmobranquios son complejos y en la mayoría de los casos son parcial o totalmente desconocidos. Se sabe que éstos abarcan un período ovárico (maduración de ovocitos, desde una ovulación hasta la siguiente) y un 5 período de gestación (desde la fecundación hasta el nacimiento). En algunas especies pueden encontrarse hembras que, a la vez que portan ovocitos en algún estadio de maduración, presentan al mismo tiempo embriones o cápsulas de huevos en los sacos uterinos. En cambio, en otras especies cada uno de estos procesos ocurren en estaciones del año consecutivas (Carrier et al. 2004, Walker 2005) o en años consecutivos y entonces sus ciclos se extienden en dos o más años (Peres y Vooren 1991). De manera sintética se podrían diferenciar tres tipos de ciclos reproductivos en los elasmobranquios: 1) reproducción continua a lo largo de todo el año, 2) ciclos reproductivos anuales parcialmente definidos con uno o dos picos de actividad, y 3) ciclos anuales, bienales definidos (Wourms 1977) o trienales definidos (Peres y Vooren 1991, Chiaramonte 2001, Lucifora et al. 2004). En general, los elasmobranquios pueden presentar distribuciones espacio- temporales diferenciales por sexos y por tallas, relacionadas con los desplazamientos reproductivos, variables ambientales, disponibilidad de alimento, refugio ante depredadores o ante agresiones de machos durante el cortejo (Springer 1967, Menni 1985, García de la Rosa y Sánchez 1997, Knip et al. 2010, Cortés et al. 2011, Vögler et al. 2008). Algunas especies de tiburones, tales como Mustelus schmitti, Squatina guggenheim, Galeorhinus galeus, Carcharhinus brachyurus y Notorynchus cepedianus usan los ecosistemas costeros del Océano Atlántico Sudoccidental como “áreas de cría” que son generalmente ricas en alimento y protegidas de depredadores, además de presentar características ambientales favorables (Menni et al. 1986, Lucifora et al. 2004, 2005, Vögler et al. 2008 y Cortés et al. 2011). 6 A su vez, las hembras de tiburones vivíparos generalmente alcanzan un mayor tamaño y maduran más tardíamente que los machos (Cortés 2000, Capapé et al. 2004, Graham y Daley 2011). Esto se debe a que un mayor tamaño permitiría a las hembras desarrollar más y/o mayores crías en el interior de sus sacos uterinos, lo que conduciría a retrasar la maduración sexual (Cortés 2000). Tal es el caso de S. acanthias donde la fecundidad estaría relacionada con el tamaño corporal (Colonello et al. 2012). Caracteres generales de la especie objetivo Los tiburones de la familia Squalidae comprenden 2 géneros con al menos 10 especies, tanto costeras como demersales, de hábitos bentónicos y pelágicos, distribuidos en todos los océanos del mundo (Compagno 1990b, Nelson 2006). Carecen de aleta anal y la característica más conspicua de los miembros de esta familia es la presencia de una espina delante de cada una de las dos aletas dorsales (Nelson 2006). En aguas argentinas esta familia está representada por tres especies de un mismo género: Squalus acanthias Linné 1758, S. mitsukurii Jordan y Snyder 1903 y S. cubensis Howell–Rivero 1936 (García de la Rosa et al. 2004, Menni y Lucifora 2007, Figueroa 2011). S. acanthias (Fig. 1), conocido vulgarmente en Argentina como tiburón espinoso, espinillo, espineto, tiburón de ojos verdes, espinariolo o cazón espinoso, es el objeto de estudio de esta tesis. Figura1. Squalus acanthias (Linnaeus 1758). Tomado de Compagno (1984). 7 S. acanthias puede ser separado de las otras dos especies mencionadas de Squalus por la coloración, la ubicación de la primera aleta dorsal y la morfología de las narinas. S. acanthias posee manchas redondeadas blancas, la primera aleta dorsal se origina por detrás del margen interno de las pectorales y el margen anterior de las narinas se expande en un lóbulo simple (Figs. 1, 2 y 3). En las otras dos especies no se observan manchas blancas en el cuerpo, la primer aleta dorsal se origina por encima del margen interno de las aletas pectorales y el margen anterior de las narinas posee un pequeño lóbulo secundario (White et al. 2007, Figueroa 2011). Figura 2. Macho de Squalus acanthias. Vista lateral. Longitud total: 829 mm. Narina con lóbulo simple Figura 3. Característica distinguible de Squalus acanthias. Tomado de Compagno (1984) con modificaciones. 8 S. acanthias es un tiburón de amplia distribución y de gran abundancia desde aguas frías a templado cálidas. Poblaciones aparentemente contiguas se extienden con distribución antetropical, en aguas templadas y templadas frías de ambos hemisferios. Sin embargo, Veríssimo et al. (2010) a través de un estudio de genética de poblaciones en S. acanthias comprobaron que existen claramente dos grupos: uno correspondiente al Pacífico Norte y el otro constituido por el Pacífico Sur y Atlántico. En el Océano Pacífico Oeste la especie se distribuye desde el Mar de Bering hasta Japón, Mar de Okhotsk, República de Corea y el norte de China, Sur de Australia, Nueva Zelanda, Papua y Nueva Guinea. En el Pacífico Este desde el Mar de Bering hasta el sur de Baja California, posiblemente en el Golfo de California, y en Chile. En el Atlántico Este se encuentra desde Islandia y la Costa de Murman (Rusia) hasta Marruecos, al Oeste del Sahara, Islas Canarias, Mar Mediterráneo, Mar Negro y la Costa del Cabo de Sudáfrica. En el Océano Atlántico Oeste se distribuye en Groelandia y Labrador (Canadá) hasta Florida (EE.UU.) y en Cuba, Uruguay y Argentina (Fig. 4) (Compagno 1984). En el Atlántico Sudoccidental S. acanthias se distribuye desde los 34°S hasta los 55°S (Fig. 5), a temperaturas entre 4°C–19°C y salinidad entre 32,15–33,88 ups (García de la Rosa et al. 2004). Se ha capturado en nuestro país a profundidades entre 17 y 520 m (García de la Rosa 1998), pero su distribución batimétrica se encuentra desde aguas superficiales hasta profundidades de 900 m como límite excepcional, aunque generalmente está en relación con el fondo marino (Compagno 1984). 9 Figura 4. Distribución global de Squalus acanthias. Se muestra en color azul las zonas donde se encuentra la especie. Tomado de FAO (2003) con modificaciones. Figura 5. Distribución de Squalus acanthias en el Atlántico Sudoccidental. Se muestra en naranja la zona donde se cuentra la especie. Tomado de Cousseau y Perrotta (2004) con modificaciones. La biología reproductiva de esta especie ha sido estudiada, ya sea de manera exhaustiva o someramente de acuerdo a la región, en el Océano Pacífico Norte (Ketchen 1972), Atlántico Noreste (Jensen 1965, Nammack et al. 1985), Mar Negro (Kirnosova 1988), Mar Mediterráneo (Chatzisayrou y Megalofonou 2005) y Atlántico S Montevideo O ● Buenos Aires ● 10 Sudoccidental (Menni 1985, Gosztonyi y Kuba 1998, García de la Rosa et al. 2004, Di Giácomo et al. 2009, Colonello et al. 2012). La talla máxima observada en S. acanthias es de 1.216 mm en los machos y 1.450 mm en las hembras y se observaron al norte del Mar Egeo y en el Mar Negro respectivamente (Yigin e Ismen 2013, Kirnosova 1988). Esta especie es vivípara lecitotrófica, con camadas de varios embriones, cada uno con su saco vitelino, contenidos en los dos sacos uterinos maternos, y en donde los embriones a término nacen luego de un período de gestación de 18 a 24 meses (Pratt y Casey 1990, Hamlett y Koob 1999). Para el tiburón S. acanthias, varios autores han reportado el ciclo de vida como bienal, con un período de 2 años de gestación (Jensen 1965, Pratt y Casey 1990, Di Giácomo et al. 2009, Colonello et al. 2012) o con un periodo de descanso entre gestaciones (Jones y Geen 1977, Hanchet 1988, Colonello et al. 2012). La fecundidad máxima reportada para la especie varía regionalmente (por ejemplo: 11 embriones en el Mar de Okhotsk, 14 embriones en la costa Este de Canadá, 16 embriones en la Columbia Británica y 32 embriones en el Mar Negro; Jensen 1965, Ketchen 1972, Kirnosova 1988, Campana 2009 ), al igual que la longitud total al nacer (por ejemplo: 220 mm en el Mar Egeo, 250 mm en el Mar Negro y 300 mm en la Columbia Británica y costa de Nueva Zelanda; Ketchen 1972, Hanchet 1988, Kirnosova 1988, Chatzispyrou y Megalofonou 2005). Específicamente para el Atlántico Sudoccidental el número máximo de embriones por camada encontrado fue de 15 (Gosztonyi y Kuba 1998) y la talla máxima al nacer de 280 mm de longitud total (Menni 1985). Los rangos de talla de maduración sexual reportados hasta el momento varían también entre regiones: por ejemplo las hembras en el Pacífico Norte maduran a una 11 longitud total entre 760–1180mm (Ketchen 1972), mientras que en el Atlántico Sudoccidental estas maduran entre 700–740mm (Menni 1985) y entre 609–760 mm (Colonello et al. 2012). En aguas argentinas S. acanthias forma parte de la fauna acompañante en pesquerías de arrastre y palangre con embarcaciones artesanales, costeras y de altura (Angelescu et al. 1958, Angelescu y Boschi 1959, Menni y López 1979, Van der Molen et al. 1998, Tamini 2001). En la Plataforma Continental Argentina ha sido estudiado en su biología, donde se ha estudiado la distribución (Menni 1985, Menni et al. 1986) y la diferenciación taxonómica con Squalus mitsukurii (Gosztonyi y Kuba 1998), y en aspectos tróficos, donde se ha determinado que se alimenta de peces, cefalópodos y ctnéforos, existiendo diferencias ontogénicas y por sexos en la composición de la dieta (García de la Rosa y Sánchez 1997, García de la Rosa 1998, Koen Alonso et al. 2002, Perez Comesaña y Goldman 2011, Belleggia et al. 2012). También se ha estudiado su abundancia, donde se ha estimado para diferentes temporadas a través de campañas realizadas en buques de investigación, encontrando que la mayor densidad se encuentra en aguas patagónicas (Massa y Hozbor 2003, Fernández Aráoz et al. 2005, García de la Rosa et al. 2004, Massa et al. 2004a, Massa et al. 2004b, Massa y Hozbor 2007, Massa y Hozbor 2008). Se investigó el estado de conservación y explotación (Caille 1996, Chiaramonte 1998, Chiaramonte 2000, Cedrola et al. 2011, Sánchez et al. 2011) y en su supervivencia a la red de arrastre de fondo (Chiaramonte et al. 2011), donde se comprobó que esta especie se mantuvo en una condición de “vivo, con movimientos de cuerpo y aletas” durante el tiempo transcurrido entre la apertura del copo de la red y el inicio del proceso de selección de la captura. Sin embargo, los estudios sobre la biología reproductiva de este tiburón en aguas argentinas son 12 fragmentados (Menni 1985, Gosztonyi y Kuba 1998, García de la Rosa et al. 2004, Di Giácomo et al. 2009, Colonello et al. 2012). Los peces cartilaginosos han sido y son capturados a nivel mundial para extraer su carne, sus aletas, su cartílago, el aceite de su hígado y las mandíbulas, entre otros productos. En aguas argentinas los condrictios son objetivo de pesca en algunas pesquerías comerciales específicas, son capturados en la pesca deportiva y como fauna acompañante en pesquerías que tengan como especie objetivo a peces óseos (Sánchez et al. 2011). Debido a factores zoogeográficos, así como demográficos, las pesquerías tradicionales de condrictiosse localizaron en la zona central y sur de la Provincia de Buenos Aires, y norte de la Patagonia. Entre los puertos que realizan descargas importantes de peces cartilaginosos se encuentran Mar del Plata y Puerto Quequén (Necochea), entre otros (Chiaramonte 2001). Puerto Quequén es un puerto pesquero histórico de desembarques de condrictios, donde hasta 1997 la flota costera de arrastre de fondo que opera desde allí, cambiaba en primavera el arte de pesca a enmalle de fondo para dirigirse específicamente al tiburón Galeorhinus galeus y, dependiendo de la luz de la malla, también capturaban ejemplares de Carcharhinus brachyurus, Carcharias taurus y Notorynchus cepedianus. Debido a la poca importancia comercial de S. acanthias en aquella época, el mismo era descartado en ambos tipos de pesca (arrastre de fondo y enmalle de fondo; Chiaramonte 1998, Tamini 2001). A partir de la crisis pesquera del año 2000, S. acanthias comenzó a comercializarse (Chiaramonte com. pers.1). 1. Lic. Gustavo Chiaramonte, Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, División Ictiología y Estación Hidrológica de Puerto Quequén. 13 En la actualidad, opera en Puerto Quequén, paralelamente a la flota arrastrera, una flota artesanal cuyo arte de pesca es la línea de mano y está dirigida a la pesca variada, entre cuyas especies objetivo se encuentra S. acanthias. S. acanthias se pesca durante todo el año por la flota comercial argentina (García de la Rosa 2004) y existe una estacionalidad en las capturas, encontrándose un máximo durante el invierno y la primavera en coincidencia con las máximas abundancias reportadas en áreas costeras y de plataforma intermedia que corresponderían a agregaciones de tipo reproductivo o áreas de cría (García de la Rosa 1998, Van Der Molen et al. 1998). En las últimas décadas se han multiplicado los esfuerzos en el estudio de los condrictios como resultado de una creciente preocupación, tanto nacional como internacional, por la alta presión de pesca que soportan muchas poblaciones de estos peces. Actualmente, diversos organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), se han preocupado por la explotación y el comercio internacional de peces cartilaginosos en distintas pesquerías del mundo. La República Argentina ha adherido, con carácter vinculante, a la CITES y, en años recientes, algunas especies de condrictios presentes en espacios marinos argentinos han sido propuestos para su incorporación a los Apéndices de la CITES (Sánchez et al. 2011). Este es el caso de S. acanthias, que se ha propuesto incluirlo dentro del Apéndice II, el cual incluye a las especies que no se encuentran necesariamente en peligro de extinción pero cuyo comercio debe controlarse a fin de evitar una utilización incompatible con su supervivencia. Por lo cual, disponer de 14 información sobre esta especie en el Mar Argentino resultará de suma importancia para el desarrollo de futuras investigaciones que promuevan la sustentabilidad de los recursos pesqueros de Argentina. Además, los resultados obtenidos en esta tesis contribuirán al Plan de Acción Nacional (PAN-Tiburones), en el marco del Plan de Acción Internacional de FAO (IPOA-Sharks), para la conservación y manejo de condrictios en Argentina. Estudios sobre la biología reproductiva de S. acanthias en áreas costeras de la Provincia de Bs. As. no han sido reportados hasta el momento. A su vez, se observaron que los valores de los parámetros reproductivos para algunas especies de elasmobranquios pueden variar latitudinalmente a lo largo de la Plataforma Argentina (por ejemplo: Mustelus schmitti, Psamobatis rudis, P. normani y Squatina Guggenheim; Chiaramonte y Pettovello 2000, Mabragaña y Cousseau 2004, Colonello et al. 2007, Awruch et al. 2008). Considerando todo lo enunciado precedentemente, se plantearon las siguientes preguntas al inicio de esta tesis: ¿S. acanthias está presente durante todoel año en Puerto Quequén?; ¿cómo es la estructura reproductiva en las capturas de esta especie?; ¿existen variaciones temporales en las condiciones reproductivas de los individuos?; ¿es posible encontrar un patrón temporal de segregación sexual?; ¿se encuentra una mayor proporción de hembras gestantes en alguna época del año determinada?; ¿las variables reproductivas de S. acanthias en Puerto Quequén presentan valores similares a los reportados para la especie en otras áreas de la Plataforma Argentina? En base a estas preguntas surgió la siguiente hipótesis: “El área costera donde opera la flota pesquera con asiento en Puerto Quequén constituye un ámbito propicio para la reproducción de tiburones, encontrándose en mayor proporción hembras 15 gestantes del total de hembras de S. acanthias en la zona durante invierno y primavera”. Objetivo general El objetivo de esta tesis es estudiar temporalmente la biología reproductiva de S. acanthias en el área de influencia de la flota pesquera artesanal que opera en Puerto Quequén. Objetivos particulares • Comparar entre sexos el tamaño corporal. • Estimar y comparar entre sexos la talla de madurez sexual. • Analizarla proporción de sexos en las camadas y comparar entre sexos el tamaño corporal de los embriones. • Establecer una relación en tamaño y número de embriones con la talla de la hembra. • Estudiar el consumo de las reservas vitelinas de los embriones. • Cuantificar y discernir si existen diferencias estacionales en la proporción de individuos por estadio de maduración sexual y en los órganos reproductivos. MATERIALES Y MÉTODOS Área de estudio El área de estudio comprende la zona costera de Puerto Quequén (38º 35´ S, 58º 42´O), a profundidades menores a 50 metros (Fig. 6). La cuenca del Río Quequén Grande es una de las más importantes del sur de la Provincia de Buenos Aires, con 16 desagüe al Océano Atlántico. En su desembocadura se encuentra ubicado el puerto oceánico homónimo de aguas profundas (Perillo et al. 2005). El sedimento característico de esta zona costera es arena, predominantemente fina con fracciones medianas a muy finas (Parker et al. 1997). Figura 6. Mapa del área de estudio en la Provincia de Buenos Aires mostrando la ubicación de Puerto Quequén. Sistema reproductor de S. acanthias En base a la descripción del sistema reproductor realizada para la especie por Hamlett y Koob (1999), Hamlett (2005) y, siguiendo la terminología allí empleada, el sistema reproductor de los individuos de S. acanthias está compuesto de la siguiente manera: En los machos, un par de testículos, un par de conductos espermáticos (conductos eferentes, epidídimos, conductos deferentes y vesículas seminales, todos cubiertos por peritoneo) y de los órganos sexuales intromitentes o clásperes. Los testículos son órganos pares, unidos a la pared dorsal del cuerpo a través de mesenterio, y están envueltos por el órgano epigonal en los primeros estadios de maduración. Los conductos eferentes conectan a cada testículo con su epidídimo, en 17 donde terminan. Los epidídimos se expanden y enrollan a medida que los individuos maduran sexualmente, formando largos tubos con complejas curvaturas (Fig. 7). Luego cada epidídimo se continúa con el conducto deferente que finaliza en la vesícula seminal, la cual desemboca en el seno urogenital (Fig. 7). En los machos maduros la vesícula seminal puede estar llena de esperma. Los clásperes son pares y corresponden a regiones modificadas de las aletas pélvicas. Figura 7. Sistema reproductor de un macho maduro de Squalus acanthias. Vista ventral. El sistema reproductor en las hembras de S. acanthias está compuestopor un par de ovarios funcionales y sus respectivos oviductos. Estos últimos son estructuras tubulares largas que se encuentran a lo largo y a ambos lados de la columna vertebral. Cada oviducto se diferencia en un ostium, oviducto anterior, istmo, glándula oviductal, saco uterino y cuello (Figs. 8 y 9A). Los ovarios se encuentran adheridos a la pared dorsal del cuerpo (Fig. 8) a través del mesenterio. En los primeros estadios de maduración ellos están rodeados del órgano epigonal. El ostium es una estructura en forma de embudo, en el cual desembocan ambos oviductos anteriores (Fig. 8). Cuando los ovocitos son liberados desde los ovarios pasan a través del ostium a los oviductos anteriores que se ensanchan y dan lugar a las glándulas oviductales (Fig. 9A). Las glándulas oviductales 18 son cortas, tiene forman de barril y sus estructuras internas son complejas. En el caso de S. acanthias las glándulas oviductales sintetizan y secretan la cubierta (denominada vela) que es muy delgada y rodea a los ovocitos fecundados en el interior de los sacos uterinos (Fig. 9B), como en el común de las especies de tiburones vivíparos. En esta especie, la vela luego de un tiempo se disuelve y los embriones completan sus desarrollos libres en el saco uterino. El istmo es la porción del oviducto que continúa a la glándula oviductal y funciona como una válvula que cierra al compartimento uterino donde se encuentran los embriones (Fig. 9A). La porción posterior de cada oviducto se agranda y forma el saco uterino, el cual se expande a medida que el individuo madura sexualmente y logra un gran volumen que ocupa toda la cavidad abdominal de la hembra (Figs. 8y 9A). A medida que avanza el desarrollo embrionario, las paredes del saco uterino se hacen más delgadas y se produce un incremento en la vascularización, lo que facilita la oxigenación. Se desarrollan vasos uterinos longitudinales con ramificaciones y un vaso principal de mayor tamaño que pueden ser visto por observaciones a ojo desnudo (Fig. 9C). El cuello es una constricción que se encuentra entre el saco uterino y el seno genital, el cual se mantiene cerrado durante la gestación para impedir la pérdida prematura de los embriones y se ensancha en el momento del nacimiento para permitir la salida de las crías. Figura 8. Sistema reproductor de una hembra madura de Squalus acanthias. Vista ventral. 19 Figura 9. Vista ventral del sistema reproductor de una hembra madura de Squalus acanthias con ovocitos fecundados en sus sacos uterinos. A) Se observan oviducto anterior, glándula oviductal e istmo. B) Vela o cubierta delgada que rodea los ovocitos fecundados. C) Sacos uterinos ensanchados con paredes delgadas y todas vascularizadas, con un gran vaso uterino con ramificaciones longitudinales. Muestreo Se trabajó con ejemplares de S. acanthias provenientes de la zona de pesca de la flota costera artesanal de Puerto Quequén. Esta flota está compuesta por 20 lanchas y semi-rígidos que tienen capacidad para 3–4 personas y realizan viajes diarios a la zona costera en las horas de luz. Las líneas de pesca están constituidas por anzuelos para la pesca variada. Las embarcaciones pescan entre 10 y 11 horas por día, dependiendo de las condiciones del mar y el viento. La capacidad de captura de cada embarcación es de 10 cajones de pescado. Las capturas diarias colectadas por estos 20 pescadores artesanales eran llevadas a una planta pesquera en la ciudad de Necochea (Pesquera Iglesias), donde los individuos de S. acanthias se muestrearon. Los muestreos se realizaron 2 veces en cada estación del año, aproximadamente cada 45 días, desde octubre de 2007 hasta febrero de 2009 (Tabla 1, sección Resultados). Se identificó el sexo de cada ejemplar y se midió su longitud total (LT), con una precisión de 1 mm, desde el extremo del hocico hasta la punta del lóbulo mayor de la aleta caudal, con la aleta caudal colocada de forma natural. Se registró también el peso corporal total (PT) y el peso corporal eviscerado (PE) con una precisión de 5 g. Además, en los machos se midió la longitud del clásper izquierdo (LC) con una precisión de 0,1 mm, desde el extremo distal de la cloaca hasta el extremo del clásper (Compagno 1984). Se extrajeron y congelaron los órganos reproductivos y el hígado para su posterior estudio en laboratorio. Se estableció el estadio de madurez sexual de cada ejemplar a través de las observaciones macroscópicas de los órganos reproductivos, siguiendo los criterios propuestos por Stehmann (2002) y Sidders et al. (2005), los cuales también coinciden con los propuestos posteriormente por Colonello (2009). El estadio de madurez fue determinado por medio de la evaluación de los cambios en el desarrollo de los testículos, los clásperes y el grado de enrollamiento de los conductos espermáticos en el caso de los machos, y el desarrollo de los ovarios, las glándulas oviductales y los sacos uterinos en el caso de las hembras. Los machos fueron clasificados en los siguientes estadios: Inmaduros I1. Los clásperes no sobrepasan el borde posterior de las aletas pélvicas y no están calcificados (totalmente flexibles). Los testículos están indiferenciados. Los conductos 21 espermáticos son rectos, como filamentos delgados, y adheridos a la pared dorsal de la cavidad abdominal. I2. Los clásperes sobrepasan el borde posterior de las aletas pélvicas y están en calcificación (aún pueden flexionarse) pero no pueden rotarse anteriormente. Los testículos están agrandados y en desarrollo (se diferencian los lóbulos espermáticos, Fig. 10). Los conductos espermáticos son delgados y comienzan a enrollarse. Figura 10. Estadio I2. Macho inmaduro de Squalus acanthias. Vista ventral. Maduros M. Los clásperes sobrepasan el borde posterior de las aletas pélvicas, están calcificados, presentan gran rigidez y se pueden rotar anteriormente. Los testículos son redondeados y bien desarrollados. Los conductos espermáticos están estrechamente enrollados (Fig. 11). Puede haber presencia de esperma. Figura 11. Estadio M. Macho maduro de Squalus acanthias. Vista ventral. Testículos Conductos espermáticos Conductos espermáticos Testículo 22 Las hembras fueron clasificadas en las siguientes categorías: Inmaduras I1. Los ovarios son pequeños y no se distinguen folículos ováricos a simple vista. Las glándulas oviductales no se diferencian y los sacos uterinos son delgados y están adheridos a la pared dorsal de la cavidad abdominal. I2. Los ovarios están en desarrollo y se pueden diferenciar folículos ováricos opacos de muy pequeño tamaño (<1 mm), dándole un aspecto granular al ovario. Las glándulas oviductales comienzan a diferenciarse de los sacos uterinos que son delgados (Fig. 12). Figura 12. Estadio I2. Hembra inmadura de Squalus acanthias. Vista ventral. I3. Los ovarios están en desarrollo con presencia de folículos ováricos de distintos tamaños y opacos. Las glándulas oviductales se diferencian claramente de los sacos uterinos, los cuales son de mayor tamaño en su porción anterior. Maduras M1. Ovarios con folículos ováricos amarillos (ovocitos vitelados) que se diferencian de los folículos ováricos opacos de tamaño menor. Las glándulas oviductales están completamente desarrolladas (Fig. 13). Los sacos uterinos están dilatados, irrigados y pueden estar sin segmentar o segmentados en distintos compartimentos, alojando ovocitos fecundados. Ovarios Saco uterino Glándula oviductal 23 Figura 13. Estadio M1. Hembra madura de Squalus acanthias. Vista ventral M2. Ovarios con folículos ováricos amarillos, las glándulas oviductales están completamente desarrolladas y los sacos uterinos dilatados, irrigados y con presenciade embriones (Fig. 14). Figura 14. Estadio M2. Hembra madura de Squalus acanthias. Vista ventral. En el laboratorio de la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén, dependiente del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, se contó con las facilidades e instrumental necesario para realizar el siguiente análisis de las muestras obtenidas en la planta pesquera. En todas las hembras se pesaron los ovarios (PO) y los sacos uterinos (PSU) con una precisión de 0,1 g. También se midió el ancho de las glándulas oviductales (AGO) con una precisión de 0,1 mm. En las hembras maduras se pesó el hígado y se midieron los diámetros máximos de los folículos ováricos amarillos (folículos maduros; DMFO) en cada ovario con una precisión de 0,1 mm. Sacos uterinos Glándula Oviductal Folículo Ovárico Opaco Folículo Ovárico Amarillo Embriones Folículo Ovárico Opaco Folículo Ovárico Amarillo Sacos uterinos 24 En el caso de las hembras maduras que portaron embriones se contaron el número de embriones en cada saco uterino. También, cuando fue posible, se identificó el sexo de cada embrión a través de observaciones macroscópicas. Se registraron la longitud total del embrión (LTe) con una precisión de 0,1 mm, el peso corporal total sin saco vitelino externo (PTe) y el peso corporal con saco vitelino externo (PTesv) de cada individuo, con una precisión de 0,1 g. Análisis de datos Con el fin de estudiar estadísticamente el conjunto de datos con pruebas de robustez acreditada, se utilizó estadística paramétrica siempre que fue posible. Para esto se puso a prueba los supuestos de homogeneidad de varianza y normalidad en cada conjunto de datos, utilizando test de Barlett y test de Shapiro respectivamente (Zar 2010). Cuando estos supuestos no fueron comprobados, se recurrió a la estadística no-paramétrica. Para cada sexo por separado se analizaron las relaciones LT–PT y LT–PE, calculando los valores de a y b de la ecuación: Peso = a * Longitudb (Froese 2006). Debido a que la longitud es una magnitud lineal y el peso es asimilable al cubo de la talla, si un individuo mantiene su forma al crecer, entonces el crecimiento se puede definir como isométrico (b=3). Cuando los individuos de mayor talla han incrementado su peso en mayor proporción que su longitud, presentan un crecimiento alométrico positivo (b>3). En cambio, cuando los individuos incrementan preferencialmente su longitud relativa más que su peso el crecimiento es alométrico negativo (b<3) (Cifuentes et al. 2012). Así mismo, se calcularon estas dos relaciones y la relación LT– PH para hembras maduras con y sin embriones (estadios M1 y M2). Utilizando los 25 datos logaritmizados, se comparó la pendiente de la regresión en cada una de las tres relaciones entre los dos estadios por medio de un análisis de covarianza (ANCOVA; Crawley 2005). En los machos se graficó la relación entre LT–LC para estudiar si existen variaciones en la longitud del clásper a medida que los individuos aumentan de tamaño. En las hembras, se utilizó el PO, PSU y el AGO para inferir el rango de tallas de madurez sexual a partir de los cambios en el crecimiento de estos órganos en relación a la LT. Previamente, se realizó una prueba apareada de Wilcoxon de los rangos signados para comparar el AGO derecha e izquierda para determinar cuál de las dos medidas se utilizará en el análisis (Siegel 1990). Se comparó el número de embriones alojados en cada saco uterino usando un test no paramétrico para muestreas pareadas (prueba apareada de Wilcoxon de los rangos signados). La proporción de sexos en los embriones fue analizada a través de un test de Chi-cuadrado (Zar 2010). A su vez, en los embriones se comparó la distribución de frecuencia de tallas entre sexos por medio de la prueba de Kolmogorov–Smirnov para dos muestras (Conover 1980, Siegel 1990). Luego se analizó la distribución de frecuencia de talla de los embriones en ambos sexos por época de muestreo. Para analizar el crecimiento de los embriones en el saco uterino materno se graficó la relación LTe–PTe y, utilizando los datos logaritmizados, se comparó las pendientes de las regresiones entre sexos usando un análisis de covarianza (ANCOVA; Crawley 2005). Para establecer si los embriones presentan alguna correlación en cantidad y tamaño conforme aumenta la LT de la madre, se determinaron relaciones entre la LT 26 de la madre y el número de embriones por camada, y entre la LT de la madre y la LTe promedio de la camada. Estas relaciones se evaluaron utilizando el coeficiente de correlación de Pearson y en el caso de no cumplir los supuestos de normalidad y homogeneidad de varianzas, se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman (Zar 2010). El consumo energético del saco vitelino externo para la muestra total de embriones se analizó a través de la relación entre la LTe y peso del saco vitelino (Psv) en cada época de muestreo. Psv se determinó como la diferencia entre PTesv y PTe. Para poder estudiar el ritmo de consumo del Psv respecto de LTe se asumió que Psv menores a 7,5 g corresponden a individuos con el saco vitelino consumido (ver resultados). En base a este criterio se analizó la variación de la proporción de embriones con saco vitelino respecto del LTe y se estimó LTe50 como la talla en la que el 50% de los embriones presentan saco vitelino totalmente consumido. Para estimar la LTe50 se calculó la proporción de embriones con Psv < 7,5 g en intervalos de 10 mm LTe. Luego, una curva logística se ajustó a los datos binomiales utilizando el método de máxima verosimilitud (Roa et al. 1999). Se evaluó si el número de individuos fue significativamente diferente entre épocas para cada estadio de maduración utilizando la prueba Chi-cuadrado. (Zar 2010). A su vez, se comparó la distribución de frecuencias de talla de los individuos maduros entre épocas por medio de la prueba de Kolmogorov–Smirnov para dos muestras (Conover 1980, Siegel 1990). Para estudiar la madurez sexual de los individuos y relacionarla con las reservas energéticas, se trabajó con el índice gonadosomático (IG) y el índice hepatosomático (IH). El IG es una herramienta utilizada ya en el análisis de la madurez sexual en 27 relación con el desarrollo del ovario y de los testículos (en hembras y machos respectivamente), como en la evaluación de las etapas del ciclo reproductivo a partir de sus variaciones estacionales, si existieran. El IH es un indicador del estado de reserva de energía de un animal y se utiliza para evaluar las modificaciones de las reservas energéticas a lo largo del ciclo reproductivo. Se calculó IG y el IH en los individuos maduros de la siguiente manera (Capapé et al. 1999): IG = PG / PE * 100 IH = PH / PE * 100 donde PG es el peso total de la gónada. Se utilizó un análisis de varianzas no paramétrico (prueba de Kruskal–Wallis) para comparar estacionalmente cada uno de estos índices. También se realizó un test de Kruskal–Wallis para comparar estacionalmente el AGO y el DMFO en las hembras maduras con el fin de evaluar la variación temporal en la actividad reproductiva. Cuando hubo diferencias significativas se utilizó el test a posteriori de Dunn para localizar entre qué épocas existieron esas diferencias (Zar 2010). Previamente, se realizó una prueba apareada de Wilcoxon de los rangos signados para comparar el DMFO del ovario derecho e izquierdo y determinar cuál de las dos se utilizará para el análisis (Siegel 1990). Para los análisis estadísticos se utilizó el software estadístico R, versión 2.13 (R Development Core Team, www.r-project.org), y Sigma Plot, versión 11 (Systat Software Inc). 28 RESULTADOS Entre Octubre de 2007 y Febrero de 2009 se analizaron 296 ejemplares de S.acanthias, 284 hembras y 12 machos durante todo el período de muestreo (Tabla1). El muestreo abarcó dos primaveras, dos veranos, un otoño y un invierno. De las estaciones estudiadas, sólo hubo capturas de este tiburón durante el invierno y las dos primaveras (Tabla 1). Tabla 1. Cantidad de ejemplares de Squalus acanthias analizados por época del año desde octubre 2007 hasta febrero de 2009. Temporada Mes Fecha Machos Hembras Primavera 2007 Octubre 17-oct 9 99 Diciembre 04-dic 1 16 Verano 2008 Enero 22-ene - - Marzo 10-mar - - Otoño 2008 Abril 20-abr - - Mayo 30-may - - Invierno 2008 Junio 25-jun - 7 Agosto 1-ago 2 52 Primavera 2008 Septiembre 15-sep - 72 Octubre 28-oct - 38 Verano 2009 Diciembre 20-dic - - Febrero 3-feb - - Los individuos comprendieron, en su mayoría, a estadios maduros de ambos sexos (Tabla 2). Tabla 2. Número de ejemplares machos y hembras de Squalus acanthias analizados por época del año y estadio reproductivo. Machos Hembras Temporada Mes I1 I2 M I1 I2 I3 M1 M2 Primavera 2007 Octubre - - 9 1 4 - 31 65 Diciembre - - 1 - 1 - 11 3 Verano 2008 Enero - - - - - - - - Marzo - - - - - - - - Otoño 2008 Abril - - - - - - - - Mayo - - - - - - - - Invierno 2008 Junio - - - - 1 - 3 3 Agosto - - 2 - 1 - 4 44 Primavera 2008 Septiembre - - - - 2 - 23 49 Octubre - - - - - - 11 25 Verano 2009 Diciembre - - - - - - - - Febrero - - - - - - - - 29 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 600-650 651-700 701-750 751-800 801-850 851-900 901-950 951-1000 N ú m er o d e in d iv id u o s LT (mm) Machos Hembras El rango de talla estuvo comprendido entre 671mm y 792 mm (��= 721,7 mm; d.e. = 37,3 mm) para los machos y entre 623 mm y 977mm (� � = 814,7 mm; d.e.= 61,2 mm) para las hembras (Fig. 15). Figura 15. Distribución de frecuencia de talla en ambos sexos de Squalus acanthias (intervalos de 50 mm de longitud total, LT). En la relación LT–PT, el crecimiento en ambos sexos fue alométrico positivo, es decir b> 3, mientras que en la relación LT–PE fue alométrico positivo para los machos y alométrico negativo para las hembras (b< 3) (Figs. 16 y 17). El rango de PT estuvo comprendido entre 1.005 g y 1.835 g para los machos (��= 1.340,4 g; d.e. = 279 g) y entre 940 g y 4.100 g para las hembras (��= 2.215,6 g; d.e. = 557,4 g). El rango PE fue de 785–1.425 g para los machos (� � = 1.016,7 g; d.e. = 203,5 g) y de 690–2.765 g para las hembras (��= 1.547,6 g; d.e. = 351,5 g). 30 Machos: PE = 1E-06 x LT 3,145 r² = 0,814 Hembras: PE = 8E-06 x LT 2,846 r² = 0,874 500 900 1300 1700 2100 2500 2900 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P E (g ) LT (mm) Machos Hembras Machos : PT = 1E-06 x LT3,164 r² = 0,740 Hembras : PT = 2E-06 x LT3,128 r² = 0,859 500 900 1300 1700 2100 2500 2900 3300 3700 4100 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P T ( g) LT (mm) Machos Hembras Figura 16. Relación entre la longitud total (LT) y el peso corporal total (PT) en machos y hembras de Squalus acanthias. Figura 17. Relación entre la longitud total (LT) y el peso corporal eviscerado (PE) en ambos sexos de Squalus acanthias. La relación LT–PT en hembras maduras con y sin embriones mostró un crecimiento alométrico positivo, en cambio las relaciones LT–PE y LT–PH fueron alométricas negativas para ambos estadios (Figs. 18, 19 y 20). No se observaron diferencias significativas entre hembras maduras con y sin embriones en las relaciones 31 Sin embriones: PT = 3E-06 x LT 3,065 r² = 0,881 Con embriones: PT = 1E-06 x LT 3,165 r² = 0,830 500 900 1300 1700 2100 2500 2900 3300 3700 4100 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P T (g ) LT (mm) Sin embriones Con embriones Sin embriones: PE = 1E-05 x LT 2,817 r² = 0,897 Con embriones: PE = 8E-06 x LT 2,853 r² = 0,841 500 900 1300 1700 2100 2500 2900 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P E (g ) LT (mm) Sin embriones Con embriones LT–PT (ANCOVA: F = 3,006; gl = 265; p = 0,084), LT–PE (F = 2,025; gl = 265; p = 0,156) y LT–PH (F = 2,321; gl = 267; p = 0,129). Figura 18. Relación entre la longitud total (LT) y el peso corporal total (PT) en hembras maduras de Squalus acanthias. Figura 19. Relación entre la longitud total (LT) y el peso corporal eviscerado (PE) en hembras maduras de Squalus acanthias. 32 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 660 680 700 720 740 760 780 800 LC ( m m ) LT (mm) Sin embriones: PH = 4E-05 x LT2,296 r² = 0,338 Con embriones: PH = 8E-06 x LT2,539 r² = 0,277 0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P H ( g) LT (mm) Sin embriones Con embriones Figura 20. Relación entre la longitud total (LT) y el peso del hígado (PH) en hembras maduras de Squalus acanthias. No se capturaron machos inmaduros durante los muestreos (Tabla 2). La longitud total del macho maduro más pequeño fue de 671 mm (LC= 72 mm) y el más grande midió 792 mm (LC= 82 mm; Fig.15). Si bien por lo exiguo de la muestra no se pudo determinar el rango de talla de madurez sexual, se encontraron valores elevados de LC para los individuos maduros más grandes que constituirían el extremo superior de una curva completa LC–LT (Fig. 21). Figura 21. Relación entre la longitud total (LT) y la longitud del clásperes (LC) en machos de Squalus acanthias. 33 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P O ( g) LT (mm) I2 M1 M1 a ovular M2 Para las hembras se identificaron: la inmadura más pequeña de 623 mm de LT y la inmadura más grande de 860 mm LT; la hembra madura más pequeña de 629 mm LT y la más grande de 977 mm LT. No hubo diferencias significativas entre el AGO izquierda y derecha (Prueba apareada de Wilcoxon: W= –364,000; T+ = 7606,000; T– = –7970,000;Z= –0,275; n = 270; p = 0,784), por lo que se escogió por convención el AGO izquierda para los análisis. Al analizar el PO por estadio de madurez según la LT se pudo constatar que para el estadio M1 existieron dos condiciones distintas dentro del mismo estadio: un grupo de individuos presentaron PO entre 8,7 g y 59,4 g con PSU altos y otro grupo que mostraron PO que varió entre 35,3 g y 131,6 g con PSU muy bajo (Figs. 22 y 23). Estas dos condiciones corresponderían a hembras recién ovuladas y a hembras en ovogénesis medianamente avanzada (M1 a ovular) respectivamente. Sólo algunas hembras M2 presentaron condición de ovogénesis avanzada con PO> 150 g (Fig. 22). Estas condiciones no presentaron patrón estacional. Figura 22. Relación entre el peso de los ovarios (PO) y la longitud total (LT) por estadios en hembras de Squalus acanthias. 34 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 A G O ( m m ) LT (mm) I2 M1 M2 0 40 80 120 160 200 240 280 320 360 400 440 480 520 560 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 P SU ( g) LT (mm) I2 M1 M1 a ovular M2 Figura 23. Relación entre el peso de los sacos uterinos (PSU) y la longitud total (LT) por estadios en hembras de Squalus acanthias. Para el AGO se observa una superposición entre los estadios M1 y M2 mientras que I2 presenta valores bajos. También puede observarse una hembra M2 de 911 mm de LT con AGO muy reducido que podría corresponder a un error de transcripción (Fig. 24). Figura 24. Relación entre el ancho de la glándula oviductal (AGO) y la longitud total (LT) por estadios en hembras de Squalus acanthias. 35 De untotal de 189 camadas (hembras M2) se obtuvieron 1.068 embriones (5,65 embriones por camada), 365 en primavera 2007 (5,37 embriones por camada), 276 en invierno 2008 (5,87 embriones por camada) y 427 en primavera 2008 (5,77 embriones por camada; Tabla 3). Se encontraron diferencias significativas en el número de embriones por saco uterino (Prueba apareada de Wilcoxon: W= 2.305,000; T+ = 6.518,000; T– = –4.213,000; Z = 2,304; n= 191;p = 0,021), comprobándose que las hembras portan más embriones en el saco uterino derecho que en el izquierdo (proporción: SUD : SUI = 1,12 : 1). Tabla 3. Número de camadas por época del año y número de embriones de Squalus acanthias estudiados por época del año y sexo. Se identificaron embriones desde 45 mm hasta 245 mm de LTe en todo el período de estudio. El embrión más pequeño pesó 0,3 g de PTe y el más grande pesó 38,8 g de PTe. A lo largo del estudio se pudieron observar individuos en distintas etapas del desarrollo embrionario. En los embriones con una LTe menor a 90 mm se pudo observar restos de la cubierta delgada (vela; Fig. 25). Temporada Mes Camadas Machos Hembras Indeterminado Primavera 2007 Octubre 65 45 40 254 Diciembre 4 1 2 23 Invierno 2008 Junio 3 6 8 14 Agosto 43 6 3 239 Primavera 2008 Septiembre 49 64 64 158 Octubre 25 59 73 9 36 Figura 25. Embriones de Squalus acanthias en diferentes etapas de desarrollo. La relación entre sexos de los embriones no fue significativamente diferente de la proporción 1:1 (χ2 = 64,854; n= 72; p= 0,712). El rango de LTe fue de 112 – 245 mm (��= 175,1 mm; d.e. = 31,9 mm) en los machos y de 112 – 245 mm (��= 169 mm; d.e. = 31 mm) en las hembras (Fig. 26). No se encontraron diferencias significativas entre los sexos en la distribuciones de tallas (Kolmogorov–Smirnov: D = 0,1033; n = 371; p = 0,276). Saco vitelino externo Embrión Restos cubierta delgada Pedúnculo vitelino (arteria, vena y conducto) Ojos Saco vitelino externo Saco vitelino externo reducido Hendiduras branquiales 37 0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 N ú m er o d e In d iv id u o s LTe (mm) Machos Hembras 0 10 20 30 40 50 60 70 N ú m er o d e in d iv id u o s LTe (mm) Primavera 2007 Invierno 2008 Figura 26. Distribución de frecuencia de tallas por sexo en embriones de Squalus acanthias(intervalos de 10 mm de longitud total del embrión, LTe). Como la distribución de frecuencia de tallas en los embriones no fue significativamente diferente entre machos y hembras, se usaron ambos sexos en conjunto para graficar las frecuencias de LTe en las tres estaciones (Primavera 2007, Invierno 2008 y Primavera 2008). Se pudo observar la presencia de dos picos de distribución bien marcados en las tres temporadas (Fig. 27). Figura 27. Distribución de frecuencia de tallas en embriones de Squalus acanthias durante las temporadas de estudio (intervalos de 5 mm de longitud total del embrión, LTe). 38 0 2 4 6 8 10 12 14 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 N ú m er o d e em b ri o n es LT madre (mm) El rango de PTe fue de 5,8–40,9 g (�� = 18,5 g; d.e. = 9,5 g) en los machos y de 5,0–43,0 g (��= 17,1 g; d.e. =9,1 g) en las hembras (Fig. 28). No hubo diferencias significativas en la relación LT–PTe entre embriones machos y hembras (ANCOVA: F = 0,025; gl = 368; p = 0,872). Ambos tuvieron un crecimiento alométrico negativo (b < 3). Figura 28. Relación entre la longitud total (LTe) y el peso total (PTe) de los embriones en ambos sexos de Squalus acanthias. El número de embriones varió entre 1 y 14 por camada (�� = 6; d.e. = 3,120). Si bien se observa una dispersión en los datos, existe una correlación positiva entre la LT materna y el número de embriones por camada (Correlación de Spearman: n = 141; r= 0,518; S = 225.097; p =4,673e–11), por lo que se puede afirmar que el número de embriones aumentó conforme aumentó la LT de la madre (Fig. 29). Figura 29. Relación entre la longitud total de la hembra (LT madre) y el número total de embriones por camada en Squalus acanthias. Machos: PTe = 1E-05 x LTe 2,772 r² = 0,969 Hembras: PTe = 1E-05 x LTe 2,770 r² = 0,963 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 210 220 230 240 250 P Te ( g) LTe (mm) Machos Hembras 39 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240 260 600 640 680 720 760 800 840 880 920 960 1000 LT e ca m ad a (m m ) LT madre (mm) También se encontró que existe una relación lineal positiva entre la LT materna y la LTe (Correlación de Pearson: n =141; r = 0,282; t = 3,459; p =0,0007), y la variable LTe se incrementa conforme aumenta una la LT materna en S. acanthias (Fig. 30). Figura 30. Relación entre la longitud total de la hembra (LT madre) y la longitud total promedio de los embriones (LTe camada) por camada en Squalus acanthias. En el conjunto de datos se pudieron observar dos agrupamientos, individuos con mayores y menores a un Psv de 7,5 g (Fig. 31). Se encontró que existe una correlación negativa entre la variable LTe y Psv (Correlación de Spearman: n = 884; r = –0,579; S=183.038.836;p = 2,2 e–16): a medida que los embriones aumentan su LTe, el peso del saco vitelino externo disminuye. A partir de una LTe de 190 mm se observa que un número importante de embriones presentan su saco vitelino prácticamente consumido (Fig. 31). En la comparación estacional se observó que la mayoría de los embriones de invierno 2008 presentan tres grupos de Psv diferentes: un grupo mayoritario de embriones de tallas más pequeñas (entre 46 mm y 113 mm), otro grupo pequeño de LTe intermedio (entre 160 mm y 171 mm) y un tercer grupo más conspicuo, (LTe entre 191 mm y 218 mm) con Psv < 7,5 g. Para primavera 2007 se observa una distribución 40 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 210 220 230 240 250 % d e em b ri o n es c o n se rv an d o s ac o v it el in o LTe (mm) 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 210 220 230 240 250 P sv ( g) LTe (mm) Invierno 2008 Primavera 2007 Primavera 2008 de LTe continua entre 80 mm y 245 mm, mientras que para primavera 2008 hay dos embriones con LTe de 45 mm y 47 mm y luego una distribución de LTe continua entre 75 mm y 223 mm (Fig. 31). Figura 31. Relación entre la longitud total de los embriones (LTe) y el peso del saco vitelino (Psv) de los embriones por época de muestreo en Squalus acanthias. La línea horizontal punteada indica el valor de Psv asumido como indicador de embriones con el saco vitelino externo consumido. La LTe50 calculada, en la que el 50% de los embriones presentan el saco vitelino totalmente consumido, fue de 203,2 mm (Fig. 32). Figura 32. Porcentaje de embriones de Squalus acanthias que conservan el saco vitelino en intervalos de 10 mm de longitud total del embrión (LTe). LTe50 41 Debido al bajo número de machos de S. acanthias encontrados en los muestreos se realizó el estudio estacional de las condiciones reproductivas solamente en las hembras de la especie. Hembras inmaduras (estadios I1 e I2) y hembras maduras (M1 y M2) fueron encontradas en todo el período de muestro (Tabla 2; Fig. 34). La mayor proporción estuvo representada por hembras maduras que portaron embriones (M2). Pero no se encontraron diferencias significativas en las proporciones de dicho estadio entre épocas (χ2 = 3,401; n =189; p = 0,183), que estuvo representado por un 84% en invierno 2008, 60% en primavera 2007 y 69% en primavera 2008. En cambiola proporción de hembras maduras sin embriones (estadio M1) fue significativamente diferente entre épocas (χ2 = 11,983; n = 71; p = 0,003) encontrándose un 36 % en primavera 2007, 12 % en invierno 2008 y un 31 % en primavera 2008 (Fig. 33). Figura 33. Variación de la proporción de hembras inmaduras (estadios I1 e I2) y maduras (M1 y M2) de Squalus acanthias por época de muestreo. No hubo diferencias significativas en la distribución de tallas entre hembras maduras (estadio M1 + M2) de Primavera 2007 y Primavera 2008 (Kolmogorov – 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 % d e in d iv id u o s M2 M1 I1 + I2 42 0 5 10 15 20 25 30 35 40 600-650 651-700 701-750 751-800 801-850 851-900 901-950 951-1000 N ú m er o d e in d iv id u o s LT (mm) Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 Smirnov: D = 0,166; n = 208; p = 0,098) como tampoco entre Primavera 2007 e Invierno 2008 (Kolmogorov – Smirnov: D = 0,159; n =165; p = 0,320). Sin embargo se encontró diferencias significativas entre hembras maduras de Primavera 2008 e Invierno 2008 (Kolmogorov – Smirnov: D = 0,238; n =161; p = 0,034), presentando las hembras mayores valores medios de LT en primavera que en invierno (test de t: t = 2,451; gl = 98,962 p = 0,016; Fig. 34). Figura 34. Distribución de tallas de hembras maduras de S. acanthias por época de muestreo. Se pudo constatar una variación temporal en los valores medios de IG que presentaron diferencias significativas (Fig. 35). El IG mostró ser mayor en primavera que en invierno (Test de Kruskal–Wallis: H = 37,406; n = 243; p = 7,537e–09). Al realizarse las comparaciones múltiples entre grupos se determinó que sólo hubo diferencias entre primavera 2007 e invierno 2008 y entre invierno 2008 y primavera 2008 (Test de Dunn: p<0,05). 43 Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 IG a a b Figura 35. Variación estacional del índice gonadosomático (IG) en hembras maduras de Squalus acanthias. Los cuadrados representan la mediana, los límites inferior y superior de los rectángulos representan el 25to y 75to percentil de la distribución, respectivamente, y las líneas muestran el rango entre la observación mínima y máxima. Las distribuciones con letras diferentes son estadísticamente diferentes (test no paramétrico de comparaciones múltiples). También se encontraron diferencias estacionales significativas en los valores medios de IH (Test de Kruskal–Wallis: H = 78,952; n =260; p =2,200e–16), siendo la primavera 2007 la temporada en la que se encontró un valor medio de IH superior (Fig. 36). Luego al realizarse las comparaciones múltiples entre las tres estaciones se determinó que hubo diferencias entre todos los casos, primavera 2007 e invierno 2008, primavera 2007 y primavera 2008 e invierno 2008 y primavera 2008 (Test de Dunn: p<0,05), comprobándose así que valor medio de IH primavera 2007 > IH primavera 2008 > IH invierno 2008. 44 Figura 36. Variación estacional del índice hepatosomático (IH) en hembras maduras de Squalus acanthias. Los cuadrados representan la mediana, los límites inferior y superior de los rectángulos representan el 25to y 75to percentil de la distribución, respectivamente, y las líneas muestran el rango entre la observación mínima y máxima. Las distribuciones con letras diferentes son estadísticamente diferentes (test no paramétrico de comparaciones múltiples). Se encontraron diferencias significativas entre estaciones en los valores medios del AGO (Test de Kruskal–Wallis: H = 47,436; n = 252; p= 5,004e–11; Fig. 37). Al realizarse las comparaciones múltiples se encontró que hubo diferencias significativas entre primavera 2007 e invierno 2008, y entre primavera 2008 e invierno 2008, comprobando que en primavera este órgano posee un valor medio de ancho mayor con respecto a invierno (Test de Dunn: p<0,05). a b c Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 0 5 10 15 20 25 30 35 IH 45 Figura 37. Variación estacional del ancho de la glándula oviductal (AGO) en hembras maduras de Squalus acanthias. Los cuadrados representan la mediana, los límites inferior y superior de los rectángulos representan el 25to y 75to percentil de la distribución, respectivamente, y las líneas muestran el rango entre la observación mínima y máxima. Las distribuciones con letras diferentes son estadísticamente diferentes (test no paramétrico de comparaciones múltiples). No hubo diferencias significativas entre los DMFO del ovario izquierdo y derecho (Prueba apareada de Wilcoxon: W= –63,000; T+ = 8851,500; T– = –8914,500; Z =–0,0428; n =241; p = 0,966). Por lo tanto, en base a este resultado se escogió por convención el DMFO del ovario izquierdo para realizar la comparación estacional. Se encontraron diferencias significativas entre las estaciones (Kruskal–Wallis Test: H = 14,101; n = 241; p = 8e–04; Fig. 38). Al realizar las comparaciones posteriores se observó diferencias significativas (test de Dunn: p<0,05) en los valores medios del DMFO entre primavera 2007 e invierno 2008 y entre primavera 2008 e invierno 2008. Comprobándose que el valor medio del DMFO primavera 2007 > DMFO primavera 2008 > DMFO invierno 2008. b a a Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 A G O 46 Figura 38. Variación estacional del diámetro máximo del folículo ovárico (DMFO) en hembras maduras de Squalus acanthias. Los cuadrados representan la mediana, los límites inferior y superior de los rectángulos representan el 25to y 75to percentil de la distribución, respectivamente, y las líneas muestran el rango entre la observación mínima y máxima. Las distribuciones con letras diferentes son estadísticamente diferentes (test no paramétrico de comparaciones múltiples). DISCUSIÓN En la zona costera de Puerto Quequén se encontraron ejemplares de S. acanthias durante invierno y primavera, predominando las hembras maduras con embriones en sus sacos uterinos. Los rangos de LT y PT fueron más amplios en las hembras que en los machos, siendo la relación LT–PT en ambos sexos alométrica positiva. El rango de madurez en las hembras fue amplio y se hallaron hembras maduras en distintas etapas de la ovogénesis. En el estudio de los embriones, las distribuciones de frecuencias de tallas no fueron diferentes entre sexos, mostrando una distribución bimodal tanto en invierno como en primavera. La proporción de sexos de los embriones fue equilibrada, la relación LTe–PTe fue alométrica negativa y el consumo del saco vitelino se aceleró en las últimas etapas del desarrollo embrionario. El tamaño y número de los a b a Primavera 2007 Invierno 2008 Primavera 2008 0 5 10 15 20 25 30 35 40 D M F O 47 embriones se incrementaron con la LT materna, mientras que la proporción de hembras maduras con embriones en sus sacos uterinos no varió entre invierno y primavera. La distribución de tallas de hembras maduras en el área sólo presentó diferencias entre invierno y primavera en 2008, con hembras más grandes en primavera. Finalmente, se comprobaron diferencias en la actividad reproductiva en la primavera respecto del invierno, reflejadas en la variación de los índices IG e IH, y de las medidas de AGO y DMFO. El rango de LT de machos de S. acanthias obtenido para este trabajo de tesis fue estrecho debido a que el número de individuos muestreado fue bajo, lo cual tampoco permitió un análisis mayor de los resultados para este sexo. Para el Océano Atlántico Sudoccidental (OAS), específicamente para la Plataforma Continental Argentina, laLT máxima de la especie ha sido registrada en 960 mm para los machos y 1.010 mm para las hembras (García de la Rosa 1998, Di Giácomo et al. 2009). El valor para las hembras es cercano al encontrado en esta tesis y el valor de LT máxima de los machos observada en Puerto Quequén es similar al valor reportado por Menni (1985) en aguas argentinas (Tabla 4). A su vez, los valores de LT máxima obtenidos en esta tesis para ambos sexos de S. acanthias son menores a los reportados para otras áreas del mundo (Tabla 4). En la mayoría de los casos, las hembras alcanzaron tallas mayores que los machos, con excepción del Mar Egeo (Tabla 4). 48 Tabla 4. Valores máximos de longitud total (LT, en mm) para ambos sexos de Squalus acanthias registrados en distintas áreas del mundo. El rango de PT para ejemplares recolectados en el área costera de Puerto Quequén estuvo comprendido entre 1.005 g y 1.835 g para los machos, y entre 940 g y 4.100 g para las hembras. Los valores de peso de los individuos coinciden con los reportados por Menni (1985) para aguas argentinas, con un PT máximo menor a 4.000 g. A su vez, el rango de PT ha sido más amplio y alcanzó valores mayores en otras partes del mundo. En el Mar Egeo, Yigin e Ismen (2013) reportaron valores entre 36 g y 5.626 g para los machos y entre 20 g y 7.656 g para las hembras. Bigelow y Schroeder (1953), en su revisión de la biología de S. acanthias, citan trabajos realizados hace más de 50 años en el Atlántico Noroeste y el Pacífico Noroeste que registran PT máximos para machos de 3.900 g y para hembras de hasta 9.800 g en la costa Oeste de Estados Unidos. Fuente Área de estudio LT máxima machos LT máxima hembras Ketchen 1972 Columbia Británica 1070 1300 Bonham et al. 1949 Pacífico Noreste 1000 1240 Hanchet 1988 Pacífico Sudoeste 900 1110 Kirnosova 1988 Mar Negro - 1450 Ellis y Keable 2008 Mar de Irlanda - 1170 Campana et al. 2009 Atlántico Norte 850 1000 Yigin e Ismen 2013 Mar Egeo 1216 1175 Menni 1985 Mar Argentino 780 955 García de la Rosa 1998 Mar Argentino 960 980 Gostonyi y Kuba 1998 Bs. As. y Patagonia Norte - 915 Di Giácomo et al. 2009 Golfo San Matías 940 1010 Colonello et al. 2012 Mar Argentino 865 925 Esta tesis Puerto Quequén 792 977 49 En general en los tiburones vivíparos, las hembras alcanzan un tamaño mayor que los machos (Cortés 2000). En esta tesis no se pudo comprobar esto ya que, debido al bajo número de machos encontrados, las relaciones LT–PT y LT–PE obtenidas presentan un sesgo inducido por la proporción de tallas. Por esta razón, careció de sentido analizar estadísticamente si existen diferencias entre sexos en las pendientes de las relaciones. Para el OAS hay mayor ganancia en peso en las hembras que en los machos (Menni 1985, Gosztonyi y Kuba 1998, García de la Rosa et al. 2004, Colonello et al. 2012). En todos estos casos la relación LT–PT fue explicada por una función potencial, con valores de b> 3 para las hembras (Menni 1985: b = 3,609; García de la Rosa et al. 2004: b = 3,102, Colonello et al. 2012: b = 3,391) y b< 3 para los machos (Menni 1985: b = 2,891; García de la Rosa et al. 2004: b = 2,739). El valor para las hembras encontrado en Puerto Quequén (b = 3,128) fue intermedio entre los valores reportados para el Mar Argentino. En cambio, para los machos el valor sesgado hallado en Puerto Quequén (b = 3,164) fue similar al valor encontrado en el OAS (Colonello et al. 2012: b = 3,068). Análogamente, en el Mar Mediterráneo en general, y en el Mar Egeo en particular, se observó que las hembras mostraron un crecimiento alométrico positivo, mientras que los machos mostraron alometría negativa (Chatzispyrou y Megalofonou 2005, Yigin e Ismen2013). La relación LT–PE para las hembras de S. acanthias en Puerto Quequén mostró un crecimiento alométrico positivo. Esto estaría indicando que la presencia de los órganos estaría influyendo en dicho patrón alométrico para las hembras. En este caso se podría concluir que los especímenes más largos cambian su forma corporal a una más elongada que los individuos más pequeños o que estos últimos están en mejor 50 condición nutricional en el momento de ser muestreados (Froese 2006), y que dicho cambio en ejemplares eviscerados obedece a factores atribuibles al desarrollo reproductivo más que a diferencias en los contenidos estomacales (Clark 1928, Froese 2006). Asimismo, al no encontrarse diferencias en la relación LT–PT entre las hembras maduras con embriones (estadio M2) y sin embriones (estadio M1), se prosiguió al análisis de la relación LT–PE. Dado que con la ausencia de órganos tampoco se encontraron diferencias entre ambos estadios en dicha relación, se puede concluir que la masa de los órganos reproductivos de las hembras M1 se mantiene como masa de embriones más órganos reproductivos en las hembras M2. Posteriormente se analizó el rol del hígado en las hembras maduras, a través de la relación LT–PH, ya que las moléculas precursoras de vitelo son sintetizadas inicialmente en el hígado de la hembra en forma de vitelogenina, a partir de una porción de las reservas de lípidos, durante la maduración de los ovocitos (Capapé et al. 1999, Hamlett y Koob 1999). El peso relativo del hígado en relación a la talla no fue diferente entre las hembras gestantes y no gestantes de S. acanthias. Si conjuntamente a este resultado, tenemos en cuenta que en el presente estudio se observó que tanto las hembras maduras gestantes como no gestantes poseían folículos ováricos maduros de diversos tamaños, podríamos concluir que en S. acanthias la producción de folículos ováricos es continua y que por lo tanto, la síntesis de vitelogenina también sería constante. Para los machos de S. acanthias no se pudo estimar el rango de madurez sexual, debido a la ausencia de individuos inmaduros y a la escasez de la muestra (n = 12; 4% del total de ejemplares examinados). La tendencia que se observó en esta tesis, del 51 incremento de la LC con el aumento de la LT, es necesario estudiarla con más detalle y con un mayor número de ejemplares maduros e inmaduros que abarquen todos los intervalos de talla. También al contar con una muestra más representativa se podrían estudiar el crecimiento de otros órganos sexuales, como los testículos. En la Plataforma Continental Argentina, los machos de S. acanthias presentaron una LT mínima de madurez entre 518–630 mm (Menni 1985, García de la Rosa et al. 2004 y Colonello et al. 2012). Estos valores son menores al registrado en Puerto Quequén, dónde la LT del macho maduro más pequeño fue de 671 mm. El rango de talla de madurez sexual en las hembras de S. acanthias en Puerto Quequén fue más amplio que el reportado previamente para la especie en la Plataforma Continental Argentina (Menni 1985, García de la Rosa 1998, Colonello et al. 2012; Tabla 4). También los valores de rango de madurez para la especie fueron más acotados en otras regiones del mundo (Nammack et al. 1985, Hanchet 1988, Jones y Ugland 2001, Yigin e Ismen 2013; Tabla 5). 52 Tabla 5. Valores morfométricos (en mm) registrados en hembras de Squalus acanthias en distintas regiones del mundo. LT mín M: longitud total mínima observada en hembras maduras, LT máx I: longitud total máxima observada en hembras inmaduras, LT máx.: longitud total máxima observada en hembras, %LT mín.: porcentaje de longitud total mínima de hembras maduras respecto a la talla máxima observada para la población, -: no se reportaron valores. Fuente Área de estudio LT mín M LT máxI LT máx % LT mín Ketchen 1972 Columbia Británica 760 1180 1300 58,5 Nammack et al. 1985 Noreste Estados Unidos 760 850 1080 70,4 Kirnosova 1988 Mar Negro 977 - 1450 67,4 Yigin e Ismen 2013 Turquía 545 685 1175 46,4 Hanchet 1988 Nueva Zelanda 650 810 1100 59,1 Jones y Ugland 2001 Fiordo Oslov
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