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Fainblum - Conceptos de Rehabilitación - Normalización e integración

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“CONCEPTOS DE: REHABILITACION –NORMALIZACION E INTEGRACION” 
 
“EQUIPO INTERDISCIPLINARIO – POSTURA TRANSDISCIPLINARIA”. 
 
“LOS TRES NIVELES DE PREVENCION” 
Lic. Alicia Fainblum 
 
 El concepto de “rehabilitación” ha sido acuñado tradicionalmente por la 
medicina e implicaba a especialistas de las mismas: neurólogo, fisiatra, genetistas, etc. 
 
 Más tarde se fue ampliando, pero según un modelo hegemónico médico, donde 
se da la metáfora de este como la “cabeza pensante” y los otros profesionales como “los 
brazos ejecutores”: los técnicos. 
 
 Modelo en algunos medios aún no separado. 
 
 Se entiende por rehabilitación el proceso que tiene por objetos la superación de 
las condiciones físicas, psíquicas y sociales de la persona con una discapacidad con la 
finalidad de lograr la integración a la vida social y económica de la comunidad. 
 
 Dentro de la literatura referida al tema se encuentra una definición más amplia 
de dicho concepto entendido como: un proceso creativo, continuo y coordinado llevado a 
cabo por un equipo interdisciplinario, conjuntamente con una persona que presenta una 
deficiencia mental, motora y/o sensorial ; para posibilitar la preservación, restauración o 
desarrollo de su capacidad de ser lo mas independiente posible, lograr una integración 
social satisfactoria, encontrar un empleo adecuado y hacer frente a la realidad de la vida; 
teniendo la misma oportunidades que los demás miembros de la sociedad. 
 
 La “rehabilitación” puede ser entendida como: 
a) Una disciplina: de trabajo específico, definida por una problemática particular: la 
discapacidad. 
 
b) Un proceso: por su objetivos y forma de alcanzarlos, dado que no son puntuales ni 
estáticos sino por el contrario flexibles y según la particularidad de la persona y la 
realidad social. 
 
c) Una metodología: “interdisciplinaria”, que no se atiende exclusivamente al déficit sino 
fundamentalmente a la potencialidades funcionales y subjetivas de la persona y a la 
realidad social en tanto se objetivo es la integración. 
 
 Desde lo fenoménico “interdisciplinario” y “multidisciplinario” suelen ser usados 
indistintamente para designar la presencia de profesionales de distintas especialidades. 
En otro lugar (¨Un Enfoque Crítico de las Concepciones Iatrogénicas...¨) hemos 
desarrollado y diferenciado dichos conceptos y sus efectos, agregando que: 
 
 
 Lo multidisciplinario: remite a una multitud de disciplinas, encerradas en sí 
mismas; dándose una yuxtaposición de discursos, desarrollándose en forma aislada una 
de otra, con tratamientos múltiples y simultáneos. Pueden o no relacionase con otras 
disciplinas. Entendiendo que la partícula con no implica el entrecruzamiento de las 
mismas. 
 
 En cambio: 
 
 Los interdisciplinario: remite al concepto de estructura, a una determinada 
relación entre las disciplinas donde cada una al ser un término de la estructura presentan 
entre sí una interdependencia. 
 Por lo tanto, la especificidad de cada una se constituye y está en relación a la 
otras. 
 Entendemos que la partícula en expresa la relación entre parte 
interdependientes, donde un discurso es en relación a otros; dándose una red de 
significaciones integradas a partir del aporte diferenciado de cada disciplina que adquiere 
su sentido en el mencionado entrecruzamiento. 
 
 En este caso se constituye un espacio discursivo común; un marco común en 
relación a la concepción de sujeto que hace a: 
 
 Lo transdisciplinario: que lo entendemos como una posición, en tanto se trata de 
un atravesamiento común de las distintas disciplinas, no por una teoría hegemónica, sino 
por una concepción ética que resitúa en un posicionamiento común las diferentes 
prácticas y por lo tanto las intervenciones. 
 
 La rehabilitación, en tanto proceso dinámico, continúo, inter y transdisciplinario, 
presenta diferentes aspectos integrados e interdependientes, el de: a) salud, b) educativo, 
c) profesional (laboral) y d) social. 
 
 En tanto el objetivo es la integración se trabaja con la persona que presenta 
una discapacidad, con su familia e interrelacionadamente se desarrollan acciones 
comunitarias tendientes a generar una apertura. 
 
 El proceso de “rehabilitación” se lleva a cabo a través de etapas, con 
propósitos específicos y que se desarrollan de manera simultánea o no. 
 Ellas son: 1) estimulación temprana, 2) educación especial, 3) organización del 
tiempo libre, recreación, deportes, actividades artísticas, culturales, etc. y 4) capacitación 
laboral. 
 
 La acción conjunta de las mismas tiende al logro del objetivo del proceso: la 
“integración social”. 
 
 Si entendemos a la misma como la posibilidad de que un sujeto con una 
discapacidad se habilite (aceptando su limitación) para ejercer un rol protagónico, creativo 
e in- dependiente (dentro de sus posibilidades) en su vida y por lo tanto a nivel social; 
poniendo en juego su deseo y su capacidad de iniciativa y elección, ya entonces no lo 
entenderíamos 
en términos de “rehabilitación”, sino de un proceso que conduce a la “habilitación” desde 
el sujeto. 
 
 En la literatura de esta área clínica se remite a este proceso como el de 
“rehabilitación – normalización – integración”. 
 
 Normalización, suele ser confundido y homologado al concepto de 
“normalidad”: concepto estadístico que remite a la “norma”, a aquello que es característico 
de la mayoría de las conductas de un grupo de personas en un determinado tiempo y 
lugar. 
 
 Esta idea es la que subyace a determinadas prácticas que tienden en formar 
autómatas,que funcionen acorde a la norma. 
 
 No se trata de “normatizar”, si no que por el contrario de favorecer, aceptando 
las limitaciones,el desarrollo de las potencialidades “particulares”ofreciendo situaciones y 
condiciones de vida comunes a las demás personas llamadas normales. 
 
 Se trataría de generar espacio para que un sujeto con una discapacidad logre 
desarrollar su vida con una existencia tan próxima a las personas normales como le sea 
posible. 
 
 El proceso de “normalización” implicaría entonces a nivel social planes 
económicos, políticos, de salud y educación que garanticen los derechos y el ejercicio de 
los deberes como el resto de las personas consideradas normales. Con acciones que 
posibiliten experiencias de vida con otras personas de la sociedad y de acuerdo al 
momento evolutivo que atraviesan. 
 
 Haciendo historia el término “normalización”, fue acuñado por primera vez 
en el año 1969 por el sueco Bengt Nirje y el danés Bank Mikkelsen. Fue entendido por los 
mismos como un objetivo de logro y propiciaron en el parlamento de Suecia la 
promulgación de la “Ley de Normalización” aprobada en el año arriba mencionado. 
 Se enmarca en la filosofía de los derechos humanos. La mencionada ley 
reglamenta como idea rectora el derecho de toda persona con una discapacidad a una 
vida cotidiana “normal” y a la posibilidad de realización personal en esferas de salud, 
educación, recreación y trabajo. 
 
 En relación a esta problemática se brega por el “derecho de igualdad”. 
Acordamos con el mismo en tanto se trate de “igualdad de oportunidades”, pero 
pensamos que previamente de lo que se trata es del “derecho a la diferencia”. 
 
 Lo “diferente” a la “norma” suele aparecer socialmente como estigma, como 
etiqueta, que produce una marca negativa y que conlleva a la marginación; deviniendo 
entonces en “desigualdad”. 
 
 Si se pone el acento en la “igualdad” sin detenernos a interrogar al referidoconcepto, pueden producirse efectos donde el proceso denominado “normalización” se 
deslice en aquel otro: la “normatización” y el objetivo de “integración” hacia la 
homogenización y la asimilación. 
 
 Por eso el “derecho a la diferencia” implica acciones políticas e intervenciones 
que garanticen la “igualdad de oportunidades” y de espacios para que la “integración” sea 
posible, no como asimilación y pérdida de la particularidad si no como apropiación de un 
rol y un espacio social asumiendo la diferencia. 
 
 El año 1981, fue declarado por la Asamblea General de la Naciones Unidas 
de 1975, como el Año Internacional de los Impedidos. Durante el mismo se llevaron a 
cabo en todos los países del planeta acciones para mejorar la prestación de la atención a 
las personas con discapacidad y conjuntamente campañas de concientización y 
esclarecimiento comunitario, sobre participación e igualdad de oportunidades de las 
personas con una discapacidad. 
 
 Como aporte, el 26 de junio de 1980, un grupo de expertos en planificación de 
rehabilitación internacional elaboró durante el 14º Congreso Mundial de Rehabilitación de 
Winnipeg la llamada “Carta para los años 80”. Los propósitos de las mismas están 
expresados en cuatro objetivos y que fijaron las prioridades de acción para la década 
80/90. Ellos son: 
 
1) Impulsar en cada nación un programa que prevenga tantos casos de deficiencia como 
sea posible y asegurar que los servicios preventivos necesarios estén al alcance de 
cada familia y cada persona. 
 
2) Asegurar que toda persona discapacitada y toda familia que tenga un miembro 
discapacitado disfrute de todos los servicios de rehabilitación, apoyo y asistencia que 
se necesitan para reducir los efectos minusvalidantes que pueden acarrear la 
discapacidad, y para posibilitar a todos una vida plena y el papel constructivo en la 
sociedad. 
 
3) Dar los pasos necesarios para asegurar la máxima integración posible y la 
participación igualitaria de la persona discapacitada en todos los aspectos de la vida 
de su comunidad. 
 
4) Difundir información sobre las personas que padecen alguna discapacidad y su 
potencial y sobre la discapacidad, su prevención y tratamiento, para asegurar los 
conocimientos y la toma de conciencia pública de estos problemas y de su importancia 
en cada sociedad. 
 
 Dentro de este marco de acciones se promulga en el año 1981 en nuestro país 
la ley 22.431: “Sistema de Protección Integral de los Discapacitados”, con sus capítulos: 
Servicios de asistencia, Prevención, Salud, Trabajo, Educación, Seguridad Social, 
Transporte, Arquitectura. 
 
 Una ley es promulgada en el seno de una sociedad, siendo reflejo y estando al 
servicio del orden establecido. El marco legal respecto a las personas con discapacidad 
se titula “sistema de protección”. Siendo el proteccionismo la manifestación de 
articulaciones defensivas que deja al destinatario en una situación de inferioridad y que 
atentaría respecto 
 a la posibilidad de un despliegue de autonomía que haría al proceso de integración. 
 
 
 En términos cuantitativos, según la Organización Mundial de la Salud, existe un 
10% de la población del planeta que presenta una discapacidad: la mayor proporción (las 
4/5 partes) pertenece a los llamados países en desarrollo, no excediendo el 2% los que 
reciben rehabilitación y el 5% en regiones más favorables. 
 
 No solamente se da una diferencia numérica, sino también de causas, edades y 
tipos de discapacidad entre los países “desarrollados” y los “empobrecidos” y entre las 
regiones rurales, periurbanas y urbanas. En estos últimos países las causas principales 
están dadas por: desnutrición, deficiente atención materno-infantil, enfermedades 
infectocontagiosas, violencia y afectan principalmente a la niñez. 
 
 En los países desarrollados las causas más comunes están dadas por 
accidentes y enfermedades crónicas (reumatismo, alteraciones cardiovasculares, etc.) 
que afectan principalmente a las personas de edad avanzada. 
 
 Sin planes de prevención se dará un incremento de personas que presentan una 
discapacidad. Estimativamente dicho aumento será de 200 millones, si el aumento de la 
población mundial en los próximos 20/30 años es de 2000 millones. 
 
 La prevención no solo implica al sector salud si no por el contrario sería la 
resultante de la acción mancomunada de intervenciones del área social, educacional, 
vocacional y legislativa. 
 
 Según las secuelas de la enfermedad la O.M.S. define tres niveles en orden 
progresivo (que hemos desarrollado en otro lugar) y que en relación a los mismos se 
caracterizan los tres niveles de prevención. Ellos son: 
 
a) Prevención Primaria: Constituida por todas aquellas medidas y acciones tendientes a 
reducir la incidencia de deficiencias. Implicarían: campañas de vacunación, mejoras 
en la atención materno-infantil, del sistema de salud en general y del nivel de nutrición. 
Educación para la salud, prevención en maltrato de niños, campañas relativas al 
alcoholismo y a la drogadicción y legislación para reducir el número de accidentes 
entre otras acciones. 
 
b) Prevención secundaria: El objetivo es prevenir o disminuir el desarrollo de una 
discapacidad, una vez que se ha producido una deficiencia. Incluye el diagnóstico y 
tratamiento temprano y adecuado a las mismas. 
 
c) Prevención terciaria: Cuando se ha producido una discapacidad irreversible se trata 
de acciones que tiende a evitar que se transite hacia la minusvalía. Se trata de la 
atención de los efectos psíquicos en la familia y en los sujetos con una discapacidad e 
intervenciones comunitarias para generar un cambio de actitud a nivel social. 
 Este sería el nivel donde se desarrolla el proceso denominado “rehabilitación “. 
 
 En consecuencia, el trabajo profesional en la clínica de la discapacidad, incluye 
intervenciones en los tres niveles de prevención.

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