Logo Studenta

orientacion_bibliografica_clase_1_1

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

EDUCACIÓN INTEGRAL
ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA
PROF. LIC. LARROCCA FLORENCIA
ETICA Y ETIQUETA – BENASAYAG
· Norma social: importante sus aportes para no caer, como docentes, en reduccionismos y en acciones o resultados que se ajusten a una norma. Difícil en una institución educativa que justamente se rige por normas, pero necesario para trabajar en inclusión. Los estudiantes con discapacidad u otros trastornos, no deben medirse (compararse) con el resto en funciones dicotómicas (bien-mal, sano-enfermo, capaz-incapaz), deben considerarse en su particularidad, sin pretender ajustarlo a ninguna norma. Esto es válido para todos los estudiantes, entendiendo que no todos aprenden de la misma manera, ni atraviesan la escolaridad en las mismas condiciones.
· Etiqueta: refiere al diagnóstico, específicamente al uso incorrecto, tanto en medicina como también en educación. El diagnóstico debe utilizarse como guía, como orientación, ya sea para buscar mejores pronósticos, recuperaciones, o en educación para buscar una mejor adaptación al contexto y del aprendizaje. Cuando se lo utiliza como etiqueta, se pierde la persona, queda tapada. Se pierden las particularidades, las multiplicidades del ser, de cada sujeto. Como la sociedad se rige por la norma, la etiqueta ocupa el lugar de ordenar todo aquello que va por fuera, agrupando todo en una misma etiqueta, se puede normalizar algo de la multiplicidad, en categorías. Así tendríamos discapacitados, Down, ciegos, sordos. Todo en general. 
Cuando hablamos del SER es importante referirnos como tal: persona CON discapacidad, persona CON ceguera, Pablo TIENE síndrome de Down. De esta forma, evitamos que la persona se asocie directamente con su discapacidad, si ES discapacitado, pareciera que no es nada más. En cambio, si TIENE una discapacidad, también tiene otras características. Aunque parezca un cambio sutil o banal, es muy importante, porque de la manera en que nos expresamos, también lo actuamos, y en el otro el impacto es diferente.
Algunas citas interesantes: “Se diría que, una vez establecidas, las etiquetas y las clasificaciones toman el lugar del mundo: nuestra relación con este se torna una relación con los modelos que representan el mundo mismo. Y detrás de esta taxonomía, toda paradoja o incertidumbre se escapa, es percibida como el aspecto incómodo de lo real” (p.77)
“Por el contrario, todo lo que concierne a su personalidad, incluido aquello que no tiene nada que ver con el diagnóstico o la clasificación, será arbitrariamente identificado como partes, síntomas o signos de tal clasificación. Se verá a un esquizofrénico que pinta y su pintura será una pintura de esquizofrénico, se verá a un discapacitado comprometerse en política y será antes que nada un discapacita.do que hace política. Antes que nada, será la etiqueta la que ubicará, en la percepción social, al ser en el mundo de aquellos que han sido etiquetados”. (p.78) 
“La etiqueta hace creer, gracias a la clasificación y al diagnóstico, que se ha hecho visible algo que en una persona sería del orden de la esencia y que se transforma en esencia visible” (p.80).
“¿Qué sabemos verdaderamente del otro cuando conocemos su etiqueta?” (p.82)
Frente a un diagnóstico, entonces, debemos en primer lugar conocer al estudiante, sus características, su entorno, su historia, su trayectoria escolar, sus habilidades, dificultades y modos de aprender. Todo esto brinda mayor información que el diagnóstico. Dos estudiantes con el mismo diagnóstico, nunca serán iguales.
Interesante leer el Caso del Emperador, al final del capítulo, para comprender la importancia de no querer encajar todo en una supuesta norma, de no clasificar, comparar, etiquetar. Comprender el sentido de las acciones, conductas, pensamientos del otro, respetar y acompañar, abriendo caminos, pensando alternativas. No pretender “curar”, porque eso es del orden de la norma. En discapacidad, no hay cura, hay mejoras, hay avances, hay potencialidades. Esto es ÉTICA. Comprender, respetar y acompañar las subjetividades, aun cuando nos parezcan inadecuadas, cuando nos parezcan alejadas de nuestra forma de ser, de pensar y de sentir.
LAS MARCAS DEL ORDEN SOCIAL – FAINBLUM
· Orden social, norma, ideales sociales, representaciones: refiere a lo que la sociedad considera como “bien”, como “normal”, “como aceptable”. Si bien, en la sociedad actual, hay ciertos ideales que se fueron modificando, incluyendo dentro de la norma, aun en discapacidad, se sigue excluyendo, no tanto desde acciones generales (por ejemplo, inclusión en la escuela, rampas), sino desde el discurso, desde el pensamiento. En tal sentido, la lástima, la compasión, la consideración de “seres especiales”, asociar la discapacidad “a un milagro”, son maneras discursivas que también excluyen, que marcan una diferencia, desde el pensarlo y desde el accionar. Si se ven diferentes a las personas con discapacidad, en cualquier sentido, por lastima o por rechazo, la acción que sigue, es justamente un trato diferente a otro que no tenga discapacidad. Más amor, más alejamiento. Pero diferente al fin. 
En estas acciones, no significa que haya maldad. Son mecanismos inconscientes, y también socialmente aprendidos, que ejercemos automáticamente. 
Es importante, entonces, revisar nuestras formas de entender la discapacidad, para poder ofrecer mejores posibilidades de adaptación, de inclusión, de oportunidades. No se trata de ocultar las diferencias, pero tampoco se trata de comparar. Lo ideal sería mirar a la persona, mirar sus características, sus atributos, sus gestos, su historia…no su discapacidad. 
Algunas citas interesantes:
“Lo diferente al no ser identificado como parte de lo cotidiano, produce un efecto de desorden”… ”(…) al intentar borrar la diferencia que atraviesa al otro, elimina toda subjetividad” (p.88)
“Entonces, ¿se trata de apelar a la tan reclamada sensibilidad social respecto del tema de la discapacidad? ¿Al sentimiento? ¿A la compasión? ¿Al amor sublime?… “se trataría de intervenir intentando modificar las representaciones del imaginario social que circula, y en consecuencia, las respectivas actitudes”. (p.89)
“Se trata de un doble efecto discapacitante: el orgánico y el social. Es un discurso social que atribuye cualidades y al hacerlo llega a producir marcas” (p.91)
Las marcas del orden social dependen de nosotros, del cambio de pensamiento y actitud que cada uno pueda ir generando, y ocasionando en el otro. Las personas con discapacidad, podrán tener dificultades en sus características de orden orgánico, biológico, pero lo psíquico, lo emocional va por otro lado. Esas marcas del orden social, el querer borrar la diferencia por no ser reconocida, el no conocer sus particularidades, el ser nombrados de manera despectiva o por el contrario llena de compasión, marca en lo psíquico y en lo emocional, en el autoestima y en la propia confianza. Reconocer la discapacidad no significa borrar diferencias con el fin de encajarlo dentro de una supuesta normalidad. Reconocer la discapacidad significa incluir la diferencia (y aceptarla) en la totalidad, reconocer cada parte de esa totalidad, cada particularidad, tengan o no discapacidad. 
Importante, no confundir el amor, o la confianza que se le puede brindar a un estudiante desde la enseñanza, con el amor o compasión hacia la discapacidad en sí misma. Se puede confiar, se puede demostrar amor, cariño, por el estudiante con discapacidad…pero no hacia la discapacidad misma, porque esto es del orden de la lástima, de la compasión, es un sentimiento que esconde un pensamiento y accionar excluyentes, que marcan la diferencia.
UN CURRICULUM COMUN Y DIVERSIFICADO – MINISTERIO DE EDUCACIÓN
· PARADIGMA DE LA INCLUSIÓN: conceptos e ideas claves: El alumno con discapacidad NO es portador de un déficit, las dificultades son analizadas en función del contexto. En tal sentido, la escuela debe adaptarse y generar condiciones para que no existan BARRERAS EN EL APRENDIZAJE.
Las barreras son para todos los estudiantes, ya que el paradigma de lainclusión reconoce que hay desigualdades en otros aspectos, como culturales o económicos. 
Se trata de adaptar el contexto institucional y áulico para generar oportunidades de aprendizaje que eliminen las barreras. Entiende a las barreras de aprendizajes como situaciones del contexto, ya que si bien pueden existir dificultades en los estudiantes de índole cognitiva, motriz, de contexto…el contexto áulico puede generar oportunidades a la medida de cada estudiante, sin considerar a esa dificultad como obstáculo o como propia de la persona.
Importante entender que no se trata de una utopía, sino que es un método, un accionar, un posicionamiento, basado en un marco teórico y con herramientas concretas. En este punto, debemos dejar nuestros pensamientos individuales respecto a la discapacidad y revisar nuestras concepciones sobre enseñanza, sobre educación especial. El aprendizaje no es del mismo modo para todos, pero esto en lo cotidiano del aula incluye adaptar contenidos (quitar, flexibilizar), adaptar consignas, evaluaciones. Estas acciones deber ser comprendidas desde la inclusión, la acción es diferente, pero no lo es la calidad de lo que se enseña. El camino será diferente para cada alumno, pero la enseñanza es la misma. Importante en el rol docente, en la confianza y en la forma de pensar y actuar.
Otro punto interesante del texto, es acerca de los niveles en la inclusión. Los docentes pueden ocuparse del áulico, pero hay otros niveles como el social, el institucional, la familia, que no depende de nosotros pero sí hacen depender nuestro rol, nuestro accionar en la inclusión. Si bien, la primera acción en este paradigma es conocer y conocerse en el rol, en pensamientos, ética, etiqueta…hay acciones que se verán interferidas, obstaculizadas por esos otros niveles.

Continuar navegando