Logo Studenta

clase_3

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Esc. Sec. y Sup. Nº 1 “Cesareo B. de Quirós”
EDUCACIÓN INTEGRAL – Prof. Lic. Larrocca Florencia
	5
CLASE 3: Inclusión desde las Trayectorias Escolares
Las trayectorias escolares deben ser analizadas desde el paradigma de la inclusión, entendiendo que no se trata de focalizar en los problemas o dificultades de cada estudiante (en lo personal, familiar, cultural), sino que se trata de analizarlo en situación, generando desde la institución la manera de acompañar y sostener una trayectoria. No se trata del estudiante, ni de la institución…se trata de ambos, en conjunto, sin que cada una de las partes pierda su particularidad.
Al decir de Terigi[footnoteRef:1], las trayectorias se refieren, a la trayectoria teórica y al trayectoria real (o trayectoria de vida y trayectoria escolar). La trayectoria real es la que trata de normalizar a todos los estudiantes en cuanto a la promoción, contenidos mínimos, aprobación y pasaje de grado. Permanece una mirada homogénea, que podría percibir las dificultades como un problema, como algo que el estudiante mismo debe resolver. [1: Terigi, Flavia (2007). Los desafíos que plantean las trayectorias escolares. III Foro Latinoamericano de Educación: Jóvenes y docentes. La escuela secundaria en el mundo de hoy. Fundación Santillana. ] 
En cuanto a la trayectoria real, es aquella que pone en manifiesto la situación singular, real, por la cual cada estudiante transita su escolaridad. Muchas veces, ésta no condice con la trayectoria escolar (teórica), y los resultados son vistos desde el fracaso, repitencia o abandono, todo por parte individual de cada estudiante. La trayectoria real busca brindar oportunidades, flexibilizar la teórica, busca acompañar y sostener, desde una mirada heterogénea e inclusiva.
Este aspecto es importante conocerlo desde el rol docente, porque en el escenario actual escolar, no sólo la inclusión es a partir de estudiantes con discapacidades. Hoy hay un gran número de estudiantes, que atraviesan otras situaciones que ponen en riesgo su continuidad en la escuela, y más aun, su proceso de aprendizaje. Algunas de estas situaciones son por ejemplo, en secundaria: embarazo adolescente, bullying, ideas o intentos de suicidio, violencia familiar o en el noviazgo, consumo de alcohol y drogas. Sin olvidar, aquellas condiciones socio-culturales, que requieren de un acompañamiento para que la escolaridad sea sostenida (bajos recursos, condiciones de vulnerabilidad).
Los estudios acerca de la trayectoria escolar, se centran en la etapa adolescente, en la escuela media específicamente, ya que se encuentra un mayor sostenimiento en la primaria, en la infancia. En este nivel primario, la familia suele estar más presente, en relación a los cuidados del niño, y en cuanto a las instituciones y reglamentaciones, se encuentran provistas de modo de poder trabajar en la inclusión. Además, las problemáticas mencionadas con anterioridad, refieren al momento de mayor inestabilidad psico-emocional, como lo es la adolescencia, donde la personalidad en construcción pone en jaque los ideales familiares, dejando al adolescente en la búsqueda de nuevos ideales: allí la sociedad y sus ofertas, entran en juego. En los estudios, también se revela que en la adolescencia hay una tendencia por parte de las familias, a desentenderse en cuestiones ligadas al aprendizaje y salud, como si ya lo consideran independientes, o con una mayor responsabilidad en otras instituciones (por ejemplo la escuela)
Estas circunstancias, ponen en riesgo la trayectoria, ya que hay un alto índice de repitencia y de abandono en la secundaria. Los aspectos personales se ponen también de manifiesto en relación a las cuestiones institucionales relacionadas con el formato escolar, aun bastante tradicional. Es probable, que los adolescentes y jóvenes, no encuentren motivadora la escuela, al decir de muchos, ni siquiera la ven de utilidad o beneficio para su propio futuro. Encuentran otras ofertas sociales que los atrapan, que le proveen soluciones “mágicas” momentáneas a sus problemas. Su interés está puesto en otro lado, afuera de la escuela.
Este es el desafío, se trata de achicar estas brechas, desde ambas partes. Desde la institución, desde el rol docente, es posible sostener la trayectoria a partir de abrir caminos, de mostrar otras formas de vivir, de sentir, de ver el futuro. Cuestiones que se alejan de lo curricular, pero que no deben quedar descontextualizadas. Desde el rol docente es posible transmitir no solo contenidos, potenciando, fortaleciendo, las subjetividades aun en construcción.
Este aspecto es relevante, ya que se tienden a solucionar los supuestos problemas de los estudiantes con otros profesionales, como por ejemplo psicólogo o psicopedagogo. En las situaciones descriptas, no se trata de diagnostico, de patologías…sino que se trata de subjetividades en riesgo, no solo en los escolar sino en lo personal, en lo psíquico y emocional. Se trata entonces, de adaptar el contexto, de adaptar nuestra situación áulica, nuestros modos de enseñanza, de evaluar, de entender la trayectoria (¿teórica o real?).
¿Qué trayectorias deben acompañarse?
En un sentido amplio, diríamos que todas las trayectorias, al igual que con todos los estudiantes debemos tener una mirada inclusiva. Pero en lo concreto de las situaciones, podríamos considerar atender a aquellas trayectorias que ponen en riesgo, en principio, la continuidad escolar, ya sea por la fragilidad de su aprendizaje o por abandono. 
Es verdad que todos, o la mayoría, de los estudiantes tienen problemas. Pero no todos se encuentran en riesgo. Hay muchos que cuentan con mejores herramientas personales y favorables condiciones, que permiten que esos problemas sean afrontados. En otros casos, los problemas no ponen en riesgo en rendimiento o continuidad escolar. Desde el rol docente, no debemos desmerecer ninguna situación problemática, a veces, el estudiante transita un duelo, que influye momentáneamente en su aprendizaje. Esta situación también debe ser flexibilizada, acompañada, sostenida.
El trabajo debe ser en equipo: institución, docentes, familia, estudiante. Todos los actores deben pensar alternativas, sin descuidar los aspectos particulares. Es decir, no se trata que la institución pierda de vista su proyecto, su acuerdo de convivencia, tampoco que cada docente pierda su particularidad en la enseñanza. Se trata de encontrar un punto medio, donde la acción sea concreta con resultados positivos, tanto para lo escolar como para los aspectos personales.
Incluir la diversidad desde sus múltiples perspectivas: discapacidad, de género, socio-cultural, personal. Múltiples serán también los modos de abordar la situación. El posicionamiento, la ética, la actitud, son claves, constituyen el primer paso para la inclusión, para luego poder pensar en estrategias.
¿Cómo se manifiestan los estudiantes?
Por último, es pertinente, considerar algunas manifestaciones condutales que dan cuenta de algún tipo de problemática. En algunos casos, la situación problemática podrá ser relatada por el mismo estudiante, familia, o compañero, pero en otros, será deducida en primer lugar por su conducta.
A nivel general, podemos observar cambios en su comportamiento, ya sea en actitudes o en relación al rendimiento académico. Otros podrán angustiarse, permanecer callados, con los auriculares puestos, usando celular constantemente, mostrarse distraídos. Es posible también, que se manifiesten con reacciones agresivas, de enojo, insultos.
Estas conductas no son un problema en sí mismo, y no es algo que cada estudiante deba resolver solo, o en compañía de otro profesional. Desde el aula, desde la institución, podemos hacer mucho para acompañar su proceso, buscando posibles alternativas. 
Estas situaciones a veces son momentáneas en el aula, un día aparece algo de esto disruptivo para la cotidianeidad y hay que darle lugar, al menos a ser escuchada. En otras ocasiones, estas situaciones ponen verdaderamente en riesgo, por eso deben atenderse a la brevedad.
Estas cuestionesno son ajenas al rol docente, no son actividades extras, o agregadas en la actualidad dada la realidad escolar. Acompañar un trayectoria, con todo lo que ellos implica, es el rol docente, además de todo lo otro referido al curricular, porque en este accionar la enseñanza y el aprendizaje también se ponen en juego, de manera real, no teórica.
Bibliografía Obligatoria
Terigi, Flavia (2007). Los desafíos que plantean las trayectorias escolares. III Foro Latinoamericano de Educación: Jóvenes y docentes. La escuela secundaria en el mundo de hoy. Fundación Santillana. 
Bibliografía Ampliatoria
Greco y Toscano. Trayectorias educativas en escuela media: desafíos contemporáneos de la obligatoriedad.
Resolución 1550/13 CGE Paraná, 10 de mayo de 2013

Continuar navegando