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1 UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES UNIVERSITARIOS (CESU) CONSORCIO SURANDINO (CEIDIS) CENTRO DE COMUNICACIÓN Y DESARROLLO ANDINO (CENDA) “CARAJO DE MIERDA NIWAN Á” ESTRATEGIAS DE DOMINACIÓN Y RESISTENCIA ENTRE TERRATENIENTES, ARRENDEROS Y COLONOS EN LA EXHACIENDA DE COCAPATA, AYOPAYA, COCHABAMBA 1947 -1967 Gustavo Adolfo Vargas Montero Tesis presentada a la Universidad Mayor de San Simón, en cumplimiento parcial de los requisitos para la obtención del título de Magíster en Territorio e Interculturalidad Asesor de tesis: Dr. Fernando Garcés V. Cochabamba, Bolivia 2011 2 La presente tesis, ESTRATEGIAS DE DOMINACIÓN Y RESISTENCIA ENTRE TERRATENIENTES, ARRENDEROS Y COLONOS EN LA EXHACIENDA DE COCAPATA, AYOPAYA, COCHABAMBA (1947 -1967), fue aprobada el ................................................ ASESOR TRIBUNAL TRIBUNAL TRIBUNAL DIRECTOR CESU DECANO 3 DEDICATORIA En el corazón, flotando de alegría nos pusimos a bailar y la música nos envolvió y llenó de gozo. También, nos acompañaron un montón de energías positivas que provenían de seres queridos de nuestro entorno. Algunos momentos ellos me esperaron con paciencia, pero siempre estuve allí… en sus corazones, compartiendo y viviendo sus percepciones y experiencias. Para ellos, mis compañeros de vida: Mica, Cami y Moni, con mucho amor, sin los cuales yo no tendría razón de existencia. ii Agradecimientos Quiero brindar mi agradecimiento infinito a los ancianos de Cocapata, que compartieron con nosotros la experiencia y sabiduría de sus vidas. Agradecer profundamente al Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA), y al plantel técnico que en la misma trabajan. Doy un agradecimiento especial a Pablo Regalsky, quien sin saberlo, con sus constantes críticas me ayudó a conocer cada día un poco más el mundo Andino. Expreso mi agradecimiento al CESU y al Consorcio Sur Andino, por la oportunidad de formarme un poco más. Agradezco a Sarela Paz, por apoyar en el inicio de la presente tesis. Y agradezco de manera fraternal a Fernando Garcés, mi tutor, quien de manera desprendida me colaboró, creyendo en mí. Agradezco a mis padres y mis hermanos, quienes me dieron constante apoyo. De la misma manera agradezco a quienes con sus comentarios y observaciones colaboraron a mejorar de algún modo los análisis, aunque como en cualquier trabajo son susceptibles de perfectibilidad. iii RESUMEN RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA SOBRE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO EN EL TIEMPO DE LA HACIENDA Cochabamba desde finales de la colonia hasta 1900 aproximadamente tuvo una economía agropecuaria muy ligada a la demanda de los mercados de las minas en Potosí y Oruro. A principios del siglo XX Cochabamba pasó por una crisis económica producto de la caída de los mercados mineros, así como por las medidas de gobiernos liberales tendientes al colapso de las élites terratenientes, por ejemplo los impuestos agrícolas y otras medidas; la abolición del pongueaje y mitanaje, que beneficiaban directamente a los indígenas, culminando con la Reforma Agraria. La hacienda de Cocapata en este contexto pasó por varios momentos productivos, hasta culminar en la producción agrícola y pecuaria. El sistema productivo de la hacienda quizás tuvo sus resabios productivos de la comunidad indígena. Existía un subsistema agrícola destinado a la producción esencialmente de papa para la comercialización en l mercado de Quillacollo. Existía un subsistema pecuario de crianza de vacas, ovejas, chanchos y gallinas. El sistema productivo agrícola se basaba en el manejo de aynoqas. Los actores sociales del tiempo de la hacienda se dividían en los funcionarios del Estado: Corregidor y Estado Alcalde; que se ocupaban principalmente de resolver conflictos, y el Estado alcalde problemas relacionados a la producción en la hacienda. Los funcionarios de la hacienda presentaban jerarquías que iban desde el arrendero, el hacienda alcalde (jilaqata), delantero y los colonos. Existía una especie de pacto propiciado entre patrón y colonos. El patrón les dotaba de pedazos de tierra (pegujales) y ellos trabajaban para el patrón (como “al partido”). Toda la familia del colono trabajaba para el patrón en una serie de trabajos: trabajo para hombres, trabajo para mujeres (sin marido) y trabajo para niños y adolescentes. Los ancianos de Rinconada recuerdan en general que había mucho trabajo en la hacienda. Los ancianos recuerdan también que el trabajo en la hacienda tenían que realizarlo con sus herramientas, con sus animales y de vez en cuando con sus insumos, como guano. Frente a los trabajos que realizaban para los patrones, los colonos tenían estrategias para ahorrar tiempo para ellos, una de esas estrategias la llamaban “adelantar trabajo”. Por últimos los ancianos perciben que el trabajo realizado en la hacienda traía muchas consecuencias para ellos, desde la muerte hasta la enfermedad. RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA DE LAS RELACIONES ENTRE TERRATENIENTES, ARRENDEROS Y PERSONAL ADMINISTRATIVO DE LA HACIENDA CON LOS COLONOS iv El trato que dio el plantel administrativo de la hacienda (arrendero, administrador y Jilaqata) a los colonos fue de mucho maltrato físico, verbal y psicológico. Este trato violaba los derechos humanos más básicos. Los patrones creían que ellos eran “pongos” y por tanto tenían que trabajar y soportar todo ese maltrato. Si bien no hubo una resistencia organizada en contra del patrón, los colonos tenían formas de resistir o “aguantar” ese maltrato. Esta resistencia era a los abusos cotidianos del plantel administrativo y a sus intercambios desiguales, donde los colonos salían perdiendo. Todo este ambiente se constituía en un ambiente, que nosotros denominamos de “tensa calma”. Cuando los administradores pretendían transgredir lo acostumbrado en el trabajo de la hacienda, sobrevenía el conflicto, donde los colonos reaccionaban violentamente, rompiendo este clima de “tensa calma”. Por otro lado, en la memoria de los colonos está presente también que a raíz de la Reforma Agraria, colonos de Cocapata maltrataron y dispararon al patrón, expulsándolo de la hacienda. También hay que tener presente que los ancianos de Rinconada atribuyen este hecho a los colonos de Cocapata. Que en Rinconada consideran que los dueños de la hacienda eran “buenos”, los que eran malos eran los arrenderos. Que ellos estaban trabajando “a buenas” con los dueños de la hacienda, después de la Reforma Agraria, y fueron los de Cocapata los que expulsaron al patrón. Los ancianos de Rinconada expresan que su patrón (dueño de la hacienda) era bueno, porque no los trataba como el arrendero; les pedía que hagan las cosas, no les mandaba. Por otro lado, no está presente en la memoria de los ancianos todas las artimañas legales que hizo la familia de la patrona para quedarse con la tierra, que al final les vendió. Está en la memoria de los ancianos que arreglaron el problema de la propiedad de la tierra “a buenas”. Por último, los ancianos consideran que la época de la hacienda ha marcado profundamente sus vidas, porque ellos crecieron y se hicieron hombres y mujeres sirviendo al patrón, con todas las secuelas que ello implica en sus vidas. CONFLICTO LEGAL POR LA TIERRA Los dueños de la hacienda vuelven a la misma al conocer sobre la Ley de Reforma Agraria del ’53 y porque los arrenderos devuelven la hacienda. Llevan herramientas, instalan una tienda de abarrotes y lanzan discursos que expresan preocupación sobre la situación de los colonos, llamándolos “hijos”. En los discursos profesan que las leyes ahora están del lado de los excolonos y que ellos, respetarían lo que las leyes dictaminen. Así trabajan con los colonos “al partido” por tresaños. Luego Jorge Morató es agredido por colonos cocapateños y expulsado violentamente de la hacienda. Pasan los años y los dirigentes de la recientemente creada Cooperativa presentan una demanda de dotación de la tierra en favor de los excolonos al Servicio Nacional de Reforma Agraria, como dictaminaba la propia Ley. Los expatrones al conocer el dictamen del Servicio Nacional de Reforma Agraria, y al ser conocedores de pleitos legales (Morató era abogado), buscan estrategias para no perder la propiedad. Luego de intentar varias estrategias por los dos bandos. Morató consigue, a través de un régimen de excepción (artículo 35 de la v Ley de Reforma Agraria), y en base a la presentación de pruebas falsificadas, hacer que la hacienda de cocapata, se declare como “mediana propiedad” en lugar de “latifundio”. Consigue arrebatar a los excolonos una gran Proción de tierra y venderles la restante. Los excolonos compran la tierra reuniendo el dinero a duras penas, y siendo sujetos de estafas, durante varios años. Los ancianos consideran que para tener la propiedad de la tierra, ellos tuvieron, primero, que servir al patrón en la hacienda (la tierra es para quien la trabaja, de acuerdo a la Ley de Reforma Agraria); pero la Ley no les garantizaba la propiedad de la tierra, y el hecho de haber comprado la tierra al patrón, es garantía de tener la propiedad de la misma. Este juicio si bien es llevado adelante por los dirigentes y autoridades campesinas de la época, no se encuentra presente en la memoria de los ancianos de Rinconada. Quienes declaran que el patrón siempre fue bueno y que arregló el problema de la propiedad de la tierra, “a buenas”. HIPÓTESIS De la reconstrucción de la memoria en estos ámbitos surgieron hipótesis que fueron ordenadas de la siguiente forma: PRIMER PERIODO 1947 A 1953 Relativas a la división del territorio en la hacienda de cocapata: Relativas al tributo como atentado a la relación de reciprocidad entre el territorio de la comunidad y de la hacienda en cocapata Relativas a las estrategias de dominación de los arrenderos hacia los colonos Estrategias de resistencia de los colonos Relativas a los actos de insubordinación que mantienen el statu quo del sistema político de dominación SEGUNDO PERIODO 1953 A 1956 (PRODUCCIÓN CON EL TERRATENIENTE) Relativas a las estrategias de dominación Relativas a las estrategias de resistencia Relativas al primer desafío público PERIODO DE 1956 A 1963 Relativas a las estrategias de lucha de la familia de los terratenientes para conservar la tierra Relativas a las estrategias de lucha de los excolonos para acceder a la propiedad de la tierra PALABRAS CLAVES: Estrategias de dominación, estrategias de resistencia, relaciones de poder, discurso público, discurso oculto, primer desafío público, economía moral. vi ÍNDICE CAPÍTULO I. LA INVESTIGACIÓN ...................................................................................... 8 1. ANTECEDENTES Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ......................................... 8 2. OBJETIVOS .................................................................................................................. 9 3. JUSTIFICACIÓN ........................................................................................................... 9 Capítulo II. MARCO TEÓRICO ........................................................................................... 11 I. ECONOMÍA MORAL ................................................................................................ 11 II. SCOTT Y EL SISTEMA POLÍTICO DE DOMINACIÓN ........................................... 17 III. FOUCAULT Y LAS RELACIONES DE PODER ................................................... 31 CAPÍTULO III. METODOLOGÍA ......................................................................................... 38 3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN .................................................................................. 38 3.2. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS .......................................................................... 38 3.3. MUESTRA ............................................................................................................ 40 3.4. PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN ................................... 40 CAPÍTULO IV. HALLAZGOS .............................................................................................. 44 4.1. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA Y PRODUCTIVA DE LA REGIÓN DE COCAPATA Y DEL DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA ......................................... 44 4.2. NIVELES DE ANÁLISIS ........................................................................................... 77 I. PRIMER NIVEL DE ANÁLISIS-CODIFICACIÓN ABIERTA. ................................ 77 RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA SOBRE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO EN EL TIEMPO DE LA HACIENDA ............................................................................ 77 II. PRIMER NIVEL DE ANÁLISIS-CODIFICACIÓN ABIERTA. .............................. 100 RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA DE LAS RELACIONES ENTRE TERRATENIENTES, ARRENDEROS Y PERSONAL ADMINISTRATIVO DE LA HACIENDA CON LOS COLONOS ............................................................................ 100 III. PRIMER NIVEL DE ANÁLISIS-CODIFICACIÓN ABIERTA. .......................... 124 CONFLICTOS POR LA TIERRA ENTRE EXCOLONOS Y PATRONES LUEGO DE LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE REFORMA AGRARIA DEL ‘53 .................... 124 IV. SEGUNDO NIVEL DE ANÁLISIS. CODIFICACIÓN AXIAL Y FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS EXPLICATIVAS ............................................................................... 132 V. TERCER NIVEL DE ANÁLISIS. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS EXPLICATIVAS ......................................................................................................... 138 7 Introducción El presente estudio fue realizado en el marco de un convenio, que se realizó el 2003 entre la Honorable Alcaldía de Morochata y la Universidad Mayor de San Simón. Este convenio se realizó a través de la alianza del Consorcio Sur Andino (CEIDIS), CESU y CENDA, para realizar un diagnóstico para diseñar una estrategia de manejo territorial en dicha región. La tesis fue realizada conjuntamente con Mónica Navarro Vásquez, maestrante por ese entonces, de la Maestría de Educación Intercultural del PROEIB Andes, de la Universidad Mayor de San Simón. La presente investigación tiene como principal objetivo el de a través de la historia oral de los ancianos de la exhacienda de Cocapata analizar las relaciones de poder, en especial aquellas estrategias de dominio empleadas por los terratenientes, arrenderos y personal administrativo; así como las principales estrategias de resistencia de los colonos o pongos de esta exhacienda. Para llevar a cabo dichos objetivos se realizó la reconstrucción de la memoria histórica de los ancianos de exhacienda de Cocapata, Ayopaya, tal cual iban saliendo en los relatos. Los ancianos reconstruyeron la memoria histórica principalmente de las características del trabajo en la exhacienda. Posteriormente reconstruyeron las características de las relaciones entre terratenientes, arrenderos y personal administrativo con los pongos o colonos de la exhacienda. De la reconstrucción de la memoria en estos dos temas grandes se formularon hipótesis explicativas de las estrategias de dominación y resistencia, recurriendo a elementos teóricos y a estudios previos. La investigación se encuentra estructurada de la siguiente forma: una primera parte que detalla las características de la investigación, el marco teórico y la metodología empleada. Una segunda parte donde se detallan las características de la exhacienda de Cocapata, la reconstrucción de la memoria de los ancianos respecto a la descripción de las características del trabajo realizado en la exhacienda; así como la descripción delas relaciones entabladas entre patrones y colonos. Posteriormente pasamos a describir el pleito legal que sostuvieron colonos y patrones luego de la Reforma Agraria. Posteriormente se encuentra la última parte donde procedemos a formularnos hipótesis sobre las estrategias de dominación y de resistencia, en base al descubrimiento de temas axiomáticos. 8 PRIMERA PARTE CAPÍTULO I. LA INVESTIGACIÓN 1. ANTECEDENTES Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Entre los estudios realizados sobre el campesinado en el periodo de los ’30 al ’53, podemos citar el de Dandler1 cuyo enfoque está basado en los “representantes culturales”. Dandler manifiesta que la sociedad campesina se relaciona con la sociedad nacional por medio de intermediarios, que antes al ’52 eran los vecinos de pueblo (curas, hacendados, etc.) y que luego del ’52 los intermediarios pasaron a ser los dirigentes. El liderazgo campesino decayó por las peleas internas que tenían por el poder local. Por otro lado, el MNR y los militares utilizaron en provecho propio al sindicalismo. Albó2 concuerda con Dandler al establecer que ante el cambio en la estructura del poder local surgen dirigentes sindicales “amestizados”, diferentes del campesino común, quienes aliados con las facciones del régimen revolucionario se aprovecharon de las nuevas condiciones políticas para imponer su poder. Esta visión de la política campesina vista desde el sindicato es reinterpretada por el movimiento indianista aymara. Rivera Cusicanqui (1984) establece que el proyecto de homogeneidad étnica (mestizaje) del Estado Revolucionario recurrió a la manipulación clientelista de los sindicatos y del poder de las milicias campesinas. El enfoque de las investigaciones mencionadas anteriormente considera al movimiento campesino como dirigido o manipulado por agentes externos, descartando del análisis las potencialidades y lógicas internas que lo llevan a plantearse una serie de estrategias frente al poder central. El trabajo de Gordillo (2000) concibe que desde el ’32 al ’52 surgiera un proceso de etnogénesis en el cual se transformaron las subjetividades campesinas y se creó una cultura política nueva en el país. En este contexto debemos considerar, como manifiesta Scott (2004), que la hacienda como institución representó una lógica mercantilista, frente a la lógica de economía moral, que sustentaban las comunidades. Un claro ejemplo de estudio de la economía moral de los ayllus frente al Estado, fue el realizados por Tristan Platt (1982), que establece que los ayllus de Potosí, sostuvieron un pacto de reciprocidad con el Estado Republicano, mediante los tributos que pagaban, a cambio de autonomía en la jurisdicción de su territorio. Por tanto, este cambio paulatino de estructuras económicas a lo largo de los siglos XVII, hasta el siglo XX, configuraron dinámicas de poder al interior de las haciendas, entre patrones y colonos. El determinar la lógica de estas relaciones, es esencial para caracterizar las estrategias de dominación y resistencia que se crearon al interior de la institución hacienda en Cochabamba. Y especial en la región de Ayopaya, que a decir de Danler y Torrico (1990), el régimen de la hacienda fue muy absorbente para los colonos, incluso no dejándolos ir a la Guerra del Chaco. 1 DANDLER, Jorge 1967 “Local group, Community and Nation: A study of changing structure in Ucureña, Bolivia (1935-1952)” (Master of arts thesis, University of Wisconsin) Citado por Gordillo, 2000. 2 ALBÓ, Xavier 1979 Achacachi: Medio siglo de luchas campesinas. La Paz: CIPCA. Citado por Gordillo, 2000. 9 Frente a esta problemática nos realizamos las siguientes preguntas: ¿Desde la memoria de los ancianos excolonos, cuáles fueron las características de las relaciones entabladas entre terratenientes, arrenderos, personal administrativo y colonos de la Hacienda de Cocapata, Ayopaya, Cochabamba, en el periodo de 1947 a 1967? ¿Desde la memoria de los ancianos excolonos, cuáles eran las estrategias de dominación que ejercían tanto los terratenientes, arrenderos y el personal administrativo frente a los colonos? ¿Desde la memoria de los ancianos excolonos, cuáles eran las estrategias de resistencia para contrarrestar el sometimiento por parte de los patrones? ¿Cuál era la lógica que sustentaba la relación entre terratenientes, arrenderos, personal administrativo y colonos? 2. OBJETIVOS Objetivo general Describir y analizar la memoria de los ancianos sobre las relaciones de poder entre terratenientes, arrenderos, personal de la hacienda y pongos en la exhacienda de Cocapata, Ayopaya, Cochabamba, en el periodo de 1940 a 1960. Objetivos específicos: Describir y analizar las estrategias de dominación de los patrones. Describir y analizar las estrategias de resistencia de los pongos. Describir los conflictos legales por la tierra entre excolonos y terratenientes. Levantar hipótesis que orienten la reflexión sobre las estrategias de dominio y de resistencia entre terratenientes, arrenderos, personal administativo y pongos en la exhacienda de Cocapata. 3. JUSTIFICACIÓN La presente investigación se justifica a nivel académico en tanto busca ver en el movimiento campesino las potencialidades y lógicas internas que lo llevan a plantearse una serie de estrategias frente al poder central, y no concebir a este movimiento como dirigido o manipulado por agentes externos (Gordillo, 2000). Además es importante considerar cómo se dieron las relaciones de poder al interior de la exhacienda de Cocapata, en un contexto en que la hacienda como institución representó una lógica mercantilista, frente a la lógica de economía moral, que sustentaban las comunidades (Platt, 1982; Larson, 1988; Scott, 2004). 10 El presente estudio fue factible porque contó con el apoyo de un convenio que se realizó el 2003 entre la Honorable Alcaldía de Morochata y la Universidad Mayor de San Simón, a través de la alianza del Consorcio Sur Andino (CEIDIS), CESU y CENDA, en el marco de un diagnóstico para diseñar una estrategia de manejo territorial en la región. 11 Capítulo II. MARCO TEÓRICO En el presente capítulo desarrollaremos la corriente de la “Economía Moral” y su aplicación al estudio histórico de los Andes, para entender las relaciones entre economías mercantilistas y economías tradicionales. Posteriormente caracterizaremos al sistema político de dominación: estrategias de dominación y estrategias de resistencia desde James Scott. I. ECONOMÍA MORAL 1.1. ESTUDIO DE LA INFLUENCIA Y CAMBIO DE LAS ECONOMÍAS MERCANTILISTAS EN LAS ECONOMÍAS TRADICIONALES Según Brook Larson, el primero que estudio cómo la economía mercantilista realizaba cambios en la economía tradicional, fue karl polanyi, en su obra “el gran cambio”. Polanyi, en sus investigaciones constata cómo el mercado desintegra la economía tradicional y las relaciones sociales. La significación más profunda del mercado era el impacto "devastador" y "desintegrador del choque cultural", que condujo a un virtual etnocidio. Polanyi trató de refutar las preconcepciones del liberalismo económico; es decir, que la motivación hacia la ganancia es "natural" en el hombre y que la economía de mercado destruiría inexorablemente las economías "primitivas naturales". El alcance y la fuerza del argumento de Polanyi definió muchos de los problemas que nutrieron el conocimiento académico y los trabajos posteriores sobre las sociedades campesinas y la transición histórica al capitalismo(…) De una parte, introdujo la cultura en el discurso sobre la transición capitalista y la explotación económica. Polanyi estaba preocupado por las consecuencias de la mercantilización de las culturas tradicionales. Estableció comparaciones entre el impacto cultural devastador de la industrialización temprana en los obreros de Inglaterra, a comienzos delsiglo XIX y la amenaza de desculturización que enfrentaban ciertas tribus nativas de África en la época en que él escribió (a comienzos de la década de 1940). Pero su preocupación principal se basaba en las heridas mortales infligidas a los sistemas de vida y a la integridad de las sociedades nativas de muchas partes del Tercer Mundo. El argumentó que la mercantilización de la tierra y del trabajo conducía a la degeneración cultural de aquellas sociedades cuyos patrones normativos obedecían a una lógica no mercantil. En el plano teórico, el estudio de Polanyi sobre “la gran transformación”(…) hacia la economía de mercado, no redujo a los obreros a la categoría de víctimas pasivas del cambio global, pero de hecho su discusión del impacto del mercado sobre los territorios coloniales de ultramar fue tan lúgubre que olvidó la respuesta histórica de la resistencia y la rebelión nativas (Brooke Larson, 1988) Polanyi consideraba que la significación más profunda del mercado era el impacto "devastador" y "desintegrador del choque cultural", que condujo a un virtual etnocidio. No obstante, él mostró poca preocupación por la capacidad intrínseca de las comunidades tradicionales para defenderse a sí mismas contra el aniquilamiento cultural a través de la resistencia, la rebelión o la adaptación selectiva. Ya sea porque él se concentró en la experiencia histórica de algunas tribus africanas en las últimas décadas del siglo XIX, cuando el equilibrio del poder estaba desbalanceado a favor de las fuerzas imperialistas modernas, o quizás 12 porque él asumió la inherente fragilidad de los sistemas sociales comunitarios no competitivos frente a la expansión del mercado, Polanyi dejó de estudiar el impacto histórico de la acción política campesina en áreas del Tercer Mundo (Brooke Larson, 1988) Otro autor, según Brook Larson (1988), que analiza los cambios de una economía tradicional a una economía mercantilista es Moore. Para este autor, la "cultura" tenía que ser introducida en el análisis histórico como "una variable interventora" acuñada entre las condiciones objetivas y el comportamiento individual o colectivo. El punto de partida metodológico de Moore fue diferente del de Polanyi. Mientras éste montó una crítica del determinismo material en las ciencias sociales, Moore de manera explícita rechazó las preconcepciones de los culturistas, tan influyentes en aquel entonces dentro de ciertas subdisciplmas sociológicas. De otra parte, Moore tampoco era un conductista en el sentido estricto. El creía que la "cultura" (ampliamente definida como las preferencias de la gente, las expectativas y las ideas derivadas del pasado) tenía que ser introducida en el análisis histórico como "una variable interventora" acuñada entre las condiciones objetivas y el comportamiento individual o colectivo. Asimismo, consideraba los valores culturales como los "filtros" a través de los cuales la gente daba sentido, evaluaba y asignaba significados a los eventos o a los cambios estructurales (Brooke Larson, 1988) Moore creía que el compartir los riesgos dentro de la comunidad forma la base desde la cual crecen los hábitos campesinos y los perjuicios morales. La médula del análisis de moore, según Larson (1988), consistió en el estudio de las clases y sentó las bases de lo que luego se desarrollaría como Economía Moral. La médula del análisis de Moore consistió en el estudio de las clases sociales, aun en aquellos casos (como la India) donde el conflicto cultural y el gobierno imperial fediseñaron (sic) y dieron nuevas formas a la configuración de las fuerzas sociales internas de la sociedad. A pesar de esto, el estudio de este autor no puede ser clasificado como un simple ejercicio de análisis de clase. Moore concluyó sus estudios descriptivos de caso con una reflexión generalizante sobre la interacción entre la cultura y las fuerzas materiales, de suerte que, implícitamente, tomó algunos de los argumentos de Polanyi y definió muchas de las cuestiones que más tarde fueron reformuladas como "la economía moral de las sociedades agrarias tradicionales" (Brooke Larson, 1988) 1.2. ECONOMÍA MORAL EN SÍ Economía moral, según Larson (1988), hace referencia a un complejo cultural, con su propia lógica e integridad, la misma que mediaba la respuesta de los campesinos tradicionales y los trabajadores frente a las amenazantes fuerzas del mercado y del Estado. La Economía Moral se basa en la costumbre y la tradición económica, pero estas solo pueden ser modificadas por el capitalismo global. 13 Larson (1988), determina que la economía moral es el estudio de las nociones campesinas de justicia e injusticia que legitiman (o deslegitiman) las relaciones de poder entre las élites y los campesinos. Es decir la economía moral se basa en el ethos (valores, deber ser) y en la religión. Sin embargo, Brook Larson (1988) observa que a medida que las prácticas sociales cambiaron o fueron manipuladas hacia nuevos fines, asimismo cambiaron o se inventaron nuevas tradiciones. Es decir, este ethos, estas tradiciones y costumbres implicadas dentro de la economía tradicional, pueden cambiar de acuerdo a la presión de las economías mercantiliasta. Es decir, las preconcepciones morales en las relaciones de poder cambiaban de acuerdo a las presiones que recibian los campesinos. 1.3. ESCUELAS DE ESTUDIO DE LA ECONOMÍA MORAL La primera línea de investigación sobre la Economía Moral, estuvo liderizada por la revista “Annales”, a finales de los ’70. La primera corriente tuvo su origen en la "nueva historia social" de Europa preindustrial, tendencia basada en el estudio de las "mentalidades" y ejemplificada por la revista Annales. A finales de los años setenta, este movimiento sintió la influencia de Clifford Geertz y sus ideas sobre la cultura(…) El estudio modelo que reexaminó la interrelación entre estructura e ideología en los grupos sociales "tradicionales" fue el famoso artículo "La economía moral de las masas inglesas en el siglo XVIII, de E. P. Thompson, publicado en 1971(…). El estudio de Thompson demostró que las huelgas y "motines de hambre" no eran estallidos caóticos sino que obedecían a una lógica y una disciplina moral destinada a gobernar la resistencia comunitaria. Thompson captó la visión histórica y política de la muchedumbre que actuaba según su propio sentido heredado de derechos y costumbres. La gente pobre incursionaba en los graneros o destruía imágenes, argumentaba Thompson, no tanto porque tuviera hambre, sino porque percibía que sus derechos y costumbres tradicionales eran violados cada vez más, porque el orden paternalista se derrumbaba y la revolución industrial empezaba a alterar el entorno rural inglés (Brooke Larson, 1988) La segunda línea de investigación de la economía moral, se apoya en la teoría de Scott. Concretamente, Scott analizó el impacto devastador de la economía de mercado mundial en las economías tradicionales, y la formación del Estado en el orden agrario tradicional en Asia Sur-Oriental La segunda corriente de investigación sobre la economía moral encontró su origen en la ciencia política. En su libro La economía moral del campesinado (1976), James Scott estudió la economía moral de las sociedades campesinas en Vietnam y Birmania a comienzos del siglo XX(…) Scott, más que Moore o Polanyi, elaboró el concepto de economía moral como un marco de referencia en el cual se puede estudiar la rebelión o la no rebelión campesina. Es una teoría rica y elegante sobre la sociedad campesina, que explora la dialéctica de la economía campesina y de los valores, para explicar los patrones de descontento político (Brooke Larson, 1988) 14 Scott rechazó explícitamente las interpretaciones materialistas de la movilización campesina. En cambio, buscó las raíces causales del descontento en la experiencia y en los valores de los campesinos, los mismos que matizaban las percepcionescampesinas de las relaciones de explotación. Scott examinó cómo la "ética de subsistencia" priorizaba la obligación de todos los miembros de la aldea para proveer un seguro de subsistencia a la colectividad y a cada uno de sus miembros. Los campesinos que violaban aquellas normas en busca de la ganancia individual corrían el riesgo del ostracismo social (…) Según Brook Larson (1988), Scott tiene una pobreza en el papel de lo cultural en la economía moral, porque no hizo trabajo de campo. 1.4. ÉTICA DE LA SUBSISTENCIA Uno de los principales conceptos de la economía moral, es el concepto de “ética de la subsistencia”, que según larson (1988), son las características normales de la vida aldeana (comunitaria). De esta forma, para deducir el orden normativo de los campesinos (presumiblemente en el mundo entero), Moore construyó un modelo de "vida aldeana" que se basó en el trabajo de Polanyi, Chayanov y otros teóricos de la economía campesina. De acuerdo con este modelo ideal, las características normales de la vida aldeana (comunitaria) eran: un sistema de tenencias de tierras tendiente a compartir los recursos escasos entre muchos productores; un sistema de controles y equilibrios que asignaba derechos y obligaciones a todos los miembros de la comunidad, y mecanismos sociales por medio de los cuales ciertos miembros de la élite no campesina correspondían por los servicios obligatorios que les ofrecían ciertos campesinos (Brooke Larson, 1988) Pa ra Larson (1988), la idea de la reciprocidad era el vínculo ideológico que permitía a las élites apropiarse del excedente sin desplegar el poder militar abierto: La piedra angular del orden normativo de la vida de aldea era una vaga idea de igualdad para todos los miembros de la comunidad que realizaban sus obligaciones sociales. La igualdad significaba, esencialmente, el acceso mínimo a la tierra y a otros recursos comunales. También resultó común a todas las culturas que Moore estudió, la idea axiomática de que las élites dominantes estaban obligadas a contribuir a la comunidad. Su contribución podía ser de carácter ceremonial, material, judicial o protectivo. Fuera el aporte simbólico o real, la idea de la reciprocidad era el vínculo ideológico que permitía a las élites apropiarse del excedente sin desplegar el poder militar abierto (Brooke Larson, 1988) Según Larson (1988), Scott plantea el estudio de una “Ética de la Subsistencia”. 15 Más allá de lo que hiciera Moore, Scott clarificó el concepto de economía moral elaborando una teoría de las limitaciones y oportunidades económicas campesinas y de los patrones normativos que gobernaban y legitimaban el comportamiento campesino. La suposición subyacente de Scott era que los patrones económicos campesinos reflejaban una "ética de subsistencia". El argumentó que, en las sociedades campesinas, el orden normativo funcionaba según el "dilema existencial" de los campesinos hacia la búsqueda de una subsistencia estable y segura en un ambiente de alto riesgo. Para mantener un grado mínimo de seguridad social para todos los miembros de la comunidad, los campesinos naturalmente tendían a subordinar sus metas personales a los ideales de la solidaridad comunal, la autosuficiencia en la esfera comunal, y la redistribución. Históricamente, las prioridades comunales nunca impidieron a los campesinos comprometerse en una variedad de estrategias de subsistencia, tanto de reciprocidad como mercantiles (Brooke Larson, 1988) Pero Scott sostenía que esas estrategias se estructuraban alrededor de las necesidades y bienestar comunales, en contra vía al ideal social del racionalismo individualista. Basándose en los trabajos de Polanyi y Moore, Scott examinó cómo la "ética de subsistencia" priorizaba la obligación de todos los miembros de la aldea para proveer un seguro de subsistencia a la colectividad y a cada uno de sus miembros. Los campesinos que violaban aquellas normas en busca de la ganancia individual corrían el riesgo del ostracismo social (Brooke Larson, 1988) 1.5. METODOLOGÍA DE LA ECONOMÍA MORAL EN EL ESTUDIO DE LOS ANDES Brooke larson, (1988) establece que para estudiar la relación entre estado y campesino, terrateniente y arrendatario trae muchos beneficios utilizar el marco de la economía moral. Larson (1988) observa que hay prestar atención a las relaciones intracomunitarias entre la jerarquía étnica y los campesinos, primero, para entender las relaciones con el estado. Como en la mejor tradición de la nueva historia social, este enfoque da integridad a la visión del mundo, las actitudes y los sentimientos de las personas consideradas alguna vez como "masas inarticuladas". Hay que examinar el delicado tejido de las normas sociales y de las reciprocidades que regulaban la vida material y formaban la base ideológica del orden hegemónico. Para captar las percepciones campesinas los historiadores tienen que describir el carácter tanto de los valores como de la estructura de la comunidad entre los campesinos andinos, no solamente en momentos de tensión social, sino en sus actividades económicas diarias en el mercado, en la hacienda, en las ceremonias ocasionales. De esta forma, la dicotomía analítica que Scott establece entre economías de subsistencia y economías orientadas al mercado es tan reduccionista que oscurece la compleja dinámica mediante la cual algunos grupos étnicos pudieron reproducirse por sí mismos a lo largo de extensos períodos. Por tanto, la economía de subsistencia no alcanza para estudiar la economía moral en los Andes. 16 Larson (1988) establece que los historiadores tienen la tarea aún más dura de detectar las suposiciones morales y las expectativas que guiaban y legitimaban el comportamiento económico y político campesino (que está más allá de la ética de la subsistencia). 17 II. SCOTT Y EL SISTEMA POLÍTICO DE DOMINACIÓN Para Henríquez y España (2004), James Scott, al estudiar las relaciones de poder, concluye en dos teorías, sustantivamente: 1. Todo es resistencia. Los hombres al ser libres resisten al poder siempre, en forma cotidiana, abierta u oculta y, por lo tanto, generan una lucha eficaz contra el poder. 2. Pero la resistencia está desprovista de proyectos políticos, no conduce a cambios, ya que también la dominación va a existir siempre, por lo que las revoluciones son ineficaces. Esto tiene que ver con la naturaleza de lo social, que siempre se impone, hay “algo”, que Scott no analiza, que impone este carácter de dominación (Henríquez y España, 2004). Parafraseando a James Scott (2004) en las relaciones de poder entre amos y esclavos o entre dominados y dominadores, se formarían dos clases de discursos: “los discursos públicos”, que son los discursos estructurados por los dominadores, y que tratan de justificar el sistema de dominación. Y los discursos “ocultos”, que se forman en los dominados como resistencia al sistema de dominación. Estos discursos constituirían modalidades de lo que Scott llama “discursos políticos”. La diferencia entre el discurso público y el oculto, junto con las aspiraciones hegemónicas del primero, nos permite distinguir por lo menos cuatro variedades de discurso político entre los grupos subordinados, según su grado de conformidad con el lenguaje oficial y según la naturaleza de su público. La forma de discurso polftico más segura y más pública es la que adopta como punto de partida el halagador autorretrato de las élites. Debido a las concesiones retóricas inherentes al autorretrato, ese discurso ofrece un terreno sorprendentemente amplio para los conflictos políticos que recurren a esas concesiones y que aprovechan el espacio que toda ideología deja a la interpretación (…) Una segunda forma de lenguaje político, completamente diferente al anterior, es el del discurso oculto. En éste, fuera del escenario, donde los subordinados se reúnen lejos de la mirada intimidante del poder,es posible el surgimiento de una cultura política claramente disidente (…). un tercer ámbito en la política de los grupos subordinados, que se encuentra estratégicamente entre los dos primeros. Se trata de una política del disfraz y del anonimato que se ejerce públicamente, pero que está hecha para contener un doble significado o para proteger la identidad de los actores. En esta definición caben perfectamente los rumores, los chismes, los cuentos populares, los chistes, las canciones, los ritos, los códigos y los eufemismos: en fin, buena parte de la cultura popular de los grupos subordinados (…) Por último, el acontecimiento político más explosivo es la ruptura del cordon sanitaire entre el discurso oculto y el público (Scott, 2004:42 y 43) 2.1. MECANISMOS DE DOMINACIÓN a) RELACIÓN CON EL DOMINADOR, MEDIATIZADA POR EL MIEDO INDIVIDUAL 18 Scott (2004) manifiesta que el dominio en el sistema tiene que mantenerse día a día, por ello los dominadores deben infundir “miedo” en cada uno de los subordinados, para que sus relaciones se medien por este sentimiento. b) ATOMIZACIÓN Y VIGILANCIA DE LOS DOMINADOS Otro de los mecanismos de dominación que refiere Scott (2004) es el de la lógica de atomización y vigilancia. El dominador emplea estos mecanismos para que los dominados no puedan reunirse y planificar su liberación. Por ello, los dominadores prohíben las reuniones entre subordinados, porque según los dominados “los subordinados pueden sentirse envalentonados por el hecho mismo de reunirse en masa” (Scott, 2004). Según cott (2004), las ceremonias y reunines son propiciadas por los dominadores. Los subordinados no están unidos entre sí horizontalmente y por lo tanto, si hay que reunirlos, tendrá que hacerlo el señor, el patrón o el amo, quienes constituyen el único lazo de unión de los subordinados. c) DISCURSO PÚBLICO El interés de los dominadores, según Scott (2004) es el de difundir ideologías en los dominados, que reconocen la jerarquización en el sistema de dominio. Una de las vías para la difusión de estas ideologías es en las ceremonias formales que los dominados organizan. Estas ceremonias se dan en espacios públicos donde se consolidan las posiciones de las personas en la sociedad. Los efectos de las relaciones de poder se manifiestan con mayor claridad precisamente en este ámbito público. Las manifiestaciones públicas de dominados y dominadores hace más legal el sistema de dominación. En estas ceremonias públicas los dominados hacen gala de su poder y los subordinados ven las formas de ganarse el pan. Las ceremonias formales que los poderosos organizan para celebrar y dramatizar su dominio, son la mejor representación del discurso público exactamente como ellos quieren que aparezca. El discurso público según Scott (2004), es la reinvención de la realidad por parte de los dominadores para mantener el sistema. La realidad queda convertida en discurso social. La consideración de la verdad como expresión de prácticas sociales concretas dotadoras de sentido de una realidad. Sólo se produce por medio de dichas prácticas y dentro de un consenso. Los discursos sustentan las obras y les dan significado, les dan su estructura. Para que los subordinados no reaccionen frente a este discurso, los patrones tienen que hacer conseciones. SScott (2004), establece que si en el accionar del sistema de dominación, los dominadores rompieron el equilibrio sobreexplotando a los dominados, en el discurso público, los dominadores pueden pedir “disculpas”, para retornar a un statu quo del sistema de dominación. Dentro del discurso público, Scott (2004), manifiesta que se dá el fenómeno de la “unanimidad”. Es decir, la mayoría de los grupos dominantes hace un gran esfuerzo por alimentar una imagen pública de cohesión y de creencias comunes entre dominadores y dominados. 19 Toda la escena, como imagen y como demostración de poder, transmite el sentido de unidad y de disciplina bajo una autoridad única y decidida. De lo que se trata en el discurso público, es que los dominadores quieren mantener la apariencia de un sistema donde dominadores y dominados son unidos. Las ventajas de mantener los desacuerdos lejos de la mirada pública son bastante obvias. En este actuar público, que forma parte del discurso público, que se puede dar en ceremonias formales, o en la vida cotidiana en el sistema de dominación, establece Scott (2004), que los dominadores tienen que actuar para mantener su investidura frente a los dominados. Esto genera en los dominadores una especie de cultura doble, a raíz de la apariencia y el ocultamiento de los dominadores. Hay que mantener las apariencias para hacer creer al subordinado sobre el poder del dominador. Por tanto, el discurso público, es una mascara, dependiendo de los receptores a los cuales va dirigido este discurso. Según Scott (2004), en el discurso público, los dominadores pueden hacer uso de eufemismos para esterilizar las prácticas de sometimiento. O pueden estigmatizar las personas o cosas que cuestionan el sistema, y por tanto su dominio. O las las lógicas de las resistencias de los subordinados, son tomadas por los dominadores como formas innatas de las condiciones de los subordinados y son pretexto para seguir sometiémdolos. Scott (2004), establece que en el discurso público los dominadores expresan que realizan una función social valiosa, de esta manera los dominadores quedan expuestos a la crítica popular, en caso de no cumplir con esa función de manera honesta o adecuada. Sin embargo, al margen de cualquier especificidad en el modo de dominación, podemos estar casi seguros de que una parte importante del discurso público coreografiado por la élite incluirá despliegues visuales y orales de rango, prioridad y privilegio. Estamos pensando en expresiones de dominación tales como las fórmulas de apelación, los modales, los niveles de lenguaje, los códigos de la comida, vestuario y baño, los gustos culturales, quién habla primero y quién da paso a quién. De la misma manera, podemos asegurar que las violaciones del discurso público -deliberadas o no- siempre perturbarán o profanarán la solemnidad ceremonial. En efecto, actos de insubordinación de este tipo constituyen una rebelión en pequeña escala dentro del discurso público (Scott, 2004: 133) Scott (2004) llama “censuridad", que consiste en insistir en que los dominadores cumplan las reglas establecidas por ellos mismos en su discurso público. El poder del discurso público reside en sacrificarse a la honestidad del espíritu público- que a una máquina autoritaria-. Por eso tiene que ocultar sus trapos sucios. De ahí que Scott (2004) determine que existe una especie de conspiracion mutua de dominados y dominadores, para mantener el conflicto fuera del ámbito público. Por otro lado, Scott (2004), establece que excepto para las metas totalmente revolucionarias, el terreno del discurso dominante es la única arena de lucha posible. Aunque en el conflicto más violento se adoptará una forma dialógica en que el lenguaje del diálogo invariablemente recurrirá a los términos de la ideología dominante que prevalece en el discurso público. 20 d) ACTUACIÓN DE LOS DOMINADOS EN EL DISCURSO PÚBLICO Scott (2004), manifiesta que frente a la construcción de ese discurso de dominación, que se torna público, los dominados no tienen otra cosa que actuar para encuadrar en el marco del discurso público. Los dominados tienen que prestar obediencia a las órdenes de los dominados, tienen que portarse siempre lo mejor posible. Al expresarse con los dominados tienen que emplear términos deferentes o que expresen cortesía y respeto. En definitiva dentro del marco público, que hace al discurso de los dominadores, se espera que los dominados actúen una serie de libretos escritos por los discursos de los dominadores. Los motivos y la conducta de los dominados estarán mediatizados por la interpretaciónde las élites dominantes en el discurso público. Tienen que hacer una actuación brillante para agradar de esta forma a sus amos. Los lazos culturales de los dominados, en esta puesta en obra, tienen que desaparecer en la escena oficial del discurso público. Scott (2004), determina que la actuación en el discurso público, tanto de dominadores, como de dominados es un enorme juego de prestidigitación en el cual realmente nadie engaña a nadie, pero todos actúan. Scott (2004), manifiesta que el discurso público lo que pretende, es obligar a los inferiores a manifestar su sumisión y de esa forma darles a entender bastante literalmente, que en la realidad su única opción es obedecer. e) HEGEMONÍA DEL DISCURSO PÚBLICO Scott (2004), manifiesta que el interés de los dominadores es que el discurso público sea hegemónico en el sistema de dominación, respecto al “discurso oculto” de los dominados. Pero esta hegemonía tiene características diferentes a la concepción de hegemonpia que plantea Gramsci. Scott (2004), manifiesta que Gramsci establece que el discurso hegemónico, el discurso de los dominadores se interioriza en los dominados a través de los “aparatos ideológicos del Estado”, los cuales nublan por completo la percepción de los subordinados sobre la liberación, del sistema de dominación. Es decir mediante estos aparatos ideológicos, los dominados interiorizan que el sistema de dominación es natural, que ellos no tienen por qué lenatarse en contra de este sistema. Estos aparatos ideológicos del Estado están constituidos por la escuela, la religión, etc. Por tanto, Gramci (citado en Scott, 2004), establece: “Los dominados no pueden revelarse ante el sistema porque son presa del pensamiento social hegemónico”. A esto Gramci le llama “falsa conciencia”. Gracias a esta “falsa conciencia” de los subordinados, no tendrían que haber demandas o protestas ante el sistema de dominación y no tendría que cuestionarse el poder de los dominadores sobre los dominados. Los subordinados, a priori tendrían que aceptar una posición de inferioridad ante los dominadores. Scott (2004), establece que en la literatura de Gramsci existen los conceptos de “Conciencia falsa”, dependiendo de la eficacia de los aparatos ideológicos del Estado: “Conciencia falsa fuerte” (los dominados conciben el sistema como natural) Y “Conciencia falsa débil” (se logra el sistema de dominación por resignación). 21 De la misma forma Scott (2004), informa que existen corrientes de pensamiento al respecto. Están por un lado los Pluralistas, que conciben que los dominados no cuestionan al sistema de dominación. Y los Antipluralistas, que conciben que los domindos creen que pueden controlar el sistema político. Scott (2004), establece que un sistema político en el que se establesca una “falsa conciencia fuerte”, tendría que ser un sistema que tenga las siguientes características: Primero, que los grupos subordinados pueden estar divididos geográfica y culturalmente; segundo, que consideran que la resistencia abierta implique un riesgo innecesario ante las terribles represalias; tercero, que las condiciones de lucha por la subsistencia y la vigilancia constante imposibilitan cualquier forma de oposición abierta; y cuarto, se encuentran desengañados ante fracasos anteriores (Scott, 2004). Un sistema de estas características tendría que ser un sistema político totalitarista en extremo. Scott (2004), establece que los subordinados tienen mecanismos simbólicos de contrapoder o de negación del sistema reinante, esto es evidencia de que los mecanismos ideológicos del poder no dan un total resultado. Se le dá mucha importancia a los “aparatos ideológicos del Estado”. No es tan cierto que las imágenes de dominación de los dominantes afecten en la totalidad de los valores de los grupos dominados. La imposición de la ideología dominante, no es cierto que evite las protestas en el sistema. Scott (2004), establece que es mentira que se pueda evitar la construcción de un discurso oculto mediante la atomización y la vigilancia estricta de los dominados. Scott (2004), concluye, que la interiorización o no del discurso hegemónico se tiene que buscar en la insubordinación. Si esta puede llegar o no a la toma del poder. Scott (2004), afirma que se debe temer más a los subordinados que interiorizaron el discurso hegemónico, que a los que no lo tomaron en cuenta. 2.2. MECANISMOS DE RESISTENCIA (INFRAPOLÍTICA DE LOS GRUPOS DOMINADOS) El sistema político de dominación crea en los dominados mecanismos de resistencia. Estos mecanismos de resistencia, según Scott (2004), tienen la finalidad de hacer notar al dominador, el descontento que tienen los subordinados con el sistema político de dominación, con el discurso público, en un plano simbólico. Las conductas caprichosas, las circunstancias personales y la socialización individual de los dominados, hacen posible que, en una misma situación, sean factibles muy diversas respuestas a la subordinación sistemática. Los subrodinados entre ellos van construyendo entendimientos implícitos y redes informales, como estrategias de resistencia al sistema político de dominación. Se pretende, simbólicamente, devolverle al dominador todo el mal que les ha hecho. Por ello, en algunos ritos de su religión, según Scott (2004), se pretende atraer maldiciones sobre los agresores. 22 Estas estrategias de resistencia se ejercen cotidianamente. En las relaciones de poder reina la hipocresía del dominado. Los dominados se dan formas de hacer conocer su descontento al dominador, sin ser identificados. La resistencia de los subordinados puede expresarse en actos lingüísticos y boicots individuales frente al dominador. Los subordinados pueden expresar deferencias o adulaciones hacia los dominadores, pero que todos saben que los dominados están fingiendo, que son hipócritas. Todos estos mecanismos de resistencia que realizan los subrodinados, son nombrados por Scott (2004), como la “infrapolítica de los grupos subordinados”. a) DISCURSOS OCULTOS DE LOS DOMINADOS Tanto los dominantes como los dominados tienen para Scott (2004), discursos ocultos. Discursos que no pueden ser conocidos por el contrario; estos discursos no se tocan. Muchos de estos discursos ocultos nunca son conocidos de manera pública. A continuación describiremos, según Scott (2004), las características del discurso oculto de los dominados. Scott (2004), establece que los sistemas de dominación crean sistemas de resistencia al poder del dominador. El sistema político de dominación niega devolver al patrón la agresión sufrida. Los dominados tienen que aprender a suprimir la violenta cólera acumulada al ver mellada la dignidad de algún pariente o la suya propia, por parte del dominador. Esta supresión de la violenta cólera del subrodinado, se realiza por por el bien de la familia del subrodinado, o la suya propia. Cuando los subordinados están fuera del ambiente de la dominicación, pueden ejercer críticas al sistema. Lo que no se le puede decir al poder. En la estructuración de los discursos de los dominados, el sistema político de dominación se niega y se invierte. Los dominados imaginan que serán libres y los amos castigados. Para los dominados los rumores y las noticias ambiguas (propias de su discurso oculto), son sinonimos de libertad. Scott (2004) menciona que el discurso oculto de los dominados es un conjunto de estratagemas tan concretas como discretas, cuyo fin es minimizar la apropiaciónque hace los dominadores del trabajo de los dominados. A la vez, el discurso oculto representa la catarsis fantasiosa al mello a la dignidad del dominado. La creatividad y la originalidad de estas fantasías residen en la habilidad con la cual invierten y niegan una dominación específica. Estos discursos ocultos no son públicos, se los puede advertir solamente por el estudio de los chismes, los chistes, etc. de los dominados respectoal sistema político de dominación. La realidad del poder exige que ese discurso oculto se manifieste a través de subordinados anónimos o se proteja con el disfraz del rumor, el chisme, el eufemismo o el refunfuño, formas de expresión que nunca se atreven a hablar por sí mismas. Debido a que la mayoría del discurso oculto se construye sobre la tradición oral, Scott (2004) menciona que el tipo de aislamiento, control e incluso anonimato producido por las tradiciones orales, gracias simplemente a su medio de transmisión, las convierte en un vehículo ideal para la resistencia cultural. 23 El discurso oculto no sólo ilumina o explica la conducta de los dominados, sino también contribuye a constituir la misma. Es decir hay como una aplicación del discurso oculto en las acciones de resistencia. Por tanto, Scott (2004) establece que, entre el discurso oculto y la resistencia práctica existe una dialéctica importante. Por otro lado, el dominado se forma en el mundo del discurso público y el mundo del discurso oculto. Los dos tienen poder normativo en el subordinado. Mientras que los dominados pueden seguir de cerca al discurso público, los dominadores no pueden seguir el discurso oculto. 2.3. EL SISTEMA POLÍTICO DE DOMINACION Ahora que hemos descrito los mecanismos de dominación y de resistencia que caracterizan a dominadores y dominados, caractericemos, junto a Scott (2004) al sistema político de dominación. Scott (2004), manifiesta que aparentemente existe un equilibrio del sistema donde los dominados aceptan el discurso público elaborado por los dominadores, aceptan la distribución del poder, la riqueza y el rango social. De la misma forma tienen que aprender a controlar la ira natural, que cualquier persona siente al ver mellada su dignidad o la de algún pariente. Pero, para contrarrestar todo este sistema de dominación, elaboran simbólicamente todo un discurso oculto, en el que fantasiosamente devuelven toda la agresión sufrida. Los dominados resisten al poder del dominador diariamente, dándose modos de hacer conocer anónimamente al dominador, su rechazo al sistema político dominador. Por su parte, los dominadores no conocen exactamente el discurso oculto de los dominados, pero perciben el rechazo de los dominados al sistema político dominador. Saben de las hipocresías de la actuación de los dominados. Y saben que ellos también tienen que actuar, para mantener la apariencia e infundir respeto en los dominados. Los dominadores tienen que reinventar la realidad para cubrir el sistema político de dominación, su jerarquía, su explotación, su injusticia. Tienen que inventar un discurso público que se refiera a la unidad, a la naturalidad del sistema político de dominadción. Para que los dominados se convenzan de que la vida es así, y que ellos no tienen por qué cuestionar al sistema. Todos en el sistema político de dominación, según Scott (2004), saben que tienen que cumplir con sus guiones, con sus papeles, en la gran obra que representan. Todos se engañan, pero nadie lo manifiesta. Scott (2004), manifiesta que las relaciones de poder tienen un aire de familia. La familia tiene un sistema jerarquico, que lo se percibe como natural. El sistema familiar se monta para apropiarse del trabajo de los demás. Para que el dominador pueda servirse del trabajo de los dominados. Brook Larson, al estudiar históricamente las sociedades en los andes, desde la perspectiva de la Economía Moral, establece que el sistema político de dominación se presenta como feudalismo. Como un intercambio de bienes y servicios entre un señor en particular y sus vasallos. Se representa la esclavitud como una relación individual entre el amo y el cautivo, en la que aparecen por un lado, la propiedad y el paternalismo y, por el otro, el trabajo y el servicio, y se representa el sistema de castas como una serie de 24 contratos entre socios de diferentes castas para el intercambio ritual y material de bienes y servicios (Larson, S/F). Por tanto, el sistema político de dominación, según Scott (2004), va a ser un sistema con equilibrio aparente, donde amo y esclavos juegan papeles determinados, donde todos se engañan. Pero es también un sistema que no es totalmente “totalitarista”, donde los subordinados pueden crear mecanismos simbólicos de resistencia al poder. Mecanismos que les permiten vivir en resistencia, en el sistema político de dominación. DOMINACIÓN Y RESISTENCIA Dominación material Dominación de rango Dominación ideológica Prácticas de la dominación Apropiación de granos, impuestos, etc Humillaciones, negación de privilegios, insultos, ataques a la dignidad Los grupos dominantes justifican la esclavitud, la servidumbre, las castas, los privilegios Formas de resistencia pública declarada Peticiones, manifestaciones, boicots, huelgas, invasiones de tierras y rebeliones abiertas Afirmación pública de dignidad con gestos, atuendos, palabras y/o abierto atentado contra símbolos de estatus de los dominadores Contraideologías públicas: propaganda en favor de la igualdad, la revolución, o negación de la ideología dominante Formas de resistencia disfrazada, discreta, oculta: INFRAPOLÍTICA Formas cotidianas de resistencia, por ejemplo, caza furtiva, ocupación de tierras, deserción, fugas, labor morosa Discurso oculto de cólera, agresión y discursos disfrazados de dignidad, por ejemplo, ritos de agresión, cuentos de venganza, uso del simbolismo carnavalesco, chismes, rumores, creación de un espacio social autónomo para la afirmación de la dignidad Desarrollo de subculturas disidentes, por ejemplo religiones milenarias, “hush- arbors” de los esclavos, religiones populares, mitos de bandolerismo social y héroes populares, imágenes del mundo al revés, mitos del “buen” rey o del tiempo anterior al “yugo normando” Resistencia directa de rebeldes disfrazados, por ejemplo, apropiaciones bajo disfraz, amenazas anónimas (Scott, 2004: 234) 25 2.4. CUÁNDO SE HACEN PÚBLICOS LOS DISCURSOS OCULTOS Cuando se produce un desequilibrio en el sistema político de dominación, el conflicto puede estallar y el discurso oculto de los dominados, es susceptible de volverse público. Se trata de imponer el discurso de verdad de los subordinados. Estos discursos ocultos desafían al poder del dominador. a) EL PRIMER DESAFÍO PÚBLICO (ACTO DE INSUBORDINACIÓN HACIA LOS DOMINADORES) Scott (2004) define al primer desafío público de los dominados como la ruptura pública de un ritual tradicional: La importancia de una negativa pública a reproducir las apariencias hegemónicas ayuda a explicar por qué la primera declaración abierta del discurso oculto adquiere con tanta frecuencia la forma de ruptura pública de un ritual tradicional, también público, de subordinación (Scott, 2004: 253) Este acto de desobediencia y negativa pública es un reto Cuando un acto práctico de desobediencia se junta con una negativa pública, constituye un reto, una declaración de guerra (Scott, 2004: 240) Un acto único de insubordinación pública exitosa perfora la superficie uniforme del aparente consenso, que es un recordatorio visible de las relaciones de poder subyacentes RUPTURA SIMBÓLICA DEL SISTEMA Se puede reprimir a los autores de algunos actos de desafío, pero sus palabras y sus acciones no se pueden borrar de la memoria popular. Este acto de desafío público puede tender a repetirse entre los dominados: La ruptura pública de un tabú impuesto por los dominadores -negarse a saludar, a inclinar la cabeza, a usar los términos respetuosos para dirigirse a alguien, etcétera es un instrumento enormemente eficaz para desencadenar una serie de desafíos. (Scott, 2004: 253) Si el primer acto de desafío se topa con una derrota decisiva, difícilmente será imitado por otros. La valentía de aquellos que fracasan, sin embargo, no pasará inadvertida, ni dejará de seradmirada e incluso mitificada en narraciones de valor, bandolerismo social y noble sacrificio La primera declaración pública del discurso oculto, entonces, tiene una prehistoria que explica su capacidad de producir conquistas políticas. Por supuesto, si el primer acto de desafío se topa con una derrota decisiva, difícilmente será imitado por otros. La valentía de aquellos que fracasan, sin embargo, no pasará inadvertida, ni dejará de ser admirada e incluso mitificada en narraciones de valor, bandolerismo social y noble sacrificio. Ellos mismos se vuelven parte del discurso oculto (Scott, 2004: 267) 26 b) FACTORES QUE INCIDEN EN SU ESTALLIDO b.1. FACTORES INDIVIDUALES Con Scott (2004) tenemos que hacer una distinción, en primer lugar las razones personales e individuales que hacen que un dominado pueda ejercer un desafío público y en segundo lugar toda la estructura social que está detrás de este acto de desafío. En la primera instancia un exceso de autocontrol de los dominados fracasa en última instancia en el intento de contener los impulsos violentos. Scott (2004), establece que la fuerza dramática del acto inicial, que públicamente rompe la superficie de sumisión, proviene de que normalmente se trata de un paso irrevocable; es decir el dominado no puede echar un pie atrás en su desafío abierto al dominador. Y además de que este acto se d+e de manera pública. Ya no está en el anonimato, sale a la luz pública. Entonces, el dominado se ve obligado a proseguir con el mismo. El primer desafío depende del temperamento, de la cólera y de la valentía del individuo. La existencia de una cólera en constante ascenso que termina rebasando cualquier tipo de cautela y de freno. b.2. FACTORES COYUNTURALES, SOCIALES Y ESCRUCTURALES En la segunda instancia, Scott (2004) manifiesta que el primer desafío público, tiene su origen en el discurso oculto. Y al ser compartido este discurso oculto, por bases de unidad del grupo, que pueden ser culturales, se extiende de forma rápida: Seguramente alimentó un discurso que se desarrollaba en lugares seguros y tenía un enorme poder e indignación morales (Scott, 2004: 267) Desde este punto de vista, el alcance social de un acto carismático específico, ya sea físico u oral, se vuelve una especie de problema empírico. En la medida en que las condiciones de la subordinación han sido relativamente uniformes para una gran cantidad de personas, parto del supuesto de que en su discurso oculto habrá un aire de familia igualmente uniforme. Suponiendo que se definen como parte de un marco de referencia mucho más amplio (por ejemplo, de nacionalidad, de lengua común, de religión, etcétera), tenderán a reaccionar ante el mismo tipo de actos públicos, las mismas formas de afirmación y negación simbólicas, los mismos postulados morales. Si regresamos al tema de la "electricidad social" que se produce con la primera declaración pública del discurso oculto, podríamos considerar metafóricamente a quienes comparten discursos ocultos semejantes en una sociedad determinada como un único tendido eléctrico. Dentro de él, las pequeñas diferencias en el discurso oculto se podrían comparar con la resistencia eléctrica que causa pequeñas pérdidas de corriente. Esto no quiere decir que cualquier declaración del discurso oculto se extenderá por toda la red; sólo quiere decir que el tendido mismo, tal y como lo define el discurso oculto, determina qué tanto alcance simbólico pueden tener tales actos, es decir, determina quiénes encontrarán en ellos un significado similar (Scott, 2004: 263) Es el lenguaje compartido del discurso oculto creado y madurado en todo el entramado del orden social, donde los grupos subordinados pueden hablar con mayor libertad. Scott (2004) establece que ni los sociólogos, ni las élites parecen apreciar en forma cabal el estímulo que un desafío exitoso es para el grupo subordinado, precisamente porque ni los unos ni otras parecen estar al tanto del discurso oculto, de donde ese grupo saca gran parte de su fuerza. 27 Los actos temerarios y altaneros fueron tal vez improvisados en la escena pública, pero habían sido ensayados por largo tiempo en el discurso oculto de la práctica y la cultura populares. El discurso oculto está ejerciendo presión constantemente sobre los límites de lo que está permitido en escena, de la misma manera que el agua hace presión sobre una presa. Si se gana terreno se convierte en un nuevo límite. En la confrontación se realizan las utopias de justicia y venganza del discurso oculto. El discurso oculto no tendrá trabas en la confrontación. Si bien es el discurso oculto alimenta al primer desafío público de los dominados. Hay que recordar que Scott (2004) manifestó que la infrapolítica de los grupos subordinados, así como su discurso oculto tienen el objetivo de hacer resistencia al poder de los dominadores y sus mecanismos de apropiación material, en el statu quo del sistema depolítico de dominación. Entonces, el discurso oculto salta a la palestra cuando existe un fracaso del sistema político de dominación, cuando la falta de fe en lo que se estaba haciendo dejó el discurso oculto y se convirtió en un hecho público. Scott (2004) observa que sólo cuando fracasan las medidas menos drásticas, cuando la subsistencia se encuentra amenazada o cuando hay signos de que puede atacar con relativa seguridad se usa la confrontación. Este discurso oculto para manifestarse públicamente precisa de circunstancias históricas en las cuales de pronto, se reduce el peligro, de tal manera que aquellos que hasta entonces se resistían a hablar se sienten estimulados a hacerlo. Scott (2004) haciendo una metáfora, observa que algunos acontecimientos pueden también aumentar la presión del agua sobre el dique hasta un punto en que pone en peligro su (inalterada) capacidad de contención. Asimismo, los cambios económicos o políticos que resultan en un incremento de las humillaciones y de las expoliaciones a las que están sometidos los grupos subordinados incrementarán; si todo lo demás no cambia la probabilidad de que ocurran más actos de abierto desafío, tanto simbólicos como materiales. Sin embargo, observa Scott (2004), para poder aprovechar estas circunstancias coynuturales o de quiebre del sistema, el discurso oculto tiene que pasar por un proceso de elaboración, en metáfora de Scott hay que distinguir entre las declaraciones públicas de desafío que están relativamente "crudas" y las que están relativamente "cocidas". En resumen, Scott (2004) establece que las infracciones al sistema político de dominación, varian según las necesidades de subsistencia de la población y según la fuerza de la represión, en un contexto social y político que puede crear las condiciones adecuadas. Por tanto, Scott (2004) establece que para el estudio del primer desafío, hay que considerar el momento oportuno, conformado por el voluntarismo individual y estructura que sostiene este acto. c) REACCIÓN DE LOS DOMINANTES ANTE EL PRIMER DESAFÍO PÚBLICO Scott (2004) manifiesta que la interpretación de un acto de reto es un asunto políticopor eminencia. Por tanto, decidir si ha ocurrido un acto de clara insubordinación no es un asunto simple, porque el significado de una determinada acción no es algo dado, es una 28 construcción social. El dominante puede llegar a aceptar un determinado acto de desafío, siempre y cuando no rompa el sistema político hegemínico. Cuando le conviene, el poder dominante puede elegir ignorar un reto simbólico para quitarle a su acto toda posible trascendencia. Y para que este acto no sea interpretado como una ruptura simbólica del sistema político de dominación. Si el desafío público tiene consecuencias simbólicas en el sistema político de dominación, según Scott, la primera medida que toman los dominadores es el castigo. Este castigo, que es infrlinjido al dominado que ha osado llevar adelante este acto de insubordinación,tiene que ser ejemplar y contemplado por los subordinados. La contundente afirmación del territorio simbólico a través de castigos públicos hace que otros pierdan el ánimo de intentar cualquier desafío abierto. Cualquier relajamiento de la vigilancia y la aplicación de sanciones serán sin duda aprovechados rápidamente por los subordinados. d) EL PERSONAJE QUE ASUME LA REALIZACIÓN DEL ACTO DEL DESAFÍO PÚBLICO La persona que realiza el acto de insubordinación, el desafío público ante los dominadores, se convierte en una figura carismática frente a los demás subordinados. Scott (2004) establece que una persona "tiene carisma" sólo en la medida en que otros le otorgan esa cualidad. Se usa con frecuencia el término magnetismo personal como si las figuras carismáticas tuvieran una fuerza capaz de atraer seguidores que se comportaran a semejanza de pedazos de metal atrapados en su campo de fuerza. Algo que la historia ha considerado como una relación de poder, manipulación y sumisión se convierte, en esta perspectiva, en un lazo social de auténtica reciprocidad. Según Scott (2004), al insistir en la importancia del discurso oculto en la producción social del carisma, estamos recuperando la reciprocidad. Así pues, aquellos que alababan a la señora poyser (persona que desafío a los dominadores) estaban lejos de ser meros objetos de una manipulación. Auténticamente se reconocían en lo dicho por ella, que auténticamente habló por ellos. Algo que la historia ha considerado como una relación de poder, manipulación y sumisión se convierte, en esta perspectiva, en un lazo social de auténtica reciprocidad (Scott, 2004: 261) Los subordinados no nombran a nadie como vocero suyo para efectuar el acto de desafío público, pero definieron su papel con anterioridad en el discurso oculto. Scott (2004), establece que todos los miembros del grupo subordinado han elaborado fuera de escena (fuera del discurso público), los parlamentos del héroe o heroína. El individuo que asume el papel es aquel que, de alguna manera se hace de los recursos necesarios para dirigirse al poder en nombre de los otros. Que la mayoría de los dominados apoye al lider rebelde depende en gran medida de la fidelidad con que éste exprese el discurso oculto compartido por todos. Son las expectativas culturales y sociales de los seguidores las que influyen decisivamente o, al menos, delimitan la figura con pretensiones carismáticas. e) ALIENADO GRUPO EN FUSIÓN Scott (2004), cita a sartre para expresar las características en las cuales entra el grupo de dominados luego de realizado el primer acto de desafío público al dominado: 29 Sartre llamó "un inalienado grupo en fusión": "por ejemplo, si alguien gritara un mol d'ordre, éste sería eficaz [...] Cada uno se percibe a sí mismo y a los demás como posibles líderes, pero ninguno asume la soberanía sobre los otros (Scott, 2004: 261) Con mucha frecuencia, el primer desvelamiento público del discurso oculto provoca una cristalización de la acción pública asombrosamente veloz. Definitivamente pasa algo cuando los dominados se dan cuenta que su voz pública ya no está reprimida. A esto Scott (2004) llama “electricidad política”. Al cruzar el umbral hacia lo público el discurso oculto se llena de carga política. Parte de la electricidad política, de la intensidad dramática del momento se debía también al enorme peligro personal al romper ese silencio. Los esclavos se comportan de manera diferente ante el hecho de que pueden ser libres. El proceso consiste más bien en reconocer a los cómplices de nuestro discurso oculto que en rellenar con nuevas ideas cabezas hasta entonces vacías en el momento del desafío colectivo. Según Scott (2004), en el desafío colectivo el más vulgar de los patanes entre los dominados, se creía tan señor como su propio amo. f) EL PRIMER DESAFÍO PÚBLICO ES SATISFACTORIO INDIVIDUAL Y COLECTIVAMENTE Scott (2004), respecto al primer desafío público de los dominados, establece que el término insubordinación es muy apropiado porque cualquier negativa particular a obedecer no es sólo una pequeña grieta en una pared simbólica del sistema político de dominación: implica necesariamente un cuestionamiento de todos los otros actos que esa forma de insubordinación implica. Scott en su obra (2004) determina, que cuando alguien finalmente se atreve a realizar un acto de desafío público, el sentimiento de satisfacción tiene, por lo tanto, también una doble cara. Está la sensación de liberación que produce resistir a la dominación y, al mismo tiempo, la liberación de manifestar finalmente la reacción que antes se había sofocado. Así pues, la liberación de la tensión generada por la constante vigilancia y por la autocensura debe producir por sí misma una gran satisfacción. Por satisfactorio que sea el primer acto de rechazo o de desafío, no debemos nunca olvidar el hecho de que lo es gracias a su naturaleza pública. Al hacerse explícito el discurso oculto, se crea una atmósfera de enorme tensión con posibles efectos sociales que llevan signos de locura colectiva. El primer desafío produce embriaguez. Scott sigue argumentando, que la primera declaración habla en nombre de innumerables subordinados, grita lo que históricamente había tenido que ser murmurado, controlado, reprimido, ahogado y suprimido. Según Scott (2004), si el resultado parece un momento de locura, si la política que engendran es tumultuosa, frenética, delirante y a veces violenta, se debe quizá al hecho de que los oprimidos rara vez aparecen en la escena pública y tienen tanto que decir y hacer cuando finalmente entran en ella. Scott menciona que se manifiesta la verdad del discurso oculto en el desafío público. Quienes se atreven a dar ese paso lo viven como un momento de verdad y de autenticidad personal. Hay una gran sensación de plenitud y satisfacción en el hecho de 30 ya no tener que fingir respeto ante un amo a menudo detestado. Hay una recuperación de la dignidad humana, se recupera la autoestima y humanidad. 31 III. FOUCAULT Y LAS RELACIONES DE PODER A continuación haremos algunas precisiones conceptuales, desde la teoría de Foucault sobre las relaciones de poder, que creemos complementa el análisis de Scott. RELACIONES DE PODER Junto a Foucault, definiremos las relaciones de poder como un conjunto de acciones que se inducen y se encuentran formando una sucesión. En efecto, lo que define una relación de poder es que es un modo de acción que no actúa de manera directa e inmediata sobre los otros, sino que actúa sobre sus acciones: una acción sobre la acción, sobre acciones eventuales o actuales, presentes o futuras. Una relación de violencia actúa sobre un cuerpo o sobre cosas: fuerza, somete, quiebra, destruye: cierra la puerta a toda posibilidad. Su polo opuesto solo puede ser la pasividad, y si tropieza con cualquier otra resistencia no tiene más opción que intentar minimizarla. En cambio, una relación de poder se articula sobre dos elementos, ambos indispensables para ser justamente una relación de poder: que "el otro" (aquel sobre el cual esta se ejerce) sea totalmente reconocido y que se le mantenga hasta el final como un sujeto de acción y que se abra, frente a la relación de poder, todo un campo de respuestas, reacciones, efectos y posibles invenciones (Foucault, 1988:14) Las relaciones de poder tienden a controlar las acciones de otro grupo, hacia los fines que mi grupo persigue: La puesta en juego de relaciones de poder no es, evidentemente, mas exclusiva del uso de la violencia que de Ia adquisición del consenso; sin duda, el ejercicio del poder no puede prescindir del uno o de la otra, y con frecuencia de ambos a la vez. Pero, a pesar de que el consenso y la violencia son los instrumentos o los resultados, no constituyen el principio o la naturaleza básica del poder. El ejercicio del poder puede producir tanta aceptación como se desee: puede acumular muertos
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