Logo Studenta

El genio! La especie humana creadora (1era edición)

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

https://t.me/EbooksPsicologia
https://circletech.club/registro/?usr=josias
https://masterclassgratiss.blogspot.com/
LA ESPECIE HUMANA CREADORA
 
3
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
 
4
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
¡EL GENIO!
LA ESPECIE HUMANA CREADORA
 
5
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I.-LOS SUEÑOS SON LAS PULSACIONES DEL GENIO DE LA
ESPECIE HUMANA
CAPÍTULO II.-EL CEREBRO CREADOR Y EL GENIO DE NUESTRA ESPECIE.
EL AZAR Y LA NECESIDAD EN EL ORIGEN DEL GENIO
CAPÍTULO IIII.-SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL GENIO Y EL
SOÑADOR. LA GRAVE OMISIÓN DE ROGER SPERRY AL NO
REGISTRAR LAS FUNCIONES CREADORAS INCONSCIENTES DEL
HEMISFERIO CEREBRAL DERECHO. LAS NEURONAS CREADORAS
TRABAJAN CON SINAPSIS ELÉCTRICAS, Y LAS NEURONAS
RACIONALES TRABAJAN CON SINAPSIS QUÍMICAS
CAPÍTULO IV-EL CREADOR GENIAL
CAPÍTULO V-EN EL SOÑADOR COMO EN EL GENIO LA ACTIVIDAD
CREADORA NO CUENTA CON LA INTERVENCIÓN DEL YO
CONSCIENTE
CAPÍTULO VI.-EL GENIO Y EL MODERNO CONCEPTO DEL
INCONSCIENTE: EL INCONSCIENTE NEUROGENÉTICO HEREDADO,
Y EL INCONSCIENTE AMBIENTAL ADQUIRIDO (INCONSCIENTE
NEUROBIOLÓGICO INNATO; INCONS-
CIENTE ADQUIRIDO). PERSPECTIVA HACIA EL FUTURO DE
NUESTRA ESPECIE CREADORA
BIBLIOGRAFÍA
 
6
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
1
Descubierto por Darwin el misterio de la evolución de las especies, nos
encontramos en la actualidad ante el misterio del origen y la naturaleza del genio, que
compele al investigador a sumergirse en profundidades que están más allá del
individuo mismo, inexplicable por sí solo, pues tiene raíces que se hincan en
territorios ignorados hasta el día de hoy.
A quienes han escrito biografías de personajes ilustres, debe haberles quedado la
íntima sensación de un incolmable vacío cuando dieron por terminado su trabajo, por
minuciosamente documentado que lo hubieran hecho, con todos los testimonios
particulares e históricos que rodearon al protagonista objeto de su estudio. Al menos,
esta ha sido nuestra experiencia como biógrafos, vaga al comienzo y perfectamente
clara después: para comprender el maravilloso fenómeno humano del genio debemos
proyectarnos muy lejos y salirnos de las reducidas órbitas del hombre particular.
Por esto llamamos al genio el misterio de los misterios.
¡Grande es la ansiedad que nos devora por entender lo que define al genio, los
resortes escondidos que accionan desde el fondo de su ser para dar a luz esos
prodigios del conocimiento que muy pocos alcanzan, cuál es su origen, de dónde sale,
si pertenece a una raza aparte o si tiene algo de supernatural!
El entendimiento nos aconseja callar, por lo menos al principio. Es preferible el
asombro y el silencio de los simples que se inclinan delante del misterio, antes que
precipitarnos a definir lo que de suyo es indefinible, porque el genio es apenas una
estrella dentro de la galaxia que lo condiciona y explica.
Podríamos ciertamente lanzarnos a acumular sobre el genio todos los epítetos que
califican la grandeza, diciendo que es el ser extraordinario, que tiene una mentalidad
fulgurante de la que brotan intuiciones luminosas, que inventa lo que es nuevo y
original, que sacude las épocas y pone en marcha las sociedades estancadas y
estériles, que impone revolucionarios conceptos en la música, en la arquitectura, en la
pintura, en la poesía y en la escultura, que le imprime insospechados virajes a la
ciencia, que descubre leyes y teorías que modifican la concepción tradicional del
universo, que los genios son los hombres que se adelantan a su tiempo y anuncian la
llegada de nuevas eras.
Sí, pero todo esto y muchísimo más que pudiéramos agregar, es apenas el efecto
de su acción, el resplandor externo que lo rodea, no el genio, por cierto. Al genio no
llegamos por un camino sembrado de adjetivos, porque entonces nos quedamos
7
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
embobados de admiración, mudos, como cuando miramos un cielo estrellado sin que
nos asista el conocimiento de las leyes que subyacen a ese paisaje nocturno,
enteramente sentimental. Ni unos predicados, ni una definición simplemente
descriptiva satisfacen el grave interrogante que plantea el genio.
Nosotros no daremos una definición taxativa del genio, puesto que lo que aparece
cuando nos fijamos en él es una corriente de creatividad que fluye de muy atrás en el
tiempo, desde el primatoide homínido animal, se ensancha con el paso de los
millones de años, y atraviesa el cuerpo entero de nuestra especie para llegar hasta
nosotros. Como la savia de un inmenso árbol que asciende con sus ramas y sus hojas,
esa corriente de creatividad nutre, uno por uno, a todos los hombres y mujeres del
planeta, los de ayer y los de hoy. Ahora bien, de esta savia creadora universal irrum
pen también las personas geniales. A este estanque creativo común debemos
remitirnos cuando quiera que hablemos del genio individual.
DEL GENIO DE LA ESPECIE BROTA EL GENIO INDIVIDUAL
No entendemos al genio aislado, desvinculado del conjunto. La colectividad lo
necesita y él no se explica sin la colectividad. Pero, además, probaremos el lazo
íntimo que une al genio con el resto de los seres humanos. De esa corriente creadora
de nuestra especie bebemos todos, genios y hombres del común. Existe un punto de
contacto en que nos nivelamos todos y nos nivelamos por lo alto. Así, no debe
formarse una aristocracia de genios al lado de la masa humana sin valor, una élite
privilegiada mentalmente frente a una multitud retardada. Esta comunidad humana,
fundada en los nexos mentales que nos reúnen a todos como miembros de la misma
especie -y que se impone por encima de las divisiones entre pueblos, razas y clases
sociales - le confiere un insospechado interés al estudio del genio, pues al comprender
su estructura mental nos habla de la estructura mental del ser común, y al conocer el
fondo mental de éste, nos revela dimensiones de la contextura mental de aquél... Se
abren, de este modo, las puertas para fundar y comprender la moderna psicología de
la humanidad como un todo y para tener un conocimiento más amplio de las
funciones mentales del cerebro.
Los genios individuales, incomprensibles por sí solos, nos conducen, como
llevados de la mano, hacia esa fuente común de creatividad que circula dentro de
nuestra especie y que se reparte entre la infinidad de individuos que la componen.
Veremos en las páginas de este libro cómo se manifiesta la actividad creadora en cada
persona y de qué manera se emparenta con el genio.
Por otra parte, y en lo que a los genios en concreto se refiere, si tenemos en cuenta
la unidad de la especie humana, es posible señalar una línea de continuidad entre
todos ellos, porque los genios no son casuales, sino que surgen como una necesidad
intrínseca, ya que sin ellos sería incomprensible la evolución en su recorrido
ascendente contando apenas con las mutaciones y recombinaciones genéticas. Sin los
8
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
genios de todos los tiempos, la evolución de nuestra especie no habría tenido fuerzas
para sortear sus momentos críticos, y se habría estancado en su movimiento, porque
el genio es, lo fue siempre, un factor indispensable de evolución. El genio no es un
lujo, es una necesidad de la humanidad.
El genio es creación, y en este punto preciso se hallan de acuerdo los
investigadores modernos del fenómeno. Mas esta concordancia corre el riesgo de
convertirse, y de hecho se ha convertido en un lugar común, sin poder alguno de
convicción, en tanto no se determine la dinámica interior del genio para echar a andar
su creatividad, en tanto no se explique el accionar de su cerebro para transformarse en
un cerebro creador, en un cerebro que genere poderosasintuiciones inmediatas sin
que medien prolongados raciocinios, un cerebro que invente de manera original, que
descubra lo desconocido, que desgarre los velos que encubren el misterio. ¡Esta es la
obligación del científico! Y no encontramos que en parte alguna se cumpla con este
imperativo, razón por la cual el genio continúa siendo un enigma indescifrable.
Llegar hasta el instante justo en que el genio consigue desplazarse desde el estado
mental cotidiano a la región insólita donde prende la rara planta de la creatividad para
sorber sus jugos, es un difícil reto, pero clave para comprender cómo funcionan esos
cerebros extraordinarios, reto que nosotros asumimos y desarrollamos
minuciosamente - sin temor siquiera a la redundancia - a lo largo de esta
investigación, cuyo proceso comienza con la primera línea y no alcanza su cometido
hasta la última.
Porque para razonar no se requiere mayor esfuerzo. Bien o mal, el razonar es el
pan nuestro de todos los días. Vivimos haciendo raciocinios. Nuestro cerebro nos
capacita para pensar racionalmente de manera espontánea. Si hay raciocinios
difíciles, ello se debe a la complejidad del asunto que nos motiva, no al raciocinio en
sí mismo. A partir de un conocido momento de la historia nos convertimos en
animales racionales y actuamos en consecuencia.
¡Otra cosa es crear! El razonar, cuya importancia para la existencia nadie discute,
se halla en el reino de lo ordinario. Para crear debo salirme de las fronteras de lo
ordinario, debo transformarme, ser otro, hallarme en éxtasis, es decir, estar fuera de
mí, abandonar lo cotidiano e irme más allá de la razón, pues la razón, por sí misma,
nada crea. Pero esto sólo puede hacerlo el genio. Por eso, en sus momentos de
inspiración, lo sorprendemos absorto, ausente del entorno real, mirando hacia dentro,
concentrado profundamente para que el cerebro lo redima con la intuición novedosa -
que él no ha podido elaborar con argumentos racionales - que despeje la incógnita del
problema que en ese momento lo desvela.
Este estado de absorción y ensimismamiento en que se encuentra el genio cuando
se halla en trance de crear, no debe aprenderse de una manera superficial ni menos
descriptivamente con epítetos, sino que el conocedor del fenómeno tiene también el
9
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
compromiso de transformarse un poco, hasta donde sus capacidades lo permitan y,
como todos somos creadores, mucho podemos hacer para vivir intensamente lo que
significa estar absorto, ido, extático, pues en frío no se llega a la hondura de ese
estado psicológico, y deberemos contentarnos con un conocimiento meramente
intelectual.
No es imposible conseguir esa participación en el rapto de enajenación del genio.
Ya sostuvimos que, siendo creadora nuestra especie humana, a todos nos llega, en
mayor o menor medida, algo de esa creatividad, que no es patrimonio exclusivo de
los genios, y que, si bien no podemos llegar a sus abismos, sí es posible acercarnos a
ellos para entender el milagro que realizan. En verdad, los genios contradicen una ley
de la naturaleza del cerebro, según la cual sólo nos está permitido tener acceso a las
funciones mentales donde gobierna la fría lógica de todos los días. Efectiva mente,
para funcionar con todo su cerebro, los genios deben realizar la hazaña de alterar el
logro supremo de la evolución, cuando dejó establecido que en la vida diurna
debíamos valernos exclusivamente de las facultades mentales conscientes, y ellos, sin
embargo, tienen además a su disposición todo el haz de funciones inconscientes. De
allí la riqueza y penetración de su entendimiento que tanto nos asombra...
Para encarar el compromiso que plantean el genio de nuestra especie y los genios
individuales, nos hemos servido de instrumentos de conocimiento desconocidos por
la comunidad científica internacional, que hemos descubierto en muchos años de
investigación y que se irán poniendo de manifiesto en la medida en que avancemos en
esta demostración.
II
Por constituir un fenómeno que se destaca inmediatamente y se impone a la
mirada, el genio siempre atrajo la atención de los pensadores.
Platón como artista y Aristóteles como filósofo, se sintieron vivamente
interesados por desentrañar la esencia del poeta, del artista, del hombre de estado,
llegando Platón a pensar que algo de divino debían tener, en tanto que a Aristóteles le
sorprendió que todos ellos estuvieran tocados por la melancolía.
Ni en los círculos intelectuales, ni en los medios populares, jamás se detuvo el
asombro por la aparición del genio, ni se han cerrado los interrogantes que plantea,
traduciéndose muchas veces en admiración por el héroe, siendo que los pueblos
tienen una arraigada necesidad de veneración, entre mística y religiosa, por los
hombres sobresalientes señalados con un nimbo de misterio.
Los enciclopedistas del siglo xviii, Diderot el primero, participaron del asombro
que despierta el creador, y fueron en el siglo siguiente Moreau de Tours, Mobius y
César Lombroso, quienes destacaron la «locura» de estos seres excepcionales,
10
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
quedando establecida la ecuación «Genio y Locura», acuñada por Lombroso, que
perdura con una fuerza que llama la atención en los estudiosos modernos del genio.
La excesiva preocupación por las cuestiones sexuales le restó todo interés por el
genio y la creatividad a Sigmund Freud. En nuestro libro Freud. Biografía crítica,
1976, pusimos de manifiesto esta opacidad de Freud por un fenómeno tan importante
de la psicología humana. Decíamos en esta biografía que Freud se interesó por los
«contenidos» y los significados de la obra de arte, como indagar cuáles habían sido
los motivos inconscientes del artista para realizar tal o cual obra, pero que no fue
sensible al misterio de la creación:
He de confesar ante todo - decía Freud - que soy profano en cuestión de
arte. El contenido de una obra de arte me atrae más que sus cualidades
formales y técnicas, a las que el artista concede, en cambio, la máxima
importancia. Para muchos medios y efectos del arte me falta en realidad la
comprensión debida (pág. 31).
El Psicoanalista Ernst Jones, biógrafo oficial de Freud, lo explica de manera clara
cuando afirma:
Freud se daba cuenta, perfectamente, de que su sentido estético había
quedado en un estado primitivo y nunca fue cultivado como un conocedor de
arte. Lo atrajo un instinto más fuerte, el de la curiosidad. Cuando, como
ocurría a menudo, se sentía muy emocionado por una obra de arte, no podía
abstenerse de hacer todos los esfuerzos posibles por descubrir qué era lo que
lo había conmovido, y además qué era lo que había llevado al autor a
producir esa obra. Esta intensa preocupación eclipsaba todo interés por lo
que él llamaba simplemente técnica del arte, lo que para la mayor parte de
los artistas es todo el arte». (Vida y obra de Sigmund Freud, vol. III, pág.
432, 1959).
Y es que Freud no ve más que resortes instintivos en el creador:
Es una persona urgida por necesidades instintivas demasiado clamorosas.
Ansía obtener honores, poder, riqueza, fama y el amor de las mujeres, pero
carece de los medios para lograr tales gratificaciones. De modo que como
cualquiera que sienta un anhelo insatisfecho, se aparta de la realidad y
transfiere todos sus intereses y toda su libido a la realización de sus deseos
en el mundo de la fantasía... Un verdadero artista sabe cómo elaborar sus
sueños de tal modo que desaparezca de ellos la nota personal que molesta a
los oídos de los demás de modo que resulten agradables. Además posee la
misteriosa habilidad de moldear su material hasta expresar fielmente las
ideas de su fantasía (pág. 32).
Freud se halla poseído por las fantasías instintivas a las que paga un enorme
tributo, de aquí que no sea extraño oírle decir:
11
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
[...] el mecanismo de la creaciónliteraria es el mismo que el de las fantasías
histéricas... Los instintos insatisfechos, agrega, son las fuerzas impulsoras de
las fantasías, y cada fantasía es una satisfacción de deseos (pág. 33).
En diferentes momentos de su carrera, Freud confiesa su incapacidad para
penetrar en el enigma de la creación. En su conocido ensayo sobre Leonardo da Vinci
llega a la siguiente conclusión: «Dado que el talento y la habilidad del artista están
unidos íntimamente a su capacidad de sublimación, tenemos que admitir que también
la naturaleza del logro artístico nos es inaccesible psicoanalíticamente». En el año de
1913, declaraba abiertamente: «De dónde saca el artista su capacidad creadora no es
una cuestión que corresponda a la psicología»... En el año 1925, la negativa es aún
más tajante: El psicoanálisis «no puede hacer nada para dilucidar la naturaleza del
don artístico»... Y, por último, en su ensayo sobre Dostoyevsky, confiesa una
absoluta impotencia delante del magno fenómeno psicológico de la creación:
«Desgraciadamente, el Psicoanálisis tiene que rendir sus armas frente al problema del
creador literario». Su curiosidad natural que buscaba afanosamente instintos ocultos
descaminó a Freud de la ruta que conduce a los grandes problemas de la mente
humana (pág. 34).
En el año 1954 apareció traducido del alemán el clásico libro del distinguido
psiquiatra Ernst Kretschmer, Hombres Geniales.
Al definir el genio Kretschmer va directamente al «aparato psíquico» que lo
condiciona, aunque jamás profundiza en el significado de tal aparato psicológico:
El valor intrínseco del hombre genial no radica en las normas
determinantes de un ideal moral o estético, sino en el hecho de ser él por
predisposición hereditaria, poseedor de un aparato psíquico capaz de
producir en mayor grado que otros unos valores estéticos o vitales positivos
(pág. 5).
Sin llegar a extremos como Lombroso para quien el genio es una forma de
degeneración y locura, Kretschmer no es ajeno a esta tradición de psiquiatras que, en
lugar de centrarse en la estructura mental del creador, destacan su cercanía con el
enfermo mental, y ya desde el comienzo del libro da a entender el sesgo
psicopatológico de su metodología:
«Se vislumbran, dice, los esfumados límites entre productividad creadora genial y
locura. Y enumera una extensa lista de genios que han padecido la enfermedad
mental, acentuando el defecto y minimizando el don creativo... «Lo único que puede
afirmarse - agrega - es que las enfermedades mentales, muy particularmente los
estados psicopáticos limítrofes, son más frecuentes entre los geniales que entre el
promedio de la población». Y llega hasta el punto de preguntarse si la enfermedad es
una parte esencial de la estructura íntima de la propia genialidad.
12
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Sin embargo, Kretschmer reacciona contra su enfoque patobiográfico del genio, y,
aunque no lo corrige, sí deja entrever que valora las excepcionales capacidades del
creador: «La psicopatía como tal no es ciertamente un billete para el Parnaso»,
Kretschmer, Hombres Geniales (pág. 15).
Kretschmer enfatiza con toda decisión que el genio es hereditario. Cree que los
antepasados condicionan genéticamente al genio y repasa familias de personas
ilustres pero nunca geniales que se hallan en los orígenes del hombre creador. Se
remite aún a una experiencia con gemelos idénticos, pero no encontramos un solo
caso en que haya una concordancia que muestre que los dos hermanos fueron genios.
El hecho de que existan genios verdaderos sin antecedentes destacados, como Kant,
Fichte y Haydn, refuta la hipótesis de la heredabilidad del genio.
Kretschmer dubita, y ya sostiene que «la patología sólo produce rendimientos
negativos», o ya sostiene lo contrario:
Si eliminásemos de la constitución de tal hombre genial el factor
psicopatológico hereditario, ese fermento de inquietud demoníaca, no nos
quedaría más que un individuo bien dotado, pero corriente (pág. 18).
Y tanto acude Kretschmer a los factores patológicos que cae al fin en el grave
error de ver en la enfermedad no una alteración externa sino una condición esencial
para entender al genio:
Este elemento parcial psicopatológico que se presenta con una tenacidad
constante en el genio, no es solamente una lamentable condición absoluta
exterior del hecho biológico, sino un componente esencial interior
imprescindible, un fermento indispensable, tal vez, de toda genialidad en el
sentido más estricto de la palabra (pág. 18).
Advierta el lector cómo, a falta de argumentos científicos para entender al ser
creador, este autor, como otros de los últimos años del siglo xx y de los primeros del
xxi, se consagran a destacar sus rasgos enfermizos que le son com pletamente
externos, pero a fuerza de cultivarlos acaban por considerarlos como el «motor»
esencial del genio. Es una clara deformación profesional que los lleva a mirar
puntualmente el síntoma psiquiátrico, que les impide ver al genio en sí mismo,
independientemente de que sea sano o enfermo.
En el año de 1996, apareció el libro El talento creador escrito por el profesor
español Francisco Alonso Fernández, en el cual señala:
En el origen del genio concurren a la vez excepcionales influjos
genéticos y ambientales que se interrelacionan íntimamente... La plataforma
disposicional hereditaria del genio obedece a la aparición de una mutación o
variación genética brusca y extrema, que no se deja inscribir en ninguna
13
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
forma de herencia sistemática o metódica. Por eso, el talento creador
constituye un salto que no suele transmitirse de padres a hijos. De aquí que
abunden los genios surgidos en el seno de familias comunes y hasta
mediocres, como si fueran producto de la casualidad (págs. 165-166).
En lo que respecta a la enfermedad en el genio mantiene el siguiente criterio:
El trastorno psicótico de grado ligero o medio, de tipo hipertímico o
esquizofrénico, puede convertirse en un resorte activador de la creatividad, a
la vez que la modula con nuevas orientaciones... En suma, la perturbación
mental actúa en todas estas ocasiones como una enzima o un fermento que
activa el proceso creador. Lo que no puede hacer es generar de por sí la
capacidad creativa ni convertir a una persona mediocre en un genio (págs.
267-269).
La Dimension Intuitiva, es una obra de Philipe Goldberg, que se centra
exclusivamente en el fenómeno de la intuición. Es un libro pedagógico que parte de
la convicción de que «todos somos intuitivos y todos podemos ser más intuitivos» si
se siguen algunas normas de aprendizaje que el autor señala. Destaca Goldberg que
«en gran medida la intuición ha sido una preocupación superficial en occidente,
donde el modo más honrado de conocimiento ha sido el empirismo racional, gracias,
en gran medida, al asombroso éxito de la ciencia». Es el caso que pedimos razones
como explicación, no pedimos intuiciones como garantía de verdad.
El autor aclara enfático que «si la razón y la observación empírica encausan el
curso de los descubrimientos y la pasión por la verdad provee el combustible, es la
intuición la que contribuye con la chispa» (pág. 23).
Piensa Goldberg que en los tiempos que vivimos se están dando las condiciones
científicas para la comprensión de la intuición: «Los nuevos descubrimientos acerca
del cerebro, la creciente aceptación de las limitaciones del cientificismo, y las ideas
que nos llegan de las enseñanzas antiguas y de la psicología actual, crean una
atmósfera intelectual más receptiva para la comprensión de la intuición».
La intuición, dice, sugiere espontaneidad e inmediatez. El conocimiento
intuitivo no está mediatizado por un proceso consciente o racional
deliberado. Utilizamos el término cuando sabemos algo pero no sabemos
cómo lo sabemos... La intuición se experimenta como no secuencial. Es un
estado único en oposición a una serie, una instantánea en oposición a una
películay a menudo suele producirse cuando menos se la espera. La
intuición es inexplicable (pág. 36).
Philipe Goldberg, tiene sus ideas bien claras sobre la localización cerebral de la
intuición:
Es fácil comprender, afirma, por qué la intuición está ubicada en el
14
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
hemisferio derecho. Algunas de sus cualidades coinciden mucho con las
funciones del cerebro derecho. El conocimiento intuitivo puede ser vago y
carecer de contenido lingüístico, mientras que el conocimiento al que se
llega por medio de la razón generalmente está expresado en palabras y
depende de una categorización exacta de símbolos y conceptos. La intuición
es una experiencia instantánea y global que reúne significados y el cerebro
derecho parece procesar información de manera simultánea... El
funcionamiento en secuencias del hemisferio izquierdo se presenta como
antítesis de la intuición (págs. 131-132).
Pero estas localizaciones, aclara Goldberg, no deben hacernos olvidar que el
«cerebro funciona de manera integrada, como un todo».
Mentes Creativas, es el libro de Howard Gardner, publicado en 1995.
Gardner es el conocido autor de la teoría de las inteligencias múltiples y, del
mismo modo, sostiene que existen varias formas de creatividad. Pero el autor pone de
manifiesto que creatividad no es equivalente a inteligencia:
La creatividad no equivale en modo alguno a la inteligencia... Un
individuo puede ser mucho más creativo que inteligente o mucho más
inteligente que creativo (pág. 38).
Para Gardner no cabe duda que «importantes dimensiones de la creatividad
adulta, tienen sus raíces en la infancia del creador», y agrega: «Para un psicólogo
evolutivo el estudio de la creatividad está anclado necesariamente en el estudio del
desarrollo humano» (págs. 47-49).
Y, en cuanto a la razón de ser del genio, Gardner opina que intervienen causas de
orden genético y cultural: «Creo que en el prodigio existe un importante componente
genético o neurobiológico: algo hay en la estructura o funcionamiento del sistema
nervioso de Mozart, del ajedrecista Bobby Fischer o del matemático Carl Gauss que
les hizo alcanzar de un modo extraordinariamente fácil una maestría inicial de las
normas implicadas en los tonos musicales, en la configuración de las piezas de
ajedrez o en las posibilidades de combinaciones numéricas respectivamente. Pero aún
los observadores impresionados por la «preparación» neurobiológica del prodigio,
deberían reconocer los aspectos culturales del fenómeno», pág. 156.
Creatividad, es el tratado del Profesor Mihaly Csikszentmihalyi, de la Universidad
de Chicago, 1998.
El Profesor Csikszentmihalyi valora en alto grado la creatividad.
La mayoría de las cosas que son interesantes, importantes y humanas son
resultado de la creatividad. Compartimos el 98 por 100 de nuestra
composición genética con los chimpancés. Lo que nos diferencia de ellos -
15
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
nuestro lenguaje, valores, expresión artística, inteligencia científica y
tecnológica - es el resultado de una ingeniosidad individual que ha sido
reconocida, recompensada y trasmitida a través del aprendizaje. Sin
creatividad, sería verdaderamente difícil distinguir a los seres humanos de
los monos (pág. 16).
Su criterio sobre la creatividad no destaca especialmente a la persona creadora,
sino que para él lo importante es el medio sociocultural en el que se encuentra. La
creatividad para él es un fenómeno sistémico:
Si por creatividad entendemos una idea o acción que es nueva y valiosa,
no podemos aceptar sin más el relato de una persona como criterio de su
existencia. No hay manera de saber si un pensamiento es nuevo si no es por
referencia a algunos criterios, y no hay forma de saber si es valioso hasta que
pasa la evaluación social, Por tanto, la creatividad no se produce dentro de la
cabeza de las personas, sino en la interacción entre los pensamientos de una
persona y un contexto sociocultural. Es un fenómeno sistémico, más que
individual.
Siguiendo este criterio, encuentra que el sistema creador tiene una jerarquía
compuesta por tres partes. La primera, es el campo o conjunto de reglas y
procedimientos simbólicos, como pueden ser las matemáticas o la economía o la
astronomía o la psicología o las ciencias naturales. Estos campos se ubican dentro de
una cultura o una socie dad particular. La segunda parte del sistema creador es el
ámbito, es decir, los expertos que deciden si una idea nueva debe o no ingresar en el
campo, si el descubrimiento matemático, por ejemplo, merece ocupar un sitio
importante en el campo de las matemáticas en un momento dado de la cultura. Sólo
en tercer lugar, viene la persona como individuo creador. La creatividad tiene lugar
entonces cuando una persona, usando los símbolos de un dominio dado, como la
ingeniería, la música, la economía, las matemáticas, tiene una idea nueva, y cuando
esta novedad es seleccionada por el ámbito correspondiente para ser incluida en el
campo oportuno (pág. 46).
Concluye el Profesor Csikszentmihalyi:
La definición que se sigue de esta perspectiva es: creatividad es cualquier
acto, idea o producto que cambia un campo ya existente, o que transforma un
campo ya existente en uno nuevo. Y la definición de persona creativa es:
alguien cuyos pensamientos y actos cambian un campo o establecen un
nuevo campo. Es importante recordar, sin embargo, que un campo no puede
ser modificado sin el consentimiento implícito o explícito del ámbito
responsable de él... Lo que cuenta es si la novedad que produce es aceptada
con vistas a ser incluida en el campo.
El genio estaría sometido, según este criterio, a la venia del medio sociocultural, y
16
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
lo que vemos, al contrario, es que rompe con los convencionalismos y revoluciona las
costumbres existentes, los símbolos y los valores.
Siguiendo este modo de enfocar la creatividad, Mendel no fue creativo hasta
después de su muerte, cuando los genetistas británicos a fines del siglo xix
reconocieron su valor. Rafael fue creativo cuando la colectividad se sintió movida por
su obra. Bach no fue creativo hasta que Mozart y Mendelssohn lo rescataron del
olvido.
Una descripción más objetiva de la contribución de Van Gogh es que su
creatividad empezó a existir cuando un número suficiente de expertos en arte
se die ron cuenta de que sus pinturas tenían algo valioso que aportar al
campo de la pintura (pág. 48).
Consecuente con esta tesis, llega a la siguiente conclusión:
La razón por la que vacilo a la hora de escribir acerca de la personalidad
profunda de los individuos creativos es que no estoy seguro de que haya
mucho sobre lo que escribir, puesto que la creatividad es la propiedad de un
sistema complejo, y ninguno de sus componentes puede explicarla por sí
solo. La personalidad de un individuo que pretende hacer algo creativo debe
adaptarse al campo particular, a las circunstancias de un ámbito concreto,
que varían con el tiempo y de un campo a otro (pág. 78).
Dejando a un lado estas ideas que pueden ser discutidas, lo admirable de esta obra
es su decidido reconocimiento de la creatividad como un hecho característico de la
especie humana.
No hay ninguna duda de que la especie humana, afirma, no podría
sobrevivir, ni ahora ni en los años venideros, si la creatividad se
extinguiera... Nos guste o no, nuestra especie se ha hecho dependiente de la
creatividad... Ser humano significa ser creativo (pág. 360).
Marcados con fuego, 1998. Es un libro escrito por la psiquiatra Kay Jamison,
profesora de la Universidad Jhon Hopkins de los Estados Unidos y especialista en las
enfermedades maníaco depresivas. Aunque aclara que no todos los hombres de genio
sufrieron esta enfermedad, sus datos muestran la fuerte relación estadística que existe
entre esa patología del humor y la presencia de la agudeza perceptiva, la originalidadcreativa, la innovación, la productividad y la riqueza de la sensibilidad del creador.
La autora relaciona la hiperactividad de la enfermedad maníaca con el genio, sin
duda porque desconoce la dinámica del creador, que incluye el entusiasmo, los
estados de intensa concentración y exaltación, la meditación profunda y la alegría, de
acuerdo con el momento del proceso creador. El entusiasmo, por otra parte, es una
emoción natural de los seres humanos y no tiene porqué ser calificado como manía.
17
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Es inaceptable este reduccionismo de todos los cambios de humor a la enfermedad
maníaco depresiva:
Muchos de los cambios de humor, dice la doctora Jamison, de
pensamiento y de percepción que caracterizan los estados maníacos leves - la
inquietud, la ebullición, la expansividad, la irritabilidad, la grandiosidad, los
sentidos más acelerados y más bien afinados, las intensas experiencias
emocionales, la diversidad del pensamiento y la rapidez de los procesos
asociativos - son también característicos del proceso creador (pág. 111).
Por ignorar esa dinámica interior de la creatividad del genio, la autora identifica
los estados de ánimo por los que atraviesa el genio con los estados maníacos o
hipomaníacos. Y a todo lo largo del libro se siente el interés de descubrir al maníaco
depresivo detrás del creador en el momento de la inspiración. Todo lo contrario, aún
en un creador maníaco depresivo como Goethe, es posible distinguir cuándo su
entusiasmo es propio de la fuerza creativa y cuándo es maníaco; cuándo es reflexivo
y cuándo depresivo.
Como lo señalamos al hablar de Kretschmer, se pasa con harta frecuencia del
diagnóstico de la enfermedad - lo que en sí mismo es loable - a la sugerencia de que
la esencia de la enfermedad y la esencia del genio tienen una raíz común: «Hay
concluyentes pruebas científicas y bibliográficas que vinculan el trastorno maníaco-
depresivo y su temperamento con la imaginación y la expresión artística», sostiene
Jamison.
Cita el caso de Ernest Hemingway, suicida y maníaco depresivo. Mas es preciso
que hagamos una aclaración de fondo. La enfermedad maníaco depresiva es
hereditaria. El genio no lo es. En el árbol genealógico de Hemingway hay depresivos
y suicidas, pero no genios. Este árbol genealógico trasmitió la enfermedad a
Hemingway, pero no el genio. Por la enfermedad, se suicidó, no por el genio. Los
hijos de Hemingway, heredaron también la enfermedad - ¡la enfermedad de
Hemingway!-, no el genio de Hemingway. En consecuencia, aún en un enfermo claro
como Hemingway, es posible hacer la diferenciación neta entre enfermedad y genio.
La enfermedad fue perturbadora y lo condujo al alcoholismo y al suicidio. El genio lo
redimió y lo hizo inmortal (pág. 217).
El Genio y La Locura, 1998. El autor, Philippe Brenot, psiquiatra francés, se
coloca en la línea que viene de Aristóteles y se continúa modernamente con Moreau
de Tours, Mobius, Galton, César Lombroso y Kay Jamison, que destacan la
proximidad que existe entre el genio y el loco, y descuidan los caracteres que
distinguen la naturaleza íntima del genio propiamente dicho.
Esta vieja idea del parentesco entre genio y locura - dice Brenot -
encuentra en la actualidad argumentos de respuesta en una nueva concepción
psiquiátrica de los trastornos del humor, que ilumina el misterio de la
18
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
creatividad y enriquece la lectura psicoanalítica del movimiento creativo. La
obra parece nacer de una sabia mezcla de la dificultad de ser y un factor
energético constitucional, el mismo que ha animado a todos los creadores de
universos, a todos los aventureros de lo imposible, poetas, magos, profetas,
pintores, inventores, músicos, políticos... Rimbaud, Schumann, Goethe, Van
Gogh, Mozart, Hemingway, Balzac, Flaubert, Nietzsche, Miguel Ángel,
Rousseau, Picasso... La exaltación creadora es íntima de la melancolía,
hermana de la depresión e hija de la manía, pero también pariente cercana de
la locura cuando la obra ya no consigue contener todos los efectos (pág. 11).
A fin de sostener la tesis de que ha existido una tradición que prueba la cercanía
entre el genio y la locura, Brenot convierte el extraordinario don intuitivo del
demonio socrático, en un síntoma psiquiátrico: «El prototipo griego del genio,
enfatiza, ya presenta una similitud con la demen cia: es el «demonio» de Sócrates,
que servirá de modelo a la psiquiatría del siglo xix para argumentar su discurso sobre
la proximidad entre el genio y la locura».
Sin embargo, el autor oscila, y pasa de la demostración de la locura a la
afirmación de los dones superiores del creador. Su definición del genio se funda en
los siguientes puntos: el carácter particularmente innovador de la obra; una obra que
rompe con la de sus contemporáneos; un reconocimiento público, amplio y duradero;
la hipótesis, que nunca desarrolla, de que el genio tiene un aparato psíquico peculiar;
la existencia o no de predisposiciones.
Todo el libro despliega una estrategia invariable, en la que a las afirmaciones
sobre la patología del creador, sigue, por temor a que la crítica le llame la atención
sobre su insistencia en lo patológico, la descripción de los rasgos sobresalientes del
genio.
Comentando la gran producción del novelista francés Georges Simenon, Brenot
hace el siguiente comentario:
Esta impresionante producción denota una energía fuera de lo común que
a los psiquiatras nos recuerda la hiperactividad de los episodios maníacos o,
al menos, de las personalidades hipomaníacas, y que presenta en un grado
menor esa exaltación del estado de ánimo y esa efervescencia de las ideas
(pág. 59).
Desconociendo el cerebro del genio, Brenot pasa de los señalamientos de la
patología del genio, a mostrar esa patología como «constitutiva» del ser genial: «Una
vez más encontramos la depresión en el camino de la creatividad, lo que lleva a
pensar que un núcleo depresivo, en el sentido de una potencialidad interna de la
personalidad, es constitutivo del ser genial». ¡Esto es lo grave, porque pasamos a
entender al genio en función de la enfermedad!, pág. 115.
19
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Sí, los genios son humanos y pueden enfermar como los demás, pero no
buscamos la enfermedad en el ser genial, sino su creatividad. Es por esto, por poner el
acento en la enfermedad, que Brenot declara:
La alquimia del genio es secreta; no es posible penetrarla. Algo más: Si
he desarrollado extensamente la idea de una psicopatología asociada con
gran frecuencia al genio y a la creación - era el objeto de este libro-, ha sido
también para tratar de poner de relieve unas tendencias de ese carácter según
el estilo sensorial y la forma de pensamiento. (La cursiva es nuestra).
La confesión final de Brenot es elocuente:
¿No tiene usted una tendencia excesiva a destacar los rasgos
patológicos?, se me dirá. ¿No selecciona a los individuos más apropiados
para esta investigación a fin de reducir la historia del arte, de la música y de
la literatura a unos cuantos ejemplos que no pueden ser representativos de la
realidad? (págs. 239-240).
Supercerebros, 2003, escrito por el ensayista científico francés, Robert Clarke. El
autor se remonta bien lejos en el pasado:
Desde los más remotos tiempos prehistóricos, desde la fabricación de los
primeros utensilios de sílex, se han ido sucediendo miles de creadores que
han hecho evolucionar nuestra cultura». Y agrega: «Los auténticos genios
son un bien precioso para toda la humanidad: su obra tiene una importancia
tal que el mundo ya no es el mismo tras su paso por la Tierra... La naturaleza
de los genios, la razón de su aparición y el funcionamiento de su cerebro
siguen siendo profundos misterios, que quizá jamás lleguen a esclarecerse...
Son creadores constantes y trabajadores imaginativos, pero también
pacientes y fecundos, mentes brillantes ypersonas de fuerte carácter, y han
dejado en su disciplina y en su época una huella indeleble (págs. 13-15).
Los grandes creadores - afirma Clarke - tienen problemas para explicar la
génesis de sus obras, pero muchos de ellos insisten en que a veces lo que
crean les parece independiente de ellos mismos, como si el acto de crear no
fuera algo totalmente razonado, sino debido en gran medida a la intuición, al
inconsciente. Todos los grandes creadores, físicos, poetas, músicos o
pintores, confirman que la intuición, es decir, el conocimiento espontáneo
que no está respaldado por razonamiento lógico alguno, desempeña un papel
esencial en la elaboración de una obra genial (pág. 120).
Los grandes creadores, como dice el Dr. Grasset, son durmientes
despiertos, perdidos en su abstracción inconsciente... El inconsciente que se
manifiesta tanto en los sueños como en las ensoñaciones diurnas, como bien
saben muchos creadores, presenta la inmensa ventaja de permitir todas las
libertades de pensamiento. El inconsciente funciona sin reglas, sin disciplina
20
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
lógica, en un desorden aparente, propicio a las creaciones originales (pág.
121).
Robert Clarke expresa ideas muy interesantes sobre el «sueño paradójico» (es
decir, sobre el momento preciso en que el durmiente comienza a soñar) y sobre el
inconsciente que, aunque no las fundamenta con sueños creadores, sí demuestra que
se aproxima lúcidamente al proceso creador, refutando al mismo tiempo la idea
freudiana del inconsciente «por represión»:
Es como si el trabajo inconsciente de creación - sostiene brillantemente
el autor - se realizara mientras dormimos. El proceso del sueño - según él-
sigue siendo un misterio. De modo que puede que el «sueño paradójico»
desempeñe una función clave en el proceso de creación, ya que en él se
prescinde de la percepción del mundo y del pensamiento lógico, pero al
mismo tiempo se manifiesta una actividad cerebral importante, un estado de
vigilia interior que parece servirse de recursos psíquicos desconocidos,
permitiendo un pensamiento original, diferente del pensamiento consciente y
quizá igual de eficaz... Dicha actividad psíquica inconsciente del sueño -
continúa Clarke - no es ni mucho menos el resultado de una represión de la
vida diurna como pen saba Freud, que no disponía de estos estudios
recientes. Todo lo contrario, es una producción autónoma, enriquecedora, en
la cual se ha observado una estimulación intensa de las áreas sensoriales del
cerebro. Existe un inconsciente dinámico creador, que participa en la
estimulación y la maduración del cerebro» (Las cursivas son nuestras) (pág.
126).
Se siente en el libro de Robert Clarke el vago anuncio de que las funciones
mentales que intervienen inconscientemente en la creación del sueño guardan un
estrecho parentesco con las facultades que se hallan en las raíces del acto creador y
que nosotros demostraremos con todo detalle en las páginas que siguen, como parte
de nuestra investigación.
 
21
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
https://go.hotmart.com/V21195751D
Los sueños son las pulsaciones del genio de la especie humana
La Humanidad no desciende del mono
I
Un torrente de creatividad recorre el cuerpo de nuestra especie, representada por
todos los pueblos de la Tierra. De tarde en tarde brotan de ese torrente corrientes que
alimentan a los genios individuales que han existido desde los más remotos albores
de la vida humana hasta los días presentes, pero todos nosotros, hombres y mujeres,
somos portadores de algún vestigio de la llama inmortal que pulsa mediante esas
diminutas creaciones que son los sueños, que alegran o perturban nuestro reposo, para
recordarnos siempre que ellos son la prueba irrefutable de que la naturaleza nos dotó
con un cerebro poderoso del cual extraemos los chispazos de ingenio para vencer y
sobrevivir.
Sólo de manera muy lenta, en muchos años de investigación, nos hemos
convencido de la singularidad grandiosa de los sueños, cuando son bien
comprendidos, y que hemos banalizado en el constante afán de interpretar su
significado, quedándonos así con su escoria, pero sin encontrar jamás la veta de oro
que se esconde tras los infinitos significados, cual es la comprensión del misterio de
por qué y cuándo el cerebro fue capaz de emitir los sueños y cuáles son los resortes
biológicos que los engendran, aunque el más célebre de los experimentadores
modernos, el Profesor Michael Jouvet, se ha declarado «ignorante» para descifrar el
enigma:
Es preciso que declaremos nuestra ignorancia considerable - dice Jouvet -
mientras estudiamos el dormir y el sueño... ¿Por qué la evolución ha
construido un cerebro que periódicamente, en el curso del dormir, está
sometido a una maquinaria que libera imágenes fantásticas? (Le sommeil et
le réve, pág. 212).
¡En el progreso moderno se hallan dadas todas las condiciones para que
rescatemos el inesperado valor y la trascendencia de los sueños que se emparentan
con el genio que tanto admiramos!
Porque el desarrollo de la vida en la naturaleza, expresado en la evolución de las
especies, trabajó a fondo para inventar a los animales soñadores cuando éstos
precisaron de ingenio y recursividad para lograr sobrevivir en los inenarrables
peligros del entorno.
22
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Ciertamente, los mamíferos primitivos que habían nacido del seno de los reptiles
terápsidos, debieron protegerse en las sombras de la noche y convertirse en
insectívoros para escapar de la amenaza de los dinosaurios carnívoros, feroces
depredadores. Como sus ancestros reptiles, estos primitivos mamíferos eran
incapaces de soñar, como se descubre en el oso hormiguero. Transcurrieron 100
millones de años, y he aquí que una buena noche los mamíferos más avanzados
comenzaron a soñar. Es que esas criaturas mamíferas homeotermas no se habían
escondido en vano durante aquella eternidad. Su cerebro se había enriquecido - en
nuestra hipótesis - con neuronas especializadas para crear que son las que engendran
los sueños en la noche. Este hecho es una clara demostración de que los animales
soñadores quedaban equipados con ingenio, porque, siguiendo siempre nuestra
hipótesis, animal que sueña es animal que crea, aún en vigilia, de acuerdo con una ley
que hemos descubierto. El ingenio es muy superior al olfato de los insectívoros y así
pudieron defenderse mejor y salir a la luz del día.
¿Qué quiere decir esta novedad en las especies mamíferas? ¡Que estos mamíferos
no habían sido pasivos espectadores en su existencia clandestina en la que se
defendían de los dinosaurios ya que el fuego del progreso se agitaba en ellos!
El Profesor Michael Jouvet nos ha propuesto unos interrogantes que son cruciales
y que nosotros hemos resuelto en el libro Concepción Moderna de la Historia
Universal, 1997:
El soñar, dice, particularmente el tema de su origen evolutivo y de la
función que cumple, es todavía uno de los grandes misterios de la biología...
La necesidad biológica de soñar no parece imponerse, puesto que, perturba el
descanso reparador del organismo (Los estados del sueño, pág. 428).
El fenómeno de los sueños viene a aumentar las perplejidades del
neurólogo. Ahora bien, los sueños existen y parecen haber sido inventados
por la evolución al mismo tiempo que la homeotermia, pues se observan en
las aves y los mamíferos pero no en los anfibios y reptiles; se comprende mal
cómo puedan los sueños constituir una ventaja evolutiva en la medida en que
corresponden al estado en que el animal es más vulnerable: en efecto, el
estado del sueño es el más peligroso del ciclo en tres tiempos, vigilia-dormir-
sueño, puesto que durante este último el cerebro cierra la puerta al medio
exterior y, por tanto, a eventuales peligros, para entregarse a un programa
endógeno (la producción y contemplación pasiva del sueño). El hecho de que
sólo hayansobrevivido los homeotermos soñadores es un misterio que habrá
que resolver para progresar en el establecimiento de modelos más
perfeccionados del cerebro (Los Estados del Sueño y Comportamiento
Onírico, pág. 206). (Las cursivas son nuestras).
Los interrogantes de Jouvet son concretos: ¿Cuál es el origen evolutivo del soñar,
qué función cumple, cuál es la necesidad biológica del soñar y cuál su ventaja
23
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
evolutiva? Si los sueños perturban el dormir y cuando se producen el animal se halla
muy vulnerable e indefenso pues no atiende a los peligros del entorno lleno de
predadores, ya que se encuentra metido de lleno en la generación del sueño y en su
contemplación alucinada, no se ve cómo puedan constituir una ventaja evolutiva para
los animales que sueñan.
Nuestras respuestas son también concretas: el origen evolutivo del soñar, que
supone una variación biológica en la estructura del cerebro con la aparición de
neuronas creadoras, se debió necesariamente a una mutación genética que se dio por
azar y sin finalismo alguno pero que la selección natural aprovechó al instante porque
representaba una ventaja para los animales que la adquirieron a lo largo de esos 100
millones de clandestinidad activa. Ventaja evolutiva enorme, ciertamente, ya que
animal que sueña es animal que crea, especialmente en vigilia, como lo
demostraremos ampliamente en las páginas que siguen, y la creatividad en los
animales no humanos se traduce en ingeniosidad, astucia, recursividad en los
comportamientos para adaptarse mejor, sobrevivir y reproducirse. Los animales no
soñadores disponiendo apenas del olfato para orientarse se hallaban restringidos a la
vida nocturna.
Como dice Darwin, «a la primera variación siguen otras», soportadas
internamente por el material genético nuevo, producto de las mutaciones sucesivas
del ADN, sobre las cuales actúa la selección natural para ordenar el desorden que
introduce el azar de las mutaciones genéticas, de tal suerte, que esas variaciones en el
cerebro expresadas en más neuronas creadoras que se van heredando a lo largo de las
generaciones que soñarán más y mejor durante las noches y en el día dispondrán de
mayor recursividad e ingenio en su conducta. Por supuesto, la selección natural
favoreció a los mamíferos ingeniosos, en tanto que sucumbían los que carecían de esa
ventaja.
Y dijo Darwin: «Las variaciones en el fenotipo causarán ligeras variaciones, las
multiplicarán casi infinitamente, y la selección natural tomará con infalible habilidad
cada mejora (esta vez en el comportamiento creador del cerebro). ¡Dejemos que este
proceso siga adelante durante millones de años», pues el tiempo es decisivo para que
la primera variación que surgió por azar en el genotipo y que se tradujo en la
aparición de neuronas especializadas para crear en la corteza cerebral, culminara en
un órgano y en una función perfeccionados para producir sueños creadores y crear en
vigilia.
Del más ligero vestigio de variación para la creatividad se ha llegado a un cerebro
soñador, lo que constituye una inmensa ventaja evolutiva, no importa que un animal
corra el riesgo de ser sorprendido por el enemigo mientras sueña, pues otros no lo
serán.
Ahora bien, si existen neuronas diferenciadas para crear en la corteza cerebral,
24
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
existirá también la función y, por tanto, la necesidad de soñar, como lo veremos
progresivamente en este estudio.
«El hecho de que sólo hayan sobrevivido los homeotermos soñadores es un
misterio que debe aclararse», sostiene Jouvet.
A lo que nosotros respondemos: el soñar es un signo de que el ser que sueña es
creador, porque todo sueño es una creación, aún en los animales, como lo
demostraremos minuciosamente y como lo prueba la penetrante visión de Darwin,
quien apoyado en la observación, el estudio y una poderosa intuición, afirmó que los
sueños como la poesía son creaciones:
La imaginación es, sin duda, una de las más altas prerrogativas del
hombre, pudiendo, en virtud de esta facultad, e independientemente de la
voluntad, unir imágenes e ideas primitivas, y crear brillantes y nuevos
resultados. Esto, sin duda, hizo decir a Jean Paul Richter que «el poeta que
ha de reflexionar si ha de hacer decir sí o no a sus personajes puede irse con
mil legiones de demonios pues no es más que un estúpido cadáver». Según
este mismo autor, «el sueño es el arte involuntario de la poesía»..., y por
esto, sin duda, este fenómeno de la vida nos da una idea de la facultad que
nos ocupa. Ahora bien, como los perros, gatos, caballos, y probablemente
todos los animales superiores, no menos que las aves, tienen sueños que los
impresionan no poco, debemos admitir que poseen también algunos grados
de facultad imaginativa (El Origen del Hombre, 1871, pág. 98).
El Profesor Jouvet ha demostrado experimentalmente que los animales sueñan (y
crean, naturalmente). Observó a un gato en su jaula, conectado al osciloscopio, y lo
siguió durante la noche. Cuando el gato se durmió y entró en la fase MOR, así
llamada porque aparecen movimientos oculares rápidos, distinguió los registros
eléctricos internos típicos del dormir con sueños y vio los comportamientos externos
del animal como los movimientos de los ojos y el relajamiento de sus músculos. En
este momento, el gato comenzó a gruñir, se levantaba y atacaba o huía de un enemigo
imaginario que él «veía» alucinatoriamente con sus ojos cerrados, tal como nosotros
actuamos cuando tenemos sueños persecutorios... ¡Era una clara creación del
mamífero!
Entonces, si los animales homeotermos soñadores tenían imaginación, eran
ingeniosos y astutos, el misterio de que sólo ellos hayan sobrevivido se esfuma, ya
que disponían de una novedosa herramienta para sortear las más duras pruebas, como
fue la catástrofe ecológica del período Cretáceo, hace 70 millones de años, en la que
sucumbieron to dos los dinosaurios, muchas plantas y las aves y mamíferos que
seguramente no habían hecho la conquista del cerebro soñador y, por ende, sin
comportamientos ingeniosos para defenderse, sin recursos inmediatos en su cerebro,
pues los recursos genéticos son a muy largo plazo.
25
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Los animales homeotermos y soñadores - aves y mamíferos-, en cambio,
sobrevivieron a la hecatombe natural, se adaptaron al difícil medio ambiente con su
cerebro ingenioso, sobrevivieron, se reprodujeron y ocuparon todos los nichos que
habían dejado vacantes los dinosaurios - dioses vencidos, que no tuvieron la sabiduría
para sobreaguar porque carecieron de un cerebro soñador...
II
LA HUMANIDAD NO DESCIENDE DEL MONO
26
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Gracias a la aparición de los árboles con flores y frutos - las angiospermas - se
creó un hábitat desconocido hasta entonces, el arbóreo, que atraía a los animales con
sus frutos suculentos e hizo que algunos mamíferos treparan a las copas de los árboles
y las convirtieran en un insólito nicho ecológico. Se acepta que los primeros
mamíferos que abandonaron el hábitat en el suelo de los bosques y se encaramaron a
27
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
los árboles hace 65 millones de años, fueron unas pequeñas criaturas parecidas a los
Tupayas... Estos mamíferos proliferaron y evolucionaron sometidos a los estímulos y
retos del nuevo ambiente, muy diferentes a los del suelo de los bosques, de suerte que
por la interacción que estableció entre estos «Tupayas» y el hábitat arbóreo, durante
treinta millones de años, se formó el novedoso orden de los primates, dotado con
caracteres morfológicos, anatómicos, genéticos, sanguíneos y visuales muy
especiales, que no habrían podido adquirir si hubieran continuado evolucionando en
el ancestral suelo a ras de tierra de losbosques: el supuesto mamífero Tupaya,
bombardeado por los estímulos de la vida entre los árboles, se convirtió, al cabo de
cuarenta mil millones de años, en mono y en simio, en gorila y en chimpancé, para
ser breves y no dispersarnos en las 192 formas de primates emergentes de semejante
proceso evolutivo.
Más ocurrió que una población de estos mamíferos arborícolas se diferenció
radicalmente, en nuestro concepto, del resto de los primates por tres características
muchísimo más importantes que sus similitudes morfológicas, anatómicas, genéticas,
sanguíneas y visuales, a saber: mientras todos los primates se estancaron para
siempre, éstos fluyeron hacia el porvenir en nuevas formas mamíferas ascendentes y
complejas; mientras el resto de los primates fueron todos cuadrúpedos, éstos tienen
una posición erguida y una marcha bípeda; mientras todos los primates son muy
listos, éstos son ingeniosos y creadores. Estas tres características explican porqué
ascendieron evolutivamente hasta convertirse en seres humanos.
No importa que su semejanza genética apenas los diferencie en un 2 por 100 de
gorilas y chimpancés: ¡Este 2 por 100 de genes, más que cuantitativo tiene un valor
cualitativo, ya que por estos seres pasa la línea de ascenso filogenético de los
vertebrados que se inicia abajo en los peces, y con pocos de estos genes calificados
tienen asegurado un provenir en el que no se estancarán y fluirán en el tiempo, como
en realidad ocurrió, en tanto que gorilas y chimpancés quedaron por fuera de esa línea
de ascenso, atrapados en la estática del tiempo y ya no evolucionarían más; estos
pocos genes calificados, les aseguran que serán bípedos y marcharán erguidos; esos
pocos genes calificados, no cuantitativos, aseguran que algunos se traducirán en
neuronas creadoras-alucinatorias e inconscientes - el verdadero inconsciente profundo
y heredado-, unidas por sinapsis eléctricas para las rápidas respuestas adaptativas de
ataque y defensa; además el hecho de que los gorilas y chimpancés tengan 48
cromosomas y no los 46 de estos arborícolas privilegiados, señala sustanciales
diferencias, teniendo en cuenta que una persona con 47 cromosomas, como el
mongólico, se afecta profundamente.
¿Qué ocurrió? ¿Qué ocurrió para que se convirtieran estos seres excepcionales en
la punta de lanza evolutiva de los mamíferos, como lo fueron los Crosopterigios entre
los peces, los Antracosaurios entre los anfibios y los Terápsidos entre los reptiles?
Por la razón de que esas tres características señaladas son bien hondas y trazan un
abismo diferencial con los primates comunes: que no se estanquen evolutivamente
28
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
porque tienen genes calificados para ello, que tengan marcha bípeda y posición
erguida con todos los enormes cambios anatómicos y fisiológicos que esto supone, y
que sean altamente creadoras porque son los ancestros de la especie humana creadora
por excelencia, no son, por cierto, cualidades que podamos pasar por alto para
homologarlos de tú a tú con los primates. Darwin y sus seguidores ortodoxos nos han
insistido demasiado para que miremos hacia abajo, y éste hábito nos ha impedido
mirar estas soberbias cualidades que se encuentran muy por encima de los primates.
No; aquí advertimos una zanja profunda de diferenciación.
Tomemos una de las tres cualidades de este ser privilegiado entre todos: la
marcha bípeda y la posición erguida. Nuestro parecer se distancia de los sabios que
sostienen que la adaptación a la sabana del oriente africano, más allá del valle del
Rift, explica la marcha bípeda y erguida, argumento que tiene un fuerte aroma
lamarckiano, porque los sucesivos esfuerzos para andar erguidamente sobre los dos
pies, se habrían hecho hereditarios para transmitirlos a los descendientes... Nosotros
sostenemos que la bipedestación erguida tiene un soporte genético, y que, por tanto,
debió producirse una mutación en el curso de la evolución de este mamífero X, en un
momento indeterminable del Mioceno, variación muy ventajosa que favoreció la
selección natural a juzgar por la importancia de que los seres humanos seamos
erguidos y marchemos de forma bípeda: la calidad de bípedo y erguido funda un
nuevo ser en la naturaleza.
Ahora bien, ¿por qué la mutación genética favoreció a una sola población
mamífera arborícola? Primero, porque el ser que evolucionó en el hábitat arbóreo era
distinto y más avanzado que los Tupayas que se transformaron en primates comunes:
en consecuencia, fueron dos las formas mamíferas que optaron por el nicho en las
alturas de los árboles; en segundo lugar, y gracias a la mutación genética que
condicionó la marcha bípeda, esta población de mamíferos más evolucionados que
los Tupayas no fue absoluta sino relativamente arbórea. Mientras los Tupayas fueron
absolutamente arborícolas, los mamíferos superiores X («No hay candidatos
conocidos para los antecesores de los humanos», dicen Boyd y Silk), lo fueron
relativamente, desplazándose entre los árboles y la sabana del este africano, y
culminaron su proceso de formación hacia los ocho o diez millones de años, en tanto
que los gorilas y chimpancés lo hicieron mucho antes. Con su capacidad para
trascender a nuevas formas, estos mamíferos privilegiados X por la evolución, dieron
origen a los Australopitecos, uno descubierto de una antigüedad de seis millones de
años y el último descubierto en Chad, en 2002, es el Australopiteco conocido con el
nombre de «Tumay», con siete millones de antigüedad, siempre bípedos como sus
predecesores australopitecinos (afarensis, africano, anamensis, ardipithecus);
quedarían por descubrir dos o tres formas australopitecinas que podemos predecir que
serán también bípedas o en trance de convertirse en erguidas y bípedas.
La tesis tradicional es la de Linneo, según la cual los seres humanos pertenecemos
al Orden de los Primates; la antítesis sugerida por Cuvier dice que los humanos
29
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
pertenecemos a un Orden aparte, el Orden de los humanos; la conclusión sintética a la
que llegamos es la de que somos Homínidos Primatoides, pues tenemos semejanzas
con los primates (genéticas, anatómicas, sanguíneas, visuales), pero profundas
diferencias por aquellas tres cualidades señaladas atrás.
Nos tomamos la libertad de sustituir el término Australopiteco, que significa
«mono del sur», porque no descendemos del mono, y porque varios Australopitecos
fueron descubiertos en el centro y el norte de Africa Oriental. En lugar de
Australopiteco, hablamos del Homínido Primatoide, no primate, sino parecido o con
rasgos propios del primate y con radicales diferencias.
La excepcional capacidad creadora del Homínido Primatoide obedeció también a
una mutación que lo dotó con genes que se tradujeron en una población de neuronas
creadoras en la corteza del cerebro de acuerdo con el principio de Changeux:
simplicidad en el genoma, complejidad cerebral. Originariamente la especie humana
es creadora por excelencia y muy anterior a la razón y al lenguaje conscientes: antes
que el Verbo fue la Creatividad, pues era más adaptativo en aquellas eras ser creador
que razonador y la selección natural favoreció al homínido creador como el más apto
ser en la naturaleza.
Llegamos aquí a un fenómeno fascinante que ni siquiera ha sido planteado por los
sabios, ya que carecen - ¡con la excepción de Darwin! - del concepto de que los
sueños son creaciones y que animal que sueña es animal que crea aún en vigilia...
Cuando hizo su aparición el Homínido Primatoide harán ocho o diez millones de
años, no eran adaptativos los dolorosos y prolongados partos de la mujer moderna, ni
tampoco eran adaptativos los indefensos bebés modernos, porque al no poder erguirse
en pocos minutos como los demás mamíferos para defenderse y tomar su primera
comida, habrían sido pasto de los predadores que acechaban, del frío, de las alimañas
y las enfermedades. Nuestra especie no habría sobrevividocon estas madres y éstos
bebés. La Neotenia o niñez prolongadísima moderna para que termine su desarrollo
particularmente el cerebro no habría sido posible, ni era necesario en nuestro
entender, por la razón de que, siendo la creatividad la función más importante en
aquellas edades, no era preciso que aumentara el tamaño del cerebro, pues no existe
una relación directa entre la capacidad creadora y el tamaño o el peso del cerebro:
Victor Hugo tenía un cerebro que pesaba 2.250 gramos, en tanto que el cerebro de
Anatole France pesaba sólo 1.000 gramos, y, no obstante, ambos eran geniales
creadores.
Por esto no es de extrañar que el cerebro del Australopiteco de Afar, más
conocido como Lucy, tuviera un volumen de 450cc, que equivale a 300 gramos
apenas. Sostenemos que lo necesario, lo adaptativo, no era que creciera el volumen y
el peso del cerebro en los primeros 6 millones de años de evolución de nuestro
Homínido Primatoide, ya que la creatividad se bastaba con un cerebro pequeño, eso
sí, sólo hasta la aparición del Horno habilis, hace dos millones de años, ya que tenía
30
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
un volumen cerebral de 700 cc, puesto que en él las neuronas creadoras se habían
multiplicado por las mutaciones genéticas y sus divisiones para formar la estructura
de una Función Creadora, la primera función verdaderamente moderna, localizada en
un área importante del hemisferio cerebral derecho, fenómeno que asegura que el
Homo habilis sea el primer creador legítimo de herramientas, en tanto que las formas
homínidas precedentes, eran ingeniosas y creadoras de «toscas» herramientas que, así
y todo, iniciaron el largo proceso de la tecnología mundial hasta llegar al Internet.
Con la aparición del Horno se dieron las condiciones para que se iniciara la
Neotenia, con una infancia que empezaba a ser moderna y un parto cada vez más
doloroso y prolongado: el ¡parirás con dolor!, se habría iniciado hace dos millones de
años, tanto como la Neotenia, con los bebés indefensos y absolutamente
dependientes, ya que a estas alturas de la evolución de nuestra especie era necesario
el crecimiento del cerebro y sus funciones mentales, particularmente las creadoras,
puesto que las facultades racionales, verbales y conscientes, también por necesidades
adaptativas, serían secuenciales y lentas, generadas por neuronas distintas a las
creadoras y comunicadas entre sí por sinapsis químicas secuenciales, que tendrían
que esperar para culminar hasta el fin del Paleolítico superior, diez mil años a.C.
De todo lo anterior se desprende que el Homínido Primatoide progresó con su
peculiar versatilidad e ingenio, desplegando multitud de comportamientos recursivos
que enriquecían el ambiente simplemente natural propio del resto de los animales, y
está probado que un ambiente enriquecido favorece el desarrollo de la corteza
cerebral, en tanto que un ambiente pobre estanca el desarrollo, de allí que gorilas y
chimpancés son creadores frustrados de herramientas, y, estancados como se hallan,
sólo tienen pasado, carecen de futuro.
Nuestro Homínido Primatoide, al ser el resultado de la evolución de un mamífero
X, más avanzado que los Tupayas, y al tener un doble hábitat, gozaba de estímulos
complejos y sorprendentemente enriquecedores, pues esa vida mixta que llevaba,
entre los árboles y la sabana oriental del África, no era una suma de estímulos propios
de los dos nichos ecológicos, sino un entrecruzamiento de fuerzas especialmente
formativas que moldeaban su cuerpo y su cerebro: en tanto que arborícola,
participaba de los caracteres del primate, razón por la cual hablamos de que era
Primatoide, parecido al primate, más no primate, porque descendía de otra rama
mamífera desconocida, pero, en todo caso, más desarrollada que el Tupaya, razón por
la cual fue dotada por la naturaleza y la evolución con genes calificados, así fueran
muy pocos, ese 2 por 100 que lo dife rencian del mono, para no estancarse como
todos los primates, para ser creador y ancestro de la creatividad moderna, y para
marchar erguido y bípedo. ¡Estas tres características fundamentales son las que
explican porqué se transformaron en humanos en dos etapas, una prolongadísima de
al menos seis millones de años, como Homínidos Primatoides, y la otra a partir del
Homo habilis hasta nuestros días!
31
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
III
Allí está la nueva forma homínida - ¡la naturaleza también avanza a través de
sucesivas creaciones biológicas!-, a horcajadas sobre la frontera de la historia de la
humanidad, balanceándose entre la prehistoria y la historia, con medio cuerpo de ese
lado de la animalidad, y medio cuerpo de este lado, inequívocamente humano.
Ya tiene nombre propio: es el Australopithecus afarensis, sucesor del
Australopithecus africanus, del Australopithecus anamensis y del Australopithecus
ramidus, el Orrorin Tugenensis, el «Tumay», el más arcaico hasta ahora descubierto.
Destacamos, sin embargo, al Australopithecus afarensis, o mono del sur, hallado
en la región etíope de Afar. Es el mejor conocido y, al parecer, el más moderno entre
estos australopitecinos todos ellos bípedos. Habrá otros detrás del Orrorin Tugenensis
y del «Tumay», ya sea que se descubran o no, pero siempre bípedos o avanzando
francamente hacia el bipedismo, pues ya hemos visto que los Primatoides homínidos
nacieron con la inclinación genética a erguirse sobre sus extremidades posteriores
hace 10 millones de años, mientras gorilas y chimpancés, formando un tronco común,
perseveraron en su marcha en cuatro patas.
Debemos tener bien presente que el Homo habilis es el hito que inaugura el
movimiento de la historia universal, tal como la concebimos aquí, de una manera tan
profunda, que es necesario que destaquemos este momento de la evolución del
hombre, como un punto compacto, compri mido, de gran densidad, preñado con
enormes energías que anhelan trascender, que inevitablemente habrán de hacer
explosión irradiando hacia el futuro del espaciotiempo - ¡verdadero big bang
neurobiológico!, proyectando en los millones de años galaxias de individuos y
mentalidades, comportamientos y morfologías, invenciones y culturas, poblaciones
en constante afán, alternativas y avatares, la necesidad en lucha con el azar,
generaciones y muertes, avances y retrocesos, líneas que ascienden y descienden en el
forcejeo del parto de nuevas formas, hasta culminar un día en una especie más alta,
dotada con funciones mentales superiores, más complejas aún que las creadoras,
abriéndose a la expresión moderna de la historia universal.
Para estudiar al Australopithecus afarensis nos guiaremos por los datos empíricos
suministrados por lo que podemos llamar el «fósil muerto» y por los datos mentales
con igual valor empírico extraídos del «fósil vivo» que son los sueños y todo lo que
ellos representan. De su enlace, de la combinación de información procedente del
conocimiento de los fósiles vivos y de los muertos, y sólo de las dos fuentes y no de
una sola de ellas - lamentable error de los paleontólogos el haberse limitado a los
huesos fosilizados sin trascender al cerebro y a su función mental que pulsa tras esos
huesos-, extraeremos nuestras conclusiones teóricas.
En el año de 1974 fueron descubiertos los «fósiles muertos» del Australopithecus
32
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
afarensis, que tienen una realidad irrefutable, se ven, se tocan, se pesan, se cuentan en
un número de 52 piezas óseas, se miden, y son reveladoras de que ese australopiteco
era una joven a quien la muerte sorprendió a los 20 años de edad, y se encontraba en
pleno proceso evolutivo, a medio camino entre lo humano y lo bestial. Esta es una de
esas conclusiones que no permiten la entrada a la duda, tan palmaria como el montón
de huesos que, con indescriptible fascinación, miran y acarician sus afortunados
descubridores... Por este australopitecoatraviesa la flecha evolutiva procedente de los
peces, disparada hacia arriba, en dirección a novedosas formas homínidas, cada vez
más altas.
La otra dirección - la fuerza creadora-, la encontramos con la misma objetividad
empírica que los huesos, en un inequívoco «fósil vivo», que son los sueños,
exactamente iguales a los que hoy tenemos mientras dormimos, aunque con temáticas
y escenarios diferentes, y que merecen con toda legitimidad el nombre de fósiles
vivos, como pueden ser los cocodrilos que, soñolientos en los lechos de los ríos, son
el registro vivo de una estirpe de reptiles que se extinguió, como lo vimos, hace
muchísimos millones de años.
¿Soñaba el Australopithecus afarensis? Con absoluta certeza, soñaba. Este
fenómeno psicológico es registrable con la misma evidencia empírica que los 52
huesos fosilizados encontrados en Afar, Etiopía. ¿Qué nos garantiza con la misma
certeza empírica de los fósiles que el australopiteco tenía sueños mientras dormía?
Todos los estudios experimentales, como el ya citado de Jouvet; la gran autoridad de
Darwin y la nuestra muy modesta, sostienen que los Australopithecus afarensis - por
el hecho de ser mamíferos y mamíferos homínidos - mostraban ciclos en el dormir, en
los que las fases del sueño no MOR (sin movimientos oculares rápidos) eran seguidas
por fases de sueño MOR (con movimientos oculares rápidos), atonía muscular visible
externamente, y gran actividad eléctrica, observable internamente con el
electroencefalograma, prueba de que se hallaban soñando mientras dormían. ¡He
aquí, vivo, el fósil onírico!
El fósil pétreo nos prueba que en él se pone de manifiesto que el Australopithecus
afarensis era bípedo, erguido, tenía los brazos libres, las manos diestras, un cerebro
pequeño entre 450 y 500 cc, de buen tamaño en comparación con su altura de un
metro veinte centímetros, y prueba también que en él se ponía de manifiesto la
marcha evolutiva en ascenso. El fósil vivo neurobiológico nos revela que este
australopiteco poseía estructuras en la corteza de su hemisferio cerebral derecho
especializadas para la creatividad, siguiendo nuestro axioma de que todo animal que
sueña, no solamente crea los sueños mientras duerme, sino que crea cuando se
encuentra despierto, pues, ¿por qué esos neurocircuitos cerebrales que tienen la
capacidad de generar los sueños - que son evidentes creaciones, como lo dejamos
expuesto y continuaremos demostrándolo - no habrían de ser capaces de dotar al
individuo con facultades creadoras durante el día?
33
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
Pero el Australopithecus afarensis no era un simple mamífero soñador en el rango
evolutivo a que había llegado, sino todo un homínido muy avanzado, situado en un
nivel mucho más avanzado que nuestro primatoide homínido pre-australopiteco y que
los demás australopitecinos encontrados, el ramidus, el anamensis y el africano. En él
las estructuras creadoras del cerebro, producto de muchas mutaciones y sus
duplicaciones, se acumularon con el paso de los tiempos, y lo que sería una pequeña
población de neuronas en la corteza del cerebro del homínido prehistórico, en el
Australopithecus afarensis esa población de neuronas especializadas para crear debía
ser sustancialmente más desarrollada, con una fuerza expresiva de creatividad
cualitativamente superior. El hecho nos autoriza a sostener que el Australopithecus
afarensis era ya «casi» portador de una verdadera Función Creadora en su cerebro, la
primera función mental realmente moderna, que se perfeccionará lógicamente en el
ascenso de las especies homínidas que vendrán, pero que poseía ya todas las
condiciones neurológicas para expresarse, no sólo en los sueños y en los
comportamientos ingeniosos para sobrevivir y luchar, sino en actos de creatividad, en
invenciones materiales, que no pudieron hacerlas ni el primate prehistórico ni
posiblemente los australopitecos que le precedieron pues no se han encontrado
piedras o huesos trabajados intencionalmente asociados a sus huesos fósiles.
En este punto justo se traza la raya de separación entre el primatoide homínido
prehistórico y el Horno habilis, ya histórico, correspondiente al tramo evolutivo de
dos millones de años de duración de la Historia Universal, no, desde luego, al tramo
de historia propiamente dicha, que sólo lleva 12.000 años, desde el Neolítico, tal
como la concebimos nosotros en un novedoso concepto.
Esa creatividad organizada como Función Creadora, capacitó al Homo habilis
para realizar el primero y sensacional descubrimiento de las herramientas - que los
paleontólogos no enfatizan con la merecida fuerza, mucho más trascendente que la
teoría gravitatoria de Newton y la ley de la relatividad de Einstein, porque si el
primero partió de Copérnico y Galileo, y el segundo de Newton, el Homo partió de la
nada, pues no existían precedentes de las herramientas en la faz de la tierra-, y esta
invención establece una brecha de separación enorme entre el primatoide prehumano
y el ser humano, entre el australopiteco y el Homo; el australopiteco fue un bípedo
ingenioso, más no inventor de herramientas, y este hecho hace de él un animal
prehistórico.
Esto es lo que nos revela el fósil vivo de los sueños, en tanto que el fósil muerto
permanece mudo ante estos fenómenos, razón por la cual los eminentes paleontólogos
que realizaron la hazaña de descubrirlo no nos dicen absolutamente nada en relación
con esta maravillosa Función Creadora del Homo habilis.
Nada de extraño tiene que, para nosotros que hemos venido siguiendo el rastro de
la actividad creadora desde sus niveles animales como Pre-Función Creadora, con
manifestaciones de ingenio y recursividad apenas, ahora nos topemos con una
34
Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia
https://t.me/EbooksPsicologia
criatura genial - ¡el Genio primigenio de nuestra especie!-, inventora de utensilios
líticos, sin que el vocablo «genial» tenga nada de hiperbólico, pues la ocurrencia de
inventar una herramienta, la más elemental en apariencia, la más simple, como puede
ser una «humilde» astilla o lasca de piedra, exige de su descubridor, que jamás la ha
conocido, un estado mental de inspiración en el que «ve», no con los ojos de la cara
sino con mirada interior en un trozo de piedra informe el diminuto pedazo de piedra
con filo cortante por uno de sus lados para realizar una finalidad expresa, tan genial,
como cuando el escultor Miguel Ángel «ve» en el bloque de mármol a David en
trance de atacar a la fuerza bruta de Goliat, en pleno éxtasis de inspiración.
Dotado así su cerebro con una moderna Función Creadora, el Homo habilis se
convirtió en el fundador de la tecnología universal, al ser capaz de inventar una lasca
de piedra, en un acontecimiento revolucionario de infinitas consecuencias inmediatas
y a largo plazo, porque el Homo se transformaría al instante de herbívoro en
carnívoro y omnívoro, y se convertiría, además, en el precedente inevitable de toda la
tecnología.
¡Esto es crear herramientas, no «fabricar» herramientas, como dicen comúnmente
los antropólogos con suma ligereza!
El célebre paleoantropólogo Richard Leakey se expresa así de las que son tenidas
por muchos como «humildes» lascas de piedra:
La experiencia adquirida en los últimos años, tanto en la confección
como en el uso de útiles, ha incrementado sensiblemente el respeto por las
humildes lascas o astillas de piedra... Ni los chimpancés ni los papiones
emplean útiles cuando atrapan a sus víctimas o cuando las descuartizan: todo
lo hacen con sus extremidades y con sus dientes. Estoy convencido de que la
pequeña lasca de piedra fue un avance tecnológico decisivo, fundamental
para nuestros antepasados de dos o más millones de años... Si se examina
una de las lascas pétreas a las que se refiere Nick Toth, agrega Leakey, es
muy posible que no nos diga nada: mide 2 a 3 centímetros de longitud,
presenta un único borde cortante, y no tiene nada más de particular. Sin
embargo, Nick insiste: `Pero

Continuar navegando