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https://t.me/EbooksPsicologia https://circletech.club/registro/?usr=josias https://masterclassgratiss.blogspot.com/ LA ESPECIE HUMANA CREADORA 3 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia 4 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia ¡EL GENIO! LA ESPECIE HUMANA CREADORA 5 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I.-LOS SUEÑOS SON LAS PULSACIONES DEL GENIO DE LA ESPECIE HUMANA CAPÍTULO II.-EL CEREBRO CREADOR Y EL GENIO DE NUESTRA ESPECIE. EL AZAR Y LA NECESIDAD EN EL ORIGEN DEL GENIO CAPÍTULO IIII.-SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL GENIO Y EL SOÑADOR. LA GRAVE OMISIÓN DE ROGER SPERRY AL NO REGISTRAR LAS FUNCIONES CREADORAS INCONSCIENTES DEL HEMISFERIO CEREBRAL DERECHO. LAS NEURONAS CREADORAS TRABAJAN CON SINAPSIS ELÉCTRICAS, Y LAS NEURONAS RACIONALES TRABAJAN CON SINAPSIS QUÍMICAS CAPÍTULO IV-EL CREADOR GENIAL CAPÍTULO V-EN EL SOÑADOR COMO EN EL GENIO LA ACTIVIDAD CREADORA NO CUENTA CON LA INTERVENCIÓN DEL YO CONSCIENTE CAPÍTULO VI.-EL GENIO Y EL MODERNO CONCEPTO DEL INCONSCIENTE: EL INCONSCIENTE NEUROGENÉTICO HEREDADO, Y EL INCONSCIENTE AMBIENTAL ADQUIRIDO (INCONSCIENTE NEUROBIOLÓGICO INNATO; INCONS- CIENTE ADQUIRIDO). PERSPECTIVA HACIA EL FUTURO DE NUESTRA ESPECIE CREADORA BIBLIOGRAFÍA 6 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia 1 Descubierto por Darwin el misterio de la evolución de las especies, nos encontramos en la actualidad ante el misterio del origen y la naturaleza del genio, que compele al investigador a sumergirse en profundidades que están más allá del individuo mismo, inexplicable por sí solo, pues tiene raíces que se hincan en territorios ignorados hasta el día de hoy. A quienes han escrito biografías de personajes ilustres, debe haberles quedado la íntima sensación de un incolmable vacío cuando dieron por terminado su trabajo, por minuciosamente documentado que lo hubieran hecho, con todos los testimonios particulares e históricos que rodearon al protagonista objeto de su estudio. Al menos, esta ha sido nuestra experiencia como biógrafos, vaga al comienzo y perfectamente clara después: para comprender el maravilloso fenómeno humano del genio debemos proyectarnos muy lejos y salirnos de las reducidas órbitas del hombre particular. Por esto llamamos al genio el misterio de los misterios. ¡Grande es la ansiedad que nos devora por entender lo que define al genio, los resortes escondidos que accionan desde el fondo de su ser para dar a luz esos prodigios del conocimiento que muy pocos alcanzan, cuál es su origen, de dónde sale, si pertenece a una raza aparte o si tiene algo de supernatural! El entendimiento nos aconseja callar, por lo menos al principio. Es preferible el asombro y el silencio de los simples que se inclinan delante del misterio, antes que precipitarnos a definir lo que de suyo es indefinible, porque el genio es apenas una estrella dentro de la galaxia que lo condiciona y explica. Podríamos ciertamente lanzarnos a acumular sobre el genio todos los epítetos que califican la grandeza, diciendo que es el ser extraordinario, que tiene una mentalidad fulgurante de la que brotan intuiciones luminosas, que inventa lo que es nuevo y original, que sacude las épocas y pone en marcha las sociedades estancadas y estériles, que impone revolucionarios conceptos en la música, en la arquitectura, en la pintura, en la poesía y en la escultura, que le imprime insospechados virajes a la ciencia, que descubre leyes y teorías que modifican la concepción tradicional del universo, que los genios son los hombres que se adelantan a su tiempo y anuncian la llegada de nuevas eras. Sí, pero todo esto y muchísimo más que pudiéramos agregar, es apenas el efecto de su acción, el resplandor externo que lo rodea, no el genio, por cierto. Al genio no llegamos por un camino sembrado de adjetivos, porque entonces nos quedamos 7 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia embobados de admiración, mudos, como cuando miramos un cielo estrellado sin que nos asista el conocimiento de las leyes que subyacen a ese paisaje nocturno, enteramente sentimental. Ni unos predicados, ni una definición simplemente descriptiva satisfacen el grave interrogante que plantea el genio. Nosotros no daremos una definición taxativa del genio, puesto que lo que aparece cuando nos fijamos en él es una corriente de creatividad que fluye de muy atrás en el tiempo, desde el primatoide homínido animal, se ensancha con el paso de los millones de años, y atraviesa el cuerpo entero de nuestra especie para llegar hasta nosotros. Como la savia de un inmenso árbol que asciende con sus ramas y sus hojas, esa corriente de creatividad nutre, uno por uno, a todos los hombres y mujeres del planeta, los de ayer y los de hoy. Ahora bien, de esta savia creadora universal irrum pen también las personas geniales. A este estanque creativo común debemos remitirnos cuando quiera que hablemos del genio individual. DEL GENIO DE LA ESPECIE BROTA EL GENIO INDIVIDUAL No entendemos al genio aislado, desvinculado del conjunto. La colectividad lo necesita y él no se explica sin la colectividad. Pero, además, probaremos el lazo íntimo que une al genio con el resto de los seres humanos. De esa corriente creadora de nuestra especie bebemos todos, genios y hombres del común. Existe un punto de contacto en que nos nivelamos todos y nos nivelamos por lo alto. Así, no debe formarse una aristocracia de genios al lado de la masa humana sin valor, una élite privilegiada mentalmente frente a una multitud retardada. Esta comunidad humana, fundada en los nexos mentales que nos reúnen a todos como miembros de la misma especie -y que se impone por encima de las divisiones entre pueblos, razas y clases sociales - le confiere un insospechado interés al estudio del genio, pues al comprender su estructura mental nos habla de la estructura mental del ser común, y al conocer el fondo mental de éste, nos revela dimensiones de la contextura mental de aquél... Se abren, de este modo, las puertas para fundar y comprender la moderna psicología de la humanidad como un todo y para tener un conocimiento más amplio de las funciones mentales del cerebro. Los genios individuales, incomprensibles por sí solos, nos conducen, como llevados de la mano, hacia esa fuente común de creatividad que circula dentro de nuestra especie y que se reparte entre la infinidad de individuos que la componen. Veremos en las páginas de este libro cómo se manifiesta la actividad creadora en cada persona y de qué manera se emparenta con el genio. Por otra parte, y en lo que a los genios en concreto se refiere, si tenemos en cuenta la unidad de la especie humana, es posible señalar una línea de continuidad entre todos ellos, porque los genios no son casuales, sino que surgen como una necesidad intrínseca, ya que sin ellos sería incomprensible la evolución en su recorrido ascendente contando apenas con las mutaciones y recombinaciones genéticas. Sin los 8 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia genios de todos los tiempos, la evolución de nuestra especie no habría tenido fuerzas para sortear sus momentos críticos, y se habría estancado en su movimiento, porque el genio es, lo fue siempre, un factor indispensable de evolución. El genio no es un lujo, es una necesidad de la humanidad. El genio es creación, y en este punto preciso se hallan de acuerdo los investigadores modernos del fenómeno. Mas esta concordancia corre el riesgo de convertirse, y de hecho se ha convertido en un lugar común, sin poder alguno de convicción, en tanto no se determine la dinámica interior del genio para echar a andar su creatividad, en tanto no se explique el accionar de su cerebro para transformarse en un cerebro creador, en un cerebro que genere poderosasintuiciones inmediatas sin que medien prolongados raciocinios, un cerebro que invente de manera original, que descubra lo desconocido, que desgarre los velos que encubren el misterio. ¡Esta es la obligación del científico! Y no encontramos que en parte alguna se cumpla con este imperativo, razón por la cual el genio continúa siendo un enigma indescifrable. Llegar hasta el instante justo en que el genio consigue desplazarse desde el estado mental cotidiano a la región insólita donde prende la rara planta de la creatividad para sorber sus jugos, es un difícil reto, pero clave para comprender cómo funcionan esos cerebros extraordinarios, reto que nosotros asumimos y desarrollamos minuciosamente - sin temor siquiera a la redundancia - a lo largo de esta investigación, cuyo proceso comienza con la primera línea y no alcanza su cometido hasta la última. Porque para razonar no se requiere mayor esfuerzo. Bien o mal, el razonar es el pan nuestro de todos los días. Vivimos haciendo raciocinios. Nuestro cerebro nos capacita para pensar racionalmente de manera espontánea. Si hay raciocinios difíciles, ello se debe a la complejidad del asunto que nos motiva, no al raciocinio en sí mismo. A partir de un conocido momento de la historia nos convertimos en animales racionales y actuamos en consecuencia. ¡Otra cosa es crear! El razonar, cuya importancia para la existencia nadie discute, se halla en el reino de lo ordinario. Para crear debo salirme de las fronteras de lo ordinario, debo transformarme, ser otro, hallarme en éxtasis, es decir, estar fuera de mí, abandonar lo cotidiano e irme más allá de la razón, pues la razón, por sí misma, nada crea. Pero esto sólo puede hacerlo el genio. Por eso, en sus momentos de inspiración, lo sorprendemos absorto, ausente del entorno real, mirando hacia dentro, concentrado profundamente para que el cerebro lo redima con la intuición novedosa - que él no ha podido elaborar con argumentos racionales - que despeje la incógnita del problema que en ese momento lo desvela. Este estado de absorción y ensimismamiento en que se encuentra el genio cuando se halla en trance de crear, no debe aprenderse de una manera superficial ni menos descriptivamente con epítetos, sino que el conocedor del fenómeno tiene también el 9 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia compromiso de transformarse un poco, hasta donde sus capacidades lo permitan y, como todos somos creadores, mucho podemos hacer para vivir intensamente lo que significa estar absorto, ido, extático, pues en frío no se llega a la hondura de ese estado psicológico, y deberemos contentarnos con un conocimiento meramente intelectual. No es imposible conseguir esa participación en el rapto de enajenación del genio. Ya sostuvimos que, siendo creadora nuestra especie humana, a todos nos llega, en mayor o menor medida, algo de esa creatividad, que no es patrimonio exclusivo de los genios, y que, si bien no podemos llegar a sus abismos, sí es posible acercarnos a ellos para entender el milagro que realizan. En verdad, los genios contradicen una ley de la naturaleza del cerebro, según la cual sólo nos está permitido tener acceso a las funciones mentales donde gobierna la fría lógica de todos los días. Efectiva mente, para funcionar con todo su cerebro, los genios deben realizar la hazaña de alterar el logro supremo de la evolución, cuando dejó establecido que en la vida diurna debíamos valernos exclusivamente de las facultades mentales conscientes, y ellos, sin embargo, tienen además a su disposición todo el haz de funciones inconscientes. De allí la riqueza y penetración de su entendimiento que tanto nos asombra... Para encarar el compromiso que plantean el genio de nuestra especie y los genios individuales, nos hemos servido de instrumentos de conocimiento desconocidos por la comunidad científica internacional, que hemos descubierto en muchos años de investigación y que se irán poniendo de manifiesto en la medida en que avancemos en esta demostración. II Por constituir un fenómeno que se destaca inmediatamente y se impone a la mirada, el genio siempre atrajo la atención de los pensadores. Platón como artista y Aristóteles como filósofo, se sintieron vivamente interesados por desentrañar la esencia del poeta, del artista, del hombre de estado, llegando Platón a pensar que algo de divino debían tener, en tanto que a Aristóteles le sorprendió que todos ellos estuvieran tocados por la melancolía. Ni en los círculos intelectuales, ni en los medios populares, jamás se detuvo el asombro por la aparición del genio, ni se han cerrado los interrogantes que plantea, traduciéndose muchas veces en admiración por el héroe, siendo que los pueblos tienen una arraigada necesidad de veneración, entre mística y religiosa, por los hombres sobresalientes señalados con un nimbo de misterio. Los enciclopedistas del siglo xviii, Diderot el primero, participaron del asombro que despierta el creador, y fueron en el siglo siguiente Moreau de Tours, Mobius y César Lombroso, quienes destacaron la «locura» de estos seres excepcionales, 10 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia quedando establecida la ecuación «Genio y Locura», acuñada por Lombroso, que perdura con una fuerza que llama la atención en los estudiosos modernos del genio. La excesiva preocupación por las cuestiones sexuales le restó todo interés por el genio y la creatividad a Sigmund Freud. En nuestro libro Freud. Biografía crítica, 1976, pusimos de manifiesto esta opacidad de Freud por un fenómeno tan importante de la psicología humana. Decíamos en esta biografía que Freud se interesó por los «contenidos» y los significados de la obra de arte, como indagar cuáles habían sido los motivos inconscientes del artista para realizar tal o cual obra, pero que no fue sensible al misterio de la creación: He de confesar ante todo - decía Freud - que soy profano en cuestión de arte. El contenido de una obra de arte me atrae más que sus cualidades formales y técnicas, a las que el artista concede, en cambio, la máxima importancia. Para muchos medios y efectos del arte me falta en realidad la comprensión debida (pág. 31). El Psicoanalista Ernst Jones, biógrafo oficial de Freud, lo explica de manera clara cuando afirma: Freud se daba cuenta, perfectamente, de que su sentido estético había quedado en un estado primitivo y nunca fue cultivado como un conocedor de arte. Lo atrajo un instinto más fuerte, el de la curiosidad. Cuando, como ocurría a menudo, se sentía muy emocionado por una obra de arte, no podía abstenerse de hacer todos los esfuerzos posibles por descubrir qué era lo que lo había conmovido, y además qué era lo que había llevado al autor a producir esa obra. Esta intensa preocupación eclipsaba todo interés por lo que él llamaba simplemente técnica del arte, lo que para la mayor parte de los artistas es todo el arte». (Vida y obra de Sigmund Freud, vol. III, pág. 432, 1959). Y es que Freud no ve más que resortes instintivos en el creador: Es una persona urgida por necesidades instintivas demasiado clamorosas. Ansía obtener honores, poder, riqueza, fama y el amor de las mujeres, pero carece de los medios para lograr tales gratificaciones. De modo que como cualquiera que sienta un anhelo insatisfecho, se aparta de la realidad y transfiere todos sus intereses y toda su libido a la realización de sus deseos en el mundo de la fantasía... Un verdadero artista sabe cómo elaborar sus sueños de tal modo que desaparezca de ellos la nota personal que molesta a los oídos de los demás de modo que resulten agradables. Además posee la misteriosa habilidad de moldear su material hasta expresar fielmente las ideas de su fantasía (pág. 32). Freud se halla poseído por las fantasías instintivas a las que paga un enorme tributo, de aquí que no sea extraño oírle decir: 11 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia [...] el mecanismo de la creaciónliteraria es el mismo que el de las fantasías histéricas... Los instintos insatisfechos, agrega, son las fuerzas impulsoras de las fantasías, y cada fantasía es una satisfacción de deseos (pág. 33). En diferentes momentos de su carrera, Freud confiesa su incapacidad para penetrar en el enigma de la creación. En su conocido ensayo sobre Leonardo da Vinci llega a la siguiente conclusión: «Dado que el talento y la habilidad del artista están unidos íntimamente a su capacidad de sublimación, tenemos que admitir que también la naturaleza del logro artístico nos es inaccesible psicoanalíticamente». En el año de 1913, declaraba abiertamente: «De dónde saca el artista su capacidad creadora no es una cuestión que corresponda a la psicología»... En el año 1925, la negativa es aún más tajante: El psicoanálisis «no puede hacer nada para dilucidar la naturaleza del don artístico»... Y, por último, en su ensayo sobre Dostoyevsky, confiesa una absoluta impotencia delante del magno fenómeno psicológico de la creación: «Desgraciadamente, el Psicoanálisis tiene que rendir sus armas frente al problema del creador literario». Su curiosidad natural que buscaba afanosamente instintos ocultos descaminó a Freud de la ruta que conduce a los grandes problemas de la mente humana (pág. 34). En el año 1954 apareció traducido del alemán el clásico libro del distinguido psiquiatra Ernst Kretschmer, Hombres Geniales. Al definir el genio Kretschmer va directamente al «aparato psíquico» que lo condiciona, aunque jamás profundiza en el significado de tal aparato psicológico: El valor intrínseco del hombre genial no radica en las normas determinantes de un ideal moral o estético, sino en el hecho de ser él por predisposición hereditaria, poseedor de un aparato psíquico capaz de producir en mayor grado que otros unos valores estéticos o vitales positivos (pág. 5). Sin llegar a extremos como Lombroso para quien el genio es una forma de degeneración y locura, Kretschmer no es ajeno a esta tradición de psiquiatras que, en lugar de centrarse en la estructura mental del creador, destacan su cercanía con el enfermo mental, y ya desde el comienzo del libro da a entender el sesgo psicopatológico de su metodología: «Se vislumbran, dice, los esfumados límites entre productividad creadora genial y locura. Y enumera una extensa lista de genios que han padecido la enfermedad mental, acentuando el defecto y minimizando el don creativo... «Lo único que puede afirmarse - agrega - es que las enfermedades mentales, muy particularmente los estados psicopáticos limítrofes, son más frecuentes entre los geniales que entre el promedio de la población». Y llega hasta el punto de preguntarse si la enfermedad es una parte esencial de la estructura íntima de la propia genialidad. 12 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Sin embargo, Kretschmer reacciona contra su enfoque patobiográfico del genio, y, aunque no lo corrige, sí deja entrever que valora las excepcionales capacidades del creador: «La psicopatía como tal no es ciertamente un billete para el Parnaso», Kretschmer, Hombres Geniales (pág. 15). Kretschmer enfatiza con toda decisión que el genio es hereditario. Cree que los antepasados condicionan genéticamente al genio y repasa familias de personas ilustres pero nunca geniales que se hallan en los orígenes del hombre creador. Se remite aún a una experiencia con gemelos idénticos, pero no encontramos un solo caso en que haya una concordancia que muestre que los dos hermanos fueron genios. El hecho de que existan genios verdaderos sin antecedentes destacados, como Kant, Fichte y Haydn, refuta la hipótesis de la heredabilidad del genio. Kretschmer dubita, y ya sostiene que «la patología sólo produce rendimientos negativos», o ya sostiene lo contrario: Si eliminásemos de la constitución de tal hombre genial el factor psicopatológico hereditario, ese fermento de inquietud demoníaca, no nos quedaría más que un individuo bien dotado, pero corriente (pág. 18). Y tanto acude Kretschmer a los factores patológicos que cae al fin en el grave error de ver en la enfermedad no una alteración externa sino una condición esencial para entender al genio: Este elemento parcial psicopatológico que se presenta con una tenacidad constante en el genio, no es solamente una lamentable condición absoluta exterior del hecho biológico, sino un componente esencial interior imprescindible, un fermento indispensable, tal vez, de toda genialidad en el sentido más estricto de la palabra (pág. 18). Advierta el lector cómo, a falta de argumentos científicos para entender al ser creador, este autor, como otros de los últimos años del siglo xx y de los primeros del xxi, se consagran a destacar sus rasgos enfermizos que le son com pletamente externos, pero a fuerza de cultivarlos acaban por considerarlos como el «motor» esencial del genio. Es una clara deformación profesional que los lleva a mirar puntualmente el síntoma psiquiátrico, que les impide ver al genio en sí mismo, independientemente de que sea sano o enfermo. En el año de 1996, apareció el libro El talento creador escrito por el profesor español Francisco Alonso Fernández, en el cual señala: En el origen del genio concurren a la vez excepcionales influjos genéticos y ambientales que se interrelacionan íntimamente... La plataforma disposicional hereditaria del genio obedece a la aparición de una mutación o variación genética brusca y extrema, que no se deja inscribir en ninguna 13 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia forma de herencia sistemática o metódica. Por eso, el talento creador constituye un salto que no suele transmitirse de padres a hijos. De aquí que abunden los genios surgidos en el seno de familias comunes y hasta mediocres, como si fueran producto de la casualidad (págs. 165-166). En lo que respecta a la enfermedad en el genio mantiene el siguiente criterio: El trastorno psicótico de grado ligero o medio, de tipo hipertímico o esquizofrénico, puede convertirse en un resorte activador de la creatividad, a la vez que la modula con nuevas orientaciones... En suma, la perturbación mental actúa en todas estas ocasiones como una enzima o un fermento que activa el proceso creador. Lo que no puede hacer es generar de por sí la capacidad creativa ni convertir a una persona mediocre en un genio (págs. 267-269). La Dimension Intuitiva, es una obra de Philipe Goldberg, que se centra exclusivamente en el fenómeno de la intuición. Es un libro pedagógico que parte de la convicción de que «todos somos intuitivos y todos podemos ser más intuitivos» si se siguen algunas normas de aprendizaje que el autor señala. Destaca Goldberg que «en gran medida la intuición ha sido una preocupación superficial en occidente, donde el modo más honrado de conocimiento ha sido el empirismo racional, gracias, en gran medida, al asombroso éxito de la ciencia». Es el caso que pedimos razones como explicación, no pedimos intuiciones como garantía de verdad. El autor aclara enfático que «si la razón y la observación empírica encausan el curso de los descubrimientos y la pasión por la verdad provee el combustible, es la intuición la que contribuye con la chispa» (pág. 23). Piensa Goldberg que en los tiempos que vivimos se están dando las condiciones científicas para la comprensión de la intuición: «Los nuevos descubrimientos acerca del cerebro, la creciente aceptación de las limitaciones del cientificismo, y las ideas que nos llegan de las enseñanzas antiguas y de la psicología actual, crean una atmósfera intelectual más receptiva para la comprensión de la intuición». La intuición, dice, sugiere espontaneidad e inmediatez. El conocimiento intuitivo no está mediatizado por un proceso consciente o racional deliberado. Utilizamos el término cuando sabemos algo pero no sabemos cómo lo sabemos... La intuición se experimenta como no secuencial. Es un estado único en oposición a una serie, una instantánea en oposición a una películay a menudo suele producirse cuando menos se la espera. La intuición es inexplicable (pág. 36). Philipe Goldberg, tiene sus ideas bien claras sobre la localización cerebral de la intuición: Es fácil comprender, afirma, por qué la intuición está ubicada en el 14 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia hemisferio derecho. Algunas de sus cualidades coinciden mucho con las funciones del cerebro derecho. El conocimiento intuitivo puede ser vago y carecer de contenido lingüístico, mientras que el conocimiento al que se llega por medio de la razón generalmente está expresado en palabras y depende de una categorización exacta de símbolos y conceptos. La intuición es una experiencia instantánea y global que reúne significados y el cerebro derecho parece procesar información de manera simultánea... El funcionamiento en secuencias del hemisferio izquierdo se presenta como antítesis de la intuición (págs. 131-132). Pero estas localizaciones, aclara Goldberg, no deben hacernos olvidar que el «cerebro funciona de manera integrada, como un todo». Mentes Creativas, es el libro de Howard Gardner, publicado en 1995. Gardner es el conocido autor de la teoría de las inteligencias múltiples y, del mismo modo, sostiene que existen varias formas de creatividad. Pero el autor pone de manifiesto que creatividad no es equivalente a inteligencia: La creatividad no equivale en modo alguno a la inteligencia... Un individuo puede ser mucho más creativo que inteligente o mucho más inteligente que creativo (pág. 38). Para Gardner no cabe duda que «importantes dimensiones de la creatividad adulta, tienen sus raíces en la infancia del creador», y agrega: «Para un psicólogo evolutivo el estudio de la creatividad está anclado necesariamente en el estudio del desarrollo humano» (págs. 47-49). Y, en cuanto a la razón de ser del genio, Gardner opina que intervienen causas de orden genético y cultural: «Creo que en el prodigio existe un importante componente genético o neurobiológico: algo hay en la estructura o funcionamiento del sistema nervioso de Mozart, del ajedrecista Bobby Fischer o del matemático Carl Gauss que les hizo alcanzar de un modo extraordinariamente fácil una maestría inicial de las normas implicadas en los tonos musicales, en la configuración de las piezas de ajedrez o en las posibilidades de combinaciones numéricas respectivamente. Pero aún los observadores impresionados por la «preparación» neurobiológica del prodigio, deberían reconocer los aspectos culturales del fenómeno», pág. 156. Creatividad, es el tratado del Profesor Mihaly Csikszentmihalyi, de la Universidad de Chicago, 1998. El Profesor Csikszentmihalyi valora en alto grado la creatividad. La mayoría de las cosas que son interesantes, importantes y humanas son resultado de la creatividad. Compartimos el 98 por 100 de nuestra composición genética con los chimpancés. Lo que nos diferencia de ellos - 15 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia nuestro lenguaje, valores, expresión artística, inteligencia científica y tecnológica - es el resultado de una ingeniosidad individual que ha sido reconocida, recompensada y trasmitida a través del aprendizaje. Sin creatividad, sería verdaderamente difícil distinguir a los seres humanos de los monos (pág. 16). Su criterio sobre la creatividad no destaca especialmente a la persona creadora, sino que para él lo importante es el medio sociocultural en el que se encuentra. La creatividad para él es un fenómeno sistémico: Si por creatividad entendemos una idea o acción que es nueva y valiosa, no podemos aceptar sin más el relato de una persona como criterio de su existencia. No hay manera de saber si un pensamiento es nuevo si no es por referencia a algunos criterios, y no hay forma de saber si es valioso hasta que pasa la evaluación social, Por tanto, la creatividad no se produce dentro de la cabeza de las personas, sino en la interacción entre los pensamientos de una persona y un contexto sociocultural. Es un fenómeno sistémico, más que individual. Siguiendo este criterio, encuentra que el sistema creador tiene una jerarquía compuesta por tres partes. La primera, es el campo o conjunto de reglas y procedimientos simbólicos, como pueden ser las matemáticas o la economía o la astronomía o la psicología o las ciencias naturales. Estos campos se ubican dentro de una cultura o una socie dad particular. La segunda parte del sistema creador es el ámbito, es decir, los expertos que deciden si una idea nueva debe o no ingresar en el campo, si el descubrimiento matemático, por ejemplo, merece ocupar un sitio importante en el campo de las matemáticas en un momento dado de la cultura. Sólo en tercer lugar, viene la persona como individuo creador. La creatividad tiene lugar entonces cuando una persona, usando los símbolos de un dominio dado, como la ingeniería, la música, la economía, las matemáticas, tiene una idea nueva, y cuando esta novedad es seleccionada por el ámbito correspondiente para ser incluida en el campo oportuno (pág. 46). Concluye el Profesor Csikszentmihalyi: La definición que se sigue de esta perspectiva es: creatividad es cualquier acto, idea o producto que cambia un campo ya existente, o que transforma un campo ya existente en uno nuevo. Y la definición de persona creativa es: alguien cuyos pensamientos y actos cambian un campo o establecen un nuevo campo. Es importante recordar, sin embargo, que un campo no puede ser modificado sin el consentimiento implícito o explícito del ámbito responsable de él... Lo que cuenta es si la novedad que produce es aceptada con vistas a ser incluida en el campo. El genio estaría sometido, según este criterio, a la venia del medio sociocultural, y 16 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia lo que vemos, al contrario, es que rompe con los convencionalismos y revoluciona las costumbres existentes, los símbolos y los valores. Siguiendo este modo de enfocar la creatividad, Mendel no fue creativo hasta después de su muerte, cuando los genetistas británicos a fines del siglo xix reconocieron su valor. Rafael fue creativo cuando la colectividad se sintió movida por su obra. Bach no fue creativo hasta que Mozart y Mendelssohn lo rescataron del olvido. Una descripción más objetiva de la contribución de Van Gogh es que su creatividad empezó a existir cuando un número suficiente de expertos en arte se die ron cuenta de que sus pinturas tenían algo valioso que aportar al campo de la pintura (pág. 48). Consecuente con esta tesis, llega a la siguiente conclusión: La razón por la que vacilo a la hora de escribir acerca de la personalidad profunda de los individuos creativos es que no estoy seguro de que haya mucho sobre lo que escribir, puesto que la creatividad es la propiedad de un sistema complejo, y ninguno de sus componentes puede explicarla por sí solo. La personalidad de un individuo que pretende hacer algo creativo debe adaptarse al campo particular, a las circunstancias de un ámbito concreto, que varían con el tiempo y de un campo a otro (pág. 78). Dejando a un lado estas ideas que pueden ser discutidas, lo admirable de esta obra es su decidido reconocimiento de la creatividad como un hecho característico de la especie humana. No hay ninguna duda de que la especie humana, afirma, no podría sobrevivir, ni ahora ni en los años venideros, si la creatividad se extinguiera... Nos guste o no, nuestra especie se ha hecho dependiente de la creatividad... Ser humano significa ser creativo (pág. 360). Marcados con fuego, 1998. Es un libro escrito por la psiquiatra Kay Jamison, profesora de la Universidad Jhon Hopkins de los Estados Unidos y especialista en las enfermedades maníaco depresivas. Aunque aclara que no todos los hombres de genio sufrieron esta enfermedad, sus datos muestran la fuerte relación estadística que existe entre esa patología del humor y la presencia de la agudeza perceptiva, la originalidadcreativa, la innovación, la productividad y la riqueza de la sensibilidad del creador. La autora relaciona la hiperactividad de la enfermedad maníaca con el genio, sin duda porque desconoce la dinámica del creador, que incluye el entusiasmo, los estados de intensa concentración y exaltación, la meditación profunda y la alegría, de acuerdo con el momento del proceso creador. El entusiasmo, por otra parte, es una emoción natural de los seres humanos y no tiene porqué ser calificado como manía. 17 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Es inaceptable este reduccionismo de todos los cambios de humor a la enfermedad maníaco depresiva: Muchos de los cambios de humor, dice la doctora Jamison, de pensamiento y de percepción que caracterizan los estados maníacos leves - la inquietud, la ebullición, la expansividad, la irritabilidad, la grandiosidad, los sentidos más acelerados y más bien afinados, las intensas experiencias emocionales, la diversidad del pensamiento y la rapidez de los procesos asociativos - son también característicos del proceso creador (pág. 111). Por ignorar esa dinámica interior de la creatividad del genio, la autora identifica los estados de ánimo por los que atraviesa el genio con los estados maníacos o hipomaníacos. Y a todo lo largo del libro se siente el interés de descubrir al maníaco depresivo detrás del creador en el momento de la inspiración. Todo lo contrario, aún en un creador maníaco depresivo como Goethe, es posible distinguir cuándo su entusiasmo es propio de la fuerza creativa y cuándo es maníaco; cuándo es reflexivo y cuándo depresivo. Como lo señalamos al hablar de Kretschmer, se pasa con harta frecuencia del diagnóstico de la enfermedad - lo que en sí mismo es loable - a la sugerencia de que la esencia de la enfermedad y la esencia del genio tienen una raíz común: «Hay concluyentes pruebas científicas y bibliográficas que vinculan el trastorno maníaco- depresivo y su temperamento con la imaginación y la expresión artística», sostiene Jamison. Cita el caso de Ernest Hemingway, suicida y maníaco depresivo. Mas es preciso que hagamos una aclaración de fondo. La enfermedad maníaco depresiva es hereditaria. El genio no lo es. En el árbol genealógico de Hemingway hay depresivos y suicidas, pero no genios. Este árbol genealógico trasmitió la enfermedad a Hemingway, pero no el genio. Por la enfermedad, se suicidó, no por el genio. Los hijos de Hemingway, heredaron también la enfermedad - ¡la enfermedad de Hemingway!-, no el genio de Hemingway. En consecuencia, aún en un enfermo claro como Hemingway, es posible hacer la diferenciación neta entre enfermedad y genio. La enfermedad fue perturbadora y lo condujo al alcoholismo y al suicidio. El genio lo redimió y lo hizo inmortal (pág. 217). El Genio y La Locura, 1998. El autor, Philippe Brenot, psiquiatra francés, se coloca en la línea que viene de Aristóteles y se continúa modernamente con Moreau de Tours, Mobius, Galton, César Lombroso y Kay Jamison, que destacan la proximidad que existe entre el genio y el loco, y descuidan los caracteres que distinguen la naturaleza íntima del genio propiamente dicho. Esta vieja idea del parentesco entre genio y locura - dice Brenot - encuentra en la actualidad argumentos de respuesta en una nueva concepción psiquiátrica de los trastornos del humor, que ilumina el misterio de la 18 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia creatividad y enriquece la lectura psicoanalítica del movimiento creativo. La obra parece nacer de una sabia mezcla de la dificultad de ser y un factor energético constitucional, el mismo que ha animado a todos los creadores de universos, a todos los aventureros de lo imposible, poetas, magos, profetas, pintores, inventores, músicos, políticos... Rimbaud, Schumann, Goethe, Van Gogh, Mozart, Hemingway, Balzac, Flaubert, Nietzsche, Miguel Ángel, Rousseau, Picasso... La exaltación creadora es íntima de la melancolía, hermana de la depresión e hija de la manía, pero también pariente cercana de la locura cuando la obra ya no consigue contener todos los efectos (pág. 11). A fin de sostener la tesis de que ha existido una tradición que prueba la cercanía entre el genio y la locura, Brenot convierte el extraordinario don intuitivo del demonio socrático, en un síntoma psiquiátrico: «El prototipo griego del genio, enfatiza, ya presenta una similitud con la demen cia: es el «demonio» de Sócrates, que servirá de modelo a la psiquiatría del siglo xix para argumentar su discurso sobre la proximidad entre el genio y la locura». Sin embargo, el autor oscila, y pasa de la demostración de la locura a la afirmación de los dones superiores del creador. Su definición del genio se funda en los siguientes puntos: el carácter particularmente innovador de la obra; una obra que rompe con la de sus contemporáneos; un reconocimiento público, amplio y duradero; la hipótesis, que nunca desarrolla, de que el genio tiene un aparato psíquico peculiar; la existencia o no de predisposiciones. Todo el libro despliega una estrategia invariable, en la que a las afirmaciones sobre la patología del creador, sigue, por temor a que la crítica le llame la atención sobre su insistencia en lo patológico, la descripción de los rasgos sobresalientes del genio. Comentando la gran producción del novelista francés Georges Simenon, Brenot hace el siguiente comentario: Esta impresionante producción denota una energía fuera de lo común que a los psiquiatras nos recuerda la hiperactividad de los episodios maníacos o, al menos, de las personalidades hipomaníacas, y que presenta en un grado menor esa exaltación del estado de ánimo y esa efervescencia de las ideas (pág. 59). Desconociendo el cerebro del genio, Brenot pasa de los señalamientos de la patología del genio, a mostrar esa patología como «constitutiva» del ser genial: «Una vez más encontramos la depresión en el camino de la creatividad, lo que lleva a pensar que un núcleo depresivo, en el sentido de una potencialidad interna de la personalidad, es constitutivo del ser genial». ¡Esto es lo grave, porque pasamos a entender al genio en función de la enfermedad!, pág. 115. 19 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Sí, los genios son humanos y pueden enfermar como los demás, pero no buscamos la enfermedad en el ser genial, sino su creatividad. Es por esto, por poner el acento en la enfermedad, que Brenot declara: La alquimia del genio es secreta; no es posible penetrarla. Algo más: Si he desarrollado extensamente la idea de una psicopatología asociada con gran frecuencia al genio y a la creación - era el objeto de este libro-, ha sido también para tratar de poner de relieve unas tendencias de ese carácter según el estilo sensorial y la forma de pensamiento. (La cursiva es nuestra). La confesión final de Brenot es elocuente: ¿No tiene usted una tendencia excesiva a destacar los rasgos patológicos?, se me dirá. ¿No selecciona a los individuos más apropiados para esta investigación a fin de reducir la historia del arte, de la música y de la literatura a unos cuantos ejemplos que no pueden ser representativos de la realidad? (págs. 239-240). Supercerebros, 2003, escrito por el ensayista científico francés, Robert Clarke. El autor se remonta bien lejos en el pasado: Desde los más remotos tiempos prehistóricos, desde la fabricación de los primeros utensilios de sílex, se han ido sucediendo miles de creadores que han hecho evolucionar nuestra cultura». Y agrega: «Los auténticos genios son un bien precioso para toda la humanidad: su obra tiene una importancia tal que el mundo ya no es el mismo tras su paso por la Tierra... La naturaleza de los genios, la razón de su aparición y el funcionamiento de su cerebro siguen siendo profundos misterios, que quizá jamás lleguen a esclarecerse... Son creadores constantes y trabajadores imaginativos, pero también pacientes y fecundos, mentes brillantes ypersonas de fuerte carácter, y han dejado en su disciplina y en su época una huella indeleble (págs. 13-15). Los grandes creadores - afirma Clarke - tienen problemas para explicar la génesis de sus obras, pero muchos de ellos insisten en que a veces lo que crean les parece independiente de ellos mismos, como si el acto de crear no fuera algo totalmente razonado, sino debido en gran medida a la intuición, al inconsciente. Todos los grandes creadores, físicos, poetas, músicos o pintores, confirman que la intuición, es decir, el conocimiento espontáneo que no está respaldado por razonamiento lógico alguno, desempeña un papel esencial en la elaboración de una obra genial (pág. 120). Los grandes creadores, como dice el Dr. Grasset, son durmientes despiertos, perdidos en su abstracción inconsciente... El inconsciente que se manifiesta tanto en los sueños como en las ensoñaciones diurnas, como bien saben muchos creadores, presenta la inmensa ventaja de permitir todas las libertades de pensamiento. El inconsciente funciona sin reglas, sin disciplina 20 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia lógica, en un desorden aparente, propicio a las creaciones originales (pág. 121). Robert Clarke expresa ideas muy interesantes sobre el «sueño paradójico» (es decir, sobre el momento preciso en que el durmiente comienza a soñar) y sobre el inconsciente que, aunque no las fundamenta con sueños creadores, sí demuestra que se aproxima lúcidamente al proceso creador, refutando al mismo tiempo la idea freudiana del inconsciente «por represión»: Es como si el trabajo inconsciente de creación - sostiene brillantemente el autor - se realizara mientras dormimos. El proceso del sueño - según él- sigue siendo un misterio. De modo que puede que el «sueño paradójico» desempeñe una función clave en el proceso de creación, ya que en él se prescinde de la percepción del mundo y del pensamiento lógico, pero al mismo tiempo se manifiesta una actividad cerebral importante, un estado de vigilia interior que parece servirse de recursos psíquicos desconocidos, permitiendo un pensamiento original, diferente del pensamiento consciente y quizá igual de eficaz... Dicha actividad psíquica inconsciente del sueño - continúa Clarke - no es ni mucho menos el resultado de una represión de la vida diurna como pen saba Freud, que no disponía de estos estudios recientes. Todo lo contrario, es una producción autónoma, enriquecedora, en la cual se ha observado una estimulación intensa de las áreas sensoriales del cerebro. Existe un inconsciente dinámico creador, que participa en la estimulación y la maduración del cerebro» (Las cursivas son nuestras) (pág. 126). Se siente en el libro de Robert Clarke el vago anuncio de que las funciones mentales que intervienen inconscientemente en la creación del sueño guardan un estrecho parentesco con las facultades que se hallan en las raíces del acto creador y que nosotros demostraremos con todo detalle en las páginas que siguen, como parte de nuestra investigación. 21 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia https://go.hotmart.com/V21195751D Los sueños son las pulsaciones del genio de la especie humana La Humanidad no desciende del mono I Un torrente de creatividad recorre el cuerpo de nuestra especie, representada por todos los pueblos de la Tierra. De tarde en tarde brotan de ese torrente corrientes que alimentan a los genios individuales que han existido desde los más remotos albores de la vida humana hasta los días presentes, pero todos nosotros, hombres y mujeres, somos portadores de algún vestigio de la llama inmortal que pulsa mediante esas diminutas creaciones que son los sueños, que alegran o perturban nuestro reposo, para recordarnos siempre que ellos son la prueba irrefutable de que la naturaleza nos dotó con un cerebro poderoso del cual extraemos los chispazos de ingenio para vencer y sobrevivir. Sólo de manera muy lenta, en muchos años de investigación, nos hemos convencido de la singularidad grandiosa de los sueños, cuando son bien comprendidos, y que hemos banalizado en el constante afán de interpretar su significado, quedándonos así con su escoria, pero sin encontrar jamás la veta de oro que se esconde tras los infinitos significados, cual es la comprensión del misterio de por qué y cuándo el cerebro fue capaz de emitir los sueños y cuáles son los resortes biológicos que los engendran, aunque el más célebre de los experimentadores modernos, el Profesor Michael Jouvet, se ha declarado «ignorante» para descifrar el enigma: Es preciso que declaremos nuestra ignorancia considerable - dice Jouvet - mientras estudiamos el dormir y el sueño... ¿Por qué la evolución ha construido un cerebro que periódicamente, en el curso del dormir, está sometido a una maquinaria que libera imágenes fantásticas? (Le sommeil et le réve, pág. 212). ¡En el progreso moderno se hallan dadas todas las condiciones para que rescatemos el inesperado valor y la trascendencia de los sueños que se emparentan con el genio que tanto admiramos! Porque el desarrollo de la vida en la naturaleza, expresado en la evolución de las especies, trabajó a fondo para inventar a los animales soñadores cuando éstos precisaron de ingenio y recursividad para lograr sobrevivir en los inenarrables peligros del entorno. 22 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Ciertamente, los mamíferos primitivos que habían nacido del seno de los reptiles terápsidos, debieron protegerse en las sombras de la noche y convertirse en insectívoros para escapar de la amenaza de los dinosaurios carnívoros, feroces depredadores. Como sus ancestros reptiles, estos primitivos mamíferos eran incapaces de soñar, como se descubre en el oso hormiguero. Transcurrieron 100 millones de años, y he aquí que una buena noche los mamíferos más avanzados comenzaron a soñar. Es que esas criaturas mamíferas homeotermas no se habían escondido en vano durante aquella eternidad. Su cerebro se había enriquecido - en nuestra hipótesis - con neuronas especializadas para crear que son las que engendran los sueños en la noche. Este hecho es una clara demostración de que los animales soñadores quedaban equipados con ingenio, porque, siguiendo siempre nuestra hipótesis, animal que sueña es animal que crea, aún en vigilia, de acuerdo con una ley que hemos descubierto. El ingenio es muy superior al olfato de los insectívoros y así pudieron defenderse mejor y salir a la luz del día. ¿Qué quiere decir esta novedad en las especies mamíferas? ¡Que estos mamíferos no habían sido pasivos espectadores en su existencia clandestina en la que se defendían de los dinosaurios ya que el fuego del progreso se agitaba en ellos! El Profesor Michael Jouvet nos ha propuesto unos interrogantes que son cruciales y que nosotros hemos resuelto en el libro Concepción Moderna de la Historia Universal, 1997: El soñar, dice, particularmente el tema de su origen evolutivo y de la función que cumple, es todavía uno de los grandes misterios de la biología... La necesidad biológica de soñar no parece imponerse, puesto que, perturba el descanso reparador del organismo (Los estados del sueño, pág. 428). El fenómeno de los sueños viene a aumentar las perplejidades del neurólogo. Ahora bien, los sueños existen y parecen haber sido inventados por la evolución al mismo tiempo que la homeotermia, pues se observan en las aves y los mamíferos pero no en los anfibios y reptiles; se comprende mal cómo puedan los sueños constituir una ventaja evolutiva en la medida en que corresponden al estado en que el animal es más vulnerable: en efecto, el estado del sueño es el más peligroso del ciclo en tres tiempos, vigilia-dormir- sueño, puesto que durante este último el cerebro cierra la puerta al medio exterior y, por tanto, a eventuales peligros, para entregarse a un programa endógeno (la producción y contemplación pasiva del sueño). El hecho de que sólo hayansobrevivido los homeotermos soñadores es un misterio que habrá que resolver para progresar en el establecimiento de modelos más perfeccionados del cerebro (Los Estados del Sueño y Comportamiento Onírico, pág. 206). (Las cursivas son nuestras). Los interrogantes de Jouvet son concretos: ¿Cuál es el origen evolutivo del soñar, qué función cumple, cuál es la necesidad biológica del soñar y cuál su ventaja 23 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia evolutiva? Si los sueños perturban el dormir y cuando se producen el animal se halla muy vulnerable e indefenso pues no atiende a los peligros del entorno lleno de predadores, ya que se encuentra metido de lleno en la generación del sueño y en su contemplación alucinada, no se ve cómo puedan constituir una ventaja evolutiva para los animales que sueñan. Nuestras respuestas son también concretas: el origen evolutivo del soñar, que supone una variación biológica en la estructura del cerebro con la aparición de neuronas creadoras, se debió necesariamente a una mutación genética que se dio por azar y sin finalismo alguno pero que la selección natural aprovechó al instante porque representaba una ventaja para los animales que la adquirieron a lo largo de esos 100 millones de clandestinidad activa. Ventaja evolutiva enorme, ciertamente, ya que animal que sueña es animal que crea, especialmente en vigilia, como lo demostraremos ampliamente en las páginas que siguen, y la creatividad en los animales no humanos se traduce en ingeniosidad, astucia, recursividad en los comportamientos para adaptarse mejor, sobrevivir y reproducirse. Los animales no soñadores disponiendo apenas del olfato para orientarse se hallaban restringidos a la vida nocturna. Como dice Darwin, «a la primera variación siguen otras», soportadas internamente por el material genético nuevo, producto de las mutaciones sucesivas del ADN, sobre las cuales actúa la selección natural para ordenar el desorden que introduce el azar de las mutaciones genéticas, de tal suerte, que esas variaciones en el cerebro expresadas en más neuronas creadoras que se van heredando a lo largo de las generaciones que soñarán más y mejor durante las noches y en el día dispondrán de mayor recursividad e ingenio en su conducta. Por supuesto, la selección natural favoreció a los mamíferos ingeniosos, en tanto que sucumbían los que carecían de esa ventaja. Y dijo Darwin: «Las variaciones en el fenotipo causarán ligeras variaciones, las multiplicarán casi infinitamente, y la selección natural tomará con infalible habilidad cada mejora (esta vez en el comportamiento creador del cerebro). ¡Dejemos que este proceso siga adelante durante millones de años», pues el tiempo es decisivo para que la primera variación que surgió por azar en el genotipo y que se tradujo en la aparición de neuronas especializadas para crear en la corteza cerebral, culminara en un órgano y en una función perfeccionados para producir sueños creadores y crear en vigilia. Del más ligero vestigio de variación para la creatividad se ha llegado a un cerebro soñador, lo que constituye una inmensa ventaja evolutiva, no importa que un animal corra el riesgo de ser sorprendido por el enemigo mientras sueña, pues otros no lo serán. Ahora bien, si existen neuronas diferenciadas para crear en la corteza cerebral, 24 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia existirá también la función y, por tanto, la necesidad de soñar, como lo veremos progresivamente en este estudio. «El hecho de que sólo hayan sobrevivido los homeotermos soñadores es un misterio que debe aclararse», sostiene Jouvet. A lo que nosotros respondemos: el soñar es un signo de que el ser que sueña es creador, porque todo sueño es una creación, aún en los animales, como lo demostraremos minuciosamente y como lo prueba la penetrante visión de Darwin, quien apoyado en la observación, el estudio y una poderosa intuición, afirmó que los sueños como la poesía son creaciones: La imaginación es, sin duda, una de las más altas prerrogativas del hombre, pudiendo, en virtud de esta facultad, e independientemente de la voluntad, unir imágenes e ideas primitivas, y crear brillantes y nuevos resultados. Esto, sin duda, hizo decir a Jean Paul Richter que «el poeta que ha de reflexionar si ha de hacer decir sí o no a sus personajes puede irse con mil legiones de demonios pues no es más que un estúpido cadáver». Según este mismo autor, «el sueño es el arte involuntario de la poesía»..., y por esto, sin duda, este fenómeno de la vida nos da una idea de la facultad que nos ocupa. Ahora bien, como los perros, gatos, caballos, y probablemente todos los animales superiores, no menos que las aves, tienen sueños que los impresionan no poco, debemos admitir que poseen también algunos grados de facultad imaginativa (El Origen del Hombre, 1871, pág. 98). El Profesor Jouvet ha demostrado experimentalmente que los animales sueñan (y crean, naturalmente). Observó a un gato en su jaula, conectado al osciloscopio, y lo siguió durante la noche. Cuando el gato se durmió y entró en la fase MOR, así llamada porque aparecen movimientos oculares rápidos, distinguió los registros eléctricos internos típicos del dormir con sueños y vio los comportamientos externos del animal como los movimientos de los ojos y el relajamiento de sus músculos. En este momento, el gato comenzó a gruñir, se levantaba y atacaba o huía de un enemigo imaginario que él «veía» alucinatoriamente con sus ojos cerrados, tal como nosotros actuamos cuando tenemos sueños persecutorios... ¡Era una clara creación del mamífero! Entonces, si los animales homeotermos soñadores tenían imaginación, eran ingeniosos y astutos, el misterio de que sólo ellos hayan sobrevivido se esfuma, ya que disponían de una novedosa herramienta para sortear las más duras pruebas, como fue la catástrofe ecológica del período Cretáceo, hace 70 millones de años, en la que sucumbieron to dos los dinosaurios, muchas plantas y las aves y mamíferos que seguramente no habían hecho la conquista del cerebro soñador y, por ende, sin comportamientos ingeniosos para defenderse, sin recursos inmediatos en su cerebro, pues los recursos genéticos son a muy largo plazo. 25 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Los animales homeotermos y soñadores - aves y mamíferos-, en cambio, sobrevivieron a la hecatombe natural, se adaptaron al difícil medio ambiente con su cerebro ingenioso, sobrevivieron, se reprodujeron y ocuparon todos los nichos que habían dejado vacantes los dinosaurios - dioses vencidos, que no tuvieron la sabiduría para sobreaguar porque carecieron de un cerebro soñador... II LA HUMANIDAD NO DESCIENDE DEL MONO 26 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Gracias a la aparición de los árboles con flores y frutos - las angiospermas - se creó un hábitat desconocido hasta entonces, el arbóreo, que atraía a los animales con sus frutos suculentos e hizo que algunos mamíferos treparan a las copas de los árboles y las convirtieran en un insólito nicho ecológico. Se acepta que los primeros mamíferos que abandonaron el hábitat en el suelo de los bosques y se encaramaron a 27 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia los árboles hace 65 millones de años, fueron unas pequeñas criaturas parecidas a los Tupayas... Estos mamíferos proliferaron y evolucionaron sometidos a los estímulos y retos del nuevo ambiente, muy diferentes a los del suelo de los bosques, de suerte que por la interacción que estableció entre estos «Tupayas» y el hábitat arbóreo, durante treinta millones de años, se formó el novedoso orden de los primates, dotado con caracteres morfológicos, anatómicos, genéticos, sanguíneos y visuales muy especiales, que no habrían podido adquirir si hubieran continuado evolucionando en el ancestral suelo a ras de tierra de losbosques: el supuesto mamífero Tupaya, bombardeado por los estímulos de la vida entre los árboles, se convirtió, al cabo de cuarenta mil millones de años, en mono y en simio, en gorila y en chimpancé, para ser breves y no dispersarnos en las 192 formas de primates emergentes de semejante proceso evolutivo. Más ocurrió que una población de estos mamíferos arborícolas se diferenció radicalmente, en nuestro concepto, del resto de los primates por tres características muchísimo más importantes que sus similitudes morfológicas, anatómicas, genéticas, sanguíneas y visuales, a saber: mientras todos los primates se estancaron para siempre, éstos fluyeron hacia el porvenir en nuevas formas mamíferas ascendentes y complejas; mientras el resto de los primates fueron todos cuadrúpedos, éstos tienen una posición erguida y una marcha bípeda; mientras todos los primates son muy listos, éstos son ingeniosos y creadores. Estas tres características explican porqué ascendieron evolutivamente hasta convertirse en seres humanos. No importa que su semejanza genética apenas los diferencie en un 2 por 100 de gorilas y chimpancés: ¡Este 2 por 100 de genes, más que cuantitativo tiene un valor cualitativo, ya que por estos seres pasa la línea de ascenso filogenético de los vertebrados que se inicia abajo en los peces, y con pocos de estos genes calificados tienen asegurado un provenir en el que no se estancarán y fluirán en el tiempo, como en realidad ocurrió, en tanto que gorilas y chimpancés quedaron por fuera de esa línea de ascenso, atrapados en la estática del tiempo y ya no evolucionarían más; estos pocos genes calificados, les aseguran que serán bípedos y marcharán erguidos; esos pocos genes calificados, no cuantitativos, aseguran que algunos se traducirán en neuronas creadoras-alucinatorias e inconscientes - el verdadero inconsciente profundo y heredado-, unidas por sinapsis eléctricas para las rápidas respuestas adaptativas de ataque y defensa; además el hecho de que los gorilas y chimpancés tengan 48 cromosomas y no los 46 de estos arborícolas privilegiados, señala sustanciales diferencias, teniendo en cuenta que una persona con 47 cromosomas, como el mongólico, se afecta profundamente. ¿Qué ocurrió? ¿Qué ocurrió para que se convirtieran estos seres excepcionales en la punta de lanza evolutiva de los mamíferos, como lo fueron los Crosopterigios entre los peces, los Antracosaurios entre los anfibios y los Terápsidos entre los reptiles? Por la razón de que esas tres características señaladas son bien hondas y trazan un abismo diferencial con los primates comunes: que no se estanquen evolutivamente 28 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia porque tienen genes calificados para ello, que tengan marcha bípeda y posición erguida con todos los enormes cambios anatómicos y fisiológicos que esto supone, y que sean altamente creadoras porque son los ancestros de la especie humana creadora por excelencia, no son, por cierto, cualidades que podamos pasar por alto para homologarlos de tú a tú con los primates. Darwin y sus seguidores ortodoxos nos han insistido demasiado para que miremos hacia abajo, y éste hábito nos ha impedido mirar estas soberbias cualidades que se encuentran muy por encima de los primates. No; aquí advertimos una zanja profunda de diferenciación. Tomemos una de las tres cualidades de este ser privilegiado entre todos: la marcha bípeda y la posición erguida. Nuestro parecer se distancia de los sabios que sostienen que la adaptación a la sabana del oriente africano, más allá del valle del Rift, explica la marcha bípeda y erguida, argumento que tiene un fuerte aroma lamarckiano, porque los sucesivos esfuerzos para andar erguidamente sobre los dos pies, se habrían hecho hereditarios para transmitirlos a los descendientes... Nosotros sostenemos que la bipedestación erguida tiene un soporte genético, y que, por tanto, debió producirse una mutación en el curso de la evolución de este mamífero X, en un momento indeterminable del Mioceno, variación muy ventajosa que favoreció la selección natural a juzgar por la importancia de que los seres humanos seamos erguidos y marchemos de forma bípeda: la calidad de bípedo y erguido funda un nuevo ser en la naturaleza. Ahora bien, ¿por qué la mutación genética favoreció a una sola población mamífera arborícola? Primero, porque el ser que evolucionó en el hábitat arbóreo era distinto y más avanzado que los Tupayas que se transformaron en primates comunes: en consecuencia, fueron dos las formas mamíferas que optaron por el nicho en las alturas de los árboles; en segundo lugar, y gracias a la mutación genética que condicionó la marcha bípeda, esta población de mamíferos más evolucionados que los Tupayas no fue absoluta sino relativamente arbórea. Mientras los Tupayas fueron absolutamente arborícolas, los mamíferos superiores X («No hay candidatos conocidos para los antecesores de los humanos», dicen Boyd y Silk), lo fueron relativamente, desplazándose entre los árboles y la sabana del este africano, y culminaron su proceso de formación hacia los ocho o diez millones de años, en tanto que los gorilas y chimpancés lo hicieron mucho antes. Con su capacidad para trascender a nuevas formas, estos mamíferos privilegiados X por la evolución, dieron origen a los Australopitecos, uno descubierto de una antigüedad de seis millones de años y el último descubierto en Chad, en 2002, es el Australopiteco conocido con el nombre de «Tumay», con siete millones de antigüedad, siempre bípedos como sus predecesores australopitecinos (afarensis, africano, anamensis, ardipithecus); quedarían por descubrir dos o tres formas australopitecinas que podemos predecir que serán también bípedas o en trance de convertirse en erguidas y bípedas. La tesis tradicional es la de Linneo, según la cual los seres humanos pertenecemos al Orden de los Primates; la antítesis sugerida por Cuvier dice que los humanos 29 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia pertenecemos a un Orden aparte, el Orden de los humanos; la conclusión sintética a la que llegamos es la de que somos Homínidos Primatoides, pues tenemos semejanzas con los primates (genéticas, anatómicas, sanguíneas, visuales), pero profundas diferencias por aquellas tres cualidades señaladas atrás. Nos tomamos la libertad de sustituir el término Australopiteco, que significa «mono del sur», porque no descendemos del mono, y porque varios Australopitecos fueron descubiertos en el centro y el norte de Africa Oriental. En lugar de Australopiteco, hablamos del Homínido Primatoide, no primate, sino parecido o con rasgos propios del primate y con radicales diferencias. La excepcional capacidad creadora del Homínido Primatoide obedeció también a una mutación que lo dotó con genes que se tradujeron en una población de neuronas creadoras en la corteza del cerebro de acuerdo con el principio de Changeux: simplicidad en el genoma, complejidad cerebral. Originariamente la especie humana es creadora por excelencia y muy anterior a la razón y al lenguaje conscientes: antes que el Verbo fue la Creatividad, pues era más adaptativo en aquellas eras ser creador que razonador y la selección natural favoreció al homínido creador como el más apto ser en la naturaleza. Llegamos aquí a un fenómeno fascinante que ni siquiera ha sido planteado por los sabios, ya que carecen - ¡con la excepción de Darwin! - del concepto de que los sueños son creaciones y que animal que sueña es animal que crea aún en vigilia... Cuando hizo su aparición el Homínido Primatoide harán ocho o diez millones de años, no eran adaptativos los dolorosos y prolongados partos de la mujer moderna, ni tampoco eran adaptativos los indefensos bebés modernos, porque al no poder erguirse en pocos minutos como los demás mamíferos para defenderse y tomar su primera comida, habrían sido pasto de los predadores que acechaban, del frío, de las alimañas y las enfermedades. Nuestra especie no habría sobrevividocon estas madres y éstos bebés. La Neotenia o niñez prolongadísima moderna para que termine su desarrollo particularmente el cerebro no habría sido posible, ni era necesario en nuestro entender, por la razón de que, siendo la creatividad la función más importante en aquellas edades, no era preciso que aumentara el tamaño del cerebro, pues no existe una relación directa entre la capacidad creadora y el tamaño o el peso del cerebro: Victor Hugo tenía un cerebro que pesaba 2.250 gramos, en tanto que el cerebro de Anatole France pesaba sólo 1.000 gramos, y, no obstante, ambos eran geniales creadores. Por esto no es de extrañar que el cerebro del Australopiteco de Afar, más conocido como Lucy, tuviera un volumen de 450cc, que equivale a 300 gramos apenas. Sostenemos que lo necesario, lo adaptativo, no era que creciera el volumen y el peso del cerebro en los primeros 6 millones de años de evolución de nuestro Homínido Primatoide, ya que la creatividad se bastaba con un cerebro pequeño, eso sí, sólo hasta la aparición del Horno habilis, hace dos millones de años, ya que tenía 30 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia un volumen cerebral de 700 cc, puesto que en él las neuronas creadoras se habían multiplicado por las mutaciones genéticas y sus divisiones para formar la estructura de una Función Creadora, la primera función verdaderamente moderna, localizada en un área importante del hemisferio cerebral derecho, fenómeno que asegura que el Homo habilis sea el primer creador legítimo de herramientas, en tanto que las formas homínidas precedentes, eran ingeniosas y creadoras de «toscas» herramientas que, así y todo, iniciaron el largo proceso de la tecnología mundial hasta llegar al Internet. Con la aparición del Horno se dieron las condiciones para que se iniciara la Neotenia, con una infancia que empezaba a ser moderna y un parto cada vez más doloroso y prolongado: el ¡parirás con dolor!, se habría iniciado hace dos millones de años, tanto como la Neotenia, con los bebés indefensos y absolutamente dependientes, ya que a estas alturas de la evolución de nuestra especie era necesario el crecimiento del cerebro y sus funciones mentales, particularmente las creadoras, puesto que las facultades racionales, verbales y conscientes, también por necesidades adaptativas, serían secuenciales y lentas, generadas por neuronas distintas a las creadoras y comunicadas entre sí por sinapsis químicas secuenciales, que tendrían que esperar para culminar hasta el fin del Paleolítico superior, diez mil años a.C. De todo lo anterior se desprende que el Homínido Primatoide progresó con su peculiar versatilidad e ingenio, desplegando multitud de comportamientos recursivos que enriquecían el ambiente simplemente natural propio del resto de los animales, y está probado que un ambiente enriquecido favorece el desarrollo de la corteza cerebral, en tanto que un ambiente pobre estanca el desarrollo, de allí que gorilas y chimpancés son creadores frustrados de herramientas, y, estancados como se hallan, sólo tienen pasado, carecen de futuro. Nuestro Homínido Primatoide, al ser el resultado de la evolución de un mamífero X, más avanzado que los Tupayas, y al tener un doble hábitat, gozaba de estímulos complejos y sorprendentemente enriquecedores, pues esa vida mixta que llevaba, entre los árboles y la sabana oriental del África, no era una suma de estímulos propios de los dos nichos ecológicos, sino un entrecruzamiento de fuerzas especialmente formativas que moldeaban su cuerpo y su cerebro: en tanto que arborícola, participaba de los caracteres del primate, razón por la cual hablamos de que era Primatoide, parecido al primate, más no primate, porque descendía de otra rama mamífera desconocida, pero, en todo caso, más desarrollada que el Tupaya, razón por la cual fue dotada por la naturaleza y la evolución con genes calificados, así fueran muy pocos, ese 2 por 100 que lo dife rencian del mono, para no estancarse como todos los primates, para ser creador y ancestro de la creatividad moderna, y para marchar erguido y bípedo. ¡Estas tres características fundamentales son las que explican porqué se transformaron en humanos en dos etapas, una prolongadísima de al menos seis millones de años, como Homínidos Primatoides, y la otra a partir del Homo habilis hasta nuestros días! 31 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia III Allí está la nueva forma homínida - ¡la naturaleza también avanza a través de sucesivas creaciones biológicas!-, a horcajadas sobre la frontera de la historia de la humanidad, balanceándose entre la prehistoria y la historia, con medio cuerpo de ese lado de la animalidad, y medio cuerpo de este lado, inequívocamente humano. Ya tiene nombre propio: es el Australopithecus afarensis, sucesor del Australopithecus africanus, del Australopithecus anamensis y del Australopithecus ramidus, el Orrorin Tugenensis, el «Tumay», el más arcaico hasta ahora descubierto. Destacamos, sin embargo, al Australopithecus afarensis, o mono del sur, hallado en la región etíope de Afar. Es el mejor conocido y, al parecer, el más moderno entre estos australopitecinos todos ellos bípedos. Habrá otros detrás del Orrorin Tugenensis y del «Tumay», ya sea que se descubran o no, pero siempre bípedos o avanzando francamente hacia el bipedismo, pues ya hemos visto que los Primatoides homínidos nacieron con la inclinación genética a erguirse sobre sus extremidades posteriores hace 10 millones de años, mientras gorilas y chimpancés, formando un tronco común, perseveraron en su marcha en cuatro patas. Debemos tener bien presente que el Homo habilis es el hito que inaugura el movimiento de la historia universal, tal como la concebimos aquí, de una manera tan profunda, que es necesario que destaquemos este momento de la evolución del hombre, como un punto compacto, compri mido, de gran densidad, preñado con enormes energías que anhelan trascender, que inevitablemente habrán de hacer explosión irradiando hacia el futuro del espaciotiempo - ¡verdadero big bang neurobiológico!, proyectando en los millones de años galaxias de individuos y mentalidades, comportamientos y morfologías, invenciones y culturas, poblaciones en constante afán, alternativas y avatares, la necesidad en lucha con el azar, generaciones y muertes, avances y retrocesos, líneas que ascienden y descienden en el forcejeo del parto de nuevas formas, hasta culminar un día en una especie más alta, dotada con funciones mentales superiores, más complejas aún que las creadoras, abriéndose a la expresión moderna de la historia universal. Para estudiar al Australopithecus afarensis nos guiaremos por los datos empíricos suministrados por lo que podemos llamar el «fósil muerto» y por los datos mentales con igual valor empírico extraídos del «fósil vivo» que son los sueños y todo lo que ellos representan. De su enlace, de la combinación de información procedente del conocimiento de los fósiles vivos y de los muertos, y sólo de las dos fuentes y no de una sola de ellas - lamentable error de los paleontólogos el haberse limitado a los huesos fosilizados sin trascender al cerebro y a su función mental que pulsa tras esos huesos-, extraeremos nuestras conclusiones teóricas. En el año de 1974 fueron descubiertos los «fósiles muertos» del Australopithecus 32 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia afarensis, que tienen una realidad irrefutable, se ven, se tocan, se pesan, se cuentan en un número de 52 piezas óseas, se miden, y son reveladoras de que ese australopiteco era una joven a quien la muerte sorprendió a los 20 años de edad, y se encontraba en pleno proceso evolutivo, a medio camino entre lo humano y lo bestial. Esta es una de esas conclusiones que no permiten la entrada a la duda, tan palmaria como el montón de huesos que, con indescriptible fascinación, miran y acarician sus afortunados descubridores... Por este australopitecoatraviesa la flecha evolutiva procedente de los peces, disparada hacia arriba, en dirección a novedosas formas homínidas, cada vez más altas. La otra dirección - la fuerza creadora-, la encontramos con la misma objetividad empírica que los huesos, en un inequívoco «fósil vivo», que son los sueños, exactamente iguales a los que hoy tenemos mientras dormimos, aunque con temáticas y escenarios diferentes, y que merecen con toda legitimidad el nombre de fósiles vivos, como pueden ser los cocodrilos que, soñolientos en los lechos de los ríos, son el registro vivo de una estirpe de reptiles que se extinguió, como lo vimos, hace muchísimos millones de años. ¿Soñaba el Australopithecus afarensis? Con absoluta certeza, soñaba. Este fenómeno psicológico es registrable con la misma evidencia empírica que los 52 huesos fosilizados encontrados en Afar, Etiopía. ¿Qué nos garantiza con la misma certeza empírica de los fósiles que el australopiteco tenía sueños mientras dormía? Todos los estudios experimentales, como el ya citado de Jouvet; la gran autoridad de Darwin y la nuestra muy modesta, sostienen que los Australopithecus afarensis - por el hecho de ser mamíferos y mamíferos homínidos - mostraban ciclos en el dormir, en los que las fases del sueño no MOR (sin movimientos oculares rápidos) eran seguidas por fases de sueño MOR (con movimientos oculares rápidos), atonía muscular visible externamente, y gran actividad eléctrica, observable internamente con el electroencefalograma, prueba de que se hallaban soñando mientras dormían. ¡He aquí, vivo, el fósil onírico! El fósil pétreo nos prueba que en él se pone de manifiesto que el Australopithecus afarensis era bípedo, erguido, tenía los brazos libres, las manos diestras, un cerebro pequeño entre 450 y 500 cc, de buen tamaño en comparación con su altura de un metro veinte centímetros, y prueba también que en él se ponía de manifiesto la marcha evolutiva en ascenso. El fósil vivo neurobiológico nos revela que este australopiteco poseía estructuras en la corteza de su hemisferio cerebral derecho especializadas para la creatividad, siguiendo nuestro axioma de que todo animal que sueña, no solamente crea los sueños mientras duerme, sino que crea cuando se encuentra despierto, pues, ¿por qué esos neurocircuitos cerebrales que tienen la capacidad de generar los sueños - que son evidentes creaciones, como lo dejamos expuesto y continuaremos demostrándolo - no habrían de ser capaces de dotar al individuo con facultades creadoras durante el día? 33 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia Pero el Australopithecus afarensis no era un simple mamífero soñador en el rango evolutivo a que había llegado, sino todo un homínido muy avanzado, situado en un nivel mucho más avanzado que nuestro primatoide homínido pre-australopiteco y que los demás australopitecinos encontrados, el ramidus, el anamensis y el africano. En él las estructuras creadoras del cerebro, producto de muchas mutaciones y sus duplicaciones, se acumularon con el paso de los tiempos, y lo que sería una pequeña población de neuronas en la corteza del cerebro del homínido prehistórico, en el Australopithecus afarensis esa población de neuronas especializadas para crear debía ser sustancialmente más desarrollada, con una fuerza expresiva de creatividad cualitativamente superior. El hecho nos autoriza a sostener que el Australopithecus afarensis era ya «casi» portador de una verdadera Función Creadora en su cerebro, la primera función mental realmente moderna, que se perfeccionará lógicamente en el ascenso de las especies homínidas que vendrán, pero que poseía ya todas las condiciones neurológicas para expresarse, no sólo en los sueños y en los comportamientos ingeniosos para sobrevivir y luchar, sino en actos de creatividad, en invenciones materiales, que no pudieron hacerlas ni el primate prehistórico ni posiblemente los australopitecos que le precedieron pues no se han encontrado piedras o huesos trabajados intencionalmente asociados a sus huesos fósiles. En este punto justo se traza la raya de separación entre el primatoide homínido prehistórico y el Horno habilis, ya histórico, correspondiente al tramo evolutivo de dos millones de años de duración de la Historia Universal, no, desde luego, al tramo de historia propiamente dicha, que sólo lleva 12.000 años, desde el Neolítico, tal como la concebimos nosotros en un novedoso concepto. Esa creatividad organizada como Función Creadora, capacitó al Homo habilis para realizar el primero y sensacional descubrimiento de las herramientas - que los paleontólogos no enfatizan con la merecida fuerza, mucho más trascendente que la teoría gravitatoria de Newton y la ley de la relatividad de Einstein, porque si el primero partió de Copérnico y Galileo, y el segundo de Newton, el Homo partió de la nada, pues no existían precedentes de las herramientas en la faz de la tierra-, y esta invención establece una brecha de separación enorme entre el primatoide prehumano y el ser humano, entre el australopiteco y el Homo; el australopiteco fue un bípedo ingenioso, más no inventor de herramientas, y este hecho hace de él un animal prehistórico. Esto es lo que nos revela el fósil vivo de los sueños, en tanto que el fósil muerto permanece mudo ante estos fenómenos, razón por la cual los eminentes paleontólogos que realizaron la hazaña de descubrirlo no nos dicen absolutamente nada en relación con esta maravillosa Función Creadora del Homo habilis. Nada de extraño tiene que, para nosotros que hemos venido siguiendo el rastro de la actividad creadora desde sus niveles animales como Pre-Función Creadora, con manifestaciones de ingenio y recursividad apenas, ahora nos topemos con una 34 Descarga Más Libros Gratis Aquí https://t.me/EbooksPsicologia https://t.me/EbooksPsicologia criatura genial - ¡el Genio primigenio de nuestra especie!-, inventora de utensilios líticos, sin que el vocablo «genial» tenga nada de hiperbólico, pues la ocurrencia de inventar una herramienta, la más elemental en apariencia, la más simple, como puede ser una «humilde» astilla o lasca de piedra, exige de su descubridor, que jamás la ha conocido, un estado mental de inspiración en el que «ve», no con los ojos de la cara sino con mirada interior en un trozo de piedra informe el diminuto pedazo de piedra con filo cortante por uno de sus lados para realizar una finalidad expresa, tan genial, como cuando el escultor Miguel Ángel «ve» en el bloque de mármol a David en trance de atacar a la fuerza bruta de Goliat, en pleno éxtasis de inspiración. Dotado así su cerebro con una moderna Función Creadora, el Homo habilis se convirtió en el fundador de la tecnología universal, al ser capaz de inventar una lasca de piedra, en un acontecimiento revolucionario de infinitas consecuencias inmediatas y a largo plazo, porque el Homo se transformaría al instante de herbívoro en carnívoro y omnívoro, y se convertiría, además, en el precedente inevitable de toda la tecnología. ¡Esto es crear herramientas, no «fabricar» herramientas, como dicen comúnmente los antropólogos con suma ligereza! El célebre paleoantropólogo Richard Leakey se expresa así de las que son tenidas por muchos como «humildes» lascas de piedra: La experiencia adquirida en los últimos años, tanto en la confección como en el uso de útiles, ha incrementado sensiblemente el respeto por las humildes lascas o astillas de piedra... Ni los chimpancés ni los papiones emplean útiles cuando atrapan a sus víctimas o cuando las descuartizan: todo lo hacen con sus extremidades y con sus dientes. Estoy convencido de que la pequeña lasca de piedra fue un avance tecnológico decisivo, fundamental para nuestros antepasados de dos o más millones de años... Si se examina una de las lascas pétreas a las que se refiere Nick Toth, agrega Leakey, es muy posible que no nos diga nada: mide 2 a 3 centímetros de longitud, presenta un único borde cortante, y no tiene nada más de particular. Sin embargo, Nick insiste: `Pero
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