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BIOLOGÍA CELULAR124 1. Encaminan las células germinales primordiales hacia la espermatogénesis. 2. Segregan la hormona antimülleriana, que involu- ciona el conducto de Müller, el cual, en las hem- bras, origina el oviducto, el útero y la vagina. 3. Estimulan algunas células somáticas adyacentes que configuran la estructura de la gónada y que son necesarias para la espermatogénesis. 4. Estimulan a otras células somáticas adyacentes para formar las células de Leydig, que segregan testosterona. La testosterona es responsable de la diferenciación del conducto de Wolf (que involu- ciona en las hembras) en los conductos y glándu- las del tracto masculino, como la próstata y las vesículas seminales. El factor de diferenciación testicular estimula la trans- cripción de otros genes reguladores necesarios para el desarrollo de la célula de Sertoli, como el Sox9. En su ausencia se forman células foliculares ováricas en vez de células de Sertoli, y células tecales en vez de células de Leydig. El desarrollo normal masculino requiere también la cooperación de genes del cromosoma X y de autosomas. En lo explicado hasta ahora, se ha considerado para el sexo masculino una dotación de cromosomas sexua- les XY, y para el femenino una dotación XX. Esto ocurre así en los mamíferos y en muchas otras especies. Sin embargo, no es una regla general. Incluso, a veces, pa- ra designar los cromosomas sexuales de algunas espe- cies, no se emplean los términos X e Y sino otras letras. En la Tabla 3.1 se expone la designación de los cromo- somas sexuales en ambos sexos correspondientes a va- rios grupos de vegetales y animales. CAMBIOS ESTRUCTURALES Existen alteraciones cromosómicas que no significan una variación en el número de cromosomas, sino altera- ciones en algún fragmento de uno o varios cromosomas. Muchas de estas alteraciones son moleculares y no pue- den ser detectadas con el microscopio. Otras pueden ser- lo, y a éstas nos referiremos. Las más frecuentes son: 1. Deleción: es la pérdida de un fragmento de un cromosoma que puede haber pasado a otro cro- mosoma. 2. Translocación: un cromosoma tiene un fragmento suplementario que perteneció a otro cromosoma. 3. Duplicación: un fragmento de cromosoma está re- presentado dos veces en el mismo cromosoma debido a errores en la replicación del DNA. 4. Inversión: un fragmento de cromosoma ocupa una posición invertida debido a errores en la replica- ción (Fig. 3.47.B). Existen algunas alteraciones cromosómicas más peculiares como el isocromosoma X. Con este término se designan cromosomas X que aparecen metacéntri- cos en vez de submetacéntricos, como sería lo normal. La formación del isocromosoma X puede explicarse porque, en una división celular anómala, el centróme- ro, en vez de romperse de modo que se separen am- bas cromátidas para emigrar cada una a un polo, se rompe dejando una pareja de brazos cortos a un lado y la pareja de brazos largos al otro. Después de que las cromátidas se repliquen, en la siguiente metafase, ca- da una de estas parejas constituye un isocromosoma X (de brazos iguales). El isocromosoma X no contiene todo el material genético del cromosoma X sino sólo el de un brazo y repetido. Se ha observado en algunas mujeres con el síndrome de Turner, que en vez de te- ner un cariotipo estrictamente X0, tienen un cromoso- ma X y un isocromosoma X. CROMATINA SEXUAL Desde hace tiempo, en algunos insectos y también en otros invertebrados, se había observado que la cromati- na en interfase de los machos era diferente de la de las hembras. El término cromatina sexual fue introducido en 1949 por Bertrand y Barr, quienes, en sus experimen- tos sobre los efectos de la sección de axones en las neuronas del asta anterior de la médula espinal de ga- tos, observaron que, junto al nucléolo, aparecía algunas veces un corpúsculo de cromatina densa (distinguible del nucléolo), que emigraba hasta adosarse a la envol- tura nuclear (Fig. 3.48.A). Como el corpúsculo aparecía únicamente en las hembras, pensaron que estaría rela- cionado con el sexo. Cajal había observado con ante- rioridad la cromatina sexual sin deducir que estuviera relacionada con el sexo, por lo que la llamó satélite nu- cleolar. La cromatina sexual se ha localizado también en otros muchos tipos celulares. En las células epitelia- les (por ejemplo, frotis de mucosa bucal) y en fibroblas- tos aparece con forma triangular o de lente plano-cón- cava, adosada a la envoltura nuclear. En los leucocitos neutrófilos humanos se observa en forma de un palillo de tambor que emerge de uno de los lóbulos del nú- cleo, aunque no está claro si todo el palillo es cromatina sexual o sólo lo es el extremo de éste. No obstante, hay células, como las plasmáticas, en las que no se observa la cromatina sexual. La presencia de cromatina sexual, denominada tam- bién corpúsculo de Barr, se ha empleado para la deter- minación del sexo en personas con fenotipo ambiguo. La cromatina sexual no aparece en los varones con ca- riotipo normal (XY) o en aquellos que poseen el carioti- po XYY. Tampoco aparece en el síndrome de Turner (X0), pero puede observarse en todos los cariotipos con dos cromosomas X, incluidos los varones con síndrome de Klinefelter XXY. En los cariotipos con varios cromo- somas X pueden aparecer tantos corpúsculos de Barr como cromosomas X estén presentes menos uno. Así, en el síndrome de Klinefelter con cariotipo XXXY puede haber dos corpúsculos, y en las mujeres tetra X pueden encontrarse hasta tres. La explicación de este hecho es que en todas las cé- lulas sólo hay un cromosoma X activo. El otro o los otros cromosomas X presentes no están activos y se encuentran heterocromatinizados; por eso se visualizan 03 PANIAGUA BIOLOGIA 3 03 29/11/06 12:54 Página 124
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